Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel

animal del instante como también del olvido inmediato de cuanto va
sucediendo. El animal se esfuma en la niebla y en la noche, y en todo momento
es como es, un ente completo. Y así vemos con admiración a los animales
estar sumergidos en el instante, y los vemos casi con envidia, como el niño que
juega. En este sentido, el animal, como el niño, es a-histórico.
El ser humano, en cambio, recuerda y en cuanto emprende va siempre
arrastrando la cadena de sus recuerdos. El pasado lo oprime y dificulta su
camino como una carga invisible y oscura. El ser del hombre es un “imperfecto
que nunca alcanza la perfección”, en palabras de Nietzsche. Y agrega que la
muerte le hace finalmente apercibirse de que su existencia es “una cosa, que
vive de negarse, consumirse y contradecirse a sí misma”.
41.Cuando Plotino murió una serpiente se escapó a través de una grieta en la
muralla.
De la vida de Plotino, el filósofo egipcio de Alejandría del siglo III d. C.,
sabemos a través de su discípulo y biógrafo, el también filósofo Porfirio. Su
biografía comienza describiendo a su maestro así: “Plotino, el más destacado
pensador de nuestros días, parecía un hombre que se avergonzaba de estar en
el cuerpo”. Según relata Weischedel, Porfirio comienza a dar a continuación
numerosos ejemplos de esto. Por de pronto, Plotino nunca quiso contar algo
acerca de su origen, sus padres o de su lugar de nacimiento. Incluso su
cumpleaños, que era para él el día del ingreso del alma en el cuerpo, también
permaneció oculto, ya que estimaba que no había razón para celebrar tan
aciago día. Tampoco admitió nunca que se hiciera algún cuadro de él, razón
por la cual sus alumnos trajeron subrepticiamente a un afamado pintor al aula
para que hiciera un retrato de él. Es más, este desprecio del cuerpo lo lleva tan
lejos que no acepta someterse a tratamientos médicos, debido a lo cual
aparentemente ciertos padecimientos que sufría se agravaron. Respecto de las
comidas procede también de similar forma, por cuanto muchas veces
simplemente olvida comer.
Ya con 28 años Plotino se inicia en la filosofía en Alejandría,
trasladándose posteriormente a Roma e imparte allí lecciones públicas. El
biógrafo Profirio relata que estas lecciones iban acompañadas de mucho
revuelo, puesto que Plotino instaba al público a que le hicieran preguntas. Y
estas lecciones alcanzaron tal popularidad que eran visitadas no solamente por
sus discípulos, sino por senadores, e incluso hasta el propio emperador y su
Señora esposa se hicieron presentes en ellas. Que las mujeres tuvieran
acceso a estas lecciones lo destaca el biógrafo como algo notable para su
tiempo.
Supuestamente estas lecciones habrían tenido tal efecto que algunos de
estos senadores cambiaron completamente su forma de vida a raíz de las
enseñanzas impartidas en ellas.
Por otra parte, a Plotino se le atribuyen algunas habilidades mágicas y
muchas historias se cuentan a propósito de ello. Ellas conciernen hasta su
propia muerte en que, al parecer, habría sucedido que al momento de ocurrir,
una serpiente habría escapado a través de la grieta de la muralla.
Las últimas palabras de Plotino fueron: “Ahora quiero intentar que
aquello que en mí es divino, fluya a lo divino en el Todo”.