Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel

Finalmente se instala en Ciudad de México por varios meses, para dedicarse a
llevar a escritura sus investigaciones.
Observamos así a su vez como otro Imaginario, la expectativa de la
expedición al Asia, dio a lugar a que Alexander von Humboldt subiera la que
entonces se consideraba la montaña más alta del mundo.
(Chronik).
31.”Apelación contra la acusación de ateísmo. Un escrito que se solicita leer
antes de ser confiscado”.
Éste es el título exacto del escrito que publica el filósofo Johann Gottlieb Fichte,
y que va ser la causa de su expulsión de la Universidad de Jena en 1799.
Como podemos observar, este título que lo repito ”Apelación contra la
acusación de ateísmo. Un escrito que se solicita leer antes de ser confiscado”
ya contiene una ironía tal que bordea la sátira que hace al menos entendible,
mas por supuesto no justificable, que a Fichte se le haya expulsado de la
Universidad por ello.
De una u otra forma Fichte estuvo marcado desde el comienzo por lo
que suscitaría la acusación de ateísmo sobre él, y como se observa, la
Alemania, en este caso, Sajonia, no estaba preparada, y tampoco en sus
universidades, como para admitir dentro su cuerpo académico una postura
atea. Es por ello que cuando se lo expulsa de la Universidad de Jena y en
definitiva tomando esta determinación el propio Príncipe Elector de Sajonia,
son los padres de los estudiantes los que han protestado arguyendo que no
están dispuestos a enviar a sus hijos a esa universidad como para que se les
enseñe ateísmo.
Y, podríamos aludir a continuación a lo que son las ironías del destino.
Johann Gottlieb Fichte que nace en 1762 y que proviene de origen campesino
muy modesto en Oberlausitz, que siendo como niño cuidador de gansos,
sucedió que un día el patrón del fundo no alcanzó a escuchar la misa del día
domingo, y entonces la gente le dijo que el niño cuidador de gansos se las
aprendía de memoria, tanto en lo que a palabra, como a entonación y gesto del
pastor se refiere. El patrón pudo entonces no sólo comprobar esto, sino que se
ofreció como mecenas del niño prodigio. Mas, el pobre de Fichte después de
absolver la enseñanza media e ingresar a la Universidad de Jena, tuvo que
volver a su estado de carestía, cuando murió el generoso benefactor.
Entre muchas peripecias que siguen en la vida e Fichte, un puesto como
instructor de los hijos de una familia en Varsovia le permite ganar alguna suma
de dinero, tras lo cual decide partir a Königsberg a conocer al más connotado
filósofo del momento, Imanuel Kant. Éste recibe a este joven admirador en todo
caso con muchas reservas. Fichte entonces a lo largo de apenas 4 semanas
escribe un texto que titula “Ensayo de una crítica a toda revelación”, que se lo
presenta al maestro. Sucede entonces para bien de Fichte que Kant encuentra
este escrito extraordinario y se lo presenta a su editor para que lo publique.
Esto sucede, mas el editor decide hacerlo publicar como anónimo. El escrito se
vuelve muy exitoso y todo el mundo cree que es de Kant. Incluso “El diario
general de literatura de Jena”, un importante revista de ese tiempo, escribe en
sus páginas: