09.05.2013 Views

Lejos del nido

Lejos del nido

Lejos del nido

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

*<br />

Juan José Botero<br />

—Pues… madre… sí que madruga.<br />

—Le aprecio mucho… digo mucho, replicó ella, hecha ascuas.<br />

Ya ven ustedes: el cachaco culto, fino, locuaz y decidor, atragantado, cortado,<br />

turbado <strong>del</strong>ante de la montañerita de “el Arenal”.<br />

esto es para poner en evidencia lo que hace un atracón de amor.<br />

Cómo pone a <strong>del</strong>etrear al más pintado...<br />

Y después de aquel trabalenguas, Andrea y Luciano silenciosos y como<br />

pasmados.<br />

Pues, cátate ahí!, que el tiempo, que es precioso, va pasando y aquel par de<br />

mudos, ordeña que ordeña, no oyéndose otra cosa que el ruido de la acequia y<br />

el chigüi chigüi de la leche, al caer en las amarillas totumas. Y si no ha sido por<br />

un incidente casual, por la llegada de Luisa en aquellos momentos se deja sin<br />

explicación el madrugón de la enamorada pareja.<br />

No se sabe cuál se alegró más con aquel socorro.<br />

Luisa empujó la puerta <strong>del</strong> corral, entró a éste, saludó la compañía ordeñativa<br />

y después de dar a los miembros de ella algunas chanzonetas, muy de las<br />

circunstancias y que les sirvieron de pié, siguió para el interior de la casa.<br />

Repuesto el cachaco, aquí de su facundia:<br />

—Y ya lo sabe todo, dijo Luciano.<br />

—Quién?<br />

—Luisa.<br />

—sabe, qué?<br />

—Pues… esas cosas de nosotros.<br />

—Lo <strong>del</strong> otro día aquí?<br />

—sí, lo que dije aquella mañana y que fue interrumpido...<br />

—Por los gritos de los niños?<br />

—Cómo nó, a tiempo que le iba a hacer una pregunta, para que usted contestara<br />

decisivamente.<br />

—Y, cuál era la pregunta?<br />

—Que... si usted sentía por mí eso que yo le dije que sentía por usted, y si<br />

estaba, como yo, resuelta a todo.<br />

—Y... qué quería que le contestara, señor? le dijo Andrea, todavía con tragaderita,<br />

pero ya un poco envalentonada.<br />

—Pues… sí, o... sí, como Cristo nos enseña.<br />

—Y si le dijera que nó?<br />

*<br />

157

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!