La figura histórica de Jesús

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09.05.2013 Views

242 LA FIGURA HISTÓRICA DE JESÚS intrínsecamente improbable y queda refutado por la historia posterior: cuando llegó realmente el momento decisivo, los fariseos no tuvieron nada que ver en absoluto con su muerte. De nuevo vemos, sin embargo, que la tradición cristiana no era terriblemente creativa. Se toma un dicho de aquí, un contexto de allá, y se añade una conclusión. Estas modificaciones, al menos en Marcos, dan como resultado una representación de graves disputas legales entre Jesús y otros intérpretes de la ley. Discrepancias sobre tradiciones (Me 7II Mt 15) Volvemos ahora a la sección tercera de los evangelios que describe el conflicto legal entre Jesús y otros en Galilea. Según Me 7, los fariseos criticaron a Jesús porque los discípulos de éste comían sin lavarse las manos. Él replicó atacando una de sus otras tradiciones, según la cual uno podía declarar korbán (consagrado al Templo) una propiedad o dinero, pero sin entregarlo. La acusación de Jesús era que podían utilizar dicha tradición para privar a sus padres de la ayuda necesaria (no sabemos de tal tradición por ninguna otra fuente, pero es intrínsecamente verosímil que los fariseos tuvieran tradiciones acerca de las cosas consagradas al Templo). El pasaje continúa: Jesús entonces llamó a la gente y dijo: "Nada de lo que entra en el hombre puede mancharlo. Lo que sale de dentro es lo que contamina al hombre" (Me 7,l4s). Más tarde explicó privadamente a los discípulos que el alimento entra en la persona, pero es evacuado. En este punto, el autor comenta en tercera persona: "Así declaraba puros todos los alimentos" (Me 7,15). La explicación de Jesús continúa: los pensamientos que conducen a actos malos, como la inmoralidad sexual y el robo, son los que realmente contaminan (Me 7,17-23). Para analizar esta sección, volvamos al contexto inicial: los fariseos critican a los discípulos de Jesús (no a Jesús mismo) por no lavarse las manos antes de las comidas. Lavarse las manos era una tradición farisaica, no una ley. En tiempos de Jesús, ni siquiera era una tradición uniforme. La mayoría de los judíos no se purificaban las manos antes de las comidas. Entre los fariseos, algunos consideraban el lavarse las manos como opcional; muchos de ellos sólo se las lavaban antes de la comida sabática; discrepaban entre sí respecto a si debían o no lavarse las manos antes o después de preparar la copa sabática. Una enemistad mortal a cuenta del lavatorio de manos es, a mi parecer, históricamente imposible. 10 Me 7 pasa del lavatorio de manos 10 Sobre los debates de los fariseos acerca del lavatorio de manos, véase JLJM, pp. 228-231. CONTIENDA Y OPOSICIÓN EN GALILEA 243 al ataque de Jesús contra la noción farisaica del korbán: declaraban que su propiedad o dinero estaba consagrado al Templo para no tener que socorrer a sus padres necesitados. Pero se trata de un ataque contra algo que todos, especialmente los fariseos, habrían considerado un abuso. Ningún fariseo daría por buena la utilización de una artimaña semilegal para privar de bienes a sus padres. Por supuesto, tal vez algún fariseo lo hiciera en alguna ocasión. Si fue así, y Jesús lo acusó, los fariseos decentes, temerosos de Dios y respetuosos con sus padres -el 99'8 por ciento del partidohabrían estado de acuerdo. La sección tercera de Me 7 es la cuestión de lo que entra y lo que sale. Fuera de su contexto actual, el dicho de Me 7,l4s ("Nada de lo que entra en el hombre puede mancharlo, sino lo que sale de dentro") podía significar cosas diferentes. En el uso judío, la construcción "no"... "sino" a menudo significa "no sólo esto, sino mucho más eso". Cuando el autor de la Carta de Aristeas escribió que los judíos honraban a Dios "no con ofrendas o sacrificios, sino con pureza de corazón y talante devoto", no se oponía a los sacrificios. Por el contrario, los aprobaba. 11 La frase significa "no sólo con sacrificios, sino más aún con pureza de corazón". Así, el dicho de Jesús, en sí y de por sí, no va contra la ley. Sin embargo, en la interpretación privada, ofrecida sólo a los discípulos, Jesús sí niega que las leyes alimentarias judías fueran válidas. "Nada de lo que entra en el hombre puede mancharlo" (Me 7,18). Si ésas son las palabras exactas de Jesús, la interpretación de Marcos sería correcta: "Así declaraba puros todos los alimentos". Pero Mateo no concuerda con Marcos. En la versión de MateoTño hay afirmación negativa sobre las leyes alimentarias. Jesús explica que lo que entra en una persona se evacúa, pero no dice que "lo que entra no puede manchar". Mateo tampoco recoge el comentario de Marcos de que Jesús declaró puros todos los alimentos (Mt 15,10-20). ¿Transgredió Jesús deliberadamente la ley? ¿Enseñó a sus seguidores que la transgresión era aceptable o que algunas partes de la ley quedaban abrogadas? No según Mateo, ni según ninguna de las tradiciones presentes en Mateo. Las antítesis mateanas, como hemos visto, hacen más estricta la ley, pero nunca llevarían a nadie a transgredirla. Las versiones mateanas de conflictos relativos a alimentos o al sábado tampoco contienen ningún caso de transgresión. 11 La cita es de la Carta de Aristeas 234; para los sacrificios, véase 170s (en James H. Charlesworth [ed.], Oíd Testament Pseudepigrapha, vol. 2, pp. 28, 24 [trad. esp.: Alejandro Diez Macho (ed.), Apócrifos del Antiguo Testamento, vol. II, Madrid 1983, pp. 51, 43s]). Éste y otros ejemplos están en JLJM, p. 28.

242<br />

LA FIGURA HISTÓRICA DE JESÚS<br />

intrínsecamente improbable y queda refutado por la historia posterior:<br />

cuando llegó realmente el momento <strong>de</strong>cisivo, los fariseos no tuvieron nada<br />

que ver en absoluto con su muerte.<br />

De nuevo vemos, sin embargo, que la tradición cristiana no era terriblemente<br />

creativa. Se toma un dicho <strong>de</strong> aquí, un contexto <strong>de</strong> allá, y se<br />

aña<strong>de</strong> una conclusión. Estas modificaciones, al menos en Marcos, dan<br />

como resultado una representación <strong>de</strong> graves disputas legales entre <strong>Jesús</strong> y<br />

otros intérpretes <strong>de</strong> la ley.<br />

Discrepancias sobre tradiciones (Me 7II Mt 15)<br />

Volvemos ahora a la sección tercera <strong>de</strong> los evangelios que <strong>de</strong>scribe el<br />

conflicto legal entre <strong>Jesús</strong> y otros en Galilea. Según Me 7, los fariseos criticaron<br />

a <strong>Jesús</strong> porque los discípulos <strong>de</strong> éste comían sin lavarse las manos. Él<br />

replicó atacando una <strong>de</strong> sus otras tradiciones, según la cual uno podía<br />

<strong>de</strong>clarar korbán (consagrado al Templo) una propiedad o dinero, pero sin<br />

entregarlo. <strong>La</strong> acusación <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> era que podían utilizar dicha tradición<br />

para privar a sus padres <strong>de</strong> la ayuda necesaria (no sabemos <strong>de</strong> tal tradición<br />

por ninguna otra fuente, pero es intrínsecamente verosímil que los fariseos<br />

tuvieran tradiciones acerca <strong>de</strong> las cosas consagradas al Templo). El pasaje<br />

continúa: <strong>Jesús</strong> entonces llamó a la gente y dijo: "Nada <strong>de</strong> lo que entra en<br />

el hombre pue<strong>de</strong> mancharlo. Lo que sale <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro es lo que contamina<br />

al hombre" (Me 7,l4s). Más tar<strong>de</strong> explicó privadamente a los discípulos<br />

que el alimento entra en la persona, pero es evacuado. En este punto, el<br />

autor comenta en tercera persona: "Así <strong>de</strong>claraba puros todos los alimentos"<br />

(Me 7,15). <strong>La</strong> explicación <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> continúa: los pensamientos que<br />

conducen a actos malos, como la inmoralidad sexual y el robo, son los que<br />

realmente contaminan (Me 7,17-23).<br />

Para analizar esta sección, volvamos al contexto inicial: los fariseos critican<br />

a los discípulos <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> (no a <strong>Jesús</strong> mismo) por no lavarse las manos<br />

antes <strong>de</strong> las comidas. <strong>La</strong>varse las manos era una tradición farisaica, no una<br />

ley. En tiempos <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong>, ni siquiera era una tradición uniforme. <strong>La</strong> mayoría<br />

<strong>de</strong> los judíos no se purificaban las manos antes <strong>de</strong> las comidas. Entre los<br />

fariseos, algunos consi<strong>de</strong>raban el lavarse las manos como opcional; muchos<br />

<strong>de</strong> ellos sólo se las lavaban antes <strong>de</strong> la comida sabática; discrepaban entre sí<br />

respecto a si <strong>de</strong>bían o no lavarse las manos antes o <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> preparar la<br />

copa sabática. Una enemistad mortal a cuenta <strong>de</strong>l lavatorio <strong>de</strong> manos es, a<br />

mi parecer, <strong>histórica</strong>mente imposible. 10 Me 7 pasa <strong>de</strong>l lavatorio <strong>de</strong> manos<br />

10 Sobre los <strong>de</strong>bates <strong>de</strong> los fariseos acerca <strong>de</strong>l lavatorio <strong>de</strong> manos, véase JLJM,<br />

pp. 228-231.<br />

CONTIENDA Y OPOSICIÓN EN GALILEA 243<br />

al ataque <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> contra la noción farisaica <strong>de</strong>l korbán: <strong>de</strong>claraban que su<br />

propiedad o dinero estaba consagrado al Templo para no tener que socorrer<br />

a sus padres necesitados. Pero se trata <strong>de</strong> un ataque contra algo que<br />

todos, especialmente los fariseos, habrían consi<strong>de</strong>rado un abuso. Ningún<br />

fariseo daría por buena la utilización <strong>de</strong> una artimaña semilegal para privar<br />

<strong>de</strong> bienes a sus padres. Por supuesto, tal vez algún fariseo lo hiciera en<br />

alguna ocasión. Si fue así, y <strong>Jesús</strong> lo acusó, los fariseos <strong>de</strong>centes, temerosos<br />

<strong>de</strong> Dios y respetuosos con sus padres -el 99'8 por ciento <strong>de</strong>l partidohabrían<br />

estado <strong>de</strong> acuerdo.<br />

<strong>La</strong> sección tercera <strong>de</strong> Me 7 es la cuestión <strong>de</strong> lo que entra y lo que sale.<br />

Fuera <strong>de</strong> su contexto actual, el dicho <strong>de</strong> Me 7,l4s ("Nada <strong>de</strong> lo que entra<br />

en el hombre pue<strong>de</strong> mancharlo, sino lo que sale <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro") podía significar<br />

cosas diferentes. En el uso judío, la construcción "no"... "sino" a<br />

menudo significa "no sólo esto, sino mucho más eso". Cuando el autor <strong>de</strong><br />

la Carta <strong>de</strong> Aristeas escribió que los judíos honraban a Dios "no con ofrendas<br />

o sacrificios, sino con pureza <strong>de</strong> corazón y talante <strong>de</strong>voto", no se oponía<br />

a los sacrificios. Por el contrario, los aprobaba. 11 <strong>La</strong> frase significa "no<br />

sólo con sacrificios, sino más aún con pureza <strong>de</strong> corazón". Así, el dicho <strong>de</strong><br />

<strong>Jesús</strong>, en sí y <strong>de</strong> por sí, no va contra la ley. Sin embargo, en la interpretación<br />

privada, ofrecida sólo a los discípulos, <strong>Jesús</strong> sí niega que las leyes alimentarias<br />

judías fueran válidas. "Nada <strong>de</strong> lo que entra en el hombre pue<strong>de</strong><br />

mancharlo" (Me 7,18). Si ésas son las palabras exactas <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong>, la interpretación<br />

<strong>de</strong> Marcos sería correcta: "Así <strong>de</strong>claraba puros todos los alimentos".<br />

Pero Mateo no concuerda con Marcos. En la versión <strong>de</strong> MateoTño hay afirmación<br />

negativa sobre las leyes alimentarias. <strong>Jesús</strong> explica que lo que entra<br />

en una persona se evacúa, pero no dice que "lo que entra no pue<strong>de</strong> manchar".<br />

Mateo tampoco recoge el comentario <strong>de</strong> Marcos <strong>de</strong> que <strong>Jesús</strong> <strong>de</strong>claró<br />

puros todos los alimentos (Mt 15,10-20).<br />

¿Transgredió <strong>Jesús</strong> <strong>de</strong>liberadamente la ley? ¿Enseñó a sus seguidores que<br />

la transgresión era aceptable o que algunas partes <strong>de</strong> la ley quedaban abrogadas?<br />

No según Mateo, ni según ninguna <strong>de</strong> las tradiciones presentes en<br />

Mateo. <strong>La</strong>s antítesis mateanas, como hemos visto, hacen más estricta la ley,<br />

pero nunca llevarían a nadie a transgredirla. <strong>La</strong>s versiones mateanas <strong>de</strong> conflictos<br />

relativos a alimentos o al sábado tampoco contienen ningún caso <strong>de</strong><br />

transgresión.<br />

11 <strong>La</strong> cita es <strong>de</strong> la Carta <strong>de</strong> Aristeas 234; para los sacrificios, véase 170s (en<br />

James H. Charlesworth [ed.], Oíd Testament Pseu<strong>de</strong>pigrapha, vol. 2, pp. 28, 24<br />

[trad. esp.: Alejandro Diez Macho (ed.), Apócrifos <strong>de</strong>l Antiguo Testamento, vol. II,<br />

Madrid 1983, pp. 51, 43s]). Éste y otros ejemplos están en JLJM, p. 28.

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