La figura histórica de Jesús
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LA FIGURA HISTÓRICA DE JESÚS<br />
Sobre el tema que ahora nos ocupa, sin embargo, no veo el modo <strong>de</strong> mejorar<br />
las pruebas ni <strong>de</strong> ir más allá <strong>de</strong> ellas. Tengo mis opiniones sobre algunos<br />
<strong>de</strong> sus elementos, como el movimiento <strong>de</strong> los discípulos: huyeron a<br />
Galilea y luego volvieron a Jerusalén. <strong>La</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Lucas, <strong>de</strong> que nunca <strong>de</strong>jaron<br />
los alre<strong>de</strong>dores <strong>de</strong> Jerusalén, se explica por el carácter "jerosolimicéntrico"<br />
<strong>de</strong> su obra en dos volúmenes, Lucas-Hechos. Pero no pretendo saber<br />
qué vieron o quién exactamente lo vio. El lector que piense que todo está<br />
perfectamente claro -el <strong>Jesús</strong> físico e histórico se levantó y empezó a caminar<br />
por ahí— <strong>de</strong>bería estudiar con más cuidado a Lucas y Pablo. Los discípulos<br />
no pudieron reconocerle; no era "carne y sangre", sino un "cuerpo<br />
espiritual". No era un fantasma, ni un cadáver resucitado, ni un hombre<br />
malherido que anduvo con dificultad por ahí durante unas pocas horas<br />
más: así lo dijeron Lucas y Pablo, y Juan (20,l4s) coinci<strong>de</strong> con ellos.<br />
<strong>La</strong>s listas <strong>de</strong> quienes vieron al Señor resucitado son en algunos aspectos<br />
más intrigantes aún.<br />
Mateo<br />
Jerusalén<br />
Dos Marías<br />
Galilea<br />
Los once<br />
Lucas<br />
Jerusalén y<br />
alre<strong>de</strong>dores<br />
Dos discípulos<br />
Los once<br />
y otros<br />
(mismo día)<br />
Juan 20<br />
Jerusalén<br />
María<br />
Magdalena<br />
Los discípulos<br />
(una semana<br />
mis tar<strong>de</strong>)<br />
Juan 21<br />
Galilea<br />
Siete discípulos<br />
Hechos<br />
Jerusalén<br />
Los discípulos<br />
durante<br />
40 días<br />
1 Cor 15<br />
Sin información<br />
geográfica<br />
Cefás<br />
(= Pedro)<br />
Los doce<br />
500<br />
Santiago<br />
Todos los<br />
apóstoles<br />
Pablo<br />
Algunas <strong>de</strong> estas divergencias no son difíciles <strong>de</strong> explicar. El autor <strong>de</strong><br />
Lucas y Hechos era un escritor con talento artístico y pensaba que repetirse<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong>cía <strong>de</strong> un estilo elegante. 7 Por esta razón, el Señor resucitado<br />
estuvo con los discípulos durante sólo unas pocas hojas en Lucas y durante<br />
cuarenta días en Hechos. El segundo relato proporciona variedad y, a<strong>de</strong>-<br />
7 Que el autor <strong>de</strong> Lucas y Hechos evitaba la repetición exacta está claro en<br />
sus tres relatos <strong>de</strong> la conversión <strong>de</strong> Pablo. Por ejemplo, en una <strong>de</strong> las historias<br />
(Hch 22,17-21), <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> aparecerse el Señor por primera vez a Pablo, éste fue a<br />
EPÍLOGO: LA RESURRECCIÓN<br />
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más, preten<strong>de</strong> asegurar al lector que los discípulos sabían exactamente lo<br />
que <strong>Jesús</strong> quería: él lo habló todo con ellos amplia y <strong>de</strong>tenidamente. Jn 21<br />
es un apéndice, probablemente escrito por un autor posterior que quería<br />
tratar el dificultoso problema creado por el hecho <strong>de</strong> que, cuando él escribía,<br />
todos los discípulos habían muerto (véase supra pp. 20 ls). Una explicación<br />
más general <strong>de</strong> todos los evangelios es que sus autores tenían que<br />
dar relatos narrativos. Pablo hizo una lista, pero ellos necesitaban historias.<br />
A la hora <strong>de</strong> contar dichas historias, cada autor lo hizo a su manera.<br />
Pero, pese a éstas y otras explicaciones razonables <strong>de</strong> las variaciones, se<br />
nos queda entre las manos un problema insoluble. Los seguidores <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong><br />
estaban seguros <strong>de</strong> que éste fue resucitado <strong>de</strong> entre los muertos, pero discrepaban<br />
sobre quiénes lo habían visto.<br />
No consi<strong>de</strong>ro que el frau<strong>de</strong> <strong>de</strong>liberado sea una explicación digna <strong>de</strong><br />
atención. Muchas personas mencionadas en esas listas iban a pasarse el<br />
resto <strong>de</strong> su vida proclamando que habían visto al Señor resucitado, y varias<br />
<strong>de</strong> ellas morirían por su causa. A<strong>de</strong>más, un engaño premeditado habría<br />
producido una unanimidad mayor. En vez <strong>de</strong> eso, parece que hubo competidores:<br />
"Yo lo vi primero", "¡No!, fui yo". <strong>La</strong> tradición <strong>de</strong> Pablo <strong>de</strong> que<br />
quinientas personas vieron simultáneamente a <strong>Jesús</strong> ha llevado a algunos a<br />
sugerir que los seguidores <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> sufrieron <strong>de</strong> histeria colectiva. Pero la<br />
histeria colectiva no explica las otras tradiciones.<br />
Para muchos, los datos <strong>de</strong> Pablo resultan muy sugestivos. No distingue<br />
éste, en cuanto a la especie, entre la aparición <strong>de</strong>l Señor que él experimentó<br />
y las <strong>de</strong>más. Si tuvo una visión, pue<strong>de</strong> que ellos también tuvieran<br />
visiones. Pero entonces, ¿por qué insiste Pablo en que vio un "cuerpo espiritual"?<br />
Podría haber dicho un "espíritu".<br />
Que algunos seguidotes <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> -y más tar<strong>de</strong> Pablo- tuvieron experiencia<br />
<strong>de</strong> la resurrección es, a mi juicio, un hecho. Cuál fue la realidad que<br />
originó tales experiencias, no lo sé.<br />
Muchas cosas relativas al <strong>Jesús</strong> histórico seguirán siendo un misterio.<br />
Nada más misterioso que las historias <strong>de</strong> su resurrección, que intentan <strong>de</strong>s-<br />
Damasco y luego a Jerusalén, don<strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> se le apareció <strong>de</strong> nuevo. Fue en esta<br />
segunda aparición cuando el Señor encomendó a Pablo la misión <strong>de</strong> ser apóstol <strong>de</strong><br />
los gentiles. En Hch 9, sin embargo, la afirmación <strong>de</strong> que el Señor <strong>de</strong>signó a Pablo<br />
para ir a los gentiles llega en Damasco (Hch 9,15). El autor <strong>de</strong> Lucas y Hechos no<br />
era estúpido; sin duda, sabía que sus historias variaban. Podía haber contado la<br />
misma historia <strong>de</strong>l mismo modo, pero eso habría empeorado la narración. Como a<br />
muchos otros autores, tanto antiguos como mo<strong>de</strong>rnos, le <strong>de</strong>sagradaba la repetición;<br />
como otros autores antiguos, modificaba los acontecimientos para evitarla.