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LAS MAQUINARIAS DE LA ALEGRÍA Ray
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—Ah, padre Brian. Vittorini alzó
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—Sí que la hay. —¿Sobre los v
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pastor tratando torpemente de mostr
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El pastor se detuvo en el umbral y
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—Aquí, señor. —Bien, bien. El
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Me extienden en el suelo y las sacu
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Terwilliger miró de soslayo. En ci
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Las manos del Creador se deslizaron
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detectives, no olvido una cara. Per
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Keystone, a triple velocidad, eran
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—Allí en la calle. Le hizo firma
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—Si tú pudieras apretar un botó
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Y dándose vuelta el niño corrió
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El hombre de allá arriba, oyendo e
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—Buenas noches, señor. Y, tabaco
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—El reconocimiento consciente de
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—Tom ... —dijo Fortnum. —No i
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Cynthia encendió la luz del vestí
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—¿No puedes dormir? —Demasiado
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—Es más de medianoche —dijo Fo
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castigo horrible ha caído sobre es
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Al ver lo bien que había entendido
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Dime, pensó, ¿de dónde viene la
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—Buenos días, capitán. —Bueno
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los hombros y besándole la gargant
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Lo agitó en sus manos. Desde ningu
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esplandecientes de la Avenida y, re
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cascabeleándole delante de la cara
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tintineantes y conversación en voz
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veintiún años hacía llegar la ba
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"—Oh, Willy, Willy —exclamé—
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—¡No resisto el deseo de decírs
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—Iremos a París el año próximo
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casaremos este otoño. —Eso no me
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Entre las temporadas me encontré r
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huyó, y esta vez, yo misma, pasmad
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como ese en el mundo. —¿No quena
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lado, detrás del visitante. Era un
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tierra.— Hoy estaba yo a treinta
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—¿Cómo? ¿Cómo haces volver un
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la gente miró la caja, y el muerto
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sentado el marido, consolando a la
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se apretaba el cuello del abrigo. V
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estaba abierta la caja de oro y den
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noches antes. —Oh, lo conozco —
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Me detuve para recobrar el aliento,
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—Ese es el problema —dije al fi
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puente de O'Connell, mirando, miran
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El gerente sonrió tristemente y vo
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illantes cajas de acero, con leones
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—Dentro de una hora... —susurr
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de los cuartos. La puerta trasera s
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Un millón de años, pensó William
- Page 218: metió con una banda de Washington
- Page 222: —Tom las ha recogido, tiene una b
- Page 226: —Quizá. Siga. —Bueno, yo iba a
- Page 230: horas, no me dejó entrar en casa m
- Page 234: catacumba donde era guardián y la
- Page 238: ¿Qué clase de muerte es esta, en
- Page 242: contra la pared. Levantó la linter
- Page 246: sola. La examinó, la saludó con l
- Page 250: hambre venciera el dolor de la boca
- Page 254: ofrecer los aleteos de mariposa de
- Page 258: LA CARRERA DEL HIMNO —No cabe dud
- Page 262: Timulty me miró de muy cerca. —S
- Page 266: —Siento unos pies que corren dijo