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La figura histórica de Jesús

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LA FIGURA HISTÓRICA DE JESÚS<br />

transgrediendo la ley, pero parece que no hicieron nada para forzarles a<br />

seguir su propia opinión, más estricta. Los fariseos, por supuesto, no criticaban<br />

a los saduceos por comer cada uno en su casa. Ello no iba contra<br />

la ley, ni siquiera contra la tradición farisaica, la cual en este caso era permisiva<br />

y no <strong>de</strong> prescripción.<br />

Los especialistas <strong>de</strong>l Nuevo Testamento han dicho a menudo que <strong>Jesús</strong><br />

se opuso a la ley o que se opuso a partes <strong>de</strong> ella. <strong>La</strong> indicación más común<br />

es que se opuso a la ley ritual, pero que aprobaba la ley moral. Quienes<br />

hacen esas indicaciones apenas aclaran en qué sentido se opuso <strong>Jesús</strong> a la<br />

ley. Es <strong>de</strong>cir, apenas se ocupan <strong>de</strong> las distinciones necesarias para analizar<br />

<strong>de</strong> verdad la ley. ¿Quieren <strong>de</strong>cir que, en opinión <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong>, Dios no dio la<br />

ley a Moisés? ¿Que <strong>Jesús</strong> discrepaba <strong>de</strong> una interpretación concreta? ¿Que<br />

él a veces eludió leyes <strong>de</strong>terminadas? Con tales preguntas en mente, vamos<br />

ahora a examinar tres secciones <strong>de</strong> los evangelios: las "antítesis" <strong>de</strong>l sermón<br />

<strong>de</strong> la Montaña, una colección <strong>de</strong> historias <strong>de</strong> conflicto en Me 2,1-3,6 y<br />

los <strong>de</strong>bates <strong>de</strong> Me 7 sobre tradiciones.<br />

<strong>La</strong>s "antítesis" (Mt 5,21-48)<br />

Ya hemos analizado brevemente este material al consi<strong>de</strong>rar el perfeccionismo<br />

<strong>de</strong> <strong>Jesús</strong>. En este momento sólo nos preguntamos si en estos<br />

pasajes <strong>Jesús</strong> se opone a la ley. <strong>La</strong> respuesta es, en pocas palabras, que no:<br />

más bien exige un código más estricto <strong>de</strong> comportamiento. Nadie que<br />

observara las exhortaciones <strong>de</strong> Mt 5 transgrediría la ley, y <strong>Jesús</strong> no propone<br />

que se abrogue parte alguna <strong>de</strong>l código mosaico. Voy a repetir un resumen<br />

<strong>de</strong> los dichos <strong>de</strong> esta sección <strong>de</strong> Mateo, con breves comentarios que muestran<br />

que no están contra la ley:<br />

No solamente no mates, sino no te enfa<strong>de</strong>s (la prohibición <strong>de</strong><br />

matar sigue siendo obligatoria).<br />

No solamente no cometas adulterio, sino no mires a nadie con<br />

lujuria (el mandamiento contra el adulterio todavía se mantiene<br />

en vigor).<br />

No te divorcies, pese a la autorización <strong>de</strong> Moisés (la <strong>de</strong>terminación<br />

por parte <strong>de</strong> Moisés <strong>de</strong> un divorcio legal resulta innecesaria,<br />

pero el seguidor <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> no quebrantará el mandamiento<br />

que requiere un documento legal).<br />

No jures en absoluto (obviamente, nunca se jurará en falso).<br />

<strong>La</strong> ley dice "ojo por ojo... Pero yo os digo que no hagáis frente al<br />

que os hace mal; al contrario, a quien te abofetea en la mejilla<br />

<strong>de</strong>recha, preséntale también la otra" (el mandamiento "ojo por<br />

CONTIENDA Y OPOSICIÓN EN GALILEA 235<br />

ojo" limita la venganza, no la exige. Quien pone la otra mejilla<br />

no sobrepasará el límite legal).<br />

Ama a tus enemigos a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> a tus prójimos (el mandamiento<br />

<strong>de</strong> amar a tu prójimo se habrá <strong>de</strong> observar).<br />

El compilador que reunió las diversas partes <strong>de</strong> Mt 5 entendió las antítesis<br />

perfectamente bien. Esta afirmación, atribuida a <strong>Jesús</strong>, les sirve <strong>de</strong><br />

prólogo:<br />

"No penséis que he venido a abolir las enseñanzas <strong>de</strong> la ley y los profetas;<br />

no he venido a abolirías, sino a llevarlas hasta sus últimas consecuencias.<br />

Porque os aseguro que mientras dure el cielo y la tierra, la más<br />

pequeña letra <strong>de</strong> la ley estará vigente... El que <strong>de</strong>scui<strong>de</strong> uno <strong>de</strong> estos<br />

mandamientos más pequeños y enseñe a hacer lo mismo a los <strong>de</strong>más<br />

será el más pequeño en el Reino <strong>de</strong> los Cielos. Pero el que los cumpla y<br />

enseñe será gran<strong>de</strong> en el Reino <strong>de</strong> los Cielos. Os digo que si no sois<br />

mejores que los maestros <strong>de</strong> la ley y los fariseos, no entraréis en el Reino<br />

<strong>de</strong> los Cielos" (Mt 5,17-20).<br />

Aunque esta sección <strong>de</strong>l sermón <strong>de</strong> la Montaña <strong>de</strong> Mateo no está contra<br />

la ley, contiene una crítica implícita: la ley no va lo bastante lejos. Pero<br />

conviene que señalemos el modo en que se expresa esto en el pasaje que<br />

más se acerca a una crítica explícita: la forma larga <strong>de</strong> la prohibición <strong>de</strong>l<br />

divorcio. Moisés permitió el divorcio "a causa <strong>de</strong> la dureza <strong>de</strong> vuestros<br />

corazones" (Mt 19,8 // Me 10,5). Esto es, Moisés fue <strong>de</strong>masiado indulgente,<br />

pero en realidad la culpa es "vuestra", no suya.<br />

Tal como la encontramos formulada en su estado actual, la última<br />

antítesis suena como si estuviera contra la ley: "Habéis oído que se dijo:<br />

Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo'. Pero yo os digo: Amad a vuestros<br />

enemigos..." (Mt 5,43s). Esto estaría en contra <strong>de</strong> la ley si la ley mandara<br />

realmente odiar a los enemigos, pero no es ése el caso. <strong>La</strong> comunidad <strong>de</strong><br />

Qumrán enseñaba que los miembros <strong>de</strong>bían odiar a sus enemigos, y tal vez<br />

otros sostenían esa opinión. Se podía mantener razonablemente, quizás,<br />

que los romanos eran los enemigos <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong> su pueblo y que <strong>de</strong>bían<br />

ser odiados. Pero los mejores maestros judíos enseñaban que, incluso en la<br />

guerra, los enemigos <strong>de</strong>bían ser tratados <strong>de</strong>centemente, y no es verdad que<br />

el judaismo en general enseñase el odio a los enemigos. 6 No po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir<br />

que en este pasaje <strong>Jesús</strong> se opusiera a la opinión judía común, ni a la oficial,<br />

sobre los enemigos.<br />

6 Sobre mostrar consi<strong>de</strong>ración a los enemigos incluso en la guerra, véase<br />

Josefo, Apión 2,212; José y Asenet 29,3s (en James H. Charlesworth [ed.], Oíd Testament<br />

Pseu<strong>de</strong>pigrapha, vol. 2, 1985, p. 246 [trad. esp.: Alejandro Diez Macho<br />

(ed.), Apócrifos <strong>de</strong>l Antiguo Testamento, vol. III, Madrid 1982, p. 238]).

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