Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel
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otro – ellá o él – y que en su extremo significaría la muerte. Mas, observa nuestro<br />
autor, algo nos coarta de traspasar la barrera de nuestra discontinuidad y lo<br />
erótico se jugaría sobre todo en mantenerse en ese límite, sin traspasarlo, algo<br />
así como debatiéndose por lo tanto entre la vida y la muerte. Este estado erótico<br />
esencialmente limítrofe lo describe Bataille más precisamente como “zozobra” (un<br />
estado similar al del náufrago que ha zozobrado en el mar).<br />
Escuchemos a Bataille describiendo la mencionada zozobra:<br />
“Queremos acceder al más allá sin franquear el paso, manteniéndonos<br />
prudentemente más acá”. “En el momento de dar el paso, el deseo nos arroja<br />
fuera de nosotros, ya no podemos más, el movimiento que nos lleva exigiría que<br />
nos rompiésemos. Pero el objeto del deseo, que se excede ante nosotros, vuelve<br />
a atarnos a la vida que excede el deseo. ¡Qué bueno es permanecer en el deseo<br />
de exceder, sin ir hasta el extremo, sin dar el paso! ¡Que bueno es permanecer<br />
largamente ante el objeto de ese deseo, mantenernos en vida en el deseo, en<br />
lugar de morir al ir hasta el extremo, cediendo al exceso de violencia del deseo!”.<br />
Bataille relaciona esta zozobra con la experiencia mística, y en particular la<br />
que se expresa en aquellas palabras de Santa Teresa de Jesús: “Muero porque<br />
no muero”, es decir, si nos atrevemos a interpretar ese pasaje sublime, diríamos:<br />
muero porque estoy atado a la vida, que me mantiene separado al mismo tiempo<br />
de Dios.<br />
Desde luego, resulta provocativo asociar el erotismo con la mística, algo<br />
que viene en particular de Freud, en cuanto a ver no sólo en la religión, sino en<br />
la cultura en general, distinas formas de sublimación de lo sexual.<br />
Y antes que Freud, ya Nietzsche concibió el espíritu dionisiaco de la<br />
desmesura y lo caótico como más orginario que el espíritu apolíneo de la<br />
mesura, el orden y la forma.<br />
Por otra parte, si Bataille reconoce ya a nivel de la expresión física un<br />
parentesco entre el estado místico y el erótico (sobre todo considerando el<br />
orgasmo) anteriormente a él Ortega y Gasset en sus Estudios sobre el amor<br />
reconocía estas similitudes, manifiestas en la expresión boquiabierta, los ojos<br />
desorbitados, cuerpo completamente distendido, después de una máxima<br />
tensión.<br />
174.Tres formas de erotismo según Bataille.<br />
Con Bataille podemos reconocer 3 formas de erotismo: el “erotismo de los<br />
cuerpos”, que es muy posesivo, el “erotismo de los corazones”, que es más libre<br />
y desprendido, y el “erotismo sagrado”, que se presenta en las culturas del<br />
hombre arcaico y en las religiones, y que curiosamente presenta las formas más<br />
extremas de erotismo, como veremos a continuación.<br />
En el pensamiento de Bataille en el hecho de reconocer una filiación entre<br />
los rituales del hombre arcaico y de las religiones, con el erotismo – llamado por<br />
lo mismo, “sagrado” – probablemente acusa en ello una influencia de Marcel<br />
Mauss. Es así como en las formas de erotismo sagrado, que tiene sus<br />
expresiones desde la pre-historia, nos encontramos con prácticas de violación,<br />
orgía, inmolación, crimen, canibalismo, es decir, con un sin-número de<br />
transgresiones de normas protectoras del individuo. Así nos relata Bataille que<br />
en las islas Sandwich y en las Fidji sucede que cuando muere el jefe tribal, que<br />
representa los interdictos y tabúes, se produce a continuación el enorme<br />
desborde, como expresión de la transgresión, con matanzas y violaciones.