Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel

Estas preguntas de personajes imaginarios nos hacen tomar conciencia
de lo fuerte que es también esta pseudo-forma de amor y cuál es más o menos
su en extensión, que nos envuelve también quizás a cada uno de nosotros y
nuestros pretendidos amores.
Stendhal hace la siguiente alusión respecto de esta forma de amor:
"La inmensa mayoría de los hombres, sobre todo en Francia, desea y
tiene una mujer de moda, como se posee un hermoso caballo, como una cosa
necesaria al lujo del mancebo" (ib.).
Asimismo ejemplifica Stendhal la forma del amor-vanidad con casos
divertidos, como el de una hermosa mujer (cita):
"/.../que no podía menos que encontrar encantador a un hombre que fuera
duque o par. Pero, fiel al principio monárquico, en cuanto llegaba un príncipe a la
corte, dejaba plantado al duque" (ib.).
Y así en nuestro tiempo ¿cómo no ver pura vanidad en tantos amores con
los famosos, los millonarios, y demás? Más aún, podría decirse, que esta forma
de amor tiende a hacerse tan fuerte que da a ratos la impresión de que lo que
hemos conocido como amor-pasión, (y que el propio Stedhal se encarga de
delimitar) tiende a desaparecer, desapareciendo con ello también el único
verdadero amor, el amor que es al mismo tiempo abismal y que suele bordear la
muerte.
Mas, al respecto cabe aducir que tal vez la posición de Stendhal es en
exceso lapidaria y que así como Aristóteles concibió tres formas de amistad: por
placer, por conveniencia y por virtud, y tenderíamos a decir que sólo la última es
la verdadera amistad, sin embargo Aristóteles, con ponderada visión, advierte
que el entramado de las relaciones que permiten la formación de una sociedad, lo
constituyen relaciones comerciales, políticas, y de otra índole, que son
precisamente de conveniencia e interés, lo que da lugar además a intereses
recíprocos, así también podría decirse que en las relaciones de pareja y los
matrimonios que se constituyen parte del atractivo que puede tener una persona
se vincula no sólo con su belleza, como en el caso de una mujer, sino con sus
logros, como en el caso del hombre, y viceversa también. Hay probablemente
algo tan fuerte en ello que si el remedio fuera extirparlo, el remedio sería peor que
la supuesta enfermedad.
296.El complicado nacimiento de Arthur Schopenhauer.
El filósofo alemán, aunque nació el 22 de Febrero de 1788 en Danzig, el puerto
del Norte de Alemania, donde ha estado la frontera entre Alemania y Polonia,
estuvo a punto de nacer en Inglaterra. De hecho, su padre – Heinrich Floris
Schopenhauer – empresario, se proponía esto. Podría agregarse que así como
Schopenhauer no nació de casualidad inglés, también fue de casualidad que
naciera alemán. Danzig, de donde venían sus padres, estaba por aquel tiempo
en manos polacas. Lo cierto es que el exitoso empresario que fue Heinrich Floris,
el padre del filósofo, con ocasión de encontrarse en Berlin en 1773, se entrevistó
nada menos que con el Kaiser prusiano Federico El Grande, y éste le advirtió en
francés, como era el lenguaje de la corte en aquel tiempo, que se alejara de
Danzig, ya que esta ciudad perdería sus libertades que hasta entonces gozaba
de comerciar tanto con Polonia como con Prusia (Danzig había tenido su época
de gloria, cuando formó parte de la Liga Hanseática), y el emperador le dijo:
“Voilá les calimites de la ville de Dansic”, según relata Rüdiger Safranski en su
obra sobre Schopenhauer. Pero el republicano Heinrich Floris desistió de