La miseria del decrecimiento - Renta Básica de las Iguales
La miseria del decrecimiento - Renta Básica de las Iguales
La miseria del decrecimiento - Renta Básica de las Iguales
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
alguien ajeno a su voluntad corrigiese la dirección por él elegida, se inmiscuyese en su <strong>de</strong>cisión, el<br />
propietario <strong><strong>de</strong>l</strong> barco vería malogrado su objetivo (parte excluida o conclusión manipulada <strong>de</strong> la<br />
metáfora). Otra segunda variante. Es cierto también que sería un absurdo no cambiar el rumbo <strong><strong>de</strong>l</strong> barco,<br />
pero, ¿quién pue<strong>de</strong> tomar esta <strong>de</strong>cisión, en caso que no sea la opción <strong>de</strong> un suicida, y sí un error <strong><strong>de</strong>l</strong><br />
piloto? Solo el propietario <strong>de</strong> la naviera, o el representante <strong>de</strong> esta, el capitán, o el piloto por or<strong>de</strong>n <strong><strong>de</strong>l</strong><br />
superior, son <strong>las</strong> personas que pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>cidirlo. No son los pasajeros los que han <strong>de</strong>cidido previamente el<br />
rumbo, como tampoco está en su po<strong>de</strong>r el tomar esta <strong>de</strong>cisión. Si la catástrofe ocurriese por negligencia<br />
<strong><strong>de</strong>l</strong> capitán o <strong>de</strong> los propietarios <strong>de</strong> la naviera, la culpa sería <strong>de</strong> ellos, no <strong>de</strong> los pasajeros, como <strong>de</strong> la<br />
metáfora <strong>de</strong> CT aparece <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse. Y con ella, el autor aprovecha para, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esta verdad parcial,<br />
culpabilizarnos a todos, el <strong>de</strong> que admitamos que somos responsables por no contribuir a impedir que se<br />
cumplan <strong>las</strong> amenazas que menciona contra el planeta. Ergo, según él, todos somos culpables <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
amenazas que llevan al planeta a estrellarse. <strong>La</strong> misma falacia podríamos explicarla <strong>de</strong> cualquiera <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
metáforas que utiliza CT, y con <strong>las</strong> que preten<strong>de</strong> justificar que el <strong><strong>de</strong>crecimiento</strong> pue<strong>de</strong> ser un buen<br />
instrumento para combatir el Capital. Su explicación, acaso sirva para preguntarnos porque entonces no<br />
<strong>de</strong>struimos el sistema, dado que, en esto sí estamos <strong>de</strong> acuerdo, que el capitalismo es un mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o <strong>de</strong><br />
sociedad que <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>struir. Porque, según esta manera tan peculiar <strong>de</strong> razonar, a mi me gustaría<br />
preguntar: ¿por qué no nos lanzamos y <strong>de</strong>cimos que nos alegramos <strong>de</strong> que se agote el petróleo, ya que es<br />
una fuente <strong>de</strong> contaminación, uno <strong>de</strong> los elementos que más provoca el cambio climático, en vez <strong>de</strong><br />
pasarnos la vida lamentándonos, como si fuésemos los propietarios <strong><strong>de</strong>l</strong> mismo?<br />
Por todo lo dicho hasta aquí, personalmente, como antisistema, a mi no me preocupa que el capitalismo<br />
se estrelle contra sus propias rocas, contra sus propias contradicciones. Cómo tampoco que se acabe el<br />
petróleo. Nada <strong>de</strong> lo que hay <strong>de</strong> indispensable para la vida <strong>de</strong> los humanos es mío, sino ajeno. Y mi<br />
corolario es bien fácil <strong>de</strong> <strong>de</strong>ducir: si el capitalismo es el responsable <strong>de</strong> <strong>las</strong> amenazas que van a <strong>de</strong>struir<br />
el planeta, entonces hay que <strong>de</strong>struir el capitalismo. Qué no nos distraigan con la propuesta <strong><strong>de</strong>l</strong><br />
<strong><strong>de</strong>crecimiento</strong>, ni con <strong>las</strong> amenazas ecológicas como argumentos para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rla.<br />
12. Argumentos para el <strong><strong>de</strong>crecimiento</strong>: ¿cuáles?<br />
Bajo este epígrafe, CT vuelve a repetir aquello que ya tanto hemos mencionado y criticado en los<br />
anteriores: “que, por lo menos, a los países <strong><strong>de</strong>l</strong> Norte <strong>de</strong>sarrollado [no les queda más remedio que]<br />
<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r inexorablemente un proyecto <strong>de</strong> <strong><strong>de</strong>crecimiento</strong> <strong>de</strong> la producción y el consumo”. Como lógica<br />
para <strong>de</strong>crecer ofrece una serie <strong>de</strong> medidas que más están relacionadas con aquel<strong>las</strong> políticas <strong>de</strong><br />
redistribución, y que tanto éxito social tuvo, y aún tienen, en los países nórdicos. Vicenç Navarro ha<br />
escrito miles <strong>de</strong> artículos explicando <strong>las</strong> bonda<strong>de</strong>s sociales <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas, y a <strong>las</strong> que frecuentemente se<br />
remite y <strong>las</strong> consi<strong>de</strong>ra en su conjunto como el Estado <strong><strong>de</strong>l</strong> bienestar. Concluye con la conocida apelación al<br />
miedo, “afirmando imperiosamente, <strong>de</strong> que, sino <strong>de</strong>crecemos voluntaria y racionalmente, tendremos que<br />
hacerlo obligados por <strong>las</strong> circunstancias <strong>de</strong> carestía <strong>de</strong> energías y cambio climático que acompañan hoy al<br />
<strong>de</strong>spliegue <strong><strong>de</strong>l</strong> capitalismo global”. Ciudadanos y ciudadanas <strong><strong>de</strong>l</strong> mundo, como propietarios <strong><strong>de</strong>l</strong> planeta,<br />
nuestraeconomía nos lo exige. Aquí, añadimos una nota <strong>de</strong> aclaración. CT sabe, pero se olvida que,<br />
cuando la carestía <strong>de</strong> <strong>las</strong> energías incrementa su precio, <strong>las</strong> empresas productoras aumentan su beneficios<br />
a expensas <strong>de</strong> <strong>las</strong> empresas compradoras ¿Qué <strong>de</strong>spués los aumentos son repercutidos en los productos<br />
que entran en <strong>las</strong> cesta <strong>de</strong> productos que consumimos los mortales, claro, pero eso ocurre incluso cuando<br />
no hay carestía, en buena medida porque la mayoría <strong>de</strong> los sectores estratégicos <strong>de</strong> la economía están<br />
controlados por mercados don<strong>de</strong> dominan <strong>las</strong> empresas monopolistas u oligopolistas.<br />
De todas formas, in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> los mensajes que nos envían estos creadores <strong><strong>de</strong>l</strong> miedo, 94 en la crisis<br />
actual <strong><strong>de</strong>l</strong> capitalismo, y que más abajo haremos una lista <strong>de</strong> los <strong>de</strong>scalabros causados por el<br />
<strong><strong>de</strong>crecimiento</strong> y el consumo irresponsable a <strong>las</strong> poblaciones, los propietarios <strong><strong>de</strong>l</strong> capital y gobernantes<br />
conjuntamente ya han tomado medidas <strong>de</strong> ajuste en <strong>las</strong> que únicamente nos hemos apretado el cinturón<br />
los gobernados. El gobierno ha instaurado un mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o <strong>de</strong> salida muy practicado en el ciclismo: agachar la<br />
cabeza ante los capitalistas (avalando sus <strong>de</strong>udas y aportando ayuda financiera), dar golpes a la c<strong>las</strong>e<br />
obrera y resto <strong>de</strong> ciudadanos (reforma <strong><strong>de</strong>l</strong> mercado laboral, congelaciones salariales y <strong>de</strong> pensiones,<br />
reforma en marcha <strong><strong>de</strong>l</strong> sistema público <strong>de</strong> pensiones, posible copago en la sanidad, etc.) Cuando al<br />
capitalismo no le salen <strong>las</strong> cuentas nos ajustan el cinturón sin tener en cuenta la situación <strong>de</strong><br />
nuestraeconomía.<br />
94 David Anisi. Creadores <strong>de</strong> escasez. Del bienestar al miedo. Alianza editorial 1998.<br />
23