09.05.2013 Views

I already knew that. - Sociedad Asturiana de Filosofía

I already knew that. - Sociedad Asturiana de Filosofía

I already knew that. - Sociedad Asturiana de Filosofía

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

- Rituales –puntualizó el científico–. Rituales<br />

oscuros e irracionales, valiente estupi<strong>de</strong>z. ¿Quién<br />

pue<strong>de</strong> creer en revelaciones <strong>de</strong>l futuro, en comunicaciones<br />

“alma a alma”, en curaciones milagrosas?<br />

- Qué estupi<strong>de</strong>ces dices. Existían curan<strong>de</strong>ros<br />

mucho antes que médicos, telepatía antes que teléfon<br />

o s . . .<br />

- ¡Precisamente! Se trata <strong>de</strong> prácticas sin evol<br />

u c i o n a r, ancladas a un pasado irracional. La química<br />

se separó <strong>de</strong> la alquimia en su momento, como la<br />

astronomía <strong>de</strong> la astrología. Vosotros, pseudo-científicos<br />

<strong>de</strong> tres al cuarto, os quedasteis con la superstición<br />

y os <strong>de</strong>dicasteis a estafar a la gente explotando<br />

su fe, su <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> creer. Rechazasteis la ciencia real,<br />

a la que reprocháis ser incapaz <strong>de</strong> satisfacer las aspiraciones<br />

humanas, vosotros, con una actitud que sólo<br />

dista <strong>de</strong> la brujería en el empleo <strong>de</strong> palabrejas barrocas<br />

y disfraces <strong>de</strong> metódica...<br />

- Qué rápido se olvidan los errores propios...<br />

–<strong>de</strong>jó caer, al tiempo que provocaba, también, una<br />

sugerente caída <strong>de</strong> párpados, su forma habitual <strong>de</strong><br />

convencer– cuantas veces la ciencia tachó <strong>de</strong> herejía<br />

científica prácticas <strong>de</strong> esas que tú llamas brujería, y<br />

tuvo luego que tragarse sus palabras.<br />

- No sé a qué te refieres –contestó, muy digno–.<br />

- ¿No? Me refiero a Darwin, a los meteoritos, a<br />

la acupuntura, a Galileo. Yo qué sé. Miles. Los hubierais<br />

quemado vivos, y mira ahora.<br />

David negó con la cabeza:<br />

- Confun<strong>de</strong>s conceptos. No pue<strong>de</strong>s meter en el<br />

mismo saco todos nuestros fallos históricos. No es lo<br />

mismo que una pseudo-ciencia se convierta, una vez<br />

<strong>de</strong>spojada <strong>de</strong> sus exageraciones y dogmas, en ciencia,<br />

como ocurrió con la alquimia, que el que en un<br />

momento dado aparezca una teoría que por lo alejada<br />

<strong>de</strong> los convencional, no se acepte hasta que la<br />

sociedad esté por fin preparada para ello. Estas <strong>de</strong>sviaciones,<br />

que algunos expertos llaman endoherejías,<br />

coinci<strong>de</strong>n con la i<strong>de</strong>a vigente <strong>de</strong> ciencia en casi<br />

todos los elementos importantes <strong>de</strong>l planteamiento,<br />

el método y el cuerpo <strong>de</strong>l conocimiento. Divergen en<br />

algunos, y ahí el problema, pero SON científicos. Es<br />

sólo una cuestión <strong>de</strong> madurez social el aceptarlos o<br />

no. Y no te olvi<strong>de</strong>s, por otro lado, <strong>de</strong> que a veces ocurre<br />

lo contrario. A veces la Ciencia expulsa <strong>de</strong> su seno<br />

aquellas ramas absurdas que la corrompen. Mira a<br />

Freud y a su psicoanálisis. En su momento, la bomba,<br />

y ahora ningún científico en su juicio los apoyaría.<br />

Es lo que tiene la Ciencia. Es imparcial. Y v a<br />

m a d u r a n d o .<br />

Idhiria calló un momento, abrasando a los tres<br />

hombres con una mirada acusadora, que, para qué<br />

negarlo, no <strong>de</strong>jó impasible a ninguno.<br />

- Tu acusación tiene un problema –continuó<br />

luego–: no se sostiene. Te ocurre algo así como lo que<br />

Hume reprochaba a los filósofos escolásticos –añadió,<br />

<strong>de</strong>safiando a Alonso con este esporádico dato<br />

II Olimpiada: primer premio<br />

intelectual–. Ellos <strong>de</strong>mostraban la existencia <strong>de</strong> Dios<br />

basándose en pruebas que ya daban por sentada esa<br />

existencia. Vosotros fundamentáis la invali<strong>de</strong>z <strong>de</strong><br />

mis creencias en el principio <strong>de</strong> que las válidas son<br />

las vuestras: no me sirve. Necesito arg u m e n t o s .<br />

Esto era el momento que estaba esperando:<br />

- ¿Argumentos? –comenzó–. Me sobran arg umentos.<br />

Hay miles <strong>de</strong> cosas. Para empezar, la pseudo-ciencia<br />

se niega a someter a comprobación empírica<br />

sus creencias, cree y ya está. No aceptáis la crítica,<br />

es más, la tomáis como un ataque. Si surg e n ,<br />

incluso, diferencias <strong>de</strong> opinión <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> vuestra propia<br />

rama, éstas no llevarán al progreso <strong>de</strong> la secta,<br />

que tome el camino correcto <strong>de</strong> entre ambos, sino a<br />

su fragmentación en dos nuevas ramas igual <strong>de</strong> erróneas.<br />

Es la existencia <strong>de</strong> criterios <strong>de</strong> autocorrección,<br />

precisamente, lo que confiere a la ciencia su superioridad<br />

frente a otro tipo <strong>de</strong> prácticas.<br />

Idhiria lo interrumpió:<br />

- Sigues igual. Para hacer esa crítica, ya has<br />

<strong>de</strong>limitado previamente qué es ciencia y qué no. Qué<br />

es superior y qué inferior. Tampoco me vale. A p u e sto<br />

a que no eres capaz <strong>de</strong> encontrar cuáles son los criterios<br />

que te llevaron a esa distinción. No a ti, sino a<br />

esa Ciencia con mayúsculas a la que idolatras. T ú<br />

eres en esto tan dogmático como me reprochas a mí.<br />

Hablas por boca <strong>de</strong> otros.<br />

- Per<strong>de</strong>rías la apuesta –respondió, triunfante–.<br />

Existen cientos <strong>de</strong> criterios a que agarrarse para distinguir<br />

ciencia y pseudo-ciencia. Cientos.<br />

- ¿Cómo cuál?<br />

-Para empezar, la Ciencia rige su concepción<br />

<strong>de</strong>l mundo por una serie <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as claras, y los conocimientos<br />

que trata <strong>de</strong> obtener se refieren a la realidad,<br />

no a entes imaginarios. Se basa en la claridad, la<br />

exactitud, la consistencia <strong>de</strong> las afirmaciones. La<br />

pseudo-ciencia, por el contrario, busca datos que<br />

refuercen un dogma <strong>de</strong>terminado, aunque para ello<br />

<strong>de</strong>ba proponer excepciones a su favor a leyes por otra<br />

parte observables, comprobables. Despreciando la<br />

realidad y la exactitud, trata entida<strong>de</strong>s irreales, fantasmas,<br />

influencias astrales, fuerzas mentales. Para<br />

reforzar sus afirmaciones, encuentra la acumulación<br />

<strong>de</strong> una gran cantidad <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>ncias compensación<br />

suficiente a la poca calidad que éstas puedan tener. A<br />

menudo, sus cánones se basan en principios inamovibles<br />

revelados por algún fundador, algún iluminado,<br />

y ahí se quedan estancados. La ciencia, por el<br />

contrario, evoluciona, Con éstos por ban<strong>de</strong>ra, tratan<br />

<strong>de</strong> legitimarse ante la opinión pública, que tien<strong>de</strong>,<br />

hoy día, a impulsar en general la actividad científica,<br />

pero tolera la pseudo-ciencia, sea por tradición, sea<br />

por el negocio que representa. Se supone <strong>de</strong>dicada a<br />

resolver problemas prácticos, no cognoscitivos, así,<br />

absurdos como hablar con los muertos se convierten<br />

en metas por su hipotética utilidad práctica. Por otro<br />

lado, en una ciencia todos los investigadores consti-<br />

37

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!