09.05.2013 Views

Lejos del nido

Lejos del nido

Lejos del nido

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

*<br />

<strong>Lejos</strong> <strong>del</strong> <strong>nido</strong><br />

—Bueno, señora, contestó la niña con la mansedumbre de siempre y se puso<br />

al oficio, sin que de su imaginación se borrara aquel singular hallazgo.<br />

X<br />

Andrea no había estado en las riberas <strong>del</strong> Cauca y menos conocía que cosa<br />

era cosechar tabaco, sólo sabía que el viaje era penoso.<br />

Así, pues, a oscuras de lo que le iba a pasar y cuando, a las primeras claridades<br />

de la mañana, los pajaritos armaron la de Dios, Andrea dejó la cama, bostezó,<br />

estiró los bracitos, se santiguó, corrió a la cocina y solita y en un santiamén<br />

preparó desayuno para todos, y luego con un atado de ropa a la espalda seguía<br />

camino de “Los Limones”.<br />

Aquella marcha la hacia callada como lo tenía por costumbre, sin preguntar<br />

nada sobre el viaje ni regatear la pesada carga que pusieron sobre sus débiles<br />

hombros.<br />

Ya andando, y a poco de dejar “el Arenal”, se reunió a la familia Blandón,<br />

la de Quirama, vecinos e indios también, componiéndose este refuerzo de viajeros:<br />

de Celedonio Quirama, su esposa Petronila usma, (compadres de Mateo<br />

y Romana), una hija casada a quien acompañaba el esposo y tres muchachos<br />

Quiramas, parecidos a Celedonio su padre; y al comprender Andrea que esas<br />

gentes serían compañeros de viaje, se alegró, pensando en que tendría a quien<br />

tratar que no fuera la misma eterna pareja, aquella de sus dos crueles verdugos<br />

y quizá porque así hallaría algún alivio en el trabajo.<br />

Y no salió fallida, por aquella vez, la esperanza de la niña; que cuando sudorosa<br />

y tostada la cara por el sol, magullados los pies con los sueltos guijarros<br />

<strong>del</strong> camino, mal alimentada y rendida por la fatiga, casi no daba paso, uno de<br />

los muchachos Quiramas, de comedido, le recibió el lío de ropa y ya sin aquella<br />

carga, arrastrando los pies, que no caminando, se le vio bajar la larga cuesta que<br />

va a terminar en la orilla <strong>del</strong> Cauca, fin <strong>del</strong> viaje.<br />

Andrea llegó a “Los Limones” hecha una brasa con la ardiente sed que se<br />

experimenta cuando por primera vez se llega a aquellas abrasadoras playas.<br />

Hicieron la parada en un caney o bohío, solo y desmantelado, sin cerco<br />

alguno, con el pajizo techo tan agujereado que no sólo era ineficaz para atajar<br />

*<br />

44

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!