09.05.2013 Views

El relojero ciego - Fieras, alimañas y sabandijas

El relojero ciego - Fieras, alimañas y sabandijas

El relojero ciego - Fieras, alimañas y sabandijas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

lables. Sin embargo, es bastante fácil construir el arco, si se permite<br />

quitar piedras o añadirlas. Se empieza formando un montón<br />

de piedras, luego se construye el arco descansando sobre la<br />

parte superior de esta sólida base. Cuando todo el arco esté en<br />

posición, incluyendo la piedra angular vital en su parte superior,<br />

se quitan con cuidado las piedras de soporte y, con un poco de<br />

suerte, el arco permanecerá de pie. Stonehenge es incomprensible,<br />

hasta que nos damos cuenta de que los constructores utilizaron<br />

algún tipo de andamiaje, o quizá rampas de tierra, que ya<br />

no están allí. Podemos ver sólo el producto final, y tenemos que<br />

deducir el andamiaje que se ha desvanecido. De manera similar,<br />

el DNA y las proteínas son dos pilares de un arco estable y<br />

elegante, que persiste una vez que todas sus partes existen simultáneamente.<br />

Es difícil imaginárselo originándose por un proceso<br />

paso a paso, a menos que algún andamiaje primitivo haya<br />

desaparecido. Este andamiaje, a su vez, debe de haber sido construido<br />

por una forma más antigua de selección cumulativa, sobre<br />

cuya naturaleza sólo podemos opinar. Pero debe de haberse basado<br />

en entidades que se duplicaban y tenían poder sobre su<br />

propio futuro.<br />

Cairns-Smith opina que los duplicadores originales eran cristales<br />

de materiales inorgánicos, como los encontrados en las arcillas<br />

y lodos. Un cristal es una gran formación de átomos y<br />

moléculas, dispuestos con un orden en estado sólido. Debido a<br />

las propiedades que podemos considerar como su «forma», los<br />

átomos y las pequeñas moléculas tienden a empaquetarse juntos,<br />

de una manera fija y ordenada. Es casi como si «quisieran»<br />

estar encajados juntos de una manera determinada, pero esta ilusión<br />

es sólo una consecuencia inadvertida de sus propiedades.<br />

Su manera «preferida» de encajarse da forma al cristal entero.<br />

También significa que, incluso en un cristal grande como el diamante,<br />

cualquier parte del cristal es exactamente igual a cualquier<br />

otra parte, excepto donde hay defectos. Si pudiésemos reducirnos<br />

a escala atómica, podríamos ver hileras casi interminables<br />

de átomos extendiéndose hacia el horizonte en línea recta,<br />

galerías de repetición geométrica.<br />

Y ya que estamos interesados en su duplicación, lo primero<br />

que debemos saber es si los cristales pueden duplicar su estructura.<br />

Están hechos de miríadas de capas de átomos (o su equivalente),<br />

y cada capa se construye sobre una capa anterior. Los<br />

átomos (o los iones, no necesitamos preocupamos por la diferencia)<br />

flotan libres en solución, pero si encuentran un cristal<br />

muestran una tendencia natural a encajarse en una posición<br />

sobre su superficie. Una solución de sal común contiene iones<br />

de sodio y iones de cloro entrechocando de manera más o menos<br />

caótica. Un cristal de sal común esta formado por iones de sodio,<br />

alternándose con iones de cloro empaquetados, dispuestos ordenadamente,<br />

formando ángulos rectos entre sí. Cuando los<br />

iones que flotan en el agua se encuentran con la dura superficie<br />

del cristal, tienden a adherirse a él. Y lo hacen en el sitio correcto<br />

para producir una nueva capa que se añade al cristal, idéntica<br />

a la que está situada debajo. Así que una vez que un cristal<br />

comienza a crecer, cada capa que se añade es igual a la capa<br />

anterior.<br />

Algunas veces los cristales comienzan a formarse en una solución<br />

de manera espontánea. En otras ocasiones, tienen que<br />

ser iniciados por partículas o polvo, o por cristales caídos desde<br />

alguna otra parte. Cairns-Smith nos invita a realizar el siguiente<br />

experimento. Disolver una gran cantidad de fijador fotográfico<br />

con «hipoclorito» en agua muy caliente. Dejar que se enfríe la<br />

solución, teniendo cuidado de que no caiga dentro ninguna gota<br />

de polvo. La solución está ahora «sobresaturada», lista y esperando<br />

para hacer cristales, pero sin cristales iniciadores que pongan<br />

en marcha el proceso. Cito un párrafo de las Siete claves<br />

para el origen de la vida (Seven Clues to the Origin of Life), de<br />

Cairns-Smith:<br />

Quitar con cuidado la tapa del matraz, dejar caer un pequeño<br />

trozo de cristal de hipoclorito en la superficie de la solución y<br />

contemplar divertidos qué sucede. <strong>El</strong> cristal crece visiblemente:<br />

se rompe de vez en cuando y los trozos crecen también... Pronto<br />

el matraz estará lleno de cristales; algunos, de varios centímetros<br />

de longitud. Después de unos pocos minutos, todo se para. La<br />

solución mágica ha perdido su poder, aunque, si se quiere otra<br />

sesión, sólo hay que calentar y dejar enfriar el matraz de nuevo...<br />

estar sobresaturado significa tener más sustancia disuelta de la<br />

que debería haber... La solución fría sobresaturada no sabe literalmente<br />

qué hacer. Hay que «decírselo», añadiendo un trozo de<br />

cristal que ya tiene sus unidades (miles y miles de millones de<br />

ellas) empaquetadas en la forma que es característica para los cristales<br />

de hipoclorito. La solución tiene que ser iniciada.<br />

Algunas sustancias químicas tienen la posibilidad de cristalizar<br />

de dos maneras alternativas. <strong>El</strong> grafito y el diamante, por<br />

ejemplo, son los dos cristales de carbono puro. Sus átomos son<br />

idénticos. Las dos sustancias sólo se diferencian entre sí en el<br />

patrón geométrico con el que están empaquetados los átomos<br />

de carbono. En los diamantes, los átomos de carbono están dispuestos<br />

con un patrón tetraédrico extremadamente estable. Por<br />

eso son tan duros. En el grafito, los átomos de carbono están<br />

dispuestos en hexágonos planos estratificados uno encima de

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!