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Convenio Andrés Bello - UTPL Biodiversity Wiki

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<strong>Convenio</strong> <strong>Andrés</strong> <strong>Bello</strong><br />

Home Lista de especies Tremarctos ornatus<br />

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Tremarctos ornatus<br />

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ALIMENTICIA.<br />

ARTESANAL.<br />

CINEGÉTICA.<br />

CULTURAL.<br />

ECOLÓGICA.<br />

MEDICINAL.<br />

NOMBRE CIENTÍFICO INCOMPLETO<br />

SINONIMO<br />

NOMBRES COMUNES EN LOS PAÍSES DEL CONVENIO ANDRÉS BELLO<br />

DISTRIBUCIÓN POR PAÍSES DEL CONVENIO ANDRÉS BELLO<br />

PROPIEDADES<br />

DESCRIPCIÓN Y/O DIAGNOSIS TAXONÓMICA<br />

MORFOLOGÍA (EXTERNA E INTERNA)<br />

DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA HÁBITAT<br />

CONSERVACIÓN<br />

HISTORIA NATURAL<br />

UTILIDAD E IMPORTANCIA<br />

ASPECTOS CULTURALES, TRADICIONALES Y LOCALES<br />

ZOOCRÍA<br />

OTRAS ESPECIES REGISTRADAS PARA LOS PAÍSES DEL CONVENIO ANDRÉS BELLO<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

NOMBRE CIENTÍFICO INCOMPLETO<br />

PHYLLUM: CHORDATA.<br />

SUBPHYLUM: VERTEBRATA.<br />

CLASE: MAMMALIA.<br />

ORDEN: CARNIVORA.<br />

FAMILIA: URSIDAE.<br />

http://convenioandresbello.org/cab3/sibd4/index.php?option=com_content&task=view&id=22&Itemid=58<br />

5/20/09 10:35 AM<br />

Tremarctos ornatus (F.G. Cuvier, 1825). E. Geoffroy Saint-Hilaire and F. G. Cuvier, Hist. Nat. Mammifèeres, pt. 3, 5 (50) "ours des<br />

cordiliéres du Chili", 2pp.<br />

SINÓNIMO<br />

Juan Pablo Vergara Galvis<br />

Ursus ornatus F.Cuvier Helarctos ornatus Gray<br />

Nearctos ornatus Gray<br />

Tremarctos lasallei María<br />

Tremarctos nasatus Sclater<br />

Tremarctos ornatus Gervais<br />

Tremarctos ornatus Gill<br />

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<strong>Convenio</strong> <strong>Andrés</strong> <strong>Bello</strong><br />

Tremarctos ornatus majori Thomas<br />

Ursus fructilegus Schinz<br />

Ursus frugilegus Tschudi<br />

Ursus nasutus Sclater<br />

Ursus ornatus thomasi Hornaday<br />

NOMBRES COMUNES EN LOS PAÍSES DEL CONVENIO ANDRÉS BELLO<br />

http://convenioandresbello.org/cab3/sibd4/index.php?option=com_content&task=view&id=22&Itemid=58<br />

5/20/09 10:35 AM<br />

BOLIVIA<br />

"Jucumari", "Jukumari", "Oso andino", "Oso de anteojos", "Ucucu", "Ucumari".<br />

COLOMBIA<br />

"Hucumari", "Manaba", "Mánaba", "Manoa", "Manoba", "Mashiramo", "Nem", "Oso", "Oso andino", "Oso anteojado", "Oso careto", "Oso<br />

congo", "Oso de anteojos", "Oso enjaquimado", "Oso frontino", "Oso negro", "Oso piñuelo", "Oso real", "Ucucu", "Ucumarí", "Ucumaria",<br />

"Ukuku", "Ukumari", "Uturuncu".<br />

CHILE<br />

"Oso de anteojos", "Ucumari".<br />

ECUADOR<br />

"Oso andino", "Oso de anteojos", "Ucucu", "Ucumari".<br />

PERÚ<br />

"Oso andino", "Oso de anteojos", "Ucucu", "Ucumari".<br />

VENEZUELA<br />

"Conerre", "El Oso", "Mashiramo", "Oso andino", "Oso de anteojos", "Oso frontino", "Oso negro", "Oso real", "Salvaje", "Tamanco achi".<br />

DISTRIBUCIÓN POR PAÍSES DEL CONVENIO ANDRÉS BELLO<br />

BOLIVIA<br />

COLOMBIA.<br />

ECUADOR.<br />

PERÚ.<br />

VENEZUELA.<br />

DESCRIPCIÓN Y/O DIAGNOSIS TAXONÓMICA<br />

El género Tremarctos (representado por un único ejemplar Tremarctos ornatus) comparado con Ursus, se caracteriza porque su<br />

musculatura masticatoria presenta una notable disminución de la masa muscular del masetero y el incremento de la del cigomáticomandibularis.<br />

Además, posee una profunda fosa premasetérica que alberga una extensión posterior, en forma de bolsa, que está<br />

sostenida por el músculo bucinador; esta bolsa no tiene capacidad para almacenar comida y aparentemente no cumple esta función.<br />

En la dentición, este género se identifica por la cúspide en el primer molar inferior. El húmero del "Oso de anteojos" se distingue<br />

fácilmente de los otros géneros por la presencia invariable del foramen entepycondilar, que es un agujero situado encima del<br />

epicóndilo interno. La longitud de la cabeza y el cuerpo oscila entre 1200 y 1800 mm, la longitud de la cola es de 70 mm y el peso<br />

promedio es de 140 kg. Los machos son más grandes. El pelaje es de color negro o café obscuro, excepto por los círculos o<br />

semicírculos blanquecinos que rodean a los ojos y la mancha blanca inferior del hocico, desde donde se extienden líneas blancas hacia<br />

el cuello. El nombre común se deriva de la coloración blanca en la cara (fide: SUAREZ, 1985).<br />

MORFOLOGÍA (EXTERNA E INTERNA)<br />

Cuvier en su "Histoire Naturelle des Mammiferes" publicada en 1825 describió el "Oso andino" como una nueva especie del género<br />

Ursus con el nombre específico de ornatus (= ornamentado) por las peculiares manchas blancuzcas en la cabeza y garganta.<br />

Tremarctos ornatus majori (subsp. N.) Tamaño comparativamente largo. Color uniformemente negro por encima a excepción del<br />

hocico, el cual es blanquecino apagado y existen algunas marcas blanquecinas en la garganta. El cráneo comparado con el de U.<br />

ornatus es más grande (ver las medidas siguientes), más largo y delgado cuando se mira desde encima, más alto y más convexo en el<br />

perfil lateral, y el aspecto total es similar al del "Oso de Malasia", cigomático menos anchamente expandido. Frontal muy convexo en<br />

la parte superior, especialmente justo detrás de las órbitas. Región interorbital alta y angosta, en vez de ancha y baja. Palato mucho<br />

más largo, pero cerca del mismo ancho. Narial posterior abriéndose anchamente. Basioccipital muy ancho entre la bula. Mandíbula<br />

larga y poderosa, y de la forma particular que caracteriza a los Tremarctos. Dientes como los de los ornatus, pero algo más largos<br />

en todos los aspectos (THOMAS, 1902)<br />

En 1911 Hornaday, describió Ursus ornatus thomasi fundamentándose en un individuo vivo que fue llevado al zoológico de Nueva<br />

York procedente de los Andes de Nariño y cuya característica sobresaliente era el marcado desarrollo del diseño del color blanco.<br />

En una observación de la bula auditiva en Ursidae, Pocock (1928) concluyó "que los tres géneros de osos que tienen una bula<br />

distinguible son Helarctos, MelursusyTremarctos. El también afirmó que en el "Oso de anteojos " la bula no es inflada sino plana,<br />

con una superficie de tamaño irregular, la parte más importante de esta, elevándose sólo un poco sobre el plano del occipital; pero<br />

posteriormente este se prolonga en una cresta conspicua que recuerda la de Melursus, pero sin el grosor de una protuberancia.<br />

Krumbiegel (1940) describió las variaciones del diseño facial del "Oso de anteojos".<br />

Thomas (1902) encontró que las calaveras encontradas en el Ecuador diferían de aquellas calaveras típicas del sur siendo más<br />

grandes, largas en proporción, y más delgadas y los dientes "un poco más largos en todos los aspectos". El incluso denominó a esos<br />

especímenes como la raza del norte, majori, pero incluso ahora es incierto cuáles son los límites de la variación en la Mayoría de<br />

osos del norte, o cómo los rangos de las dos razas deben ser dibujados. Tan atrás como en 1844, Tschudi distinguió al animal peruano<br />

como Ursus frugilegus tomando en cuenta la supuestamente más pequeña cabeza, plantas de los pies pequeñas y el cuerpo mucho<br />

más esbelto, pero las diferencias parecen de nuevo deberse a la naturaleza del individuo, y el animal peruano es considerado<br />

corrientemente como inseparable del de Chile. En 1911 Hornaday casualmente otorgó el nombre Ursus ornatus thomasi a los osos de<br />

aquellas especies provenientes de los Andes del Sur de Colombia y que vivían en los jardines del zoológico de New York, pero, de<br />

nuevo, el supuesto carácter diagnóstico, la carencia de bordes blancos, es ahora sabido que corresponde a variaciones entre<br />

individuos; y el Tremarctos lasallei de María procedente de Arauca, Colombia, basado en una piel moteada, así como un hocico y<br />

garras más largas que el típico majori, puede ampliamente ser otro sinónimo del último (ALLEN, 1942).<br />

Tanto en la coloración como en los patrones, las razas del norte como la del sur son aparentemente similares. El cuerpo entero es<br />

uniformemente negro o café negruzco, excepto porque usualmente poseen una línea blanca angosta comenzando en cada lado del<br />

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<strong>Convenio</strong> <strong>Andrés</strong> <strong>Bello</strong><br />

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rostro más o menos en el punto medio entre la oreja y el ojo, continuando hacia atrás cerca al puente del hocico en frente al ojo,<br />

luego tornándose hacia abajo por la mejilla hasta la mitad de la garganta, y continuando paralelamente con la correspondiente marca<br />

del otro lado hasta el pecho. Esta marca que se encuentra a manera de semicírculo alrededor de los ojos, da al oso su nombre inglés,<br />

mostrando, de todas formas, variaciones considerables. Esta parte superior puede encontrarse mezclada un poco con una coloración<br />

amarillenta débil; de nuevo, el hocico puede ser más brillante que, o más extensamente blanquecino, hasta incluir la frente, la nariz,<br />

las mejillas y la garganta. Como un extremo opuesto, el margen blanco puede encontrarse ausente de la misma forma en animales de<br />

la misma región. Cuvier menciona que el tamaño total es aproximadamente de 3 pies en el espécimen original y el tamaño en los<br />

hombros es de más o menos 20 pulgadas. Las medidas de Thomas para el espécimen tipo de la raza del norte son: Cabeza y cuerpo,<br />

1,625 mm. Pata trasera con garras, 210 ; oreja, 75 ; Mayor ancho del cráneo, 263 mm. (en uno de la raza típica, 231, un macho en<br />

cada caso) ; ancho cigomático, 169 mm (en la raza típica, 163) (ALLEN, 1942).<br />

Su aspecto general es el de los demás osos de América del Norte y del viejo mundo, pero se diferencian por ciertas características de<br />

los dientes, cráneo y húmero. Habita en los bosques de las montañas andinas hasta los 3000 m. Desde el Oeste de Venezuela a través<br />

de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia (MÉNDEZ, 1951).<br />

El "Oso de anteojos" suramericano (Tremarctos ornatus) es único entre los osos vivientes al poseer una profunda fosa en el cuerpo<br />

de la mandíbula inmediatamente anterior a la fosa masetérica. Esta depresión es conocida a veces como la "fosa premasetérica". Una<br />

fosa similar se encuentra presente en el extinto Tremarctotherium del Pleistoceno de Norte América, un oso emparentado, y en<br />

mucho menor grado en el extinto Arctotherium del Pleistoceno de Sur América. En la dentición el género Tremarctosse identifica<br />

por la cúspide en el primer molar inferior (DAVIS, 1955)<br />

DAVIS (1955) presentó descripciones del cráneo, lengua, vestíbulo oral, vaso y nervios relacionados, glándulas salivares, músculos<br />

relacionados con la masticación, la articulación mandibular y la mecánica de la mandíbula del "Oso de anteojos" Tremarctos<br />

ornatus.<br />

El húmero del oso de anteojos se distingue fácilmente de los otros géneros por la presencia invariable del foramen entepicondilar,<br />

que es un agujero situado encima del epicóndilo interno (CABRERA & YEPES, 1960).<br />

Como todos los osos, también el nuestro es de formas pesadas, rechoncho, patas gruesas y relativamente cortas a su tamaño éstas<br />

terminan en cinco dedos provistos de fuertes garras largas y algo encorvadas. Las plantas de los pies son desnudas, excepto de una<br />

faja de pelos, que cubre la cara inferior de la base de los dedos segundo y cuarto. El pelaje es largo y espeso de color negro pez con<br />

cierto vislumbre marrón, con excepción del hocico leonado o pardo claro. En la parte delantera del pecho y primer plano del cuello<br />

lleva una mancha blanca, alargada e interrumpida por otras manchas menores y borrosas, negruzcas o grises. En la parte superior, la<br />

mancha se bifurca en dos fajas estrechas que se dirigen al ángulo de la boca y de allí al caballete nasal formando alrededor de los<br />

ojos una mancha circular blanca o leonada, que le da aspecto como si llevase los anteojos, de donde proviene su nombre en<br />

castellano, alemán e inglés. Los animales varían con la edad en tamaño y aún el cráneo sufre modificaciones tanto que los machos<br />

viejos tienen cráneo corto, mientras los jóvenes y las hembras lo tienen más bien largo y estrecho. El tamaño es unos 150 cm de<br />

largo, desde el hocico hasta el rudimento de la cola y unos 75 cm de alzada, los animales Mayores son raros. Ernst midió una piel de<br />

oso cazado en Venezuela: 180 cm de largo y por 110 de ancho. Las hembras son una tercera parte más pequeñas (BRACK, 1961).<br />

Es de color negro, con un color rojizo naranja o blancuzco en el área del hocico, garganta y pecho. Líneas angostas, brillantemente<br />

coloreadas extendiéndose por encima alrededor de los ojos, sugiriendo así su nombre común. Existe una gran variación en la extensión<br />

de estas marcas, y algunas veces ellas se encuentran casi que ausentes. Por otro lado, yo no puedo citar a un espécimen en el que los<br />

"anteojos" se encuentren completos, aunque esto puede ocurrir algunas veces. Estas amplias diferencias han llevado al nombramiento<br />

de gran cantidad de razas, ninguna de las cuales es considerada como válida (CRANDALL, 1964).<br />

Los animales se diferencian mucho entre sí por las manchas blancas de la cara. He visto en Lambayeque varias pieles sin mancha y por<br />

el contrario, el Olmos y en Trujillo todos los ejemplares vistos tenían manchas. El Dr. H. Rotn en su libro "Ein Beitrag zur kenntnis von<br />

Tremarctos ornatus (Cuvier)" notó que no existe relación entre los anteojos y la edad o el sexo del animal y que estas manchas son<br />

características individuales que no dependen de ningún principio de simetría. Parece que los osos más grandes que viven al norte de<br />

su hábitat tienen manchas menos claras que los del sur (PIERRET, 1966).<br />

I 3/3 C 1/1 P 4/4 M 2/3 = 42. Coloración muy oscura, siendo el pelaje negro o castaño-negro muy oscuro, sobre el cual usualmente se<br />

destacan unos anillos ocráceo amarillentos o blanquecinos alrededor del ojo. A veces sobre el pecho y lados del cuello hay áreas<br />

blancas o blanquecinas; cola inconspicua de unos siete centímetros; patas muy fuertes con dedos libres, armados de fuertes garras.<br />

(BORRERO, 1967).<br />

El "Oso de anteojos" es uniformemente negro o café negruzco con excepción de grandes círculos y semicírculos de color blanco<br />

rodeando los ojos y extendiéndose hasta el hocico. Algunos especímenes carecen de la marca facial por completo. El tamaño de la<br />

cabeza y el cuerpo es de 1.5 a 1.8 m; el largo de la cola es de alrededor de 70 mm. La altura del hombro es de aproximadamente<br />

762mm. El peso del animal es de aproximadamente 70 a 90 kg (KNIGHT, 1967).<br />

Igual que todos los osos, su cuerpo es macizo y más bien rechoncho: el cuello bastante corto y musculoso, las patas que son anchas y<br />

relativamente cortas por su tamaño, tienen cada uno cinco dedos provistos de fuertes garras no retráctiles, curvadas, aplanadas<br />

lateralmente y aguzadas. La cola es rudimentaria y está escondida en el pelaje de la grupa. La cabeza es redondeada y el hocico más<br />

corto que en los otros géneros de úrsidos; las orejas son pequeñas y redondeadas. El pelaje es largo, espeso y negro como el carbón,<br />

excepto en el hocico que es leonado o pardo claro y alrededor de los ojos, quijada, garganta y pecho donde corrientemente<br />

presentan manchas blancas o blanco-amarillentas cuya extensión y posición varían enormemente en diferentes individuos, lo cual ha<br />

dado lugar a que se describiera más de una especie. La disposición de las manchas blancas o amarillentas, cuando el diseño es<br />

completo, consiste en una faja que sobre la base del hocico se bifurca en dos líneas, una a cada lado y por arriba del ojo, atravesando<br />

la cara por debajo de la oreja, y otra línea paralela a la superior, que pasa debajo del ojo, cruza el cachete hasta casi encontrarse<br />

con la línea de arriba, formando un dibujo circular que le da el aspecto de anteojos, de donde proviene el nombre inglés "Spectacled<br />

bear". Las rayas inferiores se extienden hacia la garganta y parte superior del pecho formando una mancha de regular superficie. En<br />

la quijada alternan pelos blancuzcos y negros y en la mancha del pecho hay también pelos negros entremezclados con los blancos o<br />

anteados. Al examinar diversos ejemplares se puede observar que la disposición y extensión del diseño varían muchísimo y no es<br />

frecuente encontrar dos individuos, aún de la misma localidad, edad, y sexo, que sean totalmente iguales en estos detalles. En un<br />

mismo individuo la disposición de las rayas puede ser asimétrica. Los ejemplares de Venezuela que he visto presentan una enorme<br />

variabilidad en el diseño facial. El del Cerro El Teteo, tiene el hocico pardusco entremezclado con pelitos blanco-amarillentos, y una<br />

pequeña mancha anteada en el medio, sobre los ojos; en la quijada y garganta hay pelos blanco-amarillentos. Una de las pieles<br />

provenientes de Buena Vista, Tama, presenta el hocico pardusco y desde el extremo superior de éste y del ángulo anterior del ojo,<br />

parte de cada lado, una línea blanco-amarillenta que se prolonga hasta el labio inferior donde está entremezclada con algunos pelos<br />

negruzcos y en la garganta presenta pelos anteados en la frente apenas se disciernen dos cortas líneas amarillentas aisladas situadas<br />

bastante más arriba de los ojos y una línea central más corta en vértice de ángulo. Otra piel de la misma procedencia tiene el hocico<br />

pardo grisáceo y presenta una línea aislada amarillenta encima de cada ojo y otra estrecha de color anteado que parte del hocico, y<br />

una tercera anteada que de cada lado, se extiende hasta la garganta formando una mancha de pelos anteados entremezclados con<br />

negros. La piel originaria de las cabeceras del río Guasare, tiene escasos pelos anteados en la región superciliar derecha y pelos<br />

blanquecinos en la garganta. El individuo capturado vivo en el alto río Negro tiene el hocico pardusco con una faja blanquecina en la<br />

base del hocico, que se extiende hasta la quijada donde los pelos son también blanquecinos; encima de cada ojo una línea<br />

blanquecina se extiende hasta debajo de la oreja. En el ejemplar capturado vivo en la región de Boconó, el hocico es pardusco, con<br />

una raya blanquecina que se extiende alrededor del hocico y se continúa como amplia mancha en la quijada; arriba de cada ojo hay<br />

una línea blanquecina que se extiende hasta por debajo de la oreja (MONDOLFI, 1971).<br />

Es un oso comparativamente pequeño. El tamaño de la cabeza y el cuerpo va de los 1.5 a los 1.8 metros; el largo de la cola es de<br />

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aproximadamente 70 mm; y el tamaño de los hombros es de 762 mm el peso de un adulto (WALKER, 1964) de un macho adulto de<br />

1.74 metros de largo es de 308 libras (140 kg). Las hembras son por lo menos 1/3 más pequeñas que los machos. Y no existen datos<br />

de tamaño para los "Osos de anteojos" en libertad (EGOSCUE, 1972).<br />

STAINS (1973) describió el calcáneo del "Oso de anteojos". Lo comparó con otros osos (gen. Ursus, Melursus, Selenarctos,<br />

Thalarctos, Euarctos) y con otros carnívoros (Potos y Nasua).<br />

La descripción incluida aquí del báculo de Tremarctos ornatus está basada en la de un macho subadulto, asesinado el 7 de Abril de<br />

1969 en el "cerro el Teteo", a una altitud de 1.000 m en una pendiente sudeste de los Andes, estado de Táchira, Venezuela. La piel,<br />

el cráneo y el Báculo (Número 1430) están en la colección de mamíferos de la Estación Biológica de Rancho Grande, en Venezuela.<br />

Las mediciones externas de este "Oso" fueron: Longitud total 1.230 mm; cola, 100 mm; pie trasero, 240 mm; oreja, 100 mm; peso,<br />

43,5 kg. La Mayor longitud del cráneo, 218 mm. El báculo tiene una longitud de 10,47 mm; altura a nivel de la terminación basal 6,1<br />

mm; altura a nivel de la terminación distal 3,8 mm; ancho máximo, 7,9 mm. El báculo es casi recto, suavemente curvado hacia arriba<br />

en la base prolongada, y se afila gradualmente hacia el tercio distal donde se vuelve más delgado y redondo, terminando en una<br />

punta roma suavemente alargada. El hueso es triangular hacia el centro, en sección transversal, pero es ovalado en la base y en el<br />

cuarto distal. La cara dorsal tiene una cresta sin filo a lo largo de la línea media, sin alcanzar la base alargada (que es redonda con<br />

una concavidad moderada y la cara hacia arriba) ni el quinto distal del hueso. A cada lado de esta cresta media hay una hendidura<br />

poco profunda delimitando el borde lateral grueso y romo del hueso. La cara ventral es aplanada excepto en la terminación distal<br />

redondeada del hueso, y tiene una depresión muy somera o ancha hendidura longitudinal ocupando casi la mitad de la longitud del<br />

báculo (MONDOLFI, 1982).<br />

El cuerpo completo es uniformemente negro o pardo oscuro, exceptuando los largos círculos o semicírculos en blanco alrededor de los<br />

ojos y un semicírculo blanco en la parte inferior del cuello, desde donde las líneas en blanco se extienden hasta el pecho. El nombre<br />

común se deriva de las manchas blancas alrededor de los ojos. Las manchas de la cabeza y del cuello son variables, sin embargo, en<br />

algunos individuos están por completo ausentes (NOWAK & PARADISO, 1983).<br />

La bestia en cuestión no es un oso particularmente grande, sin embargo, algunos machos realmente alcanzan 300 libras de peso. El<br />

oso es negro, con manchas amarillo-blanquecinas sobre el pecho y la cabeza, incluyendo "anteojos" al rededor de los ojos. Es cerca<br />

de 5 pies de largo y tiene poco menos de una yarda de alto hasta los hombros (RICCIUTI, 1983).<br />

Aguilera (1985) reporta para Tremarctos ornatus el parásito Trichodectes ferrisi Werneck, 1944 -M- Werneck, 1948.<br />

El género Tremarctos (representado por un único ejemplar Tremarctos ornatus) comparado con Ursus, se caracteriza porque su<br />

musculatura masticatoria presenta una notable disminución de la masa muscular del masetero y el incremento de la del cigomáticomandibularis.<br />

Además, posee una profunda fosa premasetérica que alberga una extensión posterior, en forma de bolsa, que está<br />

sostenida por el músculo bucinador; esta bolsa no tiene capacidad para almacenar comida y aparentemente no cumple esta función.<br />

La longitud de la cabeza y el cuerpo oscila entre 1200 y 1800 mm, la longitud de la cola es de 70 mm y el peso promedio es de 140<br />

kg. Los machos son más grandes. El pelaje es de color negro o café obscuro, excepto por los círculos o semicírculos blanquecinos que<br />

rodean a los ojos y la mancha blanca inferior del hocico, desde donde se extienden líneas blancas hacia el cuello (SUAREZ, 1985).<br />

El macho pesa de 100 a 160 kg, mide 1.50 a 1.80 m desde la nariz hasta la cola y de 80 cm a 1.20 m de alzada. La hembra es un<br />

tercio o un medio más pequeña. Su pelaje es negro excepto en el hocico y el pecho, donde presenta tonos desde blanco hasta<br />

marrón, y bastante espeso y más largo en la nuca. El color oscuro lo mimetiza en la penumbra del bosque y lo delata en lugares<br />

abiertos. Sus anchas patas poseen uñas largas no retráctiles, pelos entre los dedos y plantas desnudas. Su cola mide 7 cm (POVEDA,<br />

1986).<br />

La longitud cabeza cuerpo es de 1500 a 1800 mm y la cola es corta (cercana a 70 mm). El cuerpo es negro o marrón negruzco, con<br />

manchas blancas circulares alrededor de los ojos, las cuales se extienden por la garganta hasta el pecho. Sin embargo, existe gran<br />

variabilidad en cuanto a la disposición de estas manchas (FERNÁNDEZ, 1988).<br />

En este oso de talla media, el peso puede alcanzar los 200 kg. El patrón de coloración básico es, de pardo oscuro uniforme a negro, la<br />

cara está distintivamente marcada con bandas blancas de diferente tamaño. Cuando estas bandas blancas son completas, rodean los<br />

ojos, de ahí el nombre de "Oso de anteojos" (EISENBERG, 1989).<br />

No son los enormes, peludos e hibernadores osos del Norte sino la única especie de oso suramericano, el "Oso Andino". Es una criatura<br />

más delgada con una trompa más corta, más parecida a la de un perro. Las marcas cremosas alrededor de los ojos y en la garganta le<br />

dan su nombre popular (STEINHART, 1990).<br />

Su coloración corporal es uniformemente negra, presentando en el rostro y en el pecho una coloración blanca que varía<br />

individualmente y ha originado los nombres comunes con que se conoce a lo largo de los Andes. Los ejemplares adultos pueden<br />

sobrepasar los 200 kilogramos, observándose un Mayor tamaño en los machos que en las hembras (LOPEZ-AREVALO & MONTENEGRO-<br />

DIAZ, 1993).<br />

El "Oso de anteojos" es un mamífero de gran tamaño, el cual muestra gran variabilidad tanto en tamaño como en peso dependiendo<br />

de la disponibilidad de comida, condiciones climáticas, etc. En general, los "Osos de anteojos" adultos son de 76 centímetros (30<br />

pulgadas) de alto en todas las pieles y ellos poseen un largo promedio de 130 a 190 centímetros (4 ¼ a 6 ¼ pies). El peso de un "Oso<br />

de anteojos" puede ubicarse entre los 80 y los 125 kilogramos (175 a 275 libras) con algunos machos adultos alcanzando el exceso en<br />

la escala, de 175 kilogramos (395 libras). Las hembras generalmente son de dos tercios la talla de los machos. La edad potencial de<br />

vida de los "Osos de anteojos" en libertad se estima que puede llegar a ser de veinticinco años o más. Los "Osos de anteojos" poseen<br />

un cuerpo pesado, cola corta, orejas redondeadas, pies plantígrados (i.e., tanto el talón como los dedos del pie hacen contacto con el<br />

suelo cuando caminan en una forma similar a los humanos). Ellos son únicos entre los "Osos" en la medida que ellos poseen trece<br />

partes de costillas, una menos que todas las demás especies de "Osos". El cráneo es comparativamente más grande en relación al<br />

tamaño del cuerpo y los "Osos de anteojos" se encuentran equipados con mandíbulas poderosas y dientes fuertes. Sus garras se<br />

encuentran altamente adaptadas para colgarse y ellos son primordialmente animales arbóreos (MIDDLETON, 1997).<br />

Uno de los vertebrados terrestres más grandes que se haya en nuestro territorio continental es conocido actualmente con el nombre<br />

de "Oso de anteojos", epíteto con el cual se ha querido unificar la variada zoonimia vernácula que le es aplicada; puede alcanzar una<br />

longitud corporal superior a los dos metros y un peso de más de 175 kilogramos en los machos. La coloración de su pelaje es<br />

básicamente negro uniforme, excepto el rostro que es blanquecino, o amarillento y un diseño de lúnulas a manera de antifaz que<br />

puede rodear parcial o totalmente los ojos y que se continúa, en algunos individuos, hacia la garganta y el pecho (RODRÍGUEZ, s.f.).<br />

DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA Y HÁBITAT<br />

Distribución geográfica<br />

La localidad típica de la nueva especie Ursus ornatus es la Cordillera de Chile (CUVIER, 1825).<br />

TSCHUDI (1844), designó como verdadera localidad típica las montañas al este de Trujillo, departamento de la Libertad, Perú.<br />

El PADRE CARDÚS mencionó la presencia de "Osos", en el siglo XVIII, hasta más al sur de la ciudad de Tarija.<br />

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En su descripción de la fauna venezolana CODAZZI (1860), habló del "Oso negro", del género del oso, quién tiene casi las mismas<br />

costumbres de la especie europea ...". "Se le encuentra en las selvas del Apure y de la Guyana y también en las de Perijá y Mérida<br />

desde 300 hasta 2000 varas de altura sobre el nivel del mar". Las altitudes referidas equivalen a 251 y 1672 metros.<br />

Entre 1864 y 1874, el naturalista alemán GOERING residió en Venezuela. En visita a la Sierra Nevada de Mérida, ascendiendo al pico<br />

La Concha, observó un "Oso andino" (Ursus ornatus), él escribió: "... es la única especie de "Oso" grande existente en América del Sur<br />

y tanto en Venezuela como en Colombia sólo se encuentra en las grandes alturas de la cordillera, hasta los páramos?"<br />

En el Ecuador, TATE (1931) reportó que el "Oso de anteojos", está distribuido a lo largo de las laderas andinas hasta una altura<br />

cercana a los 4000 m.<br />

Este es el único miembro de la familia de los osos que vive en América del Sur, esta especie se encuentra en los Andes desde cerca de<br />

la frontera de Colombia con Venezuela, a lo largo de toda Colombia y Ecuador, hasta Perú, el norte de Chile y Bolivia. A pesar de que<br />

gran cantidad de nombres han sido dados a los diferentes especímenes de la especies, las supuestas diferencias parecen ser en su<br />

Mayor parte variaciones entre individuos (ALLEN, 1942).<br />

Tremarctos se encuentra ahora confinado a las pendientes Andinas del Amazonas, pero tuvo un rango mucho mas amplio en el<br />

Pleistoceno (DAVIS, 1955).<br />

El hecho de haber sido adquirido el holotipo en un puerto chileno, hizo creer a F. Cuvier que la patria de este tipo de oso era Chile.<br />

En realidad, el "Oso de anteojos" no existe en la fauna de ese país y tiene una barrera meridional de dispersión en la zona occidental<br />

de los Andes, en la región desértica que separa el Perú de Chile (CABRERA, 1957).<br />

HERSKOVITZ (1957) le dió un rango desde las pendientes del pacífico de los Andes en el oeste de las pendientes del Amazonas y el<br />

Orinoco en el este; desde el Caribe y el drenaje del Lago Maracaibo en el Norte hasta el Sur del Perú en el Sudoeste de Bolivia en el<br />

Sur. El igualmente mencionó que se encuentra en la cordillera de la Macarena, un sistema montañoso pequeño y aislado al este de la<br />

cordillera oriental colombiana. Escribió acerca de su posible ocurrencia en Panamá.<br />

Las supuestas formas geográficas descritas por diversos autores son inadmisibles, habiendo sido fundadas en diferencias puramente<br />

individuales, como las que se encuentran en todas las especies de "Osos" (CABRERA, 1961).<br />

El "Oso americano" (Tremarctos ornatus) habita desde Venezuela hasta Bolivia, distribución en la cual coinciden las diversas fuentes<br />

(CAPOLLETTI, 1963).<br />

"Oso de anteojos" (Tremarctos ornatus) es encontrado en zonas montañosas de Sur América del occidental, desde Colombia y el<br />

oeste de Venezuela hasta Bolivia y Perú, en altitudes por encima de los 10000 pies (CRANDALL, 1964).<br />

Se encuentra en el Este de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Norte de Chile, este de Bolivia y posiblemente en Panamá (KNIGHT,<br />

1967).<br />

Andes de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia (BORRERO, 1967).<br />

La información disponible acerca de la distribución geográfica del "Oso frontino" en Venezuela, se basa en los datos de ejemplares<br />

coleccionados en los estados Táchira, Mérida, Zulia y Lara y de dos individuos capturados vivos en la región de Boconó, Estado Trujillo<br />

y en el alto río Negro, Sierra de Perijá, Estado Zulia, así como también de las informaciones que hemos obtenido de campesinos de<br />

las localidades donde habita esta especie. En el Táchira, el "Oso frontino" habita las densas selvas subtropicales del páramo de Tamá,<br />

sobre los 2000 m de altitud (MONDOLFI, 1971).<br />

En los Andes de Mérida, sabemos que el "Oso frontino" se encuentra en la Sierra del Norte, donde fue coleccionado por Briceño<br />

Gabaldón en el páramo de Los Conejos y también vive, según nos informó un campesino de la región de La Carbonera, en los páramos<br />

del Tambor y Quindú. En la Sierra Nevada ha sido coleccionado por Briceño Gabaldón en el páramo del León y según un campesino de<br />

La Mucuy, también se halla en el páramo del oso y en el de los Aranguren. También lo hay en las densas selvas de la Sierra de Santo<br />

Domingo y sus estribaciones hasta el Estado Barinas, en la cuenca hidrográfica del río Santo Domingo, donde su presencia ha sido<br />

señalada para las selvas de las cercanías de Altamira. En los Andes del Estado Trujillo se ha reportado la presencia de "El salvaje" en<br />

el páramo de Cendé, y un ejemplar fue capturado vivo en la región de Boconó y llevado al Jardín Zoológico de Maracaibo. Allí había<br />

otro procedente de la Sierra de Perijá, Hoya del río Negro, Estado Zulia (MONDOLFI, 1971).<br />

Parece ser que el área de distribución del "Oso andino" llega hasta las montañas al norte de Aparición, Estado Portuguesa y de la<br />

Serranía de Aroa en el Estado Yaracuy, según la información suministrada por personas dignas de crédito (MONDOLFI, 1971).<br />

Sur América, desde los Andes cerca a la frontera entre Colombia y Venezuela, a lo largo de Colombia y Ecuador hasta Perú, norte de<br />

Chile (..) y Bolivia. El centro de abundancia ahora parece encontrarse descansando en el sur de Colombia, Ecuador y parte del Perú<br />

(EGOSCUE, 1972).<br />

El "Oso de anteojos" no se observó personalmente, pero se encontraron huellas de sus actividades como heces y plantas parcialmente<br />

destruidas por los "Osos" (JORGENSON, 1979).<br />

El "Oso de anteojos", Tremarctos ornatus, vive en una variedad de hábitats andinos desde la cordillera de Mérida en el Oeste de<br />

Venezuela hasta la provincia de Porta en Bolivia (PEYTON, 1980).<br />

Zoogeográficamente en el Ecuador, el "Oso de anteojos" está considerado como habitante de la región de la Sierra, en el piso<br />

templado, con poblaciones en las estribaciones orientales y occidentales; y también en el piso altoandino (ALBUJA, ET AL. 1980).<br />

Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Pequeños números pueden encontrarse presentes en Panamá, Brasil y Argentina, pero<br />

esto necesita confirmación. Se ha dicho que el Norte de Chile es la localidad tipo, pero ahora se cree que esto no es del todo<br />

adecuado (THORNBACK, 1981).<br />

Los "Osos de anteojos" habitan un rango en los Andes desde la Cordillera de Mérida en el Oeste de Venezuela hasta Bolivia; las<br />

poblaciones más grandes se reporta que se encuentran en zonas aisladas del Ecuador, Sur de Colombia y zonas dispersas de Perú. En<br />

el Perú se encuentran en las tres hileras de los Andes, pero más en el hábitat del bosque en la cara este de la cordillera Oriental,<br />

conocida como la ceja de selva. Aparte de las pendientes tanto en los bancos de los ríos Pampas, Apurimac y Santo Tomas (E), se<br />

encuentran ausentes de los pies de las montañas por debajo de los 1800 m ,de todas las Mayores vías del oeste entre los tres rangos<br />

de los Andes. También se encuentran ausentes al sur de los 13°43´ tanto en la Cordillera Central y en el lado oeste de la Cordillera<br />

Oriental, el terreno del Carabaya, y al sur del río Patvilca (10°42´S) en la hilera Occidental (PEYTON, 1981).<br />

En Ecuador, La presencia del "Oso de anteojos" en el páramo del volcán Antisana fue reportada por BLACK (1983).<br />

La especie T. ornatus habita las regiones montañosas del oeste de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y oeste de Bolivia (NOWAK &<br />

PARADISO, 1983).<br />

Los científicos no están seguros acerca de su rango exacto, pero están de acuerdo con que es una criatura de la región andina,<br />

distribuyéndose desde el oeste de Venezuela, Colombia y Ecuador hasta Perú y Bolivia, con tal vez algunas poblaciones separadas en<br />

Panamá, Brasil y Argentina (RICCIUTI, 1983).<br />

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El "Oso de anteojos", "Uco" o "Ucumari" (Tremarctos ornatus) es el único representante actual de la familia de los úrsidos en<br />

Sudamérica. Habita a lo largo de los Andes desde la Sierra de Perijá y la Cordillera de Mérida en Venezuela (CASTELLANOS, 1984).<br />

PEYTON (1984) presentó datos sobre la distribución del "Oso de anteojos" en Perú.<br />

La Serranía de Huacaya constituye hasta el presente el límite austral del "Oso de anteojos" en Sudamérica, pero posiblemente existan<br />

otras áreas del Departamento de Tarija donde este habite. Hay numerosas zonas que la gente local nos ha señalado como utilizadas<br />

por el "Oso" pero que necesitan confirmación. Ellas son el Cerro Gareca cerca de Narváez, el Cañón del Ucumari, Tarupayo, río<br />

Suaruro, Salinas, río Chiquiacá, Sierra de Aguaragüe, alrededores de Camatindi, Caraparí; la Mayoría dentro de la Provincia O?Conor<br />

(BROWN & RUMIZ, 1985).<br />

PEYTON (1985) generalizó la distribución boliviana, afirmando que no existen poblaciones en la planicie central y que éstas se<br />

limitan a las montañas del Este del país.<br />

SUÁREZ (1985) resume la distribución del "Oso" en Ecuador de la siguiente manera: a lo largo de las laderas andinas, tanto orientales<br />

como occidentales, hasta una altura cercana a los 4000 m.s.n.m.; debido a la intensa actividad agrícola existente, se encuentra<br />

despoblada de esta especie la depresión intercordillerana andina.<br />

Serranía del Baudó y Darién, Región Andina, Serranía de la Macarena, pie de monte oriental de los Andes desde 0 - 4000 m.s.n.m. No<br />

se ha encontrado en la Sierra Nevada de Santa Marta (CUERVO, HERNANDEZ & CADENA, 1986).<br />

El "Oso andino" (Tremarctos ornatus F. Cuvier, 1825) es el único representante de los úrsidos en Suramérica. Se distribuye por los<br />

ecosistemas húmedos y boscosos de montaña, generadores y mantenedores de agua, preferentemente, de Venezuela, Colombia,<br />

Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina, pero también frecuenta áreas abiertas y secas. En Colombia habita todas las cordilleras y sierras<br />

desde los 500 a 4.300 m.s.n.m. Parece que también vive en la ladera oriental de la Sierra Nevada de Santa Marta, pues se tienen<br />

registros de captura, varios informes verbales y una toponimia (loma del oso) (POVEDA, 1986).<br />

El área de distribución actual del "Oso andino" (T. ornatus) y el estado de su población en Colombia es aún desconocido, tan sólo se<br />

cuenta con algunos registros y observaciones aisladas. Con el objetivo de compilar y sistematizar esta información se ha elaborado un<br />

mapa preliminar de distribución. Los registros datan desde 1939 hasta 1985, la información obtenida se basa en revisión de<br />

colecciones (ICN, INDERENA, etc.), revisión bibliográfica, visitas a zoológicos, reconocimientos de hábitat natural y la comunicación<br />

personal obtenida en charlas y conferencias (RODRÍGUEZ, et al. 1986).<br />

Se puede observar que la Mayor parte de las localidades se encuentran sobre los distintos ramales de la Cordillera de los Andes. Esto<br />

abarca al ramal Occidental de cara al Pacífico, el ramal Central y el Oriental; en otras palabras, toda la Cordillera. Además su<br />

distribución se prolonga hacia serranías fisiográficamente desligadas del gran macizo andino, tales como la Serranía del Baudó, Sierra<br />

Nevada de Santa Marta, Serranía del Darién (frontera con Panamá) y Serranía de La Macarena. La existencia de "Osos" en estas<br />

serranías relativamente aisladas, dice sobre la capacidad de distribuirse ampliamente que tiene la especie, la cual puede estar siendo<br />

limitada actualmente por la intensa presencia humana, manifestada en la forma de cambios drásticos de la vegetación natural, que<br />

deben implicar pérdida de hábitats tradicionales del "Oso" (YERENA, 1987).<br />

Su presencia en la Sierra Nevada de Santa Marta es puesta en duda por Cuervo et al. (1986). Sin embargo es lógico suponer, dada la<br />

aptitud del animal para vivir en ambientes marcadamente estacionales (ver Perú y Bolivia), que haya podido cruzar las tierras bajas<br />

que separan este macizo de la Sierra de Perijá, y haya colonizado exitosamente los abundantes hábitats de bosques húmedos y<br />

páramos que existen en dicha Sierra. En consecuencia, el reporte oral de Jorgenson (1980) puede ser tomado en cuenta (YERENA,<br />

1987).<br />

El rango altitudinal del "Oso" en Perú, va desde los 200 hasta los 4000 m.s.n.m., siendo el más frecuente el de 2000-3000 m.s.n.m. En<br />

este país, parece repetirse el hecho de que las vertientes amazónicas de la cordillera andina parecen ser las más aptas para contener<br />

mejores poblaciones de esta especie (YERENA, 1987).<br />

El rango altitudinal en Bolivia se encuentra entre 500 y 4700 m.s.n.m.. La Mayor parte de las regiones reportadas se ubican entre<br />

1000-2500 y en menor proporción entre 3000-4000 m.s.n.m. (YERENA, 1987).<br />

Los relatos de los primeros historiadores de los siglos XVI al XVIII, pueden ser una indicación de una distribución del "Oso frontino" en<br />

Venezuela, más amplia que la actual. Concretamente esta pudo llegar hasta las regiones montañosas y boscosas adyacentes al margen<br />

sur del Orinoco (actual Edo. Bolivar) y tal vez con menos probabilidad a la Serranía del Interior en los actuales Edos. Anzoátegui y<br />

Sucre. En esta última región previamente habían existido "Osos", ya que Arctodus cf. brasiliensis definitivamente si vivió allí, tal<br />

como lo demuestran los restos encontrados en Cuevas del Guácharo, Caripe, Edo. Monagas (Linares, com. pers.). Los informes de<br />

Humbolt y Codazzi, dignos de ser tomados en cuenta por la seriedad de sus autores, hacen cobrar fuerza a la hipótesis de la<br />

distribución en Guyana (YERENA, 1987).<br />

Tomando en cuenta lo anterior pensamos que al menos teóricamente, no hay barreras geográficas que impidan una distribución<br />

guayanesa. Esto sería igualmente aplicable al caso de la Cordillera de la Costa, por lo cual es lógico que el oso haya podido cruzar<br />

exitosamente las tierras bajas de Yaritagua (Edo. Yaracuy), para pasar de la Sierra de Portuguesa (donde actualmente existen osos)<br />

hacia las Sierra de Aroa, Serranías de Nirgua, y de estas hacia el ramal litoral de la Cordillera de La Costa. Desde este punto podría<br />

haberse expandido hacia el Oriente, tal como posiblemente lo hizo Arctodus. Sin embargo, en el tiempo en que Arctodus existió<br />

inicialmente, bien pudo haber existido una situación climática y de vegetación distintas a la actual, que favorecieron el paso hacia<br />

Oriente a través de la Depresión de Unare la cual hoy en día posee vegetación semiárida (YERENA, 1987).<br />

El rango altitudinal de esta especie en Venezuela, va desde 400 m.s.n.m. (ejemplar cazado en Sarare, Edo. Apure: piel observada en<br />

la localidad por el autor en 1986) hasta 4300 m.s.n.m. (Bautista, J. com. pers.: observación visual, flanco norte del Pico Bolívar, Edo.<br />

Mérida). Perijá, Sierra Nevada y Tamá, son las áreas donde con más frecuencia se observan osos a baja altitud. En el caso de<br />

Venezuela, se confirma la generalización observada en los demás países, acerca de la ubicación de la Mayor parte de las localidades<br />

por arriba de los 1000 m.s.n.m. (YERENA, 1987).<br />

Es posible que el proceso de expansión geográfica de Tremarctos haya tenido como eje principal a la Cordillera de los Andes, de<br />

donde se ramificaron colonizadores secundarios hacia las tierras bajas ubicadas a ambos lados de la cordillera. Si asumimos que el<br />

proceso expansivo fue norte-sur y siguiendo la cordillera, cabría entonces pensar que la Cordillera Oriental de Colombia y la<br />

Cordillera de Mérida en Venezuela, fueron ocupadas en un proceso igualmente secundario. El incremento poblacional humano en<br />

tiempos recientes y sus consiguientes procesos de modificación del ambiente, muy probablemente han promovido la fragmentación de<br />

los hábitats del "Oso", modificando de esta manera lo que posiblemente fue una distribución relativamente continua a lo largo de los<br />

Andes (YERENA, 1987).<br />

El patrón distribucional contemporáneo se puede resumir de la siguiente manera: relativamente fragmentada, a lo largo de toda la<br />

Cordillera de Los Andes, desde la Serranía del Darién por el norte (Panamá), la Serranía de Portuguesa por el noreste (Venezuela),<br />

hasta la región de Tarijá (Bolivia) por el sur; posiblemente se extienda hacia la Serranía de Baritú por el extremo sur (Argentina) y la<br />

región de Tarapacá al suroeste (Chile); con ciertas ramificaciones hacia las tierras bajas adyacentes al piedemonte de la cordillera,<br />

donde destacan al occidente las regiones costeras del Pacífico (Perú) y al oriente las tierras bajas de la Amazonía-Orinoquía<br />

(Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú). El detalle del patrón fragmentado de la actualidad, sólo podrá ser definido con estudios<br />

regionales de los hábitats disponibles en la Cordillera de Los Andes. Sin embargo nos atrevemos a plantear un esquema gráfico<br />

generalizado, basada en los resultados obtenidos por cada país (YERENA, 1987).<br />

Perú es el país mejor estudiado con respecto al "Oso de anteojos". Estudios de campo a largo plazo han sido realizados por Peyton en<br />

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el histórico santuario de Machu Picchu y en varios parques nacionales cercanos, incluyendo Abiseo, Negrohuasi y Yanachaga. Su<br />

investigación sugiere que en Perú el "Oso de anteojos" está ampliamente distribuido a través de los Andes, pero es más abundante a<br />

lo largo de la vertiente oriental (LINCOLN PARK ZOOLOGICAL GARDENS, 1988).<br />

Los miembros de SBSG Brown, Clark, Peyton, Salazar, Romano y Rumiz han realizado reconocimientos en Bolivia, especialmente en el<br />

Parque Nacional Amboro y en el departamento de Tarija. Hardy, Villalba y Ribera también han compilado la información sobre la<br />

distribución del "Oso", incluyendo datos de especímenes de museo. Hardy y otros miembros del grupo ayudaron al establecimiento del<br />

Parque Nacional Amboro y miembros del proyecto Raleigh han localizado signos del oso en el área del río Pitisama. Estas<br />

investigaciones sugieren que en Bolivia los "Osos de anteojos" están ausentes de la Meseta Central, mientras son abundantes a lo largo<br />

de la vertiente oriental de los Andes, pero que su distribución está fragmentada debido a la intromisión de los finqueros (LINCOLN<br />

PARK ZOOLOGICAL GARDENS, 1988).<br />

En Argentina los reconocimientos de campo realizados por Brown y Rumiz indicaron que el "Oso de anteojos" puede encontrarse en la<br />

parte del extremo noroccidental del país, cerca del Parque Nacional Baritu (Provincia de Salta). Ramadori y Iudica hicieron un<br />

reconocimiento del Parque Nacional Caliegua, justa al sur de Baritu, y determinaron que era poco probable que cualquier "Oso de<br />

anteojos" permaneciera en Calilegua (LINCOLN PARK ZOOLOGICAL GARDENS, 1988).<br />

El género Tremarctos alguna vez se distribuyó desde el sur de California hasta el sudeste de los Estados Unidos y a través de América<br />

Central. Desde el Pleistoceno, existe sólo como relicto en Sudamérica y está confinado a hábitats premontanos y montanos en los<br />

Andes y las colinas adyacentes. Los límites actuales se extienden desde Panamá atravesando Perú hasta Bolivia. (EISENBERG, 1989).<br />

Su rango se extiende a lo largo de las pendientes de la cordillera de los Andes en Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.<br />

Pequeñas agrupaciones de tan sólo algunos "Osos" viven igualmente en Panamá y el Norte de Argentina, en los respectivos límites del<br />

norte y del Sur del rango de la cordillera de los Andes. (MIDDLETON, 1997).<br />

La distribución natural de la especie es muy amplia y se extiende en las regiones andinas de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú,<br />

Bolivia y noroeste de Argentina en las provincias de Salta y Jujui; sin embargo, recientemente ha sido descubierto en el Parque<br />

Nacional Natural los Katíos en el Chocó, Colombia, lo cual tiende a confirmar un hallazgo previo efectuado en la Provincia del Darién,<br />

Panamá. Su dispersión altitudinal cubre preferencialmente los pisos térmicos templado, frío y porción inferior del páramo, pero sus<br />

límites extremos se hallan entre el nivel del mar y los 4000 m.s.n.m. (RODRÍGUEZ, s.f.).<br />

En Perú se han visto "Osos de anteojos" (Tremarctos ornatus), aproximadamente a medio camino en la carretera entre el puente<br />

sobre el río Pampas (caserío Río Blanco) y el pueblo Ocros, durante la noche, en Abril de 1966. La zona corresponde al bosque<br />

espinoso subtropical y bosque seco montano bajo. Varias personas afirman que es bastante frecuente en la zona del río Pachaca,<br />

desde el punto Cachinchihua hasta su unión con el Apurimac, provincia Abancay, departamento Apurimac, la cual es poco habitada<br />

(DOUROJEANNI, s.f.).<br />

Hábitat<br />

OSGOOD (1914) lo encontró habitando en lugares casi carentes de agua, áridos, regiones montañosas en el norte del Perú donde la<br />

vegetación es escasa y consistía principalmente de cactus y pequeños arbustos espinosos.<br />

Zona montañosa del oeste de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y oeste de Bolivia, hasta cerca de 3,000 metros de altitud ; por el<br />

norte, posiblemente hasta Paraná (HERSHKOVITZ, 1957).<br />

El "Oso de anteojos" (Tremarctos ornatus F. Cuvier), es el único representante de la familia de úrsidos en América del Sur. Vive en<br />

la zona boscosa desde el oeste de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, hasta el oeste de Bolivia. Los datos como si existiera en Chile,<br />

son erróneos (BRACK, 1961).<br />

WALQUER, ET AL. (1964) dijeron que las especies prefieren la jungla arbolada, pero que ellos pueden ser encontrados desde los 457<br />

m. hasta elevaciones que exceden los 3658 m.<br />

Altitudinalmente puede ser encontrado desde los 457 m hasta las asociaciones de plantas que exceden los 3658 m de altura. Ellos<br />

prefieren selvas forestales pero es encontrado en sabanas aparentemente cercanas a áreas de desierto deciduas secas, bosques<br />

lluviosos y de niebla e incluso en zonas alto andinas. Esta habilidad de utilizar una diversidad de hábitats indica un grado de<br />

flexibilidad y habla bien para el mantenimiento de su población (KNIGHT, 1967).<br />

Bosques húmedos de la zona fría. En Venezuela, Colombia, Ecuador, también el la zona de páramo. En Colombia los osos son más<br />

abundantes en algunos páramos, lo cual parece estar relacionado con el hecho de que los bosques en determinados lugares llegan a<br />

Mayor altura y estos animales aunque vivan en zona de páramo siempre están cerca a los bosques (BORRERO, 1967).<br />

A pesar de que se considera que es un animal del bosque, Tremarctos igualmente se encuentra en claros por encima de la línea de<br />

árboles y abajo en las sabanas y los bosques espinosos en las tierras bajas (SCHUMAKER, 1968).<br />

Tal vez el aspecto más sorprendente de la ecología del oso es la importante diversidad de tipos de hábitats a los que se ha adaptado.<br />

Esto excede de hecho, aquellos tanto del "Osos negro americano" y el "Oso café" o "Gris" y el rango desde cerca al desierto de cactus y<br />

asociaciones de plantas xerofíticas, a través del bosque deciduo, bosque húmedo y de niebla hasta las asociaciones alpinas que<br />

exceden los 1200 pies de elevación (ERICKSON, 1970).<br />

El "Oso andino" es poco conocido por ser un animal arisco que prefiere los retirados parajes de las escarpadas selvas, poco<br />

frecuentados por el hombre. Este peculiar género de "Osos" tiene un área de dispersión que comprende los densos bosques<br />

subtropicales de las vertientes de los Andes y la Sierra de Perijá, entre 1000 y 3500 metros de altitud, desde la parte occidental de<br />

Venezuela a través de Colombia, Ecuador y Perú, hasta el noroeste de Bolivia (MONDOLFI, 1971).<br />

La zona de vida preferida por el "Oso andino" en Venezuela, Colombia y Ecuador, no es la subalpina, o del páramo propiamente dicho,<br />

sino las selvas nubladas y tropicales húmedas de las estribaciones de los Andes y de la Sierra de Perijá (MONDOLFI, 1971).<br />

En Perú, PEYTON (1980) citó la ocurrencia del "Oso" desde los 500 metros a los 4000 metros sobre el nivel del mar, en hábitats como<br />

el desierto arbustivo, bosque espinoso, bosque húmedo y páramo subalpino de la Cordillera Occidental; bosque espinoso y bosque<br />

húmedo de la Cordillera Central y en los distintos tipos de selva y pastizales de altura de la "ceja de selva" de la Cordillera Oriental<br />

por donde la distribución continúa hacia Bolivia. Describió además cada uno de los hábitat en detalle.<br />

Adaptado a un ancho espectro de tipos de hábitats: desde el desierto cercano de cactus y otras asociaciones de plantas a 450 m a<br />

través de bosques secos caducifolios, bosques húmedos y nublados a asociaciones de árboles similares a las alpinas excediendo los<br />

3660 m. Principalmente vegetariano, ha sido observado alimentándose de Apurana caerensis, Ficus sp., Capparis angulata, C.<br />

ovalifolia, Cereus macrostibas, Bombax discolor, Oppuntia sp., Shinus molle, etc. (THORNBACK, 1981)<br />

El más impresionante rasgo característico de la ecología del "Osos de anteojos" es la habilidad de dicho animal para adaptarse a una<br />

gran variedad de tipos de hábitats. En esta investigación se vieron rastros del "Oso" a elevaciones tan bajas como 200 m y tan altas<br />

como 4170 m. El bosque húmedo y el bosque espinoso ofrecen la Mayor cantidad de comida y el mejor cubrimiento para esconderse,<br />

como lo mostró el estudio de las parcelas, pero tan sólo las poblaciones en la inaccesible ceja de selva disfrutan de seguridad de el<br />

hombre (PEYTON, 1981).<br />

Gran cantidad de las áreas del "Oso" en el desierto de monte bajo y en los hábitats de bosques espinosos adyacentes del aspecto<br />

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occidental de la Cordillera Occidental (H) cubrieron menos de 450 Km 2 . Ellos se encontraron en la forma de bandas estrechas<br />

siguiendo de cerca los contornos y expandiéndose entre los 200 y 1000 m de altitud. Las poblaciones se encuentran separadas las unas<br />

de las otras por asentamientos humanos a lo largo de las carreteras y los ríos desde las tierras altas hasta la costa, y por<br />

establecimientos emparedados entre bandas o por encima de las bandas, donde la lluviosidad anual excede los 500 mm. Estos "Osos"<br />

seguramente habrían ya desaparecido si sus rangos de hábitat no se encontraran centrados alrededor de riscos empinados y<br />

hondonadas profundas en forma de V. Los riscos detienen a los humanos y su ganado: ellos de igual forma ocultan huecos de agua,<br />

que usualmente se evaporan después de la estación lluviosa (Diciembre - Febrero) en áreas no protegidas, y proveen más de un 25%<br />

de cubrimiento de Bromeliaceae, la cual constituye el Mayor volumen de la dieta de los "Osos de anteojos" en las épocas que no<br />

existen frutos en los cactus, árboles y arbustos. Los cañones proveen al "Oso de anteojos" con sitios de reposo para el día cerca a los<br />

pozos de agua, los árboles con frutos que ellos trepan para alimentarse (Ficus sp., Inga feuillei y Lucuma sp.) y una cobertura de<br />

protección para su descenso en Febrero - Marzo a las planicies inundadas, donde ellos comen los frutos de Capparis angulata y C.<br />

ovalifolia. Los cazadores costeros me contaron que, antes de los años de la Reforma Agraria, ellos regularmente cazaban "Osos" en<br />

esta época, viendo incluso seis a nueve en un mismo día. Un cazador en Trujillo me mostró fotografías de 27 de los más de 100 osos<br />

que el dice haberles disparado durante esos periodos de migración por comida. Como muchos cazadores de la costa el no ha visto un<br />

oso por más de 15 años (PEYTON, 1981).<br />

Pequeñas poblaciones de "Osos de anteojos" habitan el bosque espinoso a lo largo de los ríos Santo Tomas, Apurimac y Pampas desde<br />

el pueblo de Ocros a Chulpi, donde las pendientes escabrosas de incluso más de 50° y ríos innavegables previenen que tanto los<br />

cazadores como los animales de pastoreo entren. La pequeña cantidad de frutos en estos bosques espinosos puede contar para la<br />

diferencia en tamaño entre estos osos (pesando más de 35 kg) y aquellos en el bosque espinoso costero (pesando más de 200 kg), pero<br />

hace falta realizar más trabajos para determinar en todo caso si existe una razón genética. En Febrero, los "Osos" trepan a las<br />

pendientes más moderadas sobre los riscos (2800 - 2900 m) para alimentarse de alguna de las pocas frutas, el cactus Opuntia ficus.<br />

Los cazadores de Ocros, Andahuaylus, Chincheros y Abancay claman que, antes de los años de la Reforma Agraria, era posible ver más<br />

de nueve "Osos" alimentándose cada día de árboles de Opuntiadonde hoy en día el ganado pastorea y la gente se encuentra<br />

recogiendo los frutos y la tintura proveniente de insectos secos que se encuentre sobre los cactus. La erosión es ahora el Mayor<br />

problema en este lugar. Los pobladores colectan cuatro cargamentos de mula de madera aserrada dos veces por semana, llegando a<br />

viajar por horas para encontrar un recurso apropiado. A medida que el bosque es removido y el suelo pisoteado por ganado, más<br />

hábitat se perderá (PEYTON, 1981).<br />

Los "Osos de anteojos" aún sobreviven en un bajo número en las tierras de estepa y en el páramo subalpino a lo largo de la frontera<br />

norte del parque nacional de Huascarán (F) donde los pastizales predominan y la cobertura para los osos se encuentra bajo el uno por<br />

ciento. La cobertura de Bromelias, que puede ser substancial (60 %) en las áreas rocosas de la estepa, es bastante a menudo quemada<br />

del todo por los pastores. El ganado igualmente se ubica sobre los suelos del valle y desplazan a los "Osos" de las mejores áreas de<br />

alimentación para el pequeño aprovisionamiento de frutos (1 - 3 % de cubrimiento) tales como Schinus molle y Opuntia ficus. En el<br />

páramo subalpino, la cobertura de bromelias es insuficiente y los bolsas de Polylepis incana y Buddleia coriacea, los cuales se<br />

regeneran lentamente, están siendo removidos para hacer madera para fuego. Los ganaderos y los mineros, que hacen uso del parque<br />

por encima de los 4400 m, le dijeron a las autoridades que los "Osos" centran sus zonas de vivienda en los valles inaccesibles al norte<br />

de la frontera del parque (Quebrada Quitaracsa - Nev. AlpaMayo) y sólo se aventuran al parque durante la estación lluviosa, de<br />

Octubre a Febrero, cuando la gente local y los turistas evitan las tierras altas. Después del temblor de tierra de 1970, donde más de<br />

un millón de personas perdió su hogar en esta parte de la sierra, se dice que los "Osos", al igual que otros animales, pueden haber<br />

casi que desaparecido (PEYTON, 1981).<br />

Las áreas subalpinas del sur del Perú (A, B) son usadas de manera similar por las personas, pero aquí el hábitat subalpino no se<br />

encuentra separado del bosque húmedo por amplios establecimientos humanos, y la escasa y alta cobertura de árboles frutales y<br />

Ericaceas en el páramo sur atrae los "Osos" a las partes altas entre Febrero y Abril. Las zonas altas del Parque Nacional Manu son<br />

representativas de esta zona ecológicas y, como gran parte del páramo del sur, repleta de ganado. Donde el ganado se encuentra<br />

presente, los rastros del "Oso" son encontrados al interior de un metro de cobertura o en una pendiente que ofrezca una ruta de<br />

escape, pero donde no existe ganado o signos de él, los rastros del "Oso" indican que el animal se mueve libremente lejos de la<br />

cobertura. La presencia de ganado ha llevado a algunos "Osos" a predar sobre el mismo. (PEYTON, 1981).<br />

El mejor hábitat para el "Oso" es el bosque húmedo entre los 1800 y los 2700 m. con una precipitación anual de 1800 a 3000 mm. (A,<br />

B, C, D, G). Estas condiciones climáticas se encuentran en aproximadamente 1.14% de la masa continental del Perú, pero la Mayor<br />

parte del bosque primario ha sido remplazada con Pinus radiata y Eucalyptus spp, o por cultivos de "Maíz" Zea mays, Solanum<br />

andiginum, Oxalis tuberosa, "Manioc" Manihot esculenta, Capsicum pubescens, "Café arábigo" Coffea arabica, "Té" Thea sinensis,<br />

y Eritrhroxilum coca (fuente de la cocaína). El bosque con más comida para el "Oso" se encuentra en pendientes moderadas (por<br />

encima de 15°), con árboles por encima de los 30 m cubiertos con comida de "Oso" epífitica como Tillandsia sp. y bulbos de<br />

orquídeas. Veintiún especies de árboles mostraron signos de que los "Osos" se han colgado durante años, sugiriendo que los "Osos de<br />

anteojos" pueden centrar su rango de acción alrededor de los bosquecillos de árboles conocidos. Los cazadores usan perros reportando<br />

éxitos regulares en su persecución, particularmente en la estación de fructificación de Cecropia sp., Eugenia sp., Ficus sp.,<br />

Benchesia sp., y Sideroxylon sp. (PEYTON, 1981)<br />

Los hábitats preferidos son bosques húmedos entre los 1.900 y 2.350 metros y bosques espinosos costeros, cuando en ellos hay agua<br />

disponible. También son utilizados pastizales de grandes altitudes. Tremarctos es en apariencia principalmente nocturno y<br />

crepuscular. Durante el día descansa entre o debajo de grandes raíces de árboles, en huecos de árboles o en cuevas. Frecuentemente<br />

trepa grandes árboles para obtener frutas. Mientras está sobre un árbol, puede ensamblar una gran plataforma de ramas rotas, sobre<br />

la que se ubica para comer y alcanzar otras frutas adicionales. Peyton encontró una de esas plataformas a una altura de 15 metros<br />

(NOWAK & PARADISO, 1983).<br />

El "Oso" habita en ambos lados de las montañas, desde el borde de la Selva Amazónica, en el este, hasta los desiertos y matorrales de<br />

las faldas inclinadas del Pacífico (RICCIUTI, 1983).<br />

Cordilleras de Chile. Restringido por Cabrera (1958) a las montañas al este de Trujillo, departamento de la Libertad, Perú (WILSON,<br />

ET AL. 1984).<br />

Los hábitats del "Oso andino" se caracterizan por ser áreas amplias no limitadas altitudinalmente sino más bien controladas por las<br />

características fenológicas de las especies alimentarias y permiten catalogar a T. ornatus como especie eurícora. En Colombia la<br />

distribución del "Oso andino" confirma lo descrito ya que abarca casi todos los sistemas montañosos, así como algunas regiones bajas,<br />

en un intervalo altitudinal que va desde 200 hasta los 4300 m. Las condiciones socioeconómicas del hombre colombiano lo han<br />

obligado a utilizar desmesuradamente estos hábitats, reduciéndolos, hasta el punto de hacer de T. ornatus según los criterios de<br />

Margalef, una especie paleoendémica (RODRÍGUEZ ET AL., 1986).<br />

El "Oso de anteojos" (Tremarctos ornatus) vive en una variedad de hábitats de América del Sur a lo largo de la Cordillera de los<br />

Andes, desde Venezuela hasta Bolivia. Esta especie prefiere el bosque de ceja, el bosque temperado, los ecosistemas de páramo y los<br />

pajonales. Los osos se encuentran desde los 457 metros de altitud hasta elevaciones que alcanzan los 4.000 m.s.n.m. (PAZ,1988).<br />

Sus hábitat predilecto es el bosque húmedo tropical que existe entre los chaparrales desérticos presentes a bajas elevaciones y en los<br />

prados alpinos en las altas elevaciones al interior de los Andes (MIDDLETON, 1997).<br />

Mapas referenciados<br />

ANDERSON, S. & JONES, J.K. (EDS.). 1967.<br />

http://convenioandresbello.org/cab3/sibd4/index.php?option=com_content&task=view&id=22&Itemid=58<br />

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<strong>Convenio</strong> <strong>Andrés</strong> <strong>Bello</strong><br />

5/20/09 10:35 AM<br />

Tremarctos ornatus In: recent mammals of the world: A synopsis of families. The Ronald Press Company. New York. p.329-331.<br />

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Presencia del Ucumari (Tremarctos ornatus) en el departamento de Tarija, Bolivia. Informe Interno CONICET, Argentina. 10 p.<br />

EISENBERG, J. 1989.<br />

Tremarctos ornatus In: Mammals of the neotropics. The Northern Tropics. Vol. 1. Panama, Colombia, Venezuela, Guyana, Suriname,<br />

French Guiana. First edition. The University of Chicago Press. Chicago and London. P. 267-268.<br />

JAIMES, V., RIVERA, D. & RODRÍGUEZ, D. 1987.<br />

Algunos aspectos sobre la biología y ecología de Tremarctos ornatus en la vertiente oriental de la sierra nevada del Cocuy (Boyacá,<br />

Colombia). Informe Unidad Investigativa del "Oso andino" Manaba. Santafé de Bogotá, Colombia.<br />

JORGENSON, J. 1979.<br />

Tremarctos ornatus In: Mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza. Informe Cuerpos de Paz. Santafé de Bogotá, Colombia. 9 p.<br />

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Tremarctos ornatus In: Mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza. Informe de actividades. Fundación Natura - Proyecto<br />

Parques en Peligro. Santafé de Bogotá, Colombia. 9 p.<br />

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Tremarctos ornatus In: Spectacled Bears in Peru. Oryx. 16 (1):48-56.<br />

PEYTON, B. 1983.<br />

Uso del hábitat por el "Oso frontino" en el Santuario Histórico de Machu Picchu y zonas adyacentes en el Perú. IX Congreso<br />

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Spectacled bear habitat use in the Historical Sanctuary of Machu Picchu, Perú. M.Sc. Thesis. University of Montana. 165 p.<br />

POVEDA, F. 1986.<br />

El "Oso andino", especie para conservar. Carta Ganadera 23(5):37-43.<br />

RODRÍGUEZ, D. 1991.<br />

Reconocimiento del hábitat natural del "Oso andino", Tremarctos ornatus, en el Parque Nacional Natural las Orquídeas, Antioquia,<br />

Colombia. Tesis Biología, Universidad Nacional de Colombia.<br />

RODRÍGUEZ, D. & CADENA, A. 1991.<br />

Evaluación y uso del hábitat natural del "Oso andino" Tremarctosornatus (F. Cuvier, 1825) y un diagnóstico del estado actual de la<br />

subpoblación del Parque Nacional Natural de Las Orquídeas, Antioquía, Colombia. Informe Final. Instituto de Ciencias Naturales.<br />

Universidad Nacional de Colombia. 131 p.<br />

RODRÍGUEZ, D. & HERNANDEZ-CAMACHO, J. 1987.<br />

Tremarctos ornatus In: Nuestra fauna. Boletín de El Espectador N. 1.<br />

RODRÍGUEZ, D., POVEDA, F., RIVERA, D., SANCHEZ, J., JAIMES, V. & LOZADA, R. 1986. Reconocimiento preliminar del hábitat<br />

natural del "Oso andino" (Tremarctos ornatus F. Cuvier 1825) y su interacción con el hombre en la región Nororiental del Parque<br />

Nacional Natural El Cocuy. Boletín Divulgativo MANABA. 1(1):1-47.<br />

RODRÍGUEZ, R. E.D. ET AL. 1986b.<br />

Distribución preliminar del "Oso andino" (Tremarctos ornatus) en Colombia. Comunicaciones No. 2 MANABA.<br />

RODRÍGUEZ, D. & R. LOZADA. 1989.<br />

Distribución y estado actual de las poblaciones de oso en Colombia. Reporte nacional. XI Congreso Latinoamericano de Zoología,<br />

Cartagena. Colombia. Resumen 8. p. 2.<br />

RODRÍGUEZ, V. s.f.<br />

Tremarctos ornatus In: El oso, nuestro hermano Mayor. Boletín Parque Nacional Natural Tamá. INDERENA. Santafé de Bogotá,<br />

Colombia.<br />

ROTH, H. H. 1964.<br />

Ein beitrag von Tremarctos ornatus (Cuvier). Der. Zoologishe Garten 29 Band. Heft 3.<br />

SUÁREZ, M.L. 1985.<br />

Hábitos alimenticios y distribución del "Oso de anteojos", Tremarctos ornatus, en el páramo suroriental del Volcán Antisana,<br />

Ecuador. Tesis. Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Quito. 60p.<br />

STEINHART, P. 1990.<br />

Tremarctos ornatus In: Oso de la Nubes. Traducción por Fundación para la educación superior FES- Fundación La Planada, de<br />

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Tremarctos ornatus In: Andean ambassador. Nature Conservancy 47(4):10-15.<br />

YERENA, E. 1987.<br />

Tremarctos ornatus In: Distribución pasada y contemporánea de los úrsidos en América del Sur. Mimeografiado memorias seminarios<br />

EA-7154. 31 p.<br />

CONSERVACIÓN<br />

Ulloa dice que el "Oso" es muy común en las provincias de Guijos y Macas. El "Oso" es frecuentemente amarrado a la espalda de los<br />

caballos. Se encontraba igualmente en los bosques al este de La Paz, Bolivia. De acuerdo a los relatos de Garcilaso de la Vega, era<br />

raro en Perú, hecho que el atribuye al método de caza. En la cual los Incas usaban por lo menos 25000 a 30000 indígenas, cuyas<br />

líneas cubrían 20 leguas, convergiendo en un embudo en el cual el juego del área cerrada se llevaba a cabo. A medida que el círculo<br />

se hacía más pequeño, las líneas de indígenas se iban haciendo más profundas mediante la adición de su número en la otra cara de la<br />

línea, para prevenir que los animales salieran de él. Cuando los animales encerrados eran finalmente atrapados, los carnívoros eran<br />

todos asesinados, pero de los "Venados", "Vicuñas" o algunos otros del juego, tan sólo un cierto número de machos y las hembras viejas<br />

eran sacrificados, los otros eran liberados. He visto conducciones similares para este tiempo, pero sólo en pequeña escala, y el<br />

número de "Osos" que eran capturados o asesinados era tan sólo una pequeña proporción del número de otros carnívoros grandes, de<br />

tal forma que su aparente escasez es probablemente la actual (TSCHUDI, 1844).<br />

En el Táchira (Venezuela), según el zoólogo OSGOOD (1911) el "Oso frontino" era cazado o visto muy pocas veces en las localidades<br />

donde estuvo coleccionando, y lo consideró como una especie decididamente rara, ya que durante su permanencia allí apenas pudo<br />

observar en la zona del páramo un fragmento de excremento, y en la hacienda El Severia le mostraron una pata de un ejemplar que<br />

habían cazado años antes.<br />

OSGOOD (1912) escribió que ellos son muy raramente vistos y son definitivamente raros en el páramo de Tamá en la frontera de<br />

Venezuela y Colombia.<br />

De los reportes recibidos de las fuentes locales, es evidente que los "Osos" son ampliamente comunes en numerosas localidades en la<br />

región árida en la que nosotros nos los encontramos. Que los "Osos" de esta región puedan ser la misma especie o subespecie que<br />

aquellos de las regiones boscosas del este del Perú no parece probable, pero sin especímenes de ambos sexos de ambas regiones el<br />

asunto permanece dudoso. Es incluso posible, como lo sugiere Tschudi, que el tipo original de Ursus ornatus llegara a esta región por<br />

la vía de Trujillo a pesar de lo que F. Cuvier propone que ellos venían de Chile. Ciertamente esto es que debe siempre haber existido<br />

una forma fácil de haber llevado "Osos" vivos a Trujillo, de todas formas los especímenes de Chile han sido anotados pero raramente<br />

del todo (OSGOOD, 1914)<br />

Se reporta para el Chaco boliviano. Se obtuvo una piel del cercano Caraparisito. Se ha dicho que allí que este es extremadamente raro<br />

y muy asustadizo de la presencia humana, se le acusa ocasionalmente de matar ganado (KRIEG, 1931).<br />

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Varios autores reiteran que se conoce muy poco de este "Oso", más allá del hecho que este parece ser raro más allá de su rango y es<br />

raramente visto o cazado. Este hecho y su rango restringido puede cuidar su inclusión entre las especies en una situación precaria<br />

(ALLEN, 1942)<br />

ERICKSON (1965) reporta al "Oso" como fuertemente cazado por deporte y es controlado en establos a manera de áreas de<br />

producción.<br />

En los alrededores de la ciudad de Trujillo (Perú), los "Osos de anteojos" existen todavía en un número relativamente bueno como<br />

para ser estudiados y poder hacer un tipo de reserva o coto de caza, igualmente el acceso no es tan difícil como en los lugares vistos<br />

en el departamento de Lambayeque y zonas del Marañón. El Dr. Mario Flores pudo tomar, hace poco, una foto a menos de cinco<br />

metros de una hembra seguida por las crías. Las encuestas realizadas revelaron que los Parques Nacionales representan la mejor<br />

esperanza como un vehículo para proteger "Osos frontinos" (PIERRET, 1966).<br />

En 1966, una investigación preliminar sobre el estado del "Oso" en el Ecuador indicó que la especie estaba bien representada, aunque<br />

no existían en el callejón interandino por la intensa actividad agrícola en el área (ERICKSON, 1966).<br />

Este "Oso", el único que vive en Sudamérica, es poco conocido tanto en libertad como en cautividad, lo cual posiblemente se deba a<br />

que su número nunca es grande, como sucede con muchas especies tropicales (BORRERO, 1967).<br />

En 1966, un reconocimiento fue iniciado para determinar el estado aparente del "Oso andino de anteojos" (Tremarctos ornatus),<br />

bajo el auspicio de la Fundación Mundial para la Vida Salvaje (WWF). El reconocimiento se basó en una revisión de la literatura,<br />

contacto con oficiales gubernamentales, científicos y otros informados sobre la vida salvaje Suramericana, e investigaciones de campo<br />

limitadas emprendidas por el autor durante el curso de dos meses de visitas a Suramérica. (Para un reporte completo sobre esta<br />

especie rara y en peligro ver el IUCN Survival Service Commission´s Red Data Book, Vol. I. Mammalia.). El resultado de este<br />

reconocimiento sugiere que el estado del "Oso de anteojos" es variado en cada uno de los cinco países en los cuales se encuentra<br />

(ERICKSON, 1967).<br />

En Venezuela, el límite norte del rango de la especie, el "Oso de anteojos" es ahora, y probablemente siempre lo ha sido, bastante<br />

raro. Este juicio se encuentra basado en el hecho de que existen muy pocos registros del "Oso de anteojos" de Venezuela y tan sólo<br />

una persona fue contactada que había visto aunque sea rastros del "Oso" en una única ocasión (ERICKSON, 1967).<br />

En Colombia el "Oso de anteojos" es posible encontrarlo en porciones del oeste, este y centro de la cordillera de los Andes, a pesar de<br />

que la mejor evidencia sugiere que la distribución y presumiblemente la abundancia en cada uno de estas tres cordilleras se ha<br />

reducido marcadamente desde los tiempos anteriores (ERICKSON, 1967)<br />

El estado aparente del "Oso de anteojos" en el Ecuador, parece muy bueno con poblaciones cercanas a prístinas permaneciendo a lo<br />

largo del país, a pesar de que las actividades agrícolas han pasado los límites del rango del "Oso" a lo largo de todo el valle que separa<br />

los ramales del este y del oeste. De todas formas, puesto que como el "Oso de anteojos" es encontrado muy pocas veces donde sea<br />

que las elevaciones sean menores de 2000 pies, parece poco probable que algo del traspaso de sus límites posea un efecto apreciable<br />

en el número de "Osos" en el Ecuador (ERICKSON, 1967)<br />

En el Perú como en Colombia, las Mayores reducciones en la distribución del "Oso de anteojos" son aparentes. Nunca más, la especie<br />

ha sido encontrada a lo largo de toda la cordillera de los Andes en ese país, con las mejores poblaciones residuales siendo<br />

encontradas en el sudoeste del Perú donde los sistemas de carreteras y las prácticas de agricultura son menos desarrolladas<br />

(ERICKSON, 1967).<br />

Pienso que el estado del "Oso de anteojos" en Bolivia se encuentra menos bien estimado que en el resto de los otros cuatro países;<br />

parece que el estado de la especie en ese país es bastante bueno, pero pienso que en un grado mucho menor que el que fue juzgado<br />

en el caso del Ecuador (ERICKSON, 1967).<br />

Para el total, los resultados de este reconocimiento apoya la idea de que el "Oso de anteojos" ha sufrido las Mayores reducciones en<br />

su distribución y número desde los tiempos anteriores. La causa aparente para la disminución del estado de la especie se debe a las<br />

prácticas agrícolas y el desarrollo de sistemas de carreteras, acompañados por la carencia de prácticas efectivas de conservación. La<br />

especie es igualmente ampliamente cazada por deporte y controlada en los lugares donde se encuentra ganado y en otras áreas<br />

agrícolas. Esta secuencia de eventos se puede esperar que continúe a medida que estos países continúen con su desarrollo futuro.<br />

Esto no implica que el "Oso de anteojos" esté siendo llevado a la extinción. Más bien, muchas consideraciones presagian un bien para<br />

su conservación. La principal de estas consideraciones es el hecho de que la especie disfruta de una amplia distribución que se<br />

extiende a lo largo de cinco fronteras nacionales y muchas unidades políticas. Adicionalmente la especie se ha adaptado a si misma a<br />

una amplio espectro de diversos tipos de hábitats. Ella se ubica desde el cercano desierto de cactus y otras asociaciones de plantas a<br />

unos 1500 píes de elevación, a través de bosques secos caducifolios, lluviosos y nublados hasta asociaciones de árboles similares a las<br />

alpinas excediendo los 12000 pies de elevación. Adicionalmente el "Osos de anteojos" ha mostrado una importante habilidad para<br />

resistir gran cantidad de presión de caza y para persistir en pequeños lugares aislados de hábitat (ERICKSON, 1967).<br />

Desde el punto de vista de estas consideraciones, parece altamente improbable que el "Oso de anteojos" se encuentre en un peligro<br />

inmediato de extinción. Esta evaluación no significa que sugiera, sin embargo, que una consideración temprana no debe ser tomada<br />

para iniciar los pasos mediante los cuales se asegure la conservación de la especie. En mi opinión dos importantes pasos deben ser<br />

tomados en este instante. El primero debe ser por parte de la Fundación Mundial para la Vida Salvaje (WWF) de unirse con otros<br />

grupos concernientes y agencias en este gran problema de preservar grandes áreas de los hábitats andinos como museos vivientes en<br />

la forma de parques nacionales naturales, reservas naturales, etc. Esto debe tener el efecto indirecto de preservar especies animales<br />

particulares. Un segundo paso positivo debe ser el de fomentar una legislación efectiva para la conservación que observe el manejo y<br />

la preservación de la vida silvestre Sudamericana. Si se realizan estos dos preceptos podremos casi que asegurar con certeza la<br />

preservación del "Oso de anteojos" así como de otras formas concernientes relacionadas (ERICKSON, 1967).<br />

A medida que los países de Sur América continúen con su desarrollo y a medida que la población crezca, el "Oso de anteojos" podrá,<br />

sin duda, convertirse en menos común. Se necesita conocer mucho más de su biología además de la preservación de áreas en las<br />

cuales es encontrado en el presente (KNIGHT, 1967).<br />

En 1968 Grimwood estimó 800-2000 para el total de la población Peruana de "Oso de anteojos".<br />

Tremarctos ornatus fue incluido en la lista de mamíferos del "Red Data Book" Vol. 1 Junio de 1969 preparado por el Comité de<br />

Supervivencia de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (U.I.C.N.)<br />

El "Oso de anteojos" a sufrido una reducción Mayor en su distribución y número en los últimos años. Las causas aparentes del<br />

disminuido estado de la especie es la difusión de las prácticas agrícolas y el desarrollo de sistemas de carreteras, acompañado de la<br />

carencia de prácticas efectivas de conservación. La especie es igualmente ampliamente cazada por deporte y para controlarla en los<br />

rangos de ganado y otras áreas agrícolas. Esta secuencia de eventos puede esperarse que continúe a medida que estos países<br />

continúen con su desarrollo futuro. Esto no implica que el "Oso de anteojos" se encuentre en camino de la extinción. Incluso, muchas<br />

consideraciones presagian un bien para su conservación. En contra de estas aseveraciones es el hecho de que la especie disfruta una<br />

amplia distribución que se extiende a lo largo de cinco fronteras de países y muchas unidades políticas. Adicionalmente la especie se<br />

ha adaptado por sí misma a un amplio espectro de diversos tipos de hábitats. Este rango desde cerca al desierto de cactus y otras<br />

asociaciones de plantas a 1500 pies de altura, a través de bosques secos deciduos, bosques húmedos y nublados a asociaciones<br />

parecidas a las alpinas excediendo los 12000 pies de altura. Adicionalmente, el "Oso de anteojos" muestra una marcada habilidad para<br />

resistir a la presión de caza y para persistir en hábitats remanentes alejados (ERICKSON, 1970)<br />

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Lo siguiente es entendido como un reporte de avance para la Fundación para la Vida Salvaje (WWF) proyecto 187, "Distribución y<br />

Estado del "Oso de anteojos". Un soporte financiero adicional para el proyecto ha sido provisto por una donación de la Escuela de<br />

Graduados de la Universidad de Minnesota. Más allá de la búsqueda bibliográfica y de la correspondencia, el trabajo principal en la<br />

protección del "Osos de anteojos" para toma de datos se ha desarrollado durante el curso de dos viajes a Sur América. El primero de<br />

estos viajes fue hecho en el período de Mayo 30 a Julio 15, 1966, durante una época que sugiere corresponder mejor a la estación<br />

seca en el Perú donde los estudios de campo fueron planeados como se describirá más adelante en este reporte. Durante este viaje se<br />

hicieron visitas a los países de Venezuela, Bolivia y Perú donde los oficiales del gobierno, biólogos y otros conocedores fueron<br />

entrevistados para determinar que se sabe sobre el estado y la ecología del "Oso de anteojos", además del escaso material publicado<br />

acerca de la especie. Adicionalmente, los viajes de campo fueron hechos a lugares que presumiblemente corresponden a los rangos<br />

donde se encuentra el "Oso" para ganar penetración en los requerimientos del hábitat ecológico de la especie como sigue : Venezuela,<br />

un día de viaje ; Bolivia, dos viajes, ambos de un día; y Perú; dos viajes de dos y una semana de duración, respectivamente. Se gastó<br />

igualmente una semana en Belem, Brasil en el trayecto de Venezuela a Bolivia, para asistir a un simposio de la biota del Amazonas<br />

donde otros científicos fueron entrevistados sobre el "Oso de anteojos". Un segundo viaje fue hecho a Sur América durante el período<br />

de Febrero 27 a Abril 7, de 1967, una época que se escogió, correspondiera a la estación seca en Colombia. El volumen esta vez fue<br />

gastado en estudios de campo centrados en los Andes Centrales al Sur de Colombia. De todas formas, se hicieron visitas a Quito y<br />

Guayaquil, Ecuador y a Lima, Perú para llevar a cavo entrevistas con personas con conocimientos acerca del "Osos de anteojos" en<br />

esos países (ERICKSON, 1970).<br />

Adicionalmente a estas actividades, un par de "Osos de anteojos" fueron comprados en 1966 de otros fondos y estos animales están<br />

siendo estudiados en el Parque Zoológico del Como en St. Paul, Minnesota. Estos animales han demostrado gran afinidad uno con el<br />

otro, al punto de que cuando se separan comienzan a castañear los dientes y gemir, y aparte de todo eso, manifiestan una<br />

considerable ansiedad antes de ser reunidos. Los animales fueron igualmente observados que se apareaban repetidamente entre Abril<br />

y Mayo de 1966, pensando que aparentemente fracasaron en traer a una cría. Sin embargo, es posible que una cría haya nacido pero<br />

que fuera devorada como frecuentemente ocurre con otros "Osos" en cautiverio. Mientras un detallado análisis y presentación de mis<br />

descubrimientos en el estado y biología del "Oso de anteojos" está siendo incorporado en un documento técnico, el siguiente presenta<br />

un resumen de la información reunida para datar las principales entrevistas y de mis propias observaciones (ERICKSON, 1970).<br />

La existencia de un buen sistema de carreteras en Venezuela reafirma la idea de que el "Oso" no disfruta una amplia distribución en<br />

ese país y aún son esperadas más anotaciones. La existencia de este sistema sugiere que, también, que el "Oso de anteojos" en<br />

Venezuela debe encontrarse en el presente confinado a las áreas montañosas más remotas de ese país. Las anotaciones del espécimen<br />

o las observaciones vivas de ese animal son conocidas de las áreas de Sabana Grande en el límite norte de la cordillera de Mérida, de<br />

la vecindad de Mérida en el mismo rango, y de El Cobre en la porción Sur del Rango. Un espécimen es igualmente conocido de los<br />

vecinos Machiques en la Sierra de Perijá en el extremo noroccidental de Venezuela (ERICKSON, 1970).<br />

En Bolivia el Capitán Víctor Vargas del Instituto Geográfico, Armada Boliviana ha gastado un gran número de años haciendo estudios<br />

de mapeo para el ejército Boliviano, sostiene que el área cerca a Carani, justo por encima de Socaba es una buena área para los<br />

"Osos" y él cree que ellos son bastante abundantes allí. El ha matado dos "Osos" en dicha área y se encuentra enterado de asesinatos<br />

adicionales de "Osos". El reportó el área cercana a Cajuta como que posee una población de "Osos" considerable, sin embargo, es de la<br />

opinión de que los "Osos" allí son menos abundantes en esa área ahora, comparados con los últimos cinco años, debido al hecho de<br />

que el número de nuevas vías se ha incrementado en dicha región. El capitán Vargas sostiene además que en el área de Mairana<br />

posee también una población de "Osos" pero el piensa que en esta área no es muy cazado. El ministro de Bosques reportó una carencia<br />

total de información concerniente al "Oso de anteojos" en los archivos del Ministerio de Agricultura (ERICKSON, 1970).<br />

El "Oso de anteojos" en el Perú, en general, parece que existe verdaderamente a través de todas las Mayores áreas forestales en los<br />

Andes Peruanos, a pesar de que la distribución y abundancia parece generalmente muy reducida en aquellas áreas penetradas por<br />

sistemas de carreteras. En Perú se emprendieron dos viajes de campo en un intento para ganar un conocimiento más exacto acerca de<br />

la distribución y estado del "Oso de anteojos" en ese país, y para determinar los requerimientos de hábitat por parte de la especie.<br />

De manera semejante se juzgó que una evaluación era esencial para rendir juicios del estado del "Oso" y por otra parte, para<br />

recomendar posibles pasos que deben ser tomados para asegurar la perpetuación de la especie si su existencia se juzga que se<br />

encuentra en peligro (ERICKSON, 1970).<br />

En Ecuador el Dr. Orces de una larga experiencia en viajes de campo fue muy enfático en la afirmación de que el "Oso" era muy<br />

abundante y casi que prístinamente abundante en ambos lados de los Andes desde elevaciones de 4500 pies en adelante. El reportó a<br />

los "Osos" como ausentes a lo largo de todo el valle entre el este y el oeste de los Andes, sin embargo, debido a la amplia agricultura<br />

practicada en dicha área. El ha incluso observado trazos del "Oso" en el cráter del volcán de Pichincha ubicado directamente sobre<br />

Quito. El Dr. Orces fue igualmente capaz de proveer información importante de los alimentos del "Oso" en el Ecuador (ERICKSON,<br />

1970)<br />

En Colombia el "Oso de anteojos" aún se encuentra en porciones del este, oeste y centro de los Andes; sin embargo, en cada uno de<br />

estos rangos se encuentra ampliamente reducido en comparación con los viejos tiempos. Aparentemente, aún existen a lo largo de<br />

todo lo ancho de la pendiente de los Andes occidentales, y a lo largo de las pendientes altas de los Andes centrales desde Ibagué por<br />

la cara sur hasta la frontera con Ecuador. La distribución de las especies en el Este de los Andes Colombianos se encuentra<br />

aparentemente separada de los componentes remanentes de la población al este y al sur de Tunja, justo al sur de Bogotá, y a lo largo<br />

de la pendiente oriental del rango que va desde Neiva por la cara sur al borde del Ecuador (ERICKSON, 1970).<br />

Teniendo en cuenta estas consideraciones, parece ampliamente improbable que el "Oso de anteojos" se encuentre en peligro<br />

inmediato de extinción. Esta evaluación no pretende sugerir, sin embargo, que una consideración temprana no debe ser dada para<br />

iniciar los pasos que vallan a asegurar la preservación de la especie. En mi opinión dos pasos deben ser tomados para esta época. El<br />

primero debe ser para la Fundación Mundial para la vida Salvaje (WWF) para unirse con otros grupos interesados y agencias en el<br />

amplio problema de preservar áreas Mayores del hábitat Andino como museos vivientes en la forma de Parques Nacionales, Reservas<br />

Naturales, etc. Esto debe tener al mismo tiempo que tener efectos indirectos para ayudar a preservar especies animales particulares,<br />

tales como el "Osos de anteojos". Un segundo paso positivo debe ser el adoptar una legislación efectiva para la conservación con<br />

énfasis a manejar y preservar la vida salvaje en Sur América. Si se efectúan, estos dos preceptos podrán casi asegurar la preservación<br />

del "Oso de anteojos", incluidos organismos relacionados tales como el "Tapir" de montaña (Tapirus pinchaque) y el "Venado pudu"<br />

(Pudu mephistopheles) (ERICKSON, 1970).<br />

Puede considerársele raro, si se tiene en cuenta la escasez de ejemplares en las colecciones de los museos y también la circunstancia<br />

de que en los parques zoológicos sólo recientemente se ha empezado a exhibir con más frecuencia individuos de otra especie,<br />

provenientes en su Mayoría del Ecuador y del Perú. Además, se le considera especie amenazada de extinción debido a la aparente<br />

escasez o reducidas poblaciones, a lo restringido de su hábitat y al hecho de que muchas veces es perseguido por los cazadores<br />

lugareños no sólo para obtener su carne, la piel y la grasa, la cual se usa como medicina, sino también por considerarlo un animal<br />

perjudicial que mata y devora becerros y causa daños en sus incursiones por los sembradíos. Los indios y campesinos de las regiones<br />

habitadas por el "Oso andino" lo cazan cuando lo encuentran invadiendo sus conucos o buscan incluso en las selvas donde vive. W. H.<br />

Osgood menciona que en la región árida de Menecucho en el norte de Perú, los lugareños utilizan perros para perseguirlo. En las<br />

regiones selváticas, acostumbra a encaramarse a un árbol al verse perseguido donde es fácil matarlo, o capturarlo vivo si se trata de<br />

un ejemplar joven (MONDOLFI, 1971).<br />

Recientemente el Ministerio de Agricultura y Cría de Venezuela lo ha incluido en la disposición que prohíbe totalmente la caza de<br />

algunas especies consideradas como raras. Es conveniente, para el efecto, dar a conocer esta prohibición entre los campesinos de las<br />

localidades habitadas por el "Oso frontino". Indudablemente para poder preservar esta interesante especie, es necesario conservar su<br />

hábitat, que los conuqueros vienen reduciendo con la tala de los bosques en las estribaciones de las cordilleras. Es indispensable el<br />

mantenimiento de amplias áreas de selvas vírgenes para asegurar la supervivencia de la especie; esto se puede lograr mediante la<br />

creación de parques nacionales y reservas biológicas que comprendan su hábitat. Por fortuna esta condición se encuentra dentro del<br />

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Parque Nacional Sierra Nevada de Mérida, pero se hace necesario crear un parque nacional en la Sierra de Perijá, para preservar la<br />

biota de esa importante región biogeográfica, así como otro que comprenda la región del páramo de Tamá y el Cerro El Teteo, donde<br />

no sólo se encuentra el "Oso frontino" sino muchas otras interesantes especies de mamíferos, aves, plantas, etc. (MONDOLFI, 1971).<br />

PEYTON colocó el estimado para 1979 para el norte del Perú en 850 "Osos".<br />

En la última edición de la IUCN Libro Rojo de Datos, el "Zorro melenudo" Crysocryon brachyrus y el "Oso de anteojos" Tremarctos<br />

ornatus se encuentran ambos clasificados como vulnerables, i. e. sus números se han reducido por la explotación y pérdida del<br />

hábitat hasta el punto donde ellos se tendrán que mover a categoría de ?en peligro? en el futuro cercano, si los factores casuales<br />

presentes en este momento continúan operando. Una Excelente cooperación de la Mayoría de los zoológicos hicieron posible el<br />

recoger una gran cantidad de datos, y estos han sito tabulados en las siguientes páginas. Algunos zoológicos desafortunadamente no<br />

respondieron, particularmente aquellos de Sur América, y esto ha tenido probablemente más efecto en los datos de Tremarctos. Un<br />

número de "Osos de anteojos" no han sido tomados en cuenta aún pero se sabe que viven en los zoológicos Suramericanos. Yo mismo,<br />

verdaderamente por una oportunidad, ví cuatro durante mi visita al zoológico de Quito en 1972, teniendo en cuenta que yo aún - a<br />

pesar de mis repetidas insistencias - no he recibido más detalles. La información acerca de este "Oso" es igualmente muy escasa, pero<br />

todo apunta a un drástico decrecimiento en el número, causado no solo por la caza, sino también por la progresiva destrucción de su<br />

hábitat. Se encuentra desde Colombia (tal vez Centroamérica) hasta Venezuela, Perú y el oeste de Bolivia. De todas formas, aparte de<br />

una razonablemente estable población en los bosques de gran altitud vírgenes del Ecuador y en algunos parques nacionales en<br />

Colombia, Venezuela y Perú, la especie en lo que queda de su rango parece ser escasa y bajo intensa presión de caza (ROEBEN,<br />

1975).<br />

Tremarctos ornatus fue listado en el Apéndice 1 del CITES en 1977.<br />

La Ley de Protección de la Fauna Silvestre y de los Recursos Ictiológicos, del Ecuador, prohíbe la cacería del "Oso de anteojos"<br />

(FIGUEROA, 1980).<br />

Hasta el presente, no existen en Bolivia reservas que puedan asegurar la efectiva protección de esta especie, con excepción quizás<br />

del Parque Nacional Amboro (ex Reserva Forestal Germán Busch) (KEMPFF-MERCADO, 1981).<br />

En Colombia la evidencia indica que la distribución y abundancia del "Oso de anteojos" se ha reducido marcadamente desde los<br />

tiempos anteriores. En Ecuador su estado parece ser muy bueno con cercanas poblaciones prístinas permaneciendo a lo largo de todo<br />

el país. Las actividades agrícolas han pasado los límites del rango de los "Osos" a lo largo de todo el valle separando los rangos del este<br />

y del oeste, pero se considera que no ha tenido efectos apreciables sobre el número. En Bolivia una breve pesquisa indicó que su<br />

estatus es muy bueno pero no tanto como en el Ecuador. En Perú Erickson notó que las Mayores reducciones en la distribución eran<br />

aparentes. Sin embargo este continúa siendo un extenso rango, las mejores poblaciones residuales han sido encontradas en el sudeste.<br />

De todas formas Peyton reportó que casi había desaparecido del desierto bajo subtropical, hasta estar en peligro en los picos de los<br />

Andes Occidentales, y de ser rara pero más segura en el rango Oriental. La Mayor disminución ha ocurrido en el rango Occidental<br />

donde en los años 1950s los cazadores los encontraban cinco veces más abundantes (THORNBACK, 1981).<br />

La nacionalización de la tierra, que comenzó en 1963, llevó a los colonizadores y a los cultivos hacia el interior de las áreas de<br />

montaña del Perú donde hasta ahora los "Osos de anteojos" habían sido disturbados sólo por cazadores ocasionales. Esto redujo<br />

ampliamente el número de "Osos", e igualmente se habituaron estos a sobrevivir comiendo las cosechas de las fincas y los animales de<br />

la granja que reemplazaron sus alimentos naturales, produciendo así la cólera de los granjeros quienes les contestaban con armas.<br />

Aun más, los "Osos" se disiparon los unos de los otros, en algunos casos confinados a las altas cumbres rodeadas por tierras cultivadas.<br />

El autor, quien gastó dos años estudiando al "Oso de anteojos" en el Perú, cree que como resultado, algunos "Osos" serán incapaces<br />

de reproducirse y la variación genética se verá reducida. En los años 60 gran cantidad de investigadores revelaron que las poblaciones<br />

del "Oso de anteojos" Tremarctos ornatus habían decrecido a todo lo largo de la Cordillera Occidental, en la cara oeste del rango<br />

costero de los Andes en Perú la pérdida de hábitat así como la cacería, todavía continúan. A la especie le fue dado el estatus de<br />

vulnerable en el libro rojo de la IUCN. Desde 1962 Perú ha creado cuatro parques o santuarios - Unidades de Conservación - que<br />

contienen "Osos de anteojos" y en 1975 ratificaron el CITES (Convención Para El Comercio Internacional De Especies Amenazadas) ;<br />

Perú promulgó igualmente una ley Forestal (no. 21147), la cual establece las pautas de manejo para la recientemente creada Policía<br />

Forestal para proteger los parques nacionales y controlar la caza. Nunca antes, una batalla emocional se había desarrollado entre<br />

quienes manejaban la vida salvaje, los proteccionistas, y los cazadores deportivos acerca del estatus del "Oso de anteojos". Algunos<br />

peruanos clamaron que la especie había sido sacada repentinamente, de igual forma que los cazadores deportivos, desobedecían las<br />

leyes de protección, cazándolos con innumerable éxito y clamando que existían aun muchos "Osos" en el Perú (PEYTON, 1981).<br />

Para ayudar, el Ministerio de Agricultura Departamento de Flora y Fauna recogió los datos necesarios, el autor condujo una<br />

investigación de dos años (1977-1979) en la cual incluyó cientos de entrevistas con cazadores reconocidos y campesinos locales y 54<br />

salidas de campo, que se ubicaron en altitudes que iban entre los 200 y los 5200 m. En treinta y nueve de los salidas de campo se<br />

encontraron 739 rastros de "Osos de anteojos", en la forma de avistamientos, rastros de lugares de alimentación, deposiciones,<br />

huellas, camas de día, nidos en los árboles, y señales de que se habían colgado. Para 254 de estos rastros se delineó una parcela de<br />

400 m 2 con el rastro del "Osos" en el centro, y se hicieron estimaciones en el porcentaje de la vegetación al interior de la parcela<br />

que proveían comida y abrigo, un sistema usado efectivamente por Jonkel, Melay y Demarchi para evaluar el hábitat crítico de los<br />

"Osos" grises. Este artículo examina los resultados de estos estimativos y consigo los efectos del uso de la tierra por parte del hombre<br />

sobre las poblaciones de los "Osos de anteojos" (PEYTON, 1981).<br />

La reducción en el número de "Osos de anteojos" en el Perú al parecer se encuentra muy cercanamente relacionada con la historia de<br />

la reforma agraria. Los Incas y sus predecesores, los Chimus (1250-1438 A de C.), coexistieron es paz con los "Osos de anteojos" y la<br />

carencia de representaciones de "Osos" en sus formas de arte sugiere que este recatado y gran animal herbívoro no competía con el<br />

hombre por comida o lo amenazaba en su sobrevivencia. Los incas fueron casi que los primeros en manejar la vida salvaje en el<br />

Nuevo Mundo, y ellos respondieron a la predación por "Pumas", Felis conclor incarum, sobre su ganadería mediante descomunales<br />

acorralamientos periódicos para recogerlos. Los "Osos de anteojos" que eran capturados en estos acorralamientos eran o bien<br />

liberados o bien asesinados por su carne; la grasa subcutánea del "Oso" era usada como un ungüento para curar tumores. Estos<br />

acorralamientos continuaron hasta los 1840s, y Tschudi fue testigo de muchos acorralamientos donde los "Osos" constituían tan solo<br />

una pequeña fracción de la encerrona. En los Andes Orientales las densidades del "Oso" pueden no haber sido más altas en el pasado<br />

de lo que lo son ahora, pero en los Andes Occidentales ellos habían comenzado a disminuir desde los tiempos de Tschudi (PEYTON,<br />

1981).<br />

Hacia finales del siglo XVIII y todo el siglo XIX los descendientes de los conquistadores españoles persiguieron a los "Osos" por deporte<br />

durante sus migraciones estacionales a las planicies inundadas del desierto costero. Cazando a caballo, aquellos corregidores mestizos<br />

corrían los "Osos" abajo hacia el desierto abierto, donde existía menos de un cinco por ciento de cobertura de vegetación en la que<br />

ellos se pudieran esconder, los enlazaban y luego los apaleaban hasta producirles la muerte. En el último medio siglo del siglo XIX,<br />

cuando los corregidores se convirtieron en los dueños privados de las tierras, los poseedores de las mismas cazaban a los "Osos" con<br />

perros (Mario Flores, pers. Com.), una práctica que continúo hasta el siglo XX y extendiendo la caza de "Osos" hasta los pies de las<br />

montañas y la selva húmeda de los Andes Occidentales. El "Oso de anteojos" era fácilmente cazado por los perros, a diferencia de su<br />

pariente cercano, el "Oso" negro Ursus americanus. (PEYTON, 1981).<br />

De tal forma que los dueños de tierras cazadores son ampliamente los responsables por el decrecimiento de los "Osos de anteojos" en<br />

partes del desierto costero y a lo largo de los ríos Pampas y Apurimac, igualmente ellos preservan el hábitat del "Oso" manteniendo un<br />

estricto control sobre sus campesinos en arriendo. Bajo la política de la reforma Agraria del General Fernando Belaunde Terry (1963-<br />

1968) el estado adquirió el 86.3% de la tierra del Perú, la Mayor parte de ella en el Amazonas salvaje donde el sueño del desarrollo<br />

de Belaunde y las carreteras al interior de la jungla destruyeron los hábitats del "Oso" en los Andes Centrales y Orientales para la<br />

agricultura y la industria maderera. Después de 1968 la cúpula militar del gobierno del General Franco Alvarado extendió la tenencia<br />

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del estado hasta incluir las grandes fincas privadas, y más de ocho millones de acres los que fueron convertidos a fincas cooperativas.<br />

Para 1975 la producción de comida cayó de 30 a 50 por ciento de lo que había sido en 1970, y una población creciente se excedió muy<br />

temprano la capacidad de carga de las fincas cooperativas. Careciendo de los controles de los antiguos dueños de las haciendas, la<br />

gente taló el bosque indiscriminadamente y se movió a las áreas habitadas por el "Oso de anteojos". El resultado para los "Osos" fue<br />

una reducción de su hábitat, la separación de sus recursos alimenticios y uno de otro, y el incremento del hábito de comer las<br />

cosechas de los humanos y el ganado remplazando estos alimentos sus alimentos naturales. Los granjeros locales respondieron al<br />

ataque de sus cultivos enlistando cazadores para esperar en sus campos y dispararle a los "Osos" cuando ellos vinieran a comer. Los<br />

campos de maíz se convirtieron para los cazadores modernos en lo que las planicies inundadas eran para los descendientes de los<br />

españoles (PEYTON, 1981).<br />

Los cazadores no son los únicos responsables por el decrecimiento en el número de "Osos" a lo largo de la costa. Pequeñas compañías<br />

privadas de madera de construcción y los ganaderos de la costa están tumbando la principal especie indicadora del bosque bajo<br />

desértico y el bosque espinoso para hacer cajas para limones (Bursea graveloens), carbón de leña y construcción (Prosopis limensis<br />

y Bombax discolor), pisos (Loxopterygium huasango) y madera para fuego. De hecho, el corte de madera para lumbre cerca a<br />

Olmos, en los cañones entre 350 y 1000 m, puede significar la extinción eventual de la ave del guano de ala blanca Penelope<br />

albipennis. Los "Osos" en esta área al norte del pueblo de Canchaque se encuentran ahora altamente habituados a comer maíz y<br />

ganado. En las áreas secas donde menos de 200 mm de precipitaciones anuales apacienta al ganado y la eliminación de la vegetación<br />

han prevenido a los "Osos" de moverse hacia los recursos de comida en el desierto bajo e igualmente moverse entre poblaciones.<br />

Existen probablemente menos de 100 "Osos" en el matorral desértico bajo costero y el bosque espinoso, muchos de ellos dispersos en<br />

bordes de las partes altas rodeados por terrenos ampliamente usados y tierras alteradas (PEYTON, 1981).<br />

Los parques Nacionales de Huascan y Cutervo y el recientemente creado Santuario Histórico de Machu Picchu son muy pequeños para<br />

preservar al "Osos de anteojos" efectivamente. Las especies en el tope de la cadena trófica usan diversos recursos de comida y<br />

necesitan grandes cantidades de espacio, y ya que los "Osos de anteojos" son capaces de utilizar tipos de hábitats extremos, la<br />

ubicación de los parques es menos importante que su tamaño y su manejo. La mejor medida de manejo para los "Osos de anteojos" es<br />

crear zonas de amortiguamiento rodeando el parque, e integrándolas en los planes de manejo de parques. El área inmediatamente<br />

adyacente a la frontera noreste al santuario histórico de Machu Picchu, por ejemplo, contiene bosque húmedo que está mejor<br />

adecuado a las necesidades ecológicas de los "Osos", posee una buena población de "Osos", una población remanente de Taruka y unas<br />

muy buenas poblaciones de Pudu mephistopheles, venados Mazama chunyi, y M. americana. Las leyes deben encaminarse a<br />

prevenir la indiscriminada tala de árboles, la quema de los bosques, y el asentamiento de pastizales en las áreas protegidas. Se le<br />

debe prestar atención particular a mantener las áreas donde los alimentos preferidos del "Oso" crecen, para, en todos los hábitats del<br />

"Oso", la gente local reporte que entre Febrero y Julio grandes grupos son vistos en estos sitios, algunas veces con pequeños<br />

cachorros, de tal forma que ellos puedan servir al propósito de brindar parejas potenciales para el apareo en ese momento (PEYTON,<br />

1981).<br />

Se requieren fondos para preservar los parques Nacionales de Tingo María y Cutervo con fronteras e igualmente la Policía de Bosques<br />

con biólogos entrenados en el manejo de vida salvaje y métodos de campo. Una cosecha limitada de "Osos de anteojos" por cazadores<br />

con licencia no beneficiaría a la especie en este momento, y los químicos, el impacto producido o los aparatos ruidosos que han sido<br />

desarrollados para controlar el problema de los "Osos" son menos que exitosos en los Andes debido a que ellos son muy costosos,<br />

dependen de recursos de energía, y son fácilmente mal usados por los campesinos locales (PEYTON, 1981).<br />

El "Oso de anteojos" está considerado VULNERABLE por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (THORNBACK &<br />

JENKINS, 1982).<br />

De los cinco parques nacionales que contienen "Osos de anteojos", escogí el Santuario Histórico de Machu Picchu porque el parque y la<br />

zona adyacente representan uno de los pocos corredores entre las poblaciones de "Osos frontinos" de la Cordillera Central con la<br />

Cordillera Oriental. Este corredor es todavía más importante cuando uno toma en cuenta que al sur del parque no hay sino unos pocos<br />

kilómetros cuadrados de bosque seco alrededor del Río Apurímac en la Cordillera Central, donde se encuentra el "Oso" y que al norte<br />

del parque las poblaciones de "Osos" en la Cordillera Central y la Cordillera Oriental están separadas por los tributarios principales del<br />

Río Amazonas. Para dar fuerza el potencial de este parque, para mantener una población reproductiva de "Osos de anteojos" este<br />

estudio de dos años entre Abril y Noviembre de 1979 y 1982 tuvo como objetivos : 1. Determinar y describir los tipos de hábitat y<br />

micrositios en el santuario de Machu Picchu y zonas adyacentes que tienen importancia para el "Oso". 2. Determinar el uso de estos<br />

tipos de hábitat por el "Oso". 3. Evaluar estos hábitats en términos de su capacidad de satisfacer los requisitos ecológicos de los "Osos<br />

de anteojos" y 4. Medir el grado de uso por la gente y cómo estos usos afectan las poblaciones de "Osos" (PEYTON, 1983).<br />

La extensión del área del "Oso de anteojos" es más afectada por la distribución de poblaciones de gente y sus actividades<br />

agropecuarias y también la capacidad de un área para proveer las necesidades ecológicas de los "Osos". 135 sitios tuvieron huellas de<br />

"Osos" en 6 de las 10 zonas de vida presentes: páramo subalpino, páramo de lluvia, estepa alta, bosque húmedo montano, bosque<br />

húmedo montano bajo y bosque muy húmedo montano bajo. No se encontraron huellas de "Osos" a niveles Mayores de 4170 m en el<br />

páramo subalpino. Estas elevaciones en su Mayoría están pastoreadas y quemadas con frecuencia y ofrecen poca comida y refugio.<br />

Tampoco hubo huellas del "Oso frontino" a niveles menores de 2020 m. El área entre 1000-2000 m ha sido cultivada en forma<br />

intensiva desde el reino de Pachacuti, después de derrotar a las Chancas en más o menos 1438 AD. Basado en las localidades de<br />

huellas de "Osos" durante este estudio y en observaciones del grado de cambio del hábitat del "Oso de anteojos" desde 1979, he<br />

determinado lo que yo considero es la mejor estimación de la extensión del "Oso de anteojos" en el área de estudio (PEYTON, 1983).<br />

Usando el mismo método de estimar el área de zonas utilizadas por "Osos", aproximadamente la tercera parte del Santuario es<br />

utilizada por la gente. La manera como una población de "Osos" resulta dividida y su medio ambiente destruido bien mostrada en este<br />

área del estudio. El abarrotar con ganado e incendios frecuentes en las zonas altas han destruido la Mayoría del hábitat del "Oso de<br />

anteojos" en el páramo, especialmente por el sur del río Urubamba, donde más de 45 % de este lado del parque está para pastoreo de<br />

ganado hoy en día. Lo mejor del hábitat del "Oso" en el sur del Santuario Histórico de Machu Picchu, en la vecindad de Sayacmarca,<br />

ha sido invadido por el ganado proveniente de los drenajes del alto PacaMayo y el Sayacmarca. En otros lugares los campesinos en los<br />

bosques montanos bajos, particularmente en los valles de Aobamba y LucuMayo están explotando los bosques altos y reemplazándolos<br />

por campos de maíz. Durante los últimos cinco años, un promedio de cinco "Osos" fueron muertos en estos maizales. Con Mayor<br />

frecuencia los "Osos frontinos están llegando a ser más restringidos a hábitats de pobre calidad, en los bosques por encima de 3,000 m<br />

y siendo colocados entre 2 centros de actividad humana. Los movimientos laterales de los "Osos" han llegado a ser restringidos,<br />

también por el crecimiento de la población humana a lo largo de los ríos. En los drenajes de Santa Teresa y LucuMayo las poblaciones<br />

humanas han destruido el corredor para el "Oso", con la excepción de una banda angosta de bosque de "Bambú" entre 2,800 - 3,100<br />

m. Esta migración de la gente ha sido ayudada por el desarrollo del ferrocarril, la carretera que baja del abra de la Málaga, el<br />

turismo, y la planta hidroeléctrica (PEYTON, 1983).<br />

Investigar la posibilidad de ampliar el Santuario para incluir el lado occidental del drenaje Aobamba, los dos lados del drenaje de<br />

Santa Teresa hasta el río Sacsara y el sur del drenaje del LucuMayo. Estas áreas proporcionan 18,400 ha de hábitat del "Oso"<br />

incluyendo bosques húmedos y muy húmedos de los montanos bajos con árboles frutales, que fueron considerados como las mejores<br />

áreas para los "Osos de anteojos". Además, 2 de estas áreas (el costado oeste del drenaje de Santa Teresa, entre la Playa y<br />

Mandornilloc ; y el costado nordeste del drenaje de LucuMayo, entre los valles de Pistipata y Incatambo) contienen mejor hábitat de<br />

montano bajo y páramo que aquél encontrado en el parque. Estas amplificaciones deberían ser consideradas no únicamente para los<br />

"Osos", sino también para otros taxa de flora y fauna y para las ruinas arqueológicas encontradas en el área. En ambas áreas entre<br />

2,300 - 2,650 m se encuentra el "Mono martín" (Cebus apella), que no se encuentra en el parque. El páramo de lluvia de Incatambo<br />

también tiene el "Venado pudú", la "Taruka" (Hippocamelus antisensis) y el "Oscollo", un gato poco conocido de la montaña. Estos<br />

tres animales considerados en peligro de extinción casi no existen dentro de los límites del Santuario (PEYTON, 1983).<br />

Los forasteros que visitan las regiones de alta montaña del mundo en vías de desarrollo, con frecuencia se asombran de la gente que<br />

habita en esas granjas de suelos tan inclinados que parecen verticales. En los Andes de Perú, por ejemplo, los campesinos laboran<br />

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tierras con una inclinación de 70 grados. Empujados a salir de los valles por las presiones de la población, los Andeanos labriegos,<br />

hambrientos de tierra, deben adueñarse de granjas sobre las laderas de las montañas -que no podrían ni por un momento ser<br />

consideradas adecuadas para la agricultura-. Cuando lo hacen, amenazan algunos de los últimos refugios del "Oso de anteojos", una<br />

criatura fuerte pero en peligro, cuyo futuro depende de su permanencia en las remotas montañas. Cuando los cambios provienen de<br />

la naturaleza, el "Oso de anteojos" es altamente adaptable. En una u otra estación, algunas veces, puede vivir en desiertos costeros<br />

dorados por el sol, bosques de niebla lluviosos y pastizales altoandinos. Viviendo cerca de la gente, sin embargo, es otro asunto. Esta<br />

criatura, que es la única especie de "Oso" nativa de Sudamérica, vive pobremente cerca de los humanos y ha sufrido inmensamente<br />

por las actividades de estos y la destrucción de su hábitat (RICCIUTI, 1983).<br />

Con todo, un científico que ha estado estudiando el "Oso" intensamente en los Andes peruanos, dice que con un manejo cuidadoso,<br />

este puede retornar a un nivel al cual podría ser cazable. Efectivamente, dice el biólogo Bernard Peyton, la caza deportiva<br />

estrictamente controlada, en un futuro podría ayudar a financiar programas de manejo para el "Oso de anteojos". Inicialmente su<br />

población debe ser reestablecida y su supervivencia asegurada, un punto que a veces parece insuperable. Los "Osos" son muy raros en<br />

los desiertos costeros abiertos del Perú, donde no cuentan con cubierta, dice Peyton, cuyos estudios son financiados por la Sociedad<br />

Zoológica de Nueva York. Durante el último siglo, las poblaciones de "Oso" han sido severamente reducidas por los cazadores armados.<br />

En su amplio rango de distribución, los "Osos" sobreviven mejor en las lomas selváticas, arriba de los desiertos y en unas pocas franjas<br />

de pastizales de alta montaña. Sin embargo, el hombre ha invadido el país del "Oso". Los bosques han sido cortados para obtener<br />

madera y para hacer espacio para la agricultura. En Perú, los problemas para el "Oso" se volvieron críticos, después de que el gobierno<br />

tomó más del 86% de las tierras del país, durante la reforma agraria de 1960. Unos pocos años después, un nuevo gobierno, convirtió<br />

más de 8 millones de acres de granjas en cooperativas que han sido adueñadas por entes privados. "Cuando se pierde el control de los<br />

futuros dueños de las haciendas", explica Peyton, "la gente tumba el bosque indiscriminadamente y se desplaza a áreas habitadas<br />

normalmente por el los "Osos" " (RICCIUTI, 1983).<br />

Como resultado, los "Osos" pierden su protección y alimento. Cuando la alimentación mengua naturalmente, estos buscan sustitutos,<br />

como cultivos agrícolas, especialmente de maíz, plantados donde alguna vez fue el país del "Oso". De la misma forma que lo hacen<br />

con las frutas, los "Osos" siguen la temporada de cosecha de maíz en las pendientes andinas. Los "Osos" pueden diezmar un cultivo de<br />

maíz, lo que podría significar la diferencia entre una mesa llena de alimento o la hambruna para los campesinos pobres de montaña.<br />

"Ellos son un peligro económico para la gente", dice Peyton, refiriéndose a los "Osos" que atacan los cultivos. Por tanto no es<br />

sorprendente que los granjeros le disparen a los "Osos" cuando es posible. Algunas veces la supervivencia de una familia depende de<br />

maíz, plantado donde los "Osos" alguna vez se alimentaron de comida natural. Los "Osos", sin embargo, son bastante prudentes en sus<br />

desplazamientos. Cuando se aventuran en los altos pastizales o en desiertos abiertos en tierras bajas, se mueven a través de espesos<br />

matorrales. El maíz que es atacado por estas criaturas es aquel que se halla hacia los bordes de los bosques húmedos espesos. Uno de<br />

los bosques típicos de este tipo es el de "ceja de selva", sobre las pendientes orientales de los Andes, sobre el salvaje Amazonas. La<br />

Mayoría de los "Osos de anteojos" peruanos viven allí, y tienen la mejor oportunidad de sobrevivir, dice Peyton, porque el ambiente es<br />

menos accesible al hombre. Estos bosques son densos, húmedos y crecen sobre escarpadas pendientes, desde todo punto de vista<br />

intransitables (RICCIUTI, 1983).<br />

Los estudios poblacionales muestran que los "Osos de anteojos" son comunes solamente, en las áreas más remotas de su rango de<br />

distribución. Contándolos a todos, el número poblacional es de varios miles. De acuerdo con los datos publicados por la UICN, hay<br />

alrededor de 100 en Venezuela, un "buen" número en montañas del Ecuador y Bolivia, y cerca de 2.000 en Perú, sin embargo la<br />

presión sobre la especie sigue siendo implacable. Claramente, el "Oso de anteojos" necesita hábitats inalterados. En Perú se da una<br />

situación típica, algunas de las poblaciones de "Osos" más saludables se encuentran dentro o cerca de los pocos parques nacionales. El<br />

problema es, según Peyton, que los "Osos" necesitan considerablemente más territorio del que proveen los parques, porque deben<br />

desplazarse ampliamente de acuerdo a la estación, en busca de diferentes alimentos (RICCIUTI, 1983).<br />

Para empeorar la situación, las tierras de parques están estrechamente cercanas a granjas que han sobrepasado sus linderos. Algunas<br />

áreas dentro de los parques también han sido invadidas por ganado, que compite con los "Osos" por el alimento. La última<br />

investigación de Peyton ha sido en el nuevo santuario histórico de Machu Picchu, una reserva establecida para proteger las<br />

imponentes ruinas Incas, así como sus áreas naturales. La selva húmeda favorable para los "Oso", crece en áreas adyacentes a la<br />

reserva y deberán ser adicionadas a esta, sugiere Peyton. El se refiere también a la creación de zonas que rodean los parques, donde<br />

se restrinja la agricultura. Otra ruta sugerida por Peyton, quien ha trabajado conjuntamente con el gobierno peruano, es acoplar la<br />

protección del hábitat del "Oso" con la preservación de cuencas hidrográficas. Los bosques de alta montaña son importantes<br />

vertientes, su destrucción causará inundaciones, erosión y salinización de cuerpos de agua en las pendientes inferiores. Cuidar las<br />

cuencas significará salvar los "Osos" (RICCIUTI, 1983).<br />

A lo largo de su área de distribución geográfica, el "Oso" utiliza diversos tipos de vegetación, determinados fundamentalmente por el<br />

gradiente altitudinal y la diferente exposición de las laderas de los Andes y formaciones geológicas relacionadas. Con el objeto de<br />

realizar un relevamiento de primates y precisar el límite austral del "Oso de anteojos", realizamos un viaje al Departamento de<br />

Tarija, donde recogimos numerosas referencias de los pobladores sobre la presencia del "Oso". De tal manera pudimos obtener dos<br />

cráneos de machos adultos, cazados en Abril de 1983 en la Serranía de Huacaya cerca de las localidades de Huayco y San Josecito<br />

(Provincia O?Connor). Estos animales fueron muertos con armas de fuego mientras se alimentaban de un vacuno supuestamente<br />

cazado por ellos. El lugar de captura se sitúa a los 2000 metros s. n. m. en un área de pastizal colindante con bosques de pino y<br />

alisos (BROWN & RUMIZM, 1985).<br />

El "Oso de anteojos" es desplazado de sus hábitats naturales por la actividad humana y es muy perseguido por alimentarse del maíz<br />

cultivado y del ganado doméstico, encontrándose en marcada regresión numérica en toda Sudamérica. Por lo tanto es necesario<br />

conocer la distribución y el estado poblacional de esta especie en Bolivia y determinar zonas de relativamente alta densidad para<br />

delimitar reservas que aseguren su persistencia en el tiempo. Es sumamente importante que el Departamento de Tarija tome<br />

conciencia de la necesidad de conservar esta especie, única en Sudamérica, y cuya existencia forma parte de su patrimonio científico<br />

y cultural. Para esto es necesario lograr la protección de una zona donde el "Oso" pueda convivir con el hombre en cierta armonía<br />

(BROWN & RUMIZM, 1985).<br />

La captura con propósitos comerciales del "Oso de anteojos" está prohibida por la Convención sobre el Comercio Internacional de<br />

Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES). Sin embargo, las poblaciones de los "Osos" están siendo muy afectadas por la<br />

caza indiscriminada y la progresiva destrucción de su hábitat, por lo que es necesario un mejor conocimiento de su ecología para<br />

planificar el manejo y conservación de la especie (SUAREZ, 1985).<br />

En Colombia se obtuvo evidencia de la presencia del "Oso de anteojos" en el Parque Nacional Natural Chingaza, el Parque Nacional<br />

Natural Páramo de Pisba (Boyacá), el Parque Nacional Natural El Cocuy (Boyacá), el Parque Nacional Natural Los Nevados (Tolima), el<br />

Municipio de Andes, Hacienda La Siria (Antioquia), el Reserva Natural de La Planada (Nariño) . El Parque Nacional Natural de Puracé<br />

(Cauca), parece sostener una buena población de "Osos" (Tremarctos ornatus) y "Dantas" (Tapirus pinchaque). En el Santuario de<br />

Fauna y Flora de Iguaque (Boyacá) (Colombia) está extinto desde hace aproximadamente 10 años (JORGENSON & RODRÍGUEZ, 1986).<br />

Las visitas realizadas a los diferentes lugares del país aún no son suficientes para dar una idea clara del estado actual del "Oso de<br />

anteojos" en Colombia, si bien se puede afirmar que es precario y que urgen programas de educación popular para evitar su eventual<br />

extinción de los Andes Colombianos, así como los estudios sobre su biología, etología y ecología de poblaciones (JORGENSON &<br />

RODRÍGUEZ, 1986).<br />

Las poblaciones de "Osos" sobrevivientes son fragmentarias, notablemente en Colombia y Perú, donde los "Osos" viven en todos los tres<br />

rangos de los Andes, y en Bolivia donde son poblaciones aisladas, como aquellas en Chapari, Sus Yungas, y Tarija están separadas por<br />

vastas tierras agrícolas alguna vez habitadas por "Osos". El "Oso de anteojos" ha sido reportado desde la Argentina (provincia de Salta)<br />

y observados en Panamá (Cerca al parque nacional Katios en Colombia), dos países donde el animal se encontró en el pasado hoy en<br />

día ya no se conoce que exista todavía. El "Oso de anteojos" no vive en Chile y no se conoce en el Brasil (PEYTON, 1986).<br />

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La pérdida del hábitat, el problema más grande para su sobrevivencia, ha aumentado dramáticamente desde los años 1950s, con un<br />

éxodo sin precedentes de campesinos de la tierra desde las áreas de alta montaña hasta los bosques nublados y la jungla en los<br />

últimos 15 años. La eliminación del hábitat del "Oso" en las áreas centrales y en los corredores usados para la dispersión de los<br />

animales ha aislado las poblaciones de los "Osos" una de otra de los importantes recursos alimenticios, y los "Osos" han ahora<br />

explotado el ganado introducido y los cultivos de maíz que reemplazan sus recursos alimenticios naturales. Sus depredaciones sobre<br />

cultivos y la muerte del ganado han cambiado a la vez la actitud de los granjeros locales. Mientras que en el pasado los "Osos de<br />

anteojos" eran ignorados, o en algunas culturas reverenciados y protegidos (Incas y sus predecesores), los campesinos locales ahora<br />

vivamente ayudan a los cazadores a asesinarlos. Las extinciones locales de las poblaciones donde la caza existe sugiere que la caza es<br />

un agente adicional de mortalidad, y no uno compensatorio (PEYTON, 1986).<br />

Aunque el mínimo rango que requieren los "Osos de anteojos" aún es desconocido, los miembros han adoptado el siguiente criterio<br />

para identificar áreas que ameriten atención. Las unidades de conservación (parques) existentes actualmente poseen prioridad,<br />

particularmente si ellos poseen diversidad biológica y pueden servir como modelos de uso de la tierra para las áreas que los rodean.<br />

Ellos deben incluir todo el ecosistema de montaña desde los pastizales (3100-4100 m.) hasta las colinas al pie de los Andes (600-900<br />

m.), e igualmente contener por lo menos 30.000 hectáreas de bosque de niebla sin disturbar y entre los 1500 y 2700 m; ambas son<br />

áreas características de hábitats donde se presentan las más grandes poblaciones de "Osos". Estos parques se encuentran<br />

predominantemente en la pendiente occidental de los Andes Orientales entre el sur de Colombia y el sur de Bolivia, y los miembros<br />

de la SBG han concentrado sus esfuerzos en proteger por lo menos un área que se conozca posee estas condiciones en cada nación<br />

Andina (PEYTON, 1986).<br />

Desde 1980, se han creado cuatro parques nacionales con poblaciones de "Osos" -La Planada, Colombia ; Abieso y Yanachaga, Perú ; y<br />

Amboro, Bolivia. Dos parques potenciales cada uno de más de 400000 hectáreas han sido identificados - Antisana, Ecuador; y<br />

Apolobamba, Bolivia. Aunque los parques son adiciones bienvenidas a la estrategia total de la preservación del bosque nublado, la<br />

llave para una efectiva conservación de los "Oso" descansa en su manejo. La Mayoría de los parques donde los "Osos" viven no poseen<br />

un personal de protección. Bolivia, por ejemplo, tiene 19 parques, pero tan sólo Ulla Ulla posee guardias. Muchos de los parques en<br />

los cuales los "Osos" se encuentran en áreas políticamente sensibles (eg. Puracé, Macarena, y Los Nevados en Colombia), y algunos que<br />

no poseen fronteras identificadas (eg. Cutervo y Tingo Maria en el Perú). Los miembros del SGB se encuentran hoy en día<br />

seleccionando y entrenando guardias y supervisando la construcción de estaciones de guardias en el parque nacional Amboro<br />

(PEYTON, 1986).<br />

Debido a la tasa de destrucción del hábitat, y a la desaparición de las poblaciones de "Osos", los miembros de la SBG han intentado<br />

impulsar medias de emergencia para la protección de los animales, aunque datos críticos de los requerimientos del hábitat y los<br />

parámetros de la población no se conocen aún. Algunos estimativos han sido introducidos para el Santuario Histórico de Machu Picchu<br />

(32590 ha.) , donde un estudio de dos años, financiado por la Sociedad Zoológica de Nueva York, reveló que el 57% de los parques se<br />

encuentra ocupado por humanos y su agricultura, y tan sólo un tercio por los "Osos". El estudio igualmente sugirió fuertemente que el<br />

"Oso de anteojos" selecciona su alimento al interior de los tipos de hábitats basados en la seguridad, recursos alimenticios y facilidad<br />

de viaje. Esto reduce el estimado del hábitat ocupado en Machu Picchu a aproximadamente 5000 hectáreas. Dando la probabilidad de<br />

que el parque rápidamente se encuentre rodeado por terrenos pésimamente desarrollados que no son usados tanto por "Osos" como<br />

por humanos. Las adiciones incluyen la Mayoría de los importantes tesoros arqueológicos por los cuales el parque fue fundado,<br />

además de 18000 hectáreas de hábitat adyacente que ha sido encontrado mejor ajustado para los "Osos de anteojos" y otras especies<br />

en peligro (PEYTON, 1986)<br />

Otro punto importante de la conservación del "Oso de anteojos" y su monitoreo es la educación. El "Oso de anteojos" es reconocido<br />

como un poderoso signo de la conservación en Ibagué, Tolima, gracias a los programas públicos de los medios y a las conferencias<br />

ecológicas patrocinadas por los miembros colombianos de la SBG. Los proyectos se encuentran ahora en camino en Perú y Colombia<br />

para enseñar los conceptos ecológicos básicos a los niños de colegio con la ayuda del "Proyecto Salvaje", un programa de educación<br />

pública para los profesores patrocinado por la Asociación Occidental de Peces y Agencias para la Vida Salvaje. En 1983 un curso de<br />

entrenamiento fue realizado en Machu Picchu para entrenar a los biólogos provenientes de Perú, Bolivia y Argentina en el<br />

reconocimiento de los rastros del "Oso", técnicas de vigilancia, y análisis del hábitat; cursos similares fueron programados para 1985<br />

en el Ecuador. Los miembros de la SBG se encuentran ocupados en Colombia, Venezuela, el Reino Unido y los Estados Unidos para<br />

preparar el manual de técnicas de labranza y diseños de exhibición para el "Oso de anteojos" (PEYTON, 1986).<br />

La represión humana ha hecho que el "Oso" huya ante ella o la eluda. Parece común en Perú y Nariño que entre a los maizales o<br />

asalte un rebaño, cuando no hay nadie cerca, después de cerciorarse. Si no existe presión, el "Oso" no teme al hombre: Tunebos o<br />

Ubá, de Boyacá, como se autodenominan, lo consideran su hermano Mayor, lo llaman "Manaba" y permiten que llegue hasta sus casas<br />

(POVEDA, 1986).<br />

BURTON & PEARSON (1987), citaron al "Oso de anteojos" como uno de los mamíferos raros del mundo, amenazados o en peligro de<br />

extinción.<br />

El WWF, lanzó una campaña, usando el "Oso de anteojos" como emblema, para ayudar a preservar una porción representativa de esta<br />

importante bioregión. Con los fondos obtenidos el WWF y FES iniciaron un compañerismo en conservación y FES tomó el desafío de<br />

manejar La Planada como una reserva natural. En Enero de 1986, se inició un programa de reproducción en cautiverio para ayudar a<br />

la conservación del "Osos de anteojos". En febrero de este año llegaron a La Planada dos jóvenes individuos, provenientes del oriente<br />

de Nariño (vertiente amazónica). Posteriormente en el mes de Agosto de este mismo año, llegó a La Planada un pequeño "Oso" macho<br />

"Azabache", que pesaba 4 kilos y tenía una edad estimada de 6 meses (OREJUELA, 1988).<br />

Existe poca información acerca de los números totales de "Osos de anteojos" en libertad, pero todos los registros disponibles indican<br />

que la población está declinando. La pérdida de hábitat, la diseminación de la agricultura y el desarrollo de sistemas de carreteras<br />

son las Mayores amenazas a la supervivencia de la especie (LINCOLN PARK ZOOLOGICAL GARDENS, 1988).<br />

En Colombia, varios grupos de conservación, incluyendo MANABA, Herencia Verde, Fundación Natura, Amigos de la Tierra, Grupo<br />

Ecológico de Ibagué - Sobrevivir y Grupo Ecológico de la Universidad del Tolima han desarrollado programas de educación ambiental<br />

centrados en el "Oso de anteojos". Además, biólogos de la División de Vida Terrestre Silvestre del Inderena, la agencia de manejo de<br />

recursos naturales del gobierno, han desarrollado varios folletos acerca de la vida silvestre en peligro (incluyendo el "Oso de<br />

anteojos") para su distribución al público, especialmente a los niños de los colegios (LINCOLN PARK ZOOLOGICAL GARDENS, 1988).<br />

En Perú, dos de los principales hallazgos de estos estudios fueron que los "Osos" usan una amplia variedad de hábitats y que grandes<br />

reservas abarcan todos los hábitats necesarios para ser incluidos en el desarrollo de los planes de manejo del "Oso de anteojos". Estos<br />

estudios también dieron la oportunidad a los miembros de la SBSG y estudiantes de universidades peruanas de ganar experiencia de<br />

campo útil, en la localización de signos del "Oso", colección de plantas y animales y desarrollar herramientas generales de<br />

supervivencia en campo. Varios miembros de SBSG y grupos ambientalistas en Perú han realizado programas de educación sobre el<br />

"Oso de anteojos", incluyendo ECCO, Amigos de Machu Picchu y APECO (Asociación Peruana de Conservación de la Naturaleza), pero<br />

los resultados han sido limitados (LINCOLN PARK ZOOLOGICAL GARDENS, 1988).<br />

Como en Bolivia, en Argentina se han realizado pocos programas de educación ambiental que involucren al "Oso de anteojos". Sin<br />

embargo, esto no es inesperado, puesto que el "Oso de anteojos" podría ser un elemento extraño de la fauna en Argentina y los<br />

principales centros de población humana están localizados al sur del posible hábitat del "Oso de anteojos" (LINCOLN PARK<br />

ZOOLOGICAL GARDENS, 1988).<br />

Al "Oso de anteojos" se le ha dado protección nacional e internacional. A través de su rango, la caza del "Oso" está prohibida o<br />

estrictamente regulada. El comercio internacional de "Osos de anteojos" está regulado por la Convención en Comercio Internacional<br />

de Especies en Peligro de la Fauna y Flora Silvestre (CITES), de la cual son miembros todos los países donde la especie existe<br />

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(LINCOLN PARK ZOOLOGICAL GARDENS, 1988).<br />

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En un video realizado por el Parque Zoológico de Lincoln, se discute el manejo del "Oso de anteojos" en cautividad (LINCOLN, PARK<br />

ZOO, 1988).<br />

La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES), ubica a T. ornatus en el<br />

APENDICE I y lo cataloga como una especie INDETERMINADA (PAZ, 1988).<br />

El "Oso de anteojos" es poco conocido aún en su propio continente. Reducido a pequeñas y aisladas poblaciones por la destrucción de<br />

los bosques, sus días están contados. Para la Mayoría de los latinoamericanos el "Oso" habita un paisaje que no es ni espiritual ni real.<br />

Si observamos una vista de satélite de los Andes, se darán cuenta. Hace mil años, los valles andinos, desde Lima en el Perú hasta<br />

Barranquilla en Colombia estaban densamente cubiertos de bosque. Hoy, éstos han prácticamente desaparecido. Un vuelo de Quito a<br />

Guayaquil demuestra que el bosque desde las crestas andinas hasta los mares del Pacífico ha desaparecido. Colombia ha perdido la<br />

mitad de los bosques que tenía en 1966, 25 millones de hectáreas, un área del tamaño del Estado de Oregón. En el Valle del Río<br />

Cauca desde Cali hasta Medellín, simplemente ya no se ve bosque. En lugar de la vasta diversidad y complejidad del bosque se<br />

encuentran los rectángulos de agricultura simplificada. También el "Oso de anteojos" está en peligro. En toda la región andina los<br />

bosques han sido talados y están fragmentados de tal manera que los "Osos" han sido forzados a vivir en islas de vegetación, rodeadas<br />

de asentamientos humanos. Aún los Parques Nacionales no son puertos seguros para los "Osos". En el Santuario Histórico de Machu-<br />

Pichu en Perú, por ejemplo, más de la mitad de la tierra está cultivada. Sólo 30 kilómetros cuadrados ofrecen hábitat adecuado para<br />

los "Osos" (STEINHART, 1990).<br />

Donde los "Osos" sobreviven, la presión de caza es intensa. En todas las naciones andinas es ilegal cazar "Osos de anteojos", pero la ley<br />

no se hace sentir. Los campesinos matan los "Osos" cuando éstos invaden sus maizales. Los cazadores deportivos ofrecen suculentas<br />

recompensas monetarias a campesinos que los puedan conducir a un "Oso". Luego de hablar a indígenas y cazadores que vieron<br />

frecuentemente "Osos" en el pasado, pero en la actualidad no, Peyton cree que la población de "Oso andino" ha disminuido a sólo una<br />

tercera parte de lo que fue hace 30 años. El está preocupado que al forzar al "Oso" en pequeñas y aisladas poblaciones, pronto<br />

perderá su integridad genética y perecerá (STEINHART, 1990).<br />

En Norteamérica la solución sería crear un parque nacional o refugio de vida silvestre. Pero en América Latina los parques nacionales<br />

no tienen mucho apoyo político y se violan con frecuencia. El Parque Nacional La Macarena en Colombia se estableció con cerca de un<br />

millón y medio de hectáreas pero ahora tiene sólo alrededor de 700.000. En Ecuador el Estado construyó una carretera a través de la<br />

Reserva Biológica Cayambe-Coca para el mantenimiento de un oleoducto desde los pozos en la Amazonía hasta los consumidores en<br />

los valles andinos. La carretera se llenó de colonos en poco tiempo. Sólo 10 de los parques nacionales de Colombia tienen personal y<br />

de estos sólo seis tienen planes de manejo. Declarar los bosques de La Planada y alrededores parque nacional, no salvaría a los "Oso<br />

de anteojos" (STEINHART, 1990).<br />

El "Oso andino" es frecuentemente cazado en zonas boscosas adyacentes a los campos de "Maíz" entre los 2300 y 2700 m.s.n.m.<br />

utilizadas por la especie para alimentarse entre Octubre y Noviembre, en la vertiente húmeda, y entre Enero y febrero, en la<br />

vertiente seca de la cordillera. Un análisis detallado de los registros de cacería recogidos en el área se presenta en el capítulo de<br />

estado de la población. Para todo el muestreo, el ambiente que brinda menor protección a la especie sin duda es el páramo, cuyo<br />

cociente de ocultamiento es muy bajo (0.037) como consecuencia de la naturaleza de la cobertura vegetal. En este caso, la<br />

desviación estándar de los valores de visibilidad horizontal es muy alta, dependiendo de los atributos topográficos de las áreas<br />

muestreadas. En este ambiente la protección más bien depende de la inaccesibilidad del área, dada por la pendiente, la topografía y<br />

las neblinas densas y frecuentes (RODRIGUEZ & CADENA, 1991).<br />

Aunque los "Osos" rara vez son cazados en los bosques, en algunas ocasiones los ejemplares que lograron escapar de los maizales son<br />

seguidos hasta este lugar con la ayuda de "perros oseros", que obligan al animal a subirse en los árboles donde los cazadores los<br />

matan. Aunque la Mayoría de "Osos" muertos en los maizales son machos, se informa que las hembras con cría visitan estos sitios<br />

algunas veces y que, en un caso al menos, fue muerta una con el cachorro en el maizal. Las visitas a los campos de "Maíz" se hacen<br />

en las horas de la mañana (de 5:00 a 6:00) y en horas de la tarde (de 5:00 a 6:00) cuando los campesinos se encuentran recogiendo la<br />

cosecha (RODRÍGUEZ & CADENA, 1991).<br />

Para conservar y conocer el "Oso andino" se deben poner en marcha algunos mecanismos utilizables en su protección en los hábitats<br />

de bosque andino. Como primera medida, dado que los animales son cazados en época de cosecha, se deben desarrollar campañas<br />

educativas inmediatamente antes de que esta empiece. Dichas campañas deben ir enfocadas hacia la apropiación de los recursos por<br />

parte de los habitantes locales más que hacia la necesidad de protección de la fauna porque esto último no tiene aplicación práctica<br />

inmediata en la vida del campo. Seguidamente, impulsar la construcción de señuelos que se ubiquen dentro del maizal para despistar<br />

el animal, construir un corredor limpio entre el maizal y el borde del bosque y a la vez presentar alternativas de tecnificación de los<br />

cultivos, ya que uno de los argumentos de los habitantes de la región que los "obliga" a matar el "Oso" es preservar el "Maíz" que les<br />

sirve de sustento. Otra alternativa para este problema podría ser la creación de un subsidio contra la pérdida de maíz por culpa del<br />

"Oso", siempre y cuando se pueda reglamentar sobre bases prácticas y reales que involucren los mismos habitantes de la región<br />

(RODRÍGUEZ & CADENA, 1991).<br />

Es imposible pretender mantener inalterables los bosques de los cuales los campesinos derivan su sustento, ya sea extrayendo<br />

maderas o con la agricultura o la ganadería e inconveniente desalojar los habitantes establecidos de tiempo atrás en dichas zonas por<br />

las condiciones económicas del país. No obstante, se podría considerar crear áreas de reserva forestal por encima de una determinada<br />

altura en lugares de muy baja productividad agropecuaria podría permitir la presencia de corredores altoandinos usables por los<br />

"Osos" para interconectar los diferentes núcleos de población. Es necesario involucrar entidades municipales, regionales, nacionales e<br />

internacionales en estas campañas de educación a plazos corto, mediano y largo mediante el aporte de los elementos que cada una<br />

pueda ofrecer con toda seguridad. Por ejemplo, asesorar a la población en silvicultura, zoocría de especies comestibles o<br />

comercializables en otros renglones, piscicultura, etc., con un criterio participativo, investigativo y de apropiación gradual de la<br />

conservación, a la vez que se mejora su nivel de vida (RODRÍGUEZ & CADENA, 1991).<br />

En el Parque Nacional Natural Chingaza (Colombia), así como se están adelantando en la zona, programas de reintroducción de<br />

especies nativas de otros grupos (v. gr. Programa Cóndores), se podría pensar en realizar programas similares con especies extintas o<br />

en peligro, es el caso de la "Danta de páramo", Tapirus pinchaque, y el "Oso de anteojos" Tremarctos ornatus (LOPEZ-AREVALO,<br />

1993).<br />

El "Oso de anteojos" es una especie rara y en peligro. Es posible que tan sólo queden 2000 de esos "Osos" aun en libertad. El bosque<br />

de niebla, hábitat en el que ellos sobreviven está desapareciendo rápidamente bajo el incremento de la deforestación de la tierra<br />

para soportar la subsistencia de la agricultura (MIDDLETON, 1997)<br />

Por otra parte, oficialmente el "Oso andino" está perdiendo terreno. En el más reciente y extensivo censo, la escasez del "Oso" no fue<br />

refutada sino redefinida. El "Oso" está irremediablemente ausente en lugares donde los caminos han disectado el bosque, y donde el<br />

ganado por un lado y el "Maíz" por el otro, están reduciendo los principales bosques que constituyen su abrigo y alimento. Los "Osos"<br />

aislados en parches separados de hábitat peruanos, están mostrando una reducción de su tamaño corporal y una disminución en el<br />

número de nacimientos de cachorros. A pesar de la existencia del Programa Mundial para su cría, que maneja una población de 200<br />

"Osos", y a pesar de la actual controversia para reintroducir los "Osos" cautivos al bosque, el problema del "Oso" ha opacado el camino<br />

de la conservación del ecosistema andino. Para los conservacionistas educados en ecología, el "Oso" es una especie capital , una<br />

metáfora para la conservación de la naturaleza de los Andes. 67% de las especies endémicas latinoamericanas, viven en tan sólo el 5%<br />

del área de América Latina, sobre las pendientes orientales de los Andes. De acuerdo a su tamaño, el bosque de niebla andino es más<br />

diverso en especies que las ricas selvas bajas del Amazonas (STOLZENBURG, 1997).<br />

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La UICN (1997) lo considera Vulnerable/ A2bc.<br />

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Recientes investigaciones conducen a calificarla como especie altamente amenazada debido principalmente a que su distribución<br />

natural coincide con el área de Mayor desarrollo del país, a la inclemente persecución a la que es sometida por considerársele<br />

erróneamente como peligrosa y a la equivocada creencia en supuestos poderes curativos o afrodisíacos de su carne o su grasa. De no<br />

tomar conciencia del verdadero valor que representa, para el ecosistema y para el país, nuestro más grande exponente de la fauna<br />

tetrápoda, podremos extinguirlo en un corto tiempo (RODRÍGUEZ, s.f.).<br />

HISTORIA NATURAL<br />

Comportamiento<br />

Los nidos construidos en árboles y en la tierra por parte de Tremarctos ornatus fueron reportados por BRIDGES (1948).<br />

Las costumbres del "Oso", son poco conocidas ya que su modo de vivir no se presta para las observaciones. Es de hábitos arbóreos, en<br />

los árboles construye una especie de nido tosco de ramas donde duerme. No ataca al hombre, pero molestado o herido puede ser<br />

peligroso. El año 1949 hemos escuchado del Sr. Ing. Agr. Salerno Gray, entonces administrador de la Hda. Monte Seco (Prov.<br />

Hualgayoc) el siguiente relato. Por allá un campesino armado sólo de una escopeta cargada con perdigones, en el momento menos<br />

pensado divisó un "Oso". Sin reflexionar disparó sobre el animal, que enfurecido se lanzó sobre el cazador. El infeliz al verse perdido,<br />

abandonó la inútil escopeta tratando de estrangular al animal. Ambos abrazados rodaron por la pendiente, donde fueron hallados por<br />

los campesinos. El "Oso" muerto todavía abrazaba al hombre, que sin sentidos presentaba profundas desgarraduras en la espalda.<br />

Trasladado al hospital, sanó sólo después de varios meses (BRACK, 1961).<br />

El "Oso de anteojos" es exclusivamente arbóreo, trepando a los árboles libremente para obtener los frutos y los brotes jóvenes los<br />

cuales forman su comida principal (CRANDALL, 1964).<br />

El oso ataca muy raramente y sobre todo si uno trata de capturar a su cría (PIERRET, 1966).<br />

Aunque su vida discurre en el suelo, parece que construye especies de plataformas sobre los árboles en donde permanece la noche,<br />

pero no se sabe si estos nidos constituyen una guarida permanente o solo son temporales (BORRERO, 1967).<br />

Las costumbres del "Oso andino" en su ambiente natural son muy poco conocidas ya que las características del hábitat y su modo de<br />

vivir no se prestan para hacer observaciones frecuentes y detalladas. Hasta el momento no se han realizado investigaciones sobre la<br />

biología de este interesante género de "Osos"; apenas disponemos de escasas y escuetas observaciones y relatos de algunos zoólogos y<br />

la suministrada por cazadores nativos de las regiones habitadas por este animal. De lo poco que sabemos de sus costumbres se deduce<br />

que es bastante arborícola y marcadamente vegetariano. Igual que otros "Osos" suele andar solitario excepto durante la época del celo<br />

cuando el macho y la hembra forman pareja durante algunas semanas, o encontrarse una hembra acompañada por uno o dos oseznos.<br />

El sentido más desarrollado en los "Osos" es el olfato; el oído es bastante agudo pero la vista, en cambio puede considerarse mediocre<br />

(MONDOLFI, 1971).<br />

Arbóreo y terrestre, se reporta que es uno de los Ursidos más herbívoros. No hiberna. Es diurno. Los adultos tienden a ser solitarios<br />

excepto durante la época de apareamiento, sin embargo se vieron parejas andando juntas a lo largo de otras épocas. Muy pocas<br />

observaciones fueron hechas de este "Oso" en libertad. De tal forma que Tremarctos solo ha sido fotografiado una vez vivo en su<br />

hábitat natural (EGOSCUE, 1972).<br />

En el bosque húmedo del suroccidente del Ecuador, en una gran meseta en las pendientes Andinas a una elevación de<br />

aproximadamente cuatro mil pies, yo caminé a lo largo de los rastros de dos adultos del "Oso de anteojos". Yo tenía un cazador nativo<br />

conmigo cuando nosotros encontramos el primer rastro, el cual según el hombre decía que era de cinco días de antigüedad. Sus<br />

huellas, que eran más largas y mucho más anchas que la mano de un hombre, eran indistinguibles, daban la impresión de que la pata<br />

se encontraba vendada, desde que no habían marcas de garras que fueran visibles en el suelo. A medida que nosotros seguíamos los<br />

rastros del animal arriba de la loma los rastros se hacían más cada vez más y más frescos hasta que el nativo dijo que ellos eran de<br />

tan sólo un día de antigüedad. Nosotros pasamos por seis lugares en los que el se había echado dormir. Los "Osos", evidentemente<br />

animales poderosos, habían tumbado muchos árboles de dos pulgadas de diámetro, y se habían alimentado de las hojas de una palma<br />

llamada árboles de "pambili" de 80 a 100 pies de alto. Ellos evidentemente habían trepado los árboles y habían bajado para sí todo el<br />

racimo de frutos, que lucía algo así como el de la "Palma real". Gran cantidad de árboles habían sido trepados, algunos de ellos<br />

muchas veces, ya que ellos poseían tanto marcas viejas como marcas frescas de garras. Otro tipo de comida era asegurado mediante<br />

el rompimiento y la tumba de palmas jóvenes, rasgando el tallo joven y comiendo las hojas no abiertas en el interior (CRANDALL,<br />

1964).<br />

El "Oso de anteojos" es solitario, un individuo recorre largas distancias por día. Sólo en el apareamiento y cría se pueden ver parejas<br />

y hembras con cachorros, respectivamente. No se conoce con precisión el lapso de preñez; puede estar entre los 5 y medio y los 8<br />

meses, al cabo de los cuales nacen generalmente dos oseznos muy pequeños, de 25 cm de longitud y 380-450 gramos de peso,<br />

totalmente desvalidos. Estos abren los ojos al mes y cuarto de nacidos. Suele trepar árboles en procura de alimento o para construir<br />

"camaretas" donde descansa o guarda presas. También hace encames en el suelo, en hoquedades de rocas que lo cubran,<br />

amontonando hojas para abullonar (POVEDA, 1986).<br />

T. ornatus puede ser un dispersor de semillas importante dentro del ecosistema. Al abrir el dosel de la selva actúa como un factor<br />

biótico que incide sobre el potencial de regeneración natural (plántulas) (RODRÍGUEZ ET AL., 1986).<br />

El "Oso de anteojos" es un hábil trepador, tanto para la obtención de alimento como para la construcción de refugios de descanso en<br />

la parte alta de los árboles, aunque también es factible encontrarlo en el piso, cerca a troncos grandes (LOPEZ-AREVALO &<br />

MONTENEGRO-DIAZ, 1993).<br />

El "Oso" es un gran escalador, duerme en grandes árboles donde construye nidos provisionales doblando ramas. Con su actividad, al<br />

buscar comida y dormideros, rompe los palos secos, que se van acumulando y caen al suelo para descomponerse y convertirse en<br />

abono. Quizá con ello el "Oso" es un bombero voluntario que previene incendios, pues de otra manera el bosque acumula "chamizo"<br />

como se le dice en el campo a la leña seca y menuda. El "chamizo" aumenta el riesgo de incendios, ya sean accidentales o<br />

provocados. Al defecar, el "Oso" siembra las especies de árboles de los que comió frutillas. Por todo ello, se convirtió en Manobi,<br />

mascota y emblema de los parques nacionales (CAFAMILIA 1998).<br />

Al igual que la Mayoría de los miembros de la familia Ursidae, son hábiles trepadores, facultad que utilizan para encaramarse en las<br />

copas de algunas especies de palmeras en busca de sus frutos o de sus cogollos, o para trepar a los árboles donde construyen<br />

plataformas de ramaje que temporalmente utilizan a manera de "nidos"; también es conocida la utilización, como albergue temporal,<br />

de cavernas naturales cuyo piso cubren con hojas de frailejón (Espeletia sp.). Se les observa, en la Mayoría de las ocasiones,<br />

solitarios, pero en el caso de hembras adultas pueden hallarse acompañadas por una o dos crías que permanecen con la madre por<br />

espacio de seis a ocho meses (RODRÍGUEZ, s.f.).<br />

Filogenia<br />

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SIMPSON (1945) cuestiona la separación de Tremarctos desde Ursus, en vista de que este proceso no es universalmente admitido y<br />

afirmó que su separación en una subfamilia es claramente excesiva.<br />

Hay tres subfamilias de la familia Ursidae: Agriotheriinae, Tremarcterinae y Ursinae, de éstas la Agriotheriinae se extinguió al final<br />

del Plioceno (KURTEN, 1966).<br />

Tremarctos durante el Pleistoceno se distribuía desde Florida, California y México hasta el sur de Bolivia, Sureste de Brasil y La<br />

Provincia de Buenos Aires, Argentina (HERSHKOVITZ, 1969).<br />

La subfamilia Tremarcterinae tiene una distribución exclusivamente americana y su primer miembro conocido es Pliorcnatus, del<br />

Mioceno superior. Esta forma bien pueda ser ancestral de los otros géneros de la subfamilia, Tremarctos y Arctodus (extinto), los<br />

cuales aparecen en el Pleistoceno de Norte y Sur América. Una especie fósil norteamericana, el Tremarctos floridanus (Tremarctos<br />

mexicanus) es considerablemente Mayor que Tremarctos ornatus (MONDOLFI, 1971).<br />

HERRERO (1972), postuló que Tremarctinae y Ursinae se separaron en el Plioceno, y que las dos líneas son derivadas de Ursavus sp.<br />

El análisis de los dientes deTremarctos ornatus llevado a cabo por THENIUS (1976), lo convenció de que la separación de Ursidae<br />

(Ursus, Melursus, Helarctos) y Tremarctinae (Tremarctos, Arctodus) debió haber tenido lugar tempranamente, quizá en el<br />

comienzo del Mioceno tardío de Norteamérica. Señaló que los restos fósiles lo confirman, porque Plionarctos edensis del Plioceno<br />

tardío de Norteamérica debe ser clasificado como miembro de Tremarctinae, pero Ursus minimus (= "arvernensis") del Plioceno<br />

tardío de Europa como Ursinae.<br />

El posible antecesor de Tremarctos y Arctodus, Plionarctos, aparece en el Henfiliense de Norteamérica por primera vez (SAVAGE &<br />

RUSSELL, 1983).<br />

En el Blanquense del Plioceno, se expanden los miembros de las subfamilias Tremarctinae y Ursinae (Ursus). Llama la atención<br />

igualmente, que aparezca con anterioridad, en depósitos del Blanquense III (Plioceno), Tremarctos floridanus antecediendo a<br />

Arctodus, lo cual podría significar una línea evolutiva de Mayor antigüedad para Tremarctos. Además de la revisión detallada del<br />

género con material exclusivo del Pleistoceno, se ha logrado datar en 2,5 millones de años (Plioceno) el depósito más antiguo de<br />

Tremarctos en Norteamérica. Es importante hacer notar que Arctodus y Tremarctos, fueron contemporáneos cuando menos hasta<br />

finales del Pleistoceno (glaciación de Wisconsin, 11-12.000 años a.p.). Para esa misma fecha parece haber ocurrido la extinción de<br />

Arctodus en NA. Sintetizando, es posible plantear la hipótesis de una divergencia evolutiva de Tremarctos, la cual dió origen a<br />

Arctodus, quien se extinguió primero. El género Tremarctos está representado por dos especies: T. floridanus (Gidley, 1928)<br />

extinguido. Encontrado en depósitos de edades del Wisconsin, Pleistoceno Tardío (inclusive post-glacial) e Illinoiense-Sangamoniense,<br />

del sur y suroeste de NA. T. ornatus (Cuvier, 1825): viviente. No se ha hallado en depósitos fósiles. Distribución a lo largo de los<br />

Andes de Suramérica (SA). Arctodus en SA, y Arctodus y Tremarctos en NA, fueron contemporáneos durante todo el Pleistoceno. La<br />

no existencia de Tremarctos en depósitos del Pleistoceno de SA, hace suponer que este género arribó en el reciente. Sin embargo, es<br />

posible que aparezcan dichos fósiles en un futuro. Una vez desaparecidos los Arctodus tanto en NA como en SA, posiblemente<br />

Tremarctos inició un proceso expansivo hacia el sur, proviniendo de NA. Este proceso pudo haber producido cambios genético -<br />

poblacionales que diferenciaron a T. floridanus lo suficientemente como para reconocer una nueva especie: T. ornatus. La aparición<br />

de esta nueva especie pudo haber ocurrido en Centroamérica, la cual debe haber ingresado a SA muy recientemente. Dada su<br />

ausencia en depósitos fosilíferos, no es posible indicar una fecha aproximada, pero probablemente esto pudo haber sucedido hace<br />

menos de 14.000 años atrás. Los primeros osos que llegaron a América del Sur lo hicieron una vez emergido definitivamente el Istmo<br />

de Panamá. Este paso debe haber ocurrido alrededor de 2 millones de años atrás. Se expandieron en el continente aparentemente de<br />

una forma más amplia que la de los actuales "Osos" vivientes. Esta amplitud probablemente pueda explicarse tomando en cuenta el<br />

prolongado lapso de tiempo de que dispusieron para su dispersión en comparación con Tremarctos. Arctodus en Suramérica se<br />

diversificó hasta el punto de reconocerse tres posibles especies. Arctodus desaparece del continente por causas aún no esclarecidas,<br />

cuando menos unos 14.000 años atrás. Un segundo género, Tremarctos, muy estrechamente emparentado con el anterior, hace su<br />

aparición proviniendo seguramente desde Centroamérica o Norteamérica, en tiempos muy recientes. Todos estos osos pertenecen a<br />

una subfamilia probablemente evolucionada exclusivamente en América (YERENA, 1987).<br />

Una interrogante importante, es el por qué de la ausencia de Tremarctos en la actual Mesoamérica. Si admitimos el origen nórdico<br />

de Tremarctos y conociendo la existencia de T. floridanus en el Pleistoceno mexicano, es lógico pensar que habiendo tenido que<br />

atravesar forzosamente estas tierras en su expansión hacia el sur, haya logrado establecer (al menos teóricamente) poblaciones<br />

estables. Es posible sugerir tres factores a ser tomados en cuenta: a) desplazamiento por causa del hombre; b) la ausencia de un<br />

sistema montañoso complejo e intrincado que pueda haber favorecido la sobrevivencia de la especie ante cualquier factor negativo<br />

para su existencia, entendiendo dicha sobrevivencia en términos de refugio físico y diversidad de hábitats; c) alguna influencia<br />

competitiva por parte de los ursinos Ursus arctos y Ursus americanus, establecidos al norte de Centroamérica. Probablemente todos<br />

estos factores hayan podido entrar en juego para producir la ausencia de osos en Centroamérica (YERENA, 1987).<br />

El género Tremarctos comprende dos especies conocidas T. floridanus y T. ornatus, y presumiblemente tuvo su origen en América<br />

del Norte desde donde se extendió hacia América del Sur, al igual que Arctodus, una vez que se configuró el Istmo de Panamá hace<br />

aproximadamente unos 5.8 millones de años. La especie norteamericana T. floridanus tuvo una amplia distribución en Estados Unidos<br />

y en el norte de México y se extinguió por causas desconocidas al finalizar el Pleistoceno (RODRÍGUEZ, s.f.).<br />

Hábitos alimentarios<br />

TSCHUDI (1844) mencionó que los "Osos" predan sobre "Venados", "Guanacos" y "Vicuña".<br />

El alimento principal de estos osos en el este de Trujillo (Perú) es un fruto de forma similar a una pera con un escudo exterior pesado<br />

que envuelve gran cantidad de hojas, de una especie de Capparis localmente conocida como "Chapote". " La región es durante<br />

grandes períodos casi que carente de agua y la vida animal es muy limitada. De los reportes recibidos de las fuentes locales, es<br />

evidente que los "Osos" son bastante comunes en numerosas localidades áridas de la región." Los dos individuos observados se<br />

encontraban alimentándose al medio día a plena luz del sol tropical (OSGOOD, 1912).<br />

En una región árida del norte del Perú, OSGOOD (1914) reportó que uno de sus alimentos principales parecía ser las hojas de<br />

Capparis sp.<br />

En una cuenca de bosque húmedo en el Ecuador, TATE (1931) encontró evidencia de que el "Oso de anteojos" se alimentaba de las<br />

hojas de una palma que el obtenía trepando árboles altos de 80 a 100 pies. Y cortando todos los racimos de frutos. Muchos de los<br />

troncos poseían tanto marcas de garras viejas como frescas. Las palmas jóvenes eran rotas y tumbadas para obtener las hojas aún no<br />

abiertas de los tallos verdes.<br />

La evidencia disponible no indica que el "Oso" sea si mucho un gran predador pero encuentra abundante comida en la forma de frutas,<br />

hojas y raíces (ALLEN, 1942).<br />

BRIDGES (1948) reportó que los naturalistas dijeron que los osos de anteojos se alimentaban de unas frutas carnosas de forma de pera<br />

pero no pudieron identificar la planta.<br />

SAPORITI (1949) informó que en el Jardín Zoológico de Buenos Aires se le suministraba pan, leche, huevos, manzanas, naranjas,<br />

bananas y trozos de carne de equinos cocida.<br />

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En el Parque Zoológico de Brookfield en Chicago, DAVIS (1955) informó que la dieta de estos osos consistía en alimento concentrado<br />

para perros, hortalizas frescas y carne cruda.<br />

Se alimenta de vegetales, le agradan los frutos y los cogollos de ciertas palmeras, que alcanza trepando con facilidad. En Ecuador<br />

visita las palmeras llamadas "Pambili", que alcanzan unos 25-30 metros de altura. También busca las chacras de "Maíz", que la gente<br />

suele preparar en los "roces" del bosque en la época de choclos. Aunque come la carne, parece que lo hace sólo cuando no tiene otro<br />

alimento (BRACK, 1961).<br />

De acuerdo con ERICKSON (1966), los "Osos" son culpados por muertes de ganado debido a los hábitos carroñeros de los "Osos".<br />

Comen el corazón del Achupaya (Puya sp.), los frutos del Huarango, de una cactácea denominada "Lulia", comen también un tipo de<br />

Lúcuma silvestre, "Huaba o Pacay" (Inga sp.) y otro tipo de cactácea que crece a más o menos 1,000 metros. Durante ciertas épocas,<br />

entre Enero a Mayo, los "Osos" bajan para comer sapote en la costa. De vez en cuando, los "Osos" matan a las reses y las comen, las<br />

matan cayendo sobre ellas desde un árbol o asustándolas y llevándolas hacia un precipicio. También el "Oso" se acerca de vez en<br />

cuando a las chacras para comer "Maíz", "Mango", etc. (PIERRET, 1966).<br />

La Mayoría de las informaciones de que se dispone indican que se trata de una especie vegetariana y aseguran los habitantes del<br />

páramo que una de las plantas preferidas por ellos es la piñuela (Puya sp.). Algunos escritores dicen que consume retoños de palmas,<br />

pero las palmas que se encuentran en esta zona térmica son muy altas y resulta difícil creer que un animal de este porte trepe hasta<br />

ellas para comer (BORRERO, 1967).<br />

El "Oso de anteojos" es uno de los "Osos" herbívoros que se alimentan fundamentalmente de frutos, hojas y raíces. Algunas de las<br />

plantas que ellos comen son hojas de especies de Capparis en Perú y de juveniles de la palma "Pambili" las cuales están rasgadas<br />

para exponer las hojas frescas aún no abiertas (Ecuador). El oso come carne en los zoológicos y ha sido reportado que preda sobre<br />

"Ciervos", "Guanacoes", "Vicuñas" y ganado (KNIGHT, 1967).<br />

Es uno de los "Osos" de régimen más vegetariano. Su alimentación habitual consiste en frutas de varias especies de árboles y algunos<br />

arbustos. También comen hojas tiernas de palmas o de bromeliáceas. El contenido estomacal, que examinamos, de un macho joven<br />

en la colección de la Estación Biológica de Rancho Grande, proveniente del Cerro El Teteo, Táchira, consistía en abundantes frutos<br />

carnosos (probablemente de una especie de Ficus), de color verde amarillento y del tamaño aproximado de garbanzos y escasas<br />

semillas y trozos de pulpa blanca de un fruto que nos pareció de la familia de las Sapotaceas. De acuerdo a la información<br />

suministrada por campesinos, en la selva nublada de los Andes de Mérida, los "Osos frontinos" comen las frutas de varias especies<br />

arbóreas entre las cuales citan: el "Mují" (Prunus sp. familia Rosaceae); el "Curo" (Persea sp. fam. Lauraceae) y el "Caimito"<br />

(Chrysophyllum caimito, fam. Sapotaceae). También dicen que consume la "Piñuela" de páramo (Bromelia sp. fam. Bromeliaceae)<br />

que crece sobre las piedras. En el Perú, en la región árida visitada por Osgood, el principal alimento del oso parece ser una fruta en<br />

forma de pera, de concha dura y numerosas semillas, de una especie del género Capparis, fam. Capparidaceae, localmente conocida<br />

como "Chapote" (MONDOLFI, 1971).<br />

EWER (1973), indicó que Tremarctos ornatus se encuentra equipado por mucho de la misma forma para alimentarse de semillas<br />

duras y otros alimentos vegetales gruesos como el "Panda gigante" se encuentra para rasgar los tallos del "Bambú."<br />

El "Oso de anteojos" ha sido reportado algunas veces que causa daño en los cultivos, particularmente en las plantaciones de "Maíz".<br />

Esta dieta incluye brotes y frutos de los árboles de palma, para obtenerlos el de todas formas dobla y rompe los árboles jóvenes, o<br />

también alcanza los frutos trepando repetidamente a aproximadamente 20-25 m. arriba en el tronco (ROEBEN, 1975).<br />

PATZELT (1979), consideró a Tremarctos ornatus como básicamente carnívoro.<br />

Rastros y heces de alimentos conforman el 75.6% de la evidencia de campo de la cual 83 tipos de comidas fueron identificados como<br />

consumidos por el "Osos de anteojos". Setenta y seis de los alimentos eran plantas. Las Bromeliaceae fueron las más importantes,<br />

conformando el 46.8% de los rastros de alimentos e incluyendo 22 especies del género Puya, Tillandsia y Pitcarnia. Estas plantas se<br />

encuentran a lo largo de todo el rango de los osos en el Perú, excepto en el hábitat de desierto de monte bajo por debajo de los 450<br />

m. Durante los meses cuando los frutos no estaban maduros, los "Osos" se alimentaban casi que exclusivamente de los corazones<br />

suculentos de las bromelias, y trepaban a los árboles para comer aquellos adheridos a los tallos y ramas. Los "Osos" igualmente<br />

trepaban rocas para alimentarse de la Tillandsia spp. adherida, Puya herrare, P. cerrateana y P. densiflora. Así como las plantas<br />

con frutos para "Osos", los individuos de bromelias mostraron rastros de consumo parcial. A medida que los "Osos" se alimentan<br />

pueden eludir una planta que crece cerca a otra recién comida para seleccionar otra un poco más lejana. En el hábitat de matorral<br />

bajo, los "Osos" incluso arrastran cactus y grandes Tillandsia al interior de cuevas cercanas, probablemente para eludir su detección<br />

y el calor de medio día. Debido a que las Bromelias pueden contener casi que un litro de agua, ellas deben ser un importante recurso<br />

de agua en el desierto de monte bajo y los hábitats de estepa. Las bromelias que se adhieren a los despeñaderos sirven igualmente<br />

como ayudas para colgarse en las pendientes inclinadas (PEYTON, 1980)<br />

Tremarctos se alimenta principalmente de frutas, desplazándose en respuesta a las cosechas estacionales. También depende de<br />

plantas de la familia Bromeliaceae, especialmente cuando las frutas maduras no están disponibles. El "Oso" arranca las hojas de las<br />

grandes bromelias para alimentarse de las bases blancas de éstas, también obtiene los cogollos comestibles de pequeñas bromelias<br />

arrancando la planta completa del sustrato. Además este "Oso" trepa sobre grandes cactus para tomar las frutas de la parte superior,<br />

tira los troncos de las palmas jóvenes para comer las hojas internas que no han abierto y retira la corteza de algunos árboles para<br />

alimentarse de ella. La dieta también incluye cogollos de "Bambú", "Maíz", roedores e insectos. Solamente el 4% del alimento<br />

representaba materia animal (NOWAK & PARADISO, 1983).<br />

Quizá el más herbívoro de todos los "Osos", el "Oso de anteojos" vive principalmente de Bromeliáceas, bulbos de orquídea, berros y de<br />

frutos de cactus y varios árboles. El tiempo de cosecha varía con la altitud. Los "Higos", por ejemplo, maduran durante Mayo en los<br />

bosques de matorral, por debajo de los 8.000 pies, mientras que en el bosque húmedo, sobre ése nivel, cosechan durante Julio<br />

(RICCIUTI, 1983).<br />

Este estudio tuvo por objeto conocer la dieta del "Oso de anteojos" en el páramo suroriental del volcán Antisana, donde existe una<br />

población poco afectada por el ser humano, que ha podido mantenerse por el difícil acceso al sector, por su topografía y por el<br />

control efectuado por los dueños de la hacienda Antisana. Evidencias de alimentación de osos fueron reconocidos en el campo y se<br />

colectaron 19 excrementos, que fueron secados al sol y posteriormente analizados en un estereo-microscopio Nikon en el laboratorio<br />

de la Universidad. En cada excremento se separaron los componentes alimenticios y se los cuantificó mediante una estimación de 1 a<br />

5, según su cantidad. La identificación de los restos se hizo por medio de comparaciones con muestras del herbario de la Universidad<br />

Católica (OCA) y del Museo de Ciencias Naturales de la Escuela Politécnica Nacional (SUAREZ, 1984).<br />

En un estudio realizado en el Ecuador respecto a los hábitos alimenticios de Tremarctos ornatus, el 96% de las evidencias de<br />

alimentación correspondieron a restos de bromeliáceas terrestres (Puya sp., Pitcairniasp. y Aechmea sp.). El 86% de los restos de<br />

plantas correspondieron a Puya sp. y fueron encontrados en el páramo entre 3600 y 3950 m, donde este género es relativamente<br />

abundante. Ejemplares comidos de Pitcairnia sp. (7%), fueron localizados en el límite del páramo con el bosque a 3550 m. Restos de<br />

Aechmeasp. (3%), fueron observados a 3700 m durante un recorrido ocasional por el bosque. El análisis de los 49 excrementos,<br />

colectados entre 3575 y 3975 m, proporcionó la Mayor parte de los componentes de la dieta del oso en el páramo. La frecuencia y el<br />

volumen estimado de cada componente, por excremento, se presentan en las Tablas 1 y 2. El 24,4% de todos los excrementos<br />

contenían sólo un tipo de resto: fibras de Puya sp. Aunque este estudio también ha demostrado que la dieta del "Oso" incluye<br />

animales, incluso organismos grandes como un ternero, no está claro todavía el método que utiliza para atrapar estos animales o si los<br />

consume cuando los encuentra muertos (SUAREZ, 1985).<br />

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Es más vegetariano que carnívoro. Por ello ha sufrido adaptaciones especiales. Los molares son anchos y la mandíbula puede moverse<br />

lateralmente como ocurre en bovinos. Pese a esto, su estómago es único y, por lo tanto, incapaz de digerir la materia vegetal con la<br />

misma eficiencia de una res. Esta condición lo obliga a consumir órganos de reserva de carbohidratos y proteínas de gran variedad de<br />

plantas, en grandes cantidades, como frutos de rosáceas: "Cerezo" (Prunus sp.), "Mora" (Rubus sp.) ; moráceas : "Higueras" o<br />

"Cauchos" (Ficus sp.) ; lauráceas : "Amarillos", "Laureles", "Aguacatillos", hojarascas, etc.... (Persea sp.), (Nectandra sp.); ericáceas:<br />

"Uva camarona" (Cavendishia sp.); capparidáceas : "Chapote" (Capparis sp.); araliáceas: "Mano de oso" (Oreopanax sp.); fagáceas:<br />

"Roble" Quercus sp.); palmáceas : "Palma de cera o de ramo" (Ceroxylon sp.), "Palmito" o "Pambili"; gramíneas : pastos, pajonales,<br />

chusques... Muchas de estas semillas no son destruidas por el sistema digestivo del "Oso", sino que más bien son excretadas con<br />

materia fecal que las nutre y ayuda a germinar. También se alimenta de bulbos de orquídeas y médulas de "Frailejón" (Espeletia sp.);<br />

bromeliáceas o "Quiches", "Achupalla", "Cardón", "Piñuela"... (Porretia sp.), (Puya sp.) ; amarillidáceas : "Fiques" (Agave sp.) ;<br />

además de cogollos de otras plantas. Su dieta animal consta de venados "Locho" y "Blanco" (Mazama y Odocoileus sp.) ; "Dantas"<br />

(Tapirus sp.) ; "Guartinajo", "Borugo", "Lapa" (Caviomorpha), "Conejo" (Sylvilagus sp.); "Coatí", "Cusumbo", "Tinajo", "Guache"<br />

(Nassua y Nasuella sp.) ; larvas de coleópteros y cucarrones. También se informa de sus hábitos carroñeros (POVEDA, 1986).<br />

El 28.4% de las señales encontradas fueron halladas en el páramo y corresponden a evidencias de alimentación (sobre Puya sp.<br />

especialmente) y muestras fecales. El análisis cuantitativo de la muestras fecales determinó que el 90% constaba de residuos foliares<br />

y espinas de Puya sp., el 10% restante se componía de algunas estructuras típicas de gramíneas y otros ítems aún sin identificar. Con<br />

base en la descripción fisionómica a partir de la parcela, se determinó el valor de potencial de alimentación representado en la<br />

cobertura de especies típicas productoras de alimento: Puya sp. correspondiente al 10% del total. La información dada por los<br />

habitantes de la región sobre hábitos alimenticios del "Oso" indica el consumo de otras especies típicas del estrato rasante como<br />

"Anamú" (sin determinar), "Hierba del oso" (Castratella piloselloides) así como (Espeletia spp.) que, aunque no se encontraron en la<br />

parcela, parecen tener una abundancia relativamente alta en el páramo no intervenido. También se nos informó sobre larvas de<br />

coleópteros que encuentra al levantar de raíz las plantas de Puya sp. (RODRÍGUEZ ET AL., 1986).<br />

El "Oso de anteojos" es un omnívoro generalizado, que come una variedad de frutas, nueces, pequeños vertebrados e invertebrados.<br />

En Perú se puede alimentar fácilmente de cogollos de Bromeliáceas, cuando no hay frutas disponibles. Cuando trepa los árboles para<br />

alcanzar frutas, empuja varias ramas hacia él, creando una plataforma que pueda soportar su peso. Esta no representa un verdadero<br />

"nido". Durante el día descansa en lugares que pueden ser cavidades sobre la base de árboles o en cuevas rocosas. Cuando se<br />

encuentra cerca de poblaciones humanas, puede atacar cultivos como el de "Maíz" (EISENBERG, 1989).<br />

LOZADA (1990) indica que el "Oso" puede consumir partes de Heliconia sp., pero no aporta evidencia de ello.<br />

Tremarctos ornatus se comporta como un generalista omnívoro, y aunque no se registran ataques recientes a ganado, sí hay<br />

información popular que lo indicaría: hace unos 23 años un ejemplar macho de "Oso andino" fue cazado en el área del páramo<br />

Frontino (Colombia), en el sitio denominado La Eternidad, supuestamente por devorar un rebaño de ovejas que pastaban allí. Los<br />

datos recogidos durante la presente investigación, tanto orales como evidencias de campo, señalan el consumo de 23 diferentes<br />

especies de plantas de las cuales el "Oso" aprovecha distintas partes. Los habitantes locales informan que el "Oso" consume otros<br />

laureles (Nectandra y Persea), pero los árboles de estos géneros encontrados en el área de estudio no muestran señales de haber<br />

sido trepados. No se conocen ciertamente los mecanismos utilizados en la explotación de este recurso, pero las evidencias indicarían<br />

que el "Oso" no consume los frutos en los árboles, sino que los forrajean en el suelo cuando caen. En el área del presente estudio se<br />

señala que el "Oso" consume la corteza de los "Encenillos" pero no se encontró evidencia que diera peso a esta información, mientras<br />

en el Cocuy si se encontraron árboles fuertemente rayados que podrían sugerir lo anterior (RODRÍGUEZ & CADENA, 1991).<br />

Los "Osos de anteojos", como cualquier "Oso", busca alimentos que le reporten el Mayor valor nutricional con la menor inversión de<br />

energía. La disponibilidad estacional y la ubicación geográfica son los Mayores factores que determinan los recursos alimenticios<br />

primarios de los osos. De lo que conocemos en el presente, el "Oso de anteojos" es primeramente un herbívoro. Los investigadores<br />

han reportado que de vez en cuando el puede cazar pequeños roedores, aves, carroña e insectos, ellos representan menos del 5% de<br />

su dieta. Las frutas, "Caña de azúcar" y el "Maíz" son igualmente partes regulares de su dieta. Adicionalmente, toman algunas partes<br />

de las plantas tales como hojas de palmas aun sin abrir, semillas de palmas, pseudobulbos de orquídeas y corazones de bromelias<br />

pueden ser consumidos igualmente cuando es necesario. Siendo trepadores ágiles, los "Oso de anteojos" rápidamente trepana a los<br />

árboles para la reunión de comida. Ellos han sido observados por encima de los 15 metros (49 pies) por encima del suelo reuniendo<br />

frutos de los árboles (MIDDLETON, 1997).<br />

El "Oso" se alimenta de varias especies vegetales, particularmente de las hojas de "Achupaya". También comen las frutas de la<br />

"Pitajaya" y "Tuna" y las semillas del "Maguey". Para dormir el oso se vale de algunos árboles o de cuevas y otros lugares abrigados. La<br />

vegetación permanece seca hasta el inicio de las primeras lluvias. Diciembre, Enero, Febrero y Marzo son los meses en que la<br />

vegetación es más suculenta y cuando se observa más fácilmente a los "Osos". En Mayo han observado a jóvenes (DOUROJEANNI, s.f.<br />

).<br />

Reproducción<br />

SAPORITI (1949) reportó la reproducción del "Oso andino" en cautiverio en los jardines zoológicos de Buenos Aires.<br />

KLUSS (1959) reportó la reproducción del "Oso andino" en cautiverio en los jardines zoológicos de Buenos Aires.<br />

Parece que los nacimientos ocurren en la primavera. El Dr. Mario Flores, a lo largo de sus numerosos recorridos nunca ha encontrado<br />

preñada ni tampoco sus amigos cazadores o campesinos (PIERRET, 1966).<br />

El tamaño de la camada es de dos en promedio y nacen después de una gestación de siete meses. Sin embargo, este no es un periodo<br />

de gestación real, el periodo de implantación tiene una duración similar al de los osos de zonas templadas del hemisferio norte. La<br />

gestación real es probablemente cercana a 65 días (DATHE, 1967).<br />

Existe la posibilidad de que el "Oso" sea capaz de retrasar la implantación o retrasar la fertilización pero esto no está documentado<br />

(KNIGHT, 1967).<br />

El número de crías en cada parto es de uno a dos. Al nacer tienen los ojos cerrados y los abren entre los 37 y 40 días de nacidos. Son<br />

de color negro azabache y ya ostentan el diseño blanco amarillento característico. Nacen sin dientes, los cuales comienzan a brotar a<br />

los dos meses. En los "Osos", los recién nacidos son pequeñísimos en relación al tamaño de la madre. La "Osa" cuida a sus hijos con<br />

gran solicitud, los defiende valientemente y los retiene consigo durante un período de tiempo bastante largo (MONDOLFI, 1971).<br />

Se conoce muy poco acerca de los hábitos de apareamiento de los "Osos" de anteojos en libertad. Se cree que los sexos llegan a<br />

aparearse aproximadamente en Diciembre o durante el verano en el hemisferio sur. Es muy poco lo que se puede inferir de los<br />

nacimientos ocurridos en cautiverio de parte de las hembras salvajes capturadas embarazadas al tiempo de su captura, se presenta<br />

de igual forma en este reporte (EGOSCUE, 1972).<br />

Las hembras del "Oso de anteojos" normalmente maduran alrededor de los 4 años de edad. La época de apareamiento normalmente<br />

toma lugar entre Abril y Junio. Al parecer la hembra se encuentra en celo por un periodo corto de tiempo entre uno y cinco días. Los<br />

cachorros usualmente nacen entre Noviembre y Febrero. El periodo de gestación en las hembras del "Oso de anteojos" se ha observado<br />

que tiene una duración aproximada de entre cinco y medio y ocho meses. Esto ha llevado a la muy arraigada especulación de que los<br />

"Osos de anteojos" igualmente usan aparentemente lo que ha sido denominado implementación retrasada. El tiempo actual del<br />

nacimiento de los cachorros parece ser aproximadamente seis semanas después del pico de la estación de frutos. A lo largo del<br />

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proceso de la implementación retrasada, el óvulo fertilizado se divide unas pocas veces y luego flota libre al interior del útero<br />

durante varios meses con su desarrollo interrumpido. El embrión entonces se agarra por sí mismo a la pared del útero y después de un<br />

período de probablemente seis a diez semanas, los cachorros nacerán de la madre quien se recoge en un nido bajo alguna roca o bajo<br />

las raíces de los árboles. La implantación retrasada claramente contribuye como una necesidad importante para la sobrevivencia de<br />

la madre y del cachorro. Mediante el acto de tener los cachorros muchas semanas después del pico de la estación de frutas y así ser<br />

capaz de dejar el nido con su madre a medida que ella forrajea, existe una gran oportunidad de que suficientes recursos alimenticios<br />

se encuentren disponibles para la madre y así llevarla a producir suficiente leche para alimentar a sus crías. Es posible que no hayan<br />

suficientes recursos alimenticios disponibles para la hembra en un año particular, se presume que el embrión no se implantará y<br />

simplemente será reabsorbido por su cuerpo. El número de crías que nacen se presume que pueden ser igualmente una o dos. Tres<br />

crías nacieron en cautiverio pero esta no es probablemente la regla en libertad. De nuevo, el clima y la provisión de recursos serán<br />

determinantes importantes en el tamaño del nido. Al nacer, los cachorros son ciegos y muy pequeños. Ellos pesan de 300 a 500<br />

gramos (11 a 18 onzas). Indefensos al nacer, los cachorros se desarrollan rápidamente y después de un mes o un poco más, ellos son<br />

capaces de forrajear con sus madres (MIDDLETON, 1997).<br />

Uso del hábitat<br />

Una hembra adulta fue obtenida en las montañas aproximadamente a 10 millas al noroeste de Menocucho. Un macho acompañante<br />

fue herido pero logró escapar. En esta región el "Oso de anteojos" habita montañas extremadamente áridas, las cuales soportan tan<br />

solo una escasa vegetación consistente principalmente de cactus y pequeños arbustos espinosos. Estas montañas van desde los 1000 a<br />

5000 pies de altura sobre el nivel del mar y aunque algunas de las pendientes más altas y pequeños cañones soportan algunos árboles<br />

y ocasionalmente parches de vegetación mixta, el carácter general de la región es excesivamente árido y no muy diferente del plano<br />

desértico que se estrecha por el lado este hacia el mar. Un muy común arbusto, una especie de Capirrasllamada "Chapote" por los<br />

nativos, produce un fruto similar en su forma a la "Pera" el cual posee un duro escudo que envuelve numerosas hojas las cuales<br />

evidentemente constituyen la comida principal de los "Osos". La región carece de agua por periodos prolongados y la vida animal es<br />

muy limitada. Signos de algunos mamíferos pequeños, a excepción de huellas de "Zorro", son buscados, y las aves son muy escasas,<br />

gran cantidad de especies de palomas fueron casi que las únicas que pudimos ver (OSGOOD, 1914).<br />

TATE (1931) reportó haber hablado con el colector, A.M. Olalla, que la especie construye un nido de ramas en lo alto de un árbol.<br />

Es un animal arisco, que prefiere los parajes más tupidos de la selva y lejos de sitios frecuentados por el hombre (BRACK, 1961).<br />

Los "Osos" tienen territorios temporarios debido a la comida, pero ellos caminan mucho y bajan de la cumbre de los cerros solamente<br />

para buscar alimentación y regresan a las alturas para dormir. La altura donde viven es de 1500 a 2000 metros, el ambiente es sin<br />

embargo bastante diferente según los sitios y estos varían desde los bosques tupidos hasta los cerros casi desérticos. Sin embargo,<br />

podemos decir que el "Oso" baja desde los lugares de altura para buscar alimentación más cerca de la costa en los meses de Enero<br />

hasta Mayo (PIERRET, 1966).<br />

PEYTON (1980), sugiere que los "Osos" pueden definir sus territorios marcando árboles visibles, ubicados en los senderos.<br />

PEYTON (1983) presentó un análisis sobre el uso del hábitat del "Oso frontino" (Tremarctos ornatus) en Perú. Describió las<br />

características generales (topografía, inclinación, vegetación, distancia al agua) de los hábitat frecuentados por los "Osos frontinos",<br />

analizó la calidad del hábitat y del alimento de cada uno de los hábitat que estudio. Contrastó la hipótesis que los "Osos de anteojos"<br />

manifiestan una preferencia para inclinaciones medias y barrancas, para poder aprovechar del mejor contenido de comida de la flora<br />

asociada y las crestas de las faldas y las barrancas con inclinaciones más moderadas que inclinaciones adyacentes para rutas de viaje o<br />

de trasteo.<br />

La intervención humana y la topografía, más no la distancia al agua, son factores importantes en la presencia del "Oso" en un lugar<br />

determinado (GOLDSTEIN & YERENA, 1986).<br />

Durante la presente investigación se encontraron cuatro formaciones vegetales (de acuerdo con Cuatrecasas) con señales de actividad<br />

de "Osos". Estas formaciones son: bosques subandinos siempreverdes, bosques Andinos semideciduos, bosques altoandinos y áreas de<br />

Páramo, siendo más frecuentes las evidencias en los dos primeros (32.45% y 58.10% ) tal vez porque las áreas de páramo son<br />

relativamente escasas en la región (1.97% del área de los municipios visitados), y posiblemente los bosques sean los hábitats<br />

preferidos por los "Osos". Esta información puede estar relacionada con movimientos territoriales verticales en la cordillera y<br />

posiblemente con ciclos de fructificación de algunas de las especies productoras de alimento, que requiere el planteamiento de<br />

metodologías apropiadas para su esclarecimiento. Los bosques andinos y los páramos forman parte del hábitat natural del "Oso" y es<br />

posible que sus territorios incluyan diferentes alturas que aún están por definir. Es posible que la delimitación de los rangos de acción<br />

del "Oso andino" esté marcada por la oferta alimentaria del medio, que en las regiones tropicales no tiene limites estacionales.<br />

Aunque, si bien, no se cuenta con estudios telemétricos o de seguimiento más fino para asegurar que Tremarctos ornatus se desplaza<br />

altitudinalmente en el año y que sus territorios son muy grandes, las tendencias captadas a partir de la información popular y los<br />

registros de actividad permitirían plantear esta hipótesis (RODRÍGUEZ & CADENA, 1991).<br />

El tamaño del territorio de un individuo de "Oso de anteojos" cambiará seguramente dependiendo de la concentración de recursos<br />

alimenticios con alto contenido energético a través de diferentes partes de la cordillera de los Andes. De tal forma que, entre más<br />

concentrados sean los recursos alimenticios, más pequeño es el rango de acción necesario para mantener un individuo. Debido a lo<br />

extremadamente denso de la selva, a la fecha no ha sido realizado ningún estudio que involucre la ubicación de collares con equipos<br />

de radio en "Osos" seleccionados. Se espera que esta información venga en el futuro para ayudar a determinar el tamaño de las zonas<br />

de conservación que se necesitan con el fin de asegurar la sobrevivencia de estos osos en libertad. No existen observaciones<br />

relacionadas de que los osos de anteojos hibernen debido a la disponibilidad normal de recursos alimenticios a lo largo de todo el año<br />

(MIDDLETON, 1997).<br />

UTILIDAD E IMPORTANCIA<br />

En la lista de precios del famoso Hagenberg del 1881, se ofrecía en venta una hembra del "Oso de anteojos" de tres años,<br />

procedentes del Perú, por la suma de 400 marcos.<br />

El "Oso "es perseguido por la piel, la carne y la grasa, que la gente del campo tiene por medicinal. Usan la grasa para Abrillantar el<br />

cabello en forma de pomada para curar el acné de la cara, y en frotaciones contra el reumatismo (BRACK, 1961).<br />

La caza es intensa pero parece que la dificultad en el acceso a los lugares frecuentados por los "Osos de anteojos" es una protección<br />

bastante suficiente para conservar la especie; sin embargo, el número de individuos baja y la caza se pone cada año más difícil. El<br />

"Oso" es principalmente cazado por deporte (PIERRET, 1966).<br />

La carne del "Oso frontino" es valorada y muy apetecida por los indios y campesinos. La gente del campo cree que su grasa es<br />

medicinal. Por ser un animal solicitado por los jardines zoológicos, a veces se procura cazar vivos a los ejemplares jóvenes con objeto<br />

de vendérselos y muchas veces se matan las hembras para quitarles la cría. En Venezuela el "Oso frontino" ha sido objeto de caza en<br />

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las regiones montañosas de Trujillo, Mérida, El Tamá en el Táchira y ciertas localidades del Estado Lara (MONDOLFI, 1971).<br />

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Muchas de las cazas en los últimos 30 años han sido han sido por los militares y cazadores contratados que acompañaban las cuadrillas<br />

en las carreteras, y ellos han ido en busca de los "Osos de anteojos" (Tremarctos ornatus), el "Mono endémico de cola amarilla" del<br />

bosque Lagothrix flavicauda y aún más devastador, el "Taruka" ("Huemull") Hippocamelus antisensis (pers. Obs.), trofeo preciado<br />

por los cazadores deportivos e incluso cazados por campesinos locales irritados por su hábito de comerse las hojas de las papas.<br />

Existen allí buenas poblaciones de Taruka en el departamento de Cuzco, Puno y Arequipa, pero el animal es específico para las<br />

regiones secas del páramo el cual está siendo utilizado cada vez más por los ganaderos (PEYTON, 1981).<br />

En Perú, si las poblaciones de osos fueran restablecidas, dice Peyton, se podrían realizar "fantásticos eventos de caza". El tipo de caza<br />

que él imagina, sería altamente selectiva y costosa, que aportaría cuotas de los cazadores destinadas a promover la conservación del<br />

"Oso". Un buen manejo y una saludable población de osos en Perú, con suficiente espacio y variedad genética, dice Peyton, podría<br />

ofrecer un número anual de cinco o seis "Osos" para la caza. La "cosecha" dice, "reduciría las presiones sociales entre los "Osos" e<br />

incrementaría la reproducción". Subraya, sin embrago, que las condiciones tendrían que ser casi ideales para que la caza sea<br />

practicada y no atente contra la sobrevivencia de la especie. La reproducción de los "Osos de anteojos", como en otros, aumenta o<br />

disminuye con la oferta de alimento, asegura Peyton. En Perú, los oseznos nacen durante Marzo y Abril, el tiempo más lluvioso,<br />

cuando los frutos están creciendo para alcanzar la madurez. Sus primeros cuatro meses de vida coinciden con la disponibilidad de la<br />

Mayoría de frutos, claves para su supervivencia (RICCIUTI, 1983).<br />

En el caso de nuestro "Oso" en Colombia, por sus hábitos solitarios, no sería apto para cría, pero, cazado racionalmente, proporciona<br />

carne, cuero y además grasa, que es antirreumática. Esta podría analizarse y aplicarse, o al menos sus principios activos, en industria<br />

farmacéutica y medicina (POVEDA, 1986).<br />

ASPECTOS CULTURALES TRADICIONALES Y LOCALES<br />

PEDRO MARTIR DE ANGLERIA escribió cerca de 1503, de las tierras recién descubiertas en los alrededores de Cumaná y en general<br />

sobre la región del Golfo de Santa Fe: "?Al otro lado de las sierras, que señalaron con el dedo, dicen los indígenas que hay en las<br />

montañas unas fieras que en la cara, pies y manos se asemejan a la figura del hombre, y que algunas veces se pone de pie y andan<br />

con la cara derecha; los que esto oyeron, piensan que son "Osos": no los han visto?".<br />

En la obra Miscelánea Antártica, escrita entre 1576-1587 por CABELLO DE BALBOA se indica: "?Allí se denomina un hecho cierto lo<br />

sucedido en el sur del Ecuador: En la provincia de los Paltas ... arrebató un "Oso" a una moza (de 15 ó 16 años), y la llevó a unos<br />

ásperos riscos donde tenía su cueva, y allí la hizo dueña y dejó encinta, y la pobre moza no podía (ni osaba) bajar de tan arriscado<br />

lugar, y tomó por último remedio ajustarse con la voluntad, y modo de vivir del "Oso", y así se sustentaba de la carne que el bruto le<br />

traía y esta comía cruda como fiera salvaje, vino el tiempo de parir, y fue su parto una criatura muy semejante a racional, y sólo<br />

desagradó a la bárbara madre, un largo rabo que tenía semejante al de su padre: y enfadada de aquella fealdad cuando el "Oso" era<br />

ido de caza, se lo cortó como mejor pudo, y en breve murió aquella criatura, por la mucha sangre que le salió; la mal avisada madre<br />

visto el daño que había hecho temiendo la cruel venganza que en ella tomaría el "Oso" se hizo más animosa de lo que hasta allí había<br />

sido, y trepando por entre las peñas se puso en parte donde pudo ver algunos Indios, y dando bocas fue oída, y socorrida, y con sogas<br />

la sacaron por la parte de arriba y al cabo el "Oso" la fue siguiendo por el rastro, y vino a ser muerto por mano de los indios.<br />

Alrededor de 1750, el misionero FELIPE SALVADOR GILIJ, fundó una misión entre la Serranía de La Encaramada y el río Orinoco,<br />

actual Edo. Bolívar. De su permanencia en aquel sitio, escribió lo siguiente: "?Se encuentra en las grandes sabanas del Orinoco, como<br />

todos discuten en aquellos lugares, ciertas fieras que, salvo pequeñas cosas, se parecen al hombre. Estos animales, que nosotros<br />

llamaremos "El salvaje", se llaman en tamanaco "Achí". De figura en todo lo restante humana, el salvaje no se diferencia más que en<br />

los pies, cuyas puntas están naturalmente vueltas hacia atrás ... . Parece por eso que el salvaje se aleja cuando viene más bien hacia<br />

los viajeros. Es todo peludo de cabeza a pies, sumamente libidinoso, y rapta si se le antoja a las mujeres..". "?Sin embargo, no conocí<br />

a ningún indio que me dijese que lo había visto con sus propios ojos. Aunque esto mismo no es para mí argumento valedero para<br />

contradecir la voz de todas las naciones del Orinoco. Todos temen al salvaje, y como habita en lugares inaccesibles, nadie se atreve a<br />

acercarse a ellos por temer por su vida. Pero todos dicen las mismas cosas y narran de él hechos sucedidos a sus antepasados?".<br />

El PADRE ANTONIO JULIÁN en 1787 refirió lo siguiente: "... los "Salvajes" del Orinoco, son de la misma especie de los de las<br />

montañas de Ocaña. ... Hay entre ellos machos y hembras. ... Se creen mudos, y como los demás animales, incapaces de articular<br />

palabras ..." Ocaña se encuentra en el Departamento Norte de Santander, Cordillera Oriental de Colombia.<br />

En el diccionario de MIDDENDORT (1890) se lee: "Ucucu" : "Oso", "Ucumari", la especie más grande de "Oso" ". Con esta denominación<br />

se conoce a este animal desde el Perú hasta el noroeste argentino.<br />

Los nativos dicen que los "Osos" viven casi que exclusivamente en los bosques y es tan solo en casos muy raros cuándo ellos salen<br />

extraviados a los claros cultivados donde ellos serán muertos (OSGOOD, 1912).<br />

De tal forma que desde que el hombre ha llamado a las cosas con lo que le es familiar, el pequeño "Oso negro de los Andes" se<br />

convirtió en el "Oso de anteojos". Su otro nombre, "Ucumári", por el cual todos los indígenas lo conocen, posee un significado<br />

también. Así "Ucu" significa hueco en el lenguaje Inca o Quechua. Para los indígenas, quienes nunca han visto anteojos, el se convirtió<br />

en el oso-con-huecos-en-sus-ojos (VON HAGEN, 1940).<br />

En Bolivia, en la zona de Sucre (Perú) se cree, según COSTAS-ARGUEDAS (1950) en la existencia del "Jukumari", que habita en los<br />

bosques cercanos. Peludo, camina sobre las patas traseras, sonríe y no habla. Se apodera de mujeres para procrear hijos, quienes<br />

heredan la agilidad y fuerza del padre.<br />

En Venezuela, el mito del salvaje, es recogido en Capaaya (Mirandaa), por CARMONA (1964).<br />

En el siglo XVII, en la región de los llanos al sur del Orinoco, BUENO (1965), refiere lo siguiente: "?El Salvaje que la nación Maypure<br />

llama "Conerre", y Paudacota "Yaga", no lo he visto; pero, según los indios me informan, es un animal, el más extraordinario de todos.<br />

Tiene una disposición corpórea a la semejanza del hombre. Pelo que le cubre el rostro y el pecho, gritos de ellos, que resuenan<br />

mucho. Habitan, por lo común, en las serranías y rara vez en los llanos, atravesando para otro cerro. Se mantiene, dicen, de cacería,<br />

raíces y frutas?". Esta es la referencia más antigua que se conoce del "Salvaje".<br />

En un relato procedente de Quito, el héroe tiene de hombre la parte superior del cuerpo, de la cintura para abajo es un "Oso". Mata a<br />

un gigante que tenía encantada a la princesa, el rey le otorga la mano de ésta (CARVALHO-NETO, 1966).<br />

En Cuzco, se cuenta como madre e hijo logran escapar del "Oso", volviendo a la casa de los padres de aquella. La mujer y su madre<br />

hierven agua en una olla. Cuando llega el "Oso", lo hacen entrar y lo golpean, luego de empujarlo dentro de la olla. luego lo comen.<br />

La fuerza descomunal del hijo del oso provoca numerosos inconvenientes, por lo cual el cura lo envía lejos del lugar. El joven lucha<br />

con un "condenado" y lo vence. Esta se transforma en una paloma blanca y, en agradecimiento por haberlo salvado, le entrega un<br />

tesoro (UHLE, 1968).<br />

Según la creencia recogida en la Peia. de Andahuaylas, el "Ukuku" mide aproximadamente 1.50 m, camina en dos o cuatro patas,<br />

presenta el pecho blanco y habita en hondonadas. Para matar a una persona, le arroja una piedra, haciendo luego charqui con su<br />

carne. Antiguamente se comparaba a los hacendados con el "Ukuku", especialmente cuando eran gordos, bajos y acostumbraban<br />

llevarse a las chicas solteras para dormir con ellas. La misma denominación es utilizada para personas bajas de estatura y de aspecto<br />

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fuerte (CAYÓN-ARMELIA, 1971)<br />

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Al "Oso andino" se le atribuye la costumbre de matar y devorar becerros y "Venados" y al respecto F. TaMayo, escribe que en las zonas<br />

montañosas de Lara, "El salvaje" tiene fama de devorar becerros. Un campesino conocedor de las selvas del Parque Sierra Nevada de<br />

Mérida, opina que el "Oso frontino" es un depredador del ganado vacuno, que llega incluso a matar toros pues tiene mucha fuerza, y<br />

que arrastra la presa (MONDOLFI, 1971).<br />

Una versión procedente de Valle Grande (Jujuy, Argentina) se presenta al "Oso" como habitante de la zona boscosa. El animal macho<br />

rapta mujeres, y la hembra hombres. Roba además cueros de las casas para taparse (SORUCO, 1971).<br />

En una versión recogida en Cuzco, el "Oso" rapta a una mujer con la cual tiene un hijo. Este logra, pronunciando unas palabras<br />

mágicas, abrir la puerta de la cueva. Luego calienta aceite en un perol, en el cual mata al padre. Madre e hijo siguen viviendo en la<br />

cueva (VIVANCO, 1975).<br />

Los cazadores del siglo XX, como sus predecesores, asocian los "Osos" con la fuerza sobrehumana y la virilidad; de manera similar la<br />

gente de la sierra hoy en día alimenta con excrementos de "Oso" a su ganado para hacerlo más fuerte, y beben la sangre de "Osos<br />

muertos" recientemente como un tipo de comunión para ayudarlos a ellos a ser más como un "Oso". En los mercados peruanos uno<br />

puede ocasionalmente encontrar grasa de "Oso" a la venta como un ungüento para las contusiones, las garras son vendidas como<br />

amuletos, y el báculo de los huesos como afrodisíaco (PEYTON, 1981).<br />

A los problemas habituales que plantea el análisis de la distribución de una narrativa determinada se suman en el caso del "Ukumari"<br />

o "Ukuku" (denominaciones quechuas del "Oso" Tremarctos ornatus) otros hechos: mientras que por una parte existe una corriente<br />

narrativa importada de Europa, existen además por otra relatos recogidos en diversas zonas de América del Sur que difieren en parte<br />

de aquella. Hipótesis de este trabajo (surgida tanto de los escasos informes hallados en los cronistas como de las características de<br />

las informaciones actuales) es la posibilidad de que en los Andes centrales y meridionales hubieran existido, anteriores a la<br />

Conquista, creencias relativas al "Oso", que posteriormente se fusionaron con el cuento introducido desde España. Es decir, que las<br />

historias autóctonas relativas al oso que rapta una mujer, con la cual generalmente tiene un hijo, habrían adoptado en Mayor o<br />

menor grado motivos europeos de una narrativa similar, fusionándose así dos tradiciones (CAPOLLETTI, 1983).<br />

La figura del "Oso" se articula en distintos planos: el animal "real" - Tremarctos ornatus - especie de miembros no muy numerosos y<br />

aparición fortuita, por lo cual numerosas personas, americanistas incluidos, ignoran que ella existe en América del Sur; el cuento<br />

europeo; los relatos sudamericanos, la aparición, en diversas festividades, de bailarines disfrazados de "Osos" y, finalmente, ser<br />

plasmado en la plástica popular, ya que en los mercados del Perú se ofrecen de vez en cuando a la venta estatuillas que representan<br />

a un "Oso" raptando a una mujer, a la cual carga en sus espaldas. Un hipotético registro de los relatos que presentan una gran<br />

distribución geográfica seguramente daría cabida al cuento del hijo del "Oso". En su obra publicada originariamente a principios de<br />

siglo, enumera Panzer (1969:5/13) 220 versiones del cuento (alemanas, holandesas, escandinavas, eslavas, griegas, etc.). De estas,<br />

sólo una procede de América del Sur (Brasil); posteriormente a la aparición de esta obra se recogieron un número considerable de<br />

versiones en ambas Américas (CAPOLLETTI, 1983).<br />

Los motivos del cuento, según la obra citada, son: una mujer es raptada por un "Oso", de ambos nace un niño de gran fuerza física,<br />

quien logra levantar la piedra que cierra la entrada de la cueva, escapando con su madre. Por lo general, mata al padre-oso, realiza<br />

acciones que muestran su fuerza descomunal, obtiene armas mágicas, que lo ayudarán en sus futuras acciones heroicas, se hace de<br />

compañeros con los que sale a recorrer el mundo, encuentra a un demonio, al cual persigue hasta el inframundo, y se casa<br />

generalmente con una princesa (CAPOLLETTI, 1983).<br />

El relato del ?hijo oso? en América Central y del Sur: Es indudable que el cuento europeo pasó a este territorio con la Conquista: esta<br />

filiación es indudable en muchas de las versiones conocidas (CAPOLLETTI, 1983).<br />

Los relatos recogidos por Alden Mason en Puerto Rico, por ej., presentan prácticamente todos los motivos del cuento europeo: el "Oso"<br />

roba a la esposa de un príncipe, ambos conciben un hijo que luego mata al padre, logrando escapar con la madre. Encuentra varios<br />

compañeros de viaje, luego de varias aventuras, rescata a una princesa con la cual se casa (CAPOLLETTI, 1983).<br />

En otra versión "Oso" y la mujer conciben un hijo que tiene el cuerpo cubierto de pelos, pero de rostro humano. El hijo y la madre<br />

escapan, el primero mata al padre que ha salido en su persecución, ahogándolo en el río. El niño mata a varios de sus compañeros<br />

que se burlan de él porque es peludo. Causa diversos problemas al cura (de quién es ahijado), por lo cual aquél lo envía a combatir a<br />

un condenado. El hijo del "Oso" lo salva, aquél se convierte en una paloma blanca. Antes de irse al cielo, le entrega al joven un<br />

tesoro y la mano de su hija. Al fin del cuento, el héroe pierde su fuerza descomunal (CAPOLLETTI, 1983).<br />

Relatos sobre el ukumari procedentes del Noroeste argentino:<br />

Versión 1: El "Ukumari" ha encontrado una chica y le ha dicho: Si no querés venir conmigo, te mato, te como. Animal malo que le<br />

gustaban las chicas. La chica de miedo: Cómo no, voy a ir con usted. La llevó, la metió en la cueva, metió una piedra semejante, la<br />

encerró en la cueva. El "Ukumari" le traía carne de burro, carne de mula, carne de caballo. ?Eso no como yo?, decía ella. ?Qué vas a<br />

comer entonces?. Ha ido el "Oso" a buscar la miel, comía ella. No la sacaba de la cueva, le ha producido familia, no la sacaba. Salían<br />

juntos y volvían, no se descuidaba. Llevarían ya como varios años, unos cinco, la criatura ya ha crecido grande. El chico era distinto,<br />

bien peludo, El "Oso" tenía los pies para atrás y el talón para adelante, pero el chico era como la madre. El padre caminaba para<br />

atrás. Le cuenta la madre al chico: ?Tú padre me ha traído acá, de esta manera?. ?Mamita - le dice - yo te voy a sacar? - Ha tenido<br />

fuerza el chico, ha abierto la piedra. Salieron. Llega el "Ukumari" y no hay nadie. Y no la ha encontrado porque ella ha ido a dar en su<br />

casa. Le ha contado a la madre todo lo que ha pasado. Los padres creían que se había muerto. ?Y con éste, el hijo del oso, qué vamos<br />

a hacer?. ?Hay que ponerlo en una escuela?. Claro, había muchos muchachos como él, grandotes, le hablaban, se burlaban. Cuando lo<br />

molestaban, decía: ?No me molesten mucho porque voy a pegarles, les voy a dar bien pegados, yo les aviso?. A uno lo dejó medio<br />

muerto, tenía una fuerza única. Era peludo y petiso. Así ha crecido. El "Ukumari" padre se ha cansado de buscarlos. Por eso es que es<br />

peligroso, decía la abuelita, ir por los valles de esas montañas grandes. Si el "Oso" es hombre, se lleva a la mujer, y si es mujer se<br />

lleva al hombre. Hay tantas mujeres como hombres. Si no los quieren seguir, los comen (CAPOLLETTI, 1983).<br />

Versión 2: Con respecto a su pedido del "Ucumari" o "Ucu", como se dice aquí, le diré que es en el ámbito boscoso y selvático del<br />

Noroeste - y especialmente - de Jujuy y de Salta sonde se lo oye nombrar con más frecuencia ... tuve la suerte de conversar con<br />

personas ... que aseguraban haberlo visto, pues parece que le gusta acercarse a las viviendas aisladas, pero los perros lo ahuyentan.<br />

Se lo describe como a un ser erecto, que anda en dos pies, bajo, de aproximadamente un metro de estatura, con todo el cuerpo<br />

cubierto de pelos. Algunas veces oí de noche unos gritos muy particulares y los lugareños me decían que eran los gritos del "Ucu".<br />

También se dice que cuando se acerca a los puestos de cabras, aplaude y hace sonidos con la boca cariñosamente. También cuentan<br />

que el "Uco" macho persigue a las pastoras y la "Uca" hembra a los hombres. Su fuerza es asombrosa. Yo ví una piedra en un corral,<br />

que me dijeron movió un "Uco" para escapar. Ya ha entrado en el folklore, y corren infinidad de leyendas acerca del "Ucumari" y de<br />

sus ayuntamientos con mujeres, de las cuales nacen humanoides dotados de fuerza increíble (CAPOLLETTI, 1983).<br />

Versión 3: El "Ucumari" es como un "Oso", como un hombre oso. Dicen que vive en lugares muy metidos en las quebradas, en las<br />

cuevas de las Peñas. Dicen que es petiso y panzón. Tiene barba larga, y los pies y las piernas como los monos. Así deja el rastro por<br />

donde anda y sobre todo cerca de las vertientes a donde va a tomar agua. El "Ucumari" roba a las mujeres y las lleva a vivir con él y<br />

también roba a los niños. Dicen que tiene los ojos chiquitos pero muy vivos, de mirada muy fuerte (CAPOLLETTI, 1983).<br />

Se cuentan muchos casos del "Ucumari" que ha robado mujeres y ha tenido hijos con ellas. Dicen que con el tiempo la madre y el hijo<br />

se separan del "Ucumari" y se vienen a vivir con las familias de las mujeres" (CAPOLLETTI, 1983).<br />

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Versión 4: Dicen que años anteriores, hará mucho, pero no tantos que no olvidan detalles, se encontró muy cerca de las casas, en un<br />

arroyo seco que da a una quebrada entre dos cerros altos, quebrada estrecha, honda, un rastro de pies de mono sin duda, pero<br />

grande, lo que haría creer en un hombre mono. Se oían gritos en lo alto de los cerros unas que otras noches, gritos que algunos dicen<br />

oír hasta el presente cuando el viento es favorable. Luego esta creencia se vio reforzada con otra que circuló. Un hombre había<br />

andado por el campo, como llaman, campeando, esto es, en medio de los montes y cerros altísimos buscando animales. Dicen que se<br />

arrimó a la orilla del arroyo a beber, sintió ladrar a los perros que lo acompañaban, cuando vio a un ser semejante a un hombre con<br />

los cabellos largos que le cubrían la cara, que se los levantaba para arriba como para ver. El hombre lo enlazó y montó a caballo,<br />

pero el personaje enlazado empezó a tirar del lazo de tal manera y con tanta fuerza que el hombre, sintiéndose perdido, sacó el<br />

cuchillo y cortó el lazo. El "Mono", que diremos así, lo persiguió mucho trecho, llegando nuestro perseguido a las casas sin aliento y<br />

sin los recados de la montura, que en su huida desesperada había perdido. Otra vez los perros habían rodeado a otro como éste, pero<br />

que no disparaba, sino que sentado se defendía de los perros que lo rodeaban. Presentaba, quien aseguraba haberlo visto, el aspecto<br />

de un hombre peludo de cabellos largos. Propiamente un "Ucumari" (CAPOLLETTI, 1983).<br />

Versión 5: El "Ucumari" es un animal con apariencia de hombre, que tiene el cuerpo completamente cubierto de pelos largos y<br />

negros. Vive en el monte, en regiones inhabitadas (CAPOLLETTI, 1983).<br />

La gente le teme. Tiene la creencia de que la bestia se apodera de la muchacha que más le agrada para llevarla a su guarida y<br />

convertirla en su mujer. Es hijo de una joven cazadora, que en cierta oportunidad se extravió en el monte y fue atrapada por un<br />

animal horrible, que tenía la apariencia de un "Oso". Es este el origen de la raza de los "Ucumaris" (CAPOLLETTI, 1983).<br />

Versión 6: Andando por las sierras de Santa Bárbara, habiendo llegado a la casa de un puestero, supe lo que voy a contar. Por ahí<br />

salió la señora del puestero a juntar unas leñas, y se jueron un poco más lejos, hasta la orilla de un río, cuando di ahí se vuelven<br />

huyendo. Que lo habían visto al "Ucumari" que las llamaba de la otra banda del río. La señora se iba con unas mocitas, a la leña. En<br />

esos días, campiando por esos lados, encontramos los restos del "Ucumari". El pie o pata, como quiera llamarle, del "Ucumari", tiene<br />

el dedo grande muy abierto, que si no sería como el nuestro. Lo seguimos y lo alcanzamos a ver como a los doscientos metros de<br />

distancia, y como ande miedo hay precaución, no se arrimamos más. El "Ucumari" es un bicho al tipo de un hombre grande, que<br />

siempre anda parado en dos pieses. Los brazos y piernas son lanudos o velludos, y la cara es muy parecida a la de una persona. Se<br />

oyen tantos cuentos del "Ucumari", que robaba mujeres y después tenía familia con ellas. Si era un varoncito, se hacia "Ucumari". El<br />

"Ucumari" en cuestión es como un mono grande (CAPOLLETTI, 1983).<br />

Versión 7: En la región es general la creencia de que en los montes vecinos tiene su guarida misteriosa el "Ucumari". Así lo llaman. El<br />

"Ucumari" es un hombre pequeño, que tiene el cuerpo cubierto de pelos, y los pies para atrás, al revés. De este modo, su rastro<br />

desorienta a personas que lo siguen. Es un hombre monstruo, de fuerza extraordinaria. Los collas cuentan que han tenido que<br />

sostener verdaderas luchas para evitar que los arrastrara, cada vez que se han enfrentado con él. Dicen que ha robado mujeres y se<br />

las ha llevado al monte y no han vuelto nunca (CAPOLLETTI, 1983).<br />

Versión 8: El "Ucumari" es un bicho muy fiero que lleva la gente. Cuando es macho roba las mujeres, cuando es hembra a los mozos.<br />

Una vez un "Ucumari" hembra se llevó un mozo pa lo más tupido del monte. Lo metió en una cueva y cerró la puerta, el hoyo, con una<br />

piedra. Después de unos años ha tenido un hijo del mozo. Cuando la guagua ha sido grandecita, el padre le contó su historia. El<br />

mocito apenado por el sufrir del mozo grande, le dijo que cuando sea más mocito y no esté la mamá lo va a llevar pa las casas. Un día<br />

el "Ucumari" se ha ido a buscar miel para darles. Es un bicho muy bueno con los que pilla. El hijo ha resuelto sacarlo al padre. Como<br />

era muy fuerzudo, ha sacado la piedra de la cueva y lo ha alzado al padre. El "Ucumari" los ha corrido mucho, pero no los pudo pillar.<br />

Y así se salvó este mozo y el hijito. Y se han ido a vivir con la gente, con los cristianos (CAPOLLETTI, 1983).<br />

Analizando los relatos anteriores se observa que mientras que en los relatos europeos y algunos sudamericanos lo esencial de las<br />

mismas son las hazañas y posterior desarrollo del "hijo del oso", el héroe, en estos relatos argentinos el personaje principal es<br />

indudablemente el "Oso". Su hijo, en efecto, no realiza ninguna hazaña, si se exceptúa la alusión en la versión 1 (CAPOLLETTI, 1983).<br />

No se trata además de cuentos, es decir, un relato de hechos ficticios sino de sucesos repetibles. Todas las versiones reflejan la<br />

verdad de lo narrativo: es peligroso caminar por determinadas zonas (V.1), el narrador oyó o vió al "Oso" (V.3 y 6), el hecho de que el<br />

rapto de la mujer haya dado origen a una raza de "Ukumaris" (V.5) muestra hasta qué punto el "Oso" es visto como un ser real. La<br />

Mayor distancia con respecto al "hijo del oso" se desprende sin duda de las versiones 4 y 6, que narran un encuentro con el "Oso", o un<br />

ser similar a él (CAPOLLETTI, 1983).<br />

Por último, y a pesar de que ninguno de los trabajos zoológicos referentes al "Oso andino" incluyen como hábitat del mismo al<br />

Noroeste argentino, la descripción de su huella como similar a la dejada por el pie humano (cfr. V.6), abre la posibilidad de que, en<br />

efecto, el límite sur de la distribución de aquel alcance la zona mencionada (CAPOLLETTI, 1983).<br />

El cuento del hijo del oso, popular en Europa en la época de la Conquista, fue introducido desde España en el subcontinente,<br />

logrando una considerable difusión. Historias que tienen por tema a un "Oso", o al hijo de este, fueron recogidas también entre grupos<br />

indígenas. En el proceso de adopción y adaptación surgieron oleotipos, como el encuentro del "hijo del oso" con un condenado (que<br />

de algún modo es el equivalente al ser demoníaco de las versiones europeas), y el episodio del cherrufe entre los Auracanos. Por otro<br />

lado, existen relatos donde el personaje principal es el mismo "Oso", siendo su hijo una figura secundaria o aún inexistente. Este es el<br />

caso de la Mayoría de las versiones del Noroeste argentino aquí citadas, cuyo núcleo es la creencia en la posible relación existente<br />

entre un "Oso" y una mujer, el rapto de la misma, y la descendencia de ambos (CAPOLLETTI, 1983).<br />

La hipótesis aquí postulada, de que los relatos de "Osos" en América del Sur son el producto del encuentro de dos tradiciones, una<br />

autóctona y una introducida desde España, resolvería la polémica suscitada entre Morote Best y Arguedas. El autor mencionado en<br />

primer lugar sostuvo el origen peruano de "Juan el oso" basándose en un comentario de Lizárraga en 1946, acerca de la existencia de<br />

osos que raptaban mujeres. Este informe procede del siglo XVIII y se refiere al valle de Cochabamba en 1957. Arguedas en 1960<br />

afirmó por el contrario que tal relato es de indudable origen europeo. La figura del "Oso" aparece además en un marco distinto al de<br />

la narrativa: su actuación en diversas festividades y danzas andinas rebasa los límites del presente trabajo. Ella parece mostrar<br />

asimismo una fusión de elementos andinos y españoles (CAPOLLETTI, 1983).<br />

A pesar de que las historias locales acerca del comportamiento del "Oso de anteojos" pueden tener bases verídicas, ellas se<br />

encuentran a menudo repletas de fantasía y conjeturas. A lo largo del Perú, fuentes respetadas dijeron que el "Oso" sorprendió a su<br />

ganado, lo mató y trepó a un árbol para comerlo de manera aislada y proteger la presa de los "Zorros". Se dice de los "Osos" también<br />

que trepan a los árboles sobre los cultivos de maíz para explorar antes de alimentarse. Yo encontré seis árboles que habían sido<br />

trepados recientemente, situados sobre los maizales donde yo observé a los "Osos". Si estos árboles habían sido trepados para<br />

propósitos de exploración, no es claro si estos fueron trepados antes de que el "Oso" entrara a los campos de "Maíz" o después. Uno de<br />

estos árboles contenía una cama de día con una rata a medio comer y heces en la cama. Las heces contenían pelo de "Oso", pelo de<br />

rata, maíz y hojas de bromelia. La evidencia indicaba que los "Osos" comían algo de carne mientras estaban en el árbol y que el<br />

animal había trepado el árbol después de por lo menos una incursión al cultivo de "Maíz" (PEYTON, 1980).<br />

Los informantes locales decían que los "Osos" viejos (grandes y ciertamente mal entendidos como osos viejos) esperaban 30 a 90<br />

minutos antes de entrar a un cultivo de "Maíz" y posicionarse ellos mismos de tal forma que ellos pudieran siempre ver el camino<br />

delantero al campo de maíz. Los "Osos" sin experiencia (pequeños y jóvenes) de los que se dice que entran sin cuidado y se ha<br />

reportado que son aquellos a los que más se les dispara. Los "Osos" grandes que yo observé en los campos de "Maíz" entraron<br />

cuidadosamente sin el conocimiento de la presencia humana, y arriesgadamente mientras los guardias del cultivo intentaban<br />

perseguir a lo lejos a una distancia de 40 m. Con la excepción de una hembra pequeña que yo observé en un árbol de "Tajupe", todos<br />

los otros "Osos" se movían lentamente debido al terreno difícil, incluso cuando ellos habían detectado presencia humana. Cuando son<br />

sorprendidos, los "Osos de anteojos" dicen los campesinos que escapan con rodadas rápidas montaña abajo. Los cachorros se dice que<br />

escapan trepando en la espalda de su madre (PEYTON, 1980).<br />

http://convenioandresbello.org/cab3/sibd4/index.php?option=com_content&task=view&id=22&Itemid=58<br />

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En Venezuela, el mito del "Salvaje", es recogido en Paraguaná (Falcón) por HERNÁNDEZ (1984).<br />

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Durante el presente estudio se constató el importante papel que se le atribuye al "Oso de anteojos" dentro de la concepción que<br />

tienen los Tunebos acerca de su propio origen. A continuación se trascribe lo más fielmente posible lo relatado por un indígena Bócota<br />

de la región (RODRÍGUEZ ET AL., 1986):<br />

"? Al principio no había nada.<br />

Sólo la luz. Sólo Sira.<br />

No había montañas, ni árboles, ni peces.<br />

Sira hizo todo, montañas, árboles y peces.<br />

Cuando quiso hacer al Tunebo hizo al oso.<br />

Entonces miró al oso.<br />

No le gustó lo que había hecho.<br />

Entonces hizo otra vez al Tunebo.<br />

Así como somos ahora.<br />

La primer gente fuimos los Tunebos.<br />

El Tunebo no mata al oso.<br />

Porque es el padre de los Tunebos.<br />

Es el hermano Mayor.<br />

Es el primer hombre que hubo?"<br />

Esta concepción, según la información popular, parece fundamentarse en el hecho de que las huellas dejadas por el "Oso" en el<br />

terreno semejan las del pie del Tunebo (RODRÍGUEZ ET AL., 1986).<br />

Los campesinos de la región dan una interpretación diferente sobre este aspecto. Para ellos el "Oso" es un Tunebo que cometió una<br />

falta y por ello Dios lo castigó. Otros cuentan que anteriormente los Tunebos pensaban que sus ancianos al morir, se convertían en<br />

"Osos", eran envueltos en mochilas y arrojados al río Cabugón, Bachira o Bajaná, por lo cual los indígenas no utilizaban sus aguas<br />

(RODRÍGUEZ ET AL., 1986).<br />

Dentro del área estudiada el campesino utiliza el omoplato derecho del "Oso" para darlo raspado en la comida de los niños con la<br />

creencia de que así crecerán sanos y fuertes (RODRÍGUEZ ET AL., 1986).<br />

Muchos de los relatos compilados, aunque tienen una base real, frecuentemente están llenos de fantasía. Los más comunes se refieren<br />

a cómo el "Oso" captura las reses para luego consumirlas. En algunos casos, el animal persigue la res mordiéndola en la región del<br />

talón de Aquiles hasta destrozarlo totalmente, impidiéndole el movimiento y matándola después. En otras oportunidades, el "Oso"<br />

procura encontrar un árbol que le sirva de apoyo y, abrazándose fuertemente a él, detiene la res por la cola con la otra mano hasta<br />

que la fatiga, matándolo posteriormente; según los relatos, algunas reses habrían perdido la cola de esta forma (RODRÍGUEZ ET AL.,<br />

1986).<br />

Otro asunto importante son las concepciones populares tejidas alrededor de las especies nativas: deben estudiarse, no asaltarse para<br />

cambiarlas, si son erradas. Por ejemplo, en áreas rurales de Güicán, se cree que el omoplato derecho del "Oso" hace crecer sanos y<br />

fuertes a los niños, si se les suministra raspado en la comida. En Tolima, según relatos, la grasa cumple el mismo objetivo, aplicada en<br />

el ombligo (POVEDA, 1986).<br />

Durante el siglo XVI el "Oso pardo de los Pirineos" (Ursus arctos pyrenaicus), estaba distribuido en casi toda la península Ibérica, por<br />

lo cual es lógico suponer que para los peninsulares recién llegados a América, no fuera una sorpresa encontrar "Osos" en estas tierras.<br />

De allí obviamente provino su nombre más generalizado. Sin embargo, para las subsiguientes generaciones de americanos de origen<br />

europeo y mestizos debe haber sido una sorpresa, encontrar animales tan parecidos al hombre en su eventual modo bípedo de<br />

ambular, a medida que colonizaban regiones selváticas inexploradas (esto es aún frecuente entre los campesinos andinos de acuerdo a<br />

lo averiguado en nuestros trabajos de campo). Para estos americanos, un animal así no estaba en sus referencias mentales (aunque sí<br />

para las de los españoles recién llegados), por lo cual se convirtió en base para un mito, basado en una especie de "hombre salvaje"<br />

que habitaba en las montañas. De aquí seguramente provino su otro nombre (YERENA, 1987).<br />

La posible existencia de "Osos de anteojos" en el norte de Argentina es sustentada por el papel preponderante que los "Osos" tienen<br />

en las leyendas locales y las historias populares. Estas historias involucran típicamente un "Oso" de un sexo rapta un ser humano de<br />

otro sexo. Nacía un niño con ciertas características de "Oso" y después de mucha angustia, el niño y el padre humano eventualmente<br />

escapaban a la civilización (LINCOLN PARK ZOOLOGICAL GARDENS, 1988).<br />

La presencia del "Oso andino" no siempre ha sido tan poco notada. En tiempos de los Incas, a los "Osos andinos" se les consideraba<br />

como vínculo entre la tierra y los dioses. Los dioses habitaban en las cimas de las montañas y los "Osos" merodeaban por el bosque,<br />

pero de vez en cuando subían y salían del oscuro dominio de árboles y bejucos hasta el páramo, por encima de la línea de árboles.<br />

Para el indio el "Oso" parecía salir de la oscuridad moral del bosque a la luz de terreno abierto para deambular entre el mal y el bien<br />

y en la vía para hablar con los dioses. Aún hoy en algunas partes del Perú, los indios creen que las almas de la gente mala están<br />

condenadas por los dioses de las montañas a penurias eternas, tales como cargar grandes bloques de hielo por las cimas de las<br />

montañas. Los indios actuales a veces se visten en traje de "Oso", escalan las montañas a media noche, cortan bloques de hielo y los<br />

bajan con la creencia que de esta forma están liberando las almas de los condenados para que puedan ir al cielo. Sin esta<br />

intervención creen ellos, que los condenados deberán seguir laborando para siempre, a menos que los mate un "Oso" de un zarpazo<br />

(STEINHART, 1990).<br />

Los europeos trajeron diferentes puntos de vista del "Oso". Con la llegada de los colonos de piel blanca se difundieron mitos por los<br />

Andes sobre "Osos" que secuestraban y preñaban las mujeres. Los "Osos" se convirtieron en símbolos del machismo y emblemas del<br />

deseo humano en lugar del orden espiritual. Y los nuevos mitos ahora se mezclan con los viejos en diferentes comunidades indígenas.<br />

Los agricultores campesinos maceran Puya, una "Bromelia" consumida por los "Osos" en el páramo y la frotan sobre el pecho de los<br />

niños recién nacidos para conferirles fortaleza. Codician la grasa del "Oso" como cura contra los golpes y como remedio contra el frío<br />

extremo. Muchos campesinos modernos alimentan su ganado con estiércol de "Oso" para hacerlo más fuerte. Peyton señala que<br />

durante sus estudios de campo "mis muestras de excremento de "Oso" eran robadas constantemente". Los indios frecuentemente se<br />

ofrecían para acompañarlo cuando él iba al páramo en búsqueda de "Osos" ya que de esta manera aprovechaban la oportunidad para<br />

dirigir sus rituales a los dioses de las montañas. Ellos envolvían grasa de "Vicuña", garras de "Oso" y hoja de "Coca" en atados y<br />

mientras susurraban oraciones, lanzaban los atados al fuego. Cuando Peyton les preguntaba acerca del ritual le decían que usaban las<br />

garras porque el "Oso" puede comunicarse con los dioses. El "Oso" vive cerca de los dioses. El "Oso" es tremendamente poderoso<br />

(STEINHART, 1990).<br />

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Había una vez una "Osa" del bosque de niebla andino, un fantasma hirsuto velado en la mística montaña, cuyo espíritu se creyó que<br />

era el puente de comunicación entre el cielo y la tierra, cuya sangre era comunión sagrada. "Ucumarí" - el "Oso" con poder místico -<br />

raramente visto, fue profundamente apreciado. Las montañas, en estos tiempos, amparan un "Oso" cuyo carácter está ensombrecido<br />

por la sangre del ganado y culpado por la ruina de los cultivos. Es conocido como asesino de ganado y atacante de cultivos, una<br />

criatura de la clase de las sabandijas, cuyo valor es sopesado por el precio marcado de su escondite (STOLZENBURG, 1997).<br />

Icono cultural de la peste de la agricultura, la diametral bestia describe una entidad biológica, Tremarctos ornatus, el "Oso andino".<br />

Lo que separa la creencia de la realidad, no afecta en nada la evolución biológica del "Oso", pero produce una rápida mutación de la<br />

sociedad Andina. El "Oso" en cuestión es un animal versátil, vagando por los Andes Suramericanos desde valles desérticos hasta<br />

escarpados bosques de niebla y más allá de los ventosos pastizales de páramo, donde deja sus huellas planas seudohumanas en la<br />

nieve alpina. Exceptuando al "Puma" y a la especie humana, ningún otro animal cruza la latitud y la elevación atravesada por el "Oso<br />

andino" (STOLZENBURG, 1997).<br />

Los nativos de los Andes conocen a su "Oso" como un ser con poderes sobrenaturales. Desde los antiguos pobladores anteriores al<br />

imperio Inca, se encuentran descripciones del "Oso" como un símbolo de cambio, un conector entre el cielo y la tierra, entre el bajo<br />

mundo de las selvas y el mundo superior de los altos picos Andinos. El "Oso" fue el talismán para los primeros nativos, quienes en la<br />

época de cultivo viajarían por días enteros, ascendiendo hasta 20000 pies hacia los Andes, para regresar con un gran trozo de hielo de<br />

la tierra del oso sobre sus hombros. Un jinete mestizo hace un siglo, enlazaría al "Oso" y lo mataría a garrotazos, para beber su sangre<br />

cálida y así comunicarse con sus dioses (STOLZENBURG, 1997).<br />

Para algunos, hay señales de que el "Oso" con poderes mágicos todavía vaga, oscurecido por los sombreados y místicos bosques de<br />

niebla. Una compañía de helados Ecuatoriana acarrea bloques de hielo de las montañas para hacer sus helados. "Ellos no lo advierten,<br />

pero saben porqué la gente va donde ellos", "La gente no va allí solo para comprar helados. Van por el helado del oso, para tomar<br />

agua curativa" (STOLZENBURG, 1997).<br />

En Colombia la gran extensión de su área natural y la marcada variabilidad individual ha motivado la aplicación de diversos nombres<br />

por parte tanto de los científicos como por el común de la gente. Desde épocas precolombinas era conocido como "Ucumari" en<br />

quechua, vocablo que aún hoy es utilizado; "Nen" era el vocablo Chibcha que se aplicaba al "Oso" - aunque cabe la posibilidad de que<br />

fuese también para denominar al "Puma" (Felis concolor) - de donde se derivó Nemequene, nombre del gran legislador Chibcha<br />

forjador de este imperio, cuyo significado era la fuerza del "Oso" (RODRÍGUEZ, s.f.).<br />

Ha sido un animal totémico para muchas tribus, las cuales no lo cazaban por considerarlo su hermano Mayor. Los Tunebos o U?uwa de<br />

la familia linguística chibcha, perteneciente al grupo de los Tegria, lo llamaban "Manoba"; los Ukasia o Thutatuwa, recientemente<br />

extinguidos, lo conocieron como "Manoa" y los Cobaría o Kubaruwa lo denominan "Manoba". Los Chaké de la Serranía de Perijá le<br />

llaman "Mashiramo". En épocas recientes todos los nombres conocidos se han derivado de su variado diseño de color: "Oso negro", "Oso<br />

frontino", "Oso enjaquimado", "Oso careto", y "Oso congo"; o por sus hábitos alimenticios, "Oso piñuelo" en virtud de su predilección<br />

por los frutos y brotes tiernos de las "piñuelas", achupallas y cardones de páramo (Bromeliaceae) (RODRÍGUEZ, s.f.).<br />

ZOOCRÍA<br />

SAPORITI (1949) informó que en el Jardín Zoológico de Buenos Aires se le suministraba pan, leche, huevos, "Manzanas", "Naranjas",<br />

"Bananas" y trozos de carne de equinos cocida. Además reportó reproducción del "Oso de anteojos" en el zoológico.<br />

En el Jardín Zoológico de Buenos Aires, SAPORITI (1951) el periodo de gestación fue entre 8 y 8 ½ meses, el número de jóvenes era<br />

de uno o dos, y la época de nacimientos era Junio, Julio y Septiembre.<br />

Dos individuos adultos en el zoológico Brookfield, Illinois, son alimentados con la misma dieta que se les da a los otros "Osos" en el<br />

zoológico, sólo que Tremarctos rechaza el pescado. La dieta consiste en comida de perro deshidratada (16% de peso seco de carne<br />

por producto) mezclada con agua, vegetales frescos, y carne fresca. De acuerdo a Robert Bean, el director del Zoológico, Tremarctos<br />

muestra casi el mismo interés en la carne fresca como lo hace el "Oso negro" (Ursus americanus) y los "Osos perezosos" (Melursus<br />

ursinus); el no consume carne como lo hacen los "Grizzlies" o los "Osos polares" (DAVIS, 1955).<br />

Los dependientes del zoológico afirman que ellos nunca han observado ninguna indicación de un punto de almacenamiento en<br />

Tremarctos, nunca han sido estos "Osos" observados usando sus patas delanteras para llevar comida desde el punto de<br />

almacenamiento hasta la boca, como lo hacen los monos y los roedores que poseen puntos de almacenamiento. Yo observé a estos<br />

"Osos" a través de unos binoculares 8X cuando ellos se encontraban alimentándose de varios tipos de comida y era imposible detectar<br />

diferencias entre su comportamiento masticatorio y el de otros "Osos". La comida de pero es tomada desde el suelo e ingerida<br />

directamente. Las "Zanahorias" y las "Bananas" son sostenidas con las palmas de las patas delanteras, el animal sentado en sus caderas<br />

en una postura que recuerda al panda gigante durante su alimentación, y algunas partes son mordidas hacia el final y escupidas<br />

(DAVIS, 1955).<br />

KLUSS (1959) reportó reproducción del "Oso de anteojos" en el zoológico de Berlín.<br />

Es poco frecuente en los museos y jardines zoológicos, pero no es raro como parece. En Lima, el Museo de Hist. Nat. Javier Prado<br />

posee un bonito ejemplar de un macho, y otro menor que durante algún tiempo fue mantenido vivo en el museo. También el Colegio<br />

Guadalupe y el de La Salle poseen ejemplares disecados. En Europa ya en 1825 vivió un "Oso de anteojos" en el Jardín des Plantes, y<br />

en 1872 hubo uno en el jardín zoológico de Amsterdam (BRACK, 1961).<br />

La comida proporcionada diariamente a nuestro "Oso de anteojos", un macho más bien grande e irascible, consistía en un cuarto de<br />

leche evaporada reconstituida, dieciocho manzanas, y siete tajadas de pan con uvas pasas. Una vez el tomó "Bananas", pero después<br />

rechazó todos los tipos de frutas excepto las "Manzanas". Nunca aceptó carne o incluso un mezcla de carne tajada y carne de perro, a<br />

pesar de que un animal joven recibido en Abril de 1958, tomó pequeñas cantidades de ambos. De manera distinta a la Mayor parte de<br />

los "Osos" del norte, el fue muy uniforme con su toma de comida, mostrando una ligera variación estacional. El no mostró inclinación<br />

a volverse dormante durante el invierno y estaba usualmente por fuera de casa, no importa que tan frío o malo estuviera el clima. Yo<br />

fui informado por W. Wendnagel, vice-director de Jardín Zoológico de Basel, en una carta fechada en Enero 28 de 1957, que una<br />

hembra embarazada recibida por parte de un comerciante en Noviembre 25 de 1952, dio a luz tres jóvenes en Febrero 17 de 1953. El<br />

reporte anual del Jardín Zoológico de Basel conserva el registro de dos cachorros del "Oso de anteojos" en ese año y un nacimiento<br />

simple en los Jardines Zoológicos de Berlín los cuales se encuentran listados en el reporte de esa institución para el año de 1960<br />

(CRANDALL, 1964).<br />

ROTH (1964) escribió que en el Zoológico de Ruhr se ofreció repetidamente carne a los "Osos de anteojos" y se constató que no la<br />

comían, pero en cambio bebían con gusto el caldo de carne y comían alimentos vegetales variados. Observó durante tres años en el<br />

los periodos de celo de una hembra de Tremarctos ornatus e indicó que ocurrían regularmente en Mayo hasta Junio.<br />

WALKER (1964) reportó que un "Oso de Anteojos" vivió 20 años en el zoológico de San Diego y una hembra en el Zoológico de Berlín<br />

dió a luz un cachorro.<br />

GENSH (1965) reportó casos de reproducción del "Oso de anteojos" en el Zoológico de Dresden.<br />

http://convenioandresbello.org/cab3/sibd4/index.php?option=com_content&task=view&id=22&Itemid=58<br />

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En cautividad su comportamiento es idéntico al de sus congéneres Norteamericanos y Europeos (BORRERO, 1967).<br />

http://convenioandresbello.org/cab3/sibd4/index.php?option=com_content&task=view&id=22&Itemid=58<br />

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El desarrollo juvenil en Tremarctos ha sido descrito en el zoológico de Dresden ; es un ciclo exactamente Oestrus;sin embargo, esto<br />

aún permanece en duda. Los nacimientos en zoológicos en Europa y Norte América se distribuye de la siguiente manera: 16-31<br />

Diciembre (6 nacimientos); 1-15 de Enero (8); 16-31 Enero (8); 1-15 de Febrero (4) ; 16-29 Febrero (1). Los más tempranos ocurrieron<br />

el 20 de Diciembre y los últimos el 23 de Febrero. En libertad, los cachorros han sido reportados más o menos en Mayo, en Junio o<br />

incluso aproximadamente en Septiembre ; hacia Noviembre y alrededor de Diciembre y ningún nacimiento efectivo data del 16 de<br />

Diciembre. En un zoológico sureño un nacimiento fue registrado el 4 de Julio de 1972 (ROEBEN, 1975)<br />

En Agosto de 1972 en el Zoológico de Jersey (Reino Unido) se logró, por primera vez, reproducirlos con éxito (BLOXAM, 1977).<br />

KNAPIK (1984), resaltan que una madriguera aislada y oscura, con suficiente paja para que los "Osos" puedan construir sus camas, así<br />

como un encierro seguro, son elementos muy importantes para lograr éxito en el manejo de animales cautivos.<br />

En el caso de nuestro "Oso" en Colombia, por sus hábitos solitarios, no sería apto para cría, pero, cazado racionalmente, proporciona<br />

carne, cuero y además grasa, que es antirreumática. Esta podría analizarse y aplicarse, o al menos sus principios activos, en industria<br />

farmacéutica y medicina (POVEDA, 1986).<br />

La reproducción y el cuidado en cautiverio del "Oso de anteojos" se ha realizado, principalmente, en los zoológicos de Europa y de los<br />

Estados Unidos. Estos zoológicos han desarrollado un potencial técnico y económico para cubrir las necesidades de: cambio de clima,<br />

calefacción artificial, regulación de las horas de luz y oscuridad, cambios de alimentación, etc. (PAZ,1988).<br />

Desde 1961, el Zoológico de Jersey (Reino Unido) se ha mantenido en cautiverio una colección representativa de "Osos frontinos"<br />

(sinon = "Oso de anteojos"). Actualmente, en el zoológico existen dos animales: una hembra de 25 meses de edad (Barbara M-1245),<br />

que llegó a Jersey en Junio de 1987, y un macho de igual edad (Vladimir M-1346), que arribó en Octubre del mismo año. Debido a<br />

que el diseño de los encierros para animales cautivos es uno de los aspectos más importantes en la política de manejo de especies<br />

amenazadas o en peligro de extinción, este trabajo presenta algunos datos que permiten entender el uso del encierro por parte de<br />

los osos en un zoológico, además de sus patrones de actividad y comportamiento en cautiverio. Este trabajo incluye algunas<br />

recomendaciones sobre la alimentación y el cuidado del "Oso frontino", así como una lista de plantas y animales que forman parten de<br />

su ambiente natural y de su dieta, con los respectivos equivalentes y sustitutos para el manejo en cautiverio (PAZ,1988).<br />

El encierro para los "Osos" en el Zoológico de Jersey comprende un área abierta suboctogonal de 267 metros cuadrados de superficie,<br />

con una piscina adicional de 32.5 metros cuadrados y 1.5 metros de profundidad, }que permanece llena con agua fresca la Mayor<br />

parte del año, excepto durante el invierno. El conjunto tiene un área cubierta compuesta por tres comportamientos, de 3.7 x 3.0 x<br />

2.7 metros, interconectados por medio de puertas corredizas. Todas las paredes poseen vidrios protectores y de seguridad, que<br />

permiten observar a los "Osos" fácilmente, evitando el exceso de murallas de concreto o de barras metálicas (PAZ,1988).<br />

Este encierro, por motivos de estudio, fue dividido en doce áreas, con el objeto de registrar los patrones de movimiento, el uso del<br />

encierro como tal y el comportamiento del "Oso" Barbara M-1245. Cada cinco minutos, y durante 48 horas de observación, las<br />

localizaciones puntuales del "Oso" y su actividad, en ese instante, fueron registradas en una hoja de referencia, que incluía algunos<br />

eventos y estados comportamentales. El tiempo fue medido con un cronómetro Heuer, con aproximación de quintos de segundo, y un<br />

reloj cronómetro CITIZEN GN-4-S, con aproximación de centésimas de segundo. Las distintas localizaciones fueron marcadas en cada<br />

una de las doce áreas del encierro y se midieron los estados de actividad. Como resultado un total de 574 localizaciones diferentes<br />

fueron registradas en las doce áreas del encierro durante las 48 horas de observación. Los porcentajes permiten distinguir, al menos<br />

seis niveles de uso del encierro. Debido a que durante el tiempo de estudio los sitios de alimentación del animal se localizaron en las<br />

áreas 1 y 7, el "Oso" concentró equivalentemente sus actividades en estas zonas. En ambas áreas el "Oso" tiene la oportunidad de ver<br />

al personal del zoológico antes de ser alimentado, y mostrar especial interés en el público. El 11.8 por ciento de sus actividades las<br />

desarrolló en estas dos zonas (PAZ,1988).<br />

En el área 3 el "Oso" muestra un porcentaje de actividad similar a 1 y 7. Esta zona fue utilizada principalmente para descansar o<br />

dormir, en especial en los días fríos y lluviosos. En la zona 3 se encuentra una cámara de cría protegida y oscura, que suele ser<br />

utilizada igualmente en la noche. Durante el verano y los días abrigados, el oso duerme sobre la plataforma central (área 8), o sobre<br />

el túnel (área 7). Mientras garúa, el "Oso" puede permanecer fuera de las cámaras cerradas 1, 2 y 3, pero casi siempre activo (camina,<br />

explora, trota, etc.). Cuando el "Oso" camina, corre o permanece muy activo, frecuentemente recorre todas las áreas del encierro,<br />

aunque con preferencia trepa a la plataforma en 8, explora los alrededores del túnel en 7, o busca alimento en 1 y 7 (PAZ,1988).<br />

Otros comportamientos usuales son: ingresar dentro de las cámaras de cría y alimentación (áreas 1,2 y 3), caminar en dos patas y<br />

mostrar interés por el público. El "Oso" se interesa en el público en casi todas las áreas del encierro, especialmente en 1, 7 y 8 (en<br />

esta última mira desde la plataforma), así como en el área 4 (junto a la puerta corrediza). En las zonas 7 y 10 el "Oso" suele caminar<br />

en dos patas para mirar al público. Alfredo Cuarón (com. pers.) sugiere que los "Osos" son animales muy curiosos, que suelen mostrar<br />

Mayor interés por el público que otros animales cautivos. Por otra parte, caminar en dos patas para explorar el entorno es una<br />

característica muy conocida dentro de los úrsidos (PAZ,1988).<br />

El Apéndice II de este trabajo incluye dos listas: una referente a las plantas y animales que forman parte de la dieta de Tremarctos<br />

ornatus en estado silvestre, y los equivalentes o sustitutos que pueden ser utilizados en cautiverio; otra lista presenta una serie de<br />

especies de plantas que podrían ser cultivadas dentro o fuera de un encierro para "Osos frontinos" (componentes del hábitat), para<br />

crear un ambiente natural. Parte de esta información ha sido colectada en el campo, de cazadores, agricultores e indígenas. Este<br />

Apéndice también incluye la dieta mínima necesaria para alimentar a un "Oso frontino" en cautiverio (PAZ,1988).<br />

Algunas plantas que pueden ser cultivadas dentro o fuera de un encierro para "Osos de anteojos" con el objetivo de crear un ambiente<br />

natural (componentes del hábitat) (PAZ,1988).<br />

FAMILIA:NOMBRE FORMA DE VIDA COMENTARIOS, USOS<br />

Agavaceae:<br />

Agave americana<br />

Fourcrea sp.<br />

Araliaceae:<br />

Alimento: fruto y hojas<br />

Oreopanax argentea Arbol Difícil de cultivar<br />

Schefflera Arbol<br />

Asteraceae:<br />

Baccharis buxifolia<br />

Arbusto Dentro y fuera del encierro<br />

Bidens humilis Hierba Dentro del encierro<br />

Taraxacum Hierba Dentro del encierro<br />

Betulaceae:<br />

Alnus acuminata<br />

Arbol Dentro y fuera del encierro<br />

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<strong>Convenio</strong> <strong>Andrés</strong> <strong>Bello</strong><br />

Elaeocarpaceae:<br />

Vallea stipularis<br />

Ericaceae:<br />

Vaccinium floribundum<br />

Fabaceae:<br />

Lupinus mutabilis<br />

http://convenioandresbello.org/cab3/sibd4/index.php?option=com_content&task=view&id=22&Itemid=58<br />

Arbol<br />

Arbusto Alimento: frutos<br />

Arbusto Alimento (..)<br />

Medicago sativa Arbusto Alimento: frutos y hojas<br />

Grossulariaceae:<br />

Escallonia sp.<br />

Juglandaceae:<br />

Juglans neotropica<br />

Melastomataceae:<br />

Brachyotum ledifolium<br />

Passifloraceae:<br />

Passiflora mollisima<br />

Plantaginaceae:<br />

Plantago lanceolata<br />

Poaceae:<br />

Bromus sp.<br />

Cortaderia sp.<br />

Polygonaceae:<br />

Rumex sp. sp.<br />

Rosaceae:<br />

Prunus serotina<br />

Hesperomeles sp.<br />

Salicaceae:<br />

Salix humboldtiana<br />

Arbusto Fuera del encierro<br />

Arbol Alimento: frutos, forraje<br />

Arbusto Forraje<br />

Trepadora Alimento: frutos<br />

Hierba Dentro del encierro<br />

Hierba Dentro del encierro<br />

Hierba Dentro del encierro<br />

Arbol<br />

Arbusto<br />

Alimento: frutos y hojas<br />

Alimento: frutos<br />

Arbol Dentro y fuera del encierro<br />

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La mayoría de estas plantas pueden ser cultivadas con excelentes resultados, tanto para crear un ambiente natural como para<br />

utilizarlas como fuente de alimento para los "Osos". Algunas especies crecen únicamente a determinada altitud (PAZ,1988).<br />

En la Reserva Natural la Planada, actualmente se desarrolla El Proyecto "Oso de Anteojos" cuyo fin es la reproducción de osos en<br />

cautiverio para ayudar a su conservación. Este trabajo, parte del proyecto, se llevó a cabo con una osezna "Azúcar" nacida en la<br />

Reserva el 19 de Diciembre de 1989, y su madre "Yadira", durante 5 meses comprendidos entre el 19 de Abril y el 7 de Septiembre de<br />

1990. El estudio se realizó con la pareja mantenida en condiciones de semicautiverio, en una isla de bosque secundario de<br />

aproximadamente dos hectáreas, limitada por una zanja de 3 m de profundidad. Los objetivos de la investigación fueron los<br />

siguientes: 1- Determinación del hábito arbóreo. 2- Distinguir el proceso de independencia de la cría con respecto a la madre. 3-<br />

Descripción de los patrones de actividad de la osezna. Se recogieron datos durante 5 meses, para un total de 70 días de observación,<br />

en los cuales se tomó el tiempo de cada actividad realizada por la osezna a lo largo del día (6 am a 6 pm). Además cada 15 días se<br />

midió el diámetro de los árboles a la altura del hombro (dbh). Los resultados indican que a medida que la cría creció, trepó durante<br />

más tiempo, el tiempo de cada trepada aumento con la edad. La frecuencia de trepada no cambió a medida que la osezna creció. Se<br />

encontró también que el tamaño (dbh) de los árboles que trepó la osezna a medida que creció fueron más grandes. El proceso de<br />

independencia es relativamente lento en condiciones de semicautiverio. Los resultados encontrados indican que la osezna se alejó<br />

durante más tiempo de la madre a medida que creció. La frecuencia con la cual se alejó la osezna de la madre no cambió con la<br />

edad. Al aumentar el tiempo de la alejada de la osezna con respecto a la madre posiblemente aumenta la distancia a la cual se<br />

aleja. Las actividades están sujetas en cierta medida a las actividades humanas; sin embargo, los resultados obtenidos indican que<br />

trepar a los árboles fue la actividad que más realizó durante la investigación: dicha actividad fue realizada con varios fines: comer,<br />

dormir, jugar, descansar, protegerse de algún peligro, investigar, entre otras. Los resultados obtenidos muestran que dormir, sentarse<br />

y caminar son actividades que ocupan gran parte de su tiempo, jugar y comer son realizadas durante menos tiempo. La información<br />

obtenida en esta investigación es importante en el conocimiento de la especie, indica además la importancia de conservar los<br />

bosques pues se reitera la necesidad que el "Oso de Anteojos" tiene de los árboles y de su hábitat en general (PATIÑO,1991).<br />

Es considerado vulnerable según el libro rojo de la UICN, y se encuentra en el Apéndice I de la CITES. Por lo tanto, su reproducción y<br />

mantenimiento en cautiverio se hace vital para la preservación de la especie (MARIN, HERRERA & NASSAR, 1993).<br />

El trabajo con los "Osos anteojados" en el Parque Jaime Duque ha comprendido varios procesos de enriquecimiento ambiental. En este<br />

artículo se reportan los resultados de dos experimentos con un año de diferencia: el primero, el estudio del impacto sobre el<br />

comportamiento que tuvo un dispensador de alimento y el dispersar la comida, y el segundo, la combinación de estas dos formas de<br />

enriquecimiento como una alternativa para disminuir la predecibilidad del medio. Se estudió el comportamiento de los tres "Osos<br />

anteojados" adultos del zoológico Jaime Duque ; dos machos y una hembra. Estos estaban ubicados en dos encierros de las mismas<br />

dimensiones y características de las de los felinos, referidos en el artículo anterior. Se realizaron dos experimentos para determinar<br />

el valor de los dispensadores de comida (MARIN, HERRERA & NASSAR, 1993).<br />

Experimento 1. Se dividió en tres partes. La observación CONTROL se hizo bajo las condiciones iniciales de encierro, en la cual los<br />

"Osos" eran alimentados en platones dos veces al día. Cada animal se observó 15?, dos veces al día, durante dos semanas. Al terminar<br />

el control, la comida se ofreció dispersándola en toda la jaula y se llevaron a cabo observaciones, a las dos semanas de la misma<br />

manera que el control (MANIPULACION DISPERSION). Luego, un dispensador de alimento (ARBOL) fue introducido a cada jaula. Este<br />

consistía en un poste de madera de aproximadamente 30 cm de diámetro y 2.5 m de alto al cual se la habían abierto uno huecos a<br />

diferente altura de 15 cm de diámetro. En la parte más alta se colocó una vara de la cual se colgaron dos llantas y en las que se ponía<br />

el alimento (frutas, vegetales, concentrado de caninos) al igual que en los huecos. Para tomar la comida los "Osos" tenían que subirse<br />

al ?árbol? y tomarla de la misma manera que lo hacen en la vida silvestre. Observaciones de comportamiento fueron efectuadas dos<br />

semanas después de introducido el dispensador de manera similar a la fase anterior (MARIN, HERRERA & NASSAR, 1993).<br />

Experimento 2. Un año y medio después de realizado el primer experimento se llevó a cabo un segundo para verificar como estaban<br />

afectando los dispensadores de comida el comportamiento de los "Osos". Las condiciones y metodología de observación fueron iguales<br />

a las descritas en el primero. Se comparó el efecto de usar los dispensadores de comida siempre de la misma forma (FIJO) y el variar<br />

su utilización al azar (ROTACION). Los artefactos fueron el dispensador del primer experimento (ARBOL) y un segundo que había sido<br />

introducido un año antes (TRONCO), que consistía en un tronco de 30 cm de diámetro y 2.5 m de largo, colocado sobre dos varas de<br />

0.8 y 2 m de alto de forma que quedaba con una inclinación de 30º aproximadamente. En la parte más alta se colocó un platón, de<br />

manera que el animal tenía que subirse al tronco para poder tomar el alimento (MARIN, HERRERA & NASSAR, 1993).<br />

La manipulación de la comida por medio de los dispensadores, a pesar de tener algún efecto, fue dudosa como una forma eficaz de<br />

enriquecimiento ambiental. En el primer experimento cambió significativamente el tiempo utilizado en dormir (disminuyó ; t


<strong>Convenio</strong> <strong>Andrés</strong> <strong>Bello</strong><br />

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dispensadores de comida es útil a largo plazo para incrementar el tiempo de alimentación. Sin embargo, esto no necesariamente va<br />

producir un cambio positivo en el animal, a pesar de mantenerlo más tiempo ocupado y activo (MARIN, HERRERA & NASSAR, 1993).<br />

En el primer experimento disminuyó la presentación de masturbación y movimientos estereotipados (rotación de la cabeza, caminado<br />

continuo y "lamido de las manos") al dispersar la comida e introducir el dispensador, respecto al control (t> 0.05). Katana y Pacho, el<br />

macho solitario, fueron los que más presentaron estas conductas anormales. Nerón no fue visto masturbándose. En el experimento 2,<br />

la masturbación incrementó respecto al primero, pero sólo Pacho mostró este comportamiento (MARIN, HERRERA & NASSAR, 1993).<br />

El resultado de este estudio, junto con los obtenidos en los otros descritos en este mismo reporte, sugieren que la manipulación del<br />

alimento tiene un efecto limitado como enriquecimiento ambiental. Si bien es cierto que proveer dispensadores puede producir un<br />

impacto en el comportamiento del animal, su beneficio muchas veces no compensa los costos y el trabajo que requieren este tipo de<br />

elementos. Por otra parte, su utilización sí puede estimular a los animales a presentar posturas normales de la especie, lo que es de<br />

gran ayuda en un programa educativo (MARIN, HERRERA & NASSAR, 1993).<br />

OTRAS ESPECIES REGISTRADAS PARA LOS PAÍSES DEL CONVENIO ANDRÉS BELLO<br />

"Información no disponible"<br />

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