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Secreto bien guardado - Viviana Rivero

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<strong>Secreto</strong> <strong>bien</strong> <strong>guardado</strong> 13<br />

¡Joder, tiene dos bolsas!, una grande y pesada y otra pequeña y<br />

delicada. Abro la primera, aparece un cúmulo de hojas amarillentas,<br />

escritas a máquina. Las hojeo una y otra vez. Es una novela, y los<br />

personajes… parecen ser mis abuelos!<br />

¿Y el autor?, busco curiosa: Amalia Peres Kiev, ¡mi abuela! La<br />

abu Amalia. Claro, recuerdo, ella escribió dos libritos en sus años<br />

mozos.<br />

Ansiosa, abro la segunda bolsa. ¡Válgame el cielo! Es una mata<br />

de cabello rubio dorado muy largo que serviría para hacerme las extensiones,<br />

esas que en la peluquería de la calle Paseo de Gracia, en<br />

Barcelona, me han querido cobrar seiscientos euros. Va atada por<br />

una cintita azul descolorida, y eso me da la pauta que aunque parezca<br />

recién cortado, el pelo es tan viejo como los escritos. La abu Amalia<br />

era rubia ¿acaso habrán sido de ella? Guardo el pelambre y me dedico<br />

a la novela.<br />

Ante mí aparece en letras grandes la dedicatoria: “A mi país, mi<br />

querida Argentina donde el crisol de razas, la fuerza de los<br />

inmigrantes y su lejanía austral hacían de ella, en 1940, el único<br />

lugar donde el abanico de posibilidades era tan extenso que incluía<br />

amores que estarían prohibidos en cualquier otra parte de este mundo.<br />

A mi país, por haberme permitido vivir uno de esos amores”.<br />

Me llama la atención, sé que la abu Amalia se casó con mi abuelo<br />

que era suizo.<br />

Comienzo la lectura y la novela me atrapa. La leo hoja por hoja,<br />

la degusto. Por momentos me atraganto, como si las palabras fueran<br />

piedras, y por otros me endulzan como si fueran miel. No puedo, ni<br />

quiero, dejar de leerla.<br />

–¡Última parada! ¡La Falda! Avisa el chofer.<br />

Bajo apurada y voy caminando las cuadras desde la terminal al<br />

Hotel Edén, que me parecen mil.<br />

¡Coño! Cuando llego, me entero de que la primera visita guiada<br />

recién sale en dos horas.

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