La figura histórica de Jesús

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174 LA FIGURA HISTÓRICA DE JESÚS (Me 3,21). Volveremos sobre esto más adelante; por el momento, baste notar que el mismo Jesús pudo manifestar un comportamiento excéntrico. En tercer lugar, los autores de los evangelios, y probablemente la tradición cristiana primitiva anterior a nuestros evangelios, se extendieron sobre la reputación de Jesús como exorcista eficaz. Los sumarios generalizado res tienen este efecto: "le llevaron todos los enfermos y endemoniados... y expulsó a muchos demonios" (¿>). Los dos casos más claros de extensión, sin embargo, sonjyp. El primero de estos pasajes, Mt 9,32-34, probablemente es creación de Mateo. Ilustra la curación del endemoniado mudo. La cuestión de la invención es importante, y Mt 9,32-34 es un buen caso que se ha de examinar. Este pasaje es, probablemente, un ejemplo en el cual Mateo creó una correspondencia añadida entre la profecía y las obras de Jesús. En 11,5, Mateo cita la respuesta de Jesús a Juan el Bautista: "Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia". Esto depende de Is 35,5s, y Mateo probablemente estaba interesado en ejemplificar todos los puntos del texto probatorio de la Escritura. Ya tenía historias de la curación de un leproso (8,1-4), de la curación de un cojo (9,1-8) y de la resurrección de un muerto (9,18-26), y tan sólo necesitaba las curaciones de un ciego y un mudo. Al parecer, quería poner ejemplos de ambas en esta sección de su evangelio, capítulos 8-9. Puede que también quisiera redondear el número de curaciones llegando hasta diez. Fuera cual fuera la razón por la que lo hizo, fue él probablemente quien escribió los dos últimos milagros de esta sección. La curación de un ciego la toma de un pasaje que viene más tarde (Me 10,46 // Mt 20,29-34), creando por tanto una duplicación; compuso el presente pasaje (el endemoniado mudo) haciendo uso de motivos estereotipados. El mudo quedó curado mediante la expulsión de un demonio (un motivo común); la multitud exclamó: "Jamás se vio cosa igual en Israel" (cf. 8,10: "Jamás he encontrado en Israel una fe tan grande"); y los fariseos dicen que "expulsa los demonios con el poder del príncipe de los demonios" (tomado de 12,24, donde esta acusación sigue a la curación de un endemoniado ciego y mudo). La presente historia demuestra, pues, que se podían crear nuevas historias de milagros a partir de otras. También vemos, sin embargo, una falta de auténtica capacidad creativa. Para componer sus dos milagros nuevos, Mateo simplemente saqueó otros. Al parecer, disponía de un pequeño depósito de historias tradicionales de curación y, cuando necesitaba nuevas, echaba mano de él, en vez de ofrecer relatos completamente nuevos. Le 10,17 es un caso muy parecido. Ya hemos indicado con anterioridad que, además de los doce discípulos, Jesús probablemente tenía otros partidarios, y que Lucas explícito esto añadiendo una misión de setenta (o LOS MILAGROS 175 setenta y dos) 12 seguidores de Jesús. No tenía material nuevo, sino que más bien reutilizó la tradición de la misión encomendada por Jesús a los doce, con pequeñas modificaciones. "Los demonios se nos someten en tu nombre" (Le 10,17) deriva de Me 6,7 // Le 9,1. Este análisis, que lleva a la conclusión de que los primeros cristianos crearon en ocasiones pasajes sobre expulsiones de demonios, simultáneamente hace improbable que se inventaran el asunto entero. El lector recordará que, cuando encontramos en los evangelios un motivo que guarda paralelo muy exacto con un pasaje de la Biblia hebrea, siempre debemos preguntarnos si el pasaje más antiguo ha llevado o no a la creación del posterior. Isaías predijo que los leprosos serían curados, los sordos oirían y los mudos hablarían. Sospechamos que Mateo creó una historia sobre un hombre incapaz de hablar para hacer que Jesús cumpliera esa predicción. La expulsión de demonios, sin embargo, no es un tema de la Biblia hebrea. Debe tener, por tanto, una fuente diferente. La expulsión de demonios era muy conocida en el siglo I. ¿Será, pues, que los líderes religiosos del siglo I se acreditaban expulsando demonios? Al parecer, no. Juan el Bautista no parece que fuera exorcista. Después del tiempo de Jesús, Teudas y el Egipcio prometieron milagros, pero Josefo no dice que expulsaran demonios. Honi y Hanina no fueron famosos como exorcistas. La expulsión de demonios era, pues, una especialización: algunos líderes religiosos expulsaban demonios, pero no todos. Considero tremendamente probable que Jesús fuese considerado un exorcista eficaz. A la gente le gustan las categorías netas, de ahí que se haya prestado mucha atención a la cuestión de qué clase de figura era Jesús: ¿dentro de qué categoría debemos colocarle? Morton Smith, por ejemplo, pensaba que se debía considerar a Jesús más un mago que un profeta. 13 Sigo considerando "profeta" como la categoría más apropiada. Jesús, sin embargo, también fue un exorcista eficaz. Un exorcista podía imitar el comportamiento de la persona a quien pretendía curar. Esto podía incluir dar sacudidas, revolcarse por el suelo y cosas parecidas. Las únicas acciones que los evangelios sinópticos atribuyen directamente a Jesús son el hablar, el tocar y el utilizar saliva, pero los pasajes que mencionan el uso de saliva (Me 7,31-37; 8,22-26;) no son expulsiones de demonios. Es posible, sin embargo, que los materiales que atribuían a Jesús un comportamiento extraño hayan sido expurgados de la tradición. Hemos observado que, según Me 3,21, la familia de Jesús trató de llevárselo porque estaba "fuera de sí". Cabe suponer que esto es un resto de un cuerpo de material, en otro tiempo más extenso, que presentaba a Jesús dedicado a un comporta- Los manuscritos antiguos discrepan en el número. Morton Smith, Jesús the Magician.

174<br />

LA FIGURA HISTÓRICA DE JESÚS<br />

(Me 3,21). Volveremos sobre esto más a<strong>de</strong>lante; por el momento, baste<br />

notar que el mismo <strong>Jesús</strong> pudo manifestar un comportamiento excéntrico.<br />

En tercer lugar, los autores <strong>de</strong> los evangelios, y probablemente la tradición<br />

cristiana primitiva anterior a nuestros evangelios, se extendieron<br />

sobre la reputación <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> como exorcista eficaz. Los sumarios generalizado<br />

res tienen este efecto: "le llevaron todos los enfermos y en<strong>de</strong>moniados...<br />

y expulsó a muchos <strong>de</strong>monios" (¿>). Los dos casos más claros <strong>de</strong><br />

extensión, sin embargo, sonjyp. El primero <strong>de</strong> estos pasajes, Mt 9,32-34,<br />

probablemente es creación <strong>de</strong> Mateo. Ilustra la curación <strong>de</strong>l en<strong>de</strong>moniado<br />

mudo. <strong>La</strong> cuestión <strong>de</strong> la invención es importante, y Mt 9,32-34 es un<br />

buen caso que se ha <strong>de</strong> examinar.<br />

Este pasaje es, probablemente, un ejemplo en el cual Mateo creó una<br />

correspon<strong>de</strong>ncia añadida entre la profecía y las obras <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong>. En 11,5,<br />

Mateo cita la respuesta <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> a Juan el Bautista: "Los ciegos ven, los cojos<br />

andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan<br />

y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia". Esto <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> Is 35,5s,<br />

y Mateo probablemente estaba interesado en ejemplificar todos los puntos<br />

<strong>de</strong>l texto probatorio <strong>de</strong> la Escritura. Ya tenía historias <strong>de</strong> la curación <strong>de</strong> un<br />

leproso (8,1-4), <strong>de</strong> la curación <strong>de</strong> un cojo (9,1-8) y <strong>de</strong> la resurrección <strong>de</strong><br />

un muerto (9,18-26), y tan sólo necesitaba las curaciones <strong>de</strong> un ciego y un<br />

mudo. Al parecer, quería poner ejemplos <strong>de</strong> ambas en esta sección <strong>de</strong> su<br />

evangelio, capítulos 8-9. Pue<strong>de</strong> que también quisiera redon<strong>de</strong>ar el número<br />

<strong>de</strong> curaciones llegando hasta diez. Fuera cual fuera la razón por la que lo<br />

hizo, fue él probablemente quien escribió los dos últimos milagros <strong>de</strong> esta<br />

sección. <strong>La</strong> curación <strong>de</strong> un ciego la toma <strong>de</strong> un pasaje que viene más tar<strong>de</strong><br />

(Me 10,46 // Mt 20,29-34), creando por tanto una duplicación; compuso<br />

el presente pasaje (el en<strong>de</strong>moniado mudo) haciendo uso <strong>de</strong> motivos estereotipados.<br />

El mudo quedó curado mediante la expulsión <strong>de</strong> un <strong>de</strong>monio<br />

(un motivo común); la multitud exclamó: "Jamás se vio cosa igual en<br />

Israel" (cf. 8,10: "Jamás he encontrado en Israel una fe tan gran<strong>de</strong>"); y los<br />

fariseos dicen que "expulsa los <strong>de</strong>monios con el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l príncipe <strong>de</strong> los<br />

<strong>de</strong>monios" (tomado <strong>de</strong> 12,24, don<strong>de</strong> esta acusación sigue a la curación <strong>de</strong><br />

un en<strong>de</strong>moniado ciego y mudo).<br />

<strong>La</strong> presente historia <strong>de</strong>muestra, pues, que se podían crear nuevas historias<br />

<strong>de</strong> milagros a partir <strong>de</strong> otras. También vemos, sin embargo, una falta<br />

<strong>de</strong> auténtica capacidad creativa. Para componer sus dos milagros nuevos,<br />

Mateo simplemente saqueó otros. Al parecer, disponía <strong>de</strong> un pequeño<br />

<strong>de</strong>pósito <strong>de</strong> historias tradicionales <strong>de</strong> curación y, cuando necesitaba nuevas,<br />

echaba mano <strong>de</strong> él, en vez <strong>de</strong> ofrecer relatos completamente nuevos.<br />

Le 10,17 es un caso muy parecido. Ya hemos indicado con anterioridad<br />

que, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los doce discípulos, <strong>Jesús</strong> probablemente tenía otros<br />

partidarios, y que Lucas explícito esto añadiendo una misión <strong>de</strong> setenta (o<br />

LOS MILAGROS<br />

175<br />

setenta y dos) 12 seguidores <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong>. No tenía material nuevo, sino que más<br />

bien reutilizó la tradición <strong>de</strong> la misión encomendada por <strong>Jesús</strong> a los doce,<br />

con pequeñas modificaciones. "Los <strong>de</strong>monios se nos someten en tu nombre"<br />

(Le 10,17) <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> Me 6,7 // Le 9,1.<br />

Este análisis, que lleva a la conclusión <strong>de</strong> que los primeros cristianos<br />

crearon en ocasiones pasajes sobre expulsiones <strong>de</strong> <strong>de</strong>monios, simultáneamente<br />

hace improbable que se inventaran el asunto entero. El lector recordará<br />

que, cuando encontramos en los evangelios un motivo que guarda<br />

paralelo muy exacto con un pasaje <strong>de</strong> la Biblia hebrea, siempre <strong>de</strong>bemos<br />

preguntarnos si el pasaje más antiguo ha llevado o no a la creación <strong>de</strong>l posterior.<br />

Isaías predijo que los leprosos serían curados, los sordos oirían y los<br />

mudos hablarían. Sospechamos que Mateo creó una historia sobre un<br />

hombre incapaz <strong>de</strong> hablar para hacer que <strong>Jesús</strong> cumpliera esa predicción.<br />

<strong>La</strong> expulsión <strong>de</strong> <strong>de</strong>monios, sin embargo, no es un tema <strong>de</strong> la Biblia hebrea.<br />

Debe tener, por tanto, una fuente diferente. <strong>La</strong> expulsión <strong>de</strong> <strong>de</strong>monios<br />

era muy conocida en el siglo I. ¿Será, pues, que los lí<strong>de</strong>res religiosos <strong>de</strong>l<br />

siglo I se acreditaban expulsando <strong>de</strong>monios? Al parecer, no. Juan el Bautista<br />

no parece que fuera exorcista. Después <strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong>, Teudas y<br />

el Egipcio prometieron milagros, pero Josefo no dice que expulsaran<br />

<strong>de</strong>monios. Honi y Hanina no fueron famosos como exorcistas. <strong>La</strong> expulsión<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>monios era, pues, una especialización: algunos lí<strong>de</strong>res religiosos<br />

expulsaban <strong>de</strong>monios, pero no todos. Consi<strong>de</strong>ro tremendamente probable<br />

que <strong>Jesús</strong> fuese consi<strong>de</strong>rado un exorcista eficaz.<br />

A la gente le gustan las categorías netas, <strong>de</strong> ahí que se haya prestado<br />

mucha atención a la cuestión <strong>de</strong> qué clase <strong>de</strong> <strong>figura</strong> era <strong>Jesús</strong>: ¿<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

qué categoría <strong>de</strong>bemos colocarle? Morton Smith, por ejemplo, pensaba<br />

que se <strong>de</strong>bía consi<strong>de</strong>rar a <strong>Jesús</strong> más un mago que un profeta. 13 Sigo consi<strong>de</strong>rando<br />

"profeta" como la categoría más apropiada. <strong>Jesús</strong>, sin embargo,<br />

también fue un exorcista eficaz. Un exorcista podía imitar el comportamiento<br />

<strong>de</strong> la persona a quien pretendía curar. Esto podía incluir dar<br />

sacudidas, revolcarse por el suelo y cosas parecidas. <strong>La</strong>s únicas acciones que<br />

los evangelios sinópticos atribuyen directamente a <strong>Jesús</strong> son el hablar, el<br />

tocar y el utilizar saliva, pero los pasajes que mencionan el uso <strong>de</strong> saliva<br />

(Me 7,31-37; 8,22-26;) no son expulsiones <strong>de</strong> <strong>de</strong>monios. Es posible, sin<br />

embargo, que los materiales que atribuían a <strong>Jesús</strong> un comportamiento<br />

extraño hayan sido expurgados <strong>de</strong> la tradición. Hemos observado que,<br />

según Me 3,21, la familia <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> trató <strong>de</strong> llevárselo porque estaba "fuera<br />

<strong>de</strong> sí". Cabe suponer que esto es un resto <strong>de</strong> un cuerpo <strong>de</strong> material, en otro<br />

tiempo más extenso, que presentaba a <strong>Jesús</strong> <strong>de</strong>dicado a un comporta-<br />

Los manuscritos antiguos discrepan en el número.<br />

Morton Smith, <strong>Jesús</strong> the Magician.

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