I already knew that. - Sociedad Asturiana de Filosofía
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BOLETÍN Nº 2<br />
el psicologismo <strong>de</strong> Stumpf para el que la lógica es un arte, y<br />
el <strong>de</strong> Weierstrass para quien los conceptos matemáticos básicos<br />
tenían un origen psicológico. Husserl está convencido <strong>de</strong><br />
hacer un análisis “psicológico”, porque piensa que la aritmética<br />
no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scansar en una secuencia <strong>de</strong> <strong>de</strong>finiciones formales;<br />
y sobre todo en sus conceptos elementales las <strong>de</strong>finiciones<br />
no valen. Los colectivos matemáticos sólo pue<strong>de</strong>n justificarse<br />
por reflexión sobre los actos <strong>de</strong> síntesis. Fuera <strong>de</strong><br />
ellos la objetividad i<strong>de</strong>al no tiene sentido. Pero la recensión<br />
<strong>de</strong> Frege en 1894 a su <strong>Filosofía</strong> <strong>de</strong> la A r i t m é t i c a y su objeción<br />
a que los conceptos abstractos se originen en una reflexión<br />
sobre el “acto psíquico <strong>de</strong> la representación”, le produce<br />
a Husserl la impresión <strong>de</strong> haberle “metido un clavo en la<br />
cabeza”. Como consecuencia <strong>de</strong> ese choque violento, la<br />
segunda parte <strong>de</strong> la <strong>Filosofía</strong> <strong>de</strong> la Aritmética no aparece, y se<br />
convierte en nuestras I n v e s t i g a c i o n e s.<br />
Husserl se afana por buscar la auténtica correlación<br />
sujeto-objeto que le permita salvar la objetividad <strong>de</strong> la lógica<br />
y la matemática frente a los falsos subjetivismos, para lo que<br />
piensa en una f e n o m e n o l o g í a, que es lo que <strong>de</strong>semboca su<br />
anterior p s i c o l o g í a, entendida como “una ciencia experimental<br />
<strong>de</strong> las propieda<strong>de</strong>s y estados psíquicos que le permita vencer<br />
al psicologismo en su propio terreno”.<br />
Su estado <strong>de</strong> ánimo en esos años nos lo <strong>de</strong>scubre en una<br />
carta a Brentano escrita unos años <strong>de</strong>spués en 1905: él no se<br />
sentía un a u f s t reben<strong>de</strong>r Privatdozent, algo así como un “aspirante<br />
trepador”, pues para ello <strong>de</strong>bería: primero: haber publicado<br />
mucho, 2º: seguir las modas, y 3º: no enfrentarse con los<br />
profesores más influyentes y famosos. Y él estaba haciendo<br />
justamente lo contrario.<br />
En el <strong>de</strong>bate interno entre una lógica arte y una lógica<br />
pura <strong>de</strong>scubre la necesidad <strong>de</strong> pasar <strong>de</strong> una fundamentación<br />
psicológica a una gnoseología general. Esa es la<br />
conexión entre el antipsicologismo <strong>de</strong> la primera parte <strong>de</strong><br />
1900 y las investigaciones. Pero en esas investigaciones <strong>de</strong><br />
1901 Husserl es un aprendiz <strong>de</strong> brujo que pone en marcha<br />
mecanismos que no controla. La crisis <strong>de</strong> 1905 es el testimonio<br />
<strong>de</strong> la conexión entre la primera edición <strong>de</strong> 1901 y la<br />
segunda <strong>de</strong> 1913, la conexión entre la e f e c t i v i d a d <strong>de</strong> la<br />
fenomenología y su i n t e n c i ó n, la conciencia <strong>de</strong> sus mecanismos.<br />
Ahora bien, yo creo que esa crisis se enquistó en<br />
Husserl para siempre; y la prueba es el d é c a l a g ea que antes<br />
aludí entre sus libros p ro g r a m á t i c o s (lo intencional) y sus<br />
investigaciones estenografiadas (lo efectivo). Mi tesis es<br />
que la recepción <strong>de</strong> la fenomenología en estos cien años,<br />
lo que po<strong>de</strong>mos llamar fenomenología estándar, se ha llevado<br />
a cabo a partir <strong>de</strong> los textos programáticos (el polo<br />
intencional), y que sólo muy recientemente, con la publicación<br />
<strong>de</strong> las “investigaciones” en la Husserliana a partir<br />
<strong>de</strong> su tomo XI en 1966, se está abriendo paso una segunda<br />
re c e p c i ó n <strong>de</strong> Husserl y una fenomenología no estándar,<br />
que está en las antípodas <strong>de</strong> la o rt o d o x i a h u s s e r l i a n a ,<br />
entendiendo por ortodoxia la ignorancia <strong>de</strong> ese d e s n i v e l<br />
fundamental en el propio Husserl entre lo intencional y lo<br />
efectivo. Po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir, por ejemplo, que sólo d es<strong>de</strong><br />
1980, con la edición por Marbach <strong>de</strong> las investigaciones<br />
sobre la f a n t a s í a, el recuerdo y la imagen (es <strong>de</strong>cir la fenomenología<br />
<strong>de</strong> las “presentificaciones intuitivas”, tomo<br />
XXIII) disponemos <strong>de</strong> textos capitales que contradicen los<br />
dogmas básicos <strong>de</strong> la ortodoxia al uso. (2).<br />
Pero, antes <strong>de</strong> pasar a estas cuestiones, intentemos<br />
redon<strong>de</strong>ar la situación <strong>de</strong> ahora hace un siglo. Husserl es consciente<br />
<strong>de</strong> la importancia <strong>de</strong> lo que ha puesto en juego, tanto<br />
como <strong>de</strong> la insuficiencia <strong>de</strong> su reflexión sobre esos mecanismos<br />
en el lapso entre las dos ediciones <strong>de</strong> las L.U. En su último<br />
libro, mirando hacia atrás (3) (Krisis..., p.169, nota 1)<br />
habla <strong>de</strong> la iluminación que le produjo el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong>l<br />
a priori universal <strong>de</strong> correlación <strong>de</strong> los objetos <strong>de</strong> experiencia<br />
y sus modos <strong>de</strong> darse. El problema <strong>de</strong> Frege, el contraste entre<br />
una lógica pura teórica y otra normativa práctica, se transforma<br />
en la dialéctica formal-trascen<strong>de</strong>ntal. Al tiempo esa clarificación<br />
gnoseológica (fenomenológica) aplaza para el final<br />
(lo eidético) lo que fue el origen <strong>de</strong>l problema (lo lógico). Y,<br />
en primer término se perfilan otros problemas originarios: el<br />
análisis <strong>de</strong> la apercepción perceptiva como elemento básico<br />
<strong>de</strong> la ilusión <strong>de</strong>l n a t u r a l i s m o: la percepción como pieza clave<br />
<strong>de</strong> la instalación natural, <strong>de</strong> la creencia ingenua en un mundo<br />
<strong>de</strong> realida<strong>de</strong>s mostrencas (4).<br />
Si nos asomamos a la correspon<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Husserl comprobamos<br />
la efervescencia <strong>de</strong> los problemas. Por ejemplo:<br />
-Carta a Natorp en 1897: “lucha <strong>de</strong>sesperada por buscar<br />
fundamentos seguros a una We l t a n s c h a u u n gr a c i o n a l . . . ”<br />
-Carta a von Arnim en 1896: “busca apoyos seguro s<br />
para una ciencia auténtica. Ahí se va a jugar el éxito o fracaso,<br />
la felicidad o <strong>de</strong>sgracia <strong>de</strong> mi vida...”<br />
-Carta a Meinong en 1900: “mi batalla contra el psicologismo<br />
no fue una cuestión <strong>de</strong> p r i n c i p i o s huera, sino una<br />
seria elaboración (D u rcharbeitung) <strong>de</strong> la fenomenología <strong>de</strong><br />
las vivencias <strong>de</strong>l conocimiento...”<br />
Y, muchos años <strong>de</strong>spués, retrospectivamente:<br />
-Carta a Misch en 1930: “la lógica formal perdió para<br />
mí su interés inicial en favor <strong>de</strong> una fundamentación sistemática<br />
<strong>de</strong> una doctrina <strong>de</strong> la subjetividad trascen<strong>de</strong>ntal en cuanto<br />
intersubjetividad...”<br />
-Carta a Cairns en 1930: “tras catorce años difíciles <strong>de</strong><br />
profesor interino en Halle encontré con las L.U. un comienzo<br />
que me dio apoyo y esperanza. Con ellas me curé...” (5).<br />
Por todo lo dicho hasta aquí creo que se pue<strong>de</strong> afirmar<br />
que este libro, las L.U., atípico y <strong>de</strong>snivelado como es, es sin<br />
e m b a rgo el libro <strong>de</strong> Husserl. Apartir <strong>de</strong> este momento la producción<br />
escrita, inmensa, <strong>de</strong> Husserl se escin<strong>de</strong> en dos subconjuntos<br />
cuidadosamente separados: el <strong>de</strong> los textos programáticos,<br />
en busca <strong>de</strong> una e x p o s i c i ó n suficiente, siempre<br />
imposible, <strong>de</strong> la fenomenología, escritos en fases eruptivas,<br />
(las I<strong>de</strong>as en 1913, La Lógica en 1929, las Meditaciones en<br />
1939 y la Crisis <strong>de</strong> 1936) , (junto con los cursos más monográficos),<br />
los escritos e x o t é r i c o s ,intencionalmente programáticos;<br />
y el otro subconjunto, e s o t é r i c o, el <strong>de</strong> la extraña vida<br />
ad intra <strong>de</strong> una investigación obstinada que vuelve incesantemente<br />
sobre las mismas cuestiones, que van abriéndose en<br />
espiral. Constituyen en la filosofía un género literario nuevo<br />
que nos permite asistir a lo que en otros filósofos quedó en<br />
mera autología o en monólogo interior. Los ingentes problemas<br />
editoriales que han creado estos escritos, los meandros y<br />
repeticiones <strong>de</strong> un pensamiento que, sin embargo, no pier<strong>de</strong><br />
un norte, <strong>de</strong> una honra<strong>de</strong>z a prueba <strong>de</strong> prejuicios, hace difícil<br />
su seguimiento. Y, sin embargo, ahí está e f e c t i v a m e n t e l a<br />
fenomenología, las famosas cosas mismas, o el K l e i n g e l d, la<br />
cal<strong>de</strong>rilla, al que apelaba Husserl en sus seminarios. Esta<br />
diversidad y <strong>de</strong>sfase <strong>de</strong> textos ha condicionado la recepción