You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
*<br />
Juan José Botero<br />
—Pues piense muy bien en lo de la niña.<br />
—Asina mesmo es mi mesmito pensamiento, expuso la vieja, que como<br />
estoy tan empelida ya no puedo ver por Andreita.<br />
—sí, señora, muy corriente, volvió Luisa.<br />
—Y mi comadre unque tan dadivosa, no puede umentar la carga llevándosela...<br />
—¡Ojalá!, y las fuerzas me ayudaran, pero... ya vé... no podría tenerla como<br />
quisiera. ..<br />
—¡eh! comadre!… ente gracia!, eso que me tiene que icir sumercé, con lo<br />
bizarra que ha sido con todos en esta casa; por eso, de no quedar con mi comadre,<br />
la muchachita que dentre a servir en güena parte, ayudándome un algo con lo<br />
que gane, y que tan siquiera le tiren unas hilachitas encima…<br />
—La eduquen, comadre, exclamó Luisa, y le enseñen muchos oficios que<br />
nosotros los pobres, (suspirando lo decía), no podemos.<br />
Y como ésta encontrara aquí la coyuntura, le habló de la casa de Don Nicolás<br />
Ruiz en “Guacimal”, como propia para colocar allí a Andrea, idea que recibió<br />
muy bien la Grisales, contestándole a Luisa:<br />
—¡…anté!, comadre!, en cas de esos blancos tan respetibles... ¡Mchi!<br />
que más se quijiera mi muchachita! ... eso si, comadre, yo le hablo con la<br />
verdá, que a yo me ocupa la vergüenza y que ajualá pasara por la molestia<br />
de ir sumercé...<br />
—Ningún trabajo es para mí, y esta misma tarde paso donde misiá ignacia<br />
y con la ayuda de Dios todo quedará arreglado.<br />
—¡…dito siá mi Dios!, pa Dios habele dado a mi comadre tan guenas<br />
entrañas...<br />
—Ojalá pudiera hacer más por ustedes.<br />
—Hujú-juy!, que más comadre de mi vida, cuando busté ha sido la providencia<br />
en esta casa, que es el crédito que yo le quito a mi comadre.<br />
—De suerte, dijo Luisa, levantándose, que en lo dicho quedamos?<br />
—Dende agora mesmo…<br />
—entonces, despensiónese y deje la cosa a mi cuidado...<br />
La Villada se despidió y por esta vez caminaba para “Los Alticos”, hecha<br />
unas alegrías, pues todo su anhelo era ver cómo aseguraba la permanencia de<br />
Andrea en parte inviolable para isidoro, y esto ya lo creía conseguido.<br />
Así, que, cuando iba llegando a la casa, desde lejos le dio el grito comunicándole<br />
lo acordado con su madrina, noticia que la niña recibió complacida por el<br />
*<br />
109