El relojero ciego - Fieras, alimañas y sabandijas
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a en la eficacia de un ojo, no importa lo sutil que sea ni la<br />
profundidad a la que se encuentre dentro de los tejidos internos,<br />
puede contribuir al éxito en la supervivencia y en la reproducción<br />
del animal, y, de aquí, a la propagación de los genes<br />
que hicieron posible esta mejora. Por lo tanto, la selección darwinista<br />
explica la evolución de la mejora. La teoría darwinista<br />
explica la evolución de los aparatos que tienen éxito para la supervivencia<br />
como una consecuencia directa de su propio éxito.<br />
<strong>El</strong> acoplamiento entre la explicación y lo que tiene que ser explicado<br />
es directo y detallado.<br />
La teoría lamarckiana se basa, por otra parle, en un acoplamiento<br />
indefinido y crudo: la regla de que cualquier cosa que<br />
se utiliza mucho seria mejor si se desarrollara más. Esto equivale<br />
a una correlación entre el desarrollo de un órgano y su eficacia.<br />
Si existe esta correlación, seguro que es débil. La teoría darwinista<br />
se basa en una correlación entre la eficacia de un órgano<br />
y su eficacia: iuna correlación necesariamente perfecta! Esta<br />
debilidad de la teoría lamarckiana no depende de hechos detallados<br />
sobre las formas particulares de vida que vemos en este<br />
planeta. Es una debilidad general, que se aplica a cualquier clase<br />
de adaptación de la complejidad, y pienso que debe aplicarse a<br />
la vida en cualquier parte del universo, sin importar lo ajenos y<br />
extraños que puedan ser los detalles de esa vida.<br />
Nuestro rechazo del lamarckismo es, entonces, un poco devastador.<br />
Primero, su hipótesis principal, la herencia de características<br />
adquiridas, parece ser falsa en todas las formas de vida<br />
que hemos estudiado. Segundo, no sólo es falsa sino que tiene<br />
que ser falsa en cualquier forma de vida que se base en un tipo<br />
de embriología epigenética («receta») más que preformacionista<br />
(«copia»), y esto incluye todas las formas de vida que hemos<br />
estudiado. Tercero, incluso si las afirmaciones de la teoría lamarckiana<br />
fuesen correctas, la teoría es, en principio, y por dos<br />
razones bastante diferentes, incapaz de explicar la evolución de<br />
una adaptación de la complejidad seria, no sólo en esta tierra<br />
sino en cualquier lugar del universo. Asi pues, no es que el lamarekismo<br />
sea un rival equivocado de la teoría darwinista. <strong>El</strong><br />
lamarckismo no es un rival después de todo. No es ni siquiera<br />
un candidato serio como explicación de la evolución de la adaptación<br />
de la complejidad. Está sentenciado, desde su comienzo,<br />
como rival potencial del darwinismo.<br />
Hay otras pocas teorías que han sido, e incluso ocasionalmente<br />
todavía lo son, propuestas como alternativas a la selección<br />
darwinista. Una vez más, demostraré que no son serias. Demostraré<br />
(aunque es obvio) que estas «alternativas» -«neutralismo»,<br />
«mutacionismo», etc.- pueden, o no, ser responsables de<br />
cierta proporción de cambios evolutivos observados, pero no pueden<br />
ser responsables de la adaptación de los cambios evolutivos,<br />
esto es, de los cambios en el sentido de la construcción de<br />
los mecanismos mejorados para la supervivencia como los ojos,<br />
oídos, articulación del codo, y los dispositivos de navegación por<br />
eco. Por supuesto que una gran cantidad de cambios evolutivos<br />
puede que no sean adaptaciones, en cuyo caso estas teorías alternativas<br />
podrían ser importantes en partes de la evolución, pero<br />
sólo en las partes aburridas de la evolución, no en aquellas relacionadas<br />
con lo que hay de especial sobre la vida en contraposición<br />
con la falta de vida. Esto queda claro en el caso de la teoría<br />
neutralista de la evolución. Tiene una larga historia, pero es<br />
particularmente fácil de comprender en su moderno disfraz molecular,<br />
en el que ha sido promovida en especial por el gran genetista<br />
japonés Motoo Kimura, cuyo estilo de prosa en inglés,<br />
incidentalmente, avergonzaría mucho a un orador nativo.<br />
Hemos tenido ya un breve encuentro con la teoría neutralista.<br />
La idea, recordemos, es que diferentes versiones de la misma<br />
molécula, por ejemplo, versiones de la molécula de hemoglobina<br />
que se diferencian en sus secuencias de aminoácidos, son<br />
exactamente igual de eficaces. <strong>El</strong>lo significa que las mutaciones<br />
de una versión alternativa de la hemoglobina a otra son neutras<br />
en lo que respecta a la selección natural. Los neutralistas creen<br />
que la inmensa mayoría de los cambios evolutivos, a nivel de<br />
genética molecular, son neutros, fortuitos con respecto a la selección<br />
natural. La escuela alternativa de genetistas, llamados seleccionistas,<br />
cree que la selección natural es una fuerza potente,<br />
incluso a nivel de detalle, en cada punto a lo largo de las cadenas<br />
moleculares.<br />
Es importante distinguir dos cuestiones diferentes. Primero<br />
está la cuestión relevante en este capítulo: si el neutralismo representa<br />
una alternativa a la selección natural como explicación<br />
de la adaptación de la evolución. En segundo lugar, está la cuestión<br />
de si la mayor parte de los cambios evolutivos que tienen<br />
lugar en la actualidad son adaptaciones. Ya que estamos hablando<br />
sobre un cambio evolutivo de una forma molecular a otra,<br />
¿qué probabilidad hay de que el cambio se produzca mediante<br />
la selección natural, y qué probabilidad hay de que sea un cambio<br />
neutral que se produjo mediante una desviación fortuita?<br />
Sobre esta segunda cuestión, se ha establecido una feroz batalla<br />
entre los genetistas moleculares, donde una parte gana el primer<br />
combate, y luego gana la otra. Pero si centramos nuestro<br />
interés en la adaptación -la primera cuestión- todo se reduce<br />
a una tormenta en un vaso. En lo que respecta a nosotros,<br />
una mutación neutra podría también no existir porque ni noso¬