La figura histórica de Jesús

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09.05.2013 Views

152 LA FIGURA HISTÓRICA DE JESÚS sábado a un hombre que tenía una mano atrofiada diciendo: "Extiende la mano". Esto (según Marcos) hizo que los fariseos y los herodianos se pusieran a planear juntos el modo de acabar con él (Me 3,1-6). Esta rápida secuencia parece que tuvo lugar en unos días tan sólo, durante los cuales la fama de Jesús se extendió por todas partes, y los fariseos, entre otros, decidieron que debía morir. El autor ha condensado los acontecimientos para conseguir un efecto espectacular. Cada historia es sumamente breve. Jesús dice y hace algo, y se produce una reacción inmediata: bien de fama y adulación, bien de hostilidad. En Me 2,1-3,6, que es una colección de historias de oposición, los escribas y fariseos parecen salir de la nada para enfrentarse a Jesús. Él hace algo, ellos dicen algo, él responde y el pasaje termina. En la vida real, las cosas se movieron más lentamente, los diálogos duraron más de unas pocas líneas, hubo una discusión más completa de qué pretendía y quién era, la oposición solamente creció de forma gradual, y la difusión de su fama requirió más de un día o dos. La secciones iniciales de Marcos son sumarios escenificados, en los cuales la vida de Jesús se hace consistir únicamente en ataques rápidos y respuestas breves y enérgicas. No estamos leyendo un diario detallado que nos permita saber cómo era un día corriente en la vida de Jesús. Por razones de insistencia y claridad, deseo hacer una vez más algunos comentarios sobre la naturaleza del material que los evangelios integraron y, también, sobre el modo en que lo utilizaron los autores. Cuando Marcos escribió su evangelio, tenía ante sí muchas perícopas sueltas y las reunió en una narración, sin destruir, no obstante, la forma básica de la perícopa. Ya hemos visto sus enlaces breves: "inmediatamente", "de nuevo" e indicaciones de parecida vaguedad (pp. 96s). Ensartar rápidamente perícopas permitió a Marcos empezar su evangelio de manera espectacularmente enérgica, corriendo a través de breves relatos de curaciones y conflictos, hasta llegar a la conclusión de que algunos planeaban la muerte de Jesús. Mateo y Lucas no siempre conservaron la secuencia de Marcos, y en sus evangelios trasladaron a otros lugares algunas de esas historias. Así, por ejemplo, Mateo no puso la historia de la curación del paralítico donde iría de haber seguido el orden de Marcos, en el capítulo 4, sino en el capítulo 9 junto con las historias de otros milagros. Las perícopas se podían desplazar para ajustarse a los intereses de cada autor. Esto nos recuerda una vez más que los evangelios no son biografías en el sentido moderno de la palabra. Marcos tal vez no fuera el primero que juntó perícopas para componer una historia. Muchos estudiosos piensan que la serie de escenas de conflicto de 2,1-3,6 le llegó ya hecha. Merece la pena señalar que la conclusión (los fariseos y los herodianos se pusieron a planear la muerte de EL COMIENZO DEL MINISTERIO DE JESÚS 153 Jesús) llega demasiado pronto para la estructura del evangelio en su conjunto. Los fariseos y herodianos aparecen de nuevo nueve capítulos más tarde (Me 12,13); en esta ocasión, se dice que tratan de coger en una trampa a Jesús. Históricamente, no es probable que los conflictos, bastante secundarios, de Me 2,1-3,5 condujeran realmente a una confabulación para dar muerte a Jesús (3,6), y desde el punto de vista editorial no es probable que el mismo Marcos creara la confabulación donde ahora se encuentra, en 3,6, para luego introducir de nuevo en 12,13 una versión más débil de la oposición de estos dos partidos. La explicación más probable de 3,6 es que las historias de conflictos de 2,1-3,5 ya habían sido reunidas, y que precedían inmediatamente a la historia del prendimiento, juicio y ejecución de Jesús. Es decir, una colección previa -un protoevangelio- pudo constar de historias de conflictos, una confabulación contra Jesús y la ejecución con éxito de dicha confabulación. 7 Por el momento, es importante ver que, al leer los primeros capítulos de Marcos, no estamos leyendo un diario de primera mano de "la vida con Jesús en Galilea", sino una colección revisada de acontecimientos concretos que originalmente pudieron tener otro contexto. En este capítulo y en el anterior, hemos considerado los entornos físicos y sociales en los cuales actuó Jesús (aldeas, pueblos y espacios abiertos, no ciudades), cómo al principio utilizó las sinagogas para hacerse oír, quién era la gente que juzgaba favorablemente su misión (discípulos, seguidores y simpatizantes), y los primeros grupos de pasajes de los evangelios. Esto nos ha permitido ver el modo de remontarnos desde los evangelios hasta el Jesús histórico. He propuesto, por ejemplo, que las narraciones de la tentación son en parte legendarias y mitológicas, pero que es razonable pensar que Jesús realmente se retiró para orar y ayunar antes de empezar su ministerio público. Hemos visto que las historias de cómo llamó a sus discípulos están condensadas y escenificadas, pero que de hecho llamó a sus discípulos de las aldeas y pueblos pequeños que rodean el mar de Galilea. El estudio del número de los discípulos íntimos y de sus nombres nos ha permitido ver que Jesús mismo utilizó el número 12 simbólicamente. Hemos investigado la historia subyacente tras las afirmaciones, aparentemente contradictorias, de que los discípulos no entendían a Jesús y de que llevaron a cabo una misión independiente mientras él aún vivía. Asimismo, las diversas historias de los evangelios (incluido Juan) relativas a mujeres descansan sobre un sustrato de hechos. La consideración de Me 1,21-3,6 y par. ha dejado claro cómo los autores de los evan- 7 Sobre los protoevangelios, véase supra pp. 83-84.

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LA FIGURA HISTÓRICA DE JESÚS<br />

sábado a un hombre que tenía una mano atrofiada diciendo: "Extien<strong>de</strong> la<br />

mano". Esto (según Marcos) hizo que los fariseos y los herodianos se<br />

pusieran a planear juntos el modo <strong>de</strong> acabar con él (Me 3,1-6).<br />

Esta rápida secuencia parece que tuvo lugar en unos días tan sólo,<br />

durante los cuales la fama <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> se extendió por todas partes, y los fariseos,<br />

entre otros, <strong>de</strong>cidieron que <strong>de</strong>bía morir. El autor ha con<strong>de</strong>nsado los<br />

acontecimientos para conseguir un efecto espectacular. Cada historia es<br />

sumamente breve. <strong>Jesús</strong> dice y hace algo, y se produce una reacción inmediata:<br />

bien <strong>de</strong> fama y adulación, bien <strong>de</strong> hostilidad. En Me 2,1-3,6, que<br />

es una colección <strong>de</strong> historias <strong>de</strong> oposición, los escribas y fariseos parecen<br />

salir <strong>de</strong> la nada para enfrentarse a <strong>Jesús</strong>. Él hace algo, ellos dicen algo, él<br />

respon<strong>de</strong> y el pasaje termina. En la vida real, las cosas se movieron más<br />

lentamente, los diálogos duraron más <strong>de</strong> unas pocas líneas, hubo una<br />

discusión más completa <strong>de</strong> qué pretendía y quién era, la oposición solamente<br />

creció <strong>de</strong> forma gradual, y la difusión <strong>de</strong> su fama requirió más <strong>de</strong><br />

un día o dos. <strong>La</strong> secciones iniciales <strong>de</strong> Marcos son sumarios escenificados,<br />

en los cuales la vida <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> se hace consistir únicamente en ataques<br />

rápidos y respuestas breves y enérgicas. No estamos leyendo un<br />

diario <strong>de</strong>tallado que nos permita saber cómo era un día corriente en la<br />

vida <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong>.<br />

Por razones <strong>de</strong> insistencia y claridad, <strong>de</strong>seo hacer una vez más algunos<br />

comentarios sobre la naturaleza <strong>de</strong>l material que los evangelios integraron<br />

y, también, sobre el modo en que lo utilizaron los autores. Cuando Marcos<br />

escribió su evangelio, tenía ante sí muchas perícopas sueltas y las reunió en<br />

una narración, sin <strong>de</strong>struir, no obstante, la forma básica <strong>de</strong> la perícopa. Ya<br />

hemos visto sus enlaces breves: "inmediatamente", "<strong>de</strong> nuevo" e indicaciones<br />

<strong>de</strong> parecida vaguedad (pp. 96s). Ensartar rápidamente perícopas<br />

permitió a Marcos empezar su evangelio <strong>de</strong> manera espectacularmente enérgica,<br />

corriendo a través <strong>de</strong> breves relatos <strong>de</strong> curaciones y conflictos, hasta<br />

llegar a la conclusión <strong>de</strong> que algunos planeaban la muerte <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong>.<br />

Mateo y Lucas no siempre conservaron la secuencia <strong>de</strong> Marcos, y en sus<br />

evangelios trasladaron a otros lugares algunas <strong>de</strong> esas historias. Así, por<br />

ejemplo, Mateo no puso la historia <strong>de</strong> la curación <strong>de</strong>l paralítico don<strong>de</strong><br />

iría <strong>de</strong> haber seguido el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> Marcos, en el capítulo 4, sino en el<br />

capítulo 9 junto con las historias <strong>de</strong> otros milagros. <strong>La</strong>s perícopas se<br />

podían <strong>de</strong>splazar para ajustarse a los intereses <strong>de</strong> cada autor. Esto nos<br />

recuerda una vez más que los evangelios no son biografías en el sentido<br />

mo<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> la palabra.<br />

Marcos tal vez no fuera el primero que juntó perícopas para componer<br />

una historia. Muchos estudiosos piensan que la serie <strong>de</strong> escenas <strong>de</strong><br />

conflicto <strong>de</strong> 2,1-3,6 le llegó ya hecha. Merece la pena señalar que la conclusión<br />

(los fariseos y los herodianos se pusieron a planear la muerte <strong>de</strong><br />

EL COMIENZO DEL MINISTERIO DE JESÚS<br />

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<strong>Jesús</strong>) llega <strong>de</strong>masiado pronto para la estructura <strong>de</strong>l evangelio en su<br />

conjunto. Los fariseos y herodianos aparecen <strong>de</strong> nuevo nueve capítulos<br />

más tar<strong>de</strong> (Me 12,13); en esta ocasión, se dice que tratan <strong>de</strong> coger en<br />

una trampa a <strong>Jesús</strong>. Históricamente, no es probable que los conflictos,<br />

bastante secundarios, <strong>de</strong> Me 2,1-3,5 condujeran realmente a una confabulación<br />

para dar muerte a <strong>Jesús</strong> (3,6), y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista<br />

editorial no es probable que el mismo Marcos creara la confabulación<br />

don<strong>de</strong> ahora se encuentra, en 3,6, para luego introducir <strong>de</strong> nuevo en<br />

12,13 una versión más débil <strong>de</strong> la oposición <strong>de</strong> estos dos partidos. <strong>La</strong><br />

explicación más probable <strong>de</strong> 3,6 es que las historias <strong>de</strong> conflictos <strong>de</strong><br />

2,1-3,5 ya habían sido reunidas, y que precedían inmediatamente a la<br />

historia <strong>de</strong>l prendimiento, juicio y ejecución <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong>. Es <strong>de</strong>cir, una<br />

colección previa -un protoevangelio- pudo constar <strong>de</strong> historias <strong>de</strong><br />

conflictos, una confabulación contra <strong>Jesús</strong> y la ejecución con éxito <strong>de</strong><br />

dicha confabulación. 7<br />

Por el momento, es importante ver que, al leer los primeros capítulos<br />

<strong>de</strong> Marcos, no estamos leyendo un diario <strong>de</strong> primera mano <strong>de</strong> "la vida con<br />

<strong>Jesús</strong> en Galilea", sino una colección revisada <strong>de</strong> acontecimientos concretos<br />

que originalmente pudieron tener otro contexto.<br />

En este capítulo y en el anterior, hemos consi<strong>de</strong>rado los entornos físicos<br />

y sociales en los cuales actuó <strong>Jesús</strong> (al<strong>de</strong>as, pueblos y espacios abiertos,<br />

no ciuda<strong>de</strong>s), cómo al principio utilizó las sinagogas para hacerse oír,<br />

quién era la gente que juzgaba favorablemente su misión (discípulos,<br />

seguidores y simpatizantes), y los primeros grupos <strong>de</strong> pasajes <strong>de</strong> los evangelios.<br />

Esto nos ha permitido ver el modo <strong>de</strong> remontarnos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los evangelios<br />

hasta el <strong>Jesús</strong> histórico. He propuesto, por ejemplo, que las narraciones<br />

<strong>de</strong> la tentación son en parte legendarias y mitológicas, pero que es<br />

razonable pensar que <strong>Jesús</strong> realmente se retiró para orar y ayunar antes <strong>de</strong><br />

empezar su ministerio público. Hemos visto que las historias <strong>de</strong> cómo<br />

llamó a sus discípulos están con<strong>de</strong>nsadas y escenificadas, pero que <strong>de</strong><br />

hecho llamó a sus discípulos <strong>de</strong> las al<strong>de</strong>as y pueblos pequeños que ro<strong>de</strong>an<br />

el mar <strong>de</strong> Galilea. El estudio <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> los discípulos íntimos y <strong>de</strong> sus<br />

nombres nos ha permitido ver que <strong>Jesús</strong> mismo utilizó el número 12<br />

simbólicamente. Hemos investigado la historia subyacente tras las afirmaciones,<br />

aparentemente contradictorias, <strong>de</strong> que los discípulos no entendían<br />

a <strong>Jesús</strong> y <strong>de</strong> que llevaron a cabo una misión in<strong>de</strong>pendiente mientras él aún<br />

vivía. Asimismo, las diversas historias <strong>de</strong> los evangelios (incluido Juan)<br />

relativas a mujeres <strong>de</strong>scansan sobre un sustrato <strong>de</strong> hechos. <strong>La</strong> consi<strong>de</strong>ración<br />

<strong>de</strong> Me 1,21-3,6 y par. ha <strong>de</strong>jado claro cómo los autores <strong>de</strong> los evan-<br />

7 Sobre los protoevangelios, véase supra pp. 83-84.

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