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Lejos del nido

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<strong>Lejos</strong> <strong>del</strong> <strong>nido</strong><br />

que los caminos se cruzan de comisiones, reclutando y expropiando... No es<br />

difícil que de un momento a otro nos visite alguna... Qué te parece Lucio, si no<br />

nos venimos tan prono de “Alto Bonito”, esa misma noche rodearon la casa y<br />

allí se plantó un retén a no dejar pasar ni una pulga.<br />

—Pues, amigo, si no me mató el garrotazo, la impaciencia si me va a matar.<br />

—De buena te has escapado, porque:<br />

—¡Valiente garrotazo!.<br />

—el condenado tiene la mano pesada.<br />

—Y el revólver qué te dí?<br />

—¡Quééé! si no dió tiempo... figúrate que veníamos...<br />

—silencio!... Ahora sí, mocito, a cerrar esa boca, dijo Daniel, con aire de<br />

gravedad fingida, no le permito hablar más al nene...<br />

este diálogo, así, más o menos, se entablaba cada rato entre aquellos desparpajados<br />

amigos, y cada vez que esto ocurría, cortaba Daniel la conversación,<br />

con un regaño a Luciano.<br />

Más al fin fue cediendo la herida, y un tanto repuesto, contó Luciano a<br />

Daniel lo sucedido, sintiendo inmensamente, el no saber que fin había te<strong>nido</strong><br />

Andrea, golpe mayor que el de la cabeza, porque la herida moral lo atormentaba<br />

más que la material... Y al referirle la historia de sus amores, la comentaba de tal<br />

modo y se la pintaba con tan bellos colores, que a veces el enfermero envidiaba<br />

a aquel convaleciente París, robador de elenas...<br />

Pero dejemos a los dos amigos en “Chontalito”, y volvamos a “san Antonio”.<br />

XXXXIII<br />

La confesión de Andrea duró poco y siguió la de isidoro que fue más larga,<br />

por tantas cuentas pendientes que éste tenla en aquel Tribunal, y que al terminar,<br />

volvió al atrio, en tanto que el sacerdote entraba a la sacristía a vestir los sagrados<br />

ornamentos con que se ofcia en estos casos.<br />

—¿Qué horas son?, preguntó isidoro al salir <strong>del</strong> templo.<br />

—en el untualito va a amanecer contestó uno de los de la comitiva.<br />

—A según que por allí veo gente, dijo otro.<br />

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