Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel
Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel
Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
“Comparemos ahora la expresión lingüística “mortal” con otras<br />
expresiones como “móvil” o “artificial” o “vendible”, y similares. Lo móvil puede<br />
ser movido (o moverse él mismo), ponerse en movimiento, en movilidad, él no<br />
puede estar siempre en un movimiento actual. El ser-movible es un modo de<br />
ser de una cosa material a la que le pertenece tanto el “reposo” como el<br />
“movimiento”: ser-móvil quiere decir por ello, o encontrarse en reposo o en<br />
movimiento. El término mienta una cosa del modo completo como ella es, y<br />
cuando sea que es. Lo “móvil” no cesa en absoluto mientras es de ser movible.<br />
La movilidad es una propiedad esencial no adicional, que podía ir o venir. O la<br />
expresión: lo artificial. Ser-artificial determina el ser íntegro de todas las cosas<br />
elaboradas, producidas. El término describe el ser de las cosas artificiales<br />
desde su procedencia. Su procedencia no es lo que al comienzo de estos<br />
casos tenía importancia y que ya no interese más ulteriormente. Ellas<br />
permanecen, mientras son, determinadas por su origen; ellas no cesan nunca<br />
de ser “cosas artificiales”; en tanto ellas duren, ellas no pueden llegar a ser<br />
cosas naturales maduras. O las cosas pueden estar determinadas también a<br />
través de una “finalidad” impresa en ellas, una finalidad que ellas mismas no<br />
persiguen, que más bien es perseguida con ellas. Los frutos no necesitan tener<br />
desde sí mismos el carácter de la “ventabilidad”. En tanto mercancía está su<br />
ser asentado en un carácter general extraño. El hombre no puede tan sólo<br />
determinar otras cosas para algo, imprimirles una finalidad, él puede tratar<br />
también de ese modo a los otros y a sí mismo. Él se da una determinación, él<br />
elige “una profesión”. Cuanto más amplias son sus posibilidades de elección,<br />
cuanto menor es su coacción interna, tanto menos tiene patentemente una<br />
elección el que ya está en una vocación de acuerdo a la cual persigue algo.<br />
Esta determinación interna puede ser cogida o errada, pero no elegida. / ¿Qué<br />
hay pues con la mortalidad del hombre? ¿a él lo determina como la movilidad<br />
determina el ser de una cosa corporal – o la procedencia indemostrable el ser<br />
de la cosa manufacturada? Con la palabra “mortal” no se describe, sin<br />
embargo, cómo se comporta el hombre continuamente. Él vive pues mientras<br />
es su ser mortal. El poder-ser-movido concierne a la cosa corporal de una<br />
manera distinta que al poder-morir del hombre. Cuando comienza el<br />
movimiento, continúa durando la cosa corporal; cuando el hombre muere,<br />
desaparece. La potencialidad es aquí más bien uno de los posibles no-ser<br />
como del posible ser”.<br />
264.La tensión entre relación personal y modo público de cara a la muerte.<br />
Esto es algo que cada cual vive, en mayor o menor grado y en distintas<br />
intensidades a lo largo de nuestra existencia. Como sabemos del morir y<br />
nuestro propio futuro morir, vamos desarrollando un modo íntimo y personal de<br />
relacionarnos con aquello. Y este modo personal suele marcar un fuerte<br />
contraste con el modo público de relacionarse con la muerte. Entramos a un<br />
supermercado y junto con carnes, frutas, verduras, bebidas y demás artículos<br />
se nos ofrece la muerte, por decirlo así: una tumba en algún parque del<br />
recuerdo. La muerte es así también parte de lo que Heidegger pensara como la<br />
forma contemporánea de presentarse lo que es: la disposición, el que todo esté<br />
ahí dispuesto, listo para ser utilizado, aprovechado y consumido.<br />
Eugen reflexiona en los siguientes términos sobre la tensión entre<br />
relación personal y modo público de cara a la muerte: