El relojero ciego - Fieras, alimañas y sabandijas
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En cierto sentido, la conservación del texto de la histona H4<br />
en el DNA es aún más impresionante porque, a diferencia de<br />
las lápidas de piedra, no es la misma estructura física la que dura<br />
y conserva el texto. <strong>El</strong> texto está siendo copiado y vuelto a copiar<br />
de una manera repetitiva en el transcurso de las generaciones<br />
como las escrituras hebreas eran copiadas ritualmcnte por<br />
los escribas, cada ochenta años, para prevenir su desgaste. Es<br />
difícil calcular cuántas veces ha sido copiado el texto de la histona<br />
H4 en la descendencia que ha conducido hasta las vacas,<br />
desde su antepasado común con los guisantes, pero es probable<br />
que sea del orden de los 20000 millones de veces. Es también<br />
difícil encontrar una medida con la que comparar la conservación<br />
de más del 99 por ciento de la información en 20 000 millones<br />
de copias sucesivas. Podemos tratar de utilizar una versión<br />
del juego de pasar mensajes. Habría que imaginarse 20 000<br />
millones de mecanógrafas sentadas en fila. La fila daría la vuelta<br />
a la Tierra 500 veces. La primera mecanógrafa escribiría una<br />
página de un documento y se la pasaría a su vecina. £sta la copiaría<br />
y pasaría la copia a la siguiente. Ésta la copiaría otra vez, y<br />
la pasaría a la siguiente, y así sucesivamente. <strong>El</strong> mensaje llegaría,<br />
eventualmente, al final de la fila, y lo leeríamos (o, más bien,<br />
lo haría nuestro biznieto número 12 000, asumiendo que todas<br />
las mecanógrafas tuviesen la velocidad medía de una buena secretaria).<br />
¿Qué fidelidad tendría la interpretación del mensaje original?<br />
Para responder, tendríamos que realizar algunas hipótesis<br />
sobre la precisión de las mecanógrafas. Démosle la vuelta a la<br />
cuestión. ¿Cómo tendría que trabajar cada mecanógrafa, para<br />
igualar la hazaña del DNA? La respuesta es demasiado ridicula<br />
para expresarla. Por si tiene valor, cada mecanógrafa tendría que<br />
tener una frecuencia de errores de alrededor de uno en un billón;<br />
tendría que ser lo suficientemente precisa como para cometer<br />
un solo error mecanografiando ia Biblia 250 000 veces de<br />
un tirón. Una buena secretaria en la vida real tiene una frecuencia<br />
de errores de alrededor de uno por página. Esto sería alrededor<br />
de quinientos millones de veces la frecuencia de errores<br />
del gen de la histona H4. Una hilera de secretarias en la vida<br />
real degradaría el 99 por ciento de las letras originales del texto,<br />
al llegar al miembro número 20 de la fila de 20 000 millones. Al<br />
llegar al miembro número 10 000 de la fila, sobreviviría menos<br />
del uno por ciento del texto original. <strong>El</strong> punto de degradación<br />
casi total se alcanzaría antes de que el 99,9995 por ciento de las<br />
mecanógrafas lo hubiesen visto.<br />
Toda esta comparación ha sido un poco fraudulenta, pero<br />
en cierto aspecto interesante y reveladora. He dado la impre<br />
sión de que lo que estábamos midiendo eran los errores al hacer<br />
la copia. Pero el documento de la histona H4 no sólo ha sido<br />
copiado, sino que ha estado sujeto a la selección natural. La histona<br />
es de vital importancia para la supervivencia. Se utiliza en<br />
la ordenación estructural de los cromosomas. Puede que se produjeran<br />
muchos más errores al copiar la histona H4, pero los<br />
organismos mutantes no sobrevivieron o, por lo menos, no se<br />
reprodujeron. Para establecer una comparación justa, tendríamos<br />
que asumir que cada mecanógrafa tiene un rifle montado en su<br />
silla, conectado de forma que si comete un error es fusilada al<br />
instante, y su sitio es ocupado por una mecanógrafa de reserva<br />
(los lectores escrupulosos quizá prefieran imaginarse un sillón<br />
eyector que catapulte a las malas mecanógrafas fuera de la fila,<br />
pero el rifle da un cuadro más realista de lo que es la selección<br />
natural).<br />
Así pues, este método de medir la conservación del DNA,<br />
analizando el número de cambios que han ocurrido realmente<br />
durante el tiempo geológico, combina una fidelidad genuina en<br />
el proceso de duplicación y el efecto filtrante de la selección natural.<br />
Sólo vemos los descendientes de las mutaciones de DNA<br />
que han tenido éxito. Aquellas que les condujeron a la muerte<br />
es obvio que no están entre nosotros.. ¿Podemos medir sobre el<br />
terreno la fidelidad actual de la realización de copias, antes de<br />
que la selección natural comience a actuar sobre una nueva generación<br />
de genes? Sí, es lo contrario de lo que se conoce como<br />
tasa de mutación, y puede medirse. La probabilidad de que una<br />
letra determinada esté mal copiada en una de las ocasiones en<br />
las que se copia es un poco más de una en mil millones. La<br />
diferencia entre esta tasa de mutación y la tasa menor, con la<br />
que este cambio ha sido incorporado en el gen de la histona<br />
durante la evolución, es una medida de la eficacia de la selección<br />
natural en la conservación de este antiguo documento.<br />
La conservación de los genes de las histonas a lo largo de<br />
los eones es excepcional para los estándares genéticos. Otros<br />
genes cambian con una frecuencia más elevada, presumiblemente<br />
porque la selección natural es más tolerante con sus variaciones.<br />
Por ejemplo, los genes que codifican las proteínas conocidas<br />
como fibrinopéptidos cambian durante la evolución con una<br />
frecuencia que se aproxima a la tasa mutacional básica. Esto significa,<br />
probablemente, que los errores en los detalles de estas<br />
proteínas (que se producen durante la coagulación de la sangre)<br />
no son importantes para el organismo. Los genes de la hemoglobina<br />
muestran una frecuencia de cambios a medio camino<br />
entre las histonas y los fibrinopéptidos. Presumiblemente, la tolerancia<br />
de estos errores por parte de la selección natural es in¬