Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel
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se había considerado la objetividad hasta acá, cayó en una crisis. A su vez la actividad como funcionario estatal en Prusia, a pesar de garantizarle en 1801 y luego de 1804 a 1806, un sustento económico, también lo deprimió, debido a la burocracia relacionada con ese trabajo. Si bien en esta época apareció, entre otros, una obra como “El cántaro roto” (1808), no recibió por ello ningún reconocimiento. La obra de Kleist, en todo caso, trata sobre una problemática existencial interesante, en cuanto a mostrar el conflicto entre el individuo y la sociedad, así en su obra más conocida, Michael Kohlhaas, junto con Pentesilea, como también en una menos conocida y que tiene que ver con nuestra tierra, El terremoto en Chile. (Chronik). 10.Goethe investiga sobre el fenómeno del color El 16 de Mayo de 1810 aparece en dos tomos la obra principal científico-natural de Johann Wolfgang von Goethe: Sobre la teoría de los colores. En ella se opone a la teoría cromática, fundamentalmente cuantitativo-matemática de Isaac Newton. Para Goethe lo decisivo del color es tanto su carácter cualitativo como subjetivo. Por de pronto para Goethe, distinto a la consideración de un no-ser de la oscuridad que viene desde antes en la tradición, la oscuridad es algo, tiene su ser propio, y no menos que la luz. Pues bien, al penetrar el blanco, que es la luz, a la oscuridad, lo que es genera es azul, y por el contrario, cuando la luz penetra la oscuridad, se genera amarillo. Estos son pues los dos colores primigenios: amarillo y azul. Al trabajar con pigmentos vegetales, saturando a cada uno, de modo que se potencie a sí mismo, es decir, por ejemplo, poniéndole cada vez más azul al azul, y cada vez dejándolo secar, aparece al fin el rojo. Y también al potenciar cada vez más el amarillo, aparece el rojo. El rojo contiene por lo tanto toda la gama cromática; es la síntesis. Por otra parte, al mezclar azul con amarillo, aparece el verde. Esto a su vez quiere decir que el rojo, por contener todos los colores, su opuesto en la rosa cromática – el verde – tiene que ser mezcla o mera imagen. Goethe hizo además experimentos respecto de la complementariedad cromática. Por ejemplo, si uno mira fijo el rojo mucho rato, el ojo se satura y al retirarlo, aparece el verde, que es su opuesto complementario. Y lo mismo al saturar el ojo con naranjo y retirarlo bruscamente, aparece el azul, y al saturar el morado y retirarlo, aparece el amarillo, y todo esto también viceversa. Esta maravillosa complementariedad cromática ¿no habla también de las relaciones humanas, considerando sobre todo que los opuestos se atraen? (Chronik). 11.La apasionada y breve vida del poeta Shelley Hay vidas tan breves y tan intensamente vividas, como si se le sacara el jugo a la vida y cada segundo que transcurre. En la época del romanticismo, entre fines del siglo XVIII y el XIX, encontramos muchos ejemplos de esta índole en Europa. Un ejemplo de ello es la vida del poeta inglés Percy B. Shelley, que viviera escasos 30 años que van entre 1792 y 1822. Era hijo de un rico terrateniente. De niño le gustaba la alquimia y el ocultismo, como también se
interesó por los descubrimientos de la ciencia, como en particular por la electricidad. Estudió en el Colegio Eton, donde se educaba la aristocracia inglesa, y allí llegó a ser un buen latinista. Se interesó por la filosofía de la Revolución Francesa, y especialmente como ésta se reflejaba en los escritos del filósofo William Godwin, autor de Political justice. Shelley estudió en Oxford y después de un año fue expulsado debido a que junto con su amigo Thommas Jefferson Hogg escribió un artículo titulado “The neccesity of atheism” (“La necesidad del ateísmo”). Este percance lo separó de su padre, con el que nunca se reconcilió. En los días solitarios que siguieron en Londres se vio favorecido por la familia Westbrook que le encargó la educación de su hija menor, Harriet, de 16 años Ésta se enamoró de Shelley hasta el punto de amenazar con suicidarse , si acaso no se casaba con ella. Entonces huyeron ambos y se casaron en Edimburgo. Vivieron luego en el Norte de Inglaterra, en Irlanda, en Devonshire, Gales, y otra vez en Londres. En 1814 nuestro poeta abandona a Harriet, porque no es feliz con ella, y se fuga con Mary Godwin, hija de William Godwin, el filósofo al que tanto le debía. En 1816 Harriet cumple con lo que ya había anunciado y se suicida. Entonces Shelley casa con Mary. En 1818, y a causa de la mala salud del poeta, se retira la pareja a Italia. Y allá ocurre la tragedia: Shelley muere ahogado en 1822. (Enciclopedia del mundo”, Durvan, Edit. Marín, Barcelona, 1964). 12.Miguel Servet, quemado por sus convicciones Corta vida la de Miguel Servet, que muere con escasos 42 años, aunque para aquella época del siglo XVI seguramente que estaría sobre el promedio de la mortalidad. Pero esa vida se tronchó por sus ideas y convicciones. Servet fue un médico y teólogo español que estudió en Francia, en Toulousse y París, y ejerció medicina en Vienne, siendo médico privado del Arzobispo. Entretanto preparaba un trabajo que tenía contenidos tanto médicos como de alcance teológico. En él exponía su descubrimiento sobre la circulación sanguínea pulmonar. Por otra parte escribe también “Christianísimi Restitutio”, de 1553, donde plantea que el panteísmo le permitiría recuperar su pureza al cristianismo. En definitiva, éste fue el primer escrito que le habría de acarrear la muerte. Precisamente es quemado con él en la hoguera. Como teólogo rechazó el bautismo de los niños (en este sentido, habría que decir que fue anabaptista), por considerar que es recién el hombre con suficiente grado de madurez el que puede optar por el cristianismo, lo cual naturalmente parece una muy atendible razón. Mas, también pretendió refutar la teoría de la trinidad en el escrito de 1531, cuyo título ya lo dice todo: “De trinitatis erroribus”. También negó la transubstanciación (que, bien sabemos, es central en el culto católico y en la realización de la misa). Todo ello motivó entonces un anatema proveniente de Roma. Además negó el pecado original, lo que lo enfrentó con los calvinistas Por todas estas doctrinas, estipuladas como heréticas, el Cardenal de Tournon lo hizo encarcelar en Vienne, de donde pudo arrancar, estando prófugo 4 meses. Pasando por Ginebra, camino a Italia, cayó en manos de Calvino, que entretanto era su enemigo declarado, y tras un juicio de 2 meses, bajo las acusaciones del propio Calvino, el “Gran Consejo de Ginebra” mandó quemarlo vivo en la picota. (Enciclopedia del mundo”, Durvan, Edit. Marín, Barcelona, 1964).
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se había considerado la objetividad hasta acá, cayó en una crisis. A su vez la<br />
actividad como funcionario estatal en Prusia, a pesar de garantizarle en 1801 y<br />
luego de 1804 a 1806, un sustento económico, también lo deprimió, debido a la<br />
burocracia relacionada con ese trabajo. Si bien en esta época apareció, entre<br />
otros, una obra como “El cántaro roto” (1808), no recibió por ello ningún<br />
reconocimiento.<br />
La obra de Kleist, en todo caso, trata sobre una problemática existencial<br />
interesante, en cuanto a mostrar el conflicto entre el individuo y la sociedad, así<br />
en su obra más conocida, Michael Kohlhaas, junto con Pentesilea, como<br />
también en una menos conocida y que tiene que ver con nuestra tierra, El<br />
terremoto en Chile.<br />
(Chronik).<br />
10.Goethe investiga sobre el fenómeno del color<br />
El 16 de Mayo de 1810 aparece en dos tomos la obra principal científico-natural<br />
de Johann Wolfgang von Goethe: Sobre la teoría de los colores. En ella se<br />
opone a la teoría cromática, fundamentalmente cuantitativo-matemática de<br />
Isaac Newton. Para Goethe lo decisivo del color es tanto su carácter cualitativo<br />
como subjetivo.<br />
Por de pronto para Goethe, distinto a la consideración de un no-ser de la<br />
oscuridad que viene desde antes en la tradición, la oscuridad es algo, tiene su<br />
ser propio, y no menos que la luz. Pues bien, al penetrar el blanco, que es la<br />
luz, a la oscuridad, lo que es genera es azul, y por el contrario, cuando la luz<br />
penetra la oscuridad, se genera amarillo. Estos son pues los dos colores<br />
primigenios: amarillo y azul.<br />
Al trabajar con pigmentos vegetales, saturando a cada uno, de modo<br />
que se potencie a sí mismo, es decir, por ejemplo, poniéndole cada vez más<br />
azul al azul, y cada vez dejándolo secar, aparece al fin el rojo. Y también al<br />
potenciar cada vez más el amarillo, aparece el rojo.<br />
El rojo contiene por lo tanto toda la gama cromática; es la síntesis.<br />
Por otra parte, al mezclar azul con amarillo, aparece el verde.<br />
Esto a su vez quiere decir que el rojo, por contener todos los colores, su<br />
opuesto en la rosa cromática – el verde – tiene que ser mezcla o mera imagen.<br />
Goethe hizo además experimentos respecto de la complementariedad<br />
cromática. Por ejemplo, si uno mira fijo el rojo mucho rato, el ojo se satura y al<br />
retirarlo, aparece el verde, que es su opuesto complementario. Y lo mismo al<br />
saturar el ojo con naranjo y retirarlo bruscamente, aparece el azul, y al saturar<br />
el morado y retirarlo, aparece el amarillo, y todo esto también viceversa.<br />
Esta maravillosa complementariedad cromática ¿no habla también de<br />
las relaciones humanas, considerando sobre todo que los opuestos se atraen?<br />
(Chronik).<br />
11.La apasionada y breve vida del poeta Shelley<br />
Hay vidas tan breves y tan intensamente vividas, como si se le sacara el jugo a<br />
la vida y cada segundo que transcurre. En la época del romanticismo, entre<br />
fines del siglo XVIII y el XIX, encontramos muchos ejemplos de esta índole en<br />
Europa. Un ejemplo de ello es la vida del poeta inglés Percy B. Shelley, que<br />
viviera escasos 30 años que van entre 1792 y 1822. Era hijo de un rico<br />
terrateniente. De niño le gustaba la alquimia y el ocultismo, como también se