09.05.2013 Views

Programa en PDF - Fundación Juan March

Programa en PDF - Fundación Juan March

Programa en PDF - Fundación Juan March

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

su amada Eurídice. No es de extrañar, por tanto, que las<br />

óperas más antiguas conservadas cu<strong>en</strong>t<strong>en</strong> su historia, ya se<br />

trate de la Euridice (Flor<strong>en</strong>cia, 1600) de Jacopo Peri o de<br />

L’Orfeo (Mantua, 1607) de Claudio Monteverdi. Peri cantó<br />

como Orfeo <strong>en</strong> su propia ópera, mi<strong>en</strong>tras que fue el cantante<br />

virtuoso Francesco Rasi qui<strong>en</strong> pres<strong>en</strong>tó al personaje con<br />

“Rosa del ciel” <strong>en</strong> la obra de Monteverdi. Del mismo modo, su<br />

archirrival, Giulio Caccini, probablem<strong>en</strong>te cantó también <strong>en</strong><br />

su propia versión de Euridice (Flor<strong>en</strong>cia, 1602).<br />

Caccini, Peri y Rasi eran t<strong>en</strong>ores, aunque no con la tesitura<br />

que asociamos <strong>en</strong> la actualidad con ese tipo de voz (se hallaban<br />

probablem<strong>en</strong>te más cerca de ser barítonos ligeros).<br />

Caccini hizo valer su veteranía (había nacido <strong>en</strong> 1551, mi<strong>en</strong>tras<br />

que Peri era diez años más jov<strong>en</strong> y Rasi, trece), además<br />

de haberse adelantado <strong>en</strong> el desarrollo de los nuevos estilos<br />

de canción a solo que surgieron <strong>en</strong> Flor<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la década de<br />

1580. Es posible que su colección Le nuove musiche, publicada<br />

<strong>en</strong> Flor<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> 1602, no fuera la primera de este tipo <strong>en</strong><br />

aparecer impresa, pero sí que fue con certeza la más influy<strong>en</strong>te,<br />

debido tanto a su cont<strong>en</strong>ido como a su largo prefacio. Aquí<br />

Caccini reconoce la deuda que ti<strong>en</strong>e contraída con su principal<br />

patrón, el patricio flor<strong>en</strong>tino Giovanni de’ Bardi, que había<br />

estado al fr<strong>en</strong>te de una “Camerata”, un grupo de intelectuales<br />

que habían examinado los defectos de la música moderna <strong>en</strong><br />

comparación con la de los antiguos. A continuación, el prefacio<br />

sigue explicando –al m<strong>en</strong>os hasta un cierto punto– lo<br />

que sus canciones demandaban de sus cantantes: una voz<br />

flexible capaz de moverse librem<strong>en</strong>te y con elegancia, de proyectar<br />

las palabras y de utilizar una sutil variedad de técnicas<br />

y ornam<strong>en</strong>tos vocales (esclamazione, trillo, gruppo, etc.). Por<br />

<strong>en</strong>cima de todo, la interpretación debía realizarse con sprezzatura,<br />

tomando prestado el término de cómo se suponía que<br />

habían de comportarse los nobles cortesanos, con una virtuosística<br />

despreocupación, haci<strong>en</strong>do que lo difícil pareciera fácil.<br />

Resultaba quizás inevitable que Caccini dijera m<strong>en</strong>os cosas<br />

sobre el acompañami<strong>en</strong>to de sus canciones. Él lo escribió<br />

simplem<strong>en</strong>te como un basso continuo, esto es, una sola línea<br />

de bajo a la que habían de añadirse los acordes del modo que<br />

15

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!