Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel
Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel
Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
cima de la amistad: estos sentimientos traducen el fondo mismo del ser, y no un<br />
estado accidental del mismo" (1156 b).<br />
317.Para hacerse amigos uno con otros es necesario hacer consumido juntos<br />
muchos saleros.<br />
En lo fundamental, Aristóteles concibe la verdadera amistad en función de la<br />
semejanza: lo semejante atrae a lo semejante. A partir de ello se entiende<br />
también que se vincule la amistad con el bien: si quiero al amigo lo quiero en su<br />
bien, y a su vez sólo desde mi propio bien puedo querer su bien, y viceversa. La<br />
verdadera amistad, llamada por Aristóteles, “amistad por virtud” es en función del<br />
ser del otro y no de particularidades específicas que tengan ver con el agrado o la<br />
conveniencia que me brinda la relación. Las amistades por mero placer o por<br />
utilidad son propias de personas de "moralidad mediocre", agrega el filósofo. Por<br />
otro lado, este tipo de amistades está expuesto a una serie de conflictos, como<br />
calumnias y riñas, aunque esto se circunscribe más bien a las amistades por<br />
utilidad. Es por ello que el filósofo de Estagira dice además en forma concluyente:<br />
"De la distinción que acabamos de establecer entre las distintas formas de<br />
amistad resultará que las personas sin elevación moral contraerán amistad por<br />
placer o por interés, ya que se parecen entre sí bajo este punto de vista, mientras<br />
que las personas de bien estarán unidas por un lazo verdaderamente personal,<br />
en tanto que personas de bien, porque ellas son semejantes. Son, pues, los<br />
buenos los que son amigos en el sentido más estricto del término; los demás no<br />
lo son más que por analogía con los primeros y accidentalmente" (1157 b).<br />
Aristóteles hace luego interesantes disquisiciones acerca de como la<br />
amistad por utilidad suele darse muy especialmente entre ciertos viejos, que<br />
tienden a dejarse motivar por personas que les reportan algunos beneficios,<br />
mientras que en el caso de los jóvenes lo que suele prevalecer es el vínculo por<br />
placer, supongamos por ejemplo, en tanto se practica un mismo deporte, o cosas<br />
así. La verdadera amistad la sitúa Aristóteles más bien cronológicamente en la<br />
edad madura.<br />
Aludiendo al tiempo de la amistad, a su lento hacerse, nuestro filósofo<br />
propone la metáfora de los saleros, según la cual habría que consumir muchos<br />
saleros antes de llegar siquiera a conocerse uno con otro. (1157 a). Este dicho<br />
aristotélico estaba en una bolsa de sal que alguna vez me regalaron en<br />
Heilbronn, Alemania, donde hay minas de sal. La ciudad de Heilbronn se<br />
presentaba así a los afuerinos con un bello dicho en el que se vinculaba el tiempo<br />
del consumo de la sal y el tiempo de la amistad.<br />
También relacionado con una cuestión de tiempo está la diferencia que<br />
Aristóteles reconoce entre amistad y amor. Como ya sabemos, él se suma en<br />
esto al característico enaltecimiento griego de la amistad sobre el amor, con todo<br />
lo discutible que ello pueda parecer. Como también Aristóteles reconoce que el<br />
amor está muy atado al tener a la vista al ser amado, agrega al respecto lo<br />
siguiente:<br />
"Pero cuando la flor de la edad se marchita, ocurre que también se<br />
desvanece el amor; la vista del ser amado no deleita ya al amante, ya no se<br />
dirigen solicitudes y cuidados al ser amado. Por el contrario, la unión persiste<br />
cuando un largo comercio ha hecho querido a cada uno el carácter del otro,<br />
gracias a la conformidad que ha producido" (1157 a).<br />
Es decir, el propio pensador de hace alrededor de 2300 años atrás nos da<br />
la clave para solucionar este desajuste que eventualmente se produciría con el