Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel
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invitó a almorzar. Recién en la sobremesa pudo el deán exponer el motivo de<br />
su visita, diciendo que quería aprender el arte de nigromancia y agregando que<br />
lo recompensaría por ello. A ello replicó don Illán, diciéndole que los que<br />
prometen algo, cuando alcanzan dignidades más altas y prosperan mucho, no<br />
cumplen sus promesas. Mas, el deán aseguró que si lo haría.<br />
El mago le propuso, después de tratar de éste y otros temas, que, con el<br />
objeto de enseñar la nigromancia, tenían que retirarse a un lugar muy apartado.<br />
A continuación el mago llamó a una criada y le pidió que para la cena preparara<br />
unas perdices, pero que las asase recién cuando él se lo ordenara. Entonces<br />
invitó al deán a bajar por unas escaleras, y bajaron tanto que pareció que<br />
llegaron hasta un lugar mucho mas bajo que el río Tajo. Ahí había una amplia<br />
estancia con biblioteca. Entonces comienzan a suceder una serie de singulares<br />
eventos. Primero se presentan dos hombres que le dicen al deán que su tío, el<br />
arzobispo, está gravemente enfermo, mas el deán no quizo abandonar de<br />
inmediato sus estudios recién iniciados y decidió postergar la visita a su tío<br />
para unos días más tarde. Tras tres o cuatro días llegaron otros hombres<br />
trayendo una carta en que al deán se le comunicaba la muerte de su tío y se<br />
agregaba que lo más probable es que se le nombrara su sucesor. Esto sucede<br />
a continuación, tras otros tantos días. Al enterarse de ello el mago le pidió que<br />
concediese la vacante del deanazgo que quedaba a un hijo suyo, pero el<br />
nuevo arzobispo le pidió comprensión al mago, ya que nombraría deán a un<br />
hermano suyo, y el pidió a la vez que se fuera él con su hijo, acompañándolo a<br />
Santiago de Compostela. Así lo hizo don Illán.<br />
En lo que sigue, y a lo largo de los años, se van sucediendo muchos<br />
sucesivos nombramientos, y el antiguo deán va alcanzando dignidades cada<br />
vez más altas. Y en cada oportunidad vez el mago le recuerda su promesa al<br />
antiguo deán, así cuando es nombrado cardenal, y éste le va respondiendo que<br />
nombrará a un tío y luego otro tío más, dándose las cosas del mismo modo<br />
cuando finalmente el antiguo deán es nombrado papa en Roma. Don Illán, que<br />
lo ha seguido a todas partes le reprocha al ahora papa no haber cumplido<br />
nunca su promesa, debido a lo cual el papa se enoja tanto que lo amenaza con<br />
hacerlo encarcelar bajo la acusación de la práctica de la nigromancia. Don Illán<br />
se da cuenta finalmente que nada podía esperar de él y que ni siquiera le daba<br />
dinero para comer en el camino de vuelta. Entonces llama a la criada<br />
ordenándole que había llegado la hora de asar las perdices. Y el relato termina<br />
así. El texto dice:<br />
“Cuando don Illán dijo esto, se encontró el papa en Toledo, como deán<br />
de Santiago, tal y como estaba cuando allí llegó, siendo tan grande su<br />
vergüenza que no supo qué decir para disculparse. Don Illán lo miró y le dijo<br />
que bien podía marcharse, pues ya había comprobado lo que podía esperar de<br />
él, y que daría por mal empleadas las perdices si lo invitase a comer”.<br />
(hasta aquí grabacion del lunes 3 de marzo de 2008).<br />
329.El estudiante Sand asesina a Kotzebue.<br />
El 23 de Marzo de 1819 el estudiante de teología Karl Ludwig Sand asesina con<br />
un cuchillo al dramaturgo August-Friedrich von Kotzebue en Mannheim, Alemania<br />
(muy cerca de Heidelberg). Se trata de un coflicto político. Kotzebue, de ideas<br />
conservadoras, venía criticando el movimiento liberal en Alemania, y junto con<br />
ello criticaba la presencia de este movimiento en las Burschenschaften alemanas<br />
– la institución de jóvenes estudiantes universitarios. Debido a esto, Kotzebue