Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel

este último escribe una Biografía. Luego abandona el Ejército y comienza a
trabajar como funcionario en la administración imperial en Alemania, Austria y
Rusia. Este trabajo le permite mantenerse al margen de las batallas del ejército
napoleónico. En esta época Henri-Marie tiene una primera amante – Madame
Rébuffel – que es la primera de una larguísima lista. Y luego continúan en la vida
de quien ya pasará a ser conocido como Stendhal estadías en Roma,
Civitavecchia, Nápoles, Trieste, Londres, ocupando en varias de estas ciudades
cargos dilplomáticos, y así hasta el fin de su vida.
Pero Stendhal es conocido sobre todo por sus grandes novelas, que
marcan hitos en la literatura universal. Ante todo Rojo y negro, la gran novela del
siglo XIX, aparecida en 1830, La cartuja de Parma, de 1839. A nosotros nos
interesa aquí el libro Del amor, de 1822, o sea cuando Stendhal está próximo a
los cuarenta años. Leemos allí pasajes en que trasunta una concepción clásica
de la mujer y para los parámetros de hoy no sólo anticuada, sino hasta
insostenible en muchos aspectos. Pero, independientemente de esto, en lo
fundamental, junto a muchos otros puntos, lo que hay que destacar es su
concepción del amor como un fenómeno de cristalización, como que sucede con
la pareja que recién se viene conociendo que muy pronto cada cual se convierte
para el otro en un “todo”, una “plenitud” que llega a adoptar incluso ribetes
místicos. Ahora bien, según Stendhal esto sobrepasa la ecuánime y crítica
racionalidad y se daría más en la mujer que en el hombre. Escuchemos:
"Una mujer no puede guiarse por el hábito de ser razonable, ese hábito
que yo, hombre, contraigo forzosamente en mi oficina, trabajando seis horas
diarias en cosas frías y razonables. Hasta fuera del amor, propenden a
entregarse a la imaginación y generalmente exaltadas; por eso la desaparición de
los defectos del ser amado tiene que ser en ella más rápida" (ib.).
Y este otro pasaje que habla muy bien de la mujer:
"Las mujeres tienen la capacidad de sentir de admirable manera los
matices afectivos, las variaciones más insensibles del corazón humano, las más
leves reacciones del amor propio" (p. 144).
302. La clásica relación entre hombre y mujer a los ojos de Stendhal.
En el libro Del amor, de 1822, de Stendhal, leemos jucios en torno a la relación
entre hopmbre y mujer, que llevan la marca de una visión clásica, que en gran
medida han quedado atrás. ¿O será que pretendemos que es así, sin detenernos
a pensar esto bien? ¿Será que nos creemos muy adelantados y que hemos
inaugurado nuevos parámetros, no obstante habría cuestiones sustanciales en la
relación entre hombre y mujer que se mantienen incólumes? Para formarnos un
juicio más apropiado sobre esto, escuchemos al propio Stendhal:
“En cuanto a la valentía moral, tan superior a la otra, la firmeza de una
mujer que resiste a su amor es la cosa más admirable que puede existir en la
tierra. Todas las demás demostraciones posibles de valor son cosa baladí junto a
una valentía tan contra natura y tan penosa" (p. 161).
Como ya adelantara, predomina aquí la imagen clásica de la mujer y de la
relación hombre-mujer, y es sobre esto que nos preguntamos si todavía conserva
cierta vigencia. Por ejemplo, Stendhal destaca como es el hombre el que "ataca"
y ella la que "se defiende", él solicita y ella niega, él es atrevido y ella tímida. En el
mismo tenor, escuchemos la descripción de varios sutiles matices de esta
diferenciación de género: