Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel
Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel
Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
sentido corriente, sea la realidad única, esencial; él no constituye una<br />
absolutización-de-la-naturaleza, y, por lo pronto, tampoco la hipótesis absoluta<br />
de una naturaleza independiente del hombre, a saber, de su sustrato concebido<br />
físicamente. El “materialismo histórico” entiende el trabajo como la decisiva<br />
fuerza fundamental del hombre configuradora de la historia, ve por ello en la<br />
economía, en el proceso laboral, la manifestación esencial de la libertad<br />
humana, ve en las formas sociales desfiguradas y desnaturalizadas de la<br />
organización laboral, en tanto están superpuestas por constelaciones feudales<br />
de poder, el fulminante revolucionario de un desarrollo histórico, que finalmente<br />
tendría que conducir a la liberación del trabajador y a la autoconciencia del<br />
trabajo humano. Ni la “historia de las ideas”, ni la historia de la religión, del arte,<br />
de la filosofía, revela el centro de la historia; todo ello sería una “super<br />
estructura ideológica” sobre la economía que se modifica históricamente, un<br />
reflejo conciente de procesos duros, fácticos, en el mundo laboral humano. Sin<br />
duda se oculta en la doctrina del “materialismo histórico” una fuerza inmensa,<br />
porque aquí, aunque de manera extremadamente unilateral, se remite a un<br />
fenómeno fundamental de la existencia humana, a saber, en un tiempo que<br />
parece pertenecerle a la técnica”.<br />
A Fink le interesa centrar su reflexión en torno al materialismo histórico<br />
en el trabajo, considerando que para él éste es uno de los fenómenos<br />
existenciales humanos. Y como sucede que además hemos llegado a vivir en<br />
una sociedad que, ante todo, es laboral, tanto más peso cobra esto. En la<br />
misma línea leemos en el Prólogo a la Contribución a la crítica de la economía,<br />
de 1859, de Marx, estas palabras de él:<br />
“Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas<br />
las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y<br />
más altas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales de<br />
su existencia hayan madurado en el seno de la propia sociedad antigua. Por<br />
eso, la humanidad se propone siempre únicamente los objetivos que puede<br />
alcanzar, pues, bien miradas las cosas, vemos siempre que estos objetivos<br />
sólo brotan cuando ya se dan o, por lo menos, se están gestando, las<br />
condiciones materiales para su realización”.<br />
Con todo, tratándose del papel que les cabe a los modos de producción<br />
o al trabajo ¿reflejarán ellos, por sí sólos, la determinación fundamental de la<br />
sociedad y de la existencia humana? ¿No podría ser esto justo al revés? ¿No<br />
hay otras determinaciones, como juego, saber, creación, fe, mito que podrían<br />
ser las que verdaderamente representarían el fundamento del cual resultarán<br />
unos modos de producción acordes con ello? Pensemos en los países<br />
islámicos, por ejemplo: ¿no parece ser la religión allí lo que fundamentalmente<br />
configura esas sociedades?<br />
Pienso que lo que de veras es propiamente filosófico es sacar a luz<br />
estas preguntas, antes de quedar encerrados y guarnecidos en alguna posición<br />
particular.<br />
327. Décimo Ejemplo de los Cuentos del Conde de Lucanor.<br />
En la Colección de Cuentos del Conde de Lucanor de Juan Manuel, del siglo<br />
14, el Décimo Ejemplo tiene que ver con la preocupación que tiene el Conde<br />
por cierta situación de pobreza en la que se encuentra, a lo cual responde su<br />
consejero Patronio con el relato de un Cuento, que dice así: