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Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel

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Y el relato continúa más adelante:<br />

“Cuando el cuervo se vio tan alabado por la zorra, como era verdad<br />

cuanto decía, creyó que no lo engañaba y, pensando que era su amiga, no<br />

sospechó que lo hacía por quitarle el queso. Convencido el cuervo por sus<br />

palabras y halagos, abrió el pico para cantar, por complacer a la zorra. Cuando<br />

abrió la boca, cayó el queso a tierra, lo cogió la zorra y escapó con él. Así fue<br />

engañado el cuervo por las alabanzas de su falsa amiga, que le hizo creerse<br />

más hermoso y más perfecto de lo que realmente era”.<br />

A este Ejemplo le sigue el consejo:<br />

“Y vos, señor Conde Lucanor, pues veis que, aunque Dios os otorgó<br />

muchos bienes, aquel hombre os quiere convencer de que vuestro poder y<br />

estado aventajan en mucho la realidad, creed que lo hace por engañaros. Y,<br />

por tanto, debéis estar prevenido y actuar como hombre de buen juicio”.<br />

314.El trasfondo cósmico de la amistad en Aristóteles.<br />

Iniciando su excursión en la amistad, Aristóteles, como buen filósofo, tiene en<br />

consideración cierto fondo metafísico que la explicaría ya en el sentido de una<br />

afinidad entre los semejantes, como en Empédocles, o basándose en Heráclito,<br />

en tanto afinidad entre los contrarios.<br />

Para concebir adecuadamente la amistad se trata por lo tanto de partir por<br />

algo de orden cósmico. Esto es característico del pensamiento aristotélico: que al<br />

abordar un fenómeno, el parámetro es de carácter cosmológico. Así lo ha hecho<br />

también en relación con la justicia en el Libro V de la Ética a Nicómaco. La mirada<br />

se dirige al cosmos para encontrar en él la armonía que se expresa como<br />

proporcionalidad, por ejemplo entre lo que da un agente, a saber calor y luz del<br />

Sol y lo que puede recibir el paciente, a saber la Tierra, para que sea posible la<br />

vida en ella; si no hay esta proporción, vale decir, hay demasiado calor y luz, o<br />

muy poco, ello significa muerte.<br />

En el caso de la amistad, se trata del trasfondo cósmico de la afinidad que<br />

habría por semejanza entre los fenómenos (así como la proporcionalidad lo es en<br />

el caso de la justicia). Cabe reconocer aquí que en cada especie, cada miembro<br />

de ella busca a sus semejantes, y esto tanto en el reino vegetal como animal. En<br />

el reino mineral también es así, por cuanto unas montañas se agrupan con otras<br />

para formar una cordillera o una serranía, la arena se junta con más arena y<br />

forma una playa, unas dunas o un desierto. Pero, si bien es así, que lo semejante<br />

atrae lo semejante, cabe agregar que así se da en el orden de lo esencial, como<br />

es el caso de los ejemplos que hemos puesto, sin embargo al mismo tiempo se<br />

da lo contrario: que hay atracción entre lo que es desemejante. Aparentemente<br />

esto es así en un segundo plano, que ya no es el esencial. La explicación de ello<br />

estaría en el hecho de que es la desemejanza, la diferencia, incluso lo que<br />

genera cierto desequilibrio, lo que permite que haya devenir, movimiento, cambio,<br />

proceso. Aristóteles también reconoce la acción de la desemejanza, y en<br />

particular en el caso de la amistad; ella permite la complementación, la<br />

compensación. Los ejemplos que da al respecto son del tenor que si uno de los<br />

amigos, pongamos el caso, es locuaz y a la vez temeroso, el otro es parco y a la<br />

vez osado, ocurriendo que uno se complementa con el otro.<br />

Semejanza y desemejanza se presentan a la vez como las fuerzas de la<br />

concordia y la discordia que, ante todo, actúan en el cosmos, antes de<br />

manifestarse de manera restrictiva en las relaciones humanas. Concordia y<br />

discordia, Eros y Eris, así se presentan en la "Teogonía" de Hesíodo, es decir, por

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