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El relojero ciego - Fieras, alimañas y sabandijas

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nirse como sucesos discontinuos. Podemos decir, por ejemplo,<br />

que «la cara y la cruz de una moneda tienen las mismas probabilidades<br />

de salir», porgue cara y cruz representan dos sucesos<br />

discontinuos. Pero «lodos los cambios posibles» para el cuerpo<br />

de un animal no son sucesos discontinuos de este tipo. Tomemos<br />

dos acontecimientos posibles: «<strong>El</strong> rabo de una vaca aumenta<br />

una pulgada» y «<strong>El</strong> rabo de una vaca aumenta dos pulgadas».<br />

¿Son dos acontecimientos distintos, que lienen, por tanto, «la<br />

misma probabilidad»? ¿O son, simplemente, variantes cuantitativas<br />

del mismo suceso?<br />

Está claro que se ha establecido un tipo de caricatura de un<br />

darwinista cuya noción de aleatoriedad es un absurdo, si no un<br />

extremo carente de significado. Me costó cierto tiempo comprenderla,<br />

porque era muy ajena a la forma de pensar de los darwi¬<br />

nístas que conozco. Pero creo que ahora la entiendo y trataré<br />

de explicarla, ya que pienso que nos ayuda a comprender qué<br />

hay detrás de mucha de la supuesta oposición al darwinismo.<br />

La variación y la selección trabajan juntas para producir la<br />

evolución. Los darwinistas dicen que la variación es aleatoria,<br />

en el sentido de que no está dirigida hacia una mejora, y que la<br />

tendencia hacia una mejora en la evolución viene a través de la<br />

selección. Podemos imaginarnos un tipo de espectro continuo<br />

de doctrinas evolutivas, con el darwinismo en un extremo y el<br />

mutacionismo en el otro. Un mutacionista extremo cree que la<br />

selección no juega ningún papel en la evolución. <strong>El</strong> sentido en<br />

que transcurre la evolución viene determinado por el sentido<br />

de las mutaciones ofrecidas. Por ejemplo, supongamos que escogemos<br />

el aumcnlo de tamaño del cerebro humano que ha tenido<br />

lugar durante los últimos millones de años de nuestra evolución.<br />

Los darwinistas dicen que la variación ofrecida para que<br />

se produjese una selección de mutaciones incluiría unos individuos<br />

con cerebros más pequeños y otros con cerebros más grandes;<br />

la selección habría favorecido a estos últimos. Los mutacionistas<br />

dicen que hubo una tendencia a favor de los cerebros<br />

grandes dentro de la variación ofrecida para que se produjesen<br />

mutaciones; no hubo selección (o necesidad de selección) después<br />

de ofrecida la variación; los cerebros aumentaron de tamaño<br />

porque los cambios mutacionales mostraban una tendencia<br />

en dirección hacia los cerebros más grandes. Para resumir este<br />

punto: en la evolución existía una tendencia en favor de los cerebros<br />

más grandes; esta tendencia procedería sólo de la selección<br />

(el punto de vista darwinista) o sólo de las mutaciones (el<br />

punto de vista mutacionista); podemos imaginarnos un espectro<br />

continuo entre estos dos puntos de vista, casi un tipo de intercambio<br />

entre dos posibles orígenes de tendencias evolutivas. Un<br />

punto de vista intermedio sería que hay una cierta tendencia en<br />

las mutaciones hacia el aumento de tamaño del cerebro, y que la<br />

selección aumenta esta tendencia en la población superviviente.<br />

<strong>El</strong> elemento caricaturesco viene introducido en el retrato de<br />

lo que quieren significar los darwinistas cuando declaran que no<br />

existe ninguna tendencia en las variaciones mutacionales ofrecidas<br />

en la selección. Para mí, un darwinista de la vida real significa<br />

sólo que las mutaciones no muestran una tendencia sistemática<br />

en dirección hacia la introducción de mejoras en la adaptación.<br />

Pero para la caricatura del darwinista fuera de la realidad<br />

de la vida significa que todos esos cambios posibles tienen «las<br />

mismas probabilidades». Dejando aparte la imposibilidad de tales<br />

creencias, ya descritas, la caricatura de un darwinista se piensa<br />

que consiste en creer que el cuerpo es una masa de arcilla infinitamente<br />

maleable, lista para ser modelada por la poderosa selección,<br />

en cualquier forma que ésta pudiese favorecer. Es importante<br />

comprender la diferencia entre el darwinista de la vida<br />

real y su caricatura. Lo haremos en términos de un ejemplo concreto,<br />

las diferencias en técnicas de vuelo entre los murciélagos<br />

y los ángeles.<br />

Los ángeles siempre han sido retratados con alas que brotan<br />

de sus espaldas, dejando sus brazos libres de las plumas. Los<br />

murciélagos, por otra parte, junto con los pájaros y los pterodáctilos,<br />

no tienen brazos independientes. Sus brazos ancestrales<br />

se han incorporado a las alas, y no pueden utilizarlos, o apenas<br />

de una manera muy torpe, con otros propósitos, como coger<br />

comida. Oiremos ahora una conversación entre un darwinista de<br />

la vida real y una caricatura extrema de un darwinista.<br />

Vida real: No comprendo cómo no evolucionaron las alas en<br />

los murciélagos como en los ángeles. Pienso que podrían utilizar<br />

un par de patas anteriores libres. Los ratones utilizan sus patas<br />

anteriores para coger comida y mordisquearla, mientras que los<br />

murciélagos parecen muy torpes en el suelo sin estas patas. Supongo<br />

que una respuesta podría ser que las mutaciones nunca<br />

facilitaron las variaciones necesarias. Nunca hubo un murciélago<br />

ancestral mutante que tuviese unas alas que brotasen del centro<br />

de su lomo.<br />

Caricatura: Vaya disparate. La selección lo es todo. Si los murciélagos<br />

no tienen alas como los ángeles, significa que la selección<br />

no favoreció el desarrollo de esta clase de alas. Ciertamente<br />

hubo murciélagos mutantes con alas que brotaban del centro de<br />

su lomo, pero la selección no favoreció su desarrollo.<br />

Vida real: Bien, estoy bastante de acuerdo en que la selección<br />

no hubiese favorecido su desarrollo si hubiesen brotado. Porque<br />

hubiesen incrementado el peso del animal, y el peso extra

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