El relojero ciego - Fieras, alimañas y sabandijas
El relojero ciego - Fieras, alimañas y sabandijas
El relojero ciego - Fieras, alimañas y sabandijas
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
(o de distancia) entre un animal y otro, el ordenador está programado<br />
para examinar a continuación el conjunto de distancias/semejanzas<br />
y para tratar de encajarlas dentro de un patrón<br />
de grupos jerárquicos. Hay mucha controversia sobre qué método<br />
debería utilizarse para buscar grupos. No hay un método correcto,<br />
y no todos dan la misma respuesta. Peor aún, es posible<br />
que algunos de estos métodos computerizados estén demasiado<br />
«deseosos» de «ven> grupos ordenados jerárquicamente dentro<br />
de otros grupos, incluso si no los hay. La escuela de-calculadores<br />
de distancias, o «taxonomistas numéricos», se ha quedado<br />
un poco fuera de moda. Mi punto de vista es que se trata de<br />
una fase temporal, como las modas, y que esta clase de «taxonomía<br />
numérica» no hay que darla por perdida fácilmente. Yo<br />
espero su vuelta.<br />
La otra escuela de observadores de patrones puros la forman<br />
aquellos que se denominan cladistas transformados, por razones<br />
históricas, como hemos visto. Es de este grupo de donde<br />
emana la «malicia». No seguiré la práctica habitual de trazar sus<br />
orígenes históricos desde las filas de los verdaderos cladistas. En<br />
su filosofía fundamental, los llamados cladistas transformados tienen<br />
más en común con las otras escuelas de observadores de<br />
patrones puros, los llamados «fenetistas» o «taxonomistas numéricos»,<br />
que acabo de tratar bajo el título de calculadores de<br />
la distancia media. Lo que comparten es una aversión a arrastrar<br />
la evoludón dentro de la práctica de la taxonomía, aunque<br />
ello no se traduce necesariamente en una hostilidad hacia la idea<br />
de la propia evolución.<br />
Los dadistas transformados comparten con los verdaderos<br />
muchos de sus métodos, en la práctica. Ambos grupos piensan,<br />
desde el mismo principio, en términos de árboles que se bifurcan,<br />
y recogen ciertos tipos de características taxonómicamente<br />
importantes, y otros sin valor. Se diferendan respecto al razonamiento<br />
que dan a esta discriminación. Como los calculadores<br />
de distancias medias, los dadistas transformados no trabajan para<br />
descubrir árboles genealógicos. Están buscando árboles de meras<br />
semejanzas. Están de acuerdo con los calculadores de distancias<br />
medias en dejar abierta la cuestión de si el patrón de semejanzas<br />
refleja la historia evolutiva o no. Pero, a diferencia de los<br />
calculadores de distancias medias, que, al menos en teoría, están<br />
preparados para dejar que la naturaleza les diga si está organizada<br />
de una manera jerárquica, los dadistas transformados asumen<br />
que sí lo está. Es un axioma, un artículo de fe para ellos,<br />
el hecho de que las cosas tienen que clasificarse en jerarquías<br />
ramificadas (o, de una manera equivalente, en ensamblajes ensamblados).<br />
Debido a que los árboles ramificados no tienen nada<br />
que ver con la evolución, no tienen que aplicarse obligatoriamente<br />
a las cosas vivas. Los métodos de los dadistas transformados<br />
pueden utilizarse, de acuerdo con sus defensores, no sólo<br />
para clasificar animales y plantas sino también piedras, planetas,<br />
libros en una biblioteca, y vasijas de la Edad de Bronce. En otras<br />
palabras, no suscribirían el punto que planteé con mi comparación<br />
de la biblioteca, de que la evolución es la única base sólida<br />
para una clasificación singularmente jerárquica.<br />
Los calculadores de distancias medias, como vimos, miden<br />
la distancia entre un animal y otro, en un ambiente en el cual<br />
«lejos» significa que «no se parece» y «cerca», que «se parece».<br />
Sólo entonces, después de calcular una especie de índice medio<br />
de semejanza, comienzan a tratar de interpretar sus resultados<br />
en términos de una jerarquía ramificada, un grupo dentro de<br />
una agrupación, o un diagrama en «árbol». Los dadistas transformados,<br />
sin embargo, como verdaderos dadistas que fueron<br />
en un momento dado, introducen los agolpamientos y el pensamiento<br />
ramificado desde un principio. Como los verdaderos<br />
dadistas, comenzarían dibujando todos los árboles bifurcados posibles<br />
y escogiendo el mejor.<br />
Pero ¿qué están diciendo cuando consideran cada «árbol» posible,<br />
y qué quieren decir con el mejor? ¿A qué estado hipotético<br />
del mundo corresponde cada árbol? Para un dadista verdadero,<br />
un seguidor de W. Hennig, la respuesta está muy clara.<br />
Cada uno de los 15 árboles posibles que unen cuatro animales<br />
representa un árbol genealógico posible. De todos los 15 árboles<br />
genealógicos que pueden concebirse uniendo a los cuatro animales,<br />
uno y sólo uno debe ser correcto. La historia de los antepasados<br />
de los animales tuvo lugar. Hay 15 historias posibles,<br />
si tomamos como hipótesis el que todas las ramificaciones son<br />
bifurcaciones. Catorce de esas posibles historias deben ser erróneas.<br />
Sólo una puede ser correcta, puede corresponder a la forma<br />
en que realmente sucedió la historia. De entre todos los 135135<br />
árboles genealógicos posibles que culminan en 8 animales, 135134<br />
deben ser erróneos. Sólo uno representa la verdad histórica.<br />
Puede que no sea fácil estar seguro de cuál es el árbol correcto,<br />
pero el verdadero dadista puede estar seguro de que no hay más<br />
que uno.<br />
Pero ¿a qué corresponden los 15 (o los 135135, o los que<br />
sean) árboles posibles, y el árbol correcto, en el mundo no evolutivo<br />
de los dadistas transformados? La respuesta, como mi colega<br />
y anteriormente alumno Mark Ridley ha señalado, en su<br />
Evolution and Clasification (Evolución y clasificación) es irrelevante.<br />
<strong>El</strong> cladista transformado rehusa permitir que el concepto<br />
de antepasados entre en sus consideraciones. Para él, «antepa¬