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El relojero ciego - Fieras, alimañas y sabandijas

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ío. Supongamos que una habitación tiene un dispositivo de<br />

calefacción y otro de refrigeración, cada uno con su propio termostato.<br />

Ambos están regulados para mantener la habitación a<br />

una temperatura fija, de 21 °C Si la temperatura desciende por<br />

debajo de los 21 °C la calefacción se encenderá y la refrigeración<br />

se apagará automáticamente. Si la temperatura se eleva por<br />

encima de los 21 ºC, la refrigeración se encenderá y la calefacción<br />

se apagará automáticamente. <strong>El</strong> análogo de la longitud de<br />

la cola del pájaro viudo no es la temperatura (que permanece<br />

más o menos constante, a 21 °C) sino el consumo total de electricidad.<br />

Lo importante es que hay muchas formas de conseguir<br />

ia temperatura deseada. Puede conseguirse trabajando intensamente<br />

ambos dispositivos, el calentador expulsando aire caliente<br />

y la refrigeración trabajando para neutralizar el calor. Puede<br />

conseguirse haciendo que el calentador produzca un poco menos<br />

de calor y, consecuentemente, la refrigeración trabaje con menos<br />

intensidad para equilibrarlo. O puede conseguirse trabajando<br />

poco ambos dispositivos. Obviamente, esta última sería la solución<br />

más deseable, desde el punto de vista de la factura de la<br />

luz pero, en lo que se refiere al tema de mantener una temperatura<br />

fija de 21 °C, cualquier ritmo de trabajo, entre una larga<br />

serie, sería igualmente satisfactorio. Tenemos una linea de puntos<br />

de equilibrio, en lugar de un solo punto. Dependiendo de<br />

detalles sobre cómo fue proyectado el sistema, las demoras en<br />

el mismo y otras cosas que preocupan a los ingenieros, es teóricamente<br />

posible, para un ritmo de consumo eléctrico determinado,<br />

desviarse por encima y por debajo de la línea de puntos<br />

de equilibrio, mientras la temperatura permanece constante. Si<br />

la temperatura de la habitación desciende un poco por debajo<br />

de los 21 ºC volverá a funcionar, pero no necesariamente con<br />

la misma combinación de ritmos de trabajo entre las unidades<br />

de calentamiento y refrigeración. Pueden regresar a un punto<br />

de equilibrio distinto a lo largo de la linea de equilibrio.<br />

En términos de ingeniería práctica, sería muy difícil proyectar<br />

una habitación de forma que existiese una verdadera línea<br />

de equilibrio. Es probable que en la práctica la línea se «redujese<br />

a un punto». Asimismo, el argumento de Russell Lande, sobre<br />

la existencia de una linea de equilibrio en la selección sexual,<br />

descansa sobre hipótesis que puede que no sean ciertas en la<br />

naturaleza. Asume, por ejemplo, que hay un suministro constante<br />

de nuevas mutaciones. Que el acto de la elección, por parte<br />

de una hembra, es enteramente gratuito. Si este supuesto es infringido,<br />

y puede serlo, la «línea» se reducirá a un solo punto<br />

de equilibrio. Pero, de cualquier manera, hasta ahora sólo hemos<br />

discutido el caso en que la discrepancia en la elección se torna<br />

más pequeña, en el transcurso de generaciones sucesivas de selección.<br />

Con otras condiciones, la discrepancia en la elección<br />

puede llegar a ser mayor.<br />

Hace rato que estamos tratando este lema, de forma que recordemos<br />

lo que significa. Tenemos una población cuyos machos<br />

están sufriendo la evolución de algunas de sus características,<br />

digamos, la longitud de la cola en los pájaros viudos, bajo<br />

la influencia de las preferencias femeninas que tiende a que se<br />

produzcan colas más largas y la selección utilitaria que tiende a<br />

que se produzcan colas más cortas. La razón por la que hay un<br />

impulso en la evolución hacia las colas más largas es que, siempre<br />

que una hembra elige un macho del tipo que a ella «le<br />

gusta», lo hace debido a la asociación no aleatoria de genes, seleccionando<br />

copias de los mismos genes que hacen que realice<br />

su elección. De ese modo, en la siguiente generación, no sólo<br />

los machos mostrarán una tendencia a tener colas más largas,<br />

sino que las hembras mostrarán también una preferencia más<br />

acusada por las colas largas. No es obvio cuál de estos dos procesos<br />

increméntales tiene un ritmo más elevado, generación por<br />

generación. Hasta ahora, sólo hemos considerado el caso en el<br />

que la longitud de la cola aumenta más rápido, en cada generación,<br />

que la preferencia. Consideremos el caso contrario, en que<br />

la preferencia aumenta a un ritmo aún mayor, en cada generación,<br />

de lo que lo hace la longitud de la cola. En otras palabras,<br />

el caso en el que la discrepancia en la elección se hace mayor<br />

en el transcurso de las generaciones, no menor, como en el párrafo<br />

anterior.<br />

Aquí, las consecuencias teóricas son aún más grotescas. En<br />

lugar de una retroalimentación negativa, tenemos una retroali¬<br />

mentación positiva Según transcurren las generaciones, las colas<br />

se hacen más largas, pero el deseo femenino de colas más largas<br />

aumenta con un ritmo más elevado. Esto significa que, en<br />

teoría, las colas se harán aún más largas, a un ritmo progresivamente<br />

acelerado, con el paso de las generaciones. Teóricamente,<br />

las colas continuarán creciendo, aunque tengan más de 10<br />

kilómetros de longitud. En la práctica, por supuesto, las reglas<br />

del juego habrán cambiado mucho antes de que se alcancen longitudes<br />

tan absurdas, como nuestra máquina a vapor con su con­<br />

­­olador invertido de Watt no habría alcanzado realmente un millón<br />

de revoluciones por segundo. Pero aunque hemos moderado<br />

las conclusiones del modelo matemático en situaciones extremas,<br />

éstas pueden ser aún correctas a lo largo de un intervalo<br />

de condiciones prácticamente posibles.<br />

Ahora, cincuenta años después, podemos comprender qué<br />

quería decir Fisher, cuando afirmaba que «es fácil ver que la

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