09.05.2013 Views

El relojero ciego - Fieras, alimañas y sabandijas

El relojero ciego - Fieras, alimañas y sabandijas

El relojero ciego - Fieras, alimañas y sabandijas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

desnuda en un ojo. Me parece que es una hipótesis aceptable,<br />

considerando el argumento. En términos de la Tierra de las Bio¬<br />

formas, significa que el animal con un trozo de piel desnuda<br />

está a una distancia de 1000 etapas genéticas del animal con ojos.<br />

Ahora bien, ¿cómo juzgamos el hecho de que se hayan seguido<br />

las 1000 etapas correctas que dan como resultado el ojo<br />

tal como lo conocemos? La explicación por la selección natural<br />

es bien conocida. Reducida a su forma más simple, en cada una<br />

de las 1 000 etapas, las mutaciones ofrecen un cierto número de<br />

alternativas, sólo una de las cuales será favorecida porque ayuda<br />

a su supervivencia. Las 1 000 etapas evolutivas representan 1000<br />

puntos de elección sucesivos, en cada uno de los cuales la mayor<br />

parte de las alternativas conducen a la muerte. La adaptación<br />

de la complejidad de ojo moderno es el producto final de 1000<br />

«elecciones» sucesivas inintencionadas. Las especies han seguido<br />

un camino determinado a través del laberinto de todas las<br />

probabilidades. Había 1000 puntos de ramificación a lo largo del<br />

camino, y en cada uno los supervivientes fueron los que tomaron<br />

la dirección que condujo a una mejora de la visión. Los bordes<br />

del camino están sembrados con los cadáveres de los que<br />

tomaron una dirección equivocada en cada uno de los 1 000 puntos<br />

sucesivos de elección. <strong>El</strong> ojo que conocemos es el producto<br />

final de una secuencia de 1000 «elecciones» sucesivas que han<br />

tenido éxito.<br />

Ésta fue (una forma de expresar) la explicación de la selección<br />

natural de la evolución del ojo en 1 000 etapas. Ahora veamos,<br />

¿cuál es la explicación de Dover? Básicamente, argumenta,<br />

no habría importado la elección que realizan los descendientes<br />

en cada etapa: se habría encontrado retrospectivamente un<br />

uso para el órgano resultante. Cada paso que dieron los descendientes,<br />

según él, fue un paso al azar. En el paso 1, por ejemplo,<br />

se extendió una mutación aleatoria a través de la especie.<br />

Como la característica recién evolucionada era funcionalmente<br />

aleatoria, no ayudó en nada a la supervivencia del animal. Así<br />

pues, la especie buscó un sitio nuevo en el mundo o una nueva<br />

forma de vida en la que pudiesen utilizar esta nueva característica<br />

aleatoria impuesta en sus cuerpos. Después de haber encontrado<br />

un ambiente adecuado para la parte aleatoria de sus<br />

cuerpos, vivieron allí durante un tiempo, hasta que se originó<br />

una nueva mutación y se extendió a través de la especie. De<br />

nuevo, la especie tuvo que barrer el mundo, en busca de un<br />

sitio o una forma de vida nuevos donde pudieran vivir con su<br />

nuevo fragmento aleatorio. Al encontrarlo, el paso 2 estaría completo.<br />

Ahora, la mutación correspondiente al paso 3 se extendería<br />

por la especie, y así sucesivamente, durante 1000 etapas, al<br />

final de las cuales se habría formado un ojo tal como lo conocemos.<br />

Dover apunta el hecho de que el ojo humano utiliza lo<br />

que llamamos luz «visible», en lugar de infrarroja. Pero si los<br />

procesos aleatorios hubiesen impuesto uno ojo sensible a la luz<br />

infarroja, lo habríamos desarrollado, sin duda, y habríamos encontrado<br />

una forma de vida que aprovechase los rayos infrarrojos<br />

al máximo.<br />

A primera vista, esta idea tenía una cierta posibilidad seductora,<br />

pero sólo a muy primera vista. I-a seducción procede de la<br />

forma claramente simétrica en la que la selección natural se pone<br />

en marcha en su cabeza. La selección natural en su forma más<br />

simple asume que el medio ambiente se impone sobre las especies<br />

y que aquellas variantes genéticas mejor adaptadas a este<br />

ambiente son las que sobreviven. <strong>El</strong> medio ambiente se impone<br />

y las especies evolucionan para adaptarse a él. La teoría de<br />

Dover le da la vuelta a esto en su cabeza. Es la naturaleza<br />

de las especies la que se «impone», en este caso por vicisitudes de<br />

las mutaciones y otras fuerzas genéticas internas en las que él<br />

tiene un interés especial. Las especies localizan entonces aquel<br />

miembro del conjunto de todos los medios ambientes que se<br />

adapta mejor a su naturaleza impuesta.<br />

Pero la seducción de la simetría es, por otra parte, superficial.<br />

<strong>El</strong> maravilloso sinnúmero de repeticiones monótonas de la<br />

idea de Dover se despliega en toda su gloria en el momento en<br />

que empezamos a pensar en términos de números. La esencia<br />

de este esquema es que, en cada una de las 1000 etapas, no<br />

importa la dirección en la que se dirigieron las especies, cada<br />

innovación nueva que desarrollaron era funcionalmente aleatoria,<br />

y tuvieron que encontrar un medio ambiente que les fuera<br />

propicio. La implicación es que las especies habrían encontrado<br />

un ambiente adecuado, no importa la rama que hubiesen seguido<br />

en cada bifurcación del camino. Ahora, pensemos cuántos<br />

ambientes posibles tenemos que postular. Hay 1000 puntos de<br />

ramificación. Si cada punto fuese una mera bifurcación (una hipótesis<br />

conservadora, en contraposición con una ramificación en<br />

3 o en 18, el número total de ambientes que deberían existir,<br />

en los que se pudiera vivir, en principio, para permitir que funcionase<br />

el esquema de Dover, es de 2 elevado a 1 000 (la primera<br />

ramificación suministra dos direcciones; luego cada una de éstas<br />

se dividen en dos, dando un total de cuatro; cada una de<br />

éstas se divide, dando 8, luego 16, 32, 64, .... y así hasta 2 1000 .<br />

Este número puede escribirse un 1 con 301 ceros detrás. Es<br />

mucho más grande que el número total de átomos de todo el<br />

universo.<br />

<strong>El</strong> supuesto rival de la selección natural propuesto por Dover

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!