09.05.2013 Views

Lejos del nido

Lejos del nido

Lejos del nido

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

*<br />

Juan José Botero<br />

—Pero, ¡hombre!, sólo que forjando un cuento. Yo nada he sabido de tus<br />

cosas.<br />

—Las sabes, de seguro, y quieres divertirte a mi costa con chanzonetas, o<br />

temes darme una mala noticia...<br />

—Mira, continuó Luciano, antes no hubiera querido que me hablaran de<br />

Andrea, pues temía que al saber la verdad de los hechos cumplidos, siendo<br />

estos adversos, no resistiría; pero, aunque no conforme, sí resignado. Ya estoy<br />

resuelto a todo.<br />

—Hasta a morir y descansar <strong>del</strong> mundo?<br />

—No te burles, ya te lo he dicho hombre, he sufrido tanto en estos días de<br />

tu ausencia, son tantas las penas que me aquejan, que se chocan y enredan unas<br />

con otras y quizá por eso no me ha matado el dolor, neutralizada así su acción,<br />

como sucede con los venenos cuando se toman varios de una vez o mayor cantidad<br />

de la señalada para dar la muerte.<br />

esta disgresión era intencionada, por alargar el tiempo, temiendo que le<br />

saliera su amigo con una mala embajada; pero viendo el disimulo de éste, exasperado<br />

le gritó:<br />

—¡Daniel!, amigo mío!... habla... habla por Dios!... tu silencio...<br />

Más el recién llegado, siguiendo en la zumba, que por cierto iba siendo<br />

pesada, aprovechándose <strong>del</strong> largo párrafo <strong>del</strong> impaciente enamorado, dijo a<br />

éste:<br />

—¡Hombre!, a propósito de penas enredadas, quieres que te recite un<br />

verso?<br />

—Bendiga Dios, tanta cachaza!.... sin embargo: por lo que juzgo, nada sabes<br />

y me quieres entretener con niñerías.<br />

esto diciendo, Luciano se sentó cerca a una mesa, apoyó los codos sobre<br />

ella, dejando caer la cabeza entre las manos.<br />

Daniel recitó:<br />

“Las penas que me maltratan<br />

son tantas que me atropellan,<br />

unas con otras se mellan<br />

Y por eso no me matan”<br />

—Y es la verdad, dijo Luciano, levantándose malhumorado y poniéndose<br />

a pasear por la pieza.<br />

*<br />

195

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!