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La figura histórica de Jesús

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298<br />

LA FIGURA HISTÓRICA DE JESÚS<br />

reiteradas ejecuciones sin juicio, la crueldad continua y sumamente severa"<br />

que caracterizaban el mandato <strong>de</strong> Pilato {Embajada a Gayo 302). A<strong>de</strong>más,<br />

Pilato acabó siendo <strong>de</strong>stituido <strong>de</strong> su cargo a causa <strong>de</strong> ejecuciones masivas<br />

e impru<strong>de</strong>ntes (Antig. 18,88s). Estas pruebas concuerdan exactamente con<br />

la secuencia <strong>de</strong> acontecimientos que narran los evangelios: <strong>Jesús</strong> compareció<br />

ante Pilato y fue ejecutado casi inmediatamente, sin más testimonios<br />

y sin procedimiento judicial. <strong>La</strong>s historias <strong>de</strong> la renuencia y la <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong><br />

voluntad se explican mejor como propaganda cristiana; son una especie <strong>de</strong><br />

excusa <strong>de</strong> la actuación <strong>de</strong> Pilato que reduce el conflicto entre el movimiento<br />

cristiano y la autoridad romana.<br />

<strong>La</strong> ejecución<br />

A primera hora <strong>de</strong> la mañana <strong>de</strong>l viernes 15 <strong>de</strong> nisán, <strong>Jesús</strong> y otros dos<br />

reos fueron llevados fuera <strong>de</strong> las murallas <strong>de</strong> la ciudad; allí los clavaron a<br />

una cruz y los <strong>de</strong>jaron morir. Sólo unos pocos seguidores valientes observaban.<br />

<strong>Jesús</strong> murió antes <strong>de</strong>l anochecer <strong>de</strong>l viernes, justo antes, por tanto,<br />

<strong>de</strong> que empezara el sábado. Un admirador lejano, José <strong>de</strong> Arimatea, donó<br />

un sepulcro, y <strong>Jesús</strong> fue enterrado en él. Algunas <strong>de</strong> sus seguidoras observaban.<br />

Sus discípulos, temerosos <strong>de</strong> que ellos pudieran ser los siguientes,<br />

permanecían escondidos.<br />

Los relatos <strong>de</strong> la crucifixión <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> están llenos <strong>de</strong> citas <strong>de</strong>l Salmo 22<br />

y <strong>de</strong> alusiones a él: "Se repartieron sus vestidos, echándolos a suertes"<br />

(Me 14,24) es una cita <strong>de</strong> Sal 22,18; "meneando la cabeza" (Me 15,29) es<br />

<strong>de</strong> Sal 22,7; el grito <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong>: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"<br />

(Me 15,34) es <strong>de</strong> Sal 22,1. Como es habitual en estas circunstancias,<br />

no sabemos qué elementos se dieron realmente. Yo conjeturo que<br />

el grito <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> fue su recuerdo personal <strong>de</strong>l salmo, no simplemente un<br />

motivo insertado por los cristianos primitivos. Es posible que, cuando<br />

<strong>Jesús</strong> bebió su última copa <strong>de</strong> vino y predijo que la bebería <strong>de</strong> nuevo en el<br />

Reino, pensara que el Reino llegaría inmediatamente. Después <strong>de</strong> haber<br />

estado en la cruz durante algunas horas, se <strong>de</strong>sesperó y gritó que había sido<br />

abandonado. Esta conjetura es sólo una explicación posible. No sabemos<br />

lo que pensó mientras pendía agonizante <strong>de</strong> la cruz. Después <strong>de</strong> un<br />

período relativamente corto <strong>de</strong> sufrimiento, murió, y algunos <strong>de</strong> sus seguidores<br />

y simpatizantes se apresuraron a enterrarlo.<br />

17<br />

Epílogo: la resurrección<br />

<strong>Jesús</strong> pensaba que el Reino <strong>de</strong> Dios estaba próximo, y sus discípulos<br />

habían aceptado su mensaje. Como acabo <strong>de</strong> indicar, tal vez muriera <strong>de</strong>silusionado.<br />

Sus discípulos, pensando razonablemente que serían los<br />

siguientes, se escondieron. Algunas <strong>de</strong> sus seguidoras -que corrían menos<br />

peligro que los hombres y, posiblemente, eran más valientes- vieron morir<br />

a <strong>Jesús</strong>, y a José <strong>de</strong> Arimatea enterrar su cuerpo. Supongo que, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong><br />

estar temerosos <strong>de</strong> que Caifas y Pilato pasaran a continuación a ocuparse<br />

<strong>de</strong> ellos, todos sus seguidores estaban <strong>de</strong>silusionados. ¡El Reino veni<strong>de</strong>ro les<br />

había parecido tan maravilloso! Los últimos serán los primeros, los mansos<br />

heredarán la tierra... Estas expectativas no se habían cumplido, al menos<br />

no <strong>de</strong> una manera evi<strong>de</strong>nte. Lo que <strong>de</strong> hecho ocurrió fue una sorpresa.<br />

Según Mateo y Marcos, cuando las mujeres volvieron a la tumba, un<br />

día y medio <strong>de</strong>spués, para ocuparse <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> (murió el viernes<br />

y fue enterrado; volvieron el domingo por la mañana), se encontraron con<br />

que la tumba estaba vacía. Según Mateo (se alu<strong>de</strong> a ello también en Marcos),<br />

<strong>Jesús</strong> se apareció a las mujeres y luego, más tar<strong>de</strong>, a los discípulos en<br />

Galilea. 1 El resultado <strong>de</strong> esto fue que los discípulos se reunieron en Jerusalén<br />

para esperar su retorno, que esperaban pronto. Es <strong>de</strong>cir, no renunciaron<br />

a la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> <strong>de</strong> que el Reino vendría; ahora esperaban que volviera<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo para establecerlo.<br />

Estrictamente hablando, la resurrección no forma parte <strong>de</strong> la historia<br />

<strong>de</strong>l <strong>Jesús</strong> histórico; pertenece más bien a las consecuencias <strong>de</strong> su vida.<br />

'Los mejores manuscritos <strong>de</strong> Marcos terminan en 16,8, justo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que<br />

las mujeres encuentren la tumba vacía, y no hay relato <strong>de</strong> la resurrección. En un<br />

punto anterior <strong>de</strong> Marcos, sin embargo, <strong>Jesús</strong> predice que se encontrará con sus<br />

seguidores en Galilea (14,28), y el joven <strong>de</strong> la tumba repite tal predicción (15,7).<br />

Esto implica una historia <strong>de</strong> la resurrección como la <strong>de</strong> Mateo.

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