La figura histórica de Jesús

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244 LA FIGURA HISTÓRICA DE JESÚS Marcos, sin embargo, sí pensaba que Jesús dijo a sus seguidores que no tenían que guardar las leyes alimentarias, y tal vez tuviera la misma idea sobre la ley del sábado. Lucas quizás estuviera de acuerdo con Marcos acerca de la ley del sábado, pero no incluyó el debate sobre "lo que entra". El autor de Lucas, como veremos más adelante, al analizar Hch 10,11-17, atribuía el rechazo de las leyes alimentarias a un período posterior, no al tiempo de Jesús. Los autores de los evangelios discrepaban. ¿Podemos llegar a una conclusión? Pienso que sí: Jesús no enseñó a sus discípulos que podían quebrantar el sábado ni las leyes alimentarias. Si hubiera ido por Galilea enseñando a la gente que trabajar en sábado y comer cerdo estaba bien, se habrían producido en esa región protestas clamorosas. ¿Un hombre que pretendía hablar en nombre de Dios, pero que enseñaba que importantes partes de la ley de Dios no eran válidas? ¡Horroroso! Hoy en día, los lectores no judíos tal vez no vean lo terrible que esto hubiera sido. A partir de determinado momento de la segunda mitad del siglo I, la mayoría de los cristianos han sido gentiles. Durante más de 1.900 años, la Iglesia cristiana, gentil en su mayoría, ha aceptado unas partes de la ley judía, pero no otras. En consecuencia, la gente no se da hoy cuenta del escándalo que esta postura provocó la primera vez que se manifestó, probablemente en los años cincuenta, en los debates de Pablo con otros cristianos judíos. Pablo pensaba que los gentiles podían convertirse en "hijos de Abraham" sin ser circuncidados. La lucha a propósito de esto fue encarnizada. Los judíos piadosos -y la mayoría de los judíos lo eran- pensaban que realmente había un Dios, que éste había dado a Moisés su ley, que la ley quedó recogida en las Escrituras y que se debía obedecer. ¿Cómo demonios podía decir nadie que partes de ella eran inválidas? O todo o nada. Si Dios la dio, se debía guardar. Si no la dio él, o Dios no existía, no tenía sentido guardar nada de ella. La diferencia entre las cartas de Pablo a los Gálatas y a los Romanos, por una parte, y Marcos, por otra, es enorme. Marcos introduce tranquilamente la frase: "Declaró puros todos los alimentos". Las cartas de Pablo crujen con la rabia y hostilidad que ocasionaba su postura sobre la circuncisión y las leyes alimentarias. Pablo experimentó en su propia carne el debate sobre la ley. Marcos (cristiano de segunda generación), no, dado que dicho debate ya había terminado en gran parte; ni tampoco Jesús, puesto que aún no se había planteado. Los evangelios no contienen la clase de material que se habría generado si Jesús hubiera enseñado a sus seguidores que podían pasar por alto parte de la ley de Dios. Además, los seguidores de Jesús observaban el descanso sabático, como se puede ver por la historia de su entierro. Jesús murió poco antes del atardecer del viernes, y José de Arimatea lo enterró inmediatamente. Las mujeres esperaron hasta el domingo por la mañana, cuando terminaba el sábado, antes de ir a ungir el cuerpo (Me 15,42—16,2 y par.). Es decir, no CONTIENDA Y OPOSICIÓN EN GALILEA 245 trabajaron en sábado. El libro de los Hechos describe la persecución de los cristianos después de la muerte y resurrección de Jesús. Fueron acusados de diversos delitos, pero nunca de quebrantar el sábado. El caso de las leyes alimentarias es más claro aún. Según Hechos (escrito por el autor de Lucas), algún tiempo después de la muerte y resurrección de Jesús, Pedro tuvo una visión: "Vio el cielo abierto y una especie de lienzo grande que, colgado por las cuatro puntas, descendía sobre la tierra. En él había toda clase de cuadrúpedos, reptiles y aves. Y oyó una voz que le decía: 'Levántate, Pedro, mata y come'" (Hch 10,11-14). Pedro se negó, y la voz repitió el mandato dos veces más. Entonces el lienzo y su contenido fueron subidos al cielo, y Pedro se quedó "muy perplejo sobre lo que significaría la visión que había tenido" (Hch 10,15-17). Al final llegó a la conclusión de que los gentiles podían ser admitidos al nuevo movimiento sin importar lo que comieran. Pero esta historia demuestra que, en opinión de Lucas, Jesús no había enseñado a sus discípulos que todos los alimentos eran puros. Las cartas de Pablo también indican indirectamente que los discípulos no pensaban que Jesús se opusiera a las leyes alimentarias y del sábado. En un determinado momento, Pablo criticó a Pedro duramente porque dede comer con los gentiles (Gal 2,11-14). No sabemos cuál era el reparo de Pedro -si el alimento o la compañía-, pero si Pablo hubiera sabido que Jesús mismo había dicho a Pedro que todos los alimentos eran puros, podría haberlo introducido en su argumento. Pablo también puso reparos al hecho de que sus conversos gentiles gálatas hubieran empezado a observar el sábado (Gal 4,10), pero no afirmó que Jesús mismo lo hubiera infringido. En resumen, ni las mujeres que ungieron el cuerpo de Jesús, ni Pedro y los demás apóstoles de Jerusalén, ni Pablo, ni los adversarios de Pablo en Galacia pensaban que Jesús hubiera dicho a sus discípulos que no tenían que guardar las leyes del sábado ni las alimentarias. Concluyo de esto que Jesús mismo había observado éstas y las demás partes de la ley mosaica, y que nunca había recomendado la transgresión como práctica general (aunque en algunas ocasiones particulares pudo pensar que la transgresión estaba justificada). Las historias donde se indica que Jesús en persona quebrantó la ley y autorizó a sus seguidores a hacer lo mismo son —ya lo he señalado antes— retroproyecciones de la situación de la Iglesia primitiva sobre la vida de Jesús. Deseo explicar la retroproyección con un poco más de detalle. Dentro de la Iglesia primitiva, y entre ésta y la Sinagoga judía, había tres pun-

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LA FIGURA HISTÓRICA DE JESÚS<br />

Marcos, sin embargo, sí pensaba que <strong>Jesús</strong> dijo a sus seguidores que<br />

no tenían que guardar las leyes alimentarias, y tal vez tuviera la misma<br />

i<strong>de</strong>a sobre la ley <strong>de</strong>l sábado. Lucas quizás estuviera <strong>de</strong> acuerdo con Marcos<br />

acerca <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong>l sábado, pero no incluyó el <strong>de</strong>bate sobre "lo<br />

que entra". El autor <strong>de</strong> Lucas, como veremos más a<strong>de</strong>lante, al analizar<br />

Hch 10,11-17, atribuía el rechazo <strong>de</strong> las leyes alimentarias a un período<br />

posterior, no al tiempo <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong>.<br />

Los autores <strong>de</strong> los evangelios discrepaban. ¿Po<strong>de</strong>mos llegar a una conclusión?<br />

Pienso que sí: <strong>Jesús</strong> no enseñó a sus discípulos que podían quebrantar<br />

el sábado ni las leyes alimentarias. Si hubiera ido por Galilea enseñando<br />

a la gente que trabajar en sábado y comer cerdo estaba bien, se<br />

habrían producido en esa región protestas clamorosas. ¿Un hombre que<br />

pretendía hablar en nombre <strong>de</strong> Dios, pero que enseñaba que importantes<br />

partes <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> Dios no eran válidas? ¡Horroroso! Hoy en día, los lectores<br />

no judíos tal vez no vean lo terrible que esto hubiera sido. A partir<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>terminado momento <strong>de</strong> la segunda mitad <strong>de</strong>l siglo I, la mayoría <strong>de</strong><br />

los cristianos han sido gentiles. Durante más <strong>de</strong> 1.900 años, la Iglesia cristiana,<br />

gentil en su mayoría, ha aceptado unas partes <strong>de</strong> la ley judía, pero<br />

no otras. En consecuencia, la gente no se da hoy cuenta <strong>de</strong>l escándalo que<br />

esta postura provocó la primera vez que se manifestó, probablemente en<br />

los años cincuenta, en los <strong>de</strong>bates <strong>de</strong> Pablo con otros cristianos judíos.<br />

Pablo pensaba que los gentiles podían convertirse en "hijos <strong>de</strong> Abraham"<br />

sin ser circuncidados. <strong>La</strong> lucha a propósito <strong>de</strong> esto fue encarnizada. Los<br />

judíos piadosos -y la mayoría <strong>de</strong> los judíos lo eran- pensaban que realmente<br />

había un Dios, que éste había dado a Moisés su ley, que la ley quedó<br />

recogida en las Escrituras y que se <strong>de</strong>bía obe<strong>de</strong>cer. ¿Cómo <strong>de</strong>monios podía<br />

<strong>de</strong>cir nadie que partes <strong>de</strong> ella eran inválidas? O todo o nada. Si Dios la dio,<br />

se <strong>de</strong>bía guardar. Si no la dio él, o Dios no existía, no tenía sentido guardar<br />

nada <strong>de</strong> ella. <strong>La</strong> diferencia entre las cartas <strong>de</strong> Pablo a los Gálatas y a los<br />

Romanos, por una parte, y Marcos, por otra, es enorme. Marcos introduce<br />

tranquilamente la frase: "Declaró puros todos los alimentos". <strong>La</strong>s cartas <strong>de</strong><br />

Pablo crujen con la rabia y hostilidad que ocasionaba su postura sobre la<br />

circuncisión y las leyes alimentarias. Pablo experimentó en su propia carne<br />

el <strong>de</strong>bate sobre la ley. Marcos (cristiano <strong>de</strong> segunda generación), no, dado<br />

que dicho <strong>de</strong>bate ya había terminado en gran parte; ni tampoco <strong>Jesús</strong>,<br />

puesto que aún no se había planteado. Los evangelios no contienen la clase<br />

<strong>de</strong> material que se habría generado si <strong>Jesús</strong> hubiera enseñado a sus seguidores<br />

que podían pasar por alto parte <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> Dios.<br />

A<strong>de</strong>más, los seguidores <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> observaban el <strong>de</strong>scanso sabático, como<br />

se pue<strong>de</strong> ver por la historia <strong>de</strong> su entierro. <strong>Jesús</strong> murió poco antes <strong>de</strong>l atar<strong>de</strong>cer<br />

<strong>de</strong>l viernes, y José <strong>de</strong> Arimatea lo enterró inmediatamente. <strong>La</strong>s<br />

mujeres esperaron hasta el domingo por la mañana, cuando terminaba el<br />

sábado, antes <strong>de</strong> ir a ungir el cuerpo (Me 15,42—16,2 y par.). Es <strong>de</strong>cir, no<br />

CONTIENDA Y OPOSICIÓN EN GALILEA<br />

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trabajaron en sábado. El libro <strong>de</strong> los Hechos <strong>de</strong>scribe la persecución <strong>de</strong> los<br />

cristianos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte y resurrección <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong>. Fueron acusados<br />

<strong>de</strong> diversos <strong>de</strong>litos, pero nunca <strong>de</strong> quebrantar el sábado.<br />

El caso <strong>de</strong> las leyes alimentarias es más claro aún. Según Hechos<br />

(escrito por el autor <strong>de</strong> Lucas), algún tiempo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte y resurrección<br />

<strong>de</strong> <strong>Jesús</strong>, Pedro tuvo una visión:<br />

"Vio el cielo abierto y una especie <strong>de</strong> lienzo gran<strong>de</strong> que, colgado por las<br />

cuatro puntas, <strong>de</strong>scendía sobre la tierra. En él había toda clase <strong>de</strong> cuadrúpedos,<br />

reptiles y aves. Y oyó una voz que le <strong>de</strong>cía: 'Levántate, Pedro,<br />

mata y come'" (Hch 10,11-14).<br />

Pedro se negó, y la voz repitió el mandato dos veces más. Entonces el<br />

lienzo y su contenido fueron subidos al cielo, y Pedro se quedó "muy perplejo<br />

sobre lo que significaría la visión que había tenido" (Hch 10,15-17).<br />

Al final llegó a la conclusión <strong>de</strong> que los gentiles podían ser admitidos al<br />

nuevo movimiento sin importar lo que comieran. Pero esta historia<br />

<strong>de</strong>muestra que, en opinión <strong>de</strong> Lucas, <strong>Jesús</strong> no había enseñado a sus discípulos<br />

que todos los alimentos eran puros.<br />

<strong>La</strong>s cartas <strong>de</strong> Pablo también indican indirectamente que los discípulos<br />

no pensaban que <strong>Jesús</strong> se opusiera a las leyes alimentarias y <strong>de</strong>l sábado. En<br />

un <strong>de</strong>terminado momento, Pablo criticó a Pedro duramente porque <strong>de</strong>jó<br />

<strong>de</strong> comer con los gentiles (Gal 2,11-14). No sabemos cuál era el reparo <strong>de</strong><br />

Pedro -si el alimento o la compañía-, pero si Pablo hubiera sabido que<br />

<strong>Jesús</strong> mismo había dicho a Pedro que todos los alimentos eran puros,<br />

podría haberlo introducido en su argumento. Pablo también puso reparos<br />

al hecho <strong>de</strong> que sus conversos gentiles gálatas hubieran empezado a observar<br />

el sábado (Gal 4,10), pero no afirmó que <strong>Jesús</strong> mismo lo hubiera<br />

infringido.<br />

En resumen, ni las mujeres que ungieron el cuerpo <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong>, ni Pedro<br />

y los <strong>de</strong>más apóstoles <strong>de</strong> Jerusalén, ni Pablo, ni los adversarios <strong>de</strong> Pablo en<br />

Galacia pensaban que <strong>Jesús</strong> hubiera dicho a sus discípulos que no tenían<br />

que guardar las leyes <strong>de</strong>l sábado ni las alimentarias. Concluyo <strong>de</strong> esto que<br />

<strong>Jesús</strong> mismo había observado éstas y las <strong>de</strong>más partes <strong>de</strong> la ley mosaica, y<br />

que nunca había recomendado la transgresión como práctica general (aunque<br />

en algunas ocasiones particulares pudo pensar que la transgresión<br />

estaba justificada).<br />

<strong>La</strong>s historias don<strong>de</strong> se indica que <strong>Jesús</strong> en persona quebrantó la ley y<br />

autorizó a sus seguidores a hacer lo mismo son —ya lo he señalado antes—<br />

retroproyecciones <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong> la Iglesia primitiva sobre la vida <strong>de</strong><br />

<strong>Jesús</strong>. Deseo explicar la retroproyección con un poco más <strong>de</strong> <strong>de</strong>talle. Dentro<br />

<strong>de</strong> la Iglesia primitiva, y entre ésta y la Sinagoga judía, había tres pun-

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