Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel

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09.05.2013 Views

fusión es inevitablemente parcial, ya que, de lo contrario, moriríamos en el acto. En efecto, si hubiera una fusión total, perderíamos completamente nuestra individuación, como individuos nos disgregaríamos, acabaríamos pulverizándonos, volatilizándonos en el otro o Lo Otro. Mas, lo sugestivo de este punto es que justamente en el amor como en el erotismo está este impulso a fundirse total y cabalmente, debido a lo cual el amor queda emparentado con la muerte, eros con tánatos. A propósito de ello, es muy llamativo que este maridaje se presente espontáneamente en la plástica; hay muchas pinturas de la tradición que así lo expresan. Por otra parte, como se muestra en particular desde Medea en adelante, como por supuesto también da testimonio de ello las Metamorfosis de Ovidio, y así en toda una literatura trágica que incluye a Romeo y Julieta, Tristán e Isolda, Calixto y Melibea, Werther y Carlota, es singular que las parejas de enamorados se presenten como figuras trágicas en general en la literatura universal. Por cierto, ello también habla de este peculiar matrimonio entre amor y muerte. Desde la perspectiva de Octavio Paz en La llama doble se trata de que en ello actúa uno de los 5 binomios que determinan al fenómeno amoroso, en este caso “obstáculo-transgresión”. Los obstáculos provienen sobre todo del mundo con sus diferenciaciones que le son características, como entre diferentes religiones, razas, origen social, orientación política, poder económico, y otras tantas. Y como es propia del amor una impronta que podemos llamar revolucionaria, las parejas de enamorados de todos los tiempos están enfrentando esos códigos sociales y obstáculos. Y pensar que con sus solos abrazos y besos pueden esas parejas provocar profundas transformaciones en la sociedad. En efecto, ellas son capaces de mostrar que es posible la unión de una cristiana con un judío, de una persona de izquierda con una de derecha, de ella que es de familia pobre con él que es de familia rica, de él de raza negra con ella de raza blanca. Visto de esta forma, esas parejas le enseñan al mundo no sólo que la superación de aquellos obstáculos es posible, sino hacia dónde debería encaminarse el mundo. Ellas muestran un lugar posible de encuentro, de conciliación, de superación de las diferencias, y, podría decirse, que la política tiene la misión ulterior de hacer realidad ese encuentro. 163.¿Qué es eso de un supuesto “sí-mismo” que habría en nosotros? Aquello que llamamos “yo” es tan complejo que nunca lo podemos abarcar, percibir, sentir y pensar en todos sus confines. Y, sin embargo, en la cotidianidad tendemos a simplificarlo, a experimentar que nuestro yo se reduce a lo que en cada caso estoy haciendo, que tengo ganas de tal cosa, que tengo que hacer tal otra, que me gustaría la de más allá. El yo se vive entonces de acuerdo a muchas posibles experiencias y puede entonces extraviarse en ellas, sin que haya un centro, un eje, una unidad detrás de la multiplicidad. Esto ya lo vio perfectamente Kant, pero mucho antes que el filósofo de Königsberg, Platón en el Diálogo Teeteto aborda con notable lucidez esta misma problemática. Si ese supuesto eje, o como haya que representárselo es lo que llamamos nuestro “sí-mismo”, qué difícil resulta hablar de él, cuando en verdad normalmente, en el diario vivir, estamos tan alejados de algo así. Ocurre que simplemente somos, existimos, nos debatimos con esto, lo otro, y lo demás

allá, nos levantamos, desayunamos, vamos al trabajo, despachamos varias cosas en el lugar de trabajo, tenemos reuniones de trabajo, tal vez luego almorzamos con alguien que es también de ese lugar de trabajo, en la tarde seguimos con lo mismo, luego volvemos a casa, encontramos a nuestra esposa y nuestros hijos ya ocupados en algo, ya sea con el computador o viendo televisión, nos sumamos también a alguna de estas actividades, o tal vez cogemos un libro que estamos leyendo, y ya se acabó el día, llegando la hora de dormirse, finalmente durante la noche nos entregamos al sueño, mas en todo ello por ningún lado comparece el mentado sí-mismo. Mas bien, parece que él supusiera nada más que una construcción, una ficción, un Imaginario. Pero, si bien nos detenemos a pensar sobre el sí-mismo, advertiremos que él está en nosotros permanentemente al modo de una latencia, que en cualquier momento se activa. Y éste es el punto que corresponde destacar: que eso que llamamos sí-mismo no está en nosotros como algo dado, constituido, establecido, sino tan sólo al modo de una posibilidad, una virtualidad, una latencia, y que, en cuanto se presenta alguna situación de conflicto, se activa. Por ejemplo, en una situación puede suceder que alguien se sobrepasa en algunas cosas que se permite decirnos y que en el momento nos parecen ofensivas. O también, y ahora analizado esto desde un ángulo asertivo, constatamos que algo nos gusta, que interpreta, que es afín con nosotros – un libro, una película, una persona que venimos conociendo. Pues bien, en estas situaciones, ya sea negativas o asertivas, al parecer se despierta en nosotros este mentado sí-mismo, justamente porque se ve afectado o atraído, en sintonía con algo o alguien. 164. Jean Baudrillard, el pensador del hiperrealismo. En 2007 ha muerto Baudrillard, el filósofo proveniente de la sociología, como otros tantos filósofos franceses (Roger Caillois, Georges Bataille), que pensara nuestro tiempo a fondo desde una perspectiva completamente original, osada y sugestiva. Sin haber sido el fundador del post-modernismo (ya que ese mérito le corresponde a Francois Lyotard), es tal vez el representante más destacado de este movimiento, que corresponde a la etapa más reciente del desarrollo filosófico planetario. Probablemente la obra clave de Baudrillard es Las estrategias fatales de 1983, en la que encontramos prácticamente todos los principales fundamentos de su pensamiento: el hiperrealismo, la transpolítica, el objeto extático, la seducción. Obras posteriores como La ilusión del fin, La transparencia del mal, de alguna manera arrancan de los conceptos vertidos en Las estrategias fatales. Por de pronto, las estrategias fatales aluden a las estrategias del sujeto moderno en su afán de definir, controlar y dominar la realidad, en lo cual se ve completamente sobrepasado, deviniendo sus estrategias precisamente en una fatalidad (como que ellas tuvieran a fin de cuentas un efecto bumerang). Y esto es lo que sucede, por ejemplo, con la medicina: al generar ambientes cada vez más asépticos, con una higiene y una profilaxis cada vez mayores, acabamos por tener serios problemas inmunológicos, y estamos expuestos a bacterias y virus mutantes que se ciernen hoy sobre la humanidad entera. Baudrillard describe esto mismo al modo de un tránsito del valor de uso de las cosas a un valor de cambio y finalmente a un valor fractal, en el que perdemos el Norte.

allá, nos levantamos, desayunamos, vamos al trabajo, despachamos varias<br />

cosas en el lugar de trabajo, tenemos reuniones de trabajo, tal vez luego<br />

almorzamos con alguien que es también de ese lugar de trabajo, en la tarde<br />

seguimos con lo mismo, luego volvemos a casa, encontramos a nuestra<br />

esposa y nuestros hijos ya ocupados en algo, ya sea con el computador o<br />

viendo televisión, nos sumamos también a alguna de estas actividades, o tal<br />

vez cogemos un libro que estamos leyendo, y ya se acabó el día, llegando la<br />

hora de dormirse, finalmente durante la noche nos entregamos al sueño, mas<br />

en todo ello por ningún lado comparece el mentado sí-mismo. Mas bien, parece<br />

que él supusiera nada más que una construcción, una ficción, un Imaginario.<br />

Pero, si bien nos detenemos a pensar sobre el sí-mismo, advertiremos<br />

que él está en nosotros permanentemente al modo de una latencia, que en<br />

cualquier momento se activa. Y éste es el punto que corresponde destacar: que<br />

eso que llamamos sí-mismo no está en nosotros como algo dado, constituido,<br />

establecido, sino tan sólo al modo de una posibilidad, una virtualidad, una<br />

latencia, y que, en cuanto se presenta alguna situación de conflicto, se activa.<br />

Por ejemplo, en una situación puede suceder que alguien se sobrepasa<br />

en algunas cosas que se permite decirnos y que en el momento nos parecen<br />

ofensivas. O también, y ahora analizado esto desde un ángulo asertivo,<br />

constatamos que algo nos gusta, que interpreta, que es afín con nosotros – un<br />

libro, una película, una persona que venimos conociendo. Pues bien, en estas<br />

situaciones, ya sea negativas o asertivas, al parecer se despierta en nosotros<br />

este mentado sí-mismo, justamente porque se ve afectado o atraído, en<br />

sintonía con algo o alguien.<br />

164. Jean Baudrillard, el pensador del hiperrealismo.<br />

En 2007 ha muerto Baudrillard, el filósofo proveniente de la sociología, como<br />

otros tantos filósofos franceses (Roger Caillois, Georges Bataille), que pensara<br />

nuestro tiempo a fondo desde una perspectiva completamente original, osada y<br />

sugestiva. Sin haber sido el fundador del post-modernismo (ya que ese mérito<br />

le corresponde a Francois Lyotard), es tal vez el representante más destacado<br />

de este movimiento, que corresponde a la etapa más reciente del desarrollo<br />

filosófico planetario.<br />

Probablemente la obra clave de Baudrillard es Las estrategias fatales de<br />

1983, en la que encontramos prácticamente todos los principales fundamentos<br />

de su pensamiento: el hiperrealismo, la transpolítica, el objeto extático, la<br />

seducción. Obras posteriores como La ilusión del fin, La transparencia del mal,<br />

de alguna manera arrancan de los conceptos vertidos en Las estrategias<br />

fatales.<br />

Por de pronto, las estrategias fatales aluden a las estrategias del sujeto<br />

moderno en su afán de definir, controlar y dominar la realidad, en lo cual se ve<br />

completamente sobrepasado, deviniendo sus estrategias precisamente en una<br />

fatalidad (como que ellas tuvieran a fin de cuentas un efecto bumerang). Y esto<br />

es lo que sucede, por ejemplo, con la medicina: al generar ambientes cada vez<br />

más asépticos, con una higiene y una profilaxis cada vez mayores, acabamos<br />

por tener serios problemas inmunológicos, y estamos expuestos a bacterias y<br />

virus mutantes que se ciernen hoy sobre la humanidad entera. Baudrillard<br />

describe esto mismo al modo de un tránsito del valor de uso de las cosas a un<br />

valor de cambio y finalmente a un valor fractal, en el que perdemos el Norte.

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