09.05.2013 Views

Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel

Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel

Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

como salvación. Se trataría de que nos salváramos para así poder afrontar el<br />

juicio final y poder pasar a la vida eterna.<br />

Mas, así como atendiendo a como el espíritu humano se transformó,<br />

siendo para el pensador alemán primero camello, luego león y finalmente niño, es<br />

recién el niño el que dice “si” al devenir tal cual ha sido, al mundo como ha sido<br />

con sus triunfos y derrotas, sus vicios y virtudes, su guerra y su paz, su<br />

construcción y su destrucción, el bien y el mal. Este supremo “si”, que representa<br />

a la vez a lo que Nietzsche pensara como super-hombre, supone al mismo<br />

tiempo la expresión del “amor al destino”, el amor fati. Él nos lleva a instalarnos<br />

de otro modo no sólo en el mundo, sino en el tiempo. Ya no estamos para<br />

sojuzgar lo pasado, sino más bien para asumirlo y aceptarlo tal cual ha sido. Mas,<br />

ello se extiende a su vez al presente, ya que la aceptación del “fue” se acompaña<br />

de una aceptación del “es”.<br />

¿Es conformismo esto? No, pues lo que domina en el mundo es más bien<br />

el espíritu de venganza, que Nietzsche se propone de este modo superar. Y<br />

desde luego también podría verse en ello una sabia manera de enfrentar el mal.<br />

Es más, probablemente nos inclina al perdón y, vista de esta manera, tal vez no<br />

está tan lejana del cristianismo.<br />

89.Marco Aurelio dice: “¿qué cosa entre las que pasan corriendo podría<br />

estimarse?”<br />

El filósofo-emperador, Marco Aurelio, como uno de los más grandes<br />

representantes del estoicismo romano, condensa en la única obra que<br />

conservamos de él: sus Soliloquios los principales planteamientos de la escuela<br />

estoica. Destaquemos, entre ellos, en primer lugar, la concepción del mundo<br />

como un devenir completamente indiferente a nuestros juicios valóricos. En<br />

segundo lugar, la suspensión del juicio, por cuanto únicamente en la medida en<br />

que cesamos de juzgar valóricamente cuanto ocurre en nuestro derredor,<br />

podemos hacernos unos con ese flujo del devenir. Y en tercer lugar, podemos<br />

reconocer como la mentada suspensión del juicio acarrea consigo el desapego.<br />

Por de pronto esto se expresa en la siguiente breve sentencia: “Recibir sin<br />

orgullo, desprenderse sin apego” (S, VIII, 33, p. 153). Y luego sigue de modo más<br />

explícito y decidor:<br />

“Unas cosas ponen siempre un empeño en llegar a ser, otras ponen su<br />

afán en persistir, pero una parte de lo que llega a ser se extinguió ya. Flujos y<br />

alteraciones renuevan incesantemente el mundo, al igual que el paso<br />

ininterrumpido del tiempo proporciona siempre nueva la eternidad infinita. En<br />

medio de ese río, sobre el cual no es posible detenerse, ¿qué cosa entre las que<br />

pasan corriendo podría estimarse? Como si alguien empezara a enamorarse de<br />

uno de los gorrioncillos que vuelan a nuestro alrededor, y él ya ha desaparecido<br />

de nuestros ojos” (S, VI, 15, p. 116).<br />

Como se ve, la suspensión del juicio (que implica además una extrema<br />

supresión de la conciencia valorante) se alía aquí con el desapego (que<br />

encontramos muy destacadamente en la teología negativa: hay que desapegarse<br />

de todo para hacerse uno con la divinidad; todo lo que digamos, pensemos,<br />

imaginemos de Dios será siempre limitado, humano demasiado humano, y por lo<br />

tanto hay que hacerlo caer; tan sólo cumplido ello, estoy entonces recién en<br />

condiciones de acercarme al verdadero Dios).

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!