Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel

Ya a propósito de la obra capital de Heidegger – Ser y tiempo – cabe
decir que hay un vínculo esencial entre la pregunta por el ser y la pregunta por
el ser humano, llamado por nuestro pensador Dasein (vale decir, el existente),
como también un vínculo entre éste y la acción. De esto se trata sobre todo en
la II Sección de Ser y tiempo. La pregunta por la acción (genuina) se presenta
en el contexto de la consideración de que el Dasein concebido a lo largo de la I
Sección sería especialmente el Dasein cotidiano entre el nacimiento y la
muerte, en lo que la determinación específica del nacimiento como de la
muerte en su ser han quedado hasta ese momento fuera del desarrollo del
“Análisis de la Existencia”, emprendido en esa obra. Heidegger plantea
entonces, en el parágrafo 45, en el inicio mismo de la II Sección de Ser y
tiempo la pregunta acerca de la posibilidad de un “ser entero” (Ganzsein) del
Dasein, en el que sí estaría incluida esa determinación de muerte y nacimiento,
y arrancando del cual habría que preguntarse por la acción:
“¿Cuándo y en qué forma se ha asegurado el análisis existencial de que,
al tomar pie en la cotidianidad, hacía entrar al Dasein entero – a este ente,
desde su “comienzo” hasta su “final” – en la mirada fenomenológicamente
tematizante?” (Syt, p. 253).
Y más abajo:
“Y si la existencia determina el ser del Dasein y la esencia de la
existencia está co-constituida por el poder-ser, entonces, mientras exista, el
Dasein, pudiendo ser, tendrá siempre que no ser todavía algo. Un ente cuya
esencia consiste en la existencia se resiste esencialmente a la posibilidad de
ser aprehendido como un ente entero” (ib.).
Heidegger piensa así en un ser humano que tendría que actuar desde
un posible ser-entero, y no a partir del apego a lo inmediato y regular.
338.De cómo, según Baudrillard, nos determina la “tendencia a los excesos”.
Jean Baudrillard se preocupa de atender a la seducción, procurando mostrar su
enorme trascendencia, no sólo en los ámbitos más visibles de su acción, cuales son
la relación de pareja, la publicidad y la política, sino literalmente en todos los
ámbitos humanos.
En su libro De la seducción, en el que encontramos - en mi opinión - un
brillante y original análisis de punta a cabo, Baudrillard comienza por reconocer la
llamativa postergación histórica de la seducción:
"Un destino indeleble recae sobre la seducción. Para la religión fue la
estrategia del diablo, ya fuese bruja o amante. Es el artificio del mundo. Esta
maldición ha permanecido a través de la moral y la filosofía, hoy a través del
psicoanálisis y la "liberación del deseo". Puede parecer paradójico que,
promocionados los valores del sexo, del mal y de la perversión, festejando hoy todo
lo que ha sido maldito su resurrección a menudo programada, la seducción, sin
embargo, haya quedado en la sombra - donde incluso ha entrado definitivamente". 16
HAB
En efecto, vivimos hoy en el mundo de la píldora, de la emancipación sexual
femenina. A pesar del sida, hay un frenesí sexual en el ambiente, en el diario
bombardeo de imágenes a través de la publicidad, la televisión y el cine, y todo ello
16 Jean Baudrillard, De la seducción, Trad. Elena Benarroch, Edit. Cátedra, Madrid 1989, p. 9. En
adelante cuando se indique número de página sin referencia expresa a alguna obra en particular, se trata
de una referencia a De la seducción.