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La miseria del decrecimiento - Renta Básica de las Iguales

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Epílogo<br />

El nuevo capitalismo “ver<strong>de</strong>” no aporta más novedad que la asesoría ecologista,<br />

encargada <strong>de</strong> fijar el máximo <strong>de</strong> <strong>de</strong>gradación aceptable en la población más afectada y<br />

el precio que la <strong>de</strong>gradación cotiza en el mercado, traducible en ecotasas. Miguel<br />

Amorós<br />

Muchos autores antes que CT han explicado y advertido como la naturaleza <strong>de</strong>predadora <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

capitalismo está configurada para acabar con toda especie viviente en el planeta. De hecho, E. Bloch nos<br />

recuerda que “la tierra tiene sitios para todos, o lo tendría, si fuera administrada con el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la<br />

satisfacción <strong>de</strong> <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s en lugar <strong>de</strong> con la satisfacción <strong>de</strong> <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s <strong><strong>de</strong>l</strong> po<strong>de</strong>r”. 160 Es <strong>de</strong>cir,<br />

el hecho <strong>de</strong> llenar páginas explicando <strong>las</strong> consecuencias <strong>de</strong> la globalización, el cambio climático y la<br />

crisis energética, todas el<strong>las</strong> relacionadas sistémicamente con la lógica <strong>de</strong> acumulación <strong><strong>de</strong>l</strong> capitalismo,<br />

más bien explican <strong>las</strong> perversida<strong>de</strong>s <strong><strong>de</strong>l</strong> sistema y ofrecen razones<br />

para transformarlo. Esta parte es positiva. Lo que no justifican, ni <strong>de</strong><br />

el<strong>las</strong> se <strong>de</strong>riva, que la propuesta <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong><strong>de</strong>crecimiento</strong> sea una opción<br />

idónea y menos una alternativa eficaz para luchar contra el<br />

capitalismo.<br />

Tampoco es admisible esa i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> salvar el planeta con el<br />

capitalismo <strong>de</strong>ntro que los eco<strong>de</strong>crecentistas repiten incesantemente<br />

como si fuesen <strong>las</strong> campanas <strong>de</strong> mi pueblo. Es como <strong>de</strong>dicarse a<br />

apagar el fuego que ocasionalmente aparece sin preocuparnos jamás<br />

por el pirómano. Mientras el capitalismo exista, no sólo acabará con muchos <strong>de</strong> los recursos naturales,<br />

sino que cada año irán muriendo más <strong>de</strong> 150 millones <strong>de</strong> personas. Aquí cabe incluir una afirmación<br />

bastante contun<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Jean Ziegler, cuando dice que: “¡para acabar con el hambre, [o los problemas<br />

ecológicos], se necesita una revolución contra el sistema capitalista!”. 161<br />

María Zambrano señala como hace tiempo que “la vida <strong>de</strong> los hombres, <strong>de</strong> cada hombre, se ha<br />

emancipado <strong>de</strong> la a los dioses y semidioses. Sólo lo humano nos mi<strong>de</strong>. Sólo lo<br />

humano”. 162 Sin embargo, ahora parece que los ecosocioecologistas quieren volver a someternos a la<br />

adoración <strong>de</strong> una nueva diosa, esa que llaman Gaia, y la aceptación <strong>de</strong> un segundo pecado original, la<br />

culpabilidad <strong>de</strong> no respetar sus leyes. Es <strong>de</strong>cir, me parece intolerable que nos echen la culpa <strong>de</strong> tales<br />

<strong>de</strong>sastres a los seres humanos. Porque no es cierto que, en el <strong>de</strong>sastre ecológico causado por el<br />

hundimiento <strong>de</strong> la Deepwater Horizon en el Golfo <strong>de</strong> México y que amenaza <strong>las</strong> costas <strong><strong>de</strong>l</strong> sur <strong>de</strong> EE UU,<br />

y cuya propietaria es la British Petroleum, como el aciago <strong>de</strong>sastre <strong><strong>de</strong>l</strong> Prestige en <strong>las</strong> costas <strong>de</strong> Galicia, o<br />

que la polución diaria <strong>de</strong> la central nuclear <strong>de</strong> Cofrentes, propiedad <strong>de</strong> Iberdrola Generación SA., o <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

complejo químico <strong>de</strong> Tarragona, cuyas multinacionales se disputan cual poluciona más, o <strong>de</strong> la rotura <strong>de</strong><br />

la presa <strong>de</strong> residuos <strong>de</strong> la planta húngara <strong>de</strong> aluminio, cuyos vertidos rojos contaminan el Danubio,<br />

propiedad <strong>de</strong> la empresa Magiar Aluminios (MAL), los simples mortales tengamos la misma<br />

responsabilidad que <strong>las</strong> empresas que son propietarias, o los gobiernos que <strong>las</strong> autorizan y protegen con<br />

regulaciones. Volviendo otra vez a K. Marx, “es esto exactamente lo que quiso <strong>de</strong>cir en su análisis <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

fetichismo <strong>de</strong> la mercancía. El trabajo, aunque sea producto <strong>de</strong> nuestras prácticas, adquiere una dinámica<br />

propia, extrañada, que nos coacciona, nos subordina. Es sobre esa dinámica que se levanta la formación<br />

social en la que vivimos, una formación social en la que el proceso <strong>de</strong> producción domina al hombre, y no<br />

el hombre al proceso <strong>de</strong> producción”. 163 Es el capitalismo, como sistema, el que <strong>de</strong>struye el planeta, y no<br />

el ser humano. Lo <strong>de</strong>muestran muchos autores, incluido Walter Benjamín, <strong>de</strong> quien CT toma alguna cita<br />

para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r su argumento: “uno <strong>de</strong> los rasgos mas notables <strong>de</strong> la utopia furierista es que la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la<br />

explotación <strong>de</strong> la naturaleza por el hombre, tan extendida en la época posterior, le es ajena. […] <strong>La</strong><br />

concepción posterior <strong>de</strong> la explotación <strong>de</strong> la naturaleza por el hombre es el reflejo <strong>de</strong> la explotación <strong>de</strong><br />

hecho <strong><strong>de</strong>l</strong> hombre por los propietarios <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> producción”. 164<br />

160<br />

Ernst Bloch. El principio esperanza. p. 29. Trabajo citado.<br />

161<br />

Jean Ziegler. “Es preciso un Núremberg <strong>de</strong> los especuladores”. Público, 29 diciembre <strong><strong>de</strong>l</strong> 2010.<br />

162<br />

María Zambrano. España, sueño y verdad. p.21. Diario Público 2010.<br />

163<br />

Ver cita <strong>de</strong> K. Marx en Joao Leonardo Me<strong>de</strong>iros y Eduardo Sá Barreto. Lukács y Marx contra el “ecologismo acrítico”:<br />

por una ética ambiental materialista. Trabajo citado.<br />

164<br />

Walter Benjamín. Libro <strong>de</strong> los pasajes. Akal 2005. <strong>La</strong> cita es <strong>de</strong> Michael Lowy. “Walter Benjamín critico <strong>de</strong> la<br />

civilización”. Viento Sur. Nº 112, octubre 2010.<br />

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