La miseria del decrecimiento - Renta Básica de las Iguales
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<strong>La</strong> apropiación <strong>de</strong> la ciencia y la tecnología por el capital y la separación <strong><strong>de</strong>l</strong> conocimiento <strong><strong>de</strong>l</strong><br />
trabajador, que <strong>de</strong>jan "la intervención <strong><strong>de</strong>l</strong> obrero reducida a simples funciones <strong>de</strong> control, alimentación y<br />
mantenimiento".<br />
Y la mercantilización <strong>de</strong> la investigación tecnológica, tanto <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> innovación y<br />
aplicación, como <strong><strong>de</strong>l</strong> control <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> producción; la ciencia y la técnica no <strong>de</strong>jan <strong>de</strong> ser, a su<br />
vez, mercancías producidas y <strong>de</strong>sarrolladas por cada uno <strong>de</strong> los sucesivos sistemas o modos <strong>de</strong><br />
producción.<br />
Primero, K. Marx <strong>de</strong>dicó un amplio esfuerzo para explicar el fetichismo <strong>de</strong> <strong>las</strong> mercancías (naturaleza) y<br />
el <strong>de</strong> alienación como mecanismos <strong>de</strong> control y dominación social por parte <strong><strong>de</strong>l</strong> sistema. En el<br />
capitalismo, “en el momento que la fuerza <strong>de</strong> trabajo <strong><strong>de</strong>l</strong> obrero asume la forma <strong>de</strong> mercancía, <strong>de</strong>saparece<br />
el elemento humano creador que origina el valor, se ocultan <strong>las</strong> relaciones sociales entre personas al<br />
intercambiar el fruto <strong>de</strong> su esfuerzo, para dar paso al intercambio <strong>de</strong> cosas, a la cosificación <strong><strong>de</strong>l</strong> esfuerzo<br />
creativo humano encerrado en <strong>las</strong> mercancías… Si los objetos para el uso se convierten en mercancías<br />
ejercidos in<strong>de</strong>pendientemente los unos <strong>de</strong> los otros, autónomos y dotados <strong>de</strong> vida propia en relación con<br />
los hombres que <strong>las</strong> han producido, este es el carácter fetichista que se adhiere a los productos <strong><strong>de</strong>l</strong> trabajo,<br />
no bien se los produce como mercancías”. 83 ¿Explica o no la naturaleza fetichista <strong>de</strong> los productos<br />
fabricados e intercambiados?<br />
Segundo, en cuanto a <strong>de</strong>cir que K. Marx no hizo una crítica <strong>de</strong> <strong>las</strong> técnicas <strong>de</strong> producción capitalistas me<br />
parece muy inconsciente o drástico por parte <strong>de</strong> CT. Citamos sólo dos textos para confirmar este error <strong><strong>de</strong>l</strong><br />
autor: El capital. Libro I, Capítulo VI (inédito) y Capital y Tecnología: Manuscritos inéditos (1861-<br />
1863). Si comprueba el volumen inédito, ¿no le dicen algo los capítulos <strong>de</strong>dicados a “la producción<br />
capitalista como producción <strong>de</strong> plus valor, la producción capitalista es producción y reproducción <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
relaciones <strong>de</strong> producción específicamente capitalistas, y <strong>las</strong> mercancías como reproducción <strong><strong>de</strong>l</strong> capital?<br />
Lo <strong>de</strong>jo a su juicio. Pero <strong><strong>de</strong>l</strong> segundo texto, extraigo algunos fragmentos para <strong>de</strong>mostrar su equivocación:<br />
En la medida en “que el proceso productivo asume cada vez mas en la gran industria como base para<br />
la producción, no el tiempo <strong>de</strong> trabajo directo <strong><strong>de</strong>l</strong> hombre, sino la apropiación <strong>de</strong> su propio conocimiento,<br />
su comprensión <strong>de</strong> la naturaleza y su dominio sobre la misma, y en la medida en que la fuerza <strong>de</strong> trabajo<br />
se halla cada vez mas alejada en este proceso, puesta como supervisor y regulador con respecto al proceso<br />
<strong>de</strong> producción mismo, el robo <strong>de</strong> tiempo <strong>de</strong> trabajo ajeno, sobre el cual se funda la riqueza actual,<br />
aparece, cada vez mas, como una base miserable comparado con este fundamento (<strong>de</strong> <strong>las</strong> tecnologías)<br />
recién <strong>de</strong>sarrolladas, creadas por la gran industria misma…. Con la apropiación <strong>de</strong> la ciencia y la<br />
tecnología, la intervención <strong><strong>de</strong>l</strong> obrero se reduce a funciones <strong>de</strong> control, alimentación y mantenimiento....<br />
En el proceso <strong>de</strong> producción, el instrumento <strong>de</strong> trabajo se transforma en máquina, en una existencia<br />
a<strong>de</strong>cuada al capital fijo y al capital en general. <strong>La</strong> máquina es la dueña en lugar <strong>de</strong> la habilidad y la fuerza<br />
<strong><strong>de</strong>l</strong> obrero, es ella misma la virtuosa, posee un alma propia presente en <strong>las</strong> leyes mecánicas que operan en<br />
ella; es la que impone sus propios ritmos al trabajo vivo <strong><strong>de</strong>l</strong> obrero; la que reduce la actividad <strong><strong>de</strong>l</strong> obrero a<br />
mera abstracción; la que incorpora la ciencia, que no existe en la conciencia <strong><strong>de</strong>l</strong> obrero, como po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la<br />
máquina sobre él”.<br />
“<strong>La</strong> máquina reduce el número <strong>de</strong> obreros ocupados por un <strong>de</strong>terminado capital. Por lo cual, si por<br />
una parte eleva la tasa <strong>de</strong> plusvalor, por la otra disminuye su masa, ya que reduce el numero <strong>de</strong> obreros<br />
ocupados simultáneamente por un <strong>de</strong>terminado capital. Pero el aumento <strong>de</strong> la fuerza productiva y, en<br />
consecuencia, la caída <strong>de</strong> los precios <strong>de</strong> <strong>las</strong> mercancías y la <strong>de</strong>valuación <strong>de</strong> la fuerza <strong>de</strong> trabajo, le<br />
permiten a ese mismo capital comprar más fuerza <strong>de</strong> trabajo. De esta manera no solo aumenta la tasa <strong>de</strong><br />
plusvalor (correspondiente a cada uno <strong>de</strong> los obreros), sino también el numero <strong>de</strong> los obreros explotados<br />
simultáneamente por el mismo capital”.<br />
En resumen, Marx acaba señalando que, como “el capital no crea la ciencia, sino que la explota<br />
apropiándose <strong>de</strong> ella en el proceso productivo, se produce, simultáneamente, la separación entre la<br />
ciencia, en cuanto ciencia aplicada a la producción, y el trabajo directo, mientras en <strong>las</strong> fases anteriores <strong>de</strong><br />
la producción la experiencia y el intercambio limitado <strong>de</strong> los conocimientos estaban ligados directamente<br />
con el trabajo mismo… <strong>La</strong> ciencia interviene como fuerza ajena, hostil al trabajo, al que domina y cuya<br />
aplicación es, por una parte, acumulación y, por la otra, <strong>de</strong>sarrollo científico <strong>de</strong> testimonios, <strong>de</strong><br />
observaciones, <strong>de</strong> secretos <strong><strong>de</strong>l</strong> artesanado, adquiridos por vías experimentales, por el análisis <strong><strong>de</strong>l</strong> proceso<br />
83 Karl Marx. “El carácter fetichista <strong>de</strong> la mercancía y su secreto”. pp. 87 a 102. El capital. Tomo I/Vol. I Siglo XXI<br />
editores 1998.<br />
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