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La figura histórica de Jesús

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LA FIGURA HISTÓRICA DE JESÚS<br />

que traicionó a <strong>Jesús</strong>, a menudo se le <strong>de</strong>sprecia como un zelote frustrado<br />

que <strong>de</strong>seaba que <strong>Jesús</strong> encabezara una revolución, que se veía a sí mismo<br />

convertido en magnate <strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> y que se enfadó terriblemente<br />

cuando se dio cuenta <strong>de</strong> que <strong>Jesús</strong> quería otra clase <strong>de</strong> Reino. 9 Esto da<br />

color y drama al relato. En los evangelios no hay nada en absoluto sobre<br />

las ambiciones <strong>de</strong> Judas. Quizás se dio cuenta <strong>de</strong> que <strong>Jesús</strong> era un hombre<br />

marcado y <strong>de</strong>cidió <strong>de</strong>sligarse <strong>de</strong> él mientras aún podía, sacando también<br />

<strong>de</strong> paso algún provecho. Una conjetura es tan buena como la otra. Asimismo,<br />

María Magdalena ha atraído enormemente a personas que han<br />

imaginado sobre ella toda clase <strong>de</strong> cosas románticas: había sido prostituta,<br />

era hermosa, estaba enamorada <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong>, huyó a Francia llevando consigo<br />

a su hijo. Por lo que sabemos, basándonos en nuestras fuentes, tenía<br />

ochenta y seis años, no tenía hijos y ansiaba hacer <strong>de</strong> madre con jóvenes<br />

<strong>de</strong>saliñados.<br />

En fecha muy temprana, los cristianos empezaron a mejorar los escasos<br />

relatos evangélicos inventándose historias. Los evangelios apócrifos<br />

están llenos <strong>de</strong> inci<strong>de</strong>ntes románticos y <strong>de</strong> toda clase <strong>de</strong> pinceladas <strong>de</strong>liciosas,<br />

como la <strong>de</strong>l buey v el asno que estaban en el establo don<strong>de</strong> nació<br />

<strong>Jesús</strong> y que lo adoraron. Esta en concreto proviene <strong>de</strong> un evangelio escrito<br />

en el siglo VIII o IX, actualmente llamado evangelio <strong>de</strong>l Pseudo Mateo. Su<br />

autor había estudiado el evangelio <strong>de</strong> Mateo y escribió con el mismo estilo.<br />

Ofrecía la prueba <strong>de</strong> su relato citando la Escritura judía, aunque en realidad<br />

sacaba su información <strong>de</strong> la cita, lo mismo que Mateo: "El buey y el<br />

asno lo adoraron. Entonces se cumplió lo que había sido anunciado por el<br />

profeta Isaías: 'El buey conoció a su amo, y el asno el pesebre <strong>de</strong> su señor'<br />

(Is 1,3)". Esta imagen, llena <strong>de</strong> color, se ha utilizado en el arte y la música,<br />

y probablemente es tan conocida como las historias sobre <strong>Jesús</strong> que están<br />

realmente en el Nuevo Testamento. <strong>La</strong> única base para poner un buey y<br />

un asno en la escena <strong>de</strong> la natividad es este evangelio, cuyo autor <strong>de</strong>scubrió<br />

una frase <strong>de</strong> Isaías que aún no había sido utilizada para proporcionar<br />

información sobre <strong>Jesús</strong>.<br />

Se ha prodigado tanta imaginación romántica a los evangelios durante<br />

tantos siglos que el lector mo<strong>de</strong>rno no ve enseguida lo escuetos que son.<br />

Automáticamente añadimos <strong>de</strong>talles novelísticos, muchos <strong>de</strong> los cuales<br />

han llegado hasta personas que nunca han entrado en una iglesia ni han<br />

leído la Biblia. Aparte <strong>de</strong> los relatos <strong>de</strong>l nacimiento en Mateo y Lucas,<br />

don<strong>de</strong> ya había penetrado un interés novelístico, no hay mucho <strong>de</strong> dicho<br />

interés en el resto <strong>de</strong> los evangelios. <strong>La</strong>s escenas individuales son breves y<br />

van al grano. Esto significa que presumiblemente fueron mol<strong>de</strong>adas preci-<br />

9 Así Billy Graham en televisión, el 5 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1991; ésta es una explica­<br />

ción corriente <strong>de</strong> Judas.<br />

LOS PROBLEMAS DE LAS FUENTES PRIMARIAS<br />

sámente para establecer la i<strong>de</strong>a que transmiten, y que para ello se podó<br />

todo otro contenido. <strong>La</strong> consecuencia es que no po<strong>de</strong>mos escribir una biografía<br />

<strong>de</strong> <strong>Jesús</strong>. No tenemos cartas en las cuales reflexione sobre los acontecimientos<br />

y ofrezca su versión personal a un amigo o familiar íntimo; no<br />

tenemos diarios escritos por quienes le conocieron, ni siquiera por quienes<br />

oyeron hablar <strong>de</strong> él; no tenemos periódicos que nos cuenten justamente lo<br />

que pasaba en Cafarnaúm en el 29 EC. Tenemos un esquema general <strong>de</strong><br />

su vida, y unas historias, dichos y parábolas breves; a partir <strong>de</strong> todo ello<br />

po<strong>de</strong>mos llegar a saber muchas cosas, pero no po<strong>de</strong>mos escribir "la vida <strong>de</strong><br />

<strong>Jesús</strong>" en el sentido mo<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> la expresión, <strong>de</strong>scribiendo su educación,<br />

rastreando su <strong>de</strong>sarrollo, analizando la influencia <strong>de</strong> sus padres, mostrando<br />

su reacción ante acontecimientos concretos, etc.<br />

Por tanto, un libro sobre <strong>Jesús</strong> no pue<strong>de</strong> parecerse mucho a un libro<br />

sobre Jefferson o Churchill (volviendo a los ejemplos que hemos puesto<br />

anteriormente). Nuestra información también es <strong>de</strong>ficiente en comparación<br />

con la que existe sobre la mayoría <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s hombres <strong>de</strong>l<br />

mundo grecorromano. Hombres como Bruto, César, Pompeyo, Antonio,<br />

etc., procedían <strong>de</strong> familias muy conocidas, vivieron gran parte <strong>de</strong> sus vidas<br />

en el centro <strong>de</strong> la atención pública y trataron con hombres <strong>de</strong> letras que,<br />

en ocasiones, escribieron sobre ellos o sobre los acontecimientos en los que<br />

participaron. Plutarco, el biógrafo <strong>de</strong> los ricos y famosos <strong>de</strong> la época, en<br />

algunos casos fue capaz <strong>de</strong> escribir algo muy parecido a una biografía en<br />

el significado mo<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> la palabra. Pero no supo hacerlo siempre.<br />

Cuando su información era <strong>de</strong>masiado limitada para permitir un estudio<br />

cronológico que incluyera éxitos, reveses y cosas por el estilo, en vez <strong>de</strong> eso<br />

escribía pasajes muy cortos introducidos por palabras informativas tales<br />

como "<strong>de</strong> nuevo" o "y". El lector <strong>de</strong>l estudio sobre Foción escrito por Plutarco<br />

que no sepa lo que ocurría en la Atenas <strong>de</strong>l siglo IV AEC quedará<br />

perplejo. Lee observaciones ingeniosas sobre puntos concretos, pero difícilmente<br />

sabrá la importancia que tienen. Ésa es la situación en la que nos<br />

ponen los evangelios sinópticos —salvo a aquellos que han tenido mucho<br />

tiempo para colmar las lagunas, y abundante energía e inventiva, aparentemente<br />

ilimitada, para emplearla en tal empresa.<br />

Soy académico, estudioso profesional e historiador por inclinación y<br />

por formación. Voy a hacer lo que pueda por colmar las lagunas y dar sentido<br />

coherente a los trozos y fragmentos que poseemos. Este esfuerzo es en<br />

cierto modo parecido (tal vez lo haya advertido ya el lector) a la cirugía<br />

reconstructiva: la rotura viene antes <strong>de</strong> la reconstrucción. A diferencia <strong>de</strong>l<br />

cirujano, sin embargo, no voy a comenzar con una imagen <strong>de</strong> cómo era al<br />

principio nuestro sujeto. Tampoco tengo una opinión <strong>de</strong>terminada sobre<br />

el aspecto que <strong>de</strong>be tener cuando la operación termine. Comienzo con los<br />

resultados <strong>de</strong> la cirugía plástica que aspiraba a la glorificación y que a<br />

menudo no conservaba el lugar ni el significado original <strong>de</strong> los trozos con-<br />

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