Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel
Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel
Relatos y pensamientos - cristobal holzapfel
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
me encuentro /.../ Porque él me exige reconocer que es tanto lo que me falta y<br />
que, aparte de esto, me postergo a mí mismo, en tanto me ocupo de los<br />
asuntos de los atenienses. Con violencia me tapo las orejas y me dispongo a<br />
huir como de las sirenas, para no quedarme con él hasta que envejezca. Sólo<br />
con él me ha ocurrido lo que nadie supondría de mí: que me avergüence de<br />
alguien; pero me avergüenzo tan sólo de él. Porque estoy consciente que no<br />
puedo contradecirle en nada, que hay que hacer lo que él exige /.../ Me aparto<br />
y escapo de él entonces, y cuando lo veo, me avergüenzo de lo que debo<br />
reconocer. Y con frecuencia querría que él no estuviera más entre los hombres;<br />
pero si acaso sucediera esto, estaría, como bien lo sé, mucho más triste. No sé<br />
pues que debo pensar de este hombre”.<br />
Lo cierto es que entre Sócrates y Alcibíades – aparte de muchas cosas<br />
que pudieran decirse, pero que entran en el terreno de la especulación – había<br />
un lazo de vida y muerte. Ambos participaron juntos en dos grandes batallas –<br />
la de Potidea (en el 431) en la que Sócrates – se dice – le salvó la vida a<br />
Alcibíades, y en la de Delio (en el 424) en la que, ahora al revés, Alcibíades le<br />
salva la vida a Sócrates.<br />
La vida de Alcibíades es realmente como para hacer una gran película.<br />
Los favores y reveses de la fortuna que se presentan en ella son<br />
sorprendentes. Hacia el 422, una vez muerto ya Pericles, es partidario de la<br />
guerra contra Esparta. En el 415 organiza Alcibíades una gran expedición a<br />
Sicilia, con el fin de mantener el dominio ateniense, mas esta campaña deriva<br />
en un tremendo fracaso. Luego de esto se ve involucrado en un escándalo<br />
debido a una supuesta profanación de los misterios de Eleusis, a raíz de lo cual<br />
se le somete a proceso. Mas, no sólo no se presenta ante los tribunales, sino<br />
que busca refugio en Esparta (la archi-rival de Atenas). Mas, en razón de verse<br />
envuelto en Esparta en un complot contra él, huye nuevamente, y esta vez se<br />
acoge bajo la protección de Tisafernes – sátrapa persa de Sardes. Tiempo<br />
después, y tras haber tenido éxito en varias batallas, retorna a Atenas, donde<br />
no sólo logra recuperar el favor de los atenienses, sino que es nombrado<br />
comandante en jefe de las fuerzas armadas. Sin embargo, recién al año<br />
siguiente de este nombramiento sufre una enorme derrota en Notium, debido a<br />
lo cual es destituido. A consecuencia de ello, él mismo voluntariamente se<br />
destierra a Bitinia. Finalmente y al cabo de tres años de inactividad muere<br />
asesinado en Frigia.<br />
137.San Anselmo de Canterbury y su modo de resolver el conflicto entre razón y fe.<br />
Anselmo, que 4 siglos después de su muerte fuera canonizado, vivió entre 1033 y<br />
1109. Era italiano, nacido en Aosta, Saboya. Su padre supuestamente era muy<br />
derrochador, y fue debido a los malos tratos de su progenitor al morir su madre,<br />
abansonó el hogar paterno, yéndose a Francia, donde tras algunos años, cuando<br />
tenía 27, ingresó al Monasterio benedictino de Bec, en la Normandía, que se había<br />
convertido entonces en el primer centro cultural en Europa. La dirección de este<br />
monasterio estaba a cargo de Lanfranc. Interesa este Lanfranc, que también era<br />
italiano y venía de la Lombardía, ya que juega con Anselmo una suerte de vida<br />
paralela, pues junto con hacerse ambos amigos, ocurrió que a Anselmo le<br />
correspondió suceder a Lanfranc primero en la dirección del Monasterio. Mas, luego<br />
le correspondió nuevamente suceder a Lanfranc, que había sido Arzobispo de<br />
Canterbury (recordemos la dignidad eclesiástica más alta en Inglaterra), ya que una