La figura histórica de Jesús

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09.05.2013 Views

254 LA FIGURA HISTÓRICA DE JESÚS Como me barruntaba, esa sugerencia no ha tenido una acogida favorable. Voy a tratar de nuevo de explicar la idea. La historia de Leví y los demás recaudadores de impuestos (Me 2,14-17) no dice que se arrepintieran, devolvieran el dinero, añadieran el 20 por ciento y llevaran una ofrenda al Templo. Además, las palabras "convertirse" y "conversión" son muy raras en Mateo y Marcos. Si el objetivo de Jesús era llevar a la conversión a personas nada honradas, cabría esperar que la palabra "convertirse" ocupara un lugar destacado en su enseñanza. Voy a examinar brevemente la aparición de estas palabras (tanto el verbo como el sustantivo) en los evangelios sinópticos. Marcos ofrece un resumen de la predicación de Jesús, según el cual ésta incluía una llamada a la conversión (Me 1,15), pero no da ningún ejemplo concreto. Fuera de eso, Marcos atribuye un mensaje de conversión solamente a Juan el Bautista y a los doce discípulos (1,4; 6,12). Mateo tiene el mismo resumen del mensaje de Jesús (Mt 4,17) y una extensa descripción del de Juan que acentúa la conversión (3,2.8.11). En Mt ll,20s, Jesús critica a Corazín, Betsaida y Cafarnaúm por no haberse convertido. Mt 12,41 alaba a Nínive por haberse convertido con la predicación de Jonás. Mt 21,32 -como ya hemos visto- critica a los sumos sacerdotes y ancianos por no haberse convertido con la predicación de Juan. Lucas tiene paralelos de los versículos sobre Juan el Bautista (Le 3,3.8), las ciudades galileas (10,13) y Nínive (11,32). Mientras que en Mateo y Marcos, cuando Jesús defiende el cenar con recaudadores de impuestos, dice que ha venido a llamar a los pecadores, en Lucas dice que ha venido a llamar a los pecadores a la conversión (Le 5,32). Según Lucas, Jesús concluyó la parábola de la oveja perdida diciendo: "En el cielo habrá más alegría por un malvado que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse", conclusión que falta en la versión de Mateo (Le 15,7; Mt 18,14). La parábola lucana de la moneda perdida tiene un final semejante (Le 15,10). Hay más dichos en Lucas que recomiendan la conversión (16,10 y 17,3s), y la historia de Zaqueo, que acabamos de analizar, versa sobre la conversión. Como demuestra este examen, la conversión tiene en Lucas una importancia que no tiene en Mateo y Marcos. Observamos además que la conversión tiene una importancia en Hechos, obra escrita por el autor de Lucas, que no tiene en el resto del Nuevo Testamento, salvo en el Apocalipsis. Las principales palabras griegas que se traducen por "convertirse" y "conversión" aparecen 62 veces en el Nuevo Testamento, de las cuales 14 están en Lucas, 11 en Hechos y 12 en el Apocalipsis. En el caso de los demás evangelios, las cifras son: 10 en Mateo, 3 en Marcos y 0 en Juan. Si preguntamos por el uso de "convertirse/conversión" en la enseñanza atribuida a Jesús, dejando a un lado las referencias al Bautista y a otros, los cantidades bajan: 6 en Mateo, 1 en Marcos (el resumen propio de Marcos) y 11 en Lucas. Si, en vez de las apariciones de las CONTIENDA Y OPOSICIÓN EN GALILEA 255 palabras, contamos el número de pasajes que las contienen, los totales son éstos: Mateo: 1 Juan el Bautista; 4 Jesús; 1 Judas. Marcos: 1 Juan el Bautista; 1 Jesús; 1 los discípulos. Lucas: 1 Juan el Bautista; 8 Jesús. Uno de los cuatro pasajes matéanos en los que la palabra "convertirse" se pone en boca de Jesús se ocupa en realidad de Juan el Bautista: los sumos sacerdotes y ancianos no se convirtieron con la predicación de Juan (Mt 21,22). Esto reduce todavía más los pasajes donde se indica que Jesús llamó a la conversión. Por comparación, podemos considerar el nombre utilizado en la proclamación principal de Jesús: "el Reino". Aparece 55 veces en Mateo, 20 en Marcos, 46 en Lucas, 5 en Juan y 162 en todo el Nuevo Testamento. "Reino" es, estadísticamente, una palabra importante en los tres sinópticos, mientras que "arrepentirse/arrepentimiento" resulta significativa en Lucas, Hechos y Apocalipsis. La explicación más razonable es que al autor de Lucas/Hechos le gustaba hacer hincapié especialmente en la conversión y que éste no era uno de los temas principales del mensaje propio de Jesús. Soy consciente de que esto causará extrañeza al lector, ya que todo el mundo, tenga o no convicciones religiosas, considera la conversión como un elemento importante y fundamental de la religión. Y lo es. La conversión fue uno de los temas principales del judaismo y, posteriormente, del cristianismo primitivo. Ha seguido siendo una característica dominante de ambas religiones. Resulta, por tanto, sorprendente que el arrepentimiento desempeñe un papel tan pequeño en la enseñanza de Jesús según Mateo y Marcos. Su pequeño papel en estos dos evangelios resulta aún más singular cuando observamos que ambos utilizan la palabra en sus resúmenes de la enseñanza de Jesús (Me 1,15; Mt 4,15). Ellos no tenían interés en quitarle importancia; sin embargo, es un tema menor. ¿Qué explicación cabe dar de esto? No es que a Jesús le desagradara la conversión y pensara que la gente no debía sentir nunca remordimiento ni orar pidiendo perdón. Era partidario de todo esto. Pensaba que las prostitutas que se convirtieron con la predicación de Juan Bautista, lo mismo que los ninivitas que se convirtieron con la predicación de Jonás, hicieron lo correcto (Mt 21,31s; 12,41), y que los pueblos de Galilea debieron arrepentirse (Mt ll,20s). La parábola del siervo sin entrañas (Mt 18,23-35) considera los llamamientos a la indulgencia y el perdón de tal manera que no deja ninguna duda de que quien habla valora ambas cosas. No es ése el problema. Hay dos cuestio-

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LA FIGURA HISTÓRICA DE JESÚS<br />

Como me barruntaba, esa sugerencia no ha tenido una acogida favorable.<br />

Voy a tratar <strong>de</strong> nuevo <strong>de</strong> explicar la i<strong>de</strong>a. <strong>La</strong> historia <strong>de</strong> Leví y los<br />

<strong>de</strong>más recaudadores <strong>de</strong> impuestos (Me 2,14-17) no dice que se arrepintieran,<br />

<strong>de</strong>volvieran el dinero, añadieran el 20 por ciento y llevaran una<br />

ofrenda al Templo. A<strong>de</strong>más, las palabras "convertirse" y "conversión" son<br />

muy raras en Mateo y Marcos. Si el objetivo <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> era llevar a la conversión<br />

a personas nada honradas, cabría esperar que la palabra "convertirse"<br />

ocupara un lugar <strong>de</strong>stacado en su enseñanza. Voy a examinar brevemente<br />

la aparición <strong>de</strong> estas palabras (tanto el verbo como el sustantivo) en<br />

los evangelios sinópticos. Marcos ofrece un resumen <strong>de</strong> la predicación <strong>de</strong><br />

<strong>Jesús</strong>, según el cual ésta incluía una llamada a la conversión (Me 1,15),<br />

pero no da ningún ejemplo concreto. Fuera <strong>de</strong> eso, Marcos atribuye un<br />

mensaje <strong>de</strong> conversión solamente a Juan el Bautista y a los doce discípulos<br />

(1,4; 6,12). Mateo tiene el mismo resumen <strong>de</strong>l mensaje <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> (Mt 4,17)<br />

y una extensa <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>l <strong>de</strong> Juan que acentúa la conversión (3,2.8.11).<br />

En Mt ll,20s, <strong>Jesús</strong> critica a Corazín, Betsaida y Cafarnaúm por no<br />

haberse convertido. Mt 12,41 alaba a Nínive por haberse convertido con<br />

la predicación <strong>de</strong> Jonás. Mt 21,32 -como ya hemos visto- critica a los<br />

sumos sacerdotes y ancianos por no haberse convertido con la predicación<br />

<strong>de</strong> Juan. Lucas tiene paralelos <strong>de</strong> los versículos sobre Juan el Bautista<br />

(Le 3,3.8), las ciuda<strong>de</strong>s galileas (10,13) y Nínive (11,32). Mientras<br />

que en Mateo y Marcos, cuando <strong>Jesús</strong> <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> el cenar con recaudadores<br />

<strong>de</strong> impuestos, dice que ha venido a llamar a los pecadores, en Lucas<br />

dice que ha venido a llamar a los pecadores a la conversión (Le 5,32).<br />

Según Lucas, <strong>Jesús</strong> concluyó la parábola <strong>de</strong> la oveja perdida diciendo:<br />

"En el cielo habrá más alegría por un malvado que se convierta que por<br />

noventa y nueve justos que no necesitan convertirse", conclusión que<br />

falta en la versión <strong>de</strong> Mateo (Le 15,7; Mt 18,14). <strong>La</strong> parábola lucana <strong>de</strong><br />

la moneda perdida tiene un final semejante (Le 15,10). Hay más dichos<br />

en Lucas que recomiendan la conversión (16,10 y 17,3s), y la historia <strong>de</strong><br />

Zaqueo, que acabamos <strong>de</strong> analizar, versa sobre la conversión.<br />

Como <strong>de</strong>muestra este examen, la conversión tiene en Lucas una<br />

importancia que no tiene en Mateo y Marcos. Observamos a<strong>de</strong>más que<br />

la conversión tiene una importancia en Hechos, obra escrita por el autor<br />

<strong>de</strong> Lucas, que no tiene en el resto <strong>de</strong>l Nuevo Testamento, salvo en el<br />

Apocalipsis. <strong>La</strong>s principales palabras griegas que se traducen por "convertirse"<br />

y "conversión" aparecen 62 veces en el Nuevo Testamento, <strong>de</strong><br />

las cuales 14 están en Lucas, 11 en Hechos y 12 en el Apocalipsis. En el<br />

caso <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más evangelios, las cifras son: 10 en Mateo, 3 en Marcos y<br />

0 en Juan. Si preguntamos por el uso <strong>de</strong> "convertirse/conversión" en la<br />

enseñanza atribuida a <strong>Jesús</strong>, <strong>de</strong>jando a un lado las referencias al Bautista<br />

y a otros, los cantida<strong>de</strong>s bajan: 6 en Mateo, 1 en Marcos (el resumen<br />

propio <strong>de</strong> Marcos) y 11 en Lucas. Si, en vez <strong>de</strong> las apariciones <strong>de</strong> las<br />

CONTIENDA Y OPOSICIÓN EN GALILEA 255<br />

palabras, contamos el número <strong>de</strong> pasajes que las contienen, los totales<br />

son éstos:<br />

Mateo: 1 Juan el Bautista; 4 <strong>Jesús</strong>; 1 Judas.<br />

Marcos: 1 Juan el Bautista; 1 <strong>Jesús</strong>; 1 los discípulos.<br />

Lucas: 1 Juan el Bautista; 8 <strong>Jesús</strong>.<br />

Uno <strong>de</strong> los cuatro pasajes matéanos en los que la palabra "convertirse"<br />

se pone en boca <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> se ocupa en realidad <strong>de</strong> Juan el Bautista: los<br />

sumos sacerdotes y ancianos no se convirtieron con la predicación <strong>de</strong> Juan<br />

(Mt 21,22). Esto reduce todavía más los pasajes don<strong>de</strong> se indica que <strong>Jesús</strong><br />

llamó a la conversión.<br />

Por comparación, po<strong>de</strong>mos consi<strong>de</strong>rar el nombre utilizado en la<br />

proclamación principal <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong>: "el Reino". Aparece 55 veces en Mateo,<br />

20 en Marcos, 46 en Lucas, 5 en Juan y 162 en todo el Nuevo Testamento.<br />

"Reino" es, estadísticamente, una palabra importante en los tres sinópticos,<br />

mientras que "arrepentirse/arrepentimiento" resulta significativa en<br />

Lucas, Hechos y Apocalipsis. <strong>La</strong> explicación más razonable es que al<br />

autor <strong>de</strong> Lucas/Hechos le gustaba hacer hincapié especialmente en la conversión<br />

y que éste no era uno <strong>de</strong> los temas principales <strong>de</strong>l mensaje propio<br />

<strong>de</strong> <strong>Jesús</strong>.<br />

Soy consciente <strong>de</strong> que esto causará extrañeza al lector, ya que todo el<br />

mundo, tenga o no convicciones religiosas, consi<strong>de</strong>ra la conversión como<br />

un elemento importante y fundamental <strong>de</strong> la religión. Y lo es. <strong>La</strong> conversión<br />

fue uno <strong>de</strong> los temas principales <strong>de</strong>l judaismo y, posteriormente, <strong>de</strong>l<br />

cristianismo primitivo. Ha seguido siendo una característica dominante <strong>de</strong><br />

ambas religiones. Resulta, por tanto, sorpren<strong>de</strong>nte que el arrepentimiento<br />

<strong>de</strong>sempeñe un papel tan pequeño en la enseñanza <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> según Mateo y<br />

Marcos. Su pequeño papel en estos dos evangelios resulta aún más singular<br />

cuando observamos que ambos utilizan la palabra en sus resúmenes <strong>de</strong><br />

la enseñanza <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> (Me 1,15; Mt 4,15). Ellos no tenían interés en<br />

quitarle importancia; sin embargo, es un tema menor. ¿Qué explicación<br />

cabe dar <strong>de</strong> esto?<br />

No es que a <strong>Jesús</strong> le <strong>de</strong>sagradara la conversión y pensara que la gente<br />

no <strong>de</strong>bía sentir nunca remordimiento ni orar pidiendo perdón. Era partidario<br />

<strong>de</strong> todo esto. Pensaba que las prostitutas que se convirtieron con la<br />

predicación <strong>de</strong> Juan Bautista, lo mismo que los ninivitas que se convirtieron<br />

con la predicación <strong>de</strong> Jonás, hicieron lo correcto (Mt 21,31s; 12,41),<br />

y que los pueblos <strong>de</strong> Galilea <strong>de</strong>bieron arrepentirse (Mt ll,20s). <strong>La</strong> parábola<br />

<strong>de</strong>l siervo sin entrañas (Mt 18,23-35) consi<strong>de</strong>ra los llamamientos a la<br />

indulgencia y el perdón <strong>de</strong> tal manera que no <strong>de</strong>ja ninguna duda <strong>de</strong> que<br />

quien habla valora ambas cosas. No es ése el problema. Hay dos cuestio-

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