Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel

interesó por los descubrimientos de la ciencia, como en particular por la
electricidad. Estudió en el Colegio Eton, donde se educaba la aristocracia
inglesa, y allí llegó a ser un buen latinista. Se interesó por la filosofía de la
Revolución Francesa, y especialmente como ésta se reflejaba en los escritos
del filósofo William Godwin, autor de Political justice. Shelley estudió en Oxford
y después de un año fue expulsado debido a que junto con su amigo Thommas
Jefferson Hogg escribió un artículo titulado “The neccesity of atheism” (“La
necesidad del ateísmo”). Este percance lo separó de su padre, con el que
nunca se reconcilió. En los días solitarios que siguieron en Londres se vio
favorecido por la familia Westbrook que le encargó la educación de su hija
menor, Harriet, de 16 años Ésta se enamoró de Shelley hasta el punto de
amenazar con suicidarse , si acaso no se casaba con ella. Entonces huyeron
ambos y se casaron en Edimburgo. Vivieron luego en el Norte de Inglaterra, en
Irlanda, en Devonshire, Gales, y otra vez en Londres. En 1814 nuestro poeta
abandona a Harriet, porque no es feliz con ella, y se fuga con Mary Godwin,
hija de William Godwin, el filósofo al que tanto le debía. En 1816 Harriet cumple
con lo que ya había anunciado y se suicida. Entonces Shelley casa con Mary.
En 1818, y a causa de la mala salud del poeta, se retira la pareja a Italia. Y allá
ocurre la tragedia: Shelley muere ahogado en 1822.
(Enciclopedia del mundo”, Durvan, Edit. Marín, Barcelona, 1964).
12.Miguel Servet, quemado por sus convicciones
Corta vida la de Miguel Servet, que muere con escasos 42 años, aunque para
aquella época del siglo XVI seguramente que estaría sobre el promedio de la
mortalidad. Pero esa vida se tronchó por sus ideas y convicciones. Servet fue
un médico y teólogo español que estudió en Francia, en Toulousse y París, y
ejerció medicina en Vienne, siendo médico privado del Arzobispo. Entretanto
preparaba un trabajo que tenía contenidos tanto médicos como de alcance
teológico. En él exponía su descubrimiento sobre la circulación sanguínea
pulmonar. Por otra parte escribe también “Christianísimi Restitutio”, de 1553,
donde plantea que el panteísmo le permitiría recuperar su pureza al
cristianismo. En definitiva, éste fue el primer escrito que le habría de acarrear la
muerte. Precisamente es quemado con él en la hoguera.
Como teólogo rechazó el bautismo de los niños (en este sentido, habría
que decir que fue anabaptista), por considerar que es recién el hombre con
suficiente grado de madurez el que puede optar por el cristianismo, lo cual
naturalmente parece una muy atendible razón. Mas, también pretendió refutar
la teoría de la trinidad en el escrito de 1531, cuyo título ya lo dice todo: “De
trinitatis erroribus”. También negó la transubstanciación (que, bien sabemos, es
central en el culto católico y en la realización de la misa). Todo ello motivó
entonces un anatema proveniente de Roma. Además negó el pecado original,
lo que lo enfrentó con los calvinistas
Por todas estas doctrinas, estipuladas como heréticas, el Cardenal de
Tournon lo hizo encarcelar en Vienne, de donde pudo arrancar, estando
prófugo 4 meses. Pasando por Ginebra, camino a Italia, cayó en manos de
Calvino, que entretanto era su enemigo declarado, y tras un juicio de 2 meses,
bajo las acusaciones del propio Calvino, el “Gran Consejo de Ginebra” mandó
quemarlo vivo en la picota.
(Enciclopedia del mundo”, Durvan, Edit. Marín, Barcelona, 1964).