Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel

oposición de Rickert. Por suerte y en beneficio de la historia de la filosofía,
finalmente Jaspers triunfó en esta situación, respecto de lo cual cabe decir no
sólo que Jaspers pasó a ser finalmente catedrático de Filosofía, en 1920, sino
uno de los filósofos más destacados del siglo XX, y desde luego de mucho
mayor relevancia que Rickert, su encarnado opositor (el cual, sin embargo,
ocupa también, cómo no, un sitial destacado en la filosofía del siglo pasado).
Respecto de lo filosófico, corresponde decir, en primer lugar, que
Jaspers nunca realizó estudios formales de filosofía, como corresponde
además en las universidades alemanas, bajo la dirección de un profesor.
Mas, sus lecturas filosóficas se inician tempranamente con Spinoza,
Lucrecio, Schopenhauer, Nietzsche, Plotino, Schelling, Kant, y más tarde desde
1913: Kierkegaard, y Hegel.
El tránsito de la psiquiatría a la filosofía se completó durante la larga
estadía de Jaspers en Heidelberg. Hans Saner, su biógrado, sostiene que ya
antes de la lectura de Kierkegaard, se habían abierto para Jaspers los que
serían los grandes temas de su pensamiento: existencia, trascendencia,
conciencia, situación límite, comunicación.
En una carta de 1902, cuando Jaspers tiene todavía escasos 19 años,
leemos que: "La filosofía es de un extraordinario valor. Si acaso no la hubiera,
la vida sería terrible" (Jaspers, Monografías Rowohlt, Hamburgo, 1999).
Desde 1909 comenzó Jaspers sus lecturas de Edmund Husserl, el padre
de la fenomenología, y en 1913 lo conoció personalmente. En él pudo admirar
el intento de la forjación de un nuevo método, y en palabras del biógrado y
discípulo Hans Saner:
"la disciplina del pensamiento, el poder de esclarecer los supuestos, la
exactitud en la distinción de matices, la remisión a las cosas mismas",
mas tomando distancia de quien es considerado como el padre de la
fenomenología, y agregando de un modo crítico que:
"Si bien Husserl había forjado un instrumento del análisis exacto, que le
permitía ver de cerca cosas hasta ahora nunca vistas, y él puso en marcha la
actitud del ver, mas lo que él vio era filosóficamente irrelevante. Aquí faltaba la
mirada para lo que era existencialmente relevante".
Del mismo modo influyeron también los filósofos destacados del
momento, como Max Scheler y Georg Simmel, con los cuales conversaba
Jaspers ocasionalmente. Así también cabe nombrar aquí a Georg Lukács y a
Ernst Bloch. Por ejemplo, de este último dice que le atraía su modo espontáneo
y cálido, y en palabras de Saner:
"la riqueza en ocurrencias; pero la tendencia a lo gnóstico, teosófico, el
amor por lo utópico le parecía demasiado grande, el pensar muy dado a saltar,
en cierto modo, genial, como para poder seguirlo".
En definitiva, agrega el biógrafo de Jaspers, diciendo que tanto Lukács
como Bloch:
"le resultaban sospechosos, porque los rodeaba un aura pública de lo
profético, que ellos permitían, sin ser ellos mismos profetas".
Pero, había una figura en Heidelberg, a quien Jaspers le tuvo la más
grande admiración, la que lo marcaría y se mantendría de por vida: Max
Weber. Jaspers dice de él: "Él fue para mí el filósofo personificado de nuestro
tiempo" (de su libro Recheschaft und Ausblick, Balance y perspectiva).
198.Heidegger llamado por la Sra. de Husserl: el “niño fenomenológico”.