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09.05.2013 Views

Dr. Aomar Abdel-lah Mohamed Dra. Julia Álvarez Hernández Avalada por: SOCIEDAD ESPAÑOLA DE NUTRICIÓN PARENTERAL Y ENTERAL

Dr. Aomar Abdel-lah Mohamed<br />

Dra. Julia Álvarez Hernández<br />

Avalada por:<br />

SOCIEDAD ESPAÑOLA DE NUTRICIÓN PARENTERAL Y ENTERAL


Guía de actuación:<br />

Soporte nutricional en el paciente quirúrgico


Guía de actuación:<br />

Soporte nutricional en el paciente quirúrgico<br />

Coordinadores<br />

Aomar Abdel-lah Mohamed<br />

Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo<br />

Hospital Clínico Universitario de Salamanca<br />

Julia Álvarez Hernández<br />

Servicio de Endocrinología y Nutrición<br />

Hospital Universitario Príncipe de Asturias<br />

Alcalá de Henares (Madrid)


Editorial Glosa, S.L.<br />

Avinguda de Francesc Cambó, <strong>21</strong>, 5.ª planta - 08003 Barcelona<br />

Teléfonos: 932 684 946 / 932 683 605 - Telefax: 932 684 923<br />

www.editorialglosa.es<br />

ISBN: 978-84-7429-399-9<br />

Depósito legal: B-15.748-2009<br />

Soporte válido<br />

© Nestlé España, S.A.<br />

© Editorial Glosa, S.L. Diseño y composición de la obra.<br />

Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede<br />

ser reproducida ni transmitida en ninguna forma o medio, incluyendo las<br />

fotocopias o cualquier sistema de recuperación de almacenamiento de información,<br />

sin la autorización por escrito del titular de los derechos.


GUÍA DE ACTUACIÓN: SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Índice<br />

Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7<br />

NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

Importancia de la desnutrición en el paciente quirúrgico . . . . . . . . 11<br />

Valoración del estado nutricional y cálculo de requerimientos en el<br />

paciente quirúrgico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27<br />

Tipos de soporte nutricional en cirugía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45<br />

Nutrición enteral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47<br />

Nutrición parenteral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65<br />

Nutrición enteral frente a nutrición parenteral . . . . . . . . . . . . . 93<br />

Importancia de la farmaconutrición en el perioperatorio . . . . . . . . . 99<br />

ASPECTOS PRÁCTICOS<br />

Manejo del soporte nutricional. Protocolo de actuación . . . . . . . . . 113<br />

5


6 GUÍA DE ACTUACIÓN SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

ÍNDICE<br />

SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

Paciente crítico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135<br />

Paciente sometido a cirugía oncológica gastrointestinal . . . . . . . . . 161<br />

Paciente sometido a cirugía bariátrica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179<br />

Paciente sometido a trasplante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197<br />

Paciente sometido a cirugía maxilofacial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209


GUÍA DE ACTUACIÓN: SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Presentación<br />

En las últimas décadas la nutrición clínica ha adquirido una importancia creciente<br />

y cada vez son más los profesionales que, desde un punto de vista<br />

multidisciplinario, se aplican en conseguir un adecuado estado nutricional<br />

de sus pacientes. Este planteamiento resulta especialmente importante en<br />

el paciente quirúrgico, ya que un correcto soporte nutricional está directamente<br />

implicado en la reducción de infecciones, disminución de las complicaciones<br />

quirúrgicas y mejora de la cicatrización, lo que a su vez supone<br />

una reducción en su estancia hospitalaria.<br />

El objetivo de esta primera obra, titulada Guía de actuación: soporte nutricional<br />

en el paciente quirúrgico, es facilitar la labor del cirujano en la aproximación<br />

al soporte nutricional de sus pacientes y favorecer la coordinación<br />

con los especialistas en nutrición, asegurando una mayor calidad en el tratamiento<br />

global de éstos.<br />

La presente es la primera guía publicada sobre nutrición en el paciente quirúrgico.<br />

Avalada por la Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral<br />

(SENPE) y la Asociación Española de Cirujanos (AEC), la guía va dirigida tanto<br />

a los especialistas en nutrición como al colectivo de cirugía.<br />

7


8 GUÍA DE ACTUACIÓN: SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

PRESENTACIÓN<br />

Las temáticas incluidas cubren un amplio espectro de necesidades nutricionales<br />

del paciente quirúrgico, que van desde los aspectos más generales<br />

de nutrición en cirugía hasta el desarrollo de necesidades en diferentes<br />

patologías.<br />

Su formato dinámico, claro y visual, con ilustraciones, tablas, protocolos,<br />

casos reales y algoritmos, la convierte en una guía sencilla y práctica que<br />

favorece la comprensión de todos los conceptos desarrollados.<br />

Si conseguimos interesar a los equipos quirúrgicos sobre la nutrición de<br />

sus pacientes y ayudarles a evitar la desnutrición y abordar adecuadamente<br />

el soporte nutricional especializado, se habrán cumplido los objetivos finales<br />

de esta guía.<br />

Dr. Aomar Abdel-lah Mohamed<br />

Dra. Julia Álvarez Hernández


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

• Importancia de la desnutrición en el paciente quirúrgico<br />

• Valoración del estado nutricional y cálculo de requerimientos<br />

en el paciente quirúrgico<br />

• Tipos de soporte nutricional en cirugía<br />

Nutrición enteral<br />

Nutrición parenteral<br />

Nutrición enteral frente a nutrición parenteral<br />

• Importancia de la farmaconutrición en el perioperatorio


Importancia de la desnutrición<br />

en el paciente quirúrgico<br />

José Sánchez Fernández<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Clínico Universitario de Salamanca<br />

Omar Abdel-lah Fernández<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Vital Álvarez Buylla. Mieres (Asturias)


GUÍA DE ACTUACIÓN: SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Importancia de la desnutrición<br />

en el paciente quirúrgico<br />

El impacto que la desnutrición comporta en los pacientes quirúrgicos es un<br />

tema de gran interés. La desnutrición afecta de forma notoria a la evolución<br />

del proceso quirúrgico con una repercusión desfavorable sobre el aparato<br />

gastrointestinal, los sistemas endocrinológico e inmunitario y la función<br />

cardiorrespiratoria; retarda la cicatrización de las heridas, lo que implica<br />

un aumento de la morbimortalidad y estancias hospitalarias más alargadas,<br />

con el consiguiente incremento del gasto de asistencia hospitalaria.<br />

CONCEPTO Y DEFINICIONES<br />

De modo simplista puede decirse que la desnutrición es la consecuencia<br />

de un aporte escaso y prolongado de nutrientes; sin embargo, un concepto<br />

bioquímico hace mucho más comprensible la definición de desnutrición.<br />

En la figura 1 se expone de manera esquemática la composición corporal,<br />

en la que se basa Sitges Serra para definir la desnutrición como «un trastorno<br />

de la composición corporal, caracterizado por exceso de agua extracelular,<br />

déficit de potasio y de masa muscular, asociado frecuentemente<br />

a disminución de tejido graso e hipoproteinemia, que interfiere en la respuesta<br />

del huésped a la enfermedad y su tratamiento».<br />

13


14 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA DESNUTRICIÓN EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Figura 1. Esquema de composición corporal<br />

Agua<br />

corporal<br />

total<br />

60%<br />

Masa<br />

magra<br />

corporal<br />

20%<br />

K e: potasio corporal total; Na e: sodio corporal total.<br />

Tipos de desnutrición<br />

Agua<br />

extracelular<br />

Na e<br />

(20%)<br />

Agua intracelular<br />

K e<br />

40%<br />

Esqueleto-tejidos de sostén 5%<br />

Masa<br />

celular<br />

corporal<br />

Tejido adiposo<br />

20%<br />

Líquido intersticial<br />

15%<br />

Plasma 5%<br />

Tejido muscular 7,5%<br />

Órganos<br />

parenquimatosos 7,5%<br />

Básicamente, hay tres tipos de desnutrición: desnutrición energética o marasmo,<br />

habitualmente crónico; desnutrición proteica o kwashiorkor, identificado<br />

muchas veces como agudo y desnutrición mixta.


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA DESNUTRICIÓN EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

También existen estados carenciales por déficits concretos de algún micronutriente.<br />

La desnutrición crónica o energética (marasmo) se debe a la privación<br />

prolongada, total o parcial de nutrientes. Desde el punto de vista bioquímico,<br />

se caracteriza por pérdida de tejido graso y disminución de la relación<br />

agua intracelular y agua corporal total, manteniéndose el agua extracelular<br />

y disminuyendo la masa celular corporal a expensas de la proteína<br />

muscular. También hay alteración en la relación Na + /K + corporales totales.<br />

Fuera del medio hospitalario, esta desnutrición se observa en ancianos<br />

que viven solos, individuos en huelga de hambre, vagabundos, toxicómanos,<br />

etc. En el medio clínico se objetiva en pacientes con estenosis<br />

del tubo digestivo, normalmente en su tramo superior, en pancreatitis crónicas<br />

y en situaciones de anorexia de origen neoplásico o nervioso.<br />

Aunque a veces una deficiencia prolongada de aporte proteico puede dar<br />

lugar a kwashiorkor, denominado así por el nombre que le daban los africanos<br />

al pelo rojizo de los desnutridos, habitualmente es una agresión, por<br />

intervención quirúrgica compleja, complicaciones de cirugía menos grave,<br />

quemaduras extensas, infecciones graves o politraumatismos de cualquier<br />

origen, la que provoca este tipo de desnutrición, que se caracteriza por disminución<br />

de masa corporal, en este caso merced tanto a proteína muscular<br />

como visceral, expansión del agua extracelular que causa edemas,<br />

disminución de la relación agua intracelular y agua corporal total e hipoproteinemia.<br />

En general, los pacientes críticos sufren una desnutrición proteica<br />

aguda.<br />

La desnutrición mixta energético-proteica ocurre en pacientes con marasmo<br />

que se ven afectados por un estrés importante. Es la desnutrición más<br />

grave de todas y es fácil comprender que afecta a todos los compartimentos<br />

de la composición corporal.<br />

Por último se consideran los estados carenciales, que son situaciones en<br />

las que hay un déficit de un micronutriente aislado.<br />

15


16 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA DESNUTRICIÓN EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

PREVALENCIA DE LA DESNUTRICIÓN EN PACIENTES<br />

QUIRÚRGICOS<br />

Desde la década de 1970 se habla de desnutrición en los pacientes hospitalizados,<br />

tanto médicos como quirúrgicos. En publicaciones extranjeras<br />

se citan cifras de entre el 13 y el 48,1% de los pacientes hospitalarios desnutridos<br />

(médicos y quirúrgicos). En publicaciones referentes a hospitales<br />

españoles, se establece que la prevalencia de la desnutrición en pacientes<br />

quirúrgicos oscila entre el 30 y el 54% (tabla 1). No obstante, la extrapolación<br />

de los datos de prevalencia de desnutrición en enfermos quirúrgicos<br />

es siempre arriesgada, porque influyen diversos factores que varían según<br />

los diferentes hospitales, entre ellos el nivel de complejidad de la atención<br />

en el hospital, el método de evaluación, el momento de la valoración, etc.<br />

Son múltiples los factores que explican, en parte, las causas de desnutrición<br />

en pacientes quirúrgicos (tabla 2).<br />

Tabla 1. Pacientes quirúrgicos con desnutrición en series de hospitales españoles<br />

Autor Año Desnutrición (%) Tipo de pacientes<br />

Adrió 1980 30 Cirugía general<br />

Celaya 1983 31 Cirugía mayor<br />

Cainzos 1983 50 Neoplasias digestivas<br />

Ortega 1986 46 Cirugía<br />

Serrano 1993 30 Cirugía<br />

Roldán 1995 53 Cirugía y medicina interna<br />

Guzmán 1995 43,5 Cirugía<br />

Prieto 1996 54 Cirugía<br />

Pareja 2000 56,7 Cirugía y medicina interna<br />

Ulibarri 2002 42 Cirugía y medicina interna<br />

Cereceda 2003 23,7 Cirugía


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA DESNUTRICIÓN EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Los pacientes quirúrgicos son especialmente propensos a presentar alteraciones<br />

debido a la patología que motiva su ingreso, el período de ayuno<br />

condicionado por la técnica quirúrgica, especialmente en cirugía digestiva,<br />

y las posibles complicaciones posoperatorias que producen una persistencia<br />

del estado catabólico.<br />

Tabla 2. Causas de desnutrición hospitalaria<br />

Autor Causa<br />

Sitges Serra Situación previa prolongada de ayuno o semiayuno<br />

Aumento de requerimientos nutricionales por la enfermedad de base<br />

Abuso de sueros salinos y glucosados que no aportan la suficiente<br />

cantidad de nutrientes<br />

Pérdidas extraordinarias como complicación del tratamiento quirúrgico<br />

del proceso de base<br />

Mal aprovechamiento de los nutrientes<br />

Johnston Falta de supervisión de la ingesta por el equipo médico o de enfermería<br />

Anorexia asociada con el temor, el malestar y la alteración de la dieta<br />

La responsabilidad de la dieta suele recaer en los miembros menos<br />

entrenados<br />

Falta de revisión de las ingestas nutritivas<br />

Imposibilidad de cumplir con los requerimientos nutricionales<br />

Butterworth Ausencia de registros de estatura y peso<br />

y Weinser Rotación del personal a intervalos frecuentes<br />

Reparto de la responsabilidad de asistencia al enfermo<br />

Retraso de las comidas por causas diagnósticas<br />

Falta de reconocimiento de las necesidades nutricionales como<br />

consecuencia de lesiones o enfermedades<br />

Falta de comunicación entre el médico y el especialista en nutrición<br />

Retraso del apoyo nutricional hasta que el enfermo se encuentra en<br />

un estado de depleción avanzado<br />

Falta de reconocimiento del papel de la nutrición en la prevención y<br />

recuperación de la infección<br />

Realización de intervenciones quirúrgicas sin comprobar si el paciente<br />

está óptimamente nutrido<br />

Infrautilización de las pruebas disponibles para valorar el estado nutricional<br />

17


18 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA DESNUTRICIÓN EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Ulibarri enumera, en una revista de nutrición española (Nutrición Hospitalaria,<br />

2003), las causas que hacen que persistan índices tan elevados de desnutrición<br />

hospitalaria:<br />

1. La Administración, que no tiene en cuenta institucionalmente las necesidades<br />

de los pacientes, siendo en muchas ocasiones los directores<br />

de gestión los que controlan este aspecto.<br />

2. La formación de los profesionales sanitarios, que no evalúan o no tienen<br />

en cuenta la posible desnutrición de los pacientes a su cargo y, lo<br />

que es peor, no solicitan ayuda o control de los expertos —si los hay—<br />

de su hospital.<br />

3. Falta de personal especializado en el diagnóstico y el tratamiento de la<br />

desnutrición.<br />

4. Poca utilización de herramientas de diagnóstico y de filtro de la desnutrición<br />

hospitalaria.<br />

5. Escasa dotación del sistema sanitario de profesionales, enfermeras, dietistas<br />

y médicos con conocimientos adecuados para controlar las necesidades<br />

nutritivas de los pacientes.<br />

6. El sistema educativo, tanto en el pregrado como en el posgrado, aunque<br />

en este último apartado hay controversia y discusión entre los profesionales<br />

sobre quién debe controlar este aspecto.<br />

CONSECUENCIAS DE LA DESNUTRICIÓN<br />

Las consecuencias de la desnutrición en el paciente quirúrgico se relacionan<br />

con la edad, la enfermedad de base, la intensidad de la desnutrición,<br />

la duración de la misma y el grado de agresión. La desnutrición afecta a<br />

todo el organismo<br />

Efectos sobre el peso y la composición corporal. Como se deduce de la definición<br />

de la desnutrición, la disminución de masa magra y de proteínas vis-


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA DESNUTRICIÓN EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

cerales condiciona una pérdida de peso, además de otras alteraciones en<br />

la composición corporal. Se dice que un índice de masa corporal inferior a<br />

13 en los varones y a 11 en las mujeres es incompatible con la vida, aunque<br />

se han observado cifras más bajas en desnutrición marasmática. Si la<br />

desnutrición afecta a niños, éstos presentarán bajo peso y baja talla para<br />

su edad.<br />

Corazón. La desnutrición conlleva una pérdida de masa muscular cardíaca<br />

que causa menor peso y menor tamaño del corazón. A partir de una pérdida<br />

del 10% de masa magra, la pérdida de peso y volumen del corazón se<br />

hace más lenta, posiblemente por la resistencia a ésta, debido al ejercicio<br />

continuo de la víscera.<br />

Riñón. La hipofuncionalidad cardíaca da lugar a una reducción del flujo plasmático<br />

renal y al filtrado glomerular, con los consiguientes cambios de la<br />

función renal.<br />

Pulmones. La infección respiratoria es frecuente en desnutridos, pero aun<br />

sin infección hay hipomovilidad torácica e hiperinsuflación pulmonar, asemejando<br />

un cuadro clínico tipo enfisema.<br />

Aparato digestivo. Tanto el intestino delgado como el grueso se ven afectados<br />

por la falta de disponibilidad de nutrientes, debido a la gran rapidez<br />

de proliferación del enterocito y del colonocito. La mucosa intestinal<br />

impermeable a las macromoléculas está alterada en la desnutrición<br />

en su función de barrera defensiva. Esta función defensiva se halla constituida<br />

por la propia anatomía de la mucosa, la secreción de mucina, la<br />

microflora simbiótica y el sistema inmunológico denominado GALT, que<br />

corresponde a tejido linfoide del intestino cuyos principales componentes<br />

son las células linfoides de la lámina propia, la IgA secretora y los<br />

folículos y ganglios linfoides. El mayor cambio en la desnutrición reside<br />

en el descenso de la producción de IgA secretora.<br />

En cuanto al hígado, se producen atrofia, vacuolización de las células y<br />

hemosiderosis.<br />

19


20 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA DESNUTRICIÓN EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Sistema endocrino. Durante el ayuno, se activa el eje hipotálamo-hipófisosuprarrenal<br />

y quedan inhibidos el gonadal y el tiroideo. Hay aumento de la<br />

hormona del crecimiento e hipercortisolismo provocado por el aumento de<br />

la hormona adrenocorticotropa (ACTH). Los niveles de T 3 y T 4 están disminuidos<br />

y, por lo tanto, se reducen el índice metabólico basal y el catabolismo<br />

muscular. También hay disminución de testosterona y estrógenos,<br />

siendo la amenorrea un síntoma frecuente.<br />

Sistema inmunológico. La desnutrición se considera una de las causas más<br />

importantes de la alteración del sistema inmunológico, facilitando la infección<br />

y, por lo tanto, el aumento del índice de complicaciones y la mortalidad.<br />

El sistema inmunológico se ve afectado levemente en la desnutrición<br />

marasmática, siendo en el kwashiorkor donde se producen alteraciones<br />

más notables, sobre todo en cuanto a la inmunidad mediada por células.<br />

Piel. La piel se adelgaza y pierde elasticidad y, a medida que persiste la<br />

desnutrición, aparecen zonas eritematosas, atrofia, hiperqueratosis e hiperpigmentación.<br />

Las úlceras por presión son más frecuentes y las heridas tardan<br />

más tiempo en cicatrizar.<br />

Función mental. La desnutrición en el adulto puede dar origen a depresión,<br />

trastornos cognitivos y otras alteraciones, en parte por la falta de algún<br />

nutriente específico.<br />

MECANISMOS DE DESNUTRICIÓN<br />

La desnutrición precede a la enfermedad y es al mismo tiempo consecuencia<br />

de ésta. En el sujeto sano el ayuno prolongado puede provocar la muerte.<br />

Si esta falta de ingesta se da en un paciente grave, se suma a los cambios<br />

metabólicos asociados a la enfermedad.<br />

La respuesta metabólica al estrés agudo engloba cambios en el metabolismo<br />

de los principios inmediatos dirigidos a aumentar la disponibilidad de


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA DESNUTRICIÓN EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

éstos. Esta respuesta, a diferencia del ayuno, tiene lugar aunque continúe<br />

el aporte de nutrientes.<br />

Respuesta metabólica al ayuno<br />

El ayuno puede ser corto o prolongado; según algunos autores, el ayuno<br />

corto —con privación de nutrientes— dura 3 días, aunque para otros la estimación<br />

es de una semana.<br />

Unas horas después de la ingesta y pasado el período posabsortivo, disminuyen<br />

la glucemia y la insulinemia y aumentan el glucagón y las catecolaminas,<br />

iniciándose la glucogenolisis hepática, es decir, la conversión en<br />

glucosa del glucógeno hepático y plasmático. Estos mecanismos reguladores<br />

son frenados por la siguiente ingesta y cuando ésta no se produce<br />

la glucogenolisis continúa, utilizándose más glucógeno hepático que muscular.<br />

La cantidad de glucógeno utilizable es de alrededor de 150 g, que<br />

proporcionan 600 kcal y que son utilizados por los tejidos, el cerebro, la<br />

médula renal y los hematíes, que necesitan el suministro exclusivo de este<br />

macronutriente.<br />

A partir de las 12-14 horas de ayuno, se inicia la gluconeogénesis como<br />

complemento de la glucogenolisis, que tiene por misión obtener glucosa de<br />

otras fuentes para así nutrir a los tejidos mencionados en los que la glucosa<br />

es, hasta entonces, el nutriente exclusivo. En la gluconeogénesis, la<br />

glucosa se obtiene en el hígado a partir de las siguientes tres fuentes:<br />

1. Glicerol, que se produce junto con ácidos grasos libres por hidrólisis de<br />

los triglicéridos.<br />

2. Aminoácidos, procedentes de la proteólisis, sobre todo glutamina y especialmente<br />

alanina, y que aportan la mayor cantidad de glucosa, pero a<br />

costa de una importante pérdida proteica.<br />

3. Lactato, que se libera del músculo mediante glucólisis anaerobia.<br />

<strong>21</strong>


22 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA DESNUTRICIÓN EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

La mayor parte de esta glucosa está destinada a nutrir al cerebro. El resto<br />

del organismo se nutre de ácidos grasos libres que, procedentes de la<br />

hidrólisis de los triglicéridos, son transportados por la albúmina a los<br />

diferentes tejidos y aprovechados en ellos debido al bajo nivel de insulinemia<br />

que acompaña a esta situación. En este caso, los ácidos grasos se oxidan<br />

y se transforman en cuerpos cetónicos, nutrientes principales de los<br />

tejidos, salvo aquellos glucosa-dependientes.<br />

Desde el punto de vista hormonal, la hipoglucemia se acompaña de hipoinsulinemia<br />

con escaso aumento de glucagón y otras hormonas contrarreguladoras,<br />

lo que permite disminuir el gasto calórico y, por lo tanto, ahorrar<br />

energía.<br />

Transcurridos 5-7 días, la pérdida proteica, alrededor de 75 g diarios, cuya<br />

metabolización proporciona la glucosa necesaria, se hace insostenible,<br />

puesto que afecta a proteínas que son imprescindibles para otras funciones<br />

y la energía tiene que ser proporcionada por otros mecanismos.<br />

Progresivamente, la glucemia disminuye y la glucosa comienza a ser sintetizada<br />

por el riñón. La reducción del metabolismo de hidratos de carbono<br />

produce déficit de oxalacetato, que es necesario para introducir los cuerpos<br />

cetónicos en el ciclo de Krebs y, como consecuencia, la utilización de<br />

los mencionados cuerpos cetónicos disminuye, lo que aumenta su concentración<br />

en plasma. La elevación de esta concentración permite a los<br />

cuerpos cetónicos traspasar la barrera hematoencefálica, pudiendo ser<br />

empleados por el cerebro como fuente de energía. Así pues, en esta situación,<br />

los nutrientes requeridos están asegurados mientras haya reserva de<br />

materia grasa, lo cual, evidentemente, depende de las reservas iniciales;<br />

en condiciones normales, se estima que los nutrientes pueden durar alrededor<br />

de un mes.<br />

Todo ello se acompaña de alteraciones bioquímicas, que se mencionan a<br />

continuación. La glucemia disminuye bruscamente a partir del tercer día y


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA DESNUTRICIÓN EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

luego se estabiliza en una cifra de alrededor de 50 mg/dl. Los ácidos grasos<br />

están elevados y los cuerpos cetónicos experimentan un aumento a<br />

partir del quinto día. Los aminoácidos, los glucogénicos, la glutamina y,<br />

especialmente, la alanina están elevados; los ramificados aumentan en los<br />

3 a 5 primeros días, para luego decrecer progresivamente; la glicina aumenta<br />

de manera progresiva durante todo el proceso.<br />

Merece la pena destacar algunas alteraciones que se producen en el intestino<br />

delgado, hasta hace poco considerado en cuanto a su función absortiva<br />

y, ahora, muy especialmente en cuanto a la defensa inmunológica y de<br />

barrera y como procesador de algunos nutrientes, de forma que se lo considera<br />

un órgano inmunológico con entidad propia. La captación de glutamina<br />

y el envío al hígado para producir alanina en el proceso de gluconeogénesis<br />

constituyen la faceta más importante del papel que desempeña el<br />

intestino delgado.<br />

Respuesta metabólica a la agresión quirúrgica<br />

El paciente sometido a una intervención quirúrgica mayor sufre estrés. El<br />

estrés es la respuesta del organismo ante el estímulo de la intervención,<br />

que se considera como nocivo. Esta respuesta es de tipo neuroendocrino<br />

y consiste en proporcionar sustratos energéticos para mantener las funciones<br />

vitales, reparar los órganos lesionados y mantener las constantes<br />

vitales. Esta situación se produce también en casos de sepsis, politraumatismos<br />

y quemaduras extensas.<br />

La respuesta provoca cambios en el metabolismo de los principios inmediatos<br />

para aumentar la cantidad de glucosa, aminoácidos y ácidos grasos libres<br />

y, al contrario que en el ayuno, la situación se mantiene aunque haya aporte<br />

de nutrientes, siendo mediada por la liberación de citocinas, la activación del<br />

eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal, junto con hipersecreción de prolactina y<br />

hormona del crecimiento con bajos niveles de factor de crecimiento insulínico<br />

1 (IGF-1), y la disminución de la actividad de los ejes gonadal y tiroideo.<br />

23


24 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA DESNUTRICIÓN EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Las fases de evolución de esta respuesta han tenido diversas sinonimias<br />

en los últimos años. Hoy en día se opta por distinguir dos fases: ebb o hipodinámica<br />

y flow o catabólica.<br />

La fase ebb comienza tras la agresión y su duración oscila entre 24 y<br />

72 horas, según la intensidad de la agresión mencionada. Se produce un<br />

importante hipercatabolismo que origina la disposición de gran cantidad de<br />

sustrato energético, aunque como hay hipoperfusión e hipooxigenación<br />

de los tejidos, por reducción del gasto cardíaco y disminución del flujo sanguíneo,<br />

no puede ser aprovechado en su totalidad.<br />

Con respecto al metabolismo de los hidratos de carbono, inicialmente se<br />

produce —como en el ayuno— glucogenolisis y, posteriormente, gluconeogénesis<br />

para la obtención de glucosa, que es metabolizada mediante glucólisis<br />

anaerobia con producción de ácido láctico.<br />

El catabolismo proteico produce liberación de aminoácidos en el hígado que<br />

son utilizados en la gluconeogénesis, pero también para la producción de<br />

proteínas reactantes de fase aguda. A diferencia del ayuno, esta proteólisis<br />

no se limita en el tiempo y continúa la pérdida proteica, lo que a la larga<br />

ocasiona una importante alteración de la proteína muscular y visceral<br />

con afectación enzimática y, por lo tanto, repercute sobre las funciones<br />

específicas de carácter vital.<br />

Además, el hipercatabolismo incluye a los triglicéridos con producción de<br />

glicerol y ácidos grasos libres. El glicerol se emplea en la gluconeogénesis;<br />

los ácidos grasos, que debido a la hipoperfusión y la hipooxigenación no<br />

pueden ser aprovechados en tejidos periféricos, son utilizados por el hígado<br />

para la cetogénesis, disminuyendo así la proteólisis, lo que a su vez<br />

hace que se reduzca el tiempo de la fase ebb.<br />

La fase flow comienza de forma progresiva, se recupera el volumen sanguíneo<br />

y aumenta el gasto cardíaco, mejorando la hipoperfusión y la anoxia.<br />

Al oxigenarse mejor los tejidos, se incrementa el gasto metabólico basal


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA DESNUTRICIÓN EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

y se favorece la termogénesis; estos efectos son contrarios a los del ayuno,<br />

en el cual hay disminución tanto del gasto metabólico de reposo como<br />

de la temperatura corporal.<br />

En esta fase nos encontramos con una hiperglucemia debido al aumento<br />

de la producción de glucosa y con niveles elevados de insulina debido a<br />

la hiperglucemia y a la resistencia de los tejidos a ésta.<br />

Persisten la formación de reactantes de fase aguda y el catabolismo proteico<br />

con liberación de aminoácidos glucogénicos, alanina y glutamina, especialmente<br />

el primero de ellos. Si la situación previa era de desnutrición o<br />

ayuno prolongado, hay una afectación importante de la masa magra.<br />

Con respecto a los lípidos, prosigue la producción de ácidos grasos libres<br />

utilizados en la cetogénesis que continúa aunque se administre glucosa por<br />

vía oral o parenteral.<br />

Como se ha mencionado al definir la situación de estrés, hay una respuesta<br />

neuroendocrina que afecta a la insulina, a los ejes somatotropo, hipotálamo-hipófiso-suprarrenal,<br />

lactotropo, tirotropo y gonadotropo y a las citocinas<br />

y que regula todo el proceso metabólico tras la agresión.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

• Celaya Pérez S. Tratado de nutrición artificial. Madrid: Aula Médica; 1998.<br />

• Gil Hernández A. Tratado de nutrición. Tomo IV. Madrid: Acción Médica; 2005.<br />

• Keith JN. Bedside nutrition assessment past, present, and future: a review of the subjective<br />

global assessment. Nutr Clin Pract. 2008 Aug-Sep;23(4):410-6.<br />

• Martins CP, Correia JR, Do Amaral TF. Undernutrition risk screening and length of stay of<br />

hospitalized elderly. J Nutr Elder. 2005;25(2):5-<strong>21</strong>.<br />

• Sitges Serra A. Alimentación parenteral. Bases metabólicas y técnicas. Barcelona: Salvat<br />

Editores; 1986.<br />

• Ulibarri Pérez JI, coordinador. El libro blanco de la desnutrición clínica en España. Madrid:<br />

Acción Médica; 2004.<br />

• Ulibarri Pérez JI. La desnutrición hospitalaria. Nutr Hosp. 2003;18(2):53-6.<br />

25


Valoración del estado nutricional y cálculo<br />

de requerimientos en el paciente quirúrgico<br />

José Sánchez Fernández<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Clínico Universitario de Salamanca<br />

Omar Abdel-lah Fernández<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Vital Álvarez Buylla. Mieres (Asturias)


GUÍA DE ACTUACIÓN: SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Valoración del estado nutricional y cálculo<br />

de requerimientos en el paciente quirúrgico<br />

La valoración del estado nutricional consiste en identificar los pacientes<br />

que presentan problemas nutricionales (cribaje) y evaluar su estado nutricional<br />

(evaluación), para así determinar la necesidad y eficacia de una terapia<br />

nutricional<br />

CRIBADO<br />

Es muy conveniente realizar un cribado de desnutrición a los pacientes en<br />

el momento del ingreso hospitalario y también durante su estancia, ya que<br />

muchos se desnutren en el hospital. El método ideal —que, desgraciadamente,<br />

no existe— debería ser fácil de realizar, barato, rápido, reproducible<br />

y validado, así como muy sensible y muy específico.<br />

Existen varios métodos a nuestro alcance, que pueden consultarse en cualquier<br />

manual de nutrición y que a continuación se resumen: Valoración Global<br />

Subjetiva (VGS), con versiones para enfermos oncológicos y otra generada<br />

por el paciente (VGS-GP); Control de Nutrición (CONUT); Nutritional<br />

Screening Tool (NST); Nutritional Risk Screening (NRS); Malnutrition Universal<br />

Screening Tool (MUST), y Mini Nutritional Assessment (MNA).<br />

En este capítulo se describe en detalle la VGS-GP (tablas 1 y 2), valoración<br />

recomendada por la Asociación Americana de Nutrición Parenteral y Enteral<br />

(ASPEN). En el capítulo de «Aspectos prácticos. Manejo del soporte nutricional.<br />

Protocolo de actuación» se describirá el método MUST.<br />

29


30 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL Y CÁLCULO DE REQUERIMIENTOS<br />

EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Tabla 1. Valoración Global Subjetiva Generada por el Paciente (VGS-GP)<br />

Conteste el siguiente formulario con los datos que se le piden o tome una opción<br />

cuando se ofrecen varias<br />

Nombre y Apellidos<br />

Fecha<br />

Edad años<br />

Peso actual kg<br />

Peso hace 3 meses kg<br />

Alimentación con respecto<br />

al mes pasado:<br />

Como más<br />

Como igual<br />

Como menos<br />

Tipos de alimentos<br />

Dieta normal<br />

Pocos sólidos<br />

Sólo líquidos<br />

Sólo preparados nutricionales<br />

Muy pocos<br />

Actividad cotidiana en el último mes<br />

Normal<br />

Menor de lo habitual<br />

Sin ganas de nada<br />

Paso más de la mitad del día en<br />

cama o sentado<br />

Dificultades para alimentarse<br />

SÍ<br />

NO<br />

Si la respuesta es SÍ, señale cuáles de<br />

los siguientes problemas presenta:<br />

Falta de apetito<br />

Ganas de vomitar<br />

Vómitos<br />

Estreñimiento<br />

Diarrea<br />

Olores desagradables<br />

Me siento lleno/a enseguida<br />

Dificultad para tragar<br />

Problemas dentales<br />

Depresión<br />

Problemas económicos<br />

Dolor, ¿dónde?<br />

Continúa


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL Y CÁLCULO DE REQUERIMIENTOS<br />

EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Tabla 1. Valoración Global Subjetiva Generada por el Paciente (VGS-GP) (Continuación)<br />

A responder por el médico<br />

Enfermedades<br />

Tratamiento oncológico<br />

Otros tratamientos<br />

Exploración física<br />

Pérdida de tejido adiposo:<br />

SÍ. Grado<br />

NO<br />

Pérdida de masa muscular<br />

SÍ. Grado<br />

NO<br />

Edemas y/o ascitis<br />

SÍ. Grado<br />

NO<br />

Úlceras por presión<br />

SÍ<br />

NO<br />

Fiebre<br />

SÍ<br />

NO<br />

Albúmina antes del tratamiento oncológico g/dl<br />

Prealbúmina tras el tratamiento oncológico mg/dl<br />

31


32 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL Y CÁLCULO DE REQUERIMIENTOS<br />

EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Tabla 2. Valoración Global, de acuerdo con la tabla 1<br />

Dato clínico A B C<br />

Pérdida de peso < 5% 5-10% > 10%<br />

Alimentación Normal Deterioro leve/moderado Deterioro grave<br />

Impedimentos para la ingesta No Leves/moderados Graves<br />

Deterioro de la actividad No Leve/moderado Grave<br />

Edad < 65 > 65 > 65<br />

Úlceras por presión No No Sí<br />

Fiebre/corticosteroides No Leves/moderados Elevados<br />

Tratamiento antineoplásico Bajo riesgo Medio riesgo Alto riesgo<br />

Pérdida adiposa No Leve/moderada Elevada<br />

Pérdida muscular No Leve/moderada Elevada<br />

Edemas/ascitis No Leves/moderados Importantes<br />

Albúmina (previa al tratamiento) > 3,5 3-3,5 < 3<br />

Prealbúmina (tras el tratamiento) > 18 15-18 < 15<br />

A: buen estado nutricional; B: desnutrición moderada o riesgo de desnutrición; C: desnutrición<br />

grave.<br />

EVALUACIÓN NUTRICIONAL<br />

Para los cirujanos es muy importante valorar el estado de nutrición de sus<br />

pacientes, pues, si bien en general el paciente normonutrido no es tributario<br />

de alimentación artificial preoperatoria, en el paciente desnutrido el<br />

suplemento nutricional parenteral o enteral durante un período más o menos<br />

largo —dependiendo del grado de desnutrición y de las circunstancias personales—<br />

hace que disminuyan el índice de complicaciones posoperatorias,<br />

la estancia hospitalaria y el tiempo necesario para la restauración de<br />

la normalidad después de la agresión quirúrgica.


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL Y CÁLCULO DE REQUERIMIENTOS<br />

EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Para la valoración del estado nutricional hay numerosas pruebas; algunas<br />

son sencillas y, otras, sofisticadas o difíciles de realizar, no están disponibles<br />

en todos los hospitales (tabla 3).<br />

Tabla 3. Métodos de valoración nutricional<br />

Técnica Tipo de Método Utilización<br />

valoración utilizado sistemática<br />

IMC Anatómica Báscula y tallímetro Sí<br />

Masa libre de grasa Anatómica Impedanciometría No<br />

Densitometría No<br />

Ke No<br />

Masa grasa Anatómica Calibrador graso/TC/RM Sí/No/No<br />

Densitometría No<br />

Proteína muscular Anatómica Perímetro del brazo Sí<br />

C<strong>MB</strong> Sí<br />

Proteína visceral Anatómica Albúmina, prealbúmina,<br />

transferrina, colesterol,<br />

proteína de unión al retinol<br />

Sí<br />

Masa celular Anatómica Impedanciometría<br />

multifrecuencia<br />

No<br />

Masa ósea Anatómica DEXA, ultrasonidos No<br />

Función inmunológica Funcional Número de linfocitos/<br />

prueba de sensibilidad<br />

retardada<br />

Sí/No<br />

Global Funcional Historia clínica Sí<br />

VGS Sí<br />

MNA Sí<br />

C<strong>MB</strong>: circunferencia muscular del brazo; DEXA: absorciometría dual de rayos X; IMC: índice de<br />

masa corporal; Ke: potasio corporal total; MNA: Mini Nutritional Assessment; RM: resonancia magnética;<br />

TC: tomografía computarizada; VSG: Valoración Global Subjetiva.<br />

Un buen marcador nutricional debería cumplir una serie de requisitos, como,<br />

por ejemplo, alterarse en la desnutrición, no alterarse en el paciente nor-<br />

33


34 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL Y CÁLCULO DE REQUERIMIENTOS<br />

EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

monutrido y normalizarse en el paso de hiponutrido a normonutrido, además<br />

de no verse afectado por otras situaciones. Hoy en día, no hay ninguna<br />

prueba o marcador que cumpla estrictamente estas condiciones, por lo<br />

que hay que valerse de varios de ellos.<br />

La composición corporal, de la cual ya se ha expuesto un esquema (v. pág.<br />

14), puede explicarse según diferentes modelos o niveles que pueden resultar<br />

útiles para conocerla mejor.<br />

Si se considera un modelo bicompartimental, el organismo puede dividirse<br />

en compartimento graso y compartimento libre de grasa. Ambos tienen<br />

unas características especiales. El primero es anhidro, libre de potasio y<br />

su densidad a 37 °C es de 0,9 g/ml. El segundo tiene una densidad de 1,1<br />

g/ml, un 72-7% de agua y la cantidad total de potasio es bastante estable<br />

(60-70 mmol/kg en hombres y 50-60 mmol/kg en mujeres; y, según<br />

otros autores, 2,66 g/kg en hombres y 2,50 g/kg en mujeres).<br />

Pero también puede considerarse la composición del cuerpo humano en<br />

otros niveles. Si se atiende al nivel atómico, la composición es, en un 99%,<br />

a base de nitrógeno, carbono, oxígeno, hidrógeno, calcio y fósforo. Si el<br />

nivel considerado es el molecular, la composición es agua, lípidos y proteínas,<br />

principalmente. Si se consideran las células, la composición es masa<br />

celular, fluido extracelular y sólidos extracelulares. A nivel tisular hay músculo,<br />

tejido adiposo, hueso, sangre y otros. Y, por último, puede considerarse<br />

el cuerpo humano en su conjunto.<br />

Según el nivel que se considere, pueden realizarse unas pruebas u otras,<br />

las cuales indicarán las posibles alteraciones de la composición normal del<br />

organismo. A continuación, se describen las pruebas más habituales.<br />

Antropometría<br />

La pérdida de peso, sobre todo si es reciente, debe poner en alerta para<br />

identificar una posible desnutrición.


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL Y CÁLCULO DE REQUERIMIENTOS<br />

EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Peso y talla. Si bien son fáciles de cuantificar, no siempre estas medidas<br />

se toman de forma sistemática en el momento del ingreso hospitalario. El<br />

índice de masa corporal (IMC) responde a la fórmula Peso/Talla 2 , expresados<br />

en kilogramos (kg) y en metros (m), respectivamente. Entre 18,5 y 24,9<br />

se considera normal; entre 17 y 18,4, desnutrición leve; entre 16 y 16,9,<br />

desnutrición moderada, y menos de 16, desnutrición grave. Cifras superiores<br />

a 25 se consideran, progresivamente, sobrepeso y obesidad.<br />

Pliegues cutáneos. Utilizados para cuantificar el tejido graso subcutáneo,<br />

los pliegues cutáneos más frecuentemente medidos son el tricipital y el<br />

subescapular. El pliegue tricipital (PT) se mide utilizando un calibrador graso,<br />

que ejerce una presión de 10 g/mm 2 , en el punto medio entre el acromion<br />

y el olécranon, cogiendo un pellizco transversal de la piel con el tejido<br />

celular subcutáneo, calibrando en milímetros (mm). Se repite la maniobra<br />

tres veces y se toma la media de las tres mediciones. El pliegue subescapular<br />

se mide de forma parecida, 1 cm por debajo de la punta de la<br />

escápula y con un pellizco en dirección oblicua de 45° hacia arriba. Existen<br />

fórmulas que calculan la masa grasa con una combinación de las mediciones<br />

de varios pliegues, pero lo más habitual es la comparación bien<br />

con mediciones anteriores o posteriores del mismo paciente, bien con<br />

cifras publicadas, siendo la referencia más importante las cifras de<br />

Alastrue.<br />

Circunferencia del brazo (CB). Se realiza con una cinta métrica en el punto<br />

donde se toma el pliegue tricipital. Da lugar al cálculo de la circunferencia<br />

muscular del brazo (C<strong>MB</strong>) y al área muscular del brazo (A<strong>MB</strong>) mediante<br />

las siguientes fórmulas:<br />

C<strong>MB</strong> (cm) = CB (cm) – 3,14 × PT (cm)<br />

A<strong>MB</strong> (cm 2 ) =<br />

C<strong>MB</strong> 2<br />

4 × 3,14<br />

35


36 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL Y CÁLCULO DE REQUERIMIENTOS<br />

EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Determinaciones bioquímicas<br />

Albúmina. Marcador de proteína visceral, tiene una semivida de 20 días.<br />

Valores entre 2,8 y 3,5 g/dl indican depleción leve; entre 2,1 y 2,7 g/dl,<br />

depleción moderada, y por debajo de 2,1 g/dl, depleción grave. Junto con la<br />

albúmina se determinan otras proteínas de semivida más corta y, por lo tanto,<br />

con rápida respuesta a la desnutrición, como la transferrina (7-8 días),<br />

la prealbúmina (2 días) y la proteína ligada a retinol (0,5-1 días). También el<br />

colesterol puede ser un buen marcador de proteína visceral.<br />

Algunas cifras proteicas pueden afectarse por circunstancias ajenas al estado<br />

nutricional. En este sentido, la albúmina está afectada en hepatopatía<br />

crónica, redistribución (paso de albúmina presente en el espacio intersticial<br />

al espacio intravascular), hemodilución o hemoconcentración, o tratamiento<br />

con seroalbúmina. La proteína de unión al retinol puede tener cifras<br />

artificialmente elevadas en la enfermedad renal, al ser metabolizada por el<br />

riñón. El colesterol tiene cifras anormalmente altas en los casos de hipercolesterolemia<br />

previa e ictericia obstructiva.<br />

La función inmunológica, afectada en la desnutrición, se valora mediante<br />

el recuento total de linfocitos y las cada vez menos usadas pruebas cutáneas<br />

de hipersensibilidad retardada. Cifras de linfocitos de 1.200-2.000<br />

cel/mm 3 indican depleción leve; de 800-1.200 cel/mm 3 , depleción moderada,<br />

y menos de 800 cel/mm 3 , depleción grave.<br />

Densitometría o hidrodensitometría<br />

En base a las características del modelo bicompartimental, es posible averiguar<br />

la composición corporal con densitometría, si bien tiene el inconveniente<br />

de que es necesario sumergir al paciente en agua.<br />

Dilución isotópica<br />

Se realiza con dilución de diversos isótopos (hidrógeno, deuterio, tritio, 40 K<br />

o 42 K). Mediante los tres primeros se calcula el agua corporal total; con los


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL Y CÁLCULO DE REQUERIMIENTOS<br />

EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

dos últimos, junto con la medición en una gammacámara, se obtiene la cantidad<br />

de potasio corporal total.<br />

Impedancia bioeléctrica<br />

Este método se basa en que el agua corporal, debido a la presencia de electrolitos<br />

disueltos, transmite la corriente eléctrica, mientras que la grasa y<br />

el tejido óseo son relativamente no conductores. La técnica consiste en<br />

aplicar al organismo una corriente de baja intensidad y medir su conductividad.<br />

Los electrodos son colocados normalmente en el dorso de la mano<br />

y el dorso del pie y, según la composición corporal (agua buen conductor,<br />

grasa mal conductor), pueden estimarse los porcentajes de los compartimentos<br />

grasos, libres de grasa y agua corporal total. La impedanciometría<br />

multifrecuencia permite determinar la composición de los espacios intracelular<br />

y extracelular. Es una técnica sencilla de realizar, pero no todos<br />

los hospitales disponen de los aparatos necesarios.<br />

Absorciometría<br />

Mediante esta técnica se verifica la cuantificación de la atenuación de una<br />

radiación gamma o de rayos X al atravesar el cuerpo humano. Se utiliza<br />

habitualmente para medir la densidad ósea y el contenido mineral del hueso.<br />

Puede usarse radiación de una sola energía ( 125 I), de fuente dual ( 153 Gd)<br />

y la absorciometría dual de rayos X (DEXA; dual energy X-ray absorciometry),<br />

que permite estimar el compartimento graso y el compartimento libre de<br />

grasa.<br />

Pruebas de imagen<br />

Los ultrasonidos, la tomografía computarizada y la resonancia magnética se<br />

emplean, a veces, para valorar la composición corporal, basándose en la distinta<br />

densidad radiológica o magnética de los diversos tejidos.<br />

37


38 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL Y CÁLCULO DE REQUERIMIENTOS<br />

EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

CÁLCULO DE LOS REQUERIMIENTOS<br />

Para realizar el cálculo de los requerimientos energéticos de un paciente,<br />

en primer lugar hay que tener en cuenta que, en el aporte de macronutrientes<br />

(hidratos de carbono, grasas y proteínas), los dos primeros son los<br />

que proporcionan la energía, en tanto que el aporte proteico es necesario<br />

como materia plástica para cubrir la producción de hormonas, enzimas, etc.<br />

Fundamentalmente, hay dos métodos de cálculo de los requerimientos energéticos<br />

de un paciente determinado:<br />

1. Cálculo mediante calorimetría indirecta. Se basa en la medida del consumo<br />

de oxígeno (VO2) y la producción de anhídrido carbónico (VCO2), realizada con un calorímetro. Existen dos tipos: calorimetría indirecta<br />

circulatoria (con medición de gases en sangre y aplicación de fórmulas<br />

adecuadas) y calorimetría indirecta respiratoria (requiere aparatos y, si<br />

bien su empleo se está extendiendo, cuando un hospital dispone de<br />

ellos lo más normal es que éstos estén en las unidades de críticos).<br />

2. Cuando no puede realizarse calorimetría indirecta, lo habitual es utilizar<br />

fórmulas para evaluar los mencionados requerimientos. La fórmula<br />

más utilizada es la que propusieron, en 1919, Harris y Benedict (H-B),<br />

que es diferente para hombres y mujeres y cuya expresión es la siguiente:<br />

= 66,473 + (13,7561 × Peso [kg]) + (5,033 × Talla [cm])<br />

– (6,755 × Edad [años])<br />

= 655,0955 + (9,5634 × Peso [kg]) + (1,8496 × Talla [cm])<br />

– (4,6756 × Edad [años])<br />

La cifra resultante, medida en kcal/24 horas, corresponde al gasto metabólico<br />

en reposo (GMR) o gasto energético basal (GEB) que tiene que<br />

incrementarse con unos porcentajes en relación con la actividad del<br />

paciente y el grado metabólico de estrés. Dichos porcentajes varían entre<br />

el 20 y el 50-70%.


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL Y CÁLCULO DE REQUERIMIENTOS<br />

EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Para algunos autores, incluido el propio Benedict en un estudio publicado<br />

unos años después, la fórmula sobreestima en algunos pacientes el GMR<br />

entre un 5 y un 15%.<br />

Los requerimientos proteicos se realizan teniendo en cuenta el grado de<br />

estrés del paciente y, en este sentido, el aporte de aminoácidos y concretamente<br />

de nitrógeno oscila entre 1 g de nitrógeno por cada 80-90 kcal no<br />

proteicas (en las situaciones más hipercatabólicas y, por lo tanto, de mayor<br />

estrés) y 1 g de nitrógeno cada 150 kcal no proteicas (en las situaciones<br />

de estrés mínimo) (tablas 4, 5 y 6). Hay que tener en cuenta que 6,25 g de<br />

proteínas proporcionan 1 g de nitrógeno.<br />

Tabla 4. Grados de estrés e indicaciones 1<br />

Grado Carácter Incremento N (g)/ Relación Indicaciones<br />

de estrés del kg peso/ N/kcal recomendadas en<br />

GMR (en %) día proteicas líneas generales<br />

1 Leve 20 0,176 1/150 Ayuno<br />

2 Moderado 30 0,208 1/140 Cirugía mayor<br />

(leve) programada<br />

3 Moderado 40 0,240 1/130 Cirugía mayor<br />

(grave) programada con<br />

complicaciones<br />

4 Grave 50 0,272 1/110 Sepsis.<br />

politraumatismo.<br />

Cirugía mayor<br />

programada con<br />

gran complicación<br />

5 Muy grave 70 0,320-0,4 1/90 Gran quemado<br />

GMR: gasto metabólico en reposo.<br />

Adaptado y modificado de: Long et al. e Ireton-Jones et al.<br />

1En la mayoría de capítulos y en el CD que acompaña a la Guía, los cálculos de N se han realizado teniendo<br />

en cuenta la tabla 4.<br />

39


40 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL Y CÁLCULO DE REQUERIMIENTOS<br />

EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Tabla 5. Factores de agresión 2<br />

Factores de corrección propuestos por Long<br />

GER × Fac × Fag × Fan<br />

Factores de actividad (Fac)<br />

• Reposo en cama 1<br />

• Moviemiento en cama o sillón 1,2<br />

• Deambulación<br />

Factores de agresión (Fag)<br />

1,3<br />

• Desnutrición 0,7<br />

• Cirugía electiva menor 1,1-1,2<br />

• Cirugía mayor 1,2-1,3<br />

• Infección moderada 1,2<br />

• Politraumatismo 1,4-1,5<br />

• TCE con esteroides 1,6<br />

• Sepsis 1,79<br />

• Grandes quemados 1,5-2,31<br />

• Cáncer<br />

Factores anabólicos (Fan)<br />

0,9-1,3<br />

• Mantenimiento 1<br />

• Anabolismo 1,2-1,3<br />

Factores de corrección por estrés propuestos por Ireton-Jones<br />

• Ayuno 0,85<br />

• Cirugía electiva 1,05-1,15<br />

• Sepsis 1,2-1,4<br />

• TCEC 1,3<br />

• Politraumatismo 1,4<br />

• Respuesta inflamatoria sistémica 1,5<br />

• Gran quemado 2,0<br />

TCE: traumatismo craneoencefálico; TCEC: traumatismo craneoencefálico cerrado; GER: gasto<br />

energético en reposo; Fac: factor de actividad; Fag: factor de agresión; Fan: factor anabólico.<br />

Tomada de: García de Lorenzo y Mateos A, Álvarez Hernández J.<br />

El grado de estrés, que refleja la situación catabólica, puede ser estimado<br />

con la pérdida diaria de nitrógeno, que no es habitual en todas las unidades,<br />

al menos de forma diaria. El balance nitrogenado y la corrección de<br />

éste si es negativo es importante si el desfase es grande.


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL Y CÁLCULO DE REQUERIMIENTOS<br />

EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Tabla 6. Ajuste del grado de estrés 2<br />

Grado Aporte proteico Kcal de nitrógeno<br />

de estrés (g/kg/día) por g de nitrógeno<br />

0 1-1,2 150/1<br />

1 1,3-1,4 130/1<br />

2 1,5-1,6 110/1<br />

3 > 1,6 80-100/1<br />

Tomada de: Blesa AL, Núñez R. Necesidades nutrometabólicas y cálculo de los requerimientos.<br />

En: García de Lorenzo y Mateos A. Soporte nutricional especializado en el paciente grave. Barcelona:<br />

Edikamed; 2007. p. 25-34<br />

El balance nitrogenado diario se estima con la siguiente fórmula:<br />

Balance de nitrógeno = Ingreso de nitrógeno − Pérdida de nitrógeno<br />

En un paciente con nutrición artificial es fácil saber cuánto nitrógeno estamos<br />

aportando tanto si es por vía enteral como parenteral. La forma más<br />

sencilla de determinar las pérdidas es con la estimación del nitrógeno excretado<br />

por la orina, el excretado por las heces, y el perdido a través de tegumentos<br />

y una miscelánea.<br />

Para cuantificar las pérdidas de nitrógeno urinario se determina la cifra de<br />

urea en una muestra de orina de 24 horas y se multiplica por la cantidad<br />

total de orina de estas 24 horas, con lo que se obtiene la cifra de urea en<br />

orina de las mismas. Esta cifra se multiplica por 0,467, que es el factor de<br />

conversión de urea a nitrógeno, y tendremos el nitrógeno perdido por la<br />

urea. De forma general, a esta cifra se le suman 2 g, que es la cifra apro-<br />

2 En los capítulos «Nutrición en cirugía. Tipos de soporte nutricional en cirugía. Nutrición parenteral» y<br />

«Soporte nutricional en condiciones especiales. Paciente crítico» los cálculos de requerimientos, se<br />

han realizado siguiendo las tablas 5 y 6.<br />

41


42 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL Y CÁLCULO DE REQUERIMIENTOS<br />

EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

ximada de pérdida de nitrógeno por el resto de los componentes de la orina,<br />

y otros 2 g por pérdidas fecales, tegumentarias y otras, que comprenden<br />

la miscelánea antes aludida.<br />

Así pues la fórmula queda establecida como sigue:<br />

Balance nitrogenado: N ingresado (en g) − N perdido (N ureico en g + 4 g)<br />

Ejemplo: Paciente con una diuresis de 1.800 cc en 24 horas, con una cifra<br />

de urea de 14 g/l. La urea total es por tanto de 25,2 g (14 × 1,8). El N<br />

correspondiente a esa urea es 11,76 g (25,2 × 0,467). Luego las pérdidas<br />

totales de N son 15,76 g (11,76 + 4). Si le estamos administrando 13 g<br />

de N diarios, el balance nitrogenado es: 13 − 15,76 = −2,76 g, es decir,<br />

un balance negativo.<br />

Cantidades comprendidas entre 10 y 15 g diarios de pérdidas nitrogenadas<br />

corresponden a catabolismo moderado y, a partir de 15 g diarios, el<br />

estado catabólico es progresivamente más grave cuanto mayor es la pérdida.<br />

A continuación, se presentan dos ejemplos de cálculo de requerimientos<br />

enérgeticos y de N:<br />

1. Paciente mujer de 68 kg de peso, 165 cm de altura y 39 años de edad<br />

a la que se ha practicado una gastrectomía total, sin complicaciones. Su<br />

GMR, según la fórmula de H-B:<br />

655,0955 + (9,5634 × 68) + (1,8496 × 165) − (4,6756 × 39) =<br />

1.428 kcal/24 horas<br />

Se incrementa en un 30% por un grado de estrés 2, con lo cual hay<br />

que aportar 1.857 kcal totales.


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL Y CÁLCULO DE REQUERIMIENTOS<br />

EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Para calcular los requerimientos proteicos, siendo el soporte nutricional<br />

parenteral:<br />

• Su GMR, según la formula de H-B, es de 1.428 kcal/24 horas. Se<br />

incrementa en un 30% por un grado de estrés 2, con lo cual hay que<br />

aportar 1.857 kcal no proteicas. Con una relación N:kcal de 1:140,<br />

necesita 13,26 g de N que corresponde a 0,20 g/kg de peso.<br />

2. Paciente varón de 75 kg de peso, 173 cm de altura y 55 años de edad,<br />

diagnosticado de quemaduras en el 75% del cuerpo.<br />

Fórmula H-B:<br />

66,473 + (13,75 × 75) + (5,03 × 173) − (6,75 × 55) =<br />

1.597 kcal/24 horas<br />

Tiene un GMR de 1.597 kcal/24 horas que, con un grado de estrés 5,<br />

se incrementa en un 70%, por lo que necesita 2.716 kcal totales. Con<br />

una relación N:kcal de 1:90, hay que proporcionarle 30 g de nitrógeno,<br />

a razón de 0,40 g/kg de peso (siendo la nutrición parenteral).<br />

Si el lector realiza estos cálculos con el programa que acompaña a este<br />

manual en el CD adjunto (en éste los cálculos se realizan según la tabla<br />

4), notará una pequeña diferencia en cuanto al resultado de la cantidad<br />

de nitrógeno entre el programa de nutrición parenteral (calculado<br />

según la relación N/kcal no proteicas) y el programa de nutrición enteral<br />

(calculado según N (g)/kg peso día). Esto se debe a la facilidad de separar<br />

las kilocalorías no proteicas en la elaboración de la nutrición parenteral.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

• Alastrue Vidal A. Valoración de los parámetros antropométricos en nuestra población.<br />

Med Clin. 1982;78:407-15.<br />

43


44 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL Y CÁLCULO DE REQUERIMIENTOS<br />

EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

• Bauer JM, Kaiser MJ, Anthony P, Guigoz Y, Sieber CC. The Mini Nutritional Assessment--its<br />

history, today’s practice, and future perspectives. Nutr Clin Pract. 2008 ;23(4):388-96.<br />

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García de Lorenzo y Mateos A. Soporte nutricional especializado en el paciente grave.<br />

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• Celaya Pérez S, editor. Tratado de nutrición artificial. Madrid: Aula Médica; 1998.<br />

• Celaya Pérez S, coordinador. Avances en nutrición artificial. Zaragoza: Prensas Universitarias<br />

de Zaragoza. 1993.<br />

• Daly JM, Heymsfield SB, Head CA, Harvey LP, Nixon DW, Katzeff H, et al. Human energy<br />

requirements: overestimation by widely used prediction equation. Am J Clin Nutr.<br />

1985;42(6):1170-4.<br />

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paciente oncológico adulto. Barcelona: Editorial Glosa; 2003. p. 42-3.<br />

• García de Lorenzo y Mateos A, Álvarez Hernández J. Requerimientos energéticos en situaciones<br />

patológicas. En: Gil Hernández, editor. Tratado de nutrición. Tomo IV. Madrid: Acción<br />

Médica; 2005. p. 29-51.<br />

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• Ulíbarri Pérez JI. Coordinador. El libro blanco de la desnutrición clínica en España. Madrid:<br />

Acción Médica; 2004.<br />

• Ulíbarri Pérez JI. La desnutrición hospitalaria. Nutr Hosp. 2003;18 (2):53-6.


Tipos de soporte nutricional en cirugía<br />

Nutrición enteral<br />

Aomar Abdel-lah Mohamed<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Clínico Universitario de Salamanca<br />

Omar Abdel-lah Fernández<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Vital Álvarez Buylla. Mieres (Asturias)<br />

Julián Pina Arroyo<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Clínico Universitario de Salamanca<br />

Nutrición parenteral<br />

Álvaro García-Manzanares y Vázquez de Agredos<br />

Servicio de Endocrinología y Nutrición<br />

Hospital Universitario Príncipe de Asturias<br />

Alcalá de Henares (Madrid)<br />

Julia Álvarez Hernández<br />

Servicio de Endocrinología y Nutrición<br />

Hospital Universitario Príncipe de Asturias<br />

Alcalá de Henares (Madrid)


Nutrición enteral frente a nutrición parenteral<br />

Aomar Abdel-lah Mohamed<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Clínico Universitario de Salamanca<br />

Omar Abdel-lah Fernández<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Vital Álvarez Buylla. Mieres (Asturias)<br />

Julián Pina Arroyo<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Clínico Universitario de Salamanca


GUÍA DE ACTUACIÓN: SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Nutrición enteral<br />

¿QUÉ ES LA NUTRICIÓN ENTERAL?<br />

Es una técnica de soporte nutricional mediante la cual se aportan nutrientes<br />

de forma directa al aparato digestivo, por vía oral mediante fórmulas<br />

líquidas químicamente definidas o en los diversos tramos del tubo digestivo<br />

con sondas específicas.<br />

Los objetivos de la nutrición enteral son los siguientes:<br />

• Evitar o corregir la desnutrición en pacientes que no pueden satisfacer<br />

más del 60% de las necesidades nutricionales por más de 10 días con<br />

alimentos naturales elaborados, habituales de la cocina (grado C de recomendación<br />

para la toma de decisiones).<br />

• Influir terapéuticamente en el curso de la enfermedad por medio de la<br />

combinación de distintos nutrientes.<br />

INDICACIONES DE LA NUTRICIÓN ENTERAL<br />

En la nutrición enteral deben cumplirse los siguientes criterios: necesidad<br />

de nutrición artificial, vía de acceso al tubo digestivo y ausencia de contraindicaciones<br />

absolutas (fig. 1).<br />

47


48 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL<br />

Figura 1. Algoritmo de decisión en nutrición artificial<br />

Larga duración<br />

Gastrotomía<br />

Yeyunostomía<br />

SÍ<br />

Nutrición<br />

enteral<br />

Función<br />

gastrointestinal<br />

Corta duración<br />

Nasogástrica<br />

Nasoyeyunal<br />

Normal Afectada<br />

Nutrientes<br />

enteros<br />

(poliméricos) Fórmula<br />

definida<br />

Nutrición<br />

adecuada<br />

Nutrición<br />

inadecuada<br />

Suplemento<br />

con NP<br />

NP: nutrición parenteral.<br />

Nutrición<br />

adecuada<br />

Valoración<br />

nutricional<br />

Tubo digestivo<br />

funcionante<br />

Largo<br />

plazo<br />

NP<br />

central<br />

SÍ<br />

Progresar a<br />

dieta completa<br />

oral y nutrición<br />

oral<br />

Decisión de iniciar<br />

soporte nutricional<br />

NO<br />

Nutrición<br />

parenteral<br />

Función<br />

gastrointestinal<br />

Corto<br />

plazo<br />

NP<br />

periférica<br />

NO


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL<br />

Pacientes con el aparato digestivo anatómica y funcionalmente<br />

útil<br />

• Vía oral:<br />

– Con dificultad para la ingesta: ancianos, anoréxicos, estenosis parciales<br />

de esófago.<br />

– Aumento de los requerimientos: sepsis, sida, politraumatizados, quemados,<br />

insuficiencia renal, prevención del fracaso multiorgánico en unidades<br />

de cuidados intensivos.<br />

• Por sonda:<br />

Pacientes con enfermedades funcionales que condicionen disfagia o incapaces<br />

para la toma completa por vía oral (cirugías maxilar, de la laringe<br />

y del esófago); enfermedades neurológicas (coma, demencias, tumores,<br />

traumatismos craneoencefálicos); anorexia nerviosa; pacientes<br />

con ventilación mecánica, etc.<br />

Pacientes con el aparato digestivo anatómicamente restringido<br />

• Por sonda: neoplasias de esófago, síndrome del intestino corto (< 70%).<br />

• Por catéter de yeyunostomía: estenosis completa de algún tramo del tubo<br />

digestivo superior; posoperatorio del aparato gastrointestinal alto; mantenimiento<br />

prolongado de sondas nasoenterales (> 6 semanas); imposibilidad<br />

en la colocación de sondas.<br />

Pacientes con el aparato digestivo funcionalmente restringido<br />

• Insuficiencia hepática grave.<br />

• Pancreatitis aguda.<br />

• Enteritis por quimioterapia-radioterapia.<br />

• Enfermedad inflamatoria intestinal.<br />

• Síndrome de malabsorción.<br />

• Fístulas neoplásicas del aparato gastrointestinal inferior.<br />

49


50 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL<br />

Indicaciones perioperatorias<br />

Siguiendo las recomendaciones de la Sociedad Europea de Nutrición Enteral<br />

y Parenteral (ESPEN) publicadas en 2006, debe utilizarse soporte nutricional<br />

en los pacientes con riesgo de desnutrición grave durante 10-14 días<br />

antes de la cirugía mayor, que debe retrasarse si es preciso y continuarse<br />

en el posoperatorio hasta la reanudación satisfactoria de la ingesta oral (grado<br />

A). En el preoperatorio, hay que administrar nutrición enteral preferiblemente<br />

antes del ingreso hospitalario (grado C).<br />

Es recomendable no esperar a que se desarrolle ningún grado de desnutrición;<br />

por ello, se aconseja iniciar soporte nutricional (por vía enteral, si<br />

es posible) sin retraso en pacientes sin desnutrición, si se estima una demora<br />

en la ingesta de 7 días en el perioperatorio (grado C).<br />

El ayuno preoperatorio desde la medianoche es innecesario en la mayoría<br />

de los pacientes (grado A). Los pacientes que no tienen riesgos específicos<br />

de aspiración pueden beber líquidos claros hasta 2 horas antes de la<br />

anestesia e ingerir sólidos hasta 6 horas antes (grado A).<br />

La interrupción de la ingesta nutricional es innecesaria después de la<br />

cirugía en la mayoría de los enfermos (grado A). Hay que considerar la nutrición<br />

mixta (nutriciones enteral y parenteral) en los pacientes que no pueden<br />

satisfacer el 60% de sus necesidades nutricionales por vía enteral (grado<br />

C).<br />

CONTRAINDICACIONES DE LA NUTRICIÓN ENTERAL<br />

Contraindicaciones absolutas<br />

• Peritonitis difusa.<br />

• Obstrucción completa del intestino delgado o grueso.<br />

• Perforación intestinal.


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL<br />

• Vómitos intratables.<br />

• Hemorragia digestiva aguda grave activa.<br />

• Inestabilidad hemodinámica grave.<br />

• Malabsorción grave, cuando se presenta con incapacidad para absorber<br />

nutrientes en el tubo digestivo (< 1 m de intestino delgado sin colon o<br />

> 30 cm con colon).<br />

Contraindicaciones relativas<br />

• Diarrea grave que se acompaña de alteraciones metabólicas (> 1.500<br />

ml/día).<br />

• Fístulas enterocutáneas de alto débito (> 500 ml/día).<br />

• Enteritis aguda grave por radiación o infección.<br />

VÍAS DE ACCESO<br />

La elección de la vía de acceso al tubo digestivo debe realizarse tras una<br />

valoración de la enfermedad de base y del tiempo previsto de duración de<br />

la nutrición enteral (fig. 2). Si se considera que ésta va a ser superior a<br />

6 semanas, debe procederse a un acceso definitivo, en cuyo caso están<br />

indicadas las sondas de enterostomía en alguno de los tramos del aparato<br />

gastrointestinal. Si la nutrición enteral se plantea para períodos inferiores<br />

a 4-6 semanas, las sondas nasogástricas o nasoentéricas son los procedimientos<br />

de elección.<br />

Las técnicas utilizadas actualmente para el acceso a los distintos tramos<br />

del tubo digestivo se clasifican en dos grandes grupos: técnicas no invasivas<br />

y técnicas invasivas.<br />

En el primer grupo se incluyen las sondas nasogástricas y nasoyeyunales,<br />

para cuya colocación se utiliza el paso espontáneo, o las técnicas endoscópica,<br />

fluoroscópica y ecográfica.<br />

51


52 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL<br />

Figura 2. Algoritmo para la elección de la vía de acceso para la nutrición<br />

< 6 semanas<br />

Sonda nasoentérica<br />

SOPORTE NUTRICIONAL<br />

Intestino<br />

NE: nutrición enteral; NPT: nutrición parenteral total; PEG/J: gastrostomía/yeyunostomía endoscópica<br />

percutánea; Rx/PIG: gastrostomía radiológica peroral guiada por imagen.<br />

El segundo grupo se compone de los diferentes tipos de ostomías, gastrostomía<br />

y yeyunostomía, endoscópicas, radiológicas o quirúrgicas. Si la<br />

decisión se toma durante la cirugía mayor gastrointestinal, es preferible<br />

la técnica de yeyunostomía con catéter fino (como complemento al procedimiento<br />

quirúrgico).<br />

Las vías de administración al aparato digestivo son las siguientes:<br />

Sí<br />

NE<br />

> 6 semanas<br />

PEG/J<br />

Rx/PIG<br />

No<br />

No<br />

No<br />

Laparoscopia<br />

NPT<br />

Intraoperatoria en<br />

cirugía mayor<br />

Tubo de alimentación<br />

por vía abierta


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL<br />

Vía oral. Como nutrición completa o como suplemento. Se administra por<br />

la boca y requiere la colaboración del paciente, con reflejos de deglución<br />

conservados.<br />

Por sonda. La situación del extremo distal de la sonda marca los diferentes<br />

tipos de nutrición. Nasogástrica, nasoduodenal y nasoyeyunal, la elección<br />

del lugar de la colocación de la sonda dependerá de la enfermedad de base.<br />

En casos seleccionados por politraumatismo o cirugía mayor, la asociación<br />

de descompresión gástrica y acceso yeyunal permite la alimentación por<br />

esta vía en el posoperatorio inmediato. Para ello, puede colocarse intraoperatoriamente<br />

una sonda nasoyeyunal (SNY); nosotros preferimos la SNY<br />

de doble luz, que permite combinar las funciones de descomprimir el estómago<br />

y simultáneamente nutrir de forma temprana a corto-medio plazo, disminuyendo<br />

el riesgo de aspiración y la apertura del yeyuno. Es muy importante<br />

dejar la punta de la sonda perfectamente orientada en el yeyuno sin<br />

acodamientos. La sonda deberá permanecer, en lo posible, orientada hacia<br />

delante sin tracciones y fija al dorso de la nariz con el apósito que trae el<br />

set.<br />

La faringostomía está indicada en traumatismos faciales, en tumores y obstrucción<br />

de las fosas nasales y nasofaringe y en cirugía maxilofacial y otorrinolaringológica.<br />

La esofagostomía se utiliza en cirugía laringológica y en<br />

las neoplasias de la unión faringoesofágica, pero ambas técnicas están<br />

actualmente en desuso.<br />

La gastrostomía se realiza en pacientes con obstrucción esofágica, cáncer<br />

o problemas neurológicos. Entre los diferentes tipos de gastrostomía<br />

se encuentran la gastrostomía percutánea endoscópica o radiológica, la<br />

gastrostomía con sonda de balón y las técnicas de Stamm, Witzel y Janeway,<br />

que se realizan a través de una laparotomía abierta o por laparoscopia.<br />

La duodenostomía es un método poco utilizado que se plantea como alternativa<br />

a la yeyunostomía en gastrectomías totales.<br />

53


54 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL<br />

Por catéter. La yeyunostomía se aplica de forma complementaria en la cirugía<br />

del aparato gastrointestinal superior. Presenta un menor reflujo gastroesofágico<br />

y, por lo tanto, menor riesgo de broncoaspiración. Las vías de<br />

administración por catéter básicas son la yeyunostomía tipo Witzel y la yeyunostomía<br />

con catéter fino (7-9 Fr).<br />

Regímenes de administración<br />

Es fundamental la administración de forma paulatina y progresiva de la nutrición<br />

enteral para conseguir la adaptación del aparato gastrointestinal y evitar<br />

el fracaso de aquélla. El régimen de administración puede ser continuo<br />

a bajo flujo continuo o gota a gota (20-24 h), obligatorio en las sondas<br />

yeyunales y transpilóricas, en pacientes con alteración de la digestión y la<br />

absorción y en la infusión de dietas hiperosmolares; semicontinuo (períodos<br />

de 12-16 h durante la noche); cíclico (período de 8-12 h/día), administración<br />

utilizada en la nutrición enteral domiciliaria, o intermitente («en<br />

bolos»), muy útil en la alimentación domiciliaria y en pacientes crónicos,<br />

administrada exclusivamente en el estómago y en pacientes sin reflujo gastroesofágico.<br />

En la administración intermitente se efectúa la infusión de forma<br />

rápida en un volumen de 200-400 ml a intervalos de 4-7 horas a lo<br />

largo del día. Puede realizarse en bolo rápido mediante jeringa con alto<br />

flujo o goteo rápido e intermitente durante 30 minutos, o bien en bolo lento<br />

cada 20-30 minutos, como pauta de transición de la nutrición enteral a<br />

débito continuo.<br />

La velocidad de infusión depende de los requerimientos del paciente y de<br />

la concentración calórica de la dieta. Hay que iniciar siempre de forma progresiva,<br />

con un ritmo bajo de 10-20 ml/h, para conseguir la adaptación<br />

intestinal (grado C).<br />

Tipos de regímenes<br />

Primer régimen. Inicio progresivo (1.er día: 1.000 ml/24 h; 2.º día:<br />

1.500ml/24 h; 3.er día: volumen final [2.500-3.000 ml]).


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL<br />

Segundo régimen. Iniciar con 20 ml/h (las primeras 8 h) y progresar con<br />

40 ml/h (durante 8 h), 60 ml/h (durante 8 h) y 80 ml/h (durante 8 h). A las<br />

24 horas, administrar 1.440. Ritmo final, según requerimientos (100-<br />

125 ml/h).<br />

Pueden precisarse 2-5 días para conseguir el objetivo nutricional, especialmente<br />

si la dieta es hiperosmolar, sin considerarlo peligroso (grado<br />

C). Hay que revaluar el estado nutricional regularmente durante la estancia<br />

en el hospital y, si es necesario, continuar el soporte nutricional después<br />

del alta en los pacientes que recibieron soporte nutricional en el perioperaratorio<br />

(grado C) (tabla 1).<br />

Tabla 1. Ejemplos de tipos de regímenes<br />

1. Paciente que presenta unas necesidades diarias calculadas de 1.700 kcal/24 h.<br />

Se decide una dieta polimérica isocalórica (1 kcal/ml). El volumen que hay que administrar<br />

es de 1.700 ml/24 h = 71 ml/h, que es la velocidad de infusión.<br />

2. Paciente con unos requerimientos de 2.000 kcal/h, con insuficiencia cardiorrespiratoria,<br />

en el que se precisa restringir los líquidos. Se elige una dieta normoproteica<br />

hipercalórica de 1,5 kcal/ml, sin fibra. El volumen que debe administrarse es de<br />

2.000/1,5 = 1.333 ml/día, a una velocidad de infusión de 1.333/24 = 56 ml/h.<br />

3. Paciente que se envía a su domicilio con nutrición en bolo. Sus necesidades calóricas<br />

diarias estimadas son de 1.700 kcal/día. La dieta elegida es polimérica isocalórica<br />

(1 kcal/ml). El volumen que hay que administrar en 24 horas es de 1.700 ml.<br />

Si queremos que el paciente descanse desde las 12 horas hasta las 7 horas disponemos<br />

de 17 horas hábiles para la nutrición. Planificar seis tomas en bolo cada<br />

3 horas. La cantidad que debe suministrarse en cada toma es de 284 ml.<br />

TIPOS DE FÓRMULAS PARA NUTRICIÓN ENTERAL<br />

Las fórmulas de nutrición enteral se agrupan según tengan, o no, un aporte<br />

completo de nutrientes. A su vez, se subdividen por la forma en la que<br />

se aportan las proteínas (intactas, hidrolizadas y aminoácidos libres), el<br />

55


56 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL<br />

porcentaje proteico, la densidad calórica y el contenido y tipo de grasas<br />

(triglicéridos de cadena larga [LCT] y triglicéridos de cadena media [MCT]),<br />

de fibra fermentable y no fermentable. Según la utilización, las fórmulas<br />

pueden ser de uso general o bien específico (adaptadas a las necesidades<br />

de los pacientes, según su enfermedad de base) (fig. 3).<br />

Figura 3. Fórmulas de nutrición enteral según la enfermedad de base<br />

Ordinarios<br />

Dieta completa<br />

Estado de la función intestinal<br />

Normal<br />

Insuficiencia<br />

digestiva<br />

Dieta<br />

polimérica<br />

Proteínas<br />

intactas<br />

Insuficiencia<br />

absortiva<br />

Dieta polimérica,<br />

dieta péptica<br />

Dieta oligomérica<br />

REQUERIMIENTOS<br />

Restricción<br />

Líquidos<br />

Electrolitos<br />

Dieta<br />

hipercalórica<br />

Intolerancia<br />

a fuentes<br />

calóricas<br />

Función<br />

pulmonar<br />

> LIP<br />

< HC<br />

Extraordinarios<br />

Estrés Función<br />

renal<br />

Requerimientos<br />

alterados<br />

de AA<br />

Dietas<br />

oligoméricas<br />

especiales<br />

Función<br />

hepática<br />

> AAR AAE > AAR<br />

< Arom.<br />

AA: aminoácidos; AAE: aminoácidos esenciales; AAR: aminoácidos ramificados; Arom.: aromáticos;<br />

HC: hidratos de carbono; LIP: lípidos.<br />

Tomada de: García de Lorenzo A.


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL<br />

Su clasificación se hace en función de la longitud de las moléculas de los<br />

nutrientes y de su contenido proteico y calórico.<br />

Fórmulas poliméricas<br />

Aportan proteína intacta, en mezclas de nutrientes, en forma macromolecular,<br />

lo que implica una función digestiva conservada para su absorción. Por<br />

su composición se subdividen en: normoproteicas (con un aporte máximo proteico<br />

de < 18% del valor calórico total [VCT]) e hiperproteicas (el aporte oscila<br />

entre 18 y 30% del VCT; están indicadas en estados hipercatabólicos). Con<br />

fibra añadida o sin ella. Las fórmulas con proteínas completas son apropiadas<br />

en la mayoría de los pacientes (grado C).<br />

Fórmulas elementales<br />

Pueden ser oligoméricas (moléculas de tamaño intermedio) o monoméricas<br />

(moléculas pequeñas). Dietas predigeridas, libres de lactosa sin gluten,<br />

compuestas por aminoácidos libres o dipéptidos con elevado contenido en<br />

carbohidratos (> 50% del VCT) y pobres en grasas; se absorben en tramos<br />

digestivos altos. Además pueden ser normocalóricas (con una densidad<br />

calórica de 1 kcal/ml y una osmolalidad de 350 mOsm/kg (osmolaridad<br />

de 300 mOsm/l); se consideran estándar) o bien hipercalóricas (si<br />

aportan más de 1,1 kcal/ml y tienen una osmolalidad superior a 350<br />

mOsm/kg).<br />

Dietas con fibra<br />

Son sustancias de origen vegetal, habitualmente hidratos de carbono, resistentes<br />

a la hidrólisis por las enzimas digestivas humanas. La fibra soluble<br />

o fermentable: inulina, goma guar parcialmente hidrolizada, los fructooligosacáridos<br />

y galactoligasacáridos (sustancias análogas a la fibra, con<br />

efecto prebiótico/bifidógeno) etc., en contacto con la flora intestinal anaerobia,<br />

en el íleon terminal y el colon, fermentan y producen ácidos gra-<br />

57


58 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL<br />

sos de cadena corta que son metabolizados por las células epiteliales del<br />

colon, el hígado y otros tejidos periféricos. Estos ácidos grasos de cadena<br />

corta son utilizados como sustratos energéticos por el enterocito y el<br />

colonocito, estimulan el trofismo intestinal y del colon, aumentan la tolerancia<br />

a la glucosa, retrasan el vaciado gástrico y el tránsito intestinal,<br />

reducen la inflamación del colon y favorecen la absorción de agua y sodio<br />

en el colon derecho, fundamentalmente (efecto antidiarreico). La fibra<br />

insoluble o no fermentable (polisacárido de soja, avena…) aumenta el bolo<br />

fecal, acelera el tránsito intestinal y disminuye la carga bacteriana (reduce<br />

el estreñimiento). La dosis recomendada de mezcla de fibras es de 20-<br />

35 g/día (10-13 g/1.000 kcal).<br />

Dietas especiales<br />

Están indicadas en situaciones patológicas graves. Las fórmulas órganoespecíficas<br />

son las siguientes:<br />

• Fórmulas para la insuficiencia renal. Composición variable de proteínas<br />

(6-10% de las calorías totales) y elevado aporte calórico (2 kcal/ml) y<br />

de minerales específicos (potasio, sodio y fósforo), con reducción en sus<br />

aportes. En los pacientes en diálisis, no hay restricción en el aporte de<br />

proteínas (14% de las calorías totales).<br />

• Fórmulas para la insuficiencia respiratoria. Se recomiendan aportes calóricos<br />

restringidos en hidratos de carbono, para evitar la producción excesiva<br />

de dióxido de carbono (CO2) e incrementos de grasas (MCT/LCT). Hay<br />

que evitar la sobrecarga hídrica con dietas que no superen los aportes<br />

calóricos totales (≤ 1,3-1,5 kcal/ml).<br />

• Fórmulas para la insuficiencia hepática. Ricas en hidratos de carbono y<br />

bajo aporte proteico con fórmulas enriquecidas en aminoácidos de cadena<br />

ramificada, hiposódicas y con grasa en forma de MCT. Se administran<br />

dietas hipercalóricas (1,3-1,5 kcal/ml).


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL<br />

• Fórmulas para la hiperglucemia. Estas fórmulas presentan modificaciones<br />

en la relación entre hidratos de carbono y lípidos. Unas presentan<br />

proporciones que oscilan entre el 33% de hidratos de carbono y el 50%<br />

de lípidos, con aumento de los hidratos de carbono complejos de bajo<br />

índice glucémico y bajos en proporción de grasas (efectos cardiometabólicos);<br />

otras tienen incrementadas las grasas y disminuido el contenido<br />

de hidratos de carbono para disminuir la resistencia a la insulina asociada<br />

al estrés, y otras contienen proporciones 40%/40% y con adición<br />

de fibra fermentable, que contribuye a disminuir las necesidades de insulina.<br />

• Fórmulas nutricionales en el paciente neoplásico. Pretenden prevenir<br />

y/o frenar la malnutrición y la anorexia caquectizante sin contribuir a la<br />

progresión de la enfermedad, favoreciendo las modificaciones de la<br />

composición corporal (ganancia de masa grasa y masa libre de grasa),<br />

la respuesta al tratamiento y sus complicaciones, así como la calidad<br />

de vida y la supervivencia. Aporte calórico: proteínas (12-20% del<br />

VCT); hidratos de carbono (60-70%) y grasas (25-30%), enriquecidos en<br />

ácido eicosapentanoico, implicado en la modulación de las citocinas<br />

responsables de la caquexia asociada. Fórmulas con fibra y saborizadas,<br />

si se aportan como suplemento o vía oral (nutrición enteral-oral).<br />

Habitualmente, los pacientes requerirán una dieta estándar (polimérica,<br />

normocalórica y normoproteica); únicamente en los pacientes con<br />

requerimientos energéticos elevados o con malnutrición grave se aportarán<br />

fórmulas hiperproteicas e hipercalóricas. Los suplementos nutricionales,<br />

como complemento de la dieta habitual, deben ser de elevada<br />

densidad energética, hiperproteicos y administrados entre las comidas<br />

y al acostarse.<br />

• Fórmulas de estrés e farmaconutrición. Tienen como objetivo mejorar la<br />

síntesis proteica y están diseñadas para nutrir y utilizar las propiedades<br />

terapéuticas de algunos componentes (glutamina, arginina, ácidos gra-<br />

59


60 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL<br />

sos de la serie omega-3, antioxidantes). Según su composición e indicación,<br />

se clasifican en: estrés metabólico (para modular la respuesta<br />

inflamatoria) y distrés respiratorio. Las fórmulas inmunomoduladoras son<br />

superiores a las fórmulas estándar en cirugía mayor por cáncer gastrointestinal,<br />

cirugía mayor por cáncer de cabeza y cuello y en pacientes<br />

con politraumatismo grave (grado A).<br />

Suplementos<br />

Se trata de preparados nutricionales que complementan una dieta oral insuficiente.<br />

Según el tipo de nutriente pueden ser: energéticos, hiperproteicos<br />

y con fibra o sin ella; también pueden ser específicos (diabetes, úlceras por<br />

presión, etc.).<br />

COMPLICACIONES<br />

Las complicaciones pueden ser:<br />

1. Mecánicas. Se disminuyen al mínimo posible con una técnica de colocación<br />

muy rigurosa y buena vigilancia posterior. Lesiones por presión,<br />

obstrucción, (una de las complicaciones más frecuentes: 30-40% de<br />

todas las sondas), salida accidental o desplazamiento de la sonda,<br />

pérdida de la estanqueidad del estoma y fuga de contenido.<br />

2. Infecciosas. Infección de la herida o del estoma, otitis, sinusitis, broncoaspiración<br />

y peritonitis, que sucede con frecuencia en la recolocación<br />

errónea de la sonda.<br />

3. Gastrointestinales. Son las complicaciones más frecuentes (afectan a<br />

alrededor del 50% de los pacientes con nutrición enteral). La mayoría de<br />

estas complicaciones no son graves, pero implican con frecuencia la interrupción<br />

del aporte nutricional.<br />

a) Náuseas, vómitos y regurgitación.


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL<br />

b) Aumento del residuo gástrico, es decir, presencia de un volumen superior<br />

a 200 ml en cada valoración del contenido gástrico; su principal<br />

causa es la gastroparesia.<br />

c) Distensión abdominal: refleja un aporte de nutrición superior a la capacidad<br />

absortiva del aparato digestivo.<br />

d) Estreñimiento: éste se disminuye al mínimo posible con dietas con<br />

fibra, procinéticos (si no están contraindicados) y enemas.<br />

e) Diarrea: la responsabilidad de la nutrición enteral en esta complicación<br />

debe ser un diagnóstico de exclusión. Se produce como consecuencia<br />

del desequilibrio entre los mecanismos de secreción y reabsorción<br />

hídrica en el tubo digestivo (fig. 4).<br />

4. Metabólicas.<br />

a) Alteraciones electrolíticas: la más frecuente es la hipopotasemia. La<br />

hipofosforemia es una complicación grave y se relaciona con la terapia<br />

y el estado nutricional previo del paciente.<br />

b) Alteraciones hídricas: pueden ser por exceso o por defecto.<br />

c) Alteración del metabolismo glucídico: en el paciente diabético inestable<br />

por una enfermedad intercurrente o en los pacientes con elevado<br />

estrés metabólico y cierto grado de resistencia periférica a la insulina<br />

que —diabéticos o no— tienen una inadecuada metabolización de<br />

los hidratos de carbono con intensa hiperglucemia. Se recomienda administrar<br />

fórmulas con hidratos de carbono modificados cuantitativa y cualitativamente,<br />

así como mantener las glucemias entre 120 y 150 mg/dl.<br />

d) Síndrome de realimentación.<br />

CASO CLÍNICO<br />

Paciente varón de 76 años con neoplasia de la unión gástrica sometido a<br />

gastrectomía total con antecedentes personales: pérdida de 5 kg en 1 mes,<br />

enfermedad pulmonar obstructiva crónica y prótesis bilateral de rodilla.<br />

61


62 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL<br />

Figura 4. Manejo de la diarrea durante la nutrición enteral<br />

SÍ<br />

Suspensión<br />

transitoria de<br />

la nutrición enteral y<br />

valoración clínica<br />

SÍ<br />

Cambiar el tipo<br />

de dieta<br />

Persiste<br />

la diarrea<br />

SÍ<br />

DIARREA<br />

Inicial<br />

(días 1-4)<br />

Disminuir un 50% el<br />

ritmo de perfusión<br />

Persiste la diarrea<br />

tras 8 horas<br />

NO<br />

Distensión<br />

NO NO<br />

Mantener pauta<br />

12 horas<br />

Volver a pauta<br />

NO<br />

Suspender la dieta<br />

Medicación<br />

Coprocultivo<br />

Valoración clínica,<br />

existencia de otros<br />

problemas<br />

NO<br />

Tipo de diarrea<br />

Tardía<br />

(post 4.º día)<br />

Aumentar la fibra<br />

soluble en la dieta<br />

Persiste la diarrea<br />

tras 8 horas<br />

SÍ<br />

Reducir el volumen<br />

de infusión<br />

Persiste la diarrea<br />

Tomada de: Montejo JC; The Nutritional and Metabolic Working Group of the Spanish Society<br />

of Intensive Care Medicine and Coronary Units. Enteral nutrition-related gastrointestinal complications<br />

in critically ill patients: A multicenter study. Crit Care Med. 1999;27: 1447-53.<br />


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL<br />

Analítica: colesterol, 113 mg/dl; colesterol HDL, 24 mg/dl; triglicéridos,<br />

116 mg/dl; ferritina, 29,5 mg/dl; proteínas totales, 6 mg/dl; albúmina,<br />

3,11 mg/dl.<br />

Peso: 95 kg; talla: 165 cm; índice de masa corporal (IMC): 34.<br />

Valoración del estado nutricional<br />

Paciente con neoplasia gástrica que precisará cirugía mayor gastrointestinal<br />

alta, asociada a una pérdida del 5% de su peso en el último mes, junto<br />

con alteraciones de los parámetros bioquímicos, todo ello compatible<br />

con desnutrición moderada.<br />

¿Está indicado el soporte nutricional?<br />

Sí. Un paciente que no tolera la nutrición en 7-10 días y sometido a una<br />

intervención mayor precisará nutrición enteral perioperatoria, nutrición enteral<br />

oral preoperatoria (5 días) y nutrición enteral precoz posoperatoria.<br />

¿Cuál es la fórmula más adecuada?<br />

En el preoperatorio, mientras se completan los estudios preanestésicos,<br />

el paciente debería tomar una dieta de protección gástrica y, dependiendo<br />

del grado de ocupación de la neoplasia, podría ser subsidiario<br />

de la administración de una dieta de textura modificada y suplementos<br />

calóricos-proteicos, si no es capaz de ingerir el 60% de sus necesidades.<br />

Durante el posoperatorio, dieta polimérica hiperproteica o inmunomoduladora.<br />

¿Cuál es la dosis adecuada?<br />

Ecuación de Harris-Benedict con grado de estrés que, en este paciente con<br />

cirugía mayor programada, ahora es de 2 (véase p. 39), siendo el resultado<br />

de 2.200 kcal/día. Sabiendo que la relación g de N/kcal no protéicas<br />

63


64 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL<br />

es de 1/130, el aporte de N es de 20 g (125 g proteína/día), en un volumen<br />

aproximado de 2.200 ml/día.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

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on enteral nutrition: surgery including organ transplantation. Clin Nutr. 2006;25:<br />

224-44.


GUÍA DE ACTUACIÓN: SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Nutrición parenteral<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La nutrición parenteral se define como la administración de nutrientes al<br />

torrente circulatorio directamente (es decir, sin pasar por el aparato gastrointestinal),<br />

lo cual precisa la canalización de un acceso venoso (central,<br />

periférico o central a través de vía periférica o Drum). Se encuadra dentro<br />

del soporte nutricional especializado. Por ser una terapia agresiva, su<br />

indicación tiene cabida únicamente en aquellas situaciones en las que el<br />

aparato gastrointestinal no funciona o no puede ser utilizado.<br />

A lo largo del siglo pasado se fueron sucediendo toda una serie de avances<br />

en el campo de la nutrición parenteral: desde la infusión de una emulsión<br />

grasa, con proteínas y dextrosa por vía periférica por McKibbin en 1945,<br />

hasta —después de la depuración de la canalización de las vías centrales<br />

de Seldinger— la infusión de la primera nutrición parenteral por Dudrick, en<br />

1967, muy alejada de lo que hoy en día se entiende por nutrición parenteral.<br />

El progreso en los conocimientos fisiopatológicos y las mejoras tecnológicas<br />

relacionadas, poco antes de 1970, permitieron un desarrollo de<br />

gran interés de esta modalidad de soporte nutricional.<br />

Este avance ha permitido la supervivencia de numerosos pacientes con nutrición<br />

parenteral domiciliaria. En España, el registro NADYA (Grupo de trabajo<br />

65


66 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

de Nutrición Artificial Domiciliaria y Ambulatoria de la Sociedad Española de<br />

Nutrición Parenteral y Enteral), en su último informe de 2005, estima una prevalencia<br />

de 2,15 pacientes por millón/año, con una tendencia creciente desde<br />

el año 2000. Estos datos han supuesto una opción terapéutica muy válida<br />

para los pacientes que, de otro modo, se hubieran vistos abocados a la<br />

muerte por desnutrición. Hoy en día, la nutrición intenta llegar un paso más<br />

adelante, interviniendo de manera directa en la evolución de las enfermedades,<br />

con los denominados fármacos o inmunonutrientes.<br />

INDICACIONES<br />

El ayuno terapéutico practicado en el pasado se ha demostrado carente de<br />

beneficio en todos los enfermos; por otra parte, numerosos estudios demuestran<br />

que la desnutrición se asocia a aumento de la morbilidad y la mortalidad.<br />

Así, en las situaciones en las que el tubo digestivo no pueda o no deba ser utilizado,<br />

tiene cabida la nutrición parenteral. Esta modalidad de soporte nutricional<br />

se emplea en aquellas situaciones en las que hay una imposibilidad de<br />

administrar nutrientes por vía oral o enteral en un período superior a 7-10 días,<br />

o 5-7 días si se parte de una situación de desnutrición (tabla 1). La nutrición<br />

parenteral no está exenta de riesgos (tanto inmediatos como diferidos), precisa<br />

una prescripción correcta de nutrientes y una evaluación clínica periódica<br />

y produce atrofia intestinal y toda una serie de efectos deletéreos sobre el sistema<br />

inmunológico, si se compara con la nutrición enteral, además de tener<br />

un precio sensiblemente superior al de esta última.<br />

TIPOS DE NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

1. Según su objetivo terapéutico nutricional<br />

Total o parcial. La nutrición parenteral es total si cubre de forma completa los<br />

requerimientos del paciente. En cambio, la nutrición parenteral parcial no alcan-


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

Tabla 1. Indicaciones de nutrición parenteral<br />

Indicaciones de nutrición parenteral<br />

Fracaso de la nutrición enteral, a pesar de una vía correcta (pospilórica, yeyunal,<br />

posfístula, etc.):<br />

Resección intestinal masiva<br />

Enfermedades del intestino delgado con escasa absorción de nutrientes<br />

Fístulas enterocutáneas<br />

Enteritis radica<br />

Diarrea grave<br />

Vómitos incoercibles<br />

Pacientes desnutridos en tratamiento con radioterapia o quimioterapia, con imposibilidad<br />

de alimentación enteral<br />

Pacientes con desnutrición grave e intestino no funcionante<br />

La nutrición enteral está contraindicada en:<br />

Pancreatitis necrohemorrágica grave con imposibilidad de nutrición enteral<br />

Obstrucción intestinal mecánica no quirúrgica<br />

Hemorragia digestiva prolongada<br />

Isquemia mesentérica<br />

Fístulas enterocutáneas distales con elevado débito<br />

Desnutridos que van a ser sometidos a cirugía abdominal y no puede emplear nutrición<br />

enteral<br />

Íleo prolongado tras cirugía<br />

Hiperemesis gravídica<br />

Imposibilidad para la alimentación en 7-10 días o 5-7 si desnutrición<br />

za todos los requerimientos del paciente. En ocasiones, esta última puede<br />

combinarse con nutrición enteral, si el tubo digestivo no permite incorporar<br />

todos los nutrientes requeridos, en cuyo caso se denomina nutrición mixta.<br />

2. Según su forma de elaboración<br />

Estándar o elaborada. La nutrición parenteral estándar consiste en bolsas<br />

ya preparadas por la industria farmacéutica; hay productos con electrolitos<br />

y sin ellos, con grasas o sin ellas (al ser los factores que influyen más en<br />

la desestabilización de la fórmula) o con separación de dichos componen-<br />

67


68 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

tes, que se mezclan poco antes de su uso, lo que permite un mayor período<br />

desde su preparación hasta su uso (bolsas multicompartimentadas bicamerales<br />

o tricamerales). Se denominan «productos listos para su uso» y<br />

disminuyen el número de errores en su formulación.<br />

Las fórmulas elaboradas en los servicios de farmacia hospitalarios son<br />

prescritas individualmente por el médico responsable según las necesidades<br />

del paciente; se modifican según los controles analíticos o pueden estar<br />

estandarizadas. La elaboración de estas fórmulas en las farmacias hospitalarias<br />

debe seguir normas de asepsia rigurosas en la campana de flujo<br />

laminar específica para tal fin.<br />

3. Según la vía de administración<br />

Periférica. La nutrición parenteral periférica se define como la administración<br />

de macronutrientes y micronutrientes a través de un acceso venoso periférico<br />

subcutáneo accesible. Está indicada en aquellas situaciones en las que<br />

se prevé el uso de la nutrición parenteral por un período inferior a 2 semanas.<br />

Se trata de una nutrición parenteral total con una condición fundamental: la<br />

osmolaridad de la fórmula debe ser inferior a 900 mOsm/l (se recomienda<br />

no superar los 600 mOsm/l, para evitar la flebitis); para lograr esto, no sólo<br />

se considera la composición de macronutrientes, sino que es necesario administrar<br />

volúmenes elevados (2.500-3.500 ml), lo cual, en personas con restricción<br />

de volumen (insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal o descompensación<br />

hidrópica), resulta complicado. Existen fórmulas comerciales<br />

preparadas para tal fin, algunas completas (con aminoácidos, glucosa y grasas<br />

en distintas proporciones), y otras con una composición parcial con aminoácidos<br />

y glucosa. Esta modalidad de soporte nutricional específico resulta<br />

de gran ayuda como complemento de una dieta oral o enteral insuficiente.<br />

Central. Se denomina nutrición parenteral total a la mezcla «tres en uno» de<br />

macronutrientes, junto con micronutrientes, que se administra al torrente<br />

circulatorio por un acceso venoso central (fig. 1). Por definición, esta mez-


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

Figura 1. Esquema de catéter tunelizado tipo Hickman ®<br />

Entrada del catéter<br />

a v. subclavia<br />

Trayecto<br />

subcutáneo<br />

Punto de<br />

salida<br />

del catéter<br />

Clavículas<br />

Extremo<br />

del catéter<br />

en v. cava<br />

superior<br />

Ventrículo<br />

derecho<br />

Tomada de: Puiggròs C. Particularidades de los accesos venosos en la nutrición parenteral domicialiaria.<br />

El Farmacéutico Hospitales. 2006;176:23-9. Reproducida con permiso.<br />

cla es hiperosmolar (1.300-1.800 mOsm/l) y permite manejar volúmenes<br />

claramente inferiores a los necesarios en la nutrición parenteral periférica.<br />

Esta modalidad de soporte nutricional específico exige la canalización de<br />

una vía central; por su manejo y disminución en el riesgo de infecciones, se<br />

prefiere la vía subclavia a la vía yugular, y ésta a la vía femoral que, por el<br />

elevado riesgo de infecciones, sólo debe utilizarse en casos muy determinados.<br />

Por otra parte, la Food and Drug Administration (FDA) los divide en:<br />

• Catéteres de corta duración: catéteres venosos centrales no tunelizados<br />

(vías subclavia, yugular o femoral) o insertados por vía periférica (Drum).<br />

• Catéteres de larga duración: se emplean en los pacientes que precisan<br />

una nutrición parenteral de más de 30 días; en los pacientes que ini-<br />

69


70 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

cian una nutrición parenteral domiciliaria se prefieren las vías tunelizadas<br />

(Hickman ® , Broviac ® , Groshong ® y Quinton ® ) o implantadas (Port-A-Cath)<br />

(fig. 2). Los primeros, desarrollados en la década de 1970, se caracterizan<br />

por tener un trayecto subcutáneo y un manguito de dacron por el<br />

cual el catéter se ancla y que evita su salida accidental y las suturas en<br />

la piel. El catéter Broviac ® , por su menor diámetro, es de uso pediátrico;<br />

en adultos, el catéter más usado es el Hickman ® (fig. 3).<br />

Figura 2. Catéter con reservorio<br />

Catéter<br />

Reservorio<br />

CATÉTER TOTALMENTE<br />

IMPLANTADO<br />

Figura 3. Catéter tipo Broviac ® y Hickman ®<br />

Anillo antimicrobiano<br />

Anillo<br />

de expansión<br />

Manguito protector<br />

Llave de seguridad<br />

Catéter<br />

Conector<br />

Tomada de: Puiggròs C. Particularidades de los accesos venosos en la nutrición parenteral domicialiaria.<br />

El Farmacéutico Hospitales. 2006;176:23-9. Reproducida con permiso.


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

El uso de los reservorios subcutáneos implantables se inició en 1982. Se<br />

trata de catéteres que terminan en una cámara de titanio que en el centro<br />

posee una membrana de silicona debajo de la piel que permite realizar<br />

un mínimo de 1.000-2.000 punciones. El septo no debe puncionarse<br />

con una aguja estándar, ya que ésta lo dañaría con su bisel. Los más usados<br />

son los de tipo Gripper ® .<br />

4. Según su forma de administración<br />

Continua/cíclica: cuando se administra durante las 24 horas del día o<br />

bien ocupando una parte del día (nocturna o diurna), lo que permite mayor<br />

autonomía del paciente. En general, los pacientes que inician soporte nutricional<br />

específico con nutrición parenteral total reciben una administración<br />

continua de ésta, para intentar evitar la sobrecarga de macronutrientes y<br />

de volumen, así como desequilibrios electrolíticos. No es habitual la modalidad<br />

de administración cíclica en el entorno hospitalario, salvo en pacientes<br />

que van a ser dados de alta con nutrición parenteral domiciliaria o<br />

que mantenían esta terapia nutricional antes del ingreso. En general, en la<br />

pauta cíclica se administran los nutrientes necesarios en menores volúmenes<br />

en períodos de aproximadamente 12 horas nocturnas, lo que permite<br />

interferir lo menos posible en la vida cotidiana y las actividades profesionales<br />

y de ocio del paciente. Este recorte de tiempo obliga a considerar<br />

siempre su tolerancia cardiometabólica (síndrome hiperosmolar, insuficiencia<br />

cardíaca, trastornos hidroelectrolíticos, etc.).<br />

ELABORACIÓN DE LA NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

La nutrición parenteral es una mezcla compleja de glucosa, lípidos, aminoácidos,<br />

electrolitos, oligoelementos y vitaminas en un volumen determinado.<br />

La elaboración está determinada por el cálculo de requerimientos.<br />

71


72 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

Cálculo de requerimientos<br />

De un modo práctico, el cálculo energético se realiza por las ecuaciones de<br />

regresión (Harris-Benedict, Owen, OMS, etc.), expuestas en el capítulo<br />

«Valoración del estado nutricional y cálculo de requerimientos» de esta obra,<br />

al que se remite al lector.<br />

Necesidades macronutrientes<br />

Proteínas. En pacientes sanos, las necesidades son de 0,8 g/kg peso/día.<br />

Cabe destacar que su aporte es en forma de nitrógeno (1 g de nitrógeno<br />

= 6,25 g de proteínas). En pacientes ingresados, las necesidades dependen<br />

de su grado de estrés y pueden calcularse según la excreción urinaria<br />

de nitrógeno en 24 horas. De forma práctica, puede decirse que las necesidades<br />

protéicas son:<br />

Estrés leve: 1 g/kg peso/día.<br />

Estrés moderado: 1,3 g/kg peso/día.<br />

Estrés grave: 1,5 g/kg peso/día.<br />

Estrés muy grave: 2 g/kg peso/día.<br />

Existe una serie de situaciones especiales patológicas en las que los aportes<br />

de nitrógeno deben ser considerados muy especialmente: pacientes con hepatopatías<br />

y antecedentes de encefalopatía hepática, en los que los aportes<br />

deben reducirse a 0,8 g/kg peso/día, aportando fórmulas específicas con una<br />

proporción mayor de aminoácidos de cadena ramificada, y pacientes con insuficiencia<br />

renal que se encuentran en un programa de diálisis (1,2-1,7 g/kg<br />

peso/día) o no (0,5-0,6 g/kg peso/día); también en este caso debe considerarse<br />

la calidad de las fórmulas: en el caso de la restricción, se valorará una<br />

fórmula con mayor proporción de aminoácidos esenciales más histidina.<br />

Durante algunos años se diseñaron fórmulas específicas enriquecidas con<br />

aminoácidos ramificados, para su uso en pacientes críticos, cuya eficacia<br />

no ha sido probada. En la actualidad se asiste al debate establecido sobre


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

el uso de soluciones con dipéptidos de glutamina o soluciones de aminoácidos<br />

complejas enriquecidas con glutamina. Los estudios son muy heterogéneos,<br />

incluyen un número pequeño de pacientes y se basan en un posible<br />

déficit relativo de la glutamina. Ésta ha sido indicada en pacientes críticos<br />

que no reciben nutrición enteral, en pacientes quirúrgicos y en pacientes<br />

sometidos a trasplante de médula. Estas soluciones producen gran cantidad<br />

de amonio, por lo que están indicadas en situaciones de insuficiencia<br />

renal, hepáticas o que cursan con acidosis metabólica.<br />

Lípidos. Son nutrientes que se caracterizan por su elevado valor calórico y<br />

su baja osmolaridad en la nutrición parenteral total. La administración<br />

habitual corresponde a un 30-40% del aporte calórico no proteico, sin superar<br />

los 2,5 g/kg peso/día, y con ajuste si existe hipertrigliceridemia<br />

(> 400 mg/dl). Es muy importante considerar otras causas de hipertrigliceridemia<br />

concomitantes, entre ellas: sepsis, insuficiencia renal, pancreatitis<br />

y corticosteroides. Se aconseja limitar el aporte parenteral de lípidos<br />

—para disminuir al mínimo posible este hecho— a 30-50 mg/kg peso/h<br />

o bien 0,7-1,2 g/kg peso/día. Deben considerarse las medicaciones que<br />

utilizan lípidos en su emulsión (p. ej., Propofol ® ).<br />

Existen distintas emulsiones grasas. Las primeras en utilizarse fueron<br />

las compuestas por triglicéridos de cadena larga (LCT) derivadas del aceite<br />

de soja. Se conocen a tres concentraciones (10, 20 y 30%). En la década<br />

de 1980 surgieron mezclas físicas al 50% de LCT y triglicéridos de cadena<br />

media (MCT). En los últimos años, el desarrollo tecnológico ha permitido<br />

establecer mezclas químicas denominadas lípidos estructurados. Se han<br />

obtenido emulsiones lipídicas que reemplazan parcialmente a los ácidos<br />

grasos poliinsaturados omega 6 por aceite de oliva, rico en ácidos grasos<br />

monoinsaturados, u otras, que los sustituyen por aceite de pescado, rico<br />

en ácidos grasos omega-3.<br />

Hidratos de carbono. Su aporte supone un 60-70% de las calorías no proteicas<br />

(50% en pacientes diabéticos o con estrés grave, a fin de evitar la hiperglucemia<br />

consecuente). El aporte de hidratos de carbono se realiza en forma<br />

73


74 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

de glucosa a distintas concentraciones (10, 20, 40 y 70%). No deben superarse<br />

los 5 mg/kg peso/min, ni los 4-5 g de glucosa/kg peso/día, ya que por<br />

encima de estas cifras se supera la capacidad oxidativa del hígado.<br />

Electrolitos. En el aporte de electrolitos influyen diversos factores, que pueden<br />

variar según la situación de los pacientes que precisan nutrición parenteral.<br />

Por ello, se precisa un control analítico estrecho. Los requerimientos<br />

estándar se exponen en la tabla 2.<br />

Tabla 2. Necesidades estándar de electrolitos<br />

Oligoelementos CDR Condicionantes<br />

Sodio 70-140 mEq Pérdidas digestivas, fístulas<br />

Potasio 60 mEq Pérdidas digestivas, insuficiencia renal<br />

Calcio 10-15 mEq Pancreatitis<br />

Fósforo 20-40 mEq Pancreatitis, síndrome de realimentación<br />

Magnesio 8-20 mEq Síndrome de realimentación<br />

Cloro 100 mEq Equilibrio ácido-básico<br />

Cinc 3-9 mEq Heridas quirúrgicas, fístulas<br />

Vitaminas y oligoelementos. Éstos se añaden en forma de viales multivitamínicos,<br />

según las recomendaciones publicadas por la FDA en el año 2000 o<br />

bien por la American Society Parenteral and Enteral Nutrition (ASPEN) en 2002,<br />

que añade selenio. La vitamina K es la única que no se aporta habitualmente<br />

en los preparados multivitamínicos, por lo que debe administrarse por vía<br />

intramuscular (10 mg) una vez por semana. Esta dosis debe reducirse o eliminarse,<br />

si el paciente toma anticoagulantes o tiene tendencia trombótica. La<br />

prolongación del tiempo de protrombina obliga a incrementar los aportes.<br />

Agua. Las necesidades de agua están determinadas por el estado del paciente<br />

y su balance hídrico. El aporte estándar es de 35-40 ml/kg peso/día, lo<br />

que equivale a 2.000-3.000 ml.


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL<br />

Estabilidad de la mezcla y compatibilidad de sus componentes<br />

Son clásicas las recomendaciones en torno a los problemas de compatibilidad<br />

de las mezclas según el contenido en calcio y fósforo, para evitar<br />

sus precipitados. Es necesario controlar estrictamente las dosis<br />

empleadas y los tipos de preparados por su distinto comportamiento,<br />

como la selección de gluconato y cloruro en el caso del calcio, y el uso<br />

de sales orgánicas (glicerofosfato) frente a las inorgánicas (fosfato sódico<br />

y potásico) en el caso del fósforo. La FDA recomienda el uso de filtros<br />

para evitar los riesgos de flebitis y de administración de posibles<br />

microprecipitados.<br />

En cuanto a la compatibilidad, deben revisarse siempre los datos relacionados<br />

con el uso de emulsiones lipídicas en bolsas «todo en uno» o «tres<br />

en uno». Durante muchos años, las emulsiones se administraban en Y con<br />

la glucosa-aminoácidos. Sin embargo, el mejor conocimiento de las condiciones<br />

que permiten estabilizar la mezcla con emulsiones lipídicas ha permitido<br />

diseñar fórmulas elaboradas individualizadas o comerciales (bolsas<br />

compartimentales) sin problemas. Se aconseja que la mezcla final tenga<br />

una concentración de aminoácidos superior al 2%.<br />

Es recomendable administrar las mezclas de nutrición parenteral protegidas<br />

de la luz solar. La bolsas de uso más habitual son de etileno acetato<br />

de vinilo (EVA), multicapa que confiere cierta protección. En cualquier caso,<br />

tanto las unicapa como las multicapa deben protegerse con otras bolsas<br />

transparentes, que permitan ver el etiquetado de la bolsa de cada paciente,<br />

pero que, al mismo tiempo, sean fotoprotectoras.<br />

Utilización de fármacos en las bolsas de nutrición parenteral<br />

No suele recomendarse la adición de fármacos en las bolsas de nutrición<br />

parenteral ante la imposibilidad de conocer con exactitud su biodisponibilidad,<br />

según la estabilidad de la mezcla a lo largo del tiempo de infusión.<br />

75


76 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

Habitualmente se han añadido insulina, ranitidina, aminofilina, octreótido,<br />

heparina y albúmina, modalidades terapéuticas que están siendo replanteadas<br />

en la actualidad por algunos autores debido a datos controvertidos.<br />

Se desaconseja claramente la adición de dos fármacos a la mezcla de<br />

nutrientes.<br />

Ejemplo práctico<br />

Paciente que, según los cálculos, precisa 1.700 kcal y 75 g de proteínas<br />

(12 g de nitrógeno). Las kilocalorías no proteicas se aportan al no tener<br />

restricciones: 60% de glucosa que, a 4 kcal/g, equivale a 255 g, y 40%<br />

en forma de lípidos que, a 9 kcal/g, equivale a 75 g. Se recomienda practicar<br />

con el CD interactivo adjunto.<br />

CONTROLES EN NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

Clínicos. Deben realizarse de forma diaria, varias veces al día y cada vez<br />

que surja una eventualidad, sobre todo en pacientes críticos (temperatura,<br />

presión arterial, frecuencias cardíaca y respiratoria, presión venosa central,<br />

balance hídrico). Se recomienda realizar el registro de los datos antropométricos<br />

una vez por semana.<br />

Analíticos. Debe controlarse la glucemia capilar, al menos en las primeras<br />

horas, ya que se ha demostrado que su control es decisivo para la correcta<br />

evolución, sobre todo en pacientes críticos. La frecuencia de este control<br />

dependerá de los antecedentes de intolerancia hidrocarbonada, diabetes<br />

o grado de estrés del paciente, así como de los resultados de los primeros<br />

controles. En pacientes que no presentan estos antecedentes y en situación<br />

clínica estable, puede determinarse la glucosa en orina y, si es positiva o se<br />

observa hiperglucemia en las pruebas analíticas, realizar glucemias capilares.<br />

Por lo general, el control de los electrolitos en sangre se realiza a diario;<br />

según la situación del paciente, este control puede ser más frecuente o


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

bien dilatarse a 48-72 horas. En cualquier caso, el control de los electrolitos<br />

aporta la información necesaria para elaborar la nutrición parenteral.<br />

Una vez por semana hay que monitorizar la coagulación, la función hepática,<br />

los triglicéridos, el colesterol y las proteínas viscerales. Otros niveles<br />

específicos, como los niveles vitamínicos, por lo general se programan para<br />

los pacientes con nutrición parenteral domiciliaria.<br />

COMPLICACIONES DE LA NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

Clásicamente, las complicaciones de la nutrición parenteral se dividen en<br />

infecciosas, no infecciosas (tradicionalmente conocidas como mecánicas<br />

y relacionadas con la implantación del acceso venoso) y metabólicas. En<br />

los pacientes con nutrición parenteral domiciliaria, deben considerarse también<br />

las complicaciones hepáticas y óseas. El mejor tratamiento siempre<br />

es la prevención: el conocimiento de las complicaciones permite tomar medidas<br />

específicas para adelantarse a su aparición.<br />

Infecciosas. Es importante diferenciar los tipos de infección asociada al catéter,<br />

establecidos por los Centers for Disease Control (CDC) y que se recogen<br />

en la tabla 3. La primera medida para tratar estas complicaciones infecciosas<br />

es su prevención: un equipo entrenado puede reducir la incidencia hasta siete<br />

veces. Resultan de vital importancia desde los cuidados en el momento de<br />

la colocación del acceso venoso, hasta cada cambio o manipulación de los<br />

sistemas, así como los cuidados de los puntos de inserción de los catéteres,<br />

en los que es imprescindible respetar de forma estricta todas las medidas de<br />

asepsia de las distintas guías de organizaciones, entre ellas las de los CDC.<br />

En un paciente con fiebre que recibe nutrición parenteral, deben realizarse<br />

hemocultivos, descartarse otros posibles focos (respiratorio, urinario, herida<br />

quirúrgica, etc.) y, si existe un elevado grado de sospecha de que el responsable<br />

de la fiebre es el acceso venoso, hay que retirar la nutrición parenteral<br />

y el acceso e iniciar tratamiento antibiótico específico (fig. 4).<br />

77


78 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

Tabla 3. Complicaciones asociadas al catéter central<br />

Infecciosas<br />

Tipo<br />

Colonización<br />

del catéter<br />

Infección del<br />

orificio de salida<br />

Infección del<br />

túnel<br />

Infección del<br />

bolsillo reservorio<br />

Bacteriemia asociada<br />

a la nutrición parenteral<br />

Definición<br />

Cultivo positivo (método<br />

MAKI: > 15 UFC o > 103 por cultivo cuantitativo) en<br />

la porción distal<br />

Eritema e induración en los<br />

2 cm de piel alrededor del<br />

catéter, sin bacteriemia y<br />

sin exudado purulento<br />

Eritema e induración más<br />

allá de los 2 cm de igual<br />

modo, sin bacteriemia<br />

Eritema y necrosis de la<br />

superficie del reservorio o<br />

exudado purulento en la<br />

bolsa subcutánea<br />

Crecimiento de<br />

microorganismos<br />

Hemocultivo con clínica<br />

de infección y sin otro foco<br />

aparente<br />

Con coincidencia cultivo<br />

con la punta del catéter y<br />

gradiente > 5:1 de sangre<br />

central a periférica, sin otra<br />

focalidad y con mejoría<br />

ante la retirada del catéter<br />

Manejo a<br />

Cuidados locales y<br />

antibioterapia oral<br />

Antibioterapia por vía<br />

intravenosa y retirada del<br />

catéter si la evolución es<br />

desfavorable<br />

Antibioterapia por vía<br />

intravenosa y retirada del<br />

catéter<br />

Antibioterapia parenteral y<br />

retirada del reservorio si la<br />

evolución es desfavorable<br />

Sellado, antibioterapia<br />

parenteral<br />

Retirada del catéter en<br />

caso de infección por<br />

Staphylococcus aureus,<br />

polimicrobiana o fúngica,<br />

inestabilidad<br />

hemodinámica, metástasis<br />

sépticas, infecciones de<br />

repetición (v. texto)<br />

a En los accesos no tunelizados, se recomienda retirar éstos ante la sospecha o bien retirar la<br />

nutrición parenteral hasta su confirmación, si el estado del paciente lo permite, e iniciar tratamiento<br />

antibiótico por vía intravenosa.<br />

Continúa


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

Tabla 3. Complicaciones asociadas al catéter central ((CCoonnttiinnuuaacciióónn))<br />

No infecciosas<br />

Complicación<br />

Mecánicas: neumotórax (1-10%),<br />

canalización arterial (5%),<br />

mal posición, perforación de un vaso<br />

o taponamiento cardíaco<br />

Trombosis venosa<br />

Oclusión del catéter por precipitados<br />

lipídicos<br />

Oclusión del catéter por precipitados<br />

cálcicos<br />

UFC: unidades formadoras de colonias.<br />

Manejo<br />

Específico de cada complicación<br />

Estreptocinasa o urocinasa (10.000 UI<br />

y sellado)<br />

Lavados con solución de etanol<br />

Lavados con solución de HCl 0,1 N<br />

En los pacientes con nutrición parenteral domiciliaria que precisan accesos<br />

venosos prolongados es muy importante intentar conservar el catéter. A<br />

continuación se recogen los criterios para la retirada del catéter:<br />

• Persistencia de fiebre o bacteriemia después de 48-72 horas de iniciarse<br />

el tratamiento antibiótico.<br />

• Existencia de metástasis sépticas o tromboflebitis séptica.<br />

• Sepsis complicada con shock séptico, fracaso renal, distrés respiratorio,<br />

etc.<br />

• Infecciones causadas por hongos o microorganismos difícilmente tratables<br />

con antibióticos (Staphylococcus aureus, Pseudomonas spp.) o infecciones<br />

polimicrobianas.<br />

• Infección del túnel.<br />

El tratamiento antibiótico empírico se realiza siempre a través del catéter, con<br />

una asociación de glucopéptido (vancomicina o teicoplanina) o linezolida +<br />

79


80 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

Figura 4. Algoritmo de decisión en paciente con nutrición parenteral y fiebre<br />

Descartar otros<br />

focos de fiebre<br />

Tratamiento antibiótico<br />

convencional<br />

Cultivos –<br />

Suspender<br />

Ab<br />

Evolución<br />

favorable<br />

Completar<br />

tto. Ab<br />

Fiebre en paciente con NPD<br />

Sospecha de infección<br />

asociada al catéter<br />

Extracción de cultivos<br />

Suspender NPT<br />

Sueroterapia por vía periférica<br />

Valorar criterios de retirada de catéter<br />

Evolución<br />

desfavorable<br />

Retirar<br />

catéter<br />

Suspender<br />

Ab<br />

Descartar otras<br />

causas de fiebre<br />

Sellado del catéter<br />

con antimicrobianos<br />

Cultivos + Cultivos – Cultivos +<br />

Evolución<br />

favorable<br />

Completar<br />

tto. Ab<br />

Evolución<br />

desfavorable<br />

Retirar<br />

catéter<br />

Ab: antibiótico; NPD: nutrición parenteral domiciliaria; NPT: nutrición parenteral.<br />

Tomada de: Cuerda C, Parón L. Complicaciones infecciosas de la nutrición parenteral domiciliaria.<br />

El Farmacéutico Hospitales. 2006;176:30-9. Reproducida con permiso.<br />

aminoglucósido o aztreonam o cefalosporina de tercera generación. En las<br />

infecciones del orificio de salida o del túnel, se recomienda realizar sólo cobertura<br />

de grampositivos con vancomicina intravenosa o cotrimoxazol oral.<br />

La técnica de sellado del catéter es la administración concentrada de<br />

antibióticos en la luz del catéter, durante al menos 12 días, para que ejer-


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

za un efecto local con menos efectos sistémicos. Se aconseja hacer hemocultivos<br />

cuantitativos a través del catéter durante el tratamiento, para ver<br />

si éste se ha esterilizado. El «sellado del catéter con antimicrobianos» se<br />

prepara en una solución con un volumen de 2-3 ml, con heparina al 5% y<br />

con los siguientes antibióticos, en función de la sensibilidad del microorganismo:<br />

• Vancomicina: 2,5-5 mg/ml.<br />

• Gentamicina: 5 mg/ml.<br />

• Amikacina: 1,5-3 mg/ml.<br />

• Ciprofloxacino: 1 mg/ml.<br />

• Anfotericina B: 2,5 mg/ml.<br />

No debe realizarse la técnica de sellado del catéter en los siguientes casos:<br />

• Infecciones del túnel.<br />

• Infección por S. aureus o Candida spp.<br />

• Presencia de sepsis complicada (shock, endocarditis, metástasis séptica).<br />

• Reaparición de la fiebre tras iniciar el sellado.<br />

• Cultivos positivos a los 7 días de tratamiento con el sellado del catéter.<br />

• Obstrucción del catéter.<br />

No infecciosas. En este amplio grupo se incluyen las complicaciones relacionadas<br />

con la implantación o el uso del catéter de carácter mecánico,<br />

como obstrucción, trombosis, etc. Estas complicaciones se resumen en la<br />

tabla 3.<br />

En pacientes con nutrición parenteral domiciliaria, el manejo de estas complicaciones<br />

está siempre condicionado por la necesidad de conservar el<br />

acceso venoso. No existe acuerdo unánime sobre este tema; distintos grupos<br />

han publicado sus protocolos, algunos de los cuales se exponen en<br />

la tabla 4.<br />

81


82 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

Tabla 4. Complicaciones metabólicas de la nutrición parenteral<br />

Agudas<br />

Tipo<br />

Hiperglucemia<br />

Déficit de electrolitos<br />

Alteraciones del<br />

equilibrio ácido-base<br />

Síndrome de<br />

realimentación<br />

Etiología<br />

Velocidad excesiva de<br />

perfusión<br />

Aporte excesivo<br />

Estrés<br />

Escaso aporte<br />

Pérdidas<br />

Hipopotasemia/<br />

hiperpotasemia<br />

Excesivo aporte aniónico<br />

Estímulo de secreción de<br />

insulina ante un elevado<br />

aporte de hidratos de<br />

carbono que provoca<br />

desviación intracelular de<br />

electrolitos, en general en<br />

pacientes gravemente<br />

desnutridos (fósforo,<br />

magnesio y potasio)<br />

Manejo<br />

Disminuir aporte<br />

Monitorizar glucemias<br />

capilares<br />

Administrar insulina en<br />

bolsa y/o subcutánea<br />

Suplementar<br />

Evaluar aporte de cloruros<br />

y acetato y ajustar según<br />

necesidades y situación<br />

clínica<br />

Identificación de pacientes<br />

en riesgo de este síndrome<br />

Reposición electrolítica<br />

antes de iniciar la<br />

alimentación<br />

Alcanzar objetivos de forma<br />

gradual y lenta (no más<br />

de 20 kcal/kg peso actual,<br />

ni más de 1 g/kg peso de<br />

proteínas)<br />

Suplementación de<br />

vitaminas y oligoelementos<br />

al 100% (tiamina)<br />

Si está instaurado, reponer<br />

y tratamiento según<br />

consecuencia<br />

Continúa


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

Tabla 4. Complicaciones metabólicas de la nutrición parenteral ((CCoonnttiinnuuaacciióónn))<br />

Medio y largo plazo<br />

Tipo<br />

Enfermedad hepatobiliar<br />

y esteatosis hepática<br />

(puede ser precoz)<br />

Enfermedad<br />

metabólica ósea<br />

Etiología<br />

Enfermedad de base<br />

Eliminación del paso<br />

hepático<br />

Aporte de glucosa<br />

y lípidos<br />

Malabsorción,<br />

hipercortisolismo,<br />

fármacos, acidosis<br />

metabólica, exceso de<br />

vitamina D<br />

LCT: triglicéridos de cadena larga; MCT: triglicéridos de cadena media.<br />

Metabólicas. Las complicaciones metabólicas son fáciles de evitar, si se realiza<br />

una evaluación precoz del paciente en situación basal. Los cambios en<br />

los niveles de glucemia (con el consiguiente riesgo de síndrome hiperosmolar),<br />

los trastornos hidroelectrolíticos y el riesgo de síndrome de realimentación<br />

constituyen las prioridades en el manejo de estas complicaciones.<br />

Como se ha mencionado antes, también es importante controlar la hipertrigliceridemia.<br />

Valores superiores a 400 mg aconsejan la reducción o, incluso,<br />

la retirada de los aportes grasos, y siempre evitar la sobrecarga de<br />

hidratos de carbono.<br />

83<br />

Manejo<br />

Utilizar vía digestiva<br />

Disminuir aporte calórico<br />

Evitar la sobrecarga de<br />

hidratos de carbono<br />

Administrar la nutrición<br />

de forma cíclica<br />

Utilizar emulsiones<br />

lipídicas MCT-LCT al 50%;<br />

lípidos estructurados o<br />

emulsiones con aceite de<br />

oliva<br />

Vigilar la colelitiasis<br />

Monitorización y<br />

tratamiento específico<br />

Prevención con calcio<br />

y vitamina D


84 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

CASO CLÍNICO<br />

Varón de 72 años, con antecedentes de hipertensión arterial, tabaquismo,<br />

dislipidemia y cardiopatía isquémica tipo infarto agudo de miocardio inferoposterior<br />

y realización de triple bypass 12 años antes, que mantiene una<br />

buena función ventricular residual en la actualidad. Siete años antes se<br />

le había practicado una colectomía subtotal por carcinoma de colon. En la<br />

actualidad seguía tratamiento habitual con inhibidores de la enzima de conversión<br />

de la angiotensina, antagonistas de los receptores de la angiotensina<br />

II, estatinas y nitritos. Ingresa por abdomen agudo, siendo, la sospecha<br />

diagnóstica, de isquemia mesentérica. El paciente no refería pérdida<br />

de peso ni cambios recientes en la alimentación, y su vida era activa, hacía<br />

ejercicio diariamente de forma reglada al menos durante una hora.<br />

Su peso habitual era de 68 kg para una talla de 170 cm, su índice de masa<br />

corporal de 23,5 kg/m 2 , la presión arterial de 100/50 mmHg, la frecuencia<br />

cardíaca de 98 lpm, y estaba afebril. El hemograma mostraba un hematocrito<br />

del 35%, con hemoglobina glucosilada de 11,9 g/dl, volumen corpuscular<br />

medio de 89, leucocitos de 12.000 cel./mm 3 con 60% de neutrófilos<br />

y una coagulación normal. La glucosa era de 91 mg/dl, la creatinina de<br />

1,2 mg/dl, el sodio de 138 mEq/l, el potasio de 4,1 mEq/l, el cloro de<br />

109 mE/l, la albumina de 3,9 g/dl y el calcio de 9,2 mg/dl.<br />

El paciente es intervenido, con lo que se confirma el diagnóstico de sospecha,<br />

y es preciso la resección amplia del intestino delgado, dejando una<br />

yeyunostomía terminal. La longitud «estimada» de intestino remanente<br />

era de 54 cm.<br />

¿Es el paciente candidato a soporte nutricional específico?<br />

Sí, sin ninguna duda, porque a pesar de que no tiene criterios de desnutrición<br />

al ingreso, es un paciente con alto riesgo de desnutrición, aun<br />

sin considerar otros factores, sólo por el tipo de intervención realizada


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

y la situación final de su tubo digestivo como síndrome de intestino corto<br />

(SIC).<br />

¿En qué momento debemos iniciar la intervención nutricional?<br />

Lo antes posible. Los pacientes con SIC precisan un abordaje nutricional<br />

específico en las tres fases de su evolución: la fase hipersecretora del posoperatorio<br />

inmediato, la fase de adaptación y la fase final de mantenimiento<br />

y estabilización del proceso.<br />

¿Cuáles son los requerimientos calórico-proteicos de este<br />

paciente?<br />

La estimación de su gasto energético basal por la ecuación de Harris-Benedict<br />

era de 1.358,5 kcal al día y su gasto energético total (GET) era de 1.766<br />

aplicando un índice de estrés de 1,3.<br />

Los requerimientos proteicos son: 68 kg × 1,5 = 102 g.<br />

Los requerimientos de nitrógeno son 102/6,25 g = 16,32 g (1 g de nitrógeno<br />

= 6,25 g de proteína).<br />

¿Qué tipo de soporte nutricional requiere este paciente?<br />

Este paciente va a precisar soporte nutricional específico (SNE) en todas<br />

sus modalidades y además alimentación natural. Lo esencial es adecuar<br />

el SNE al momento evolutivo del SIC. Por definición, un individuo con menos<br />

de 60 cm de intestino delgado y sin colon es candidato a nutrición parenteral<br />

domiciliaria (NPD) (Guidelines ASPEN 2002).<br />

En el posoperatorio inmediato precisará la administración de NPT obligatoria<br />

a fin de garantizar el adecuado aporte de nutrientes y líquidos. Es<br />

imprescindible tener en consideración las elevadas pérdidas de agua y electrólitos<br />

por la yeyunostomía, así como de oligoelementos (destaca espe-<br />

85


86 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

cialmente el cinc), siendo necesario ajustar requerimientos para prever las<br />

deficiencias de éstos (grado de recomendación C, Guidelines ESPEN 2006).<br />

En la medida de lo posible, en la fase posterior de adaptación se recomienda<br />

el uso continuo de nutrición enteral en cantidades limitadas para mejorar<br />

la adaptación intestinal, e introducir progresivamente la alimentación natural,<br />

siempre sin dejar de administrar la NPT (grado de recomendación C,<br />

Guidelines ESPEN 2006).<br />

Por último, en la fase de mantenimiento, el paciente se podrá beneficiar de<br />

complementar la alimentación natural con suplementación oral y NPT, que<br />

será adaptada a las necesidades del paciente en nutrientes, líquidos y electrólitos<br />

(grado de recomendación C, Guidelines ESPEN 2006).<br />

El uso de glutamina, hormona de crecimiento y fórmulas enterales ricas en<br />

hidratos de carbono y bajas en grasas en la fase de adaptación ha demostrado<br />

ser eficaz en algunos estudios, aunque estos resultados no permiten<br />

recomendar su utilización de forma generalizada (grado de recomendación<br />

C, Guidelines ESPEN 2006).<br />

¿Qué tipo de acceso se necesita para la nutrición parenteral<br />

total?<br />

Es necesaria una vía central, preferiblemente una subclavia. Nuestro paciente<br />

era portador de este tipo de vía, ya que había salido del quirófano con<br />

este acceso venoso central, tomado por el equipo de anestesia en adecuadas<br />

condiciones de asepsia.<br />

¿Cómo calcular la nutrición parenteral total inicial de este<br />

paciente?<br />

Estimamos que los requerimientos de líquidos del paciente eran elevados,<br />

ya que las pérdidas digestivas así lo confirmaban. Si sus requerimientos<br />

teóricos de agua por la edad eran de 30 ml/kg (2.040 ml/día) estimamos<br />

aumentar el volumen que debía aportarse por las pérdidas registradas has-


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

ta los 3.000 ml/día, con estrecha vigilancia de su tolerancia clínica dados<br />

sus antecedentes de cardiopatía.<br />

Se programó bolsa de NPT (tres en uno) de elaboración en la farmacia de<br />

nuestro centro con una proporción 60/40 de hidratos de carbono/grasas<br />

y una relación kcal/nitrógeno.<br />

Los cálculos apuntaban a aportes de nitrógeno de 16,3 g como habíamos<br />

previsto inicialmente en su cálculo, lo que supone 400 kcal proteicas. De<br />

glucosa, 227 g. Esta cantidad corresponde al 60% de 1.366 kcal no proteicas.<br />

De grasa, 55 g. Esta cantidad corresponde al 40% de las 1.366 kcal<br />

no proteicas que debían administrarse.<br />

Se establecieron los estándares de electrólitos con aumentos en los aportes<br />

de sodio, cloro, potasio y cinc, que hasta tener los valores del laboratorio<br />

de referencia deberán ser aproximativos, por lo que en este tipo de<br />

pacientes adquiere un interés especial el control.<br />

La composición final de la fórmula de NPT se debe adaptar también a las<br />

posibilidades de su elaboración farmacéutica en la campana de flujo laminar<br />

(estándares de cada uno de los sustratos, capacidad limitada para administrar<br />

distintos volúmenes, etc.). De manera que teniendo en cuenta todas<br />

las consideraciones, la composición de la fórmula fue:<br />

• Volumen: 3.000 ml.<br />

• Nitrógeno: 14 g + 2 g de glutamina en forma de dipéptido Al-Glu; glucosa:<br />

225 g; grasa: 60 g.<br />

• Sodio: 140 mEq; potasio: 90 mEq; cloro: 100 mEq.<br />

• Calcio: 10 mEq; magnesio: 10 mEq; fósforo: 20 mmol.<br />

• Cinc: 9 mg; vitaminas y oligoelementos diariamente.<br />

Añadimos ranitidina 150 mg con la intención de obtener un efecto protector<br />

gástrico y optimizar la adaptación del intestino remanente.<br />

87


88 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

¿Es conveniente que la nutrición parenteral total no se cambie<br />

hasta el alta del paciente?<br />

No, la NPT deberá cambiar tantas veces como se modifique la evolución clínica<br />

del paciente. Es imprescindible su monitorización. En este caso, el<br />

paciente presentaba, en los días posteriores, elevadas pérdidas por la<br />

ileostomía (1.500-2.000 ml al día) que requirieron modificar los aportes de<br />

sodio (260 mEq en bolsa) y potasio (120 mEq día en bolsa), así como tratamientos<br />

farmacológicos con codeína y en última instancia con octreotida.<br />

Por otro lado, en el caso de que el paciente haya iniciado algún otro tipo<br />

de aporte de nutrientes, bien sea alimentación natural, nutrición enteral o<br />

bien suplementación oral.<br />

Además, este paciente, tras la administración de la NPT, comenzó a presentar<br />

glucosurias positivas; se le realizaron glucemias capilares, y presentó<br />

cifras de glucemia que oscilaban entre 180 y 260 mg/dl, que para su<br />

corrección precisaron de una pauta de insulina regular subcutánea cada<br />

6 horas. A partir de las siguientes 24 horas, se modificaron los aportes de<br />

la NPT, añadiendo 18 unidades de insulina en la bolsa de NPT diariamente<br />

y manteniendo una pauta de insulina rápida subcutánea de rescate.<br />

¿Estaría indicada la nutrición mixta en este caso?<br />

Sí. Como ya hemos comentado, en este caso concreto sería conveniente<br />

comenzar precozmente la nutrición enteral continua para facilitar la rehabilitación,<br />

con una fórmula estándar a pequeños volúmenes que tendría el<br />

objetivo de mejorar el trofismo intestinal. Se administrarán 500 ml con<br />

bomba de infusión a 10 ml/h inicialmente. Pasadas 4-6 h, si la tolerancia<br />

es adecuada, aumentar a <strong>21</strong> ml/h. La transición posterior a la alimentación<br />

natural se hará de forma gradual. De forma individual se decidirá<br />

aumentar aportes de nutrición enteral o iniciar alimentación natural y suplementación<br />

oral en caso necesario. Poco a poco se corregirán los aportes<br />

de macronutrientes en la NPT considerando los aportes por la vía diges-


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

tiva para evitar siempre la sobrecarga calórica, especialmente por vía parenteral.<br />

¿Existen diferencias entre la administración de la nutrición<br />

parenteral total hospitalaria y la domiciliaria?<br />

Sí, aunque pocas, y fundamentalmente dependen de la situación del paciente.<br />

La estabilidad clínica del paciente nos permitirá intentar administrar la NPT<br />

de forma cíclica, es decir nocturna en 12 horas, para poder permitir al paciente<br />

hacer su vida cotidiana libre de la unión al sistema de infusión de la NPT.<br />

El acceso venoso que portará el paciente será del tipo permanente (implantado/tunelizado).<br />

Los controles bioquímicos se espaciarán más en el tiempo<br />

con controles quincenales, mensuales y trimestrales, si la estabilidad<br />

del paciente lo permite. La NPD es una técnica muy útil para el cuidado<br />

de este tipo de pacientes que exige el entrenamiento y la formación del<br />

paciente y su cuidador principal en las habilidades, así como unas condiciones<br />

sociosanitarias de la vivienda adecuadas que le permitan mantener<br />

este tratamiento domiciliario.<br />

En el caso de nuestro paciente, durante 14 días se formó y entrenó a él y<br />

a su esposa, y a las 4 semanas del ingreso hospitalario se le colocó un<br />

catéter Hickman tunelizado (24 h antes del alta domiciliaria).<br />

¿Cuál fue el tratamiento nutricional de este paciente al alta?<br />

1. Recomendaciones alimentarias para la resección intestinal (descritas en<br />

el texto).<br />

2. Suplementos calórico-proteicos de consistencia crema/pudin, dos al día.<br />

3. NPT cíclica nocturna con 1.800 ml cada 12 horas (nitrógeno: 8 g; glucosa:<br />

150 g: grasa: 40 g; sodio: 260 mEq; potasio: 110 mEq; cloro:<br />

110 mEq; calcio: 10 mEq; magnesio: 10 mEq; fósforo: 15 mmol; cinc:<br />

89


90 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

9 mg; vitaminas, oligoelementos, insulina regular 14 UI y ranitidina<br />

150 mg).<br />

4. Codeína 30 mg cada 8 horas por vía oral.<br />

5. Octreotida: 50 µg cada 8 horas por vía subcutánea.<br />

6. Monitorización diaria de constantes y balance hídrico, así como quincenal<br />

de iones, proteínas viscerales y visita médica. Según evolución, espaciar<br />

los controles analíticos y las revisiones clínicas.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

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paciente con nutrición parenteral domiciliaria. Rev Clin Esp. 2005;205(8):386-91.<br />

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• Planas Vila M, grupo NADYA. Registro de la nutrición parenteral domiciliaria (NPD) del año<br />

2002. Nutr Hosp. 2004;19(suppl 1):35.<br />

• SENPE. Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral. Protocolos para la prescripción<br />

de nutrición parenteral y enteral. Documento 2- B-EP-1998. Disponible en:


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

http://www.senpe.com/publicaciones/senpe_consenso/senpe_consenso_prescripcion_2.pdf<br />

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• Zaloga GP. Parenteral nutrition in adult inpatients with functioning gastrointestinal tracts:<br />

assessment of outcomes. Lancet. 2006;367:1101-11.<br />

91


GUÍA DE ACTUACIÓN: SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Nutrición enteral frente a nutrición parenteral<br />

La nutrición artificial está indicada en cualquier paciente grave que no puede<br />

recibir una dieta por vía oral durante un período prolongado o que tiene<br />

desnutrición preexistente.<br />

El cirujano debe dilucidar, ante cada caso concreto, la manera más segura<br />

y adecuada de nutrir al paciente, basándose en su enfermedad y a<br />

las semanas que prevé que el individuo pueda nutrirse adecuadamente<br />

por sí mismo.<br />

Siguiendo las recomendaciones de las publicaciones de las guías clínicas<br />

actuales, en las que se afirma que hay que mejorar la recuperación de<br />

los pacientes después de la cirugía, la nutrición artificial constituye un objetivo<br />

importante en el tratamiento perioperatorio.<br />

Los aspectos que debe incluir la nutrición artificial son los siguientes:<br />

• Evitar largos períodos de ayuno preoperatorio.<br />

• Restablecer la nutrición oral tan pronto como sea posible, después de la<br />

cirugía.<br />

• Integrar la nutrición enteral en el conjunto del tratamiento del paciente.<br />

• Control metabólico (p. ej., glucemia).<br />

93


94 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL FRENTE<br />

A NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

• Reducir los factores que exacerben el catabolismo relacionado con el<br />

estrés o que alteren la función gastrointestinal.<br />

• Movilización precoz.<br />

La nutrición enteral debe ser la primera opción para alimentar a un paciente,<br />

aunque se esté tratando con un intestino parcialmente limitado en su<br />

función y longitud. El éxito de la nutrición enteral requiere, con frecuencia,<br />

una atención continuada. Esto ha llevado a muchos cirujanos a preferir la vía<br />

parenteral, que es más complicada pero está bien sistematizada. Es verdad<br />

que, en ocasiones, la nutrición parenteral es obligada, pero la complejidad y<br />

la comodidad no deben convertirse en los factores determinantes de la vía<br />

de nutrición. El intestino delgado es el órgano linfoide por excelencia con<br />

propiedades inmunológicas debidas a la gran riqueza del tejido linfoide asociado<br />

al intestino (GALT). Regula la respuesta inflamatoria sistémica y mantiene<br />

la secreción gástrica ácida, el peristaltismo y la síntesis de la IgA<br />

secretora, las hormonas, las mucinas, etc., que contribuyen a mantener las<br />

propiedades fisiológicas e inmunológicas gastrointestinales.<br />

La nutrición parenteral, al igual que el ayuno, inhibe la estimulación gastrointestinal<br />

y la secreción de hormonas y de la perfusión intestinal regional.<br />

Además, induce atrofia y desorganización de la mucosa intestinal y disminuye<br />

la superficie de absorción, lo cual —sumado al empleo de antibióticos<br />

de amplio espectro, inhibidores H 2 o de la bomba de protones— favorece<br />

la colonización de la mucosa por microorganismos oportunistas que alteran<br />

la membrana intestinal, lo que a su vez favorece el paso de bacterias<br />

gramnegativas (coliformes) y sus endotoxinas por traslocación bacteriana<br />

a la vía sistémica. Esto origina una respuesta inmunitaria anormal inducida<br />

por la isquemia y la hipotensión que resultan de la activación de la<br />

cascada proinflamatoria (ácido araquidónico).<br />

La nutrición parenteral debe reservarse para los siguientes casos: pacientes<br />

que no pueden recibir nutrición enteral; cuando la vía enteral no es suficiente<br />

para alcanzar los requerimientos nutricionales; cuando el tubo diges-


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL FRENTE<br />

A NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

tivo no puede abordarse adecuadamente, y cuando los pacientes presentan<br />

intolerancia a la nutrición enteral.<br />

La nutrición parenteral no está indicada en los pacientes bien nutridos,<br />

leves o menos graves que conservan intacta la función absortiva del aparato<br />

gastrointestinal o bien en aquellos pacientes que, a pesar de la agresión,<br />

van a reiniciar la ingesta oral o enteral en 7 días.<br />

Se recomiendan las siguientes estrategias, a fin de aumentar los beneficios<br />

de la nutrición parenteral: administrar grasas en bajas dosis, complementar<br />

la nutrición parenteral con glutamina y usar insulina para el control<br />

de las glucemias.<br />

Las ventajas de la nutrición enteral son las siguientes: es más fisiológica y<br />

segura, mantiene la integridad de la barrera mucosa intestinal, mejora la evolución<br />

del paciente y es más económica.<br />

En cuanto a los inconvenientes, la nutrición enteral precisa más tiempo<br />

para completar el apoyo nutricional total y depende del estado hemodinámico<br />

y funcional del tubo digestivo.<br />

La inestabilidad hemodinámica, el empleo de fármacos vasoactivos y la<br />

hipotensión arterial consiguiente originan una hipoperfusión intestinal o<br />

síndrome de bajo gasto esplácnico con baja tolerancia a la nutrición enteral.<br />

Con frecuencia, la nutrición enteral tiene que asociarse a la nutrición parenteral<br />

en los primeros días del posoperatorio, para conseguir el aporte nutricional<br />

adecuado. Tan pronto como sea posible, debe aumentarse la nutrición<br />

enteral (para administrar los nutrientes adecuados) e interrumpirse la<br />

nutrición parenteral. El empleo de ambas vías, denominado a veces nutrición<br />

mixta o complementaria, implica el uso de la nutrición enteral para mantener<br />

la integridad intestinal y estimular su función, mientras que la nutrición<br />

parenteral se emplea para cubrir las restantes necesidades nutricionales<br />

95


96 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL FRENTE<br />

A NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

del paciente, por ejemplo, el síndrome del intestino corto, en el que este<br />

tipo de nutrición es particularmente ventajosa.<br />

La nutrición parenteral también está indicada cuando existen claras contraindicaciones<br />

para el empleo de la nutrición enteral o bien cuando no puede<br />

obtenerse una vía de acceso enteral. Es una recomendación de grado B<br />

que la nutrición parenteral reduce la mortalidad en pacientes que no pueden<br />

ser nutridos por vía enteral en las 24 horas posteriores a su ingreso<br />

en una unidad de cuidados intensivos.<br />

CASO CLÍNICO<br />

Mujer de 73 años de edad diagnosticada de adenocarcinoma de la unión<br />

gastroesofágica (T3N2M0) que fue sometida a quimioterapia complementaria<br />

con buena respuesta. Se realizó una esofagectomía subtotal con gastroplastia<br />

transhiatal y anastomosis gastroesofágica cervical e inserción<br />

de catéter de yeyunostomía 9 Fr. para nutrición enteral precoz.<br />

Peso: 78,80 kg; talla: 165 cm; edad: 73 años; índice de masa corporal:<br />

28,5.<br />

Cálculo de requerimientos para la nutrición enteral precoz<br />

Según el cálculo de la ecuación de Harris-Benedict por: 655 + (9,56 ×<br />

78,800) + (1,85 × 165) − (4,68 × 73) = 1.371,1 kcal, se requerirán 1.363<br />

kcal/día por el grado de estrés de 2 (cirugía mayor programada); corresponderían<br />

1.800 kcal/24 h.<br />

La fórmula enteral escogida: dieta específica inmunomoduladora.<br />

La densidad calórica es de: 1 kcal/ml (dieta normocalórica).<br />

Según el grado de estrés 2, la relación de g N/kcal no proteicas es de<br />

1/140, por lo que el N necesario es de 16 g.


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL FRENTE<br />

A NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

El volumen en mililitros es de: 1.500 ml/24 h, dicho cálculo se realiza<br />

sabiendo que la dieta escogida contiene 4,5 g de N por envase de 500 ml<br />

(500 × 16/4,5).<br />

La velocidad de infusión es de: 1.500 ml/24 h = 62,5 ml/h.<br />

Se pauta nutrición enteral precoz en la primeras 24 horas con una dieta<br />

específica. Debe iniciarse a un ritmo de 20 ml/h, y aumentarse progresivamente<br />

hasta conseguir el aporte adecuado (1.500 ml/24 h) al tercer o<br />

cuarto día del posoperatorio.<br />

La paciente presentó una complicación mecánica del catéter de yeyunostomía,<br />

lo que obligó a suspender la nutrición enteral y a pautar nutrición parenteral<br />

total. Gasto metabólico en reposo: 1.373 kcal/día, por grado de estrés 2.<br />

Resultan 1.800 kcal NP con una distribución de hidratos de carbono y grasas<br />

60-40% (1.071 kcal de HC y 714 kcal de lípidos); 12,75 g N total. Relación Nkcal<br />

NP 1/140 (N/kg de peso 0,16 g).<br />

En resumen: 200 g de glucosa; 50 g de lípidos (triglicéridos de cadena<br />

media [MCT]/triglicéridos de cadena larga [LCT]); N = 12,75 g; Na = 100<br />

mEq; K = 60 mEq; Cl = 90 mEq; Ca = 10 mEq; P = 20 mmol; Zn = 6 mg;<br />

Mg = 10 mEq; vitaminas y oligoelementos.<br />

Deben administrarse de la siguiente manera: 900 ml de suero glucosado<br />

al 30%, más 400 ml de una emulsión de lípidos al 20% de MCT/LCT, más<br />

750 ml de una solución de aminoácidos que contienen 17 g/l.<br />

El volumen total a administrar es de 2.100 ml/día, según las soluciones<br />

que añadiremos, electrolitos, vitaminas y/o oligoelementos, que deberán<br />

infundirse a un ritmo de 86 ml/h, de forma progresiva, la mitad del volumen<br />

total el primer día y el resto el segundo día o iniciamos con 50 ml/h.<br />

A las 12 horas aumentamos el ritmo a 70 ml/h y si hay buena tolerancia<br />

y no existen problemas de hiperglucemias o glucosurias a las 24 horas<br />

administraremos a 86 ml/h.<br />

97


98 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

TIPOS DE SOPORTE NUTRICIONAL EN CIRUGÍA. NUTRICIÓN ENTERAL FRENTE<br />

A NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

La paciente presentó una fístula cervical sin complicaciones sépticas<br />

bien canalizada por el drenaje que cerró espontáneamente el 16.° día del<br />

posoperatorio. Una vez sustituido el catéter de yeyunostomía, se reinició la<br />

nutrición enteral de forma progresiva y complementaria, a la vez que se disminuyó<br />

de forma inversa la nutrición parenteral total hasta suspenderla, y<br />

se mantuvo la nutrición enteral durante la noche y durante el día se administró<br />

dieta oral hasta el cierre de la fístula programada.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

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23.


Importancia de la farmaconutrición<br />

en el perioperatorio<br />

Aomar Abdel-lah Mohamed<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Clínico Universitario de Salamanca<br />

Julián Pina Arroyo<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Clínico Universitario de Salamanca<br />

Omar Abdel-lah Fernández<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Vital Álvarez Buylla. Mieres (Asturias)


GUÍA DE ACTUACIÓN: SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Importancia de la farmaconutrición<br />

en el perioperatorio<br />

La nutrición y el sistema inmunitario están relacionados. En el paciente desnutrido,<br />

la respuesta inmunológica está disminuida y, ante un cuadro de<br />

inflamación, el metabolismo y el gasto energético están alterados. Los<br />

pacientes desnutridos sometidos a intervenciones quirúrgicas presentan<br />

mayor incidencia tanto de complicaciones infecciosas como de mortalidad.<br />

La inmunodepresión secundaria a la desnutrición puede corregirse con una<br />

adecuada nutrición.<br />

En la década de los noventa aparecieron dietas con distintos sustratos<br />

inmunoestimuladores con el objetivo principal de incrementar la defensa<br />

inmunológica. El empleo de estas dietas se denominó farmaconutrición.<br />

La farmaconutrición se define como el soporte nutricional que, además de<br />

suministrar la cobertura de los requerimientos nutricionales, modula la respuesta<br />

inflamatoria y mejora los mecanismos de defensa y la capacidad de<br />

recuperación de los pacientes. Con la farmaconutrición, además de obtenerse<br />

energía, se intenta mejorar el sistema inmunitario. La aplicación clínica<br />

con inmunonutrientes se denomina también inmunonutrición.<br />

101


102 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA FARMACONUTRICIÓN EN EL PERIOPERATORIO<br />

Los objetivos de la farmaconutrición son los siguientes:<br />

1. Aportar los requerimientos metabólicos y nutricionales.<br />

2. Modular la respuesta inflamatoria.<br />

3. Mejorar los mecanismos de defensa.<br />

4. Contribuir a la recuperación global del paciente.<br />

En la figura 1 se recogen las posibilidades terapéuticas de la farmaconutrición<br />

en el perioperatorio.<br />

Figura 1. Farmaconutrición perioperatoria<br />

Preoperatoria<br />

Previene<br />

Respuesta<br />

inflamatoria<br />

Inmunodepresión<br />

Complicaciones<br />

secundarias<br />

a la agresión<br />

Farmaconutrición perioperatoria<br />

Posoperatoria<br />

enteral precoz<br />

< 24 h<br />

Estimula el<br />

trofismo intestinal<br />

Mejora el estado<br />

nutricional<br />

Disminuye las<br />

complicaciones<br />

* Disminuye las complicaciones infecciosas<br />

* Mejora la cicatrización de las heridas<br />

* Reduce la estancia hospitalaria<br />

* Disminuye los costes<br />

Posoperatoria<br />

artificial<br />

Reduce/evita<br />

Desnutrición<br />

posoperatoria<br />

Inmunodepresión<br />

Infecciones<br />

Complicaciones<br />

de las heridas


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA FARMACONUTRICIÓN EN EL PERIOPERATORIO<br />

Entre los sustratos que pueden considerarse inmunonutrientes están la<br />

arginina, la glutamina, los ácidos grasos de la serie omega-3, los nucleótidos,<br />

los antioxidantes (las vitaminas A, B, C y E, y los oligoelementos selenio,<br />

cobre, cinc y magnesio) y la fibra dietética.<br />

Arginina. Es un aminoácido semiesencial que puede ser esencial en las<br />

situaciones hipermetabólicas y sépticas. Es necesaria para la síntesis del<br />

colágeno en la cicatrización de las heridas. Además, estimula la producción<br />

de óxido nítrico, que a su vez tiene acción vasodilatadora, favorece la fagocitosis<br />

y mejora la respuesta inmunológica. La aplicación clínica de la<br />

arginina se realiza con mezclas de dietas enterales de farmaconutrientes.<br />

Glutamina. Es el aminoácido más abundante en el cuerpo humano. Es un<br />

aminoácido no esencial que puede ser esencial en pacientes hipercatabólicos.<br />

La glutamina es el combustible primario de las células de división<br />

rápidas (como enterocitos y linfocitos) y sirve para regular la síntesis de las<br />

proteínas. La fuente principal de glutamina en situación de estrés procede<br />

del músculo. El déficit de glutamina puede producir alteraciones funcionales<br />

y morfológicas en las mucosas intestinal y pulmonar, el endotelio<br />

vascular y el sistema inmunológico. Los estudios clínicos han demostrado<br />

que la glutamina reduce las complicaciones infecciosas y la traslocación<br />

bacteriana, incrementa la eliminación de los gérmenes que han cruzado<br />

la barrera intestinal, mejora la respuesta inmunitaria y el balance nitrogenado<br />

y disminuye la estancia hospitalaria y la mortalidad.<br />

Nucleótidos. Los nucleótidos son necesarios para la síntesis de los ácidos<br />

nucleicos (ADN, ARN). Son esenciales para mantener una función inmunológica<br />

normal. Pueden reducir las complicaciones infecciosas y la estancia hospitalaria.<br />

Ácidos grasos omega-3. Se encuentran en abundancia en el aceite de pescado,<br />

intervienen en la regulación de la inflamación y de la respuesta inmunológica.<br />

Además mejoran el sistema inmunológico, al competir con el<br />

103


104 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA FARMACONUTRICIÓN EN EL PERIOPERATORIO<br />

ácido araquidónico (omega 6) en la cascada enzimática. Los ácidos grasos<br />

omega-3 incluidos en las principales fórmulas conocidas para la farmaconutrición<br />

desempeñan un papel antiinflamatorio.<br />

Micronutrientes con actividad antioxidante. Son oligoelementos y vitaminas<br />

(selenio, cinc, vitaminas E y C, etc.). En general realizan funciones enzimáticas,<br />

actuando en la regularización de procesos metabólicos. El déficit<br />

puede producir alteraciones inmunológicas y retraso en la cicatrización.<br />

Fibra dietética. La fibra insoluble o no fermentable incrementa el bolo fecal<br />

y favorece el tránsito intestinal. La fibra soluble o fermentable es fundamental<br />

para la producción de ácidos grasos de cadena corta en la luz intestinal.<br />

La asociación de ambas fibras contribuye a mantener la función del<br />

tubo digestivo y de la barrera intestinal.<br />

En la tabla 1 se resumen los efectos producidos por la administración de<br />

farmaconutrientes.<br />

EVIDENCIA CLÍNICA SOBRE EL EMPLEO DE LA<br />

FARMACONUTRICIÓN<br />

La utilización de dietas enriquecidas con inmunonutrientes ha generado un<br />

gran número de estudios y metaanálisis. Existen cuatro metaanálisis publicados<br />

acerca del aporte enteral de mezclas de farmaconutrientes. Heys et<br />

al., que realizaron 11 trabajos, con un total de 1.009 pacientes, concluyeron<br />

que estas dietas disminuyen de forma significativa el índice de infecciones<br />

y los días de estancia hospitalaria. Beale et al. llevaron a cabo 12<br />

estudios, con 1.482 pacientes. Los resultados de sus análisis muestran<br />

una reducción significativa de las infecciones, de los días que los pacientes<br />

estaban conectados al respirador y de la estancia hospitalaria. Heyland<br />

et al., en base a 22 trabajos y 2.419 pacientes, concluyeron que las dietas<br />

enriquecidas con inmunonutrientes disminuyen las infecciones y la estancia<br />

hospitalaria. Montejo et al. analizaron 26 trabajos, con un total de 2.266


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA FARMACONUTRICIÓN EN EL PERIOPERATORIO<br />

Tabla 1. Efectos descritos después del aporte de farmaconutrientes<br />

Mejoría de la respuesta inmunológica<br />

Disminución del catabolismo proteico<br />

Aumento de la síntesis proteica en el músculo esquelético<br />

Mejoría del balance nitrogenado<br />

Efecto trófico sobre la barrera intestinal<br />

Disminución de la traslocación bacteriana<br />

Incremento de la lisis bacteriana de microorganismos «traslocados»<br />

Mejoría de la regeneración hepática<br />

Modulación de la síntesis de eicosanoides<br />

Efecto antiinflamatorio<br />

Efecto antioxidante<br />

Mejor absorción de nutrientes<br />

Mejor cicatrización<br />

Prevención de la lesión de isquemia/reperfusión<br />

Estímulo de la secreción hormonal<br />

Aumento en la síntesis de óxido nítrico<br />

Aumento en la supervivencia<br />

Disminución de las infecciones<br />

Disminución de la estancia hospitalaria<br />

pacientes, y observaron una disminución importante de las complicaciones<br />

infecciosas, los días de ventilación asistida y las estancias hospitalarias.<br />

Los autores concluyeron que el empleo de dietas enriquecidas con farmaconutrientes<br />

logra un descenso en las complicaciones infecciosas, el tiempo<br />

de ventilación mecánica y la estancia hospitalaria y no tiene un efecto<br />

significativo sobre la mortalidad. Aconsejan este tipo de nutrición en los<br />

105


106 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA FARMACONUTRICIÓN EN EL PERIOPERATORIO<br />

pacientes que van a someterse a cirugía abdominal por cáncer y, especialmente,<br />

en los pacientes malnutridos en el preoperatorio y el posoperatorio,<br />

en pacientes en la unidad de cuidados intensivos con APACHE de<br />

10-20 y en pacientes con traumatismos múltiples.<br />

El beneficio de la farmaconutrición en los pacientes que van a ser intervenidos<br />

de cáncer del aparato gastrointestinal superior y de cáncer faríngeo<br />

ha sido publicado en diferentes estudios. Braga et al., en 2002, publicaron<br />

un estudio sobre 150 pacientes con desnutrición importante a los<br />

que se administró 1 l de fórmula oral, enriquecida con inmunonutrientes,<br />

en su domicilio durante 7 días. Hubo tres grupos: a) grupo de control,<br />

que recibió nutrición convencional (grupo 1); b) grupo que recibió<br />

suplementación oral de 1 l de fórmula enriquecida con inmunonutrientes<br />

en el preoperatorio y nutrición convencional en el posoperatorio (grupo 2),<br />

y c) grupo que recibió farmaconutrición oral en el preoperatorio y el posoperatorio<br />

(grupo 3). El número de complicaciones disminuyó en el grupo<br />

2, y la disminución fue más significativa en el grupo 3. Las complicaciones<br />

totales disminuyeron del 42 al 28% en el grupo 2, y al 18% en el grupo<br />

3. Gianotti et al., en un estudio publicado en 2002 sobre pacientes<br />

normonutridos, con farmaconutrición en el preoperatorio durante 5 días y<br />

pre- y posoperatoria, encontraron beneficios significativos de la farmaconutrición<br />

con disminución de las infecciones posoperatorias y de la estancia<br />

hospitalaria.<br />

INDICACIONES DE LA FARMACONUTRICIÓN<br />

Según indican las Guías de la Asociación Americana de Nutrición Parenteral<br />

y Enteral (ASPEN) de 2002, las dietas con farmaconutrientes deben utilizarse<br />

en los siguientes casos (grado de recomendación A): a) pacientes<br />

sometidos a cirugía del tubo digestivo (esófago, estómago, páncreas y árbol<br />

biliar) con desnutrición moderada o grave (albúmina < 3,5 g/dl); b) pacientes<br />

gravemente desnutridos (albúmina < 2,8 g/dl) sometidos a cirugía del


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA FARMACONUTRICIÓN EN EL PERIOPERATORIO<br />

tubo digestivo bajo; c) pacientes con traumatismo penetrante con un índice<br />

de gravedad > 18, con lesiones en más de un sistema (abdomen, tórax,<br />

cabeza, extremidades y columna), y d) pacientes con traumatismo abdominal<br />

con un índice de gravedad > 20, es decir, con lesiones graves en el<br />

colon, el páncreas, el duodeno, el hígado y el estómago. Cirugía de cáncer<br />

de cuello (faringectomía, laringectomía).<br />

La farmaconutrición no está indicada en los siguientes casos: a) pacientes<br />

que recuperarán la nutrición oral en < 5 días; b) obstrucción intestinal inferior<br />

distal; c) hipoperfusión esplácnica, y d) hemorragia digestiva alta con<br />

vaso visible por endoscopia.<br />

Las recientes Guías de la Sociedad Europea de Nutrición Enteral y Parenteral<br />

(ESPEN, 2006) presentan las siguientes recomendaciones:<br />

• Se recomienda el uso de nutrición enteral en el perioperatorio, preferentemente<br />

con sustratos inmunomoduladores, independientemente del riesgo<br />

nutricional, en pacientes que van a ser sometidos a:<br />

– Cirugía mayor por cáncer de cabeza y cuello (laringectomía, faringectomía)<br />

(A),<br />

– Cirugía mayor por cáncer gastrointestinal (esofagectomía, gastrectomía<br />

y duodenopancreatectomía) (A),<br />

– Después de trauma grave (A).<br />

• Si es posible, iniciar el aporte de estas formulas inmunomoduladoras de<br />

5 a 7 días antes de la cirugía y continuar posoperatoriamente de 5 a 7<br />

días después de la cirugía no complicada (C).<br />

• Las fórmulas inmunomoduladoras son superiores a las formulas estándar<br />

en cirugía mayor por cáncer gastrointestinal y cirugía mayor por cáncer<br />

de cabeza y cuello y en pacientes politraumatizados (A).<br />

• Las formulas inmunomoduladoras también son superiores a las estándar<br />

en los pacientes con sepsis moderada (APACHE II < 15) y síndrome de<br />

distrés respiratorio del adulto (ARDS) (B).<br />

107


108 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA FARMACONUTRICIÓN EN EL PERIOPERATORIO<br />

• Los pacientes de UCI que no toleran más de 700 ml al día de nutrición<br />

enteral, no deben recibir fórmulas inmunomoduladoras (B).<br />

CANTIDAD Y TIEMPO DE ADMINISTRACIÓN DE LAS DIETAS<br />

CON FARMACONUTRICIÓN<br />

Se aconseja la administración en el preoperatorio de dietas por vía enteral<br />

enriquecidas con inmunonutrientes en cantidad de 1.000 ml/día, durante<br />

5-7 días antes de la intervención (grado C). Es preferible su administración<br />

antes del ingreso hospitalario. Debe continuarse con la nutrición enteral<br />

precoz en el posoperatorio. En las primeras 24 horas, ésta se administrará<br />

por sonda de yeyunostomía o sonda nasoyeyunal (10-20 ml/hora) hasta<br />

llegar, al tercer día, a unos 1.500 ml/día durante 7-10 días, si se tolera<br />

(grado C). Las dietas con inmunonutrientes no se recomiendan en pacientes<br />

con sepsis grave.<br />

CASO CLÍNICO<br />

Paciente varón; edad: 74 años; talla: 160 cm; peso en el momento del ingreso<br />

hospitalario: 55 kg; pérdida de peso: 10 kg en 1 mes; albúmina: 2,5.<br />

Intervenido de adenocarcinoma del cardias, al que se le ha realizado gastrectomía<br />

total con reconstrucción en Y de Roux más yeyunostomía de alimentación.<br />

¿Tipo de nutrición perioperatoria? ¿Calcular la cantidad<br />

y duración de la nutrición en el posoperatorio?<br />

1. Puesto que el paciente presenta un grado de desnutrición grave (pérdida de<br />

peso > 10%; albúmina < 2,8), se aconseja dieta con farmaconutrientes.<br />

2. En el preoperatorio, se aconseja dieta de textura modificada variada y la<br />

toma oral de suplementos de dieta farmaconutriente de 1000 ml/24 h,<br />

durante 5-7 días.


NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA FARMACONUTRICIÓN EN EL PERIOPERATORIO<br />

3. Iniciar la nutrición enteral por yeyunostomía en el posoperatorio inmediato<br />

(250-500 ml/24 h) y aumentar progresivamente la dieta.<br />

4. Necesidades líquidas (30-35 ml/kg/día): 1.925 ml.<br />

5. Necesidades calóricas: si se aplica la ecuación de Harris-Benedict con<br />

un grado de estrés 3, las necesidades calóricas son de 1.580 kcal/día.<br />

Con una relación N:kcal de 1:130, necesita 12 g de N que corresponde<br />

a 0,20-0,24 g/kg de peso.<br />

6. Se aconseja una dieta farmaconutriente de 1.500 ml/día en el posoperatorio,<br />

por yeyunostomía, durante 7-10 días.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

• ASPEN Board of Directors and the Clinical Guidelines Task Force. Guidelines for the use<br />

of parenteral and enteral nutrition in adult and pediatric patients. JPEN J Parenter Enteral<br />

Nutr. 2002;26(1 suppl):1SA-138SA.<br />

• Beale RJ, Bryg DJ, Bihari DJ. Immunonutrition in the critically ill: a systematic review of<br />

clinical outcome. Crit Care Med. 1999;27(12):2799-805.<br />

• Braga M, Gianotti L, Nespoli L, Radaelli G, Di Carlo V. Nutricional approach in malnourished<br />

surgical patients: a prospective randomized study. Arch Surg. 2002;137:174-80.<br />

• Gianotti L, Braga M, Nespoli L, Radaelli G. A randomized controlled trial of preoperative<br />

oral supplementation with a specialized diet in patients with gastrointestinal cancer.<br />

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• Heyland DK, Novak F, Drover JW, Jain M, Su X, Suchner U. Should immunonutrition become<br />

routine in critically ill patients? A systematic review of the evidence. JAMA 2001;286(8):944-<br />

53.<br />

• Heys SD, Walker LG, Smith I, Eremin O. Enteral nutritional supplementation with key<br />

nutrients in patients with critical illness and cancer: a meta-analysis of randomized controlled<br />

clinical trials.Ann Surg 1999;229(4):467-77.<br />

• Kreymann KG, Berger MM, Deutz NEP, Hiesmayer M, Jolliet P, Kazandjiev G, et al. ESPEN<br />

Guidelines on Enteral Nutrition: Intensive care. Clin Nutr. 2006;25:<strong>21</strong>0-23.<br />

• Montejo JC, Zarazaga A, López Martínez J, Urrutia G, Roqué M, Blesa AL, et al.<br />

Inmunonutrition in the intensive care unit. A systematic review and consensus statement.<br />

Clin Nutr. 2003; 22:2<strong>21</strong>-33.<br />

109


110 NUTRICIÓN EN CIRUGÍA<br />

IMPORTANCIA DE LA FARMACONUTRICIÓN EN EL PERIOPERATORIO<br />

• Planas M, Pradell i Teigell J. Importancia de la nutrición en el perioperatorio. Novartis<br />

Consumer Health S.A.<br />

• Weimann A, Braga M, Harsanyi L, Laviano A, Ljungqvist O, Soeters P, et al. ESPEN Guidelines<br />

on enteral nutrition: surgery including organ transplantation. Clin Nutr. 2006;25:224-44.


ASPECTOS PRÁCTICOS<br />

• Manejo del soporte nutricional<br />

Protocolo de actuación


Manejo del soporte nutricional<br />

Protocolo de actuación<br />

Álvaro García-Manzanares y Vázquez de Agredos<br />

Servicio de Endocrinología y Nutrición<br />

Hospital Universitario Príncipe de Asturias<br />

Alcalá de Henares (Madrid)<br />

Julia Álvarez Hernández<br />

Servicio de Endocrinología y Nutrición<br />

Hospital Universitario Príncipe de Asturias<br />

Alcalá de Henares (Madrid)


GUÍA DE ACTUACIÓN: SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Manejo del soporte nutricional<br />

Protocolo de actuación<br />

DETECCIÓN DE LA DESNUTRICIÓN<br />

Existe un elevado porcentaje de desnutrición hospitalaria —del 30-50%—, y<br />

ésta constituye la enfermedad más prevalente en el hospital, con unas consecuencias<br />

deletéreas para el enfermo en todos los niveles y en el ámbito<br />

en el que nos movemos para el resultado de la propia cirugía, lo que<br />

genera una morbimortalidad y una estancia media mayores.<br />

La solución a este problema debe llegar desde la coordinación de un equipo<br />

multidisciplinario. En todos los pacientes ingresados ha de tenerse en<br />

cuenta su estado nutricional en el momento del ingreso —de ahí el interés<br />

de los métodos de cribado ya comentados— y el tipo de intervención al que<br />

va a ser sometido, estableciendo de este modo un esquema terapéutico<br />

nutricional en el momento del ingreso que ha de revaluarse periódicamente<br />

para asegurarse de que el paciente recibe el aporte necesario para su<br />

enfermedad, con el fin de garantizar el mejor estado nutricional, tanto antes<br />

como después de la cirugía.<br />

115


116 ASPECTOS PRÁCTICOS<br />

MANEJO DEL SOPORTE NUTRICIONAL<br />

El principal filtro, a la hora de valorar el estado nutricional de un paciente,<br />

deben ser su propio médico y su enfermera responsable, los cuales deben<br />

valorar su estado nutricional en el momento del ingreso hospitalario. De un<br />

modo práctico, si se tiene en cuenta el tanto por ciento de pérdida de peso<br />

previo, tenemos un excelente punto de partida. Este parámetro se incluye<br />

en todas las herramientas de cribado de la desnutrición. De este modo establecemos<br />

el grado de desnutrición: leve, moderado o grave (tabla 1).<br />

Tabla 1. Pérdida de peso<br />

Tiempo Leve (%) Moderada (%) Grave (%)<br />

1 semana 1-2 2 > 2<br />

1 mes < 5 5 > 5<br />

2 meses 5 5-10 > 10<br />

3 meses < 10 10-15 > 15<br />

Un ejemplo es el sistema MUST (fig. 1), en el que se incluyen el cribado y<br />

la valoración.<br />

Una vez detectados los pacientes en riesgo, éstos deben someterse a una<br />

valoración nutricional completa que incluya un programa básico para evaluar<br />

el estado nutricional: historia clínico-dietética, exploración física y parámetros<br />

antropométricos y bioquímicos. Remitimos al lector al apartado<br />

correspondiente de este texto.<br />

INDICACIÓN DE MEDIDAS DE SOPORTE NUTRICIONAL<br />

Como soporte nutricional se entienden todas aquellas medidas encaminadas<br />

a restablecer o evitar un estado de desnutrición. En virtud del camino<br />

para obtener nuestro objetivo, el soporte nutricional puede dividirse en


ASPECTOS PRÁCTICOS<br />

MANEJO DEL SOPORTE NUTRICIONAL<br />

Figura 1. Sistema MUST 6<br />

Paso 1<br />

Puntuación por el IMC<br />

IMC kg/m 2 Puntos<br />

≥ 20 = 0<br />

18,5 − 20 = 1<br />

≤ 18,5 = 2<br />

IMC = peso (kg) / (talla) 2 (m) *<br />

Puntuación IMC:<br />

0 puntos: riesgo bajo<br />

Cuidados clínicos rutinarios<br />

Repetir screening<br />

Hospital: semanalmente<br />

Cuidados domiciliarios:<br />

mensualmente<br />

Ambulatorio: anualmente<br />

para grupos especiales,<br />

p. ej.: > 75 años<br />

Paso 2<br />

Puntuación por pérdida<br />

de peso<br />

PP ** involuntaria los últimos<br />

3-6 meses<br />

% Puntos<br />

≤ 5 = 0<br />

5 − 10 = 1<br />

≥ 10 = 2<br />

peso peso<br />

−<br />

(% PP) = inicial actual × 100<br />

peso inicial<br />

Puntuación % PP:<br />

1 punto: riesgo medio<br />

Observar<br />

Hospital y cuidados domiciliarios<br />

Valoración de ingesta de sólidos y líquidos<br />

de 3 días<br />

– Si es adecuada o mejora, no es necesaria<br />

actuación clínica<br />

– Si no mejora: actuar según el protocolo<br />

local<br />

– Repetir screening: semanalmente en<br />

hospital y mensualmente en cuidados<br />

domiciliarios<br />

Comunidad<br />

Repetir screening cada 2-3 meses con<br />

consejo dietético si es necesario<br />

Paso 3<br />

Efecto de la<br />

enfermedad aguda<br />

Paciente con enfermedad<br />

aguda *** y que ha estado o<br />

es probable que esté sin<br />

aporte nutricional por más de<br />

5 días<br />

Puntuación:<br />

2 puntos<br />

Paso 4. Sume los puntos para calcular el riesgo global de malnutrición<br />

Riesgo global de malnutrición<br />

Ingesta adecuada o mejorando,<br />

cercana a la habitual<br />

Poca o ninguna relevancia<br />

clínica<br />

Paso 5. Guía de actuación<br />

≥ 2 puntos: riesgo alto<br />

Tratar<br />

Domicilio, hospital o comunidad:<br />

– Mejorar la ingesta nutricional global,<br />

primero con dieta culinaria, si es necesario<br />

enriquecida, o con suplementos<br />

– Remitir a la UNCYD o seguir el protocolo<br />

local<br />

– Monotorizar y revisar el plan de cuidados:<br />

• Hospital: semanalmente<br />

• Domicilio: mensualmente<br />

• Ambulatorio: mensualmente<br />

Ingesta inadecuada o empeorando<br />

Relevancia clínica<br />

*Si es imposible tallar y/o pesar al paciente vea el reverso para medidas alternativas o utilice criterios subjetivos.<br />

**Es un factor de riesgo nutricional más importante que el IMC.<br />

***Incluye condiciones agudas, fisiopatológicas o psicológicas: pacientes críticos, dificultad para tragar (accidente vascular cerebral), traumatismo<br />

craneoencefálico, cirugía gastrointestinal, etc.<br />

IMC: índice de masa corporal; PP: pérdida de peso; UNCYD: unidad de nutrición clínica y dietética.<br />

117<br />

Tomado y modificado de: BAPEN, Advancing Clinical Nutrition. Malnutrition Universal Screening Tool<br />

[Internet]. 2006 [fecha de consulta 24 de marzo de 2009]. Disponible en: http://www.bapen.org.uk


118 ASPECTOS PRÁCTICOS<br />

MANEJO DEL SOPORTE NUTRICIONAL<br />

recomendaciones culinarias a través de la dieta oral, o bien soporte nutricional<br />

especializado. Las modalidades del soporte nutricional especializado<br />

son las siguientes: suplementación oral, nutrición enteral y nutrición<br />

parenteral o la combinación de ambas. Existe una amplia evidencia científica<br />

de los beneficios de la nutrición enteral sobre la nutrición parenteral,<br />

siempre que se conserve la capacidad de absorción y de digestión del tubo<br />

digestivo, puesto que:<br />

1. Es más fisiológica, al ser la puerta de entrada natural de los alimentos.<br />

Su llegada pone en marcha la síntesis y la secreción de una serie<br />

de enzimas y hormonas que influyen sobre la actividad motora y secretora<br />

del aparato digestivo, así como sobre la utilización de los nutrientes<br />

absorbidos.<br />

2. Mantiene la integridad anatómica y la actividad secretora del aparato<br />

digestivo, impidiendo la atrofia de las microvellosidades intestinales.<br />

3. Presenta menor número de complicaciones técnicas, metabólicas e infecciosas.<br />

4. Es más fácil de preparar y de administrar. La nutrición enteral requiere<br />

un menor número de medios técnicos y de personal, en comparación con<br />

la nutrición parenteral.<br />

5. El coste de la fórmula enteral y del equipo necesario para su administración<br />

es mucho menor.


ASPECTOS PRÁCTICOS<br />

MANEJO DEL SOPORTE NUTRICIONAL<br />

Algoritmo del manejo nutricional<br />

Menos de 7 días<br />

(5 días, si desnutrición previa)<br />

Nutrición parenteral<br />

periférica<br />

Soporte nutricional<br />

Aparato gastrointestinal<br />

funcionante<br />

Nutrición parenteral<br />

Revaluación periódica<br />

RECOMENDACIONES NUTRICIONALES EN EL<br />

PREOPERATORIO<br />

No<br />

Más de 7 días<br />

Nutrición parenteral<br />

total<br />

La aparición de complicaciones en el posoperatorio se relaciona con la agresión<br />

quirúrgica y el estado nutricional previo del paciente. Con el soporte<br />

nutricional preoperatorio se ha demostrado una mejoría en la cicatrización<br />

y en la resistencia a la infección. Por lo tanto, el fin primordial es mejorar<br />

el estado nutricional. En pacientes desnutridos debe iniciarse unos 7-10<br />

Sí<br />

Modificaciones<br />

dietéticas<br />

Nutrición enteral<br />

119


120 ASPECTOS PRÁCTICOS<br />

MANEJO DEL SOPORTE NUTRICIONAL<br />

días previos a la cirugía. Debe tenerse presente la premisa de usar el tubo<br />

digestivo siempre que se pueda, al ser éste más seguro, fisiológico y barato.<br />

Puede utilizarse a través de la modificación de la dieta, aunque a menudo<br />

existen una serie de condicionantes que han llevado a la desnutrición,<br />

como anorexia en pacientes oncológicos, alteraciones de la motilidad, fístulas<br />

o malabsorción, que obligan al uso de soporte nutricional especializado.<br />

USO DE SUPLEMENTOS ORALES, NUTRICIÓN ENTERAL<br />

Y NUTRICIÓN PARENTERAL<br />

Como ya se ha mencionado existen situaciones en las que todas estas recomendaciones<br />

dietéticas no logran cubrir el 50-75% de los requerimientos,<br />

lo que obliga a utilizar suplementos. Los suplementos nutricionales son<br />

aquellos preparados nutricionales completos, o no, en cuanto a su composición<br />

en macronutrientes y micronutrientes, que complementan una dieta<br />

oral insuficiente; se caracterizan por su facilidad de uso y su diversidad.<br />

Esta circunstancia obliga a seleccionar el suplemento nutricional más adecuado<br />

para el paciente (hipercalórico, hiperproteico, específico y definido<br />

para enfermedades concretas —como diabetes, insuficiencia renal, insuficiencia<br />

hepática, úlceras por presión—, con inmunonutrientes, etc.).<br />

Si, a pesar de la suplementación, no se alcanza el 100% de los requerimientos<br />

del paciente, está indicada la nutrición enteral como complemento<br />

a la alimentación natural o como medida alternativa, cuando la indicación<br />

obliga a excluir la alimentación natural. Cuando se usa como<br />

complemento a la alimentación natural, suele administrarse de forma cíclica<br />

nocturna.<br />

El uso de las nutriciones enteral y parenteral ha quedado claramente establecido<br />

en el capítulo correspondiente, al que remitimos al lector.


ASPECTOS PRÁCTICOS<br />

MANEJO DEL SOPORTE NUTRICIONAL<br />

TRANSICIÓN A LA ALIMENTACIÓN NATURAL<br />

No hay que olvidar que la dieta culinaria es el soporte nutricional mejor,<br />

más barato y preferido por el paciente. Ya Hipócrates, en el siglo IV a. C.,<br />

decía: «el alimento es medicamento, por ello haz que tu medicamento<br />

sea tu alimento».<br />

En un paciente quirúrgico, la transición desde cualquier pauta de soporte<br />

nutricional específico a la alimentación natural obliga a considerar la técnica<br />

quirúrgica a la que ha sido sometido el individuo. En cada centro<br />

hospitalario existe un código de dietas en el que se registran todas las dietas<br />

disponibles, con arreglo a criterios científicos y de máxima aplicabilidad.<br />

Se trata del abanico de opciones dietéticas, que incluye las definiciones<br />

cualitativa y cuantitativa de cada dieta, sus indicaciones y<br />

recomendaciones higiénico-dietéticas, y que debe someterse a una revisión<br />

continua. De modo general, existen diferentes grupos:<br />

Dieta basal. Es la opción más empleada y está indicada en cualquier persona<br />

sana. Cubre todos los requerimientos proteicocalóricos, con un aporte<br />

de unas 2.200-2.800 kcal/día. La elección entre varias opciones puede<br />

aumentar la ingesta y su efectividad. Sobre su base se adapta a enfermedades<br />

prevalentes que precisan mínimos cambios (hipertensión arterial,<br />

dieta baja en grasas). Suele tener una rotación de platos cada 14 días y<br />

otra estacional.<br />

Dieta terapéutica. Se trata de un plan alimentario para un enfermo determinado,<br />

con algunas modificaciones, en su textura o en sus aportes de<br />

principios inmediatos (astringente, gastrectomía, pancreatitis, resección<br />

intestinal, protección hepática, insuficiencia renal), con respecto a la dieta<br />

basal, lo que suele limitar la elección de menú. A continuación se describen<br />

algunas de las dietas terapéuticas:<br />

Dieta líquida. Caldos desgrasados, zumos, infusiones (400-700 kcal). Fáciles<br />

de absorber. Mínima cantidad de residuo en el aparato gastrointestinal.<br />

1<strong>21</strong>


122 ASPECTOS PRÁCTICOS<br />

MANEJO DEL SOPORTE NUTRICIONAL<br />

Dieta semiblanda. Líquidos y alimentos triturados. Dieta de transición nutricionalmente<br />

incompleta.<br />

Dieta blanda/de fácil masticación. Nutricionalmente completa. Dieta de transición.<br />

Dieta biliopancreática. Dieta completa. Baja en grasas.<br />

Dieta para pacientes con pancreatitis. Su objetivo es evitar el estímulo pancreático<br />

después de una pancreatitis aguda. Se divide en varias fases progresivas:<br />

desde la tolerancia a los líquidos a una alimentación normal con<br />

escasos aportes de grasa (dieta de protección biliopancreática), pasando<br />

por las fases de tolerancia a los hidratos de carbono complejos y las proteínas.<br />

Dieta posgastrectomía. Su objetivo es la adaptación a la alimentación tras<br />

la resección esofagogástrica, así como proporcionar nutrientes suficientes,<br />

evitar la aparición de dumping y prevenir y tratar la malabsorción y las<br />

deficiencias de micronutrientes. Está indicada en todos los pacientes intervenidos<br />

de esófago o estómago en los que se ha modificado el vaciado gástrico.<br />

Así, las recomendaciones básicas son las siguientes: hacer comidas<br />

en pequeñas cantidades, de alimentos poco irritantes y a intervalos frecuentes;<br />

evitar beber líquidos durante las comidas y los azúcares rápidamente<br />

absorbibles; masticar bien los alimentos y, en su defecto, triturarlos;<br />

evitar las legumbres, las verduras, las hortalizas y las frutas crudas.<br />

La leche tiene una tolerancia individual (a menudo produce diarrea las primeras<br />

semanas), por lo que suele evitarse su administración en el medio<br />

hospitalario.<br />

Dieta posresección intestinal. Su objetivo, como en el caso anterior, es la<br />

adaptación del paciente a la cirugía realizada sobre su intestino. Es<br />

importante recordar que el colon desempeña un papel crucial en el equilibrio<br />

hidroelectrolítico. Según haya sido una resección de intestino delgado<br />

o de colon, y si conserva la válvula ileocecal, o no, se programarán medi-


ASPECTOS PRÁCTICOS<br />

MANEJO DEL SOPORTE NUTRICIONAL<br />

das específicas. Las recomendaciones se dirigen a todos los pacientes tras<br />

la cirugía; posteriormente, el intestino remanente va modificándose y adaptándose<br />

a la nueva situación. En general se trata de una dieta completa<br />

«concentrada», con escaso contenido en líquidos, repartida en 5-6 tomas,<br />

de formas culinarias poco elaboradas. Se recomienda suprimir la fibra vegetal<br />

no fermentable, reducir el consumo de grasas y lactosa, evitar procinéticos<br />

y alimentos flatulentos, fraccionar la ingesta y distribuir los alimentos<br />

en varias tomas.<br />

Dieta poscirugía bariátrica. Los centros que hacen cirugía bariátrica deberán<br />

diseñar pautas alimentarias para la transición desde el ayuno posquirúrgico<br />

en las diferentes modalidades quirúrgicas terapéuticas bariátricas.<br />

En general serán pautas de alimentación hipocalórica (800 kcal) e hiperproteica,<br />

pero incompletas en vitaminas y minerales por su bajo aporte calórico,<br />

repartidas en 6 tomas de pequeños volúmenes de alimentos poco elaborados.<br />

Los pacientes deben comer despacio y dedicándole tiempo. Además,<br />

pueden tomar caldos desgrasados libremente. Deben beber, al menos, 1<br />

litro y medio de agua al día fuera de las comidas.<br />

Dieta rica en proteínas. La desnutrición proteica es incluso más frecuente<br />

que la desnutrición calórica y puede pasar inadvertida; además, en un paciente,<br />

puede darse la paradoja de coexistir obesidad y desnutrición. Las proteínas<br />

son el principal componente estructural y funcional del organismo<br />

y tienen diversas funciones que participan en las reacciones enzimáticas,<br />

la motilidad corporal y mecánica, el transporte y el almacén, la protección<br />

y la regulación del metabolismo general. Las proteínas se encuentran en el<br />

huevo, la leche y derivados, las carnes, los pescados, las legumbres y los<br />

frutos secos.<br />

Dieta para pacientes con disfagia. Debe modificarse la consistencia de los<br />

alimentos —haciéndolos más blandos y más líquidos—, administrar raciones<br />

frecuentes y pequeñas y vigilar a los pacientes mientras comen, para<br />

123


124 ASPECTOS PRÁCTICOS<br />

MANEJO DEL SOPORTE NUTRICIONAL<br />

evitar el riesgo de broncoaspiración. Para el tipo de alimento, ha de tenerse<br />

en cuenta el tipo de disfagia:<br />

• Dificultad para tragar líquidos: líquidos de consistencia semisólida (yogur,<br />

fruta en puré, cremas, etc.), evitando los líquidos de consistencia ligera<br />

(agua, caldo, té, etc.). Una buena solución para tomar líquidos es utilizar<br />

espesantes o bien utilizar productos de alimentación básica modificada<br />

de venta en farmacias.<br />

• Dificultad para tragar sólidos: deben evitarse los alimentos que se desmenuzan<br />

y forman pequeñas bolas en la boca, ya que, al toser, pueden<br />

broncoaspirarse (arroz, granos de sémola, fideos, etc).<br />

Dieta de protección gástrica. Poco elaborada, con alimentos de fácil digestión<br />

(indicada en pacientes con úlcera).<br />

Dieta astringente. Alto contenido en fibra soluble o fermentable, y pobre en<br />

insoluble no fermentable.<br />

Dieta para la insuficiencia hepática. Limitación del contenido proteico y de<br />

sodio.<br />

Dieta de protección renal. Nutricionalmente incompleta. Monótona con limitaciones<br />

en el contenido de calcio, fósforo, potasio y sodio.<br />

Dieta para diabetes. Dieta baja en azúcares solubles. Puede establecerse<br />

mediante el sistema de raciones y, en algunos centros, adaptan su horario<br />

a la administración de las pautas insulínicas.<br />

Dietas hipocalóricas, bajas en colesterol, purinas u oxalatos. Se trata de diferentes<br />

pautas alimentarias completas que restringen calorías, o grasas<br />

saturadas y colesterol de la alimentación, o aportes de alimentos ricos<br />

en purinas o en oxalato cálcico. Están indicadas en pacientes obesos o con<br />

sobrepeso, con dislipemia, hiperuricemia o productores de litiasis de oxalato<br />

cálcico, respectivamente.


ASPECTOS PRÁCTICOS<br />

MANEJO DEL SOPORTE NUTRICIONAL<br />

Dietas personalizadas. Para aquellas enfermedades que no pueden adaptarse<br />

a las dietas anteriores, existen dietas terapéuticas no codificadas o<br />

especiales, que suelen requerir una valoración específica del profesional a<br />

cargo de éstas. Por razones obvias de aplicabilidad, deben ser casos muy<br />

seleccionados.<br />

MONITORIZACIÓN DE LOS PACIENTES CON SOPORTE<br />

NUTRICIONAL ESPECÍFICO<br />

Nutrición oral<br />

En el momento del ingreso hospitalario, deben tomarse el peso y la talla<br />

de todos los pacientes. En los pacientes encamados, estas medidas deben<br />

estimarse considerando las ecuaciones matemáticas y las tablas específicas<br />

para tal fin. Recomendamos consultar la página Web www.bapen.org.uk.<br />

Hay que interesarse por los problemas de dentición y los hábitos en el domicilio.<br />

Debe iniciarse la dieta oral tan pronto como sea posible y únicamente<br />

con las restricciones necesarias.<br />

Debe llevarse a cabo una monitorización periódica, tanto en el paciente que<br />

recibe un soporte nutricional especializado como en el que mantiene una<br />

dieta culinaria, con el fin de determinar la eficacia de las medidas, evaluar<br />

cambios en la situación clínica que puedan modificar los requerimientos<br />

y prevenir y detectar complicaciones.<br />

Monitorización de la eficacia. Mediante los datos antropométricos (peso y<br />

talla), los datos de laboratorio (nivel de proteínas viscerales, principalmente)<br />

y el estado funcional. Deben revaluarse los requerimientos periódicamente,<br />

ajustándolos a las necesidades. El contacto constante con el propio<br />

paciente es crucial a la hora de conseguir los objetivos; hay que tener en<br />

cuenta que existe aproximadamente un 40% de pérdida de alimento y que<br />

los principales condicionantes de la baja ingesta no son los grandes pro-<br />

125


126 ASPECTOS PRÁCTICOS<br />

MANEJO DEL SOPORTE NUTRICIONAL<br />

blemas médicos, sino temas relacionados con la restauración o la palatabilidad<br />

del alimento (temperatura de éste, horarios, falta de elección del<br />

menú, hábitos previos).<br />

Monitorización de las complicaciones. Éstas se reducen al mínimo posible<br />

si existe una monitorización continua del paciente. Las complicaciones son<br />

las propias del soporte empleado (remitimos al lector al apartado específico).<br />

A continuación se exponen los cuidados específicos del soporte nutricional<br />

empleado.<br />

Nutrición enteral<br />

Durante el ingreso hospitalario, debe realizarse una evaluación periódica<br />

del tratamiento del paciente, sobre todo ante cualquier cambio que altere<br />

sus requerimientos. La enfermera encargada del paciente ha de evaluar diariamente<br />

la colocación de la sonda, el lugar de inserción en el caso de ostomías,<br />

la cantidad diaria aportada de nutrición enteral, la ingesta oral (si la<br />

hay), el estado de hidratación y los balances hídricos, si es necesario.<br />

Por otra parte, la frecuencia y la intensidad de la vigilancia analítica dependerán<br />

fundamentalmente de la situación clínica del paciente. Es importante,<br />

en los pacientes en los que se prevé la necesidad de una nutrición<br />

domiciliaria (fístulas enterocutáneas, yeyunostomías posquirúrgicas en desnutridos<br />

graves, etc.), instruir e implicar durante el ingreso, tanto al paciente<br />

como a la familia, en los cuidados y el manejo de la nutrición enteral.<br />

El programa de entrenamiento básico debe incluir:<br />

• Conocimiento del motivo de la indicación.<br />

• Manejo y reconstrucción de fórmulas.<br />

• Cuidados de la vía de acceso.


ASPECTOS PRÁCTICOS<br />

MANEJO DEL SOPORTE NUTRICIONAL<br />

• Manejo de la sonda de abordaje enteral: lavado y normas de infusión individualizadas<br />

de administración de fórmulas (conexión a bomba de infusión,<br />

caída libre o administración de bolo).<br />

• Manipulación y almacenaje de la fórmula y mantenimiento del equipo<br />

de administración.<br />

• Reconocimiento de las complicaciones más frecuentes: mecánicas, gastrointestinales<br />

e infecciosas.<br />

• Descripción de la estructura sanitaria de apoyo.<br />

• Revaluación y reentrenamiento periódicos.<br />

Controles clínicos<br />

Diarios: estado general, temperatura, presión arterial, diuresis y balance<br />

hídrico, ingesta/aporte de nutrición enteral y control de aportes suplementarios<br />

por vía oral.<br />

Semanales: peso y datos antropométricos básicos, como pliegue cutáneo<br />

del tríceps y circunferencia del brazo.<br />

Controles analíticos<br />

Frecuencia según la situación clínica: hemograma, glucemia, iones, creatinina,<br />

bioquímica hepática, colesterol y triglicéridos, albúmina, prealbúmina,<br />

transferrina, proteína unida a retinol y análisis de orina.<br />

Otros controles de la sonda y tolerancia a la dieta<br />

Cuidados y supervisión de las sondas y las vías de abordaje y recambio (si<br />

es necesario), control de tolerancia a la dieta, ingesta real y prescrita, aparición<br />

de vómitos y/o plenitud gástrica, diarrea o estreñimiento. Ostomías:<br />

en los casos de sondas de yeyunostomía, gastrostomía endoscópica percutánea<br />

o quirúrgica, los cuidados son los generales de cualquier ostomía,<br />

127


128 ASPECTOS PRÁCTICOS<br />

MANEJO DEL SOPORTE NUTRICIONAL<br />

aunque debe tenerse en cuenta la mayor posibilidad de complicaciones<br />

infecciosas.<br />

Registro de posibles complicaciones<br />

Complicaciones infecciosas, mecánicas y gastrointestinales.<br />

Nutrición parenteral<br />

Debe seleccionarse, entre los familiares del paciente, aquel que, por razones<br />

de convivencia, capacidad y nivel intelectual, es el más apropiado para<br />

hacerse cargo de los cuidados, ya que el número de complicaciones se relaciona<br />

con esta selección. El alta del paciente no se dará hasta asegurarse<br />

del óptimo nivel de entrenamiento. Debe existir una cuidadosa técnica<br />

de uso de la nutrición parenteral, para evitar potenciales complicaciones<br />

que, como se ha mencionado antes, pueden ser de gravedad; por ello, la<br />

nutrición parenteral debe ser administrada por el personal de enfermería<br />

del centro hospitalario y supervisada por un equipo entrenado para tal fin.<br />

De manera detallada, en pacientes hospitalizados, podemos esquematizarlo<br />

del modo siguiente.<br />

Inserción del catéter venoso<br />

La decisión de iniciar la nutrición parenteral nunca se realiza de manera emergente<br />

y, por lo tanto, debe realizarse en condiciones de máxima asepsia y<br />

con la monitorización adecuada, eligiendo la vía según el tiempo que se prevé<br />

que ha de necesitarse y evitando las vías de mayor riesgo de infección.<br />

Cuidados de la vía<br />

Hay que colocar la vía con el menor número de luces posible, para disminuir<br />

el riesgo de infección.


ASPECTOS PRÁCTICOS<br />

MANEJO DEL SOPORTE NUTRICIONAL<br />

Debe evitarse sacar sangre de la vía de nutrición parenteral, además de<br />

administrar medicamentos en Y, si es posible. Nunca hay que administrar<br />

fármacos o hemoderivados por la vía de nutrición parenteral.<br />

Hay que utilizar siempre una técnica aséptica al manipular el catéter, las<br />

conexiones y el apósito que recubre. Pueden ser utilizados modelos de conexiones<br />

asépticas de alta eficacia.<br />

No deben desconectarse los tubos de un catéter sin pinzar, para evitar una<br />

embolia gaseosa.<br />

Hay que realizar una radiografía de tórax, tras insertar el catéter o si se<br />

cambia de posición, antes de usar éste.<br />

Colocación de un apósito oclusivo<br />

Éste debe cambiarse cada 48 horas o más a menudo, si es necesario. Son<br />

preferibles los apósitos transparentes a los opacos, ya que, en primer lugar,<br />

pueden permanecer más tiempo (hasta 7 días) y, en segundo lugar, es posible<br />

ver, sin retirarlo, si hay signos de infección del túnel.<br />

Controles<br />

Diarios: temperatura, presión arterial, balance de fluidos, diuresis, signos<br />

de deshidratación o de sobrecarga hídrica, fármacos, tolerancia digestiva,<br />

ritmo intestinal. Se trata de los mismos controles nutricionales que en la<br />

nutrición enteral.<br />

Semanales/quincenales: peso, pliegue tricipital, capacidad funcional.<br />

Analíticos: dependen de la situación clínica del paciente, como se ha expuesto<br />

en el apartado correspondiente. Los primeros días, deben realizarse glucemias<br />

capilares a diario. En pacientes ingresados, una buena técnica es<br />

la protocolización, por ejemplo, lunes: proteínas viscerales, función hepática,<br />

glucosa e iones; miércoles y viernes: evaluación de glucosa e iones.<br />

129


130 ASPECTOS PRÁCTICOS<br />

MANEJO DEL SOPORTE NUTRICIONAL<br />

Control de catéteres y vías de acceso: toma de cultivos del orificio de entrada,<br />

si existe sospecha de infección. Vigilancia de la permeabilidad del catéter.<br />

Valoración del punto de entrada para descartar erosiones, inflamaciones<br />

o supuraciones del punto de entrada.<br />

Control de la tolerancia psicológica.<br />

Registro de posibles complicaciones: infecciosas, metabólicas, mecánicas<br />

del catéter, sistémicas y óseas.<br />

Nutrición parenteral domiciliaria<br />

Cuando un paciente precisa de forma transitoria o permanente nutrición<br />

parenteral y no se requiere su permanencia hospitalaria, aquélla debe llevarse<br />

a cabo en el domicilio siempre que sea posible, ya que mejora las<br />

expectativas y la calidad de vida de pacientes que, de otra forma, estarían<br />

obligados a una estancia hospitalaria prolongada.<br />

Se debe seleccionar entre los familiares del paciente a quien por razones<br />

de convivencia, capacidad y nivel intelectual sea el más apropiado para<br />

hacerse cargo de los cuidados, ya que el número de complicaciones se relaciona<br />

con esta selección; el alta no se dará hasta asegurarse el óptimo<br />

nivel de adiestramiento.<br />

Se debe llevar a cabo una intensa educación del paciente y su cuidador<br />

para minimizar los riesgos; existen varios documentos educativos del grupo<br />

NADYA de nutrición de instrucción para el propio paciente. Se ha constatado<br />

una reducción de la infección con el entrenamiento de los responsables<br />

de la colocación y el mantenimiento de los catéteres del 4 al 30%,<br />

según diferentes estudios de los años 80.


ASPECTOS PRÁCTICOS<br />

MANEJO DEL SOPORTE NUTRICIONAL<br />

RECOMENDACIONES A LOS PACIENTES<br />

Durante el ingreso, debe informarse a la familia sobre la importancia de un<br />

estado nutricional óptimo, a fin de que permanezca alerta ante períodos de<br />

baja ingesta, instándola a colaborar en todo momento. El paciente o el acompañante<br />

deben informar al personal de enfermería sobre los gustos o las<br />

variaciones en el menú, que, en la medida de lo posible, han de tenerse en<br />

cuenta. En pacientes con nutrición enteral, debe instruirse sobre la correcta<br />

toma de ésta y el momento del día más adecuado, además de informar<br />

sobre su importancia. Hay que informar sobre todos los cambios en el<br />

menú que vayan a realizarse, explicando el porqué de éstos, implicando de<br />

este modo al paciente y la familia y resaltando el papel terapéutico de la<br />

alimentación.<br />

En el momento del alta, todos los pacientes en los que no ha sido posible<br />

restablecer la dieta basal deben ser informados de una manera clara<br />

sobre las variaciones culinarias a las que deben someter su dieta; el encargado<br />

de la preparación de la dieta también debe ser informado. Se aconseja<br />

realizar esta instrucción a lo largo del ingreso y dar la información<br />

por escrito. Las recomendaciones al alta hospitalaria deben recoger las líneas<br />

generales expuestas con anterioridad en este capítulo.<br />

Los pacientes que precisen soporte nutricional específico, ya sea nutrición<br />

enteral y, por supuesto, si se trata de nutrición parenteral, deben ser entrenados<br />

en su correcto manejo; el tiempo del ingreso hospitalario constituye<br />

un período excelente para coordinar estos cuidados y entrenar al paciente<br />

y la familia acerca de éstos. Es conveniente, al alta, adjuntar —junto con<br />

el informe— la información aportada y coordinar la vía de seguimiento en<br />

consultas, ante cualquier eventualidad.<br />

131


132 ASPECTOS PRÁCTICOS<br />

MANEJO DEL SOPORTE NUTRICIONAL<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

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[fecha de consulta 24 de marzo de 2009]. Disponible en: http://www.bapen.org.uk.<br />

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de nutrición artificial domiciliaria y ambulatoria. Procedimientos educativos y terapéuticos.<br />

Grupo NADYA-SENPE. Zaragoza: Ebrolibro S.L.; 1996. p. 125-140. Disponible en:<br />

http://www.senpe.com/publicaciones/manuales.htm<br />

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Gil A, Culebras JM, García de Lorenzo A, León M, Sánchez de Medina F, Planas M, editores.<br />

Tratado de nutrición. Madrid: Editorial Acción Médica; 2005. p. 117-48.<br />

• Romero Ramos H, García Luna PP. Planteamiento del código de dietas de un hospital.<br />

En: Celaya Pérez S, editor. Tratado de nutrición artificial. Madrid: Grupo Aula Médica S.A.;<br />

1998. p. 37-46.<br />

• Segura Badía M, Chamorro Quirós J. Vías de acceso en nutrición parenteral domiciliaria.<br />

Complicaciones asociadas. En: Manual de nutrición artificial domiciliaria y ambulatoria.<br />

Procedimientos Educativos y terapéuticos. Grupo NADYA-SENPE. Zaragoza: Ebrolibro S.L.;<br />

1996. p. 69-89.<br />

• Ulíbarri JL. El libro blanco de la desnutrición clínica en España. Sociedad Española de<br />

Nutrición Parenteral y Enteral. Madrid: Editorial Acción Médica; 2004.<br />

• Wanden-Bergue C. Calidad de vida en los pacientes con nutrición parenteral domiciliaria.<br />

El farmacéutico. Hospitales. 2006;176:57-61.


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES<br />

ESPECIALES<br />

• Paciente crítico<br />

• Paciente sometido a cirugía oncológica gastrointestinal<br />

• Paciente sometido a cirugía bariátrica<br />

• Paciente sometido a trasplante<br />

• Paciente sometido a cirugía maxilofacial


Paciente crítico<br />

Elena Martín Pérez<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Universitario de La Princesa. Madrid


GUÍA DE ACTUACIÓN: SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Paciente crítico<br />

La respuesta metabólica en la enfermedad grave se desarrolla en tres fases<br />

consecutivas. La fase inicial (o fase ebb) aparece en las primeras 24 horas<br />

de la enfermedad y se caracteriza por una secreción aumentada de catecolaminas,<br />

una activación del eje hipófiso-suprarrenal y una resistencia a<br />

la insulina. En la segunda fase (flow) es característico el catabolismo,<br />

donde a la elevada secreción de catecolaminas se une la presencia de diversos<br />

mediadores inflamatorios, como las citocinas y los eicosanoides que<br />

aumentan la gluconeogénesis, la degradación proteica y la lipólisis con<br />

un incremento global del gasto energético. La tercera fase o de anabolismo<br />

se inicia con la mejoría de la enfermedad. El grado de hipermetabolismo<br />

es proporcional a la gravedad de la lesión, por lo que pacientes sépticos,<br />

politraumatizados, quemados, con pancreatitis aguda grave o síndrome<br />

de distrés respiratorio del adulto (SDRA) presentan una respuesta metabólica<br />

mayor que condiciona un aumento de los requerimientos energéticos<br />

y una rápida desnutrición calórico-proteica, si no se compensa mediante<br />

un incremento del aporte nutricional.<br />

La desnutrición se observa hasta en el 40% de los pacientes ingresados<br />

en una unidad de cuidados intensivos (UCI) y se asocia con un aumento de<br />

la morbimortalidad, una alteración de la función inmunológica y un deterioro<br />

de la ventilación por afectación de la función de los músculos respi-<br />

137


138 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

ratorios, lo que provoca una dependencia ventilatoria prolongada. En los<br />

últimos años, se han publicado tres guías de práctica clínica que establecen<br />

recomendaciones basadas en la evidencia para ayudar al médico clínico<br />

en la toma de decisiones acerca del soporte nutricional especializado<br />

(SNE) de este tipo de pacientes.<br />

OBJETIVOS DEL SOPORTE NUTRICIONAL ESPECIALIZADO<br />

EN EL PACIENTE CRÍTICO<br />

a) Prevenir la desnutrición, proporcionando los nutrientes adecuados para<br />

bloquear la respuesta hipercatabólica e hipermetabólica y reducir el<br />

empleo de los depósitos endógenos.<br />

b) Reducir la morbilidad:<br />

• Disminuir la incidencia de infección nosocomial (neumonía asociada a<br />

ventilación mecánica, infección por catéter).<br />

• Mejorar la función muscular y disminuir la duración de la ventilación<br />

mecánica.<br />

• Mejorar la cicatrización de las heridas.<br />

c) Mejorar la mortalidad.<br />

d) Reducir la estancia hospitalaria.<br />

e) Evitar las complicaciones derivadas del uso de la nutrición artificial.<br />

INDICACIONES DEL SOPORTE NUTRICIONAL ESPECIALIZADO<br />

EN EL PACIENTE CRÍTICO<br />

El SNE está indicado cuando existe imposibilidad para satisfacer las necesidades<br />

nutricionales mediante una dieta oral normal durante un período<br />

de 3-5 días posteriores a la agresión.


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

VÍA DE ADMINISTRACIÓN Y MOMENTO DE INICIO MÁS<br />

ADECUADOS EN EL SOPORTE NUTRICIONAL ESPECIALIZADO<br />

EN EL PACIENTE CRÍTICO<br />

Cuando está indicado el SNE, el paciente crítico debe ser nutrido preferentemente<br />

por vía enteral, iniciada de forma precoz dentro de las primeras<br />

24-48 horas de ingreso en la UCI.<br />

LA NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO<br />

La nutrición parenteral sólo debería emplearse cuando: a) no pueda obtenerse<br />

un abordaje enteral por compromiso de la función intestinal; b) cuando<br />

la nutrición enteral es insuficiente para cubrir las necesidades nutricionales,<br />

o c) cuando la alimentación enteral esté contraindicada. Si está<br />

indicada la nutrición parenteral, su inicio no debe ser posterior a las<br />

48 horas del ingreso y debe introducirse nutrición enteral tan pronto como<br />

mejore la tolerancia gastrointestinal o cuando sea posible obtener un abordaje<br />

enteral.<br />

¿CUÁNDO DEBE LA NUTRICIÓN ENTERAL SUPLEMENTARSE<br />

CON NUTRICIÓN PARENTERAL EN EL PACIENTE CRÍTICO?<br />

Cuando no puede lograrse, como mínimo, el 80% de los requerimientos<br />

nutricionales de sustratos con nutrición enteral a las 72 horas de su inicio<br />

y siempre sólo después de haber intentado todas las estrategias disponibles<br />

para optimizar la vía enteral mediante procinéticos y nutrición yeyunal.<br />

Aunque no existen pruebas de que para alcanzar una ingesta calórica completa<br />

más rápidamente y así disminuir al mínimo posible el déficit calórico,<br />

la combinación de las nutriciones enteral y parenteral mejora la evolución<br />

del paciente en la UCI y no presenta beneficios con respecto a la nutri-<br />

139


140 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

ción enteral sola (en cuanto a mortalidad, complicaciones infecciosas, estancia<br />

hospitalaria o días de ventilación mecánica), parece resultar ésta una<br />

práctica cada vez más extendida, siempre con la reserva de evitar la sobrecarga<br />

nutricional.<br />

VÍA DE ACCESO AL TUBO DIGESTIVO PARA ADMINISTRAR<br />

LA NUTRICIÓN ENTERAL<br />

Boivin y Levy (2001) han observado que la nutrición intragástrica, con eritromicina<br />

intravenosa como procinético, es equivalente a la nutrición yeyunal<br />

para alcanzar los objetivos nutricionales sin diferencias con respecto<br />

a estancia en la UCI, dependencia del respirador o supervivencia. Puesto<br />

que el acceso al estómago es más sencillo y rápido, parece justificado intentar<br />

inicialmente la alimentación gástrica y reservar la nutrición yeyunal para<br />

los casos en los que existe una clara intolerancia a la nutrición enteral (distensión<br />

abdominal, vómitos) o en pacientes con alto riesgo de ésta (diabéticos<br />

con gastroparesia, pacientes que reciben fármacos que alteran el<br />

vaciamiento gástrico —como sedantes, opiáceos y catecolaminas— o pacientes<br />

con volumen de residuo gástrico mayor de 250 ml) que no mejoran con<br />

tratamiento procinético.<br />

Si no puede iniciarse la nutrición enteral de forma precoz (obstrucción intestinal,<br />

íleo paralítico, hemorragia digestiva alta, peritonitis difusa, vómitos<br />

incoercibles, diarrea grave e intratable, inestabilidad hemodinámica, isquemia<br />

intestinal), se comenzará con nutrición parenteral y se evaluará, cada<br />

72 horas, la posibilidad de instaurar nutrición enteral en cuanto sea posible.<br />

VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL Y CÁLCULO<br />

DE REQUERIMIENTOS EN EL PACIENTE CRÍTICO<br />

El paciente crítico es un enfermo hipermetabólico con necesidades nutricionales<br />

aumentadas y un alto riesgo de padecer desnutrición, por lo que


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

requiere una valoración precoz del estado nutricional, con el objetivo de<br />

establecer un plan de atención nutricional adecuado. Es importante tener<br />

presente que, si el aporte calórico sobrepasa el valor recomendado, recibiendo<br />

más nutrientes de los que teóricamente se necesitan para conseguir<br />

una corrección aguda de los déficits nutricionales, se produce un estado<br />

de hipernutrición que puede acentuar la respuesta adaptativa metabólica<br />

al estrés. La hipernutrición se relaciona con una mayor incidencia de complicaciones<br />

sépticas y complicaciones metabólicas graves, como la hipercapnia<br />

y el síndrome de realimentación. En la tabla 1 se recogen otras complicaciones<br />

metabólicas.<br />

Tabla 1. Complicaciones asociadas con la hipernutrición en el paciente crítico<br />

1. Sobrecarga de hidratos de carbono<br />

• Hiperglucemia<br />

• Ventilación mecánica prolongada por aumento de CO2 • Esteatosis hepática<br />

• Hepatomegalia<br />

• Colestasis<br />

2. Sobrecarga lipídica<br />

• Hipertrigliceridemia<br />

• Colestasis<br />

• Hepatomegalia<br />

3. Sobrecarga proteica<br />

• Uremia<br />

• Deshidratación hipertónica<br />

• Acidosis metabólica<br />

Requerimientos energéticos<br />

En el paciente crítico, se recomienda que los requerimientos de energía<br />

total sean los siguientes (tabla 2):<br />

Fase aguda e inicial de la enfermedad: < 20-25 kcal/kg/día.<br />

Fase de recuperación/anabólica: 25-30 kcal/kg/día.<br />

141


142 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

Tabla 2. Valoración de los requerimientos energéticos en el paciente crítico según la<br />

ecuación de Harris-Benedict<br />

Gasto energético total: gasto energético basal × factor de estrés<br />

Enfermedad Factor de estrés<br />

Traumatismos, pancreatitis 1,3-1,5<br />

Sepsis 1,5<br />

Quemados 1,5-2,0<br />

Requerimientos proteicos<br />

Los requerimientos proteicos de un paciente grave son elevados, dependen<br />

del grado de estrés y suelen doblar las necesidades de una persona<br />

normal. En la mayoría de los casos, es suficiente administrar 1-1,5 g de<br />

proteínas/kg/día, aunque pueden aumentarse hasta 2 g/kg/día, y deben<br />

ajustarse individualmente según el grado de agresión y el balance nitrogenado.<br />

En cuanto al tipo de fórmula, las fórmulas estándar son apropiadas<br />

en la mayoría de los pacientes y no se ha observado ninguna ventaja en<br />

emplear fórmulas peptídicas.<br />

Requerimientos lipídicos<br />

En el paciente crítico, los lípidos contribuyen en un 20-35% del aporte calórico<br />

no proteico con una relación hidratos de carbono/lípidos de 60/40.<br />

Los requerimientos teóricos son de 0,8-1,0 g/kg/día, sin sobrepasar<br />

1 g/kg/día y monitorizando las concentraciones séricas de triglicéridos para<br />

mantenerlas en cifras inferiores a 400 mg/dl. Se aconseja administrar ácidos<br />

grasos de cadena media, junto a un pequeño porcentaje de ácidos grasos<br />

de cadena larga, que aportan ácidos grasos esenciales y vehiculizan<br />

las vitaminas liposolubles.


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

Cuidado: hay que prestar atención al aporte calórico cuando se indique<br />

un tratamiento con propofol o cuando los pacientes reciban simultáneamente<br />

nutrición enteral y nutrición parenteral. El propofol es un compuesto<br />

alquifenólico que es líquido a temperatura ambiente y precisa diluirse en<br />

una emulsión de lípidos, lo que obliga a considerar esta circunstancia en<br />

el cálculo total de aportes grasos, para evitar la sobredosificación.<br />

Requerimientos de hidratos de carbono<br />

Los hidratos de carbono, que contribuyen con un 60-70% a las calorías totales,<br />

no deben exceder los 5 mg/kg/día. Se ha sugerido emplear la tasa de<br />

oxidación de la glucosa para determinar el nivel superior de requerimientos<br />

de hidratos de carbono:<br />

Tasa de oxidación de la glucosa = 4-7 mg/kg/peso corporal/minuto/día<br />

Un aporte en exceso de esta cifra puede producir hiperglucemia, síntesis de<br />

lípidos y, de particular relevancia en el paciente dependiente de ventilación<br />

asistida, aumento de la producción de CO 2. Es necesario realizar un control<br />

estricto e intensivo de la glucemia, para mantener los niveles entre 80-<br />

120 mg/dl. Una terapia intensiva con insulina para mantener la glucemia por<br />

debajo de 110 mg/dl reduce sustancialmente el riesgo de desarrollar polineuropatía<br />

en el paciente crítico. Recientemente se ha recomendado mantener<br />

la glucemia por debajo de 150 mg/dl durante los primeros 3 días de<br />

estancia en la UCI en pacientes con sepsis grave, para llegar a la normoglucemia<br />

en los días posteriores, si las condiciones críticas persisten.<br />

Micronutrientes y vitaminas<br />

El suplemento con antioxidantes (vitaminas A, E y C) y oligoelementos (selenio,<br />

cinc, cobre), en una dosis mayor que la estándar, ha demostrado una<br />

143


144 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

mejora de la capacidad antioxidante y el estímulo del sistema inmunológico,<br />

favoreciendo la cicatrización y reduciendo la mortalidad.<br />

Un estudio aleatorizado y controlado (Heyland, 2005) mostró que el suplemento<br />

con oligoelementos en una dosis diaria de 40,4 mmol de cobre, 2,9<br />

mmol de selenio y 406 mmol de cinc durante 30 días, en pacientes quemados,<br />

reduce el número de infecciones pulmonares y la estancia hospitalaria.<br />

Estudios aislados (Berger, 1998) también han demostrado el beneficio<br />

del suplemento con antioxidantes en pacientes con SDRA. No hay datos<br />

para recomendar el empleo de oligoelementos en el paciente traumatizado.<br />

En la tabla 3 se muestran las recomendaciones del SNE en el paciente crítico.<br />

Tabla 3. Recomendaciones de soporte nutricional en el paciente crítico<br />

• Evitar la sobrecarga calórica: 25-35 kcal/kg/día o 1,3-1,5 × Harris-Benedict<br />

• Proteínas:<br />

– 15-20% de las calorías totales<br />

– Dosis de aminoácidos: 1,5-2 g/kg/día<br />

– Nitrógeno: 0,20-0,35 g N/kg/día<br />

• Hidratos de carbono:<br />

– 60-70% de las calorías totales<br />

– Evitar la sobrecarga de glucosa: ≤ 5 g/kg/día<br />

– Control estricto de glucemia: < 150 mg/dl<br />

• Lípidos:<br />

– 20-35% del aporte calórico no proteico<br />

– 0,8-1,0 g/kg/día<br />

– Evitar la sobrecarga grasa: no más de 1,5 g/kg/día<br />

• Suplementos de vitaminas (A, E y C) y oligoelementos (selenio, cinc, cobre)<br />

• Glutamina en pacientes quemados y politraumatizados<br />

• Dieta enriquecida con arginina, nucleótidos y ácidos grasos omega-3 en pacientes<br />

con sepsis moderada (APACHE II < 15) y politraumatizados<br />

• Dieta enriquecida con ácidos grasos omega-3 y antioxidantes en pacientes con SDRA<br />

SDRA: síndrome de distrés respiratorio del adulto.


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

Prebióticos/probióticos/simbióticos<br />

Una revisión sistemática reciente ha sido incapaz de determinar el beneficio<br />

del empleo de probióticos en los pacientes en la UCI. Hoy en día, no<br />

deben administrarse probióticos en los pacientes críticos graves. Sin embargo,<br />

se ha sugerido que su empleo puede prevenir la recurrencia de infección<br />

por Clostridium difficile, disminuir los días de diarrea y recolonizar el<br />

intestino tras tratamientos largos con antibióticos de amplio espectro.<br />

UTILIZACIÓN DE FÓRMULAS CON INMUNONUTRIENTES<br />

Debido a la heterogeneidad de las dietas empleadas en los diferentes estudios,<br />

es difícil hacer recomendaciones para su empleo sistemático en pacientes<br />

gravemente enfermos; por el contrario, éstas deben limitarse a las poblaciones<br />

específicas donde se ha demostrado beneficio clínico (tabla 4). Las<br />

recomendaciones del empleo de las dietas, en los distintos grupos de<br />

pacientes, se muestran a continuación:<br />

• Paciente séptico. Los pacientes con sepsis moderada (APACHE II < 15)<br />

deben recibir farmaconutrición, ya que se ha observado una reducción<br />

significativa de la mortalidad, del índice de bacteriemia y una tendencia<br />

a disminuir la incidencia de infección nosocomial. Por el contrario, estas<br />

fórmulas no se recomiendan en pacientes con sepsis grave (APACHE II<br />

> 25), dada la posible asociación con un aumento de la mortalidad, observado<br />

en algún estudio.<br />

• Paciente politraumatizado. En pacientes con trauma grave (ISS > 20;<br />

ATI > 25), el empleo de nutrición enteral enriquecida con glutamina y arginina<br />

parece reducir la estancia y la morbilidad séptica. Las dosis precisas<br />

y el tiempo de tratamiento requerido para obtener este efecto no se<br />

han determinado.<br />

• Paciente quemado. Aunque no hay datos suficientes en la bibliografía para<br />

recomendar el suplemento con ácidos grasos omega-3, arginina o<br />

145


146 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

Tabla 4. Recomendaciones de farmaconutrición en el paciente crítico<br />

Glutamina Arginina AG omega-3 Antioxidantes<br />

Séptico Posible Sepsis Sepsis Posible<br />

moderada * moderada *<br />

Politraumatizado Sí Sí Sí No hay datos<br />

Quemado Sí Posible No hay datos Posible<br />

Pancreatitis grave Pocos datos Pocos datos Pocos datos Pocos datos<br />

SDRA Pocos datos No hay datos Sí Sí<br />

AG: ácidos grasos; SDRA: síndrome de distrés respiratorio del adulto.<br />

* APACHE II < 15.<br />

nucleótidos en pacientes quemados, la administración de glutamina<br />

(0,3 g/kg/día) a una fórmula enteral estándar en estos pacientes ha mostrado<br />

una mejor cicatrización de las heridas, una reducción de la estancia<br />

hospitalaria, menores índices de bacteriemia, neumonía y sepsis, así<br />

como un descenso de la mortalidad, por lo que se recomienda en estos<br />

pacientes. Según las Guías ESPEN 2006, se recomienda la administración<br />

de glutamina junto a una fórmula estándar en quemados y politraumatizados<br />

con un grado de recomendación A.<br />

• Paciente con pancreatitis grave. Aunque algunos estudios han demostrado<br />

un probable efecto positivo de la administración de dietas inmunomoduladoras<br />

en pacientes con pancreatitis grave, hoy en día no es posible<br />

recomendarlas, debido al escaso número de pacientes analizados,<br />

por lo que se requieren más estudios que confirmen estos resultados.<br />

• Síndrome de distrés respiratorio del adulto. Los pacientes con SDRA deberían<br />

recibir nutrición enteral enriquecida con ácidos grasos omega-3 y<br />

antioxidantes. Un estudio prospectivo y aleatorizado, que empleó una fórmula<br />

alta en grasa que contenía ácido eicosapentaenoico, gammalinolénico<br />

y antioxidantes pero no glutamina, arginina o nucleótidos, demos-


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

tró una reducción de los días de soporte ventilatorio, la estancia en la<br />

UCI y la incidencia de fallo orgánico.<br />

RECOMENDACIONES NUTRICIONALES EN LA PANCREATITIS<br />

AGUDA<br />

• Pancreatitis aguda leve-moderada. La mayoría de los casos de pancreatitis<br />

aguda son leves y autolimitados, y los pacientes se recuperan en<br />

2-4 días, por lo que no existe indicación de SNE, a menos que no pueda<br />

reanudarse una alimentación oral normal después de 5-7 días.<br />

• Pancreatitis aguda grave. Los pacientes con pancreatitis aguda grave, con<br />

complicaciones (fístulas, ascitis, seudoquistes) o que precisan cirugía<br />

requieren SNE precoz. Siempre que sea posible, la nutrición enteral es<br />

la vía de elección, a través de sonda nasoyeyunal insertada en un punto<br />

distal al ligamento de Treitz mediante técnicas endoscópicas o fluoroscópicas.<br />

La nutrición intragástrica también es efectiva en el 80% de los<br />

casos, es más fácil de colocar y similar a la nasoyeyunal en términos de<br />

morbilidad y mortalidad. Deben emplearse fórmulas peptídicas y bajas en<br />

triglicéridos de cadena larga, administradas de forma continua. El empleo<br />

de dietas enriquecidas en farmaconutrientes (dietas de inmunomodulación,<br />

dietas enriquecidas en glutamina) no se recomienda de forma<br />

sistemática.<br />

En los pacientes que requieren intervención quirúrgica, debe colocarse yeyunostomía<br />

durante el acto quirúrgico, para alimentación posoperatoria.<br />

La nutrición parenteral está indicada ante la imposibilidad de obtener un<br />

abordaje enteral adecuado, suplementando a la nutrición enteral para cubrir<br />

los requerimientos totales del paciente. Si hay intolerancia a la nutrición<br />

enteral o bien reagudización del proceso tras el inicio del soporte nutricional<br />

enteral, se recomienda mantener un aporte mínimo de nutrientes por<br />

vía enteral. Nutrición mixta (nutrición parenteral/nutrición enteral).<br />

147


148 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES EN LA PANCREATITIS<br />

AGUDA GRAVE<br />

• Gasto energético en reposo (basal [GEB]): 1,2-1,5 veces superior.<br />

• Calorías: 25-35 kcal/kg/día.<br />

• Proteínas: 1,2-1,5 g/kg/día.<br />

• Lípidos: menos de 1,5-2 g/kg/día. Mantener triglicéridos séricos<br />

< 400 mg/dl.<br />

• Hidratos de carbono: 3-6 g/kg/día. Mantener glucemia < 150 mg/dl.<br />

• Aporte de minerales, electrolitos y micronutrientes (vitaminas A, C y E y<br />

selenio).<br />

• Sin uso sistemático de probióticos o de fórmulas inmunomoduladoras.


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

Cuadro resumen: nutrición en el paciente crítico<br />

149<br />

Indicación<br />

Imposibilidad para satisfacer las necesidades nutricionales con dieta oral en los<br />

3-5 días tras la agresión<br />

Vía de administración y momento de inicio<br />

Vía enteral, iniciada de forma precoz en las primeras 24-48 horas del ingreso en la<br />

UCI<br />

Empleo de nutrición parenteral<br />

Sólo cuando: a) No puede obtenerse un abordaje enteral adecuado<br />

b) La NE es insuficiente para cubrir las necesidades nutricionales<br />

c) La NE está contraindicada<br />

Vía de acceso<br />

Intentar inicialmente la alimentación gástrica y reservar la vía yeyunal en casos<br />

de intolerancia a la NE (distensión abdominal, vómitos) o con alto riesgo de ésta<br />

(sedantes, opiáceos, volumen de residuo gástrico mayor de 250 ml)<br />

Recomendaciones del soporte nutricional en el paciente crítico<br />

• Evitar la sobrecarga calórica: 25-35 kcal/kg/día o 1,3-1,5 × Harris-Benedict<br />

• Proteínas:<br />

– 15-20% de las calorías totales<br />

– Dosis de aminoácidos: 1,5-2 g/kg/día<br />

– Nitrógeno: 0,20-0,35 g N/kg/día<br />

• Hidratos de carbono:<br />

– 60-70% de las calorías totales<br />

– Evitar la sobrecarga de glucosa: ≤ 5 g/kg/día<br />

– Control estricto de glucemia: < 150 mg/dl<br />

• Lípidos:<br />

– 20-35% del aporte calórico no proteico<br />

– 0,8-1,0 g/kg/día<br />

– Evitar la sobrecarga grasa: no más de 1,5 g/kg/día<br />

• Suplementos de vitaminas (A, E y C) y oligoelementos (selenio, cinc, cobre)<br />

• Glutamina en pacientes quemados y politraumatizados<br />

• Dieta enriquecida con arginina, nucleótidos y ácidos grasos omega-3 en pacientes<br />

con sepsis moderada (APACHE II < 15) y politraumatizados<br />

• Dieta enriquecida con ácidos grasos omega-3 y antioxidantes en pacientes con<br />

SDRA<br />

NE: nutrición enteral; SDRA: síndrome de distrés respiratorio del adulto.


150 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

CASOS CLÍNICOS EN PACIENTES CRÍTICOS<br />

Primer caso clínico<br />

Varón de 71 años con antecedentes de hipertensión, diabetes mellitus,<br />

bebedor importante y cardiopatía isquémica con infarto agudo de miocardio<br />

3 años antes. Acude a urgencias por dolor epigástrico irradiado a tórax<br />

con sudación y vómitos. Electrocardiograma y enzimas cardíacas normales.<br />

Exploración: afebril; presión arterial: 100/60; peso: 70 kg; talla: 169 cm;<br />

índice de masa corporal: 24,51 kg/m 2 . Abdomen: doloroso de forma difusa,<br />

distendido y timpánico con ruidos intestinales disminuidos. En analítica<br />

destacan: leucocitos, 14.400 (89S); glucosa, 256 mg/dl; GOT, 189 U/l;<br />

GPT, <strong>21</strong>6 U/l; GGT, 98 U/l; amilasa, 3.785 U/l; lipasa, 1.268 U/l. Tomografía<br />

computarizada abdominal: páncreas aumentado de tamaño, con más del<br />

50% de necrosis y una colección peripancreática, grado D de Baltasar.<br />

Ranson ingreso: 4 puntos; 48 horas: 7 puntos; Apache II: 18 puntos.<br />

¿Está indicado, en este paciente, el soporte nutricional?<br />

La mayoría de los casos de pancreatitis aguda son leves y autolimitados<br />

y el paciente se recupera en 2-4 días, por lo que no existe indicación de<br />

soporte nutricional, a menos que no pueda reanudarse una alimentación<br />

oral normal después de 5-7 días. Este paciente presenta una pancreatitis<br />

aguda grave y, como en otros pacientes críticos, se produce una situación<br />

de estrés metabólico grave, por lo que se requiere siempre soporte nutricional.<br />

Además, en los casos de etiología etílica, los pacientes están ya<br />

desnutridos en el momento del brote agudo.<br />

¿Qué tipo de soporte nutricional especializado se recomienda<br />

y por qué?<br />

La nutrición parenteral ha sido la práctica convencional para suministrar los<br />

nutrientes exógenos en pacientes con pancreatitis aguda grave, con el fin


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

de evitar la estimulación del páncreas; sin embargo, la evidencia actual<br />

muestra que la nutrición enteral precoz es la vía de elección en estos pacientes,<br />

ya que es segura y efectiva, tiene menor coste, preserva la integridad<br />

de la barrera intestinal y la función inmunológica, reduce las infecciones,<br />

el índice de reintervenciones y la estancia hospitalaria, en comparación<br />

con la nutrición parenteral. En la mayoría de los pacientes, la nutrición enteral<br />

se administra a través de sonda nasoyeyunal insertada en un punto distal<br />

al ligamento de Treitz mediante técnicas endoscópicas o fluoroscópicas,<br />

para evitar la estimulación del páncreas. Incluso se ha demostrado que la<br />

nutrición intragástrica es efectiva en el 80% de los casos, es más fácil de<br />

colocar y similar a la nasoyeyunal en términos de morbilidad y mortalidad.<br />

En caso de cirugía, debe colocarse una yeyunostomía en el acto quirúrgico,<br />

para alimentación posoperatoria. El empleo de nutrición enteral puede<br />

estar limitado por el íleo, por lo que, si persiste más de 5 días, debe suplementarse<br />

con nutrición parenteral.<br />

¿Cómo se calculan los requerimientos nutricionales en la nutrición<br />

enteral?<br />

La pancreatitis aguda grave origina un aumento de las demandas metabólicas<br />

definidas por la intensidad de la respuesta inflamatoria sistémica y el<br />

desarrollo de sepsis con un riesgo elevado de desnutrición. El gasto energético<br />

basal (GEB) es 1,2-1,5 veces superior al esperado por la ecuación<br />

de Harris-Benedict. Debido al aumento del catabolismo proteico, las pérdidas<br />

urinarias de nitrógeno alcanzan los 40 g/día. Normalmente existe<br />

hipertrigliceridemia, hipercolesterolemia y elevación de los niveles de ácidos<br />

grasos libres. En el caso de nuestro paciente:<br />

• Requerimientos energéticos: Gasto energético total: GEB mediante la ecuación<br />

de Harris-Benedict × factor de estrés.<br />

151


152 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

Hombre = 66,5 + (13,75 × peso en kg) + (5 × altura en cm) – (6,76<br />

× edad en años) × 1,5 = 66,5 + (13,75 × 70) + (5 × 169) – (6,76 ×<br />

71) × 1,5 = 2.091,06 kcal/día<br />

o<br />

25-30 kcal/kg/día = 28 × 70 = 1.960 kcal/día<br />

Requerimientos energéticos: 2.000 kcal/día<br />

• Requerimientos proteicos: En la pancreatitis aguda grave, el 15-20% de<br />

las calorías provienen del aporte proteico, con lo que, para disminuir al<br />

mínimo posible la pérdida de proteínas, deben administrarse alrededor<br />

de 1-1,5 g de proteínas/kg/día. En el caso de nuestro paciente:<br />

Total que debe administrarse a diario: 1,5 g proteínas × peso =<br />

1,5 × 70 = 105 g/día<br />

Como 1 g de proteínas aporta 4 kcal: 105 × 4 = 420 kcal (<strong>21</strong>% de<br />

las calorías totales)<br />

Requerimientos proteicos: 105 g/día<br />

• Requerimientos de grasas e hidratos de carbono: el 30% de las calorías<br />

no proteicas deben aportarse en forma de lípidos, modificando dicha proporción<br />

de acuerdo con los controles analíticos, con el fin de corregir la<br />

hipertrigliceridemia y la hiperglucemia (mantener lípidos en intervalos normales).<br />

No deben ser mayores de 1,5 g/kg/día. Hay que monitorizar las<br />

concentraciones de triglicéridos séricos para que éstas se mantengan por<br />

debajo de 400 mg/dl, a fin de no exacerbar la pancreatitis. Los hidratos<br />

de carbono son la fuente de energía preferida en la pancreatitis aguda.<br />

Deben constituir un 50% de la energía total administrada, aunque la aparición<br />

de hiperglucemia puede ser un factor limitante para su adminis-


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

153<br />

tración. Se aconsejan controles glucémicos periódicos para evitar la hiperglucemia,<br />

reduciendo el aporte de hidratos de carbono o añadiendo suplementos<br />

de insulina.<br />

2.000 kcal totales – 420 kcal proteínas = 1.580 kcal no proteicas<br />

En estrés grave, se aportan 50% de hidratos de carbono y 50% de<br />

grasas, pero en la nutrición enteral deben reducirse las grasas al 30%<br />

Grasas: 30%: 1.580 × 30/100 = 474 kcal<br />

Como 1 g aporta aproximadamente 9 kcal, entonces: 474/9 =<br />

53 g de grasas<br />

Hidratos de carbono: 70%: 1.580 × 70/100 = 1.106 kcal<br />

Como 1 g aporta alrededor de 4 kcal, entonces: 1.106/4 =<br />

276,5 g de hidratos de carbono<br />

• Requerimientos de minerales, electrolitos y micronutrientes: la hipocalcemia<br />

es la deficiencia más frecuente, pero no se acompaña de síntomas,<br />

por lo que no requiere tratamiento. En alcohólicos debe suplementarse<br />

con tiamina y folato. También deben administrarse los suplementos<br />

diarios recomendados de vitaminas y oligoelementos (vitaminas A, C y<br />

E y selenio). Las fórmulas enterales cubren las necesidades recomendadas<br />

de micronutrientes cuando se aportan 2.000 kcal. Se ha sugerido<br />

el empleo de dietas enriquecidas con glutamina, con el objetivo de disminuir<br />

la frecuencia de infección.


154 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

Resumen de requerimientos nutricionales en la nutrición enteral en<br />

nuestro paciente:<br />

• 2.000 kcal<br />

• Proteínas: 105 g/día<br />

• Hidratos de carbono: 276,5 g/día; mantener glucemia < 150 mg/dl<br />

• Grasas: 53 g/día; mantener triglicéridos < 400 mg/dl<br />

• Aporte de minerales, electrolitos y micronutrientes<br />

• Glutamina (sugerida en algunos estudios)<br />

Evolución: se colocó una sonda nasoyeyunal mediante endoscopia y se<br />

comenzó con una dieta polimérica, hiperproteica y con inmunonutrientes de<br />

forma continua durante 24 horas mediante bomba de infusión. Se inició a<br />

un ritmo de perfusión lento (20 ml/h, el primer día) y se aumentó progresivamente<br />

hasta conseguir la pauta completa (84 ml/h, al cuarto día), con<br />

lo que se alcanzaron los requerimientos nutricionales. La primera semana,<br />

el paciente presentó diarrea y una ligera intolerancia con distensión abdominal<br />

que mejoró en los días sucesivos. Tras 17 días de evolución y con<br />

buena tolerancia de la dieta enteral, se reinició dieta oral progresiva<br />

y se disminuyó progresivamente la nutrición enteral. A los 27 días, el paciente<br />

fue dado de alta con una dieta baja en grasas, exenta de alcohol y con<br />

suplementos de triglicéridos de cadena media o fórmulas peptídicas<br />

(3 briks/día). Se hizo un seguimiento de la esteatorrea por posible déficit<br />

enzimático pancreático (administrar enzimas pancreáticas), así como de la<br />

intolerancia a la glucosa por déficit de insulina.<br />

Segundo caso clínico<br />

Varón de 40 años que ingresa en la UCI tras un incendio con quemaduras<br />

que afectan al 45% de la superficie corporal total (SCT). Peso: 75 kg; altura:<br />

170 cm. No presenta lesión pulmonar por inhalación. Tras reanima-


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

ción inicial con fluidoterapia y escarotomías en tórax, abdomen y miembros<br />

inferiores, se plantea la necesidad de soporte nutricional.<br />

¿Cuáles son las características de este tipo de pacientes, desde el<br />

punto de vista nutricional, y cuál es la mejor vía de aporte de<br />

nutrientes?<br />

Los pacientes quemados son, probablemente, los que presentan un mayor<br />

grado de catabolismo entre todos los enfermos críticos, que puede aumentar<br />

hasta un 40-60%, si existen complicaciones o se desarrolla sepsis. Los<br />

índices metabólicos basales pueden duplicarse cuando las quemaduras<br />

superan el 50% de la superficie corporal total (SCT). La mayoría de los<br />

pacientes quemados con afectación menor del 15-20% de la SCT pueden<br />

cubrir sus requerimientos energético-proteicos mediante una dieta oral, que<br />

debe ser hipercalórica, hiperproteica y con un adecuado aporte en elementos<br />

minerales y vitaminas. Los pacientes con una afectación de la SCT superior<br />

al 20-30% no pueden ingerir el 75% de las necesidades por vía oral, por<br />

lo que está indicado soporte nutricional. Éste debe iniciarse de forma precoz<br />

y por vía enteral, siempre que sea posible. Tanto la vía gástrica como<br />

la vía yeyunal son eficaces y permiten alcanzar los requerimientos calóricos<br />

del paciente. No obstante, durante la fase temprana de la lesión, es<br />

relativamente común emplear nutrición mixta (nutrición enteral + nutrición<br />

parenteral), para poder cubrir los altos requerimientos calórico-proteicos.<br />

En este paciente se inició nutrición enteral por sonda gástrica a las 48 horas<br />

del ingreso con una dieta hiperproteica e hipercalórica suplementada con nutrición<br />

parenteral periférica con solución isotónica que contenía aminoácidos<br />

esenciales, glucosa y lípidos, electrolitos, vitaminas, oligoelementos e insulina.<br />

¿Cuáles son los requerimientos nutricionales y cómo se calculan?<br />

Las necesidades calóricas en el paciente quemado se correlacionan con la<br />

superficie corporal quemada, la profundidad de la quemadura, la lesión por<br />

155


156 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

inhalación y la presencia de infección, y suponen entre 1,2 y 2 veces el índice<br />

metabólico basal, lo que equivale habitualmente a 35-40 kcal/kg/día.<br />

El método de elección es la calorimetría indirecta. En ausencia de ésta,<br />

existen varias ecuaciones para el cálculo de los requerimientos energéticos<br />

en el paciente quemado.<br />

• Ecuación de Harris-Benedict × factor de estrés<br />

Hombre = 66,5 + (13,75 × peso en kg) + (5 × altura en cm) – (6,76 × edad<br />

en años) × 1,2-2, según la SCT<br />

= 66,5 + (13,75 × 75) + (5 × 170) – (6,76 × 40) × 2 = 3.355 kcal/día<br />

• Fórmula de Curreri = 25 × peso en kg + 40 × porcentaje de la superficie<br />

corporal quemada<br />

= 25 × 75 + 40 × 45 = 3.675 kcal/día<br />

• Requerimientos proteicos: los pacientes quemados deben recibir dietas<br />

hiperproteicas. Hay que administrar el 20-25% del aporte calórico en forma<br />

de proteínas, lo que equivale a una relación kilocalorías: gramos de<br />

nitrógeno de 80-100:1 o de 2 g de proteínas/kg/día.<br />

Total que debe administrarse a diario: 2 g proteínas × peso =<br />

2 × 75 = 150 g/día<br />

Como 1 g de proteínas aporta 4 kcal, entonces: 150 × 4 = 600 kcal<br />

Requerimientos proteicos: 150 g/día<br />

• Requerimientos de grasas e hidratos de carbono: las grasas no deben<br />

superar el 30% de las calorías totales. Debe administrarse la mínima cantidad<br />

de grasa durante la fase inicial, para disminuir al mínimo posible la<br />

susceptibilidad a la infección y reducir la estancia hospitalaria. Los hidratos<br />

de carbono deben constituir un 60-65% del total de calorías no pro-


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

157<br />

teicas, sin sobrepasar 5 mg/kg/min, para evitar la hiperglucemia. Un control<br />

estricto de la glucemia contribuye a mejorar la cicatrización de las<br />

heridas y a disminuir el riesgo de infección y la mortalidad.<br />

3.300 kcal totales – 600 kcal proteínas = 2.700 kcal no proteicas<br />

Grasas: 30%: 2.700 × 30/100 = 810 kcal<br />

Como 1 g aporta aproximadamente 9 kcal, entonces: 810/9 =<br />

90 g de grasas<br />

Hidratos de carbono: 70%: 2.700 × 70/100 = 1.890 kcal<br />

Como 1 g aporta alrededor de 4 kcal, entonces: 1.890/4 =<br />

472,5 g de hidratos de carbono<br />

• Micronutrientes: se recomienda un incremento de las dosis diarias recomendadas<br />

de vitaminas (A, C y E) y oligoelementos (cobre, selenio y cinc)<br />

en una dosis mayor a la estándar.<br />

• Farmaconutrición: las fórmulas poliméricas estándar constituyen la práctica<br />

común en quemados graves, son bien toleradas y es probable que<br />

sean suficientes para la curación de las heridas y el mantenimiento de la<br />

masa corporal cuando el aporte de energía y proteínas es suficiente.<br />

No obstante, se recomienda la administración de glutamina (0,3 g/kg/día),<br />

la cual parece mejorar la cicatrización de las heridas y reducir la tasa de<br />

infección.


158 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

Resumen de requerimientos nutricionales en la nutrición enteral en<br />

nuestro paciente:<br />

• 3.300 kcal<br />

• Proteínas: 150 g/día<br />

• Hidratos de carbono: 400 g/día; mantener glucemia < 150 mg/dl<br />

• Grasas: 90 g/día<br />

• Incremento de las dosis diarias recomendadas de vitaminas (A y<br />

C) y oligoelementos (cobre, selenio y cinc)<br />

• Glutamina: 0,3 g/kg/día<br />

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9.


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE CRÍTICO<br />

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159


Paciente sometido a cirugía oncológica<br />

gastrointestinal<br />

Jesús María Esarte Muniáin<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza<br />

Marta Gutiérrez Díez<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza<br />

Alejandro Serrablo Requejo<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza


GUÍA DE ACTUACIÓN: SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Paciente sometido a cirugía oncológica<br />

gastrointestinal<br />

La desnutrición se presenta con una alta incidencia en los pacientes neoplásicos<br />

y se incrementa con el progreso de la propia enfermedad. Su<br />

difícil manejo y las graves consecuencias que tiene sobre la morbimortalidad<br />

del paciente y su calidad de vida hacen que sea necesario tener en<br />

cuenta la desnutrición en el contexto general de la enfermedad y las distintas<br />

opciones de tratamiento. El grado de desnutrición depende del tipo<br />

de tumor, su localización, la fase de la enfermedad y los tratamientos antineoplásicos,<br />

generalmente agresivos y que resultan por sí mismos causa<br />

de alteraciones nutricionales. La incidencia de la desnutrición oscila entre<br />

el 15 y el 40%, en el momento del diagnóstico de cáncer, y aumenta hasta<br />

el 80% en los casos de enfermedad avanzada. Los tumores esofagogástricos<br />

arrojan índices de desnutrición en torno al 80-90%, y los de colon,<br />

de alrededor del 50%. En los tumores que no afectan al tubo digestivo<br />

(mama, próstata, linfoma, etc.), la desnutrición desciende al 30-40%.<br />

Las causas de desnutrición neoplásica son múltiples y con frecuencia están<br />

asociadas. Éstas pueden deberse al propio tumor, a los tratamientos antitumorales<br />

o al propio paciente.<br />

163


164 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA ONCOLÓGICA GASTROINTESTINAL<br />

1. Causas dependientes del tumor. La propia presencia física del tumor puede<br />

ser causa de desnutrición. Son los tumores que afectan al tubo digestivo,<br />

especialmente los de los tramos altos (faringe, esófago, estómago,<br />

páncreas), los que interfieren de forma mecánica en la alimentación y la<br />

nutrición del paciente. Lo mismo ocurre en los tumores de la esfera ORL<br />

(otorrinolaringología). Un efecto similar se observa en los tumores próximos<br />

al tubo digestivo, que terminan comprimiéndolo.<br />

Existen unas sustancias denominadas caquectizantes, que el organismo<br />

desarrolla frente al tumor y que van desde hormonas catabólicas (como cortisol,<br />

catecolaminas y glucagón) a citocinas proinflamatorias (factor de necrosis<br />

tumoral alfa [TFN-α], interleucinas 1 y 6 e interferón); estas sustancias<br />

son incapaces de impedir el desarrollo del tumor y acaban convirtiéndose<br />

en lesivas para el organismo. El propio tumor puede segregar citocinas y<br />

otras sustancias que estimulan el catabolismo en el músculo y los depósitos<br />

de grasa (factor inductor de la proteólisis y factor lipomovilizador) o<br />

sustancias que producen anorexia (como la serotonina o la bombesina).<br />

El tumor altera el metabolismo del paciente, produce un descenso de la<br />

respuesta de la insulina, un incremento del consumo de glucosa —debido<br />

a la glucólisis anaerobia (Ciclo de Cori)— y un incremento del consumo<br />

energético. Se produce un aumento de la lipólisis y una disminución de<br />

la lipogénesis, así como un incremento de la pérdida de nitrógeno, del recambio<br />

proteico y del catabolismo en los músculos, junto con un descenso de<br />

la síntesis proteica.<br />

2. Causas dependientes de los tratamientos antineoplásicos. La cirugía se<br />

comporta también como un factor de desnutrición, debido a la situación<br />

hipercatabólica que genera la respuesta a la agresión. El grado de desnutrición<br />

que puede provocar está en relación con la localización del tumor,<br />

el grado de agresión de la cirugía, el período de ayuno preoperatorio y posoperatorio,<br />

las posibles complicaciones y las secuelas a largo plazo.


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA ONCOLÓGICA GASTROINTESTINAL<br />

La quimioterapia actúa fundamentalmente sobre las células de rápida<br />

proliferación, como las células de la mucosa intestinal, ocasionando enteritis,<br />

edema, ulceraciones, hemorragias que se asocian a malabsorción y<br />

diarrea. Los efectos secundarios más frecuentes son los siguientes:<br />

• Enteritis aguda. Malabsorción y diarrea.<br />

• Mucositis y esofagitis (orofaríngea y esofágica). Menor ingesta.<br />

• Náuseas y vómitos. Menor ingesta.<br />

• Alteración del gusto y el olfato y, con frecuencia, sabor metálico en los<br />

alimentos.<br />

• Estreñimiento por uso de antieméticos y analgésicos y por alcaloides<br />

de la Vinca.<br />

Los efectos indeseables de la radioterapia están relacionados con la localización,<br />

la extensión y la dosis administrada. Los efectos secundarios más<br />

frecuentes son los siguientes:<br />

• En cabeza y cuello: odinofagia, disfagia, alteración de la percepción de<br />

olores y sabores, alteración de la secreción salival, náuseas, xerostomía<br />

y mucositis.<br />

• En tórax: disfagia, vómitos, esofagitis, fibrosis y estenosis esofágica.<br />

• En el hemiabdomen superior: náuseas, vómitos, dolor abdominal, anorexia.<br />

• En el hemiabdomen inferior/pelvis: enteritis tardía, diarrea aguda y crónica<br />

y fibrosis intestinal.<br />

3. Causas dependientes del propio paciente. Con frecuencia ya existe una<br />

desnutrición previa debida a los hábitos adquiridos del paciente, como tabaquismo<br />

y consumo excesivo de alcohol, relativamente frecuentes en los<br />

tumores orofaríngeos, esofágicos y gástricos. El tabaco y el alcohol reducen<br />

el apetito e interfieren en la absorción de micronutrientes, como las<br />

vitaminas B 12 y C, el magnesio y el cinc, ocasionando una desnutrición caló-<br />

165


166 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA ONCOLÓGICA GASTROINTESTINAL<br />

rico-proteica y un déficit de micronutrientes esenciales. Igualmente suele<br />

asociarse a una boca séptica por hábitos higiénicos deficientes. No hay que<br />

olvidar el impacto psicológico que produce el diagnóstico de cáncer y su<br />

posible contribución a la anorexia.<br />

La caquexia cancerosa, también conocida como síndrome anorexia-caquexia,<br />

se define por la presencia de anorexia; astenia; importante pérdida de<br />

peso, de masa grasa, masa muscular y proteínas viscerales; en ocasiones,<br />

náuseas, anemia, alteraciones del gusto y el olfato, aversión a algunos alimentos,<br />

disminución de la capacidad funcional, edemas, etc. Uno de los<br />

factores más importantes de la pérdida de peso en la caquexia es la reducción<br />

de la ingesta oral. De los síntomas que dificultan la ingesta, el más<br />

común es la anorexia, seguida del dolor, alteraciones del gusto, saciedad<br />

precoz, náuseas y vómitos. La anorexia que acompaña a la caquexia aparece<br />

en más del 80% de estos pacientes, es muy intensa y difícil de manejar.<br />

Aunque se considera que la anorexia es causa importante de la pérdida<br />

de peso, se ha visto que ésta no revierte con el soporte nutricional, si<br />

no se trata eficazmente el cáncer.<br />

Por todas estas razones resulta imprescindible hacer una valoración nutricional<br />

del paciente oncológico en el momento del diagnóstico y en sus evaluaciones<br />

posteriores.<br />

INTERVENCIÓN NUTRICIONAL EN EL PACIENTE ONCOLÓGICO<br />

La intervención nutricional, en el paciente oncológico, debe tener como objetivos<br />

fundamentales: evitar la muerte precoz, disminuir las complicaciones<br />

y mejorar la calidad de vida. La atención nutricional debe ser precoz y formar<br />

parte del tratamiento global del paciente oncológico.<br />

El tipo de intervención nutricional que va a realizarse depende de dos aspectos<br />

del proceso: el estado nutricional del paciente y el grado de agresión/riesgo<br />

de la terapia antineoplásica a la que va a ser sometido. El esta-


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA ONCOLÓGICA GASTROINTESTINAL<br />

do nutricional y la necesidad de mantener o modificar el tipo de soporte<br />

deben ser revaluados periódicamente con la frecuencia necesaria, según<br />

la situación clínica.<br />

Se dispone de una amplia gama de posibilidades, que van desde la alimentación<br />

tradicional a la nutrición artificial. La atención debe ser precoz<br />

y formar parte del tratamiento global del paciente oncológico (fig. 1).<br />

Alimentación tradicional. Es la alimentación deseable, siempre que sea<br />

posible, puesto que induce más satisfacción y tiene mejores cualidades<br />

organolépticas. Para una alimentación saludable, deben seguirse una serie<br />

de recomendaciones (Guías alimentarias de la Sociedad Española de Nutrición<br />

Comunitaria, 2004), donde el lector encontrará consejos generales para la<br />

planificación de estas dietas.<br />

Recomendaciones nutricionales o consejo dietético. Se establece si el paciente<br />

es capaz de ingerir, como mínimo, el 75% de los requerimientos nutricionales<br />

que le corresponden y no existe el planteamiento de una terapia<br />

de riesgo próxima.<br />

Horario. Antes de los tratamientos, el paciente tiene menos náuseas y dolor<br />

y, por lo tanto, tolera mejor los alimentos. Por las mañanas suelen tolerarse<br />

mejor los aportes calóricos más concentrados. Hay que aprovechar el<br />

momento en el que el paciente está apetente y fraccionar las tomas a un<br />

mínimo de seis al día.<br />

Clima favorable. Son necesarios un ambiente de tranquilidad y tiempo suficiente<br />

para comer. Procurar una compañía agradable. Paliar el dolor y la<br />

angustia, en lo posible. Respetar el cansancio. Evitar los olores desagradables<br />

y realizar higiene bucal antes de la ingesta. Intentar activar el apetito<br />

mediante aperitivos, zumos, caldos, etc.<br />

La preparación y la presentación de los platos deben respetar las apetencias<br />

del paciente. Éste no debe estar donde se cocina, para evitar el con-<br />

167


168 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA ONCOLÓGICA GASTROINTESTINAL<br />

Figura 1. Algoritmo del manejo nutricional en el paciente oncológico<br />

Valoración nutricional<br />

Estado nutricional previo, requerimientos en curso, enfermedad<br />

primaria, pronóstico, tratamiento, duración estimada del soporte<br />

nutricional, etc.<br />

> 75%<br />

de las<br />

necesidades<br />

Dieta y<br />

consejos<br />

50-75% de<br />

las necesidades,<br />

dieta<br />

y ejercicio<br />

NE oral<br />

suplementos<br />

NE: nutrición enteral; NP: nutrición parenteral.<br />

Aporte inadecuado<br />

Indicación de soporte nutricional<br />

< 4-6<br />

semanas<br />

Nasogástrica<br />

Nasoenteral<br />

< 50% de las<br />

necesidades,<br />

dieta y consejos<br />

NE no es posible<br />

o suficiente<br />

NE sonda NP<br />

> 4-6<br />

semanas<br />

Gastrostomía<br />

Yeyunostomía<br />

< 7<br />

días<br />

NP<br />

periférica<br />

> 7<br />

días<br />

NP<br />

central


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA ONCOLÓGICA GASTROINTESTINAL<br />

tacto con algunos olores que limitan su ingesta porque le resultan desagradables.<br />

No hay alimentos prohibidos. Los alimentos fríos se toleran<br />

mejor. Los preparados sencillos se toleran mejor que los más elaborados<br />

(fritos, rebozados, guisos), que producen saciedad precoz.<br />

Se tendrán en consideración actuaciones específicas para el control de los<br />

síntomas específicos. (Se recomienda al lector la lectura de la Guía clínica<br />

multidisciplinar sobre el manejo de la nutrición en el paciente con cáncer,<br />

consenso establecido entre la Sociedad Española de Oncología Médica,<br />

la Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral y la Sociedad Española<br />

de Oncología Radioterápica.)<br />

Alimentación básica adaptada. En ocasiones, por la razón que sea, la alimentación<br />

tradicional no es suficiente para alcanzar los requerimientos del<br />

paciente; en estos casos se recurre a productos comerciales con aspecto<br />

de alimentación casera, que es posible adaptar —fundamentalmente, las<br />

texturas y la composición— a las necesidades del paciente (alimentación<br />

básica adaptada). Este concepto incluye dietas trituradas de alto valor nutricional<br />

y seguras microbiológicamente, así como modificadores de textura<br />

(como espesantes para adaptar la consistencia de líquidos y purés a las<br />

necesidades del paciente, líquidos gelificados, etc.). Por último pueden<br />

incluir enriquecedores de la dieta mediante la adición de módulos. Los módulos<br />

son productos que aportan un nutriente específico que, añadido a la alimentación,<br />

permite mejorar las características nutricionales de ésta, como<br />

son proteínas, hidratos de carbono, grasa (aceite de triglicéridos de cadena<br />

media [MCT] y triglicéridos de cadena larga [LCT]) y fibra, ácidos grasos<br />

omega-3, glutamina o arginina, vitaminas, minerales, oligoelementos, etc.,<br />

incluyéndose en este punto todas las posibilidades de los famaconutrientes.<br />

Suplementación. Existen situaciones en las que todas estas recomendaciones<br />

dietéticas no logran cubrir el 50-75% de los requerimientos, lo que<br />

obliga a utilizar suplementos. Los suplementos nutricionales son aquellos<br />

169


170 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA ONCOLÓGICA GASTROINTESTINAL<br />

preparados nutricionales completos, o no, en cuanto a su composición en<br />

macronutrientes y micronutrientes que complementan una dieta oral insuficiente<br />

y que se caracterizan por su facilidad de uso y su diversidad. Esta<br />

circunstancia obliga a seleccionar el suplemento nutricional más adecuado<br />

para el paciente. En general, el primer producto que se emplea en los pacientes<br />

con enfermedad neoplásica son las fórmulas estándar (grado de recomendación<br />

C). Las fórmulas específicas para un paciente quirúrgico de<br />

cáncer se caracterizan por estar enriquecidas con farmaconutrientes, como<br />

la arginina, los ácidos grasos omega-3 y los nucleótidos, que son recomendables<br />

(grado de recomendación A) durante los 5-7 días antes de la<br />

intervención de cirugía mayor por cáncer de cabeza y cuello (laringectomía,<br />

faringectomía) y cirugía mayor por cáncer gastrointestinal (esofagectomía,<br />

gastrectomía, pancreatoduodenectomía), independientemente del estado<br />

nutricional del paciente, y durante los 5-7 días después de la intervención.<br />

En los pacientes sometidos a cirugía por carcinoma gástrico, la utilización<br />

de fórmulas enriquecidas se asociaba a un número significativamente menor<br />

de problemas de cicatrización de la herida y una disminución de las infecciones<br />

posquirúrgicas.<br />

Nutrición artificial. Está indicada en los casos en que los pacientes normonutridos<br />

son incapaces de alcanzar por vía oral, como mínimo, el 50-<br />

60% de sus requerimientos, a pesar de que ésta ya se haya suplementado<br />

con sustancias enriquecedoras de la dieta o el uso de suplementos,<br />

durante más de 10 días previos a la intervención o más de 7-10 días del<br />

posoperatorio (grado de recomendación C). Si el paciente está gravemente<br />

desnutrido y va a ser sometido a cirugía, la intervención nutricional<br />

con nutrición enteral está indicada durante los 10-14 días del preoperatorio,<br />

incluso, si fuese necesario, retrasando la intervención (grado de recomendación<br />

A). Si el intestino es funcionante, se utilizará la nutrición enteral,<br />

bien a través de sonda nasoenteral o de una ostomía de alimentación<br />

(grado de recomendación A), pudiendo iniciar su administración en las<br />

24 horas siguientes a la cirugía, comenzando con flujos bajos (10 ml/h)


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA ONCOLÓGICA GASTROINTESTINAL<br />

que deben modificarse progresivamente (grado de recomendación C).<br />

Los criterios de selección de una fórmula enteral son los mismos que en<br />

el caso de la suplementación, aunque aquí el sabor es menos determinante<br />

por la vía de administración (sondas). Deben emplearse fórmulas<br />

enterales con inmunonutrientes (arginina, ácidos grasos omega-3 y nucleótidos)<br />

perioperatoriamente, con independencia del estado nutricional,<br />

en los pacientes sometidos a cirugía mayor por carcinoma de cabeza y cuello<br />

y gastrointestinal alto (evidencia grado I, grado de recomendación A). Si<br />

es posible, la nutrición enteral debe inciarse 5-7 días antes de la cirugía<br />

y mantenerse en el posoperatorio otros 5-7 días (si hay cirugía no complicada)<br />

(grado de recomendación C).<br />

Sólo ante la imposibilidad de utilizar la vía enteral debe recurrirse a la vía<br />

intravenosa o parenteral (grado de recomendación B). La nutrición parenteral<br />

no debe utilizarse de forma sistemática en los pacientes sometidos a<br />

cirugía mayor (evidencia A de no indicación). La eficacia del soporte nutricional<br />

debe equilibrarse con el riesgo de su uso, ya que sus complicaciones<br />

son complejas y pueden ser graves.<br />

CONTROL DE LOS SÍNTOMAS RELACIONADOS<br />

CON LA NUTRICIÓN EN EL PACIENTE ONCOLÓGICO<br />

Para mejorar el estado nutricional de los pacientes oncológicos, junto con<br />

el soporte nutricional especializado, se hace necesario controlar los síntomas<br />

que condicionan, en gran medida, su deterioro nutricional y dificultan,<br />

en parte, la eficacia terapéutica nutricional.<br />

1. Náuseas y vómitos. Cuando éstos se deben a la quimioterapia, debe establecerse<br />

ya de forma preventiva. La combinación de varios fármacos resulta<br />

eficaz. Las combinaciones más efectivas incluyen antagonistas del receptor<br />

de la serotonina —como ondasetrón— y corticosteroides (como la<br />

dexametasona). La metoclopramida es un antagonista de los receptores<br />

171


172 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA ONCOLÓGICA GASTROINTESTINAL<br />

de la dopamina y la serotonina que es efectiva en dosis altas combinadas<br />

con dexametasona. Otros antieméticos menos eficaces son las benzodiacepinas,<br />

como lorazepam y diazepam. Otros vómitos secundarios a la<br />

enfermedad (obstrucción), a la radioterapia o a ciertos fármacos requerirán<br />

un tratamiento específico, dependiendo de la causa que los origine.<br />

El ambiente tranquilo, mantenerse incorporado después de comer, el fraccionamiento<br />

de la dieta, la textura blanda y la condimentación suave, la presentación<br />

apetecible y la ingesta de líquidos entre las comidas (como las<br />

bebidas carbonatadas de cola y los caldos) son consejos útiles.<br />

2. Anorexia-caquexia. Se trata de los síntomas más angustiantes para estos<br />

pacientes. El mejor tratamiento es erradicar la enfermedad neoplásica, pero<br />

esto no siempre es posible. Se ha evaluado un importante número de fármacos,<br />

considerando sus mecanismos de acción:<br />

• Estimulantes del apetito:<br />

– Progestágenos (medroxiprogestrona y acetato de megestrol)<br />

– Costicosteroides (dexametasona, metilprednisolona, prednisolona)<br />

– Cannabinoides (dronabinol)<br />

– Ciproheptadina<br />

– Antidepresivos (mirtazipina)<br />

– Antimicótico atípico (olanzapina)<br />

• Anticitocinas:<br />

– Melatonina<br />

– Ácido eicosapentanoico o docosahexanoico<br />

– Pentoxifilina<br />

– Talidomida<br />

• Anabolizantes (derivados de la testosterona)<br />

– Fluoximesterona


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA ONCOLÓGICA GASTROINTESTINAL<br />

– Nandrolona decanoato<br />

– Oxandrolona<br />

• Inhibidores metabólicos<br />

– Sulfato de hidracina<br />

Los corticosteroides y los progestágenos son los más utilizados, con buenos<br />

resultados en relación con la ganancia de peso de los pacientes,<br />

aumento del apetito y mejora de la calidad de vida. Las dosis habituales<br />

son las siguientes: acetato de megestrol (400-800 mg/día) y, para los corticosteroides,<br />

prednisolona (5 mg/8 h) y dexametasona (3-6 mg/día),<br />

por vía oral. Se recomienda administrar una sola dosis por la mañana y, si<br />

es cada 12 horas, después del desayuno y la comida, ya que disminuye<br />

el eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal y, al mismo tiempo, puede evitarse el<br />

insomnio.<br />

En los casos de anorexia y caquexia, se plantea la posibilidad de utilizar<br />

suplementos nutricionales hiperproteicos e hipercalóricos que aseguran<br />

el aporte adecuado de nutrientes. También existen suplementos oncológicos<br />

específicos enriquecidos en ácido eicosapentanoico, implicado en<br />

la modulación de las citocinas responsables de la caquexia asociada.<br />

3. Disfagia. Es uno de los síntomas frecuentes en los pacientes oncológicos.<br />

Puede deberse directamente a la presencia del tumor (cáncer de<br />

esófago), a mucositis secundarias a quimioterapia o radioterapia o bien a<br />

infecciones micóticas o víricas o ser producto de secuelas del tratamiento<br />

quirúrgico o de la radioterapia, como ocurre en el cáncer de cabeza y cuello.<br />

En el caso de estenosis, como en el cáncer de esófago, la colocación<br />

de una prótesis expansible tipo wall-stent ofrece buenos resultados hasta<br />

en el 90% de los casos. Las estenosis mayores o completas exigen la colocación<br />

de una sonda nasogástrica o una gastrostomía para la alimentación.<br />

En los casos de mucositis o infecciones, el tratamiento será etiológico con<br />

corticosteroides, antifúngicos o antimicóticos.<br />

173


174 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA ONCOLÓGICA GASTROINTESTINAL<br />

Las recomendaciones dietéticas consisten en un ambiente tranquilo y<br />

una correcta posición del paciente (sentado, con los hombros hacia delante<br />

y los pies firmes en el suelo), evitando la acumulación de comida en la<br />

boca. La disfagia a líquidos obliga a cambiar la textura mediante espesantes,<br />

bebidas gelificadas, etc. En la disfagia a sólidos es necesario adaptar<br />

los alimentos a una textura blanda y suave con purés, triturados y la ayuda<br />

del arsenal de dietas adaptadas de la industria.<br />

4. Toxicidad oral de los tratamientos oncológicos. La mucositis secundaria<br />

a quimioterapia o radioterapia supone una dificultad para la alimentación<br />

y una potencial entrada para infecciones. El tratamiento consiste<br />

en prevenir la infección, anestesia local de tipo lidocaína viscosa y analgesia<br />

por vía sistémica. Las recomendaciones dietéticas giran en torno<br />

a la adaptación de la dieta a la tolerancia del paciente, mediante la utilización<br />

de diferentes texturas (líquida, néctar o pudin) y la administración<br />

de pequeños volúmenes de alimentos, evitando temperaturas extremas.<br />

En general se precisa enriquecimiento modular o suplementación<br />

con glutamina.<br />

La xerostomía consiste en la disminución de la secreción de saliva por atrofia<br />

de las glándulas salivares secundaria a radioterapia. Las recomendaciones<br />

dietéticas consisten en favorecer los alimentos suaves y jugosos<br />

(salsas y cremas), evitar los alimentos secos, mantener una buena higiene<br />

bucal (cuatro lavados por día con suero salino o clorhexidina) y, antes<br />

de comer, masticar chicle o beber líquidos ligeramente ácidos.<br />

La disgeusia se caracteriza por la aparición de sabores desagradables en<br />

relación con las comidas habituales. Puesto que los alimentos a temperatura<br />

ambiente o fríos no despiden olor, se aconseja utilizar cremas frías,<br />

helados y batidos, evitar los alimentos muy olorosos, elegir los platos<br />

que apetezcan al paciente y, en los casos necesarios, enmascarar los alimentos<br />

con gelatinas. El alimento en el que el paciente percibe más el<br />

sabor metálico es la carne de vacuno. Se recomienda evaluar el cinc,<br />

para corregir su deficiencia asociada, en caso necesario.


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA ONCOLÓGICA GASTROINTESTINAL<br />

Las infecciones son muy frecuentes en la mucosa oral. Suelen deberse a<br />

sobrecrecimiento de patógenos saprofitos orales tipo Candida albicans. Es<br />

necesario extremar las medidas higiénicas en la manipulación de alimentos,<br />

asegurar la completa cocción de éstos (sobre todo, de los huevos) y<br />

evitar alimentos de difícil control microbiológico (helados, mejillones, pasteles,<br />

natas, etc.). La candidiasis debe prevenirse mediante enjuagues de<br />

nistatina o fluconazol oral y, en los casos más graves, deben emplearse los<br />

antimicóticos por vía sistémica. Las infecciones por virus tipo herpes se<br />

tratan con aciclovir.<br />

5. Estreñimiento. Es un síntoma frecuente en los pacientes con cáncer avanzado.<br />

Se recomienda hacer ejercicio, disponer de un horario regular para el<br />

baño, aportar los líquidos suficientes, asegurarse el aporte de alimentos<br />

ricos en fibra (pan integral, frutas con piel, aumentar la cantidad de frutas,<br />

verduras, legumbres y cereales integrales) o recurrir a módulos de fibras<br />

comerciales. Existe una serie de laxantes que pueden utilizarse; entre ellos,<br />

se destacan los laxantes que aumentan la masa fecal (metamucil, metilcelulosa,<br />

salvado), los laxantes lubricantes (parafina líquida), los laxantes<br />

osmóticos (lactulosa, manitol, lactitol hidróxido y sulfato de magnesio) y los<br />

estimulantes del peristaltismo (bisacodilo, picosulfato sódico).<br />

6. Diarrea y síndrome de malabsorción. La fibra soluble o fermentable es efectiva,<br />

ya que aumenta la reabsorción de agua en el intestino y normaliza la flora<br />

intestinal. La loperamida es efectiva como inhibidor del peristaltismo intestinal,<br />

siempre que no se sospeche una diarrea infecciosa. La diarrea por<br />

malabsorción, generalmente secundaria a grandes resecciones quirúrgicas,<br />

suele controlarse con preparados de enzimas pancreáticas. Los consejos<br />

dietéticos se dirigen a evitar la estimulación intestinal, mejorar la absorción<br />

de nutrientes y restaurar el balance hidroelectrolítico. Deben evitarse la fibra<br />

insoluble, las grasas y las comidas voluminosas, los alimentos a temperaturas<br />

extremas y los estimulantes del peristaltismo (café, té, chocolate, picantes).<br />

175


176 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA ONCOLÓGICA GASTROINTESTINAL<br />

CASO CLÍNICO<br />

Un paciente de 58 años de edad acude al médico por un cuadro de ictericia<br />

obstructiva indolora de 7 días de evolución. La analítica destaca: leve<br />

anemia (hematíes, 3.800.000 mm 3 ; hematocrito, 37,2%; hemoglobina,<br />

12,9 g/dl); bilirrubina total, 7,2 mg/dl, siendo la directa de 5,4; FA <strong>21</strong>5 U/l,<br />

GPT 83 U/l y GOT 99 U/l; proteínas totales, 6,6 g/dl; albúmina, 3,4 g/dl;<br />

prealbúmina, 17 mg/dl. El paciente no cree que haya perdido peso, no presenta<br />

astenia, pero ha perdido algo de apetito. La tomografía computarizada<br />

confirma dilatación de las vías biliares intrahepáticas y extrahepáticas.<br />

La colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) confirma<br />

tumor de la papila duodenal que se biopsia (adenocarcinoma de papila) y<br />

dilatación de la vía biliar (se deja un catéter para drenaje). Once días después<br />

del diagnóstico se interviene quirúrgicamente: se realiza una duodenopancreatectomía<br />

cefálica tipo Whipple y se coloca además, como es habitual,<br />

una sonda de gastroyeyunostomía de alimentación.<br />

Comentario con respecto al soporte nutricional<br />

Se trata de un paciente que, si bien es normonutrido, se encuentra próximo<br />

a una desnutrición leve, además de presentar una leve anemia. La cirugía<br />

que se le propone es terapia de alto riesgo. Para el preoperatorio debe<br />

seguirse una dieta tradicional acompañada de los consejos dietéticos generales;<br />

además, debido a que existe una leve anemia y a que la pérdida de<br />

apetito hace que el paciente alcance los requerimientos con cierta dificultad,<br />

la dieta debe suplementarse con un preparado oral completo desde el<br />

punto de vista nutricional, hiperproteico e inmunomodulador (Impact ® ), en<br />

un volumen de 600 ml (33,6 g de proteínas y 600 kcal), junto con hierro<br />

por vía intravenosa inicialmente (una dosis de 200 mg), seguido de<br />

100 mg/día de hierro (ferrosanol) hasta la intervención.<br />

Una vez terminada la duodenopancreatectomía cefálica, el paciente pasa<br />

a la unidad de cuidados intensivos, donde se le instaura, a las 12 horas,


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA ONCOLÓGICA GASTROINTESTINAL<br />

un aporte nutricional parenteral adecuado a la agresión grave (0,30 g de<br />

N/kg de peso [peso del paciente: 67 kg] y 100 kcal no proteicas por cada<br />

gramo de nitrógeno aportado), es decir:<br />

• 67 kg × 0,30 g de N = 20,1 g<br />

• 100 kcal × 20 g de N = 2.000 kcal<br />

A las 24 horas de la intervención, se inicia nutrición enteral (Impact ® ), a través<br />

de la sonda de gastroyeyunostomía, a 10 ml/h, que se incrementan<br />

progresivamente hasta alcanzar 50 ml/h al sexto día del posoperatorio,<br />

según tolerancia (67 g de proteína + 1.200 kcal en 1.200 ml de volumen),<br />

reduciendo de forma simultánea la carga nutritiva de la vía parenteral.<br />

La nutrición enteral se retira el duodécimo día del posoperatorio, momento<br />

en que el paciente empieza a tomar una dieta blanda.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

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Guidelines on enteral nutrition: Intensive care. Clin Nutr. 2006;25:<strong>21</strong>0-23.<br />

177


178 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA ONCOLÓGICA GASTROINTESTINAL<br />

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• Wu GH, Liu ZH, Wu ZH, Wu ZG. Perioperative artificial nutrition in malnourished gastrointestinal<br />

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Paciente sometido a cirugía bariátrica<br />

Jesús María Esarte Muniáin<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza<br />

Marta Gutiérrez Díez<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza<br />

Alejandro Serrablo Requejo<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza


GUÍA DE ACTUACIÓN: SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Paciente sometido a cirugía bariátrica<br />

ASPECTOS NUTRICIONALES EN LA CIRUGÍA BARIÁTRICA<br />

La prevalencia de la obesidad va en aumento en los países desarrollados;<br />

España se sitúa en un punto intermedio, lo que supone, mas allá de<br />

los aspectos puramente estéticos, un problema de salud pública, debido<br />

al elevado índice de comorbilidad que lleva asociado la obesidad (diabetes<br />

tipo 2, hipertensión arterial, dislipemias, enfermedad cardiovascular, síndrome<br />

metabólico, asma, apnea del sueño, artropatías, etc.).<br />

De acuerdo con las directrices de la Sociedad Española para el Estudio<br />

de la Obesidad (SEEDO, 2007), la obesidad se clasifica en 4 grados, en<br />

relación con el índice de masa corporal (IMC), lo que permite establecer<br />

la pauta terapéutica:<br />

• Normopeso IMC: 18,5-24,9 kg/m 2<br />

• Sobrepeso grado I (sobrepeso) IMC: 25-27 kg/m 2<br />

• Sobrepeso grado II (preobesidad) IMC: 27-29,9 kg/m 2<br />

• Obesidad de tipo I IMC: 30-34,9 kg/m 2<br />

• Obesidad de tipo II IMC: 35-39,9 kg/m 2<br />

• Obesidad de tipo III (mórbida) IMC: 40-49,9 kg/m 2<br />

• Obesidad de tipo IV (extrema) IMC > 50 kg/m 2<br />

181


182 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA BARIÁTRICA<br />

El sobrepeso requiere valoración médica, consejos dietéticos sobre alimentación<br />

equilibrada, educación nutricional y actividad física.<br />

La obesidad tipo I exige control médico, dietas hipocalóricas, atención a<br />

posibles comorbilidades, terapia conductual y ejercicio físico. Debe valorarse<br />

la utilización de fármacos.<br />

La obesidad tipo II requiere mantener las mismas pautas que en el grado<br />

anterior, pero de forma más estricta, especialmente en las medidas terapéuticas.<br />

De forma excepcional, en caso de comorbilidades importantes<br />

y/o riesgo para la salud, puede valorarse la cirugía bariátrica.<br />

La obesidad tipo III y obesidad tipo IV constituye un problema grave de salud,<br />

afecta de forma notable a la calidad de vida y suele asociarse a comorbilidades.<br />

Todas las medidas expresadas para los anteriores grados son válidas,<br />

pero suelen fracasar, por lo que puede ser necesario, incluso de entrada,<br />

recurrir a la cirugía bariátrica.<br />

Cuando se decide recurrir a la cirugía bariátrica, el paciente debe someterse<br />

a una evaluación preoperatoria rigurosa que incluya una valoración<br />

médica global, psicológica, anestésica y de las posibles comorbilidades,<br />

así como una evaluación nutricional. Aunque parezca un contrasentido, no<br />

es infrecuente encontrar obesos con algún tipo de desnutrición. Las carencias<br />

que con más frecuencia se detectan son las de algunos oligoelementos,<br />

como hierro, calcio y fósforo, y algunas vitaminas, como vitamina<br />

D, cobalamina y folatos, etc. Tras la evaluación clínica mencionada<br />

antes, es necesario incluir al paciente en un programa de educación nutricional<br />

que asegure la rentabilidad del esfuerzo quirúrgico. Los pacientes<br />

debidamente educados en nutrición y cuyos hábitos dietéticos han sido<br />

corregidos deben demostrar que son capaces de mantener la adherencia<br />

al tratamiento nutricional, antes de ser sometidos a la intervención quirúrgica.


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA BARIÁTRICA<br />

Existen tres grandes grupos de técnicas quirúrgicas para el tratamiento de<br />

la obesidad:<br />

1. Las técnicas restrictivas tienen como objetivo disminuir la capacidad gástrica,<br />

provocando una saciedad precoz y duradera que ayuda a modificar<br />

el hábito alimentario. Son técnicas más fisiológicas, seguras y sencillas<br />

de realizar, pero presentan unos resultados más variables en cuanto a<br />

la pérdida de peso a largo plazo. Distintos estudios demuestran que las<br />

técnicas restrictivas son claramente inferiores a las mixtas.<br />

2. Las técnicas malabsortivas o derivativas puras hoy están en desuso.<br />

3. En las técnicas mixtas se interviene reduciendo la capacidad gástrica y<br />

realizando, a la vez, una derivación intestinal mediante un asa en Y de<br />

Roux que reduce la superficie absortiva de la luz intestinal. Entre ellas, el<br />

bypass gástrico es la técnica usada con mayor frecuencia en España (fig. 1).<br />

Dejando a un lado las complicaciones generales de la cirugía en pacientes<br />

obesos y las propias de la cirugía bariátrica, en este artículo nos centraremos<br />

en las complicaciones específicamente nutricionales. Las técnicas<br />

que producen mayor pérdida de peso presentan un mayor riesgo de complicaciones<br />

nutricionales. Las causas de estas complicaciones derivan,<br />

sobre todo, de la disminución de la ingesta y de la situación de maldigestión<br />

y malabsorción.<br />

Hay estudios que prueban los beneficios del uso de dietas de muy bajo contenido<br />

calórico en el período preoperatorio en pacientes con obesidad mórbida,<br />

disminuyendo el volumen del lóbulo izquierdo hepático, lo que facilita<br />

la labor del cirujano en la cirugía laparoscópica y mejora el rendimiento<br />

quirúrgico.<br />

El control nutricional en el posoperatorio de la cirugía bariátrica persigue<br />

dos objetivos. El primero es el control de la tolerancia alimentaria y la<br />

calidad de vida derivada de la ingesta en estos pacientes y que afecta al<br />

posoperatorio inmediato hasta los tres primeros meses. El segundo es el<br />

183


184 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA BARIÁTRICA<br />

Figura 1. Algoritmo del manejo nutricional en el paciente oncológico<br />

Técnicas restrictivas<br />

Tubulización gástrica Gastroplastia Gastroplastia<br />

vertical anillada vertical + banda<br />

Técnicas mixtas (restrictivas-malabsortivas)<br />

Bypass gástrico Derivación Cruce duodenal<br />

biliopancreática (Larrad)<br />

Tomada de: Bretón Lesmes I, Burguera González B, Fernández-Escalante Moreno JC, Formiguera<br />

Sala X, Lacy Fortuny A, Martínez Valls JF, et al. Guía práctica de la cirugía de la obesidad:<br />

una visión interdisciplinar. Barcelona: Editorial Glosa; 2007


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA BARIÁTRICA<br />

seguimiento a medio y largo plazo de las alteraciones nutricionales que puedan<br />

producirse como consecuencia de las limitaciones nutritivas que la cirugía<br />

ha generado.<br />

Aunque el inicio de la ingesta y su tolerancia dependen, en gran medida,<br />

de la técnica realizada, en términos generales puede afirmarse que la reinstauración<br />

de la alimentación tras la cirugía debe realizarse siempre en forma<br />

progresiva, estableciéndose tres fases diferenciadas, en relación al<br />

volumen, la textura y la composición de los alimentos:<br />

1. Fase líquida. Esta fase dura de 2 a 4 semanas y está constituida por alimentos<br />

líquidos, pudiéndose enriquecer el aporte mediante suplementos<br />

nutricionales líquidos de alto aporte proteico y controlando el aporte<br />

calórico o módulos de proteína, o bien de dietas de muy bajo contenido<br />

calórico. El aporte vitamínico es aconsejable en el bypass gástrico, y obligado<br />

en el bypass biliopancreático.<br />

2. Fase de purés. Los alimentos están triturados y elaborados de una forma<br />

sencilla y poseen la consistencia del puré. El período dura de 1 a 3<br />

semanas, aunque puede ser más breve (5 días, en el bypass biliopancreático)<br />

o más largo (hasta 1 mes, en las técnicas restrictivas). Los preparados<br />

pueden ser culinarios puros (debe vigilarse el riesgo de bajo<br />

aporte nutricional o de contaminación) o alternarse o complementarse<br />

con preparados industriales.<br />

3. Fase de dieta sólida. Esta fase se inicia superadas las fases 1 y 2. Consiste<br />

en un avance progresivo hacia una dieta lo más normal posible. Se recomienda<br />

que la adecuación de las distintas fases de la dieta sea controlada<br />

por personal entrenado para tal fin, que sepa dar respuesta a las cuestiones<br />

planteadas por los pacientes y que evite el riesgo de desnutrición.<br />

Una vez asegurada la tolerancia a la alimentación, el segundo objetivo se<br />

centra en el seguimiento de los posibles desórdenes y alteraciones nutricionales<br />

a medio y largo plazo.<br />

185


186 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA BARIÁTRICA<br />

La disminución de la ingesta constituye una de las principales causas de<br />

la pérdida de peso, especialmente en los primeros meses después de la<br />

cirugía. Se ha comprobado, en pacientes con bypass gástrico, una mala<br />

tolerancia a los alimentos ricos en proteínas, observándose que, cuanto<br />

menor es el componente restrictivo, menor es la intolerancia. A veces, problemas<br />

puramente quirúrgicos, como la estenosis de boca anastomótica,<br />

pueden inducir vómitos y malnutrición. En otras ocasiones se deberá al mal<br />

cumplimiento de las pautas nutricionales, bien por exceso, bien por defecto.<br />

La maldigestión y la malabsorción suelen observarse en técnicas tipo<br />

bypass gástrico y, sobre todo, en la derivación biliopancreática. Las alteraciones<br />

nutricionales más importantes son la malnutrición proteica y las deficiencias<br />

de micronutrientes.<br />

La desnutrición proteica cursa con descenso de las proteínas viscerales<br />

y, con frecuencia, se acompaña de infecciones debidas a inmunosupresión.<br />

Las técnicas que producen mayor pérdida de peso ofrecen mayor riesgo de<br />

complicaciones nutricionales. Esto es poco frecuente (10%), aunque potencialmente<br />

grave, y se produce con mayor frecuencia en las técnicas con un<br />

componente malabsortivo importante. Con el tiempo se produce una adaptación<br />

intestinal, disminuyendo el riesgo de desnutrición proteica. El tratamiento,<br />

que depende de la causa que produce la desnutrición y de la gravedad<br />

de los síntomas, puede ir desde modificaciones de la dieta,<br />

incorporación de suplementos proteicos, aporte de preparados enzimáticos<br />

e, incluso, ingreso hospitalario para instaurar soporte nutricional. Algunos<br />

pacientes pueden requerir cirugía para modificar o reconvertir la técnica.<br />

El déficit de hierro es frecuente (50%) y puede estar causado por ingesta<br />

insuficiente, cuando el paciente no tolera la carne (técnicas restrictivas<br />

puras, bypass gástrico) o hay vómitos repetidos. También es más frecuente<br />

en las técnicas que excluyen el duodeno y primeras asas yeyunales o<br />

bien por el uso de antiinflamatorios que favorecen las pérdidas de hierro<br />

por el tracto gastrointestinal. No hay que olvidar las pérdidas de hierro en


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA BARIÁTRICA<br />

mujeres en edad fértil, por lo que es obligado monitorizar periódicamente<br />

el estado del hierro, sobre todo en mujeres jóvenes.<br />

El déficit de vitamina B 12 es especialmente frecuente tras el bypass gástrico<br />

y afecta en torno al 30-70% de estos pacientes. Aunque puede ser asintomática,<br />

puede evidenciarse una anemia megaloblástica, o bien síntomas<br />

neurológicos. Es necesario el aporte de vitamina B 12 por vía parenteral; la<br />

administración sistemática de dosis de 1.000 µg mensuales administradas<br />

por vía intramuscular suele ser suficiente para evitar el déficit.<br />

El ácido fólico se absorbe en el duodeno y las primeras asas yeyunales, por<br />

lo que debe vigilarse en aquellos procedimientos que excluyen estos segmentos,<br />

aunque se produce pronto una adaptación intestinal, de manera<br />

que la absorción se da en otros segmentos intestinales. No hay que olvidar<br />

el control de las embarazadas al comienzo de la gestación, ya que el<br />

ácido fólico es esencial en el desarrollo del sistema nervioso fetal. No son<br />

recomendables gestaciones establecidas a menos de 2 años de la intervención<br />

quirúrgica. El embarazo obliga a corregir la suplementación vitamínica,<br />

considerando esta nueva circunstancia.<br />

El déficit de tiamina se da especialmente en las técnicas restrictivas. Puede<br />

caracterizarse por manifestaciones neurológicas, encefalopatía de Wernicke,<br />

etc.<br />

El déficit de calcio puede deberse a la malabsorción de grasa, a la que se<br />

une el calcio, y a la ingesta escasa de alimentos ricos en calcio. Dado<br />

que el calcio también se absorbe en el duodeno y las primeras asas de<br />

yeyuno por la acción de la vitamina D, también puede haber déficit de calcio<br />

en los casos en que se excluyan estos tramos intestinales. La hipocalcemia<br />

puede generar un hiperparatiroidismo secundario. Hasta el 43%<br />

de los pacientes presentan déficit de vitamina D antes de la cirugía, lo que<br />

hace necesaria su monitorización, control y seguimiento preoperatorio y<br />

posoperatorio. Se aconseja administrar regularmente 800 UI de vitamina D,<br />

187


188 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA BARIÁTRICA<br />

junto con 1.200 mg de calcio, en una dosis o bien repartidos en dos dosis<br />

diarias, con monitorización rigurosa de los niveles plasmáticos del paciente.<br />

Si se detectan valores diagnósticos de hiperparatiroidismo secundario,<br />

deben administrarse regularmente dosis elevadas de hidroxicolecalciferol<br />

(180.000 UI con frecuencia variable, según monitorización de los niveles<br />

de vitamina D, PTH-i, calcemia y calciuria).<br />

Frente a las posibles deficiencias asociadas de vitaminas, minerales y oligoelementos,<br />

especialmente cobre y cinc, se aconseja la administración<br />

sistemática de un suplemento vitamínico y mineral de amplia cobertura.<br />

Por todo lo expuesto antes, es necesario un seguimiento tardío de estos<br />

pacientes por parte de un equipo multidisciplinario (endocrinólogo, dietista,<br />

enfermera educadora, psicólogo, cirujano), que vigile la evolución del<br />

paciente, las posibles complicaciones, la adaptación de la dieta, la corrección<br />

de sus hábitos, la adherencia al tratamiento, etc.<br />

Una visión global de las complicaciones y las ventajas de los distintos<br />

procedimientos quirúrgicos para el tratamiento de la obesidad, en relación<br />

con la técnica quirúrgica y el objetivo perseguido, puede apreciarse en la<br />

tabla 1, tomada de Bretón Lesmes (2007).


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA BARIÁTRICA<br />

Tabla 1. Técnicas de cirugía bariátrica: ventajas y complicaciones<br />

189<br />

Técnica Mecanismo Ventajas Inconvenientes/complicaciones<br />

Gastroplas- Restrictivo • No precisa • Complicaciones del estoma<br />

tia vertical anastomosis • Reflujo gastroesofágico<br />

anillada • Riesgo • Inclusión/estenosis de la banda<br />

perioperatorio o anilla<br />

bajo • Menor pérdida de peso que con<br />

• No altera la otras técnicas<br />

fisiología • Recuperación ponderal a largo<br />

digestiva plazo<br />

• Fácil de sabotear con ingestas<br />

hipercalóricas<br />

• Vómitos e intolerancias<br />

alimentarias<br />

• Frecuente necesidad de revisión<br />

Banda Restrictivo • No precisa • Complicaciones del reservorio<br />

gástrica anastomosis • Dilatación o herniación gástrica<br />

ajustable • Riesgo • Inclusión de la banda<br />

perioperatorio • Reflujo<br />

bajo • Baja pérdida de peso<br />

• Ajustable • Recuperación ponderal a largo<br />

• Reversible plazo<br />

• Laparoscópica • Fácil de sabotear con ingestas<br />

• No altera la hipercalóricas o con<br />

fisiología<br />

digestiva<br />

manipulación de la banda<br />

Gastrecto- Restrictivo • No se usan • Baja pérdida ponderal (puede<br />

mía tubular materiales procederse a un segundo<br />

extraños tiempo quirúrgico)<br />

(bandas o • No se conocen los resultados<br />

anillas) a largo plazo<br />

• Técnica sencilla,<br />

bajo riesgo<br />

perioperatorio<br />

Continúa


190 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA BARIÁTRICA<br />

Tabla 1. Técnicas de cirugía bariátrica: ventajas y complicaciones (Continuación)<br />

Técnica Mecanismo Ventajas Inconvenientes/complicaciones<br />

Bypass Mixto • Buena pérdida • Fístula<br />

gástrico ponderal • Potencial ulcerógeno<br />

en Y de • Buena calidad • Dificultad de acceso al<br />

Roux de vida estómago excluido<br />

• Raramente • Obstrucción intestinal<br />

malnutrición • Síndrome de dumping<br />

• Si se producen • Posible déficit de hierro<br />

síntomas de<br />

dumping, favorece<br />

que no se consuman<br />

dulces y bebidas<br />

hipercalóricas<br />

y vitamina B12 Derivación Mixto • Excelente pérdida • Esteatorrea<br />

biliopan- ponderal a largo • Úlcera de boca anastomótica<br />

creática plazo • Colelitiasis<br />

• Buena calidad • Complicaciones nutricionales<br />

de vida secundarias a malabsorción<br />

• No precisa y maldigestión: malnutrición<br />

restricciones proteica, afectación ósea,<br />

de ingesta anemia, déficit de vitamina B12 y de otros micronutrientes<br />

• Síndrome de dumping<br />

Cruce Mixto • Excelente pérdida • Cirugía compleja<br />

duodenal ponderal • Diarreas, esteatorrea<br />

• Mantiene la inte- • Déficit de vitaminas<br />

gridad funcional liposolubles<br />

del estómago<br />

• Sin síndrome<br />

de dumping<br />

• Sin restricciones<br />

de ingesta


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA BARIÁTRICA<br />

CASO CLÍNICO<br />

Mujer de 55 años, diagnosticada de obesidad mórbida con comorbilidades<br />

(diabetes mellitus, dislipidemia, síndrome de apnea del sueño e hipertensión<br />

arterial, en tratamiento con metformina, estatinas, combinación de antagonistas<br />

de los receptores de la angiotensina II e hidroclorotiazida, y CEPAP<br />

durante la noche) que acude a consulta de cirugía remitida por su endocrinólogo<br />

para valoración prequirúrgica. La paciente presentaba un índice de<br />

masa corporal de 43,9 kg/m 2 (talla, 165 cm; peso, 119,5 kg), índice de cintura<br />

de 120 cm, sin otros signos de interés en la exploración. Perfil bioquímico<br />

previo al ingreso sin alteraciones, excepto glucemia: 116 mg/dl, triglicéridos:<br />

244 mg/dl y GPT: 67 U/l. Perfil bioquímico nutricional normal. Ecografía<br />

abdominal: riñones, páncreas, vesícula y vía biliar sin alteraciones. En el hígado<br />

se observan signos ecográficos de esteatosis hepática. El servicio de<br />

psiquiatría había descartado algún tipo de trastorno del comportamiento alimentario,<br />

evidenciado, además, que la paciente conocía el procedimiento quirúrgico<br />

al que iba a ser sometida, sus posibles complicaciones y riesgos, así<br />

como las pautas terapéuticas relacionadas con su alimentación y estilo de<br />

vida posteriores a la intervención. La paciente es valorada por su cirujano, y<br />

se programa la intervención 4 semanas después de la visita. La técnica elegida<br />

es el bypass gástrico.<br />

¿Debería mantener esta paciente algún cuidado nutricional<br />

prequirúrgico?<br />

Entre las comorbilidades de los pacientes con obesidad mórbida se encuentra<br />

la esteatosis hepática, de gran importancia en el cuidado de estos<br />

pacientes por su participación en el desarrollo de un cuadro de resistencia<br />

insulínica y porque el aumento de las dimensiones del hígado dificulta<br />

técnicamente la intervención quirúrgica. Por todo esto, se propone a la<br />

paciente el tratamiento prequirúrgico, durante 4 semanas, de una dieta<br />

de muy bajo contenido calórico (D<strong>MB</strong>CC), como ingesta sustitutiva de su<br />

191


192 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA BARIÁTRICA<br />

alimentación natural. Existen evidencias en la bibliografía de que la práctica<br />

de esta medida facilita el abordaje quirúrgico y mejora el control<br />

metabólico.<br />

Durante las 4 semanas previas a la intervención, la paciente tomó 4 sobres<br />

al día de Optisource ® (dieta completa hipocalórica y de bajo volumen, rica<br />

en omega-3, arginina, carnitina y taurina, exenta de fibra y con un aporte<br />

proteico del 29% del valor calórico total), con los que alcanzó un peso antes<br />

de entrar en quirófano de 108 kg, manteniendo un perfil nutricional y metabólico<br />

óptimo. A las 48 horas de la intervención y cuando la paciente iniciaba<br />

dieta de tolerancia oral con líquidos, se le diagnostica una neumonía<br />

basal izquierda, para la que se le prescribe pauta antibiótica.<br />

Comentario respecto al soporte nutricional:<br />

En el paciente obeso el riesgo de complicaciones pulmonares posquirúrgicas<br />

es mayor, por el aumento de la secreción gástrica, la presencia de síndrome<br />

de apnea obstructiva del sueño y el aumento de la presión abdominal.<br />

Antes del ingreso, su estado nutricional es considerado adecuado, pero<br />

está claro que la cirugía y el proceso infeccioso lo van a deteriorar.<br />

¿Serán suficientes las reservas grasas de esta paciente para<br />

lograr una adecuada recuperación?<br />

La respuesta es claramente negativa.<br />

¿Por qué ocurre esto?<br />

La respuesta metabólica a la agresión y a la infección es distinta en obesos<br />

y en no obesos, ya que los obesos movilizan una mayor cantidad de<br />

proteínas y menor de grasas que los no obesos. Los pacientes obesos presentan<br />

un bloqueo relativo a la movilización y utilización de lípidos y una<br />

tasa de oxidación de proteínas significativamente mayor que los no obe-


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA BARIÁTRICA<br />

sos, observándose una mayor pérdida de nitrógeno, tanto de manera absoluta<br />

como en relación a la masa magra, que se traduce en una disminución<br />

de la síntesis proteica. Por lo tanto, en situación de estrés, los obesos no<br />

se beneficiarán de sus reservas grasas, por el contrario, el exceso de utilización<br />

de hidratos de carbono puede empeorar el cociente respiratorio y<br />

agravar los procesos respiratorios del paciente.<br />

¿Cuáles serían los requerimientos nutricionales de esta paciente?<br />

1. Requerimientos energéticos. En el obeso, el exceso de peso se debe tanto<br />

a masa magra como grasa. Esta última se considera metabólicamente<br />

inactiva, por lo que en obesos se realiza el cálculo del peso de una manera<br />

ajustada:<br />

• Peso ajustado = (peso actual (119,5 kg) × 0,25) + peso ideal (60 kg<br />

aprox.) = 89,87 kg<br />

Como ya se ha comentado, todas las fórmulas empleadas para el cálculo<br />

calórico tienen limitaciones, pero la más empleada y aceptada es<br />

la ecuación de Harris-Benedict:<br />

• Gasto energético basal = 665 + 9,6 × peso (89 kg) + 1,8 × altura (165<br />

cm) – 4,7 × edad (55 años) = 1.558 kcal<br />

• Factor de agresión = cirugía + infección = 1,5. Total de necesidades<br />

energéticas = 2.350 aprox.<br />

En este punto interesa recordar la propuesta de algunos autores para<br />

administrar un soporte nutricional especializado en estos pacientes<br />

con dos características esenciales: que sea hipocalórico e hiperproteico.<br />

2. Requerimientos proteicos. En situaciones de estrés, los requerimientos<br />

de proteínas en obesos son difíciles de establecer, pero generalmente<br />

se aconseja un aporte de nitrógeno elevado. Las estimaciones están<br />

entre 2,2 g/kg de peso ideal o 1,23 g/kg de peso actual.<br />

193


194 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA BARIÁTRICA<br />

3. Requerimientos de hidratos de carbono. Los pacientes obesos tienen más<br />

tendencia a la hiperglucemia. El exceso de aporte de glucosa puede<br />

empeorar la hiperglucemia, agravar la disfunción hepática y producir un<br />

aumento de la producción de CO2, con empeoramiento de la función respiratoria.<br />

En resumen, se aconseja no aportar más del 40-50% del valor<br />

calórico total de la dieta.<br />

4. Requerimientos de grasas. Su indicación en obesos está clara: reduce la<br />

secreción de insulina y mejora la hiperglucemia y la ventilación pulmonar.<br />

Aportarán el 35-40% del valor calórico total.<br />

5. Requerimientos de micronutrientes (vitaminas y minerales). Similares a<br />

los no obesos, con disminución del aporte de sal.<br />

La paciente toleró en todo momento la vía oral, y en el posoperatorio inmediato<br />

y hasta 4 semanas después fue inicialmente tratada con una D<strong>MB</strong>CC<br />

que nos aseguró unas ingestas de 60 g de proteínas. Éstas son muy difíciles<br />

de alcanzar en los primeros días del posoperatorio y en la adaptación alimentaria<br />

posquirúrgica con alimentación natural sin elevar por encima de lo<br />

recomendable el aporte calórico.<br />

La paciente fue dada de alta a su domicilio totalmente restablecida de sus<br />

procesos a los 10 días de la intervención. La D<strong>MB</strong>CC se mantuvo de forma<br />

exclusiva durante 4 semanas y posteriormente se fueron introduciendo alimentos<br />

naturales triturados, elaborados de forma sencilla, frutas y verduras<br />

cocinadas, siempre administrando los alimentos en pequeños volúmenes y<br />

varias veces al día (5-6 veces), lo que permite mantener aportes hipocalóricos<br />

e hiperproteicos hasta conseguir una transición adecuada a una alimentación<br />

natural con control calórico de la ingesta.<br />

Se debe recordar que en el caso de que la paciente no hubiese tolerado la<br />

vía oral, el soporte nutricional especializado, enteral o parenteral, no sería<br />

diferente al utilizado en pacientes con normopeso, atendiendo a las mismas<br />

características nutricionales referidas anteriormente.


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA BARIÁTRICA<br />

En resumen, en el paciente obeso debemos instituir el soporte nutricional<br />

con idéntica rapidez que en una persona no obesa. Sería inadecuado<br />

adoptar una actitud expectante, asumiendo que el paciente tiene exceso<br />

de reservas energéticas. Si el paciente obeso no puede consumir al menos<br />

el 50% de sus requerimientos en 4-5 días, en presencia de enfermedad<br />

catabólica, habrá que planificar soporte nutricional enteral o parenteral<br />

según la capacidad funcional de su tubo digestivo.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

• Bretón Lesmes I, Burguera González B, Fernández-Escalante Moreno JC, Formiguera Sala<br />

X, Lacy Fortuny A, Martínez Valls JF, et al. Guía práctica de la cirugía de la obesidad: una<br />

visión interdisciplinar. Barcelona: Editorial Glosa; 2007.<br />

• Fox M, Formiguera X. Obesidad. Madrid: Harcourt Brace; 1998.<br />

• Fris RJ. Preoperative low energy diet diminishes liver size. Obes Surg. 2004;14:1165-70.<br />

• Moreno Esteban B, Monereo Megías S, Álvarez Hernández J. Obesidad. La epidemia<br />

del siglo XXI. En: Moreno Esteban B, Monereo Megías S, Álvarez Hernández J, editores.<br />

Madrid: Díaz de Santos; 1999.<br />

• Moreno B, Monereo S, Álvarez J, editores. La obesidad en el tercer milenio. Madrid:<br />

Editorial Médica Panamericana; 2005.<br />

• Rubio MA, Martínez C, Vidal O, Lardo A. Documento de consenso sobre cirugía bariátrica.<br />

Rev Esp Obes. 2004; 4:223-49.<br />

• Rubio MA, Salas-Salvadó J, Barbany M, Moreno B, Aranceta J, Bellido D, et al. Consenso<br />

SEEDO 2007 para la evaluación del sobrepeso y la obesidad y el establecimiento de<br />

criterios de intervención terapéutica. Rev Esp Obes. 2007; 5:135-75.<br />

195


Paciente sometido a trasplante<br />

Jesús María Esarte Muniáin<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza<br />

Marta Gutiérrez Díez<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza<br />

Alejandro Serrablo Requejo<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza


GUÍA DE ACTUACIÓN: SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Paciente sometido a trasplante<br />

SOPORTE NUTRICIONAL Y TRASPLANTE DE ÓRGANOS<br />

El paciente es candidato a trasplante en el estadio final de su enfermedad<br />

y, en esta fase, lo habitual es que, además, sufra desnutrición. Esta desnutrición<br />

es potencialmente reversible y, en ese caso, debe indicarse un<br />

adecuado soporte nutricional que contribuya a mejorar la morbimortalidad<br />

del trasplante, a través de la mejora del estado de nutrición. No obstante,<br />

el cuidado del estado nutricional nunca debe retrasar un trasplante en un<br />

paciente con grave insuficiencia renal, hepática o pulmonar. Es obligado el<br />

soporte nutricional posoperatorio, siendo preferible —siempre que sea posible—<br />

la nutrición enteral a la nutrición parenteral.<br />

Las guías de la European Society of Parenteral and Enteral Nutrition (ESPEN)<br />

establecen, con un grado de recomendación C, que la desnutrición es un<br />

factor importante en la evolución del trasplante, lo que obliga a optimizar<br />

el estado nutricional de estos pacientes. Su monitorización, durante el período<br />

de lista de espera, debe hacerse regularmente. Al igual que si se diagnostica<br />

desnutrición en un paciente candidato a trasplante, debe administrarse<br />

suplementación o nutrición enteral (grado de recomendación C). Las<br />

recomendaciones en el cuidado nutricional, tanto para el donante como<br />

para el receptor, son idénticas a las de los pacientes sometidos a cirugía<br />

199


200 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A TRASPLANTE<br />

mayor abdominal. Después del trasplante de corazón, pulmón, hígado, páncreas<br />

y riñón, debe iniciarse el soporte nutricional especializado (SNE) precoz<br />

(grado de recomendación C). Debe procederse de la misma manera en<br />

el caso del trasplante intestinal, con aumentos de aportes de forma progresiva<br />

y cuidadosa. No existen pruebas suficientes para recomendar el<br />

uso de fórmulas con inmunonutrientes. Al parecer, los estudios llevados<br />

a cabo con simbióticos presentan resultados positivos, aunque los datos<br />

son escasos para poder recomendar su uso de forma sistemática. El estado<br />

nutricional de los pacientes sometidos a trasplante de órgano sólido<br />

debe ser monitorizado durante un período de tiempo prolongado (grado<br />

de recomendación C).<br />

Trasplante hepático. En el paciente con insuficiencia hepática terminal, la<br />

evaluación nutricional es difícil, ya que puede haber desnutrición con ganancia<br />

de peso (ascitis, edemas), en la que el descenso de las proteínas plasmáticas<br />

se deba, en parte, a una menor síntesis hepática, alteraciones en<br />

el metabolismo de la creatinina, etc. Las causas de desnutrición son, principalmente,<br />

las siguientes: disminución de la ingesta, afectación de la digestión/absorción,<br />

medicación concomitante (neomicina, diuréticos, colesteramina,<br />

etc.), alteraciones metabólicas y alteraciones de la síntesis de<br />

proteínas hepáticas. Debe mantenerse el SNE individualizado en el preoperatorio<br />

y el posoperatorio, según la situación clinicometabólica del paciente.<br />

Este soporte, que debe mantenerse hasta que el paciente asegure el<br />

ingreso de sus requerimientos por vía oral, en general se realiza siguiendo<br />

las mismas recomendaciones que en el caso de los pacientes con cirugía<br />

mayor abdominal y cirrosis hepática. No se recomienda la colocación<br />

de gastrostomía endoscópica percutánea por el elevado riesgo de complicaciones<br />

relacionadas con la ascitis o las varices esofágicas que, habitualmente,<br />

tienen estos pacientes. Así, siempre se aconseja una fórmula<br />

con proteína completa y alta densidad calórica en los pacientes con ascitis,<br />

para disminuir al mínimo posible la sobrecarga hídrica (grado de recomendación<br />

C). Las fórmulas enriquecidas con aminoácidos ramificados


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A TRASPLANTE<br />

se reservan sólo para los pacientes con antecedentes de encefalopatía<br />

durante la nutrición enteral (grado de recomendación A). El aporte calórico<br />

recomendado es de 35-40 kcal/kg/día, y el de proteínas, de 1,2-<br />

1,5 g/kg/día (grado de recomendación C).<br />

Se ha comprobado que la nutrición enteral no altera la absorción ni los niveles<br />

de tacrolimus en sangre.<br />

Trasplante renal. El paciente con insuficiencia renal crónica terminal suele<br />

presentar desnutrición que es debida, esencialmente, a una ingesta limitada,<br />

disfunción gastrointestinal (náuseas, vómitos, diarreas y malabsorción),<br />

pérdidas proteicas por diálisis, pérdidas de sangre e interacciones de<br />

los fármacos que recibe. Es importante, en esta fase terminal, limitar la<br />

ingesta de fósforo y calcio, a fin de controlar la enfermedad ósea que afecta<br />

a estos pacientes. La buena tolerancia a la dieta oral que se produce en<br />

el posoperatorio inmediato de estos pacientes hace que la experiencia de<br />

la nutrición artificial, en este tipo de trasplante, sea muy limitada.<br />

Trasplante de páncreas. Habitualmente, el trasplante de páncreas se asocia<br />

al trasplante renal, por lo que los problemas de este último se asocian<br />

a las alteraciones metabólicas y las complicaciones derivadas de una situación<br />

de diabetes de larga evolución (arteriopatía, insuficiencia cardíaca,<br />

retinopatía, etc.). El SNE posoperatorio debe seguir las recomendaciones<br />

descritas antes. El hecho de que la tendencia actual sea drenar la secreción<br />

exocrina pancreática al intestino hace que deba tenerse en cuenta<br />

un problema añadido: la dehiscencia de la anastomosis duodenoyeyunal.<br />

Trasplante de intestino. Los resultados más recientes del trasplante intestinal<br />

con supervivencia inmediata al procedimiento superan el 80%, y gran<br />

proporción de supervivientes consigue autonomía digestiva. El daño hepático<br />

asociado a la administración de nutrición parenteral es su indicación<br />

más frecuente. Se practican tres modalidades: trasplante de intestino<br />

aislado, trasplante de hígado/intestino y trasplante multivisceral. Estos tras-<br />

201


202 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A TRASPLANTE<br />

plantes se incluyen en un programa que ha permitido crear unidades de<br />

rehabilitación intestinal que integran un equipo de soporte nutricional, farmacoterapia<br />

y cirugía, lo que ha mejorado los resultados y optimizado los<br />

costes. El soporte nutricional debe establecerse en tres fases. La primera<br />

fase (fase precoz) se desarrolla en los primeros 7-10 días. En este tiempo,<br />

el intestino se recupera de la isquemia sufrida, se estabilizan las anastomosis<br />

intestinales y comienza a recuperarse su función. Esta fase requiere<br />

nutrición parenteral total (fórmula de aporte para estrés grave: 0,30 g de<br />

nitrógeno (N)/kg de peso/día + 80-120 kcal no proteicas/g de N), aunque<br />

hoy en día se admite la posibilidad de administrar pequeños volúmenes de<br />

nutrición enteral durante la primera semana. En la segunda fase, que dura<br />

de 4 a 6 semanas, se reinicia la actividad gástrica, se recupera la función<br />

intestinal y se comienza la nutrición enteral, primero con una dieta elemental<br />

sin grasa, después con una dieta peptídica y con grasas tipo triglicéridos<br />

de cadena media y, finalmente, con una dieta polimérica. La fase final, a<br />

partir de la sexta semana, supone el reinicio de una dieta oral normal.<br />

Trasplante de médula ósea. El elevado riesgo de estos pacientes de presentar<br />

desnutrición obliga a hacer una valoración y un seguimiento nutricionales.<br />

La indicación de soporte nutricional es habitual en los trasplantes<br />

alogénicos, mientras que los pacientes sometidos a autotrasplante<br />

suelen requerirlo cuando se producen complicaciones que comprometen la<br />

ingesta adecuada de nutrientes. La fórmula nutricional es la habitual para<br />

la situación de estrés grave, como se ha mencionado antes. Algunos médicos<br />

preconizan el comienzo del soporte nutricional el mismo día del trasplante;<br />

otros, en cambio, inician el soporte nutricional al tercer día, que es<br />

cuando comienza la máxima afectación para la ingesta. La efectividad del<br />

soporte nutricional pretrasplante no ha sido suficientemente investigada,<br />

por lo que puede decirse que su comienzo será como en el caso de cualquier<br />

otro paciente sometido a una agresión grave, utilizando una formulación<br />

para situación de estrés grave. La nutrición enteral por vía nasogástrica<br />

no parece adecuada, debido a alteraciones en la motilidad y el


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A TRASPLANTE<br />

vaciamiento gástrico o bien a complicaciones del tipo de diarrea, íleo, dolor<br />

abdominal, etc. La administración de suplementos de glutamina (dipéptido<br />

Ala-Glu) por vía parenteral ha sido efectiva, disminuyendo la estancia hospitalaria<br />

y las complicaciones infecciosas. Estudios recientes han demostrado<br />

que estos suplementos son útiles en la mejoría de los síntomas en<br />

las mucositis de pacientes que han recibido quimioterapia.<br />

CASO CLÍNICO<br />

Varón de 39 años, que ingresó en el Servicio de Hematología de nuestro<br />

hospital con el diagnóstico de leucocitosis aguda. En su evaluación inicial,<br />

ni el test de NRS 2002 ni la valoración subjetiva global ni la nutricional<br />

completa mostraron datos indicativos de desnutrición. En los estudios<br />

complementarios se realizó aspirado medular con estudio de citogenética<br />

e inmunofenotipo, con los que se llegó al diagnóstico de leucemia aguda<br />

bifenotípica mieloide.<br />

El paciente entró en situación de agranulocitosis por infiltración, por lo que<br />

se inició tratamiento con idarubicina, arabinósido de citosina y etopósido.<br />

Desde el primer día de tratamiento aparecieron náuseas, vómitos, diarreas y<br />

febrícula, que le hicieron perder al menos una comida al día.<br />

¿Se debe plantear alguna medida nutricional en este paciente?<br />

Sí. La leucemia es un proceso grave que desnutrirá al paciente. Además,<br />

no podemos olvidar que una de las causas de desnutrición hospitalaria<br />

es iatrogénica, por la omisión de comidas en el medio hospitalario, tanto<br />

por la interferencia de técnicas y estudios complementarios, como por la<br />

aparición de síntomas, como en el caso de este paciente, que dificultan y<br />

minimizan su ingesta. Aunque el paciente no presentara desnutrición a su<br />

ingreso, es imprescindible su reevaluación periódica desde el punto de vista<br />

nutricional, ya que, a los ya comentados factores comunes a todos los<br />

203


204 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A TRASPLANTE<br />

pacientes hospitalizados, se unen otros de desnutrición que se suceden<br />

en la evolución de la enfermedad, como es el tratamiento quimioterápico<br />

en sí mismo y sus efectos secundarios, especialmente los digestivos (náuseas,<br />

vómitos, diarreas, enfermedad injerto contra huésped [EICH], etc.),<br />

que no sólo van a aumentar el deterioro nutricional por el incremento de<br />

pérdidas, sino por la dificultad que supondrá la afectación del aparato digestivo<br />

a la hora de alcanzar los requerimientos necesarios para conseguir<br />

un correcto equilibrio nutricional.<br />

¿Qué tipo de atención nutricional recomendaría?<br />

En este tipo de pacientes es imprescindible cuidar su alimentación natural<br />

de forma especial (presentación, color, aromas, etc.), reevaluar los requerimientos<br />

energéticos, y si no alcanzan el 75%, plantear el uso de suplementos<br />

orales atendiendo a las necesidades calórico-proteicas de forma<br />

individualizada.<br />

A nuestro paciente se le suplementó la dieta oral con una fórmula polimérica<br />

hiperproteica asociada a una solución de glutamina. El día +20, coincidiendo<br />

con la recuperación granulocitaria, se produjo una afectación pulmonar<br />

grave que se diagnosticó como aspergilosis y que se resolvió<br />

satisfactoriamente con tratamiento antifúngico. A los pocos días se inició tratamiento<br />

de consolidación con arabinósido de citosina y tioguanina, que produjo<br />

una agranulocitosis mejor tolerada que la primera. No obstante, se mantuvo<br />

la dieta oral suplementada con la fórmula antes citada hasta el alta<br />

hospitalaria.<br />

Una vez indicado el trasplante de médula ósea (TMO) alogénico y antes de<br />

su realización, se inició acondicionamiento con ciclofosfamida y busulfano y<br />

profilaxis de la enfermedad de EICH con ciclosporina y metotrexato, que fue<br />

bien tolerado por el paciente desde el punto de vista alimentario.<br />

Coincidiendo con el TMO alogénico se inició un cuadro de vómitos y molestias<br />

gástricas que limitaron la ingesta de alimentos, lo que obligó a mantener


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A TRASPLANTE<br />

la suplementación de su alimentación natural con la fórmula de nutrición<br />

ya citada. Apareció dolor orofaríngeo, que fue en aumento, llegando a requerir<br />

cloruro mórfico. Se diagnosticó una mucositis muy intensa con crisis de<br />

dolor agudo abdominal por EICH intestinal que hizo insuficiente la vía digestiva.<br />

¿Deberíamos hacer algo más en este paciente desde el punto<br />

de vista nutricional?<br />

Sí. Si la ingesta de alimentos naturales es, a todas luces, insuficiente para<br />

cubrir sus requerimientos y el tubo digestivo es funcionante, deberemos<br />

plantear nutrición enteral completa (NEC).<br />

Cuando comenzó a presentar molestias orofaríngeas, propusimos a nuestro<br />

paciente la instauración de una nutrición enteral por sonda nasogástrica con<br />

fórmula polimérica hiperproteica. El paciente no quiso adoptar esta medida<br />

y prefirió seguir bebiendo la fórmula de nutrición enteral como una fuente<br />

nutricional, ya que todos los alimentos le desencadenaban dolor, y manteniendo<br />

los aportes de glutamina IV. Pasados 3 días el cuadro empeoró claramente,<br />

asociándose episodios de diarrea, hasta 12 deposiciones líquidas<br />

en pequeñas cantidades, que aunque no condicionaban su estado hidroelectrolítico<br />

ni hemodinámico, sí resultaban muy molestas para el paciente.<br />

¿Cabe la posibilidad de plantearse alguna otra medida desde el<br />

punto de vista nutricional?<br />

El tratamiento quimioterápico se asocia frecuentemente a diarrea por afectación<br />

del intestino delgado, que es generalmente abundante, de tipo secretor<br />

y persiste durante varias semanas después del tratamiento. Los fármacos<br />

enlentecedores del tránsito intestinal no deben utilizarse, ya que<br />

favorecen la proliferación de microorganismos en el tracto intestinal. La<br />

causa más frecuente de diarrea aguda pos-TMO es la EICH (48%), seguida<br />

de la infecciosa (13%), generalmente viral o por Clostridium difficile.<br />

205


206 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A TRASPLANTE<br />

La mucositis es también una complicación muy frecuente y representa una<br />

de las principales indicaciones de nutrición artificial en pacientes que están<br />

en proceso de TMO (se acompaña habitualmente de reducción de ingesta<br />

oral, náuseas, vómitos y diarrea) y suele mantenerse hasta 2-3 semanas<br />

tras el TMO.<br />

La EICH se produce por la acción de las células inmunocompetentes del<br />

injerto frente a antígenos de las células del receptor. Puede darse en un<br />

30-60% de los pacientes con TMO alogénico. Se presenta como una diarrea<br />

profusa acompañada con frecuencia de náuseas, vómitos y dolor abdominal,<br />

y se produce por la destrucción de las criptas intestinales, pudiendo<br />

oscilar desde moderada a una diarrea secretora profusa más importante,<br />

a la presentación de úlceras o incluso perforaciones del intestino que obliguen<br />

al tratamiento quirúrgico urgente.<br />

El soporte nutricional en estos pacientes es esencial (el 35% de los pacientes<br />

llegan al TMO con algún grado de desnutrición) y sus necesidades están<br />

incrementadas por el grave catabolismo que sufren. Los requerimientos<br />

energéticos del receptor pueden alcanzar hasta el 130-150% del gasto energético<br />

basal calculado, que corresponde a 30-50 kcal/kg/día. Los lípidos<br />

se pueden administrar de forma segura, pudiendo aportar el 30-40% de<br />

la energía no proteica. Las necesidades proteicas también están elevadas,<br />

por lo que deben administrarse en torno a 1,4-1,5 g/kg de peso corporal<br />

y día.<br />

Aunque existen distintas posiciones respecto a cómo y por qué vía administrar<br />

el soporte nutricional, no existe evidencia clara acerca de las posibles<br />

ventajas de unas sobre otras. En varios estados catabólicos graves,<br />

como la sepsis, el trasplante de medula ósea, la quimioterapia intensiva<br />

y la radiación, los valores plasmáticos de glutamina disminuyen. En estas<br />

situaciones se ha demostrado que la administración de glutamina por vía<br />

parenteral en forma estable de dipéptido alanina-glutamina o glicina-glutamina,<br />

a dosis de 0,3-0,4 g/kg/día, conjuntamente con otros agentes ana-


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A TRASPLANTE<br />

bólicos que promueven la captación de nutrientes, es beneficioso para<br />

los pacientes.<br />

En nuestro paciente, la primera fase de quimioterapia produjo una mucositis<br />

leve que le permitió mantener dieta oral suplementada con nutrición enteral,<br />

pero en la segunda fase ésta fue tan intensa que junto a la diarrea y a la<br />

negación del paciente a que le colocaran un acceso digestivo temporal (sonda<br />

nasogástrica) requirió nutrición parenteral total (NPT).<br />

La formulación de la NPT siguió las premisas establecidas en los casos de<br />

pacientes con elevado índice de agresión, añadiendo dipéptido de glutamina<br />

a dosis de 0,3 g/kg/día a la fórmula de NPT ajustada de forma personalizada<br />

a los requerimientos del paciente.<br />

Se instauró NPT durante 24 días hasta que el paciente fue capaz de asegurar<br />

sus ingresos por vía digestiva, dándosele el alta hospitalaria a los pocos<br />

días.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

• Mesejo Arizmendi A, Ordóñez González J, Ortiz Leiva C. Nutrición artificial en el trasplante<br />

de células precursoras hematopoyéticas. Nutr Hosp. 2005;20:54-6.<br />

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• Weimann A, Braga M, Harsanyi L, Laviano A. ESPEN Guidelines on enteral nutrition: surgery<br />

including organ transplantation. Clin Nutr. 2006;25:224-44.<br />

207


Paciente sometido a cirugía maxilofacial<br />

Aomar Abdel-lah Mohamed<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Clínico Universitario de Salamanca<br />

Omar Abdel-lah Fernández<br />

Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo<br />

Hospital Vital Álvarez Buylla. Mieres (Asturias)


GUÍA DE ACTUACIÓN: SOPORTE NUTRICIONAL EN EL PACIENTE QUIRÚRGICO<br />

Paciente sometido a cirugía maxilofacial<br />

<strong>21</strong>1<br />

La desnutrición ocurre, aproximadamente, en el 30-50% de los pacientes<br />

con cirugía de cabeza y cuello y puede verse agravada en el preoperatorio<br />

por un ayuno o semiayuno prolongado, por un aumento de los requerimientos<br />

nutricionales secundarios a la enfermedad de base o por un déficit proteicocalórico.<br />

Estas cifras pueden incrementarse hasta un 80% en los pacientes<br />

con pérdida de peso durante el tratamiento multimodal.<br />

La agresión en el posoperatorio, la ingesta inferior al 60% de las necesidades<br />

nutricionales del paciente, el ayuno superior a 7 días en el posoperatorio<br />

y la aparición de complicaciones quirúrgicas o del tratamiento médico<br />

con un aumento del riesgo de infección de 27-85% constituyen nuevos<br />

factores añadidos que condicionan la desnutrición, derivando en la mala<br />

cicatrización de las heridas y la dehiscencia de sutura. Estos cambios fisiopatológicos<br />

secundarios a la desnutrición agravan los riesgos del paciente,<br />

a pesar de una correcta técnica quirúrgica y una buena profilaxis antibiótica.<br />

Además, la localización anatómica de estas lesiones producen alteraciones<br />

en la masticación, la salivación y la deglución. Estas circunstancias<br />

empeoran con el tratamiento de la quimioterapia y/o radioterapia y pueden<br />

producirse mucositis, trismos, disgeusia, xerostomía y disfagia. Todos estos<br />

factores, sumados al tratamiento quirúrgico de la zona, influyen negativamente<br />

en la situación nutricional del paciente durante largo tiempo. El sopor-


<strong>21</strong>2 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA MAXILOFACIAL<br />

te nutricional debe iniciarse sin retraso, a fin de paliar o controlar, en la<br />

medida de lo posible, estas complicaciones (fig. 1).<br />

Figura 1. Desnutrición en pacientes con tumores orofaríngeos<br />

Disfagia Disminución de la ingesta<br />

PREOPERATORIO<br />

Desnutrición<br />

Malabsorción<br />

En este grupo de pacientes con disfagia, disminución de la ingesta y malabsorción,<br />

debe restaurarse y mantenerse el estado nutricional en el preoperatorio<br />

con modificación de la textura y composición de los alimentos o<br />

bien mediante alimentación básica adaptada. Si esto no es suficiente, pueden<br />

administrarse suplementos nutricionales.<br />

Debe utilizarse soporte nutricional en los pacientes con riesgo de malnutrición<br />

grave durante 10-14 días antes de la cirugía —la cual debe retrasarse,<br />

si es preciso— y continuar con el soporte nutricional en el posoperatorio<br />

inmediato, hasta la reanudación satisfactoria de la ingesta oral<br />

(grado de recomendación A).<br />

En los pacientes sin desnutrición, si se estima una demora en la ingesta<br />

de 7 días en el posoperatorio, está indicado iniciar soporte nutricional (por<br />

vía enteral, si es posible) en el preoperatorio sin retraso (grado de reco-


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA MAXILOFACIAL<br />

mendación C). Estas mismas recomendaciones deben seguirse en caso de<br />

que el paciente no pueda ingerir el 60% de los requerimientos nutricionales<br />

en más de 6-10 días del preoperatorio (grado de recomendación C).<br />

Puede considerarse la administración de nutrición enteral preoperatoria en<br />

el domicilio, antes del ingreso, lo cual acorta la estancia hospitalaria.<br />

Hay que considerar la nutrición mixta (nutrición enteral y nutrición parenteral)<br />

en los pacientes que no puedan satisfacer el 60% de sus necesidades<br />

nutricionales por vía enteral (grado de recomendación C) (fig. 2).<br />

Figura 2. Algoritmo de actuación nutricional en el paciente con tumores orofaríngeos<br />

Sí<br />

Suplementos<br />

hipercalóricos/<br />

hiperproteicos<br />

No<br />

Potenciar<br />

la dieta<br />

Dieta oral<br />

Insuficiente Sin tolerancia oral<br />

NE: nutrición enteral; NPT: nutrición parenteral total.<br />

NPT (tubo<br />

digestivo no<br />

funcionante)<br />

Nutrición artificial<br />

Nutrición<br />

mixta<br />

(NP + NE)<br />

NE (tubo<br />

digestivo<br />

funcionante)<br />

<strong>21</strong>3


<strong>21</strong>4 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA MAXILOFACIAL<br />

POSOPERATORIO<br />

La ingesta oral debe adaptarse a la tolerancia individual y al tipo de cirugía<br />

realizada (grado de recomendación C). Debe instaurarse nutrición enteral<br />

por sonda, si la vía oral no puede utilizarse, mediante sonda nasogástrica,<br />

gastrostomía o yeyunostomía, con especial consideración en la cirugía<br />

de cabeza y cuello (grado de recomendación A), faringolaringectomía,<br />

glosectomía parcial o total, laringectomía, traumatismo maxilofacial, etc.<br />

La nutrición por sonda, en los casos indicados, debe iniciarse a las 24<br />

horas del posoperatorio, si el paciente está hemodinámicamente estable<br />

(grado de recomendación A) y, luego, progresar hacia la nutrición oral. Debe<br />

iniciarse la tolerancia oral con alimentos cremosos y agua gelificada. Por<br />

lo general, el paciente requiere una nutrición mixta por enterostomía y<br />

en forma líquida oral, para alcanzar los requerimientos necesarios. Debe<br />

mantenerse la nutrición enteral nocturna en una cantidad aproximada<br />

del 50% de las necesidades calóricas del paciente, hasta alcanzar la tolerancia<br />

oral completa.<br />

TÉCNICA DE LA NUTRICIÓN ENTERAL POR SONDA<br />

Hay que comenzar por un ritmo bajo, de 10-20 ml/h (grado de recomendación<br />

C), debido a la intolerancia intestinal. Pueden requerirse de 3 a 6<br />

días para conseguir el objetivo nutricional sin considerarlo peligroso (grado<br />

de recomendación C). El ritmo máximo debe ser de 125 ml/h, siempre según<br />

la tolerancia del paciente.<br />

Debe revaluarse el estado nutricional regularmente durante la estancia<br />

en el hospital y, si es necesario, continuar el soporte nutricional después<br />

del alta en aquellos pacientes que recibieron soporte nutricional en el perioperatorio<br />

(grado de recomendación C).


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA MAXILOFACIAL<br />

TIPOS DE SONDAS<br />

Catéter de yeyunostomía o sonda nasoyeyunal. Se recomienda en todos los<br />

candidatos de cirugía mayor gastrointestinal alta (esofagofaringolaringectomía)<br />

(grado de recomendación A).<br />

Gastrostomía endoscópica percutánea. Debe considerarse, si se prevé que<br />

la nutrición enteral durará más de 4 semanas en caso de lesiones craneales<br />

graves (grado de recomendación C).<br />

TIPO DE FÓRMULAS<br />

Debe emplearse nutrición enteral con inmunomoduladores en el perioperatorio,<br />

con independencia del riesgo nutricional (grado de recomendación<br />

A), cuando el paciente va a ser intervenido de enfermedad oncológica<br />

del cuello (laringectomía, faringectomía o ambas). Siempre que sea<br />

posible, deben iniciarse las fórmulas estándar 5-7 días antes de la cirugía<br />

y continuarse 5-7 días durante el posoperatorio, en los casos de cirugía<br />

no complicada (grado de recomendación C) (tabla 1).<br />

Tabla 1. Pacientes quirúrgicos con desnutrición en series de hospitales españoles<br />

Según el tipo de cirugía realizada Pauta nutricional (tubo digestivo no funcionante)<br />

Cirugía radical Nutrición artificial con transición a nutrición oral<br />

Otras cirugías Alimentación oral modificando texturas<br />

En la mayoría de los pacientes, las fórmulas estándar (con proteínas completas)<br />

son las apropiadas (grado de recomendación C).<br />

<strong>21</strong>5


<strong>21</strong>6 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA MAXILOFACIAL<br />

CASOS CLÍNICOS<br />

Primer caso clínico<br />

Paciente de 32 años que sufrió un traumatismo facial con fracturas múltiples<br />

de los maxilares inferior y superior con edema y contusión de la lengua,<br />

que precisaron cirugía estabilizadora de urgencias. Altura: 175 cm;<br />

peso: 70 kg; índice de masa corporal (IMC): 22. El enfermo precisa un reposo<br />

obligado de la cavidad bucal, lo que conlleva una demora en la ingesta<br />

oral superior a 2 semanas.<br />

Se colocó una sonda nasogástrica de 8 Fr para nutrición enteral. Con el<br />

paciente estabilizado, deben completarse los estudios antes de la intervención<br />

definitiva. Se indicó nutrición con dieta polimérica estándar. En cuanto<br />

al cálculo de requerimientos, el GMR es de 1.694 kcal/24 horas. Se<br />

incrementa en un 20% por un grado de estrés 1, con lo cual hay que aportar<br />

2.033 kcal no proteicas. Con una relación N: kcal de 1:150, el paciente<br />

necesita 13,6 g de N (85 g de proteínas/día), que corresponde a<br />

0,19 g/kg de peso. La perfusión de la nutrición es continua y se inició a un<br />

ritmo de 20 ml/h/día, aumentándose el ritmo a 20 ml/h/día, hasta conseguir<br />

un volumen total de 2.033 ml (83 ml/h/día) al tercer o cuarto día.<br />

Después de la intervención, se reinició la nutrición enteral precoz por sonda<br />

—en las primeras 24 horas, con la misma pauta hasta iniciar la dieta<br />

por vía oral— y se mantuvo la nutrición enteral nocturna con el 50% de<br />

los requerimientos (1.000 ml en 8-10 h).<br />

Segundo caso clínico<br />

Paciente de 46 años con disfagia a sólidos y disminución de la ingesta,<br />

remitido desde el servicio de oncología, después de un tratamiento neoadyuvante<br />

por carcinoma epidermoide sincrónico de esófago cervical e infracarinal<br />

(T 3N 1M 0) con respuesta positiva para el tratamiento quirúrgico: faringolaringectomía<br />

y esofagectomía total.


SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA MAXILOFACIAL<br />

Antecedentes personales: bebedor importante, fumador de 20 cigarrillos/día,<br />

hepatitis B, neumonías resistentes y tuberculosis pulmonar en 1992. Altura:<br />

165 cm; peso: 44 kg; IMC: 16; albúmina: 2,8 g/dl; prealbúmina: 16 mg/dl.<br />

Se inició nutrición enteral oral preoperatoria, en el domicilio del paciente,<br />

10 días antes de la intervención quirúrgica y se administraron suplementos.<br />

Aunque el paciente no toleraba suficientemente la dieta triturada, se<br />

le aconsejó que lo intentara, fraccionando la dieta en 5 ó 6 tomas, mientras<br />

se completaban los estudios preanestésicos. Se pauta la dieta posoperatoria,<br />

teniendo en cuenta el grado de desnutrición, la ingesta insuficiente<br />

del 60% de sus necesidades nutricionales, la demora en la ingesta<br />

superior a 10-14 días del posoperatorio y que se trata de una cirugía mayor<br />

gastrointestinal alta programada con complicaciones. El cálculo de los requerimientos<br />

según el grado 3 de estrés es: gasto metabólico en reposo: 1.200<br />

kcal; necesidades energéticas: 1.700 kcal; con una relación de N/kcal de<br />

1/130, el nitrógeno recomendado es de 11 g.<br />

Se escoge una dieta específica inmunomoduladora.<br />

Durante la intervención quirúrgica se dejó colocado un catéter de yeyunostomía<br />

de 9 Fr. La nutrición enteral precoz se inició en las primeras<br />

24 horas, a 20 ml/h/día, aumentándose el ritmo 20 ml/h/20 h, hasta conseguir<br />

un volumen total de 1.700 ml/20 h (85 ml/h/20 h). En el decimotercer<br />

día del posoperatorio se realizó tránsito oral con gastrografin, apreciándose<br />

una fuga en la anastomosis faringogástrica de pequeño débito.<br />

Se practicó una pequeña incisión por encima del traqueostoma canalizado<br />

con cánula de balón, se realizaron tomas de cultivo y se administró antibioterapia<br />

empírica. Una vez suspendido el antibiótico y ante una mejora<br />

clínica evidente, el paciente fue dado de alta. La nutrición enteral prosiguió<br />

de forma ambulatoria con dieta polimérica estándar y con fibra, revisándose<br />

cada 10 días. La fístula faringocutánea se cerró a los 35 días, dejando<br />

como secuela estenosis de la anastomosis faringogástrica, que precisó<br />

dilataciones neumáticas; la radioscopia de la deglución descartó proble-<br />

<strong>21</strong>7


<strong>21</strong>8 SOPORTE NUTRICIONAL EN CONDICIONES ESPECIALES<br />

PACIENTE SOMETIDO A CIRUGÍA MAXILOFACIAL<br />

mas de disfunción y falsas vías. Se inició alimentación oral fraccionada<br />

en 6-7 tomas diarias, con una dieta de textura modificada, y se mantuvo la<br />

nutrición enteral nocturna con el 50% de los requerimientos (1.000 ml,<br />

en 8-10 h) por yeyunostomía, hasta conseguir una alimentación oral satisfactoria,<br />

con transición de la dieta con textura modificada más suplementos<br />

a dieta oral completa en 3-6 meses.<br />

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ISBN: 978-84-7429-399-9<br />

24011941

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