Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel

En la Colección de Cuentos del Conde de Lucanor de Juan Manuel, del siglo
14, el Noveno Ejemplo tiene que ver con la preocupación que tiene el Conde
por una antigua rencilla que tiene con un vecino, mas se ha dado la ocasión
que un caballero más poderoso que ellos los amenaza y les puede infligir
mucho daño, a lo cual responde su consejero Patronio con el relato de un
Cuento, que dice así:
“Señor conde -comenzó Patronio-, dos caballeros que estaban en Túnez
con el infante don Enrique eran muy amigos y vivían juntos. Estos dos
caballeros no tenían sino un caballo cada uno, y mientras ellos se estimaban y
respetaban, sus caballos se tenían un odio feroz. Como los caballeros no eran
tan ricos que pudieran pagar estancias distintas, y por la malquerencia de sus
caballos no podían compartirlas, llevaban una vida muy enojosa. Cuando pasó
cierto tiempo y vieron que no había solución, se lo contaron al infante don
Enrique y le pidieron como favor que echara aquellos caballos a un león que
tenía el rey de Túnez. / Don Enrique habló con el rey de Túnez, que les pagó
muy bien los caballos y los mandó meter en el patio donde estaba el león. Al
verse los caballos juntos en aquel lugar, antes de que el león saliese de su
jaula empezaron a pelear con mucha ira. Estando en lo más violento de su
pelea, abrieron la jaula del león y, cuando los caballos lo vieron suelto por el
patio, se echaron a temblar y se fueron acercando el uno al otro. Cuando
estuvieron juntos, se quedaron así un rato y luego se lanzaron los dos contra el
león, al que atacaron con cascos y dientes de modo tan violento que hubo de
buscar refugio en su jaula. Los dos caballos quedaron sin daño, porque el león
no pudo herirlos ni siquiera levemente y, después de esto, los dos caballos se
hicieron tan amigos que comían en el mismo pesebre y dormían juntos en la
misma cuadra, aunque era muy pequeña. Esta amistad nació entre ellos por el
miedo que les produjo la presencia del león.”
Siempre en estos Cuentos o Ejemplos, el consejo de Patronio se agrega
a continuación del relato, pero por lo general resulta demasiado evidente. En
este caso sólo destacaría que junto con decir este consejo que conviene aliarse
con quien es tu enemigo en aras de hacer una común defensa contra un
tercero, una vez que ambos han logrado sortear el peligro conviene que sigas
atento al proceder de tu antiguo enemigo, ya que es posible que vuelva a
comportarse como lo hacía antes.
Lo que prevalece pues en los Cuentos del Conde de Lucanor es la
prudencia y la sensatez, como especialmente en este caso.
El Ejemplo, expuesto, el Noveno, es iluminador para eventuales
situaciones en que nos podemos encontrar. Él vale tanto para relaciones
humanas con nuestras personas próximas, con nuestros conocidos en los
distintos círculos en que nos desenvolvemos, como también en lo que atañe a
las relaciones internacionales. La II Guerra Mundial no la podrían haber ganado
los Aliados si no hubiera sido justo a través de una Alianza entre las potencias
occidentales y Rusia. Pero, por otra parte, cabe aducir respecto de este caso
que las potencias occidentales no tomaron bien en cuenta nuestro Noveno
Ejemplo, ya que si antes de la Guerra hubo enemistad, esta habría de
continuar después de ella, lo cual fue suscitado principalmente a partir de la
construcción del Muro de Berlín.
323.Diferencia entre fatalidad y destino.