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El relojero ciego - Fieras, alimañas y sabandijas

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sayo. <strong>El</strong> proceso se repite en el segundo tubo de ensayo, extrayéndose<br />

otra gota que se utiliza para sembrar el tercer tubo, y<br />

así sucesivamente.<br />

Ocasionalmente, debido a la producción de errores aleatorios<br />

durante la duplicación, se origina de forma espontánea una<br />

molécula de RNA mutante, ligeramente diferente. Si, por cualquier<br />

razón, la nueva variedad es competitivamente superior, en<br />

el sentido de, quizá, su baja «adherencia», se replicará con más<br />

rapidez, o de una manera más eficiente, y se diseminará a través<br />

del tubo de ensayo en el que se originó, sobrepasando en<br />

número al tipo que le dio origen. Cuando se extraiga una gota<br />

de la solución de este tubo de ensayo para sembrar el siguiente,<br />

será la nueva variedad mutante la que realice la siembra. Si examinamos<br />

los RNA en una larga sucesión de tubos de ensayo,<br />

veremos algo que sólo puede llamarse un cambio evolutivo. Variedades<br />

competitivamente superiores de RNA producidas al final<br />

de varias «generaciones» de tubos de ensayo que pueden embotellarse<br />

y etiquetarse para su posterior utilización. Una variedad,<br />

por ejemplo, la denominada V2, se replica con mucha más<br />

rapidez que el RNA Q-beta normal, tal vez porque es más pequeña.<br />

A diferencia del RNA Q-beta, no tiene que «preocuparse»<br />

por incluir los planes para hacer la replicasa. Los científicos<br />

se la suministran gratis. <strong>El</strong> RNA V2 fue utilizado por Leslie Orgel<br />

y sus colegas, en California, como punto de partida para un interesante<br />

experimento en el que le impusieron un medio ambiente<br />

«hostil».<br />

Añadieron a sus tubos de ensayo un veneno llamado bromuro<br />

de etidio, que inhibe la síntesis de RNA: estropea las herramientas.<br />

Orgel y sus colaboradores empezaron con una solución<br />

débil del veneno. Al principio, disminuyó el ritmo de síntesis,<br />

pero después de evolucionar a través de nueve «generaciones»<br />

de transferencias en los tubos de ensayo, se seleccionó una estirpe<br />

nueva de RNA resistente al veneno. <strong>El</strong> ritmo de síntesis<br />

de RNA era comparable al del RNA V2 normal en ausencia del<br />

veneno. Orgel y sus colegas duplicaron, entonces, la concentración<br />

del veneno. De nuevo, decayó el ritmo de síntesis del RNA<br />

pero después de otras 10 transferencias de tubos de ensayo,<br />

más o menos, evolucionó una estirpe de RNA que era inmune<br />

incluso a esta concentración de veneno. Se duplicó otra vez la<br />

concentración del veneno. De esta manera, por duplicaciones sucesivas,<br />

consiguieron que evolucionase una estirpe de RNA que<br />

podía autoduplicarse en un medio con una elevada concentración<br />

de bromuro de etidio, diez veces superior a la que inhibió<br />

el RNA V2 ancestral original. <strong>El</strong> nuevo RNA resistente se denominó<br />

V40. La evolución del V40 desde el V2 precisó alrede­<br />

dor de 100 «generaciones» de transferencias de tubo de ensayo<br />

(aunque es cierto que transcurrieron muchas más generaciones<br />

de replicaciones de RNA entre cada transferencia de tubos).<br />

Orgel hizo también experimentos en los que no facilitó ninguna<br />

enzima. Encontró que en estas condiciones las moléculas<br />

de RNA pueden duplicarse espontáneamente, aunque con mucha<br />

lentitud. Parece que necesitan alguna otra sustancia catalizado¬<br />

ra, como el cinc. Esto es importante porque, en los primeros<br />

días de la vida, cuando se originaron los duplicadores, no podemos<br />

suponer que hubiese enzimas para ayudarles a replicarse.<br />

Aunque, probablemente, si había cinc.<br />

<strong>El</strong> experimento complementario se llevó a cabo hace una década<br />

en el laboratorio de la influyente escuela alemana que trabaja<br />

sobre el origen de la vida, bajo la dirección de Manfred<br />

Eigen. Estos científicos pusieron la replicasa y los bloques para<br />

construir RNA en un tubo de ensayo, pero no sembraron la solución<br />

con RNA. A pesar de todo, evolucionó espontáneamente<br />

en el tubo una gran molécula de un RNA peculiar, y la misma<br />

molécula volvió a evolucionar una y otra vez en experimentos<br />

ulteriores independientes. Una cuidadosa comprobación demostró<br />

que no había posibilidad de infección con moléculas de RNA.<br />

Es un resultado extraordinario, si se considera la improbabilidad<br />

estadística de que se origine una misma molécula dos veces<br />

de forma espontánea. Es mucho más improbable que escribir<br />

espontáneamente PIENSO QUE ES COMO UNA COMADREJA. Como<br />

la frase de nuestro modelo informático, la molécula de RNA favorecida<br />

fue construida mediante una evolución gradual, cumu¬<br />

lativa.<br />

La variedad de RNA producida una y otra vez en estos experimentos<br />

tenía el mismo tamaño y estructura que las moléculas<br />

producidas por Sol Spiegelman. Pero mientras que Spiegelman<br />

las había hecho evolucionar por «degeneración», a partir<br />

de un RNA más grande, el del virus Q-beta, que existe en la<br />

naturaleza, las del grupo de Eigen se habían construido a sí mismas,<br />

prácticamente a partir de la nada. Esta fórmula está bien<br />

adaptada a un medio ambiente compuesto por tubos de ensayo<br />

a los que se añade replicasa ya preparada. Por consiguiente, se<br />

llega a un mismo punto mediante una selección cumulativa que<br />

parte de dos orígenes muy diferentes. Las moléculas de RNA<br />

Q-beta más grandes están menos adaptadas al ambiente de los<br />

tubos de ensayo pero mejor adaptadas al medio ambiente que<br />

suministran las células de E. coli.<br />

Experimentos como éstos nos ayudan a apreciar la naturaleza<br />

automática y no deliberada de la selección natural. Las «máquinas»<br />

de replicasa no «saben» por qué hacen moléculas de

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